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Partidos que acaban en medio de la noche, bajas y abandonos polémicos, una afluencia de público indigna de su herencia: la nueva Copa Davis necesita, sin duda, algunos arreglos, pero deportivamente es un éxito con partidos de gran intensidad, al punto que el escepticismo que acompaña su nacimiento se deba tal vez sólo a la conservación de un nombre legendario.
El punto más negro de esta primera edición de la competición promovida por la sociedad española Kosmos con la Federación Internacional de Tenis (ITF) es el horario de partidos con tres encuentros (dos individuales y uno doble), que incluso decidiéndose a dos sets y separados por 20 y 30 minutos, no pueden acabar antes de medianoche cuando empiezan a las 18h00.
«Cuando acabas a las 02h00 de la mañana, con la adrenalina no te duermes antes de las 04h30. Y al día siguiente hay que volver a jugar…», criticó Rafa Nadal.
La palma fue para Estados Unidos e Italia que acabaron a las 4h05 de la madrugada del jueves.
Ante esto, Canadá y Australia renunciaron a jugar un doble nocturno. Una decisión de lógica implacable, pero que falsea una competición en que todos los partidos, todos sets y todos los juegos cuentan en la fase de grupos para decidir a los cuartofinalistas.
Los canadienses, con la clasificación asegurada, causaron baja antes de su doble con Estados Unidos, argumentando que «tres de sus cuatro jugadores no estaban aptos para jugar», y los australianos, en las mismas circunstancias, abandonaron tras el primer juego frente a Bélgica al día siguiente.
«No arriesgar»
«Peersy (John Peers, ndlr) tenía una pequeña molestia en el codo. No era cuestión de arriesgar con él antes de los cuartos de final», comentó el capitán australiano Lleyton Hewitt.
También causa debate el formato compacto y nervioso que pone a todos los equipos «en peligro», ya que no hay margen de error, según Nadal. Excelente para el espectáculo y las televisiones, despoja a la competición de sus duelos homéricos en tres días que construyeron su leyenda desde 1900.
España, en casa y liderada por un Rafa Nadal hipermotivado, vive un evento diferente, pero que se acerca a la experiencia de la tradicional Copa Davis con un público numeroso y festivo, que lo ha impulsado en los momentos difíciles.
Los otros países se aseguraron la presencia de varias decenas de aficionados organizados y activos, capaces de animar un pedacito de tribuna. Lo suficiente para hacer sentir su presencia.
«Si se quiere ser negativo, siempre se puede decir que estaría bien jugar en un recinto mayor con más público. Pero, estoy contento de haber jugado ante esta cantidad de público y de que numerosas personas hayan venido de Holanda y el Reino Unido para ver este partido», dijo Andy Murray tras la victoria británica sobe los holandeses en la pista N.2 más pequeña que la central.
«Intimista»
«El ambiente era más intimista, pero genial», añadió el escocés.
Únicamente Francia se ha visto boicoteada por sus aficionados históricos, hasta el punto que el capitán Sébastien Grosjean tuvo que pedir ayuda para que sus jugadores recibieran un mínimo de apoyo.
La llegada de la ATP Cup, organizada por primera vez en enero por la instancia que gestiona el circuito profesional masculino, hace reflexionar sobre el mantenimiento en el calendario de estas dos competiciones por equipos.
«Mi opinión personal es que no queda otro camino que tener una sola y gran competición» sin importar su nombre, dijo Nadal, que admitió preferir, sin embargo, que se mantenga el de Copa Davis «porque es parte de la historia de nuestro deporte».
Novak Djokovic, convencido también de la necesidad de reformar la antigua Copa Davis y de tener una sola gran competición por equipos en un calendario cargado, propuso otra solución: una «Super Copa» u «Ocho de élite».
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