Caribes vs Cardenales: una final de pronóstico reservado

Guillermo Liñares (Caracas)-. Son los dos equipos que han marcado la pauta en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional durante los últimos años. Ambas novenas tienen en su haber cinco finales en la década, estando presentes alguno de ellos en siete finales de las últimas ocho. y presentando nóminas que fueron confeccionadas para ganar a corto y largo plazo. Son Cardenales de Lara y Caribes de Anzoátegui, los protagonistas del evento decisivo de nuestra pelota en esta campaña 2019-2020 que arranca hoy en Barquisimeto. Analicemos a continuación a ambos equipos:

Cardenales de Lara

Vive su cuarta final consecutiva (2016-2017, 2017-2018, 2018-2019 y 2019-2020) y está en búsqueda del bicampeonato, algo que no consigue desde las temporadas 97-98 y 98-99, cuando en ambas justas se coronó campeón ante los Leones del Caracas, en aquellas finales épicas que nos protagonizaron a finales del siglo pasado.

Su fortaleza ha sido el pitcheo, mostrando una rotación de lujo conformada por Williams Pérez, Raúl Rivero, Henry Centeno y Néstor Molina, mientras que aún y con el proceso coyuntural que se vive en esta campaña por el veto que la MLB tuvo hacia la Liga, ha visto erigirse como figuras a peloteros de la talla de Yordanys Linares, Osman Marval, Yojhan Quevedo, y presentando un bullpen profundo y de confianza.

Lara quiere reafirmar su papel de campeón, consolidando así un equipo que perdió tres finales de esas cuatro que disputó anteriormente, pero que siempre mantuvo el enfoque, dirigido desde su gerencia por Carlos Miguel Oropeza y resto de equipo, siendo los artífices de que Cardenales esté recogiendo los frutos de un decenio que tuvo eliminaciones dolorosas, finales perdidas, y celebraciones rimbombantes.

El equipo que dirige Luis Ugueto fue durante la temporada regular un conjunto sólido y fiable, al punto de que culminaron segundos en la tabla de posiciones por detrás de los Tiburones de La Guaira con foja de 24 triunfos y 18 reveses, sin demasiados slumps prolongados en cuanto a derrotas sucesivas se refiere – Lara tuvo un bajón a principios de diciembre, cuando llegaron a perder cinco juegos consecutivos – y obteniendo su pase a los playoffs por cuarto año consecutivo, síntoma de un club ganador y competitivo.

Ya para la postemporada, decidieron reforzarse con el pitcher derecho Henry Centeno, el líder en efectividad de la ronda eliminatoria con Bravos de Margarita, y quien ha rendido en el playoff como lo hizo todo el año. Un pitcher que se sumó a los brazos de Néstor Molina, Raúl Rivero y Williams Pérez, conformando un cuarteto que en la semifinal ante Águilas del Zulia exhibió una excelente efectividad de 1.44, asegurando al menos cinco innings de labor para que luego su relevo le pusiera el candado a los juegos de pelota.

El bullpen larense tiene nombres que cualquier estratega en Venezuela desearía ostentar: desde Vicente Campos,  hasta el brazo con experiencia en Triple A de Daniel Álvarez, sin contar a Pedro Rodríguez, Ricardo Gómez o Jesús Sánchez. Sumando a todos ellos, se combinaron para un 3.78 de efectividad en 16.1 innings de labor. Quizás no sea un promedio espectacular – de hecho, en la semifinal ante las Águilas sufrió en dos ocasiones el empate de marcadores que tenían a favor -, pero para eso tomaron a Wilking Rodríguez en el draft de sustituciones para la final, un relevista que entró por Raúl Barrón, y al que la recta le puede rondar las 96-97 millas.

Si sumamos a todo esto, nombres de la talla de Ildemaro Vargas, Jecksson Flores, Francisco Arcia o la experiencia en este tipo de instancias de un hombre como Luis Jiménez, Cardenales tiene motivos de sobra para soñar con ese bicampeonato.

Caribes de Anzoátegui

Desde que la tribu oriental consiguió su primer título en la zafra 2010-2011, le tomaron el gusto a ganar. Caribes va a disputar su quinta final en la década, y la sexta en su historia, un equipo que no notó en demasía el castigo que la MLB y la OFAC impuso a la Liga a principios de campaña, ya que su alineación está confeccionada por prácticamente el mismo equipo que ha resultado ser un verdadero dolor de cabeza para el resto de clubes.

Desde el pequeño Alexi Amarista, pasando por el capitán Niuman Romero, el sempiterno René Reyes, el poderoso Balbino Fuenmayor, o el habilidoso César Valera. Anzoátegui fue cuarto en la temporada regular con .289 de promedio al bate, y clasificó a la postemporada en ese mismo escalón, registrando un récord de 22-20.

Caribes contó con algunos problemas en su pitcheo durante la temporada regular, tan así que sus dos piezas del draft de sustituciones fueron lanzadores: Ángel Nesbitt y Jhondaniel Medina. El primero protagonizó el episodio bochornoso de Puerto La Cruz con Álex Romero, en donde ambos fueron suspendidos por  la Liga, pero fue uno de los lanzadores al que más recurrió el mánager Jackson Melián durante la serie ante Zulia.

Posteriormente, y fundamentándose en hombres de experiencia de la talla de Jean Toledo, José Ascanio, Liarvis Breto, o su cerrador Lester Oliveros, el bullpen portocruzano fue de garantías, fortaleciendo un departamento que había sido un dolor de cabeza en la ronda eliminatoria. La clave ha sido esa, ya que los aborígenes tuvieron un extraordinario 1.05 de efectividad en semifinales, demostrando que si llegaban a los innings finales ganando era prácticamente imposible remontarles.

Su pitcheo abridor también ha sido muy efectivo en estos playoffs: Wilfredo Ledezma, Mayckol Guaipe, Francisley Bueno y Logan Darnell – tomado para la semifinal contra Tiburones -, se combinaron para amarrar los bates escualos en cuatro juegos, apoyando su línea de trabajo en un excelente 2.08 de efectividad en 17.1 entradas de labor. Tres de los cuatro son zurdos, formando parte de un plan de trabajo que el coach de pitcheo Mike Álvarez diseñó para limitar a los bates salados. Vaya que le resultó.

Para esta final Caribes tomó al pitcher zurdo Félix Doubront en sustitución de Pedro Figueroa, y quien compartirá ahora espacio con otros cuatro nombres que están llamados a controlar a los Ildemaro Vargas, Jecksson Flores, Francisco Arcia, y compañía.

Las flechas están listas para tratar de cazar pájaros rojos, queriendo ser tan efectivas como en los años anteriores – solamente perdieron la final de la temporada 2013-2014 ante Navegantes del Magallanes – y brindarle así al pueblo anzoatiguense el cuarto título de la franquicia.

Precedentes

Se vieron las caras en la final de la temporada 2017-2018, con triunfo de Caribes en seis juegos.

En la ronda eliminatoria 2019-2020, la serie particular quedó empatada 3-3.

 

Así que todo está listo para que a partir de esta tarde se cante la voz de playball en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, ambos van en procura del campeonato, y en brindarle una alegría a sus fanaticadas. Esa es la única certeza, ya que si hablamos de pronósticos, es mejor que nos lo reservemos. Que gane el beisbol venezolano.

Foto: El Tubazo Digital.

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