Guillermo Liñares (estadio Olímpico – Caracas)-.
El eslogan del departamento de prensa del Caracas FC antes del partido era «Sabrán qué es Caracas», y parece que a Boca Juniors al menos le quedó esa sensación de impotencia que invade al poderoso cuando juega ante un rival que tiene la condición de «inferior». El primer enfrentamiento entre bosteros y capitalinos se saldó con un empate a un gol que fue acorde a lo visto sobre el terreno de juego del estadio Olímpico de la UVC, en la inauguración del grupo H en la Copa Libertadores 2020. Una paridad que luego de lo vivido con los clubes venezolanos las semanas anteriores en Sudamericana y previa de la propia Libertadores, sirve de bálsamo para un balompié golpeado en instancias internacionales.
Algunas voces sugerían antes del compromiso que era probable que la asistencia fuese menor a lo esperado, debido a la hora del pitazo inicial – 08:30 pm -, tratarse de día de semana, y contar con una serie de factores que atentan contra el traslado de los hinchas al recinto, – la inseguridad, el hecho de que el metro cierra a las 11:00 pm o que no todos tengan vehículo para llegar -, sin embargo, el marco fue de alto impacto (el Olímpico no se llenó por completo pero si mostró una asistencia muy satisfactoria) y los controles de seguridad anticipaban noche importante. Caracas cumplió dentro de la cancha y fuera, quizás por eso también pueden presumir de eslogan.
Hablando del partido, fue atractivo a ojos del espectador. Boca apareció sin Carlos Tévez , Eduardo Salvio y Mauro Zárate, lógico por decidir este fin de semana la Superliga de su país ante el eterno rival River Plate, pero su once dispuso de otras armas que hicieron que el ritmo del partido no desentonara con lo esperado. Caracas mostró una alineación ofensiva, sacrificando el técnico Sanvicente a Ricado Andreutti por Leonardo Flores, compañero de Anderson Contreras, dando así más salida y control a un mediocampo que desplegó un fútbol de sacrificio y tenencia.
La primera celebración de la noche corrió a cargo del cuadro bostero, luego que Sebastián Villa le ganase la carrera a Bernardo Añor y lograse conectar con Ramón Ábila, certero y letal con su toque de primeras dentro del área que perforó la red de Cristhian Flores. Un 0-1 que en cualquier otro escenario hubiese supuesto un bajón considerable de un club venezolano con tan solo 24 minutos transcurridos, más no fue así. Caracas siguió intentándolo de la mano de Richard Celis, ese extremo que a base de filigranas y regates causó dolor a la banda derecha xeneize. Una ocasión de Bernardo Añor que fue repelida por Andrada terminó por ser la más clara de los locales, estando al tanto que debían apretar un poco más en el último tercio del campo, para hallar más claridad y finalización.
Tras la reanudación Boca quiso amasar más el cuero, jugar con la desesperación que podía causar su ventaja. Luego de esos diez minutos de control, Caracas se encontró con un premio mayúsculo: una falta en la frontal del área fue ejecutada magistralmente por Robert Hernández para empatar al minuto 55, un disparo colocado al ángulo imposible para Andrada, 1-1 y casi media hora de acción.
El gol espoleó al Rojo y dejó algo grogui a Boca, momento en donde Miguel Ángel Russo decidió darle ingreso a Guillermo Fernández y Junior Alonso, queriendo quitarse ese envión y tratar de encontrar el camino del segundo tanto. Ahí fue cuando Chita respondió con la entrada de Ricardo Andreutti, buscando sellar las líneas y sostener la paridad, esa que no tuvo peligro de variar a pesar de una ocasión clara de Ábila al final, solidez que fue mérito de un Rosmel Villanueva que se mostró inconmensurable en la zaga de los demonios rojos.
Al final fueron tablas en el marcador que dejan al Caracas FC con un punto en su estreno en la Libertadores y con la satisfacción de que, aunque no haya sido como quería su eslogan de saber que los argentinos supieran en su totalidad lo que es la capital venezolana, si que lo fue para que se devuelvan a su país sin una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.
En la zona mixta
Ricardo Andreutti mencionó que no estaban satisfechos con el resultado: «Nosotros venimos a ganar, a competir y no pasear. Eso es algo que queremos dejar claro. Hoy pude ayudar en el segundo tiempo juntando las líneas, ya que el cuerpo técnico se dio cuenta que algo separadas estaban. No queríamos que nos pasara factura»dijo a los periodistas que aguardaban en la parte baja del Olímpico.
A su vez, Anderson Contreras resaltó la alegría que representa para él su debut en este torneo siendo tan joven: «Es un orgullo, y lo que más me alegra es ayudar al equipo. Se sintió bien que fuese ante Boca y con el apoyo de nuestra gente» dijo el mediocampista.
Richard Celis desgranó lo que le pidió el profesor Sanvicente: «Quería que hiciera mi juego del futve. Que aprovechara mi talento para abrir espacios por la banda, ya que ellos son buenos en el medio. Gracias a Dios salió como planeábamos y obtuvimos un empate que nos da confianza para el partido en La Asunción ante Libertad. Agradecidos con la gente que vino hoy a apoyarnos», finalizó el delantero del Caracas.
Foto: Diario El Comercio
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