Zulia blanqueó a Caribes y está a un paso de la semifinal

Eduardo Acosta | Prensa LVBP.- Águilas del Zulia está a sólo un juego de disputar sus primera semifinal en dos años, gracias a un rally tempranero de cinco carreras y una sólida apertura de Ramón García Jr., para blanquear a Caribes de Anzoátegui por pizarra de 5-0, en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel. Los zulianos ahora dominan la serie de playoffs 3-1.

García, prácticamente, no tuvo ningún tipo de problemas ante la toletería indígena, que solo le pudo batear cuatro inatrapables. El relevo rapaz apoyó en buena forma la labor del derecho, al permitir un solo incogible en los tres últimos desafíos.

“La defensa hizo el trabajo y me dediqué a caerle adelante a los bateadores, mezclando la recta con slider y sinker”, dijo García al final del desafío.

Las cosas le salieron mal a Caribes desde el mismo primer episodio, el abridor, Porfirio López, permitió que se le congestionaran las almohadillas con par de boletos y un golpeado. Acto seguido, Yosmany Guerra la elevó por la pradera central para traer la primera de los rapaces.

Luego, Ángel Reyes descargó sonoro doblete al centro para colocar el desafío 2-0. Más tarde, Jairo Pérez la rodó por el cuadro para traer la tercera de los zulianos.

El rally de cinco fue consumado por Luis Álvarez, quien la sacó por el leftfield para así terminar de explotar a López.

Anzoátegui trató de reaccionar con biangular de Alexi Amarista, pero con dos outs, Willians Astudillo se ponchó para poner fin a la amenaza.

De allí en adelante tanto García y el relevo aguilucho preservaron, con éxito, una ventaja que nunca perderían y, por supuesto, la blanqueada, la segunda que le propinan en esta serie a los anzoatiguenses.

“Haber ponchado a Astudillo fue importante”, destacó García. “Sabemos que es un bateador difícil y me dio mucha confianza. Mañana (miércoles) hay que venir con la misma concentración”.

DESDE EL TERRENO
El manager Jackson Melián informó que el lanzador Wilfredo Ledezma se encuentra aliviado de la fiebre que presentaba y que podría ser utilizado en el quinto choque de esta serie de playoff.
EN CIFRAS
Caribes sólo ha pisado el home plate en cinco ocasiones durante 36 episodios en la serie. 3.214 entradas se vendieron en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel.
Foto: TC

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Luis Peñalver falleció a los 78 años de edad

Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP.- Fanáticos del beisbol de las decádas de los años 60 y 70 veían a Luis Peñalver como la misa dominical: “todos los domingos estaba allí”. Él era el cura, el montículo su altar y el Universitario su templo sacro.

Estas son exageraciones, obviamente. Sí, Leones tenía más brazos. No, no siempre estaba los domingos dando sermones con su control. Sin embargo, por los 1516.1 innings que trabajó en 23 temporadas, no es descabellado haber tenido la sensación de que Peñalver siempre estaba allí.

Tal vez su alma siga por siempre en los corredores y el terreno del parque de la UCV, en donde quiera que alguien hable de un pitcher batallador y en los muros del Salón de La Fama del Beisbol Venezolano, del cual forma parte desde 2008. Pero su cuerpo no. Falleció este fin de semana, en Caracas, a los 78 años de edad.

De acuerdo con el historiador Javier González, el inmortal lanzador será velado en la Funeraria Vallés, en la ciudad capital.

Comenzó la carrera profesional en 1960, con el Oriente, y después de cuatro temporadas se uniformó de Magallanes. Su tiempo con las rayas de Leones, hábito con el que es recordado por más personas, comenzó en 1966-1967. Ya había ganado un título con Industriales de Valencia (1962-1963), pero con el Caracas se coronó en seis ocasiones, incluyendo la Serie del Caribe de 1982.

Apenas José “Carrao” Bracho lanzó más entradas que él en Venezuela (1768.0). Ellos son dos los únicos con al menos 1500.0 innings. Por eso el montículo siempre parecía pertenecerle. Pero su fama no llegó por ser “el pitcher de todos los días”, como dicen los fanáticos más longevos. Fue exitoso, dominante y aguerrido. Es tercero en victorias en los registros de la LVBP con 84, cuarto en ponches con 748, quinto en juegos completos con 45 y, entre los nueve serpentineros con al menos 1000.0 capítulos, él dejó la tercera mejor efectividad con 3.07, solo por detrás de Diego Seguí (2.76) y Roberto Muñoz (3.04). Gracias a sus envíos Venezuela ganó la áurea de beisbol en los Juegos Panamericanos de Chicago, en 1959, al vencer a Puerto Rico.

“Es más fácil recibir a Peñalver durante quince innings, que a cualquier otro pitcher en una sola entrada”, le llegó a decir el receptor Baudilio Díaz al periodista Humberto Acosta, en El Nacional. “Uno está seguro que pondrá la pelota donde uno se la pida, o donde él decida colocarla. A veces puedes pasar todo el juego sin tener que ir a decirle nada en la lomita”.

Quizás, de existir el paraíso, Díaz esté con una mascota esperando probar una vez más la puntería de Peñalver.

Era un hombre que le gustaba lanzar strikes y no sólo en el juego, también en la vida. Fue conocido por ser alguien directo, que no se guardaba muchas cosas. En 1981, ya con 40 calendarios sobre el brazo de hierro, le pidió “respeto” al Caracas por haberlo sacado de la rotación. Se lo dijo a los periódicos de la época, una forma de hacer eternas las palabras. La bravura es coraje oriental, de la Cumaná de 1941, en donde nació el 20 de noviembre.

El cuerpo de Peñalver ya no está, pero de alguna manera la esencia de su ser sigue siendo la del “pitcher de todos los días”, la del lanzador que estaba allí siempre, la de un brazo que conoció el cansancio por imposiciones del tiempo, nunca por las circunstancias.

Foto: Prensa LVBP

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