Tony Cittadino (Mallorca).- La final entre Leones del Caracas y Cardenales de Lara quedará para nosotros como una de las más insípidas que se haya disputado en la historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). La crisis que se vive en Venezuela ha hecho que el máximo espectáculo del deporte nacional, sea objeto de críticas a favor y en contra de jugarse para definir al campeón.
El sol no se puede tapar con un dedo, a pesar de que todavía existan factores que quieran dar a entender que la situación en el país es una maravilla. No en vano, la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe ha planteado la posibilidad de que no se realice la Serie del Caribe en Barquisimeto. Al momento de escribir estas líneas, todo indica que la Serie pudiera suspenderse o ser recibida por México. El año pasado tampoco pudo efectuarse en su sede original: Barquisimeto. Serían, entonces, dos las oportunidades consecutivas en las que el país no albergaría la competición.
La polémica de que el Caracas no quisiera jugar el segundo encuentro de la final en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez, ha sido motivo de discusiones en las redes sociales. Todas con argumentos válidos y respetados. Unas a favor y otras en contra. Jesús Guzmán escribió en Twitter que no estaban dispuestos a saltar al terreno, pero que Cardenales sí lo haría. Unas horas antes, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, asumió como Presidente Interino de Venezuela, en una impresionante marcha en Caracas, basado en los artículos 233 para el establecimiento de un gobierno interino, y en el 333 para restablecer la vigencia de la Constitución. Como era de esperarse, hubo represión y protestas en todo el país. Barquisimeto no fue la excepción.
Al final, los melenudos aceptaron saltar al terreno a las 9:00 de la noche, dos horas después de la hora original pautada. En un primer momento, se manejaba la hipótesis de que perderían por forfeit de acuerdo a las reglas de la LVBP. Pero, luego, se conoció por fuentes de colegas, que hubo amenazas de cárcel para que jugaran los Leones. Sin embargo, colegas informaron que a los melenudos se le había planteado la opción de arrancar la final el lunes 21 y no el martes 22, para tener libre el miércoles 23, pero no aceptaron.
El juego se realizó y Lara ganó ocho carreras por dos. De allí en adelante, decidieron marcharse del equipo capitalino Logan Darnell, Craig Stem y Félix Pérez, alegando que no existían condiciones para que se siguiera jugando la final. Volaron a Estados Unidos, país al que este sábado 26 también regresó Franklin Gutiérrez. El colombiano Harold Ramírez también se fue del país.
Al primer juego de la final asistieron 12.421 personas y al segundo, el polémico, 11.697. La serie de mudó a la capital y el viernes los boletos vendidos fueron 9.321. Este sábado, en el cuarto choque, la cifra bajó a 8.691. Obviamente, son números muy por debajo de los acostumbrados a una final en Venezuela. Los estadios llenos y la fiesta no se ven. Es una situación que contrasta con el ambiente que se vive en una final normal. Esta no la es, por más que quieran maquillar lo que pasa en las calles. Hasta este domingo en la mañana, el Foro Penal Venezolano informaba que 495 personas han sido detenidas desde el pasado lunes 21. La cifra de asesinados asciende a 22.
Cuando en diciembre fueron asesinados los jugadores de Cardenales, Luis Valbuena y José Castillo, en una accidente de tránsito provocado para robarlos, decidimos dejar de informar sobre la LVBP durante una semana. Sentíamos que no había motivos para hablar de beisbol, con semejante desgracia. Incluso, pensamos en la posibilidad de dejar de cubrir la temporada. Al final, retomamos las labores.
Ahora, con la grave situación actual, mantenemos la decisión de no seguir cubriendo lo que queda de final. Tan solo reseñamos el primer juego, antes de que toda la polémica se desatara. Hemos usado nuestra cuenta de Twitter para informar lo que sucede en el país, haciendo un alto en la información deportiva. No somos un medio de comunicación de gran alcance, pero con lo que tenemos preferimos tener respeto y ser coherentes con nuestros valores y principios.
Amamos el beisbol venezolano, pero hay otras prioridades. El país. Quizás la final termine este domingo o regrese a Barquisimeto. Pero para nosotros no será igual. La recordaremos como la final más insípida que hayamos visto. Como un saludo a la bandera. Como la final que, para nosotros, tendrá un asterisco por no desarrollarse en las mejores condiciones.
Felicidades al campeón.
.