Tony Cittadino (Mallorca).- El trabajo realizado hasta el momento por Roberto Mancini como director técnico de Italia ha sido bueno. La selección Azzurra acaba de ganar sus dos encuentros clasificatorios para la Eurocopa 2020 ante Grecia y Bosnia y se mantiene con paso firme en el primer lugar de la tabla, rumbo a la clasificación. La clave ha sido mezclar la experiencia con la juventud.
Cuando el ciclo del estratega comenzó en septiembre del año pasado, lo criticamos por el pobre juego mostrado en los dos primeros encuentros de la UEFA Nations League. En ese momento, decíamos que la reconstrucción de Italia no arrancaba, porque veíamos a una oncena lenta, previsible y con poca actitud. Sin embargo, el trabajo realizado por Mancini ha ido de menos a más y esperamos que se mantenga.
Para entonces, habían sacado un empate in extremis contra Polonia y habían perdido ante Portugal como visitante, con una alineación en el campo que dejó mucho que desear. Creíamos que había arriesgado demasiado, al utilizar tantos jugadores de recambio, para ir probando a los nuevos talentos. Pensamos que se perdió una buena oportunidad para dar un golpe en el torneo.
Sin embargo, la jugada le ha salido bien y debemos decirlo. Italia terminó manteniendo la categoría en la Nations League y, desde que comenzó la eliminatoria para la Euro, ha mostrado un cambio realmente notable. Han ganado los cuatro juegos, recibiendo un solo gol luego de 600 minutos. Han anotado 13 tantos, siendo el segundo mejor ataque de la competición después de Rusia (15).
Mancini puede quedar satisfecho hasta ahora con el rendimiento de la selección, porque van mostrando un crecimiento sostenido: buena forma física, buen manejo del balón y buen planteamiento táctico. Ya no se ve a una Italia que no sabe a qué juega, timorata y con lagunas en el mediocampo, sino que vemos a una escuadra con actitud y lanzada al ataque. Es mucho más ofensiva, aunque todavía falta tener un goleador al estilo de Vieri, por ejemplo. Que sea letal en el área. Pero creemos que lo más importante, fue regresar la mentalidad aguerrida y ganadora. Esa que se perdió al no clasificar al Mundial Rusia 2018 y que se vio para remontar ante Bosnia, en un juego en el que tuvieron carácter y personalidad.
Federico Bernardeschi y Marco Verratti están llamados a ser los líderes de la selección en el mediocampo, mientras que el tridente de ataque debe mantenerse con Lorenzo Insigne, Andrea Belotti y Federico Chiesa. Eso sin contar, que Mancini ha ido probando a jugadores como Nicolò Barella, quien ha sido clave en esta nueva etapa.
Además lo hecho por jugadores como Moise Kean da buenas esperanzas, en especial si se toma en cuenta que junto a él hay un relevo en la sub 21 que está a la vuelta de la esquina. A este par, podemos sumar nombres como Nicolò Zaniolo, Sandro Tonali (a quien llaman el Pirlo del Brescia), Patrick Cutrone y Riccardo Orsolini, quienes, por cierto, estarán en la Euro sub21 que se jugará del 16 al 30 de este mes en Italia. Todo esto sin contar, que este año la sub 17 quedó subcampeón de la Eurocopa y la sub20 el sábado podrá luchar por el tercer puesto del Mundial, al igual que en la edición de 2017.
Aunque todavía Italia no ha ganado nada y no hay que ser triunfalista, sí creemos que debemos reconocer el crecimiento que se ha producido en la selección de mayores y también en el relevo. Esto también es gracias a que ha ido renovando la plantilla y convocando a los jugadores que deben estar. Eso incluye el nuevo llamado a la selección al experimentado Fabio Quagliarella y al dejar en casa al siempre polémico Mario Balotelli, quien pareciera que volvió a desaprovechar otra oportunidad para estar en la selección.
«Estamos un poco adelante con respecto al programa inicial que teníamos, pero todavía falta mucho trabajo por hacer. Hasta ahora todo ha ido bien», dijo el estratega luego de la victoria ante Grecia, en declaraciones reseñadas por la Gazzetta dello Sport.
Ahora la Nazionale puede ir tranquila de vacaciones y pensar con calma en los próximos encuentros: el 5 de septiembre visita a Armenia y tres días más tarde hará lo propio con Finlandia. Tomando en cuenta que pasan dos selecciones por grupo y tienen 12 puntos (el doble de ventaja sobre Armenia, que ocupa el tercer lugar), todo parece indicar que el boleto está casi en el bolsillo. El futuro se ve más alentador. Va pasando de negro, a azzurro.
Foto: Reuters
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