El gran Gigi Buffon dijo adiós

Tony Cittadino.- Llegó el momento del adiós para otro campeón. Gianlugi Buffon disputó el último juego de su carrera con la Juventus, tras 17 años de brillante trayectoria, en la victoria de su equipo ante el Verona de dos goles por uno en el Allianz Stadium de Torino.

Todavía recordamos el momento en el que llegó al equipo bianconero. Lo veníamos siguiendo desde el Parma, equipo que, por cierto, volverá a jugar la próxima temporada en la Serie A. Era el año 2001, el mismo en el que Zinedine Zidane pasó al Real Madrid, pero la dirigencia de Moggi y compañía llenó el vacío que dejó la partida del francés con tres fichajes de lujo: el defensa Lilian Thuram, el mediocampista Pavel Nedved y el de Buffon, quien fue el portero más caro en su momento (54 millones de euros).

Desde entonces, tuvimos el privilegio de seguir su carrera más de cerca. La llegada a la Juve le daba mayor jerarquía al club y a él, tras la salida del holandés Edwin van der Sar. Recordamos las largas charlas en el colegio. En clases y en el recreo. A toda hora, con grandes amigos de bachillerato y de la vida como Manuel Salazar y Víctor Arreaza.

Eran otros tiempos. En plena adolescencia y con mucho más tiempo libre. En tardes de Champions League, Mundiales, Eurocopas y amistosos. Fútbol las 24 horas del día. Hoy nos damos cuenta que el tiempo va pasando y vamos envejeciendo. Siempre pensamos que el retiro de tus ídolos te permite sacar cuentas y recordar buenos momentos y otros no tanto. Así pasó con grandes jugadores como Baggio, Maldini, Del Piero, Inzaghi, Cannavaro, Pirlo y, más recientemente, Totti. Uno no quiere que se retiren. Quisiéramos verlos siempre en el campo. Pero, no se puede. Es ley de vida y hay que darle paso a las nuevas generaciones. Como dijo Buffon la noche del 13 de noviembre de 2017 cuando Italia se quedó fuera del Mundial Rusia 2018: «El tiempo pasa y es tirano».

En nuestra memoria quedarán centenares de juegos de Gigi defendiendo la portería de Italia y de la Juve. En la liga, en Europa y en Mundiales. Paradas como la del penal ante Figo en semis de Champions 2002-2003 contra el Real Madrid o el cabezazo de Pippo Inzaghi en la final de ésa campaña ante el Milan.

Pero pensamos que la mejor de todas fue ante Zidane en la final del Mundial 2006, cuando Italia ganó el cuarto título en su historia. La agilidad, velocidad, seguridad y reflejos que tuvo para sacar un cabezazo que tenía el gol sellado en el balón, pasó a la eternidad. Fue impresionante.

Ya con 40 años y mayor madurez, decidió tomar la decisión más difícil para cualquier deportista: el retiro. En la Juve terminó con 656 juegos, 301 encuentros sin recibir gol y 21 títulos. Con Italia, líder en presencias con 176 y 80 de ellas como capitán. Queda el sabor dulce de tantos títulos obtenidos (1 Mundial, 11 scudettos –contando los 2 revocados-, 5 Coppa Italia, 6 Supercopa de Italia, 1 Serie B, 1 Copa UEFA, 1 premio The Best de la UEFA y varios como Mejor Portero, entre tantos otros), pero la amargura de saber que en tres ocasiones (2003, 2015 y 2017) no pudo ganar la Champions. Como siempre hablamos con el gran amigo Vito De Lucia, es una deuda que el fútbol le deberá por siempre a un gigante como Buffon.

También quedó a las puertas de su sexto Mundial, porque Italia no logró clasificar. Buffon iba a ser el primero en hacerlo, pero se atravesó Suecia en el camino y la pésima dirigencia de la FIGC al nombrar a Gian Piero Ventura como DT. Fue un mal que pudo evitarse, pero ya no vale la pena seguir haciendo leña del árbol caído.

Nadie podrá hablar mal de Buffon. Las muestras de cariño y respeto llegan de todas partes. El único asterisco fue la expulsión en el juego de vuelta de cuartos de final de ésta zafra ante el Real Madrid en el Bernabéu, por el polémico penal pitado por el inglés Michael Oliver. Sin embargo, Buffon se disculpó por sus polémicas declaraciones contra el colegiado y rectificó.

Su rivalidad con Iker Casillas fue de admirar. Lejos de tener una enconada competencia, fue a la inversa. Siempre con mucho respeto de ambas partes. El español lo tuvo como ejemplo y pensamos que fuimos afortunados en verlos jugar. Como sucede con Messi y Cristiano Ronaldo. Dos campeones, que fueron iconos con sus selecciones y clubes.  Basta con recordar la final de la Euro 2012, cuando España goleó a Italia 4-0 y Casillas pidió respeto al árbitro, por agregar tiempo extra a un encuentro sentenciado en 90 minutos.

Otro gesto maravilloso fue descender a Serie B con la Juve en 2006, por el polémico caso de Calciopoli. Italia entera no terminaba de celebrar el título ganado en Berlín el 9 de julio, cuando el 25 del mismo mes fueron sancionados, junto a clubes como el Milan. Pero allí se quedaron los cinco magníficos: Trezeguet, Nedved, Camoranesi, Del Piero y Buffon. Los tres últimos campeones del mundo. Digno de admirar en un fútbol tan comercial, donde ahora pareciera que vale más el dinero que la camiseta.

La Juve regresó a la máxima categoría y el resto es historia. Volvió a ser la más fuerte. Ganó 7 scudettos en fila y 4 Coppa Italia, para sumar cuatro campañas seguidas con doblete. Algo sin precedentes en Italia. También dos finales de Champions en tres años.

Ahora queda mirar el futuro y buscar su heredero. Italia y Buffon nos acostumbraron a estar seguros y confiados al ver un juego y saber que sería difícil marcarle. Aunque no existirá otro como él, debería tener un relevo de calidad. Veremos si el tiempo le permite al nuevo arquero, ser digno heredero de un campeón dentro y fuera de la cancha. Porque, hoy, la portería está huérfana. Más nunca será igual. El gran Gigi Buffon dijo adiós.

Foto: Marco Bertorello.

¿Te gustó el artículo? Compártelo en tus redes sociales

Facebook
Twitter
WhatsApp

Deja un comentario