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Miguel Santana (Prensa Metropolitanos).- Decían que Jorge Rojas llegaba a Metropolitanos por su experiencia y liderazgo, pero hoy es uno de los dos goleadores del equipo violeta. De Darwin Gómez se esperaba la explosión que tuvo ante Deportivo Anzoátegui, pero lo del “Zurdo” no deja de sorprender, pues aunque cuatro décadas ha transitado, su fútbol sigue intacto.

Ante la Academia Puerto Cabello y por Copa Venezuela, sus actitudes preconcebidas dejaban evidencias de calidad certificada, porque ninguna pelota perdió, en tanto que siempre ganó los duelos que le exigían velocidad y categoría, hasta que un preciso centro de Irwin Antón terminó en su cabeza, y de ahí a la red.

El merideño dosificó esfuerzos en función de las situaciones que en suelo porteño se presentaron. Asumió la banda izquierda cuando entendió que su participación por aquel costado podía ser determinante, pero correrse hacia el centro fue una decisión que tomó observando en su pegada una posibilidad clara de gol.

En ocasiones, reculó para echar una mano en defensa, dirigiendo con su mirada a quienes lo veían como punto de desahogo. Hizo de todo, hasta que al minuto 73 salió del escenario entre los silbidos de quienes no soportaron verle triunfar y aplausos por parte de quienes reconocen la insigne trayectoria del volante violeta.

“El equipo volvió a demostrar que está en buen nivel, y una vez más tuve la oportunidad de marcar, aunque el 75% del gol fue de Antón, porque el pase que me dio fue perfecto. Lo más importante es que los jugadores quienes no venían teniendo continuidad en el campeonato demostraron que pueden aportar, y eso genera tranquilidad al entrenador, pues sabe que cuenta con diferentes piezas quienes pueden hacer el trabajo”, manifestó el mediocampista.

Rojas, quien hace menos de una semana anotó un golazo en Puerto La Cruz, ha recorrido las costas venezolanas inscribiendo su nombre como artillero, demostrando que además de ser un ejemplo a seguir para los más jóvenes, está tan vigente como cuando Santiago Cañizares fue víctima de su portentosa pegada.

“Aunque muchos dicen que soy un líder, yo no considero que eso sea cierto. Todos tenemos que ser líderes en cada una de nuestras posiciones, y esa es la idea en el equipo. Tenemos que seguir mejorando, porque a esta eliminatoria le restan 90 minutos, que también serán rudos”, advirtió el ex jugador del New York Red Bulls.

Ni los humedecidos vientos porteños desviaron las intenciones de un campeón consagrado. “Zurdo” caminó derecho, hacia la línea del éxito. Una vez más, y por enésima ocasión, fue diferente en la cancha, demostrando que consigo carga un inagotable repertorio de recursos futbolísticos, y también un espíritu inquebrantable.

Foto: Alfonso Ioannoni.