Caracas dejó en el terreno al Zulia y extendió cadena de derrotas

Andriw Sánchez Ruiz (Prensa LVBP).-  No parecía ser la noche de Juan Silvero. Llegó a acumular seis corredores dejados en bases en tres turnos fallados. Una de esas veces fue dominado con las almohadillas repletas. El dominicano sabía que, de llegarle una oportunidad para decidir, tenía –debía- reivindicarse. El juego de pelota le dio ese chance.

Sin outs en la pizarra igualada, en la parte baja del noveno inning, con tres hombres en circulación y el cerrador de Águilas del Zulia en la lomita, Arcenio León, Silverio llegó al plato. Buscó un envío en la zona de strike, algo que no había lanzado mucho el taponero. Lo consiguió: la bola cayó sin enemigos cerca de la raya del jardín derecho. Leones del Caracas dejó en el terreno a los rapaces, 4-3, y ahora deja atrás a Tigres de Aragua en la lucha por la clasificación.

“El pitcher estaba descontrolado. Sabía que tirarla por allí. Estaba buscando la recta, pero él comenzó a lanzar cutters (rectas cortadas). Yo seguí buscando mi recta”, dijo Silverio, quien inició lento en Venezuela, pero ahora es uno de los mejores bateadores del club. “Gracias a Dios, porque me recuperé. El comienzo que tuve no fue el mejor y me dejaron aquí porque estaba jugando buena defensa. Pude hacer los ajustes”.

Es la séptima derrota consecutiva para los aguiluchos que ya perdieron el primer lugar de la tabla de posiciones con Tiburones de La Guaira.

El control del juego estuvo en el Caracas por gran parte del tiempo. César Carrillo, abridor del Zulia, sufrió ese dominio. Los bates melenudos le hicieron una carrera en el primer inning. Ramón Cabrera dio un rodado para doble matanza que le dejó el camino libre a Eduard Pinto para anotar.

Cabrera estuvo involucrado en las dos anotaciones del tercer capítulo. Pegó sencillo remolcador y de nuevo Pinto se engomó. Isaías Tejeda llegó minutos después con doble que empujó a Leonardo Ferrini.

Si bien Yeudy García padeció de descontrol, con cuatro bases por bolas en 4.0 episodios, no fue muy descifrado. Sólo aceptó un imparable, que resultó ser doble de Olmo Rosario. Engelb Vielma pudo pisar el home gracias al batazo.

La pizarra se mostró igualada en el octavo pasaje. Rosario volvió a representar el vuelo de Águilas. Después de estar en dos strikes sin bolas, se recuperó contra Loiger Padrón y pescó un envío alto que mandó a las profundidades del jardín izquierdo. Pinto hizo un esfuerzo tan grande que fue mayor a la barda del estadio: con salto y guantazo evitó que la tabla del dominicano se convirtiera en jonrón. Al final no pudo tomar la bola y cayó de golpe en la pista de seguridad. El antillano llevó dos rayitas al plato, pero solo quedó anclado en la segunda almohadilla.

Luego llegó el batazo de Silvero y Leones evitó que hubiese una remontada rapaz en el Universitario.

“Ganar así es bueno, nos trae ese ánimo. El equipo llegará mañana más emocionado. Este ánimo sube un poco más”, expresó el manager Víctor Gárate.

 

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Juan Silverio revela sus claves para salir del slump

Guillermo Liñares (Caracas)-. 

La tercera semana de campeonato en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional nos ha traído el despertar con el bate de un importado que traía credenciales de la Liga del Atlántico con el Sugar Land Skeeters. Se trata del dominicano Juan Silverio, quien ocupa la tercera base de los Leones del Caracas y quien durante las primeras semanas de torneo llegó a ser duramente cuestionado y hasta abucheado por la afición caraquista. Silverio bateaba hasta el domingo pasado para promedio de .174, pero eso ha variado ya que para esta semana que culmina ha subido su average a .290, producto de un despertar notable con su bate. El oriundo de Santiago ha podido salir de ese slump en el que se encontraba y las claves las desgranó este sábado, antes de que su equipo se midiera a los Tiburones de La Guaira, en una serie de dos compromisos el fin de semana.

Silverio fue enfático al mencionar que la rutina que trae antes de cada juego varía en función de su rendimiento en el campo: «cuando las cosas no me salen, busco cambiar la rutina, la perspectiva es distinta, trato de hacer cosas diferentes para que la mala racha quede atrás». El antesalista antes de la tercera semana de acción en la LVBP estaba sumergido en una racha de dieciséis turnos consecutivos sin dar de hits, dando muestras de mucha ansiedad producto de las ganas que tenía de ayudar a la causa capitalina, pero conectando batazos contundentes que hacían pensar que ese slump podía ser superado y eso sucedió en la tercera semana, ya que desde la serie en Maracaibo contra las Águilas del Zulia, Silverio presenta una línea (hasta este domingo) de 24-12, con un promedio de .500, un jonrón, tres dobles, y cuatro empujadas.

Ese despertar con el madero, también tiene influencia de sus compañeros. ya que el quisqueyano manifestó que Ramón Cabrera y Alejandro Chacín le han dado un especial respaldo: «Ambos me han ayudado mucho hablándome, aconsejándome, diciéndome datos de los pitchers rivales y se los agradezco mucho. Los conozco de antes y me dicen que siga trabajando, que saben de lo que soy capaz y que solo no me ponga presión», además, el tercera base  también destacó que no buscaba poner de excusa el hecho de no conocer el circuito, ya que a su parecer «la pelota es igual en todos lados. Puede que al principio estuviese un poco ansioso, pero la clave ha sido esperar más envíos, ver más a los pitchers, incluso desde el circulo de espera. Yo siempre trato de tener la mayor cantidad de información posible para hacer mi trabajo».

Quizás sea una coincidencia, pero desde que el mánager Harry Guánchez decidiera bajar a Silverio al sexto o séptimo lugar del lineup, su despertar con el madero se ha puesto de manifiesto. Para el protagonista de esta nota, eso es lo de menos y no le indica nada: «Miren, a mi me pueden poner de primero, de noveno, de cuarto o de quinto, a mi lo que me interesa es ayudar donde sea a mi equipo a ganar. Donde sea que me ponga, trataré de hacer mi trabajo, mientras juegue y no esté sentado en la banca para ayudar a mis compañeros a ganar». No obstante, en la jornada de este sábado fue alineado de quinto y dijo respetar la decisión del estratega melenudo en cuanto a su ubicación

El infielder también quiso hacer énfasis en su confianza, y en no cambiar un ápice de ella: «Hago mi rutina, yo confío en mi trabajo. He hecho solamente algunos ajustes y eso me ha dado resultados. Trabajo en áreas diferentes todos los días, y eso sé que me puede ayudar en el trabajo». El conocer a varios de sus compañeros para el quisqueyano, también ha cobrado una preponderancia en este momento, ya que a su juicio «el conocerlos desde que llegase me ha mantenido enfocado, y eso a mi me brinda la seguridad para poder salir adelante».

Lo cierto del caso es que para el Caracas es un bálsamo importante su despertar, porque tras contar con un pitcheo muy golpeado (en este momento, la peor de todo el campeonato), la ofensiva ha podido responder. Sin duda alguna, una pieza importante es Silverio, quien ahora con la llegada de Juan Kelly y la ya inclusión de Isaías Tejeda, pueden unirse para darle mayores alegrías a los caraquistas a ritmo del merengue.

 

 

Foto: Luis Alvarado.