La primera vez en Son Moix

Tony Cittadino (Mallorca).- Este domingo 10 de noviembre asistí por primera vez a un juego de fútbol español y tuve la bendición y la fortuna de hacerlo con la credencial de prensa. El Mallorca se impuso al Villarreal tres goles por uno en Son Moix, en partido de la jornada 13 de La Liga.

Fue una experiencia inolvidable. Desde que llegué a Mallorca hace un año, estuve esperando ése día. Sin embargo, no había tenido el tiempo necesario para asistir al estadio, por trabajar en otros empleos no relacionados al periodismo. Como todos los emigrantes, hay que reinventarse al comienzo para buscar estabilidad y salir adelante.

Pero cuando me planteo un objetivo, no me quedo tranquilo hasta lograrlo. En abril tuve la primera oportunidad de estar cerca de las instalaciones del estadio, cuando mi amigo Miguel Zurera me acompañó con el carro. Habíamos terminado un trabajo de cristalería de aluminio en Palma y, como estábamos en la vía con un par de minutos a favor, aprovechamos la ocasión.

Obviamente el estadio estaba cerrado y no entramos, pero al menos los vimos por fuera. El recinto fue estrenado en 1999 y tiene capacidad para 23.142 personas. La tribuna central que no es techada, se ve desde la autopista y es imponente. Ese simple acercamiento, reforzaba la idea de buscar la forma de asistir como periodista. La idea también era alimentada por mi amigo Renny Ortiz, con quien comenzamos el emprendimiento de Zona Estadio en las redes sociales e insistentemente me motivaba a hacerlo.

El primer acercamiento con el departamento de prensa fue en septiembre, cuando escribí para solicitar la acreditación para el juego del domingo 6 de octubre contra el Espanyol. No terminé de realizar el trámite, porque el día del juego debía trabajar. Sin embargo, ya tenía agendada la fecha del juego de ayer. Desde hace tres meses, trabajo como cajero y reponedor en una importante cadena de supermercados, en la que me siento a gusto y motivado.

Así llegó el martes de la semana pasada y decidí enviar el correo de prensa al equipo. Lo peor que podía pasar, era que negaran la solicitud. El resto, era ganancia. Debo agradecer siempre la buena atención y disposición del director de  comunicaciones Albert Salas, quien abrió las puertas y permitió la oportunidad de cubrir el juego para la página web. El miércoles La Liga aprobó la solicitud y el equipo confirmó la información.

El sueño comenzaba a tomar forma y a hacerse realidad. El domingo a las 9:30 de la mañana ya iba rumbo al estadio, acompañado por mi padrino Aldo Zumbo en medio de una mañana con lluvia y fría (10 grados). Ya el invierno se acerca y comienza a desplomarse la temperatura.

La emoción iba en aumento al llegar a la taquilla de prensa para retirar la credencial. Por fin, después de un año en España volvía a lo mío. Al periodismo. A lo que me apasiona. A lo que sé hacer y en lo que me veo hasta el día en que me muera. No importan las circunstancias. Recordaba que había valido la pena cada sacrificio y haber pasado por un bar, una cristalería, una lavandería y un supermercado. Pero nunca sin perder el norte. Trabajando con humildad, sin complejos, aprovechando y agradeciendo cada oportunidad.

Un estadio de calidad

Ya dentro de las instalaciones, no dejaba de agradecer a Dios por permitir una alegría tan grande. También recordaba los goles de Juan Arango, que tantas veces vi por televisión. El zurdo venezolano jugó cinco temporadas (2004-2005/2008-2009) y entre los tantos más importantes en este estadio, están el que le anotó al Real Madrid y su primer hat-trick ante la Real Sociedad. El tercer tanto fue el mejor de la tercera jornada y el 800 del Mallorca en la Primera División.

Obviamente me sentía perdido, porque no conocía nada y estaba muerto de frío. Pero, estaba feliz. Realmente, lo disfruté muchísimo. Traté de recorrerlo en su totalidad, pero no me dio tiempo. Me enfoqué en grabar algunos reportes desde el teléfono que, a pesar de lo viejo, respondió a la altura. Menos mal.

Me pareció curioso que los puestos de comida y souvernirs no están en el anillo exterior como en nuestro país, sino dentro de la tribuna principal cubierta y están distribuidos a lo largo de todo el corredor que da acceso a las tribunas. Todo limpio, ordenado, señalizado, con seguridad y amabilidad.

El Palco de Prensa estaba en el último piso, cerca de los Palcos VIP. Podía subir en ascensor, pero decidí hacerlo por las escaleras para seguir descubriendo la casa del Mallorca, equipo que subió a la Primera División en esta temporada. La zona de prensa consta de 1.500 metros cuadrados y tiene capacidad para recibir cerca de 300 periodistas. Como es costumbre, la vista desde lo más alto, es privilegiada.

La sala de prensa, es preciosa. Tiene capacidad para acoger a 20 cámaras de televisión, 50 emisoras de radio y a más de 150 periodistas. El estacionamiento del estadio tiene 150 metros cuadrados para unidades móviles de televisión, 40 puestos para la prensa y 2.700 plazas para el público.

Cerca de la zona mixta, hay dos murales con el Salón de la Fama del equipo. En una pared están: Eto’o (2000-2004), Nunes (2006-2014), Ibagaza (1998-2003/2006-2008), Asensio (2013-2015) y Güiza (2000-2002/2007-2008) y, en la otra, Bonet (1980-1981/1986-1988), Nadal (1986-1991/1999-2005), Roa (1997-1999/2000-2002), Stankovic (1996-2001/2003-2004) y Zaki Badou (1986-1991).

Llamó la atención que no estuviera Arango. De hecho, busqué alguna foto, pero no conseguí. Sin embargo, dicen que hay una dentro de uno de los pasillos que va a los camerinos, pero la prensa no tiene acceso.

El encuentro transcurrió con emoción e intensidad en las tribunas. En especial, porque no hay buenos recuerdos del Villarreal en la isla. El submarino amarillo denunció al Mallorca ante la UEFA por Fair Play financiero en 2010 y le quitó la posibilidad de jugar la Europa League.

El juego terminó con una contundente victoria y las entradas vendidas fueron 8.348. Ya en la sala de prensa, escuchamos las declaraciones del director técnico del Villarreal (Javi Calleja) y del estratega del Mallorca (Vicente Moreno), quien respondió una pregunta que le realicé.

También pasó por allí el japonés Takefusa Kubo, quien llegó procedente del Real Madrid y se perfila como un jugador que puede marcar diferencia. Antes de su partida del estadio, pude sacarle un saludo para Venezuela.

El regreso a casa transcurrió con tranquilidad y la satisfacción de haber dado un paso importante. Ahora hay que seguir trabajando duro, pero con la ilusión de volver Son Moix. El estadio que me dio la bienvenida al periodismo deportivo.

Gracias, Mallorca..