El reto de Ventura

Tony Cittadino.- El próximo martes 19 Giampiero Ventura será presentado como el director técnico de la selección italiana de fútbol. Un reto y una apuesta arriesgada de parte de la Federación, por su nula experiencia con selecciones nacionales y discretas participaciones con los clubes.

Ventura, de 68 años de edad, viene de dirigir al Torino por cinco años, siendo la institución con mayor renombre en la que estuvo en el banquillo dentro del fútbol italiano. Su mejor participación con el histórico “Toro” fue jugar los octavos de final de la Europa League de la temporada 2014-2015. Para entonces, el Zenit ganó 2-0 en Rusia y el Torino se impuso por la mínima diferencia en el Stadio Olímpico, pero no le bastó para avanzar de ronda.

La última temporada con el equipo granata fue muy criticada. Finalizo en el puesto 12 de la tabla, con 12 victorias, 9 empates y 17 derrotas. Sin embargo, la Federación apostó por el estratega, descartando candidatos como Roberto Mancini, Walter Mazzarri, Alberto Zaccheroni y Roberto Donadoni, quien fue estratega de 2006 a 2008. El ideal es Carlo Ancelotti, pero estará con el Bayern Múnich.

La salida de Antonio Conte de la Azzurra estaba acordada mucho antes de que comenzara la Eurocopa, por su acuerdo con el Chelsea, club que lo presentó ayer. Pero, dejó buenas bases. Una lástima, porque consideramos que realizó un buen trabajo durante dos años. Más allá de salir en cuartos de final en penales ante Alemania, el mejor legado fue unificar al grupo y cambiar la mentalidad. Además fue una selección bien parada, con buen manejo de balón y que corrió los 90 minutos. Muy al estilo que le implantó a la Juventus durante tres años, en los que dominó el calcio a placer.

Pues ése será el gran reto de Ventura: mantener el espíritu que Italia mostró en la Eurocopa. Para ello, tendrá un camino largo hasta llegar al Mundial Rusia 2018. Su debut en el banquillo será el primero de septiembre, cuando Italia se mida con Francia en Bari. Cuatro días más tarde, comenzará el Premundial visitando a Israel y en octubre, el gran duelo: reciben a España en el Juventus Stadium de Torino.

Italia debe tener cuidado rumbo a la Copa Mundial y, lógicamente, los encuentros ante España pareciera que marcarán la diferencia. Al Mundial irá el primero del grupo y el segundo, jugará el repechaje ¡Peligroso! La rivalidad histórica con los españoles siempre será un plus y, sobre todo ahora, que vienen de eliminarlos con superioridad en los octavos de final de la Euro, en el que fue el mejor partido de la selección en la competición.

El grupo G está integrado además por Albania, Macedonia y Liechtenstein. Selecciones inferiores en el papel, pero que pudieran complicar. Italia no es una selección que golea, a diferencia de España. Y eso pudiera ser un elemento a considerar, en caso de igualdad a puntos. Pero la solidez defensiva que ofrece el bloque de la Juventus, es un punto a favor.

Gianluigi Buffon, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini y Andrea Barzagli, son los pilares y lo demostraron en Francia con un grupo que tuvo las ausencias por lesión de Claudio Marchisio y Marco Verratti. En los cuartos de final ante Alemania se hizo un buen partido, a pesar de no contar con los lesionados Daniele De Rossi y Antonio Candreva. Aun así, los tetracampeones mundiales salieron en penales, gracias en gran parte a las desafortunadas definiciones de Simone Zaza y Graziano Pelle. No vale la pena seguir haciendo leña del árbol caído. En líneas generales, Italia dejó buenas sensaciones.

Ventura tendrá que potenciar la delantera y dar mayor espacio a jugadores como Lorenzo Insigne y Federico Bernardeschi, quienes tuvieron pocos minutos en la Euro. También pudiera probar a Domenico Berardi, Daniele Rugani, Roberto Soriano y los naturalizados, Jorginho y Franco “El Mudo” Vásquez. De momento, queda esperar cómo será la planificación y las primeras convocatorias de Ventura, para entender cómo se mostrará Italia bajo su ciclo. Esperemos que con resultados óptimos, para no fallar a la cita mundialista. Eso sería un rotundo fracaso.

Giampiero, in bocca al lupo.

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