Tony Cittadino (Mallorca).- El venezolano Rafael Acosta es licenciado en Contaduría, pero su pasión por el beisbol lo ha llevado a alcanzar una de sus metas y ahora apunta a lo más alto. Desde el año 2017, trabaja como pasante de Operaciones de Beisbol de la academia de los Medias Rojas de Boston en República Dominicana, logrando entrar finalmente en una organización profesional.
Acosta tiene 35 años. Nació el 31 de agosto de 1983 en el Hospital Materno Infantil de Caricuao, en Caracas. Estudió primaria en la escuela José Gonzalo Méndez y el bachillerato lo curso en el liceo Urbaneja Achelpohl. Es licenciado en Contaduría en la Universidad Central de Venezuela y también es Magister en Gerencia Empresarial.
En el año 2013, hizo un diplomado de Gerencia Internacional Deportiva de la FIFA en la Universidad Metropolitana, que le dio técnicas para aplicar en todos los deportes. Su trabajo final, junto a Eduardo Basalo y Leonel Yépez, se tituló: «Academia integral de beisbol, formadora de ciudadanos al servicio de la sociedad», que tenía como objetivo ayudar a los jugadores a conseguir becas universitarias en Estados Unidos.
Fue el mejor del curso y terminó representando a Venezuela en una competencia mundial contra 12 países, también auspiciada por el Centro Internacional de Estudios del Deporte de la FIFA. Su trabajo fue el mejor entre los cuatro finalistas revisados por la FIFA, ganando por unanimidad. Logró viajar a la sede del organismo en Zúrich, Suiza, con todos los gastos pagos como parte del premio en 2015.
En el año 2014, realizó la maestría de Gerencia Empresarial en la UCV, buscando un aporte y solución para los equipos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con el Winter League Agreement, el acuerdo invernal de la pelota del Caribe con las Grandes Ligas que, entre otros temas, restringe las actuaciones de los jugadores.
La tesis se tituló: «Estrategias para la gerencia deportiva de equipos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional ante exigencias de la Major League Baseball». La presentó en 2017 y esa experiencia le sirvió para tener un acercamiento más directo con los presidentes y gerentes de los equipos, buscando la posibilidad de unirse al grupo de trabajo y meterse de lleno en la LVBP.
Hubo conversaciones con Tiburones de La Guaira y Leones del Caracas, pero no se llegó a un acuerdo. Sin embargo, no baja los brazos y asegura que lo seguirá intentando, porque también quiere dedicarse a la selección venezolana de beisbol.
Ahora trabaja con la academia de Boston, que juega en la Dominican Summer League. Acosta quiere seguir aprendiendo y trabajando con humildad, para llegar a las Grandes Ligas. Dijo sentirse orgulloso de poder alcanzar con tanto sacrificio un lugar dentro de una organización de las mayores que, por lo general, está integrada por ex peloteros o personas con experiencia en la pelota. Además, tiene razones para estar feliz. Boston es el actual monarca del Big Show.
– ¿Cómo surge la idea de ir a República Dominicana?
– Siempre he querido trabajar en el beisbol y hacerlo en Venezuela, pero no se dio. Conseguí trabajar en una academia, pero no era beisbol profesional, era para formar entrenadores. Yo quería estar con un equipo. En el año 2017, mi esposa y yo estábamos considerando la opción de irnos del país por la situación y comencé a escribirle a altos ejecutivos latinoamericanos de equipos de Grandes Ligas. Los busqué en las páginas web de cada equipo.
Mi esposa me dio el impulso final para ir a Dominicana, para visitar personalmente a las personas y aprovechar la oportunidad de inmediato si surgía una entrevista. Ella me dio esa idea y se lo agradezco. Nos vinimos y aquí estamos desde noviembre de 2017.
– ¿Qué hiciste al llegar a Dominicana?
– De todo un poco. Pero, vendí empanadas en la calle y no fue fácil, porque el sol de aquí es fuerte. No tenía un toldo y era difícil. Eso me enseñó mucho.
– ¿Cómo llegaste a trabajar con Boston?
– Me costó mucho. Desde Venezuela tenía conversado el cargo con Boston, pero había que concretar. Ellos fueron uno de los equipos que me respondieron y al llegar aquí, lo terminamos de hablar. Eso caló en algunas personas y conversamos. Me dieron la oportunidad, pero también hablé con varias organizaciones, entre ellas los Rojos de Cincinnati y los Cachorros de Chicago.
– ¿Quién te recibió?
– Me recibió Adrian Lorenzo, que era el asistente del jefe de scouting para Latinoamérica con Boston. El jefe era el encargado de la academia. Me hizo las entrevistas y evaluaciones, pero ya no está con nosotros. Desde este año está con los Marlins de Miami. Richard Jiménez también fue una persona muy importante.
– ¿Qué te sorprendió de la organización?
– Sin duda, la mística de trabajo y la unión que hay. Se respira un ambiente de grandeza, en el buen sentido de la palabra. Sabes que estás en algo grande. Hay historia. Por todos lados ves camisas de Pedro Martínez o David Ortiz. El primer día que fui a la academia para la entrevista, vi uniformado a Fernando Tatis . El mismo que dio dos jonrones con las bases llenas en un mismo inning.
Eso me impresionó mucho, pero resulta que él era el manager de uno de los dos equipos que tenemos aquí en la Liga de Verano. Durante mi primer año de trabajo, tuve muchísimo contacto con él y nos llevamos muy bien. Cuando terminó la temporada pasada, me regaló una pelota con un mensaje bien emotivo por la relación de trabajo que tuvimos.
Eso lo atesoro mucho, porque que se exprese así de ti una figura de esa talla dice mucho de lo que he podido aportar a la organización y de la mística de trabajo.
– ¿Cómo es la dinámica de trabajo diaria?
– Tengo varias funciones. Ahora soy pasante de operaciones de beisbol, con tareas muy sencillas. Desde llenar las neveras de agua para los coaches, hasta imprimir estadísticas. Eso fue en los primeros meses. Ahora estoy encargado de eso y del trackman, que es la máquina que realiza un seguimiento avanzando del juego. Por ejemplo, la velocidad de salida de los batazos, la distancia en pies de los batazos, el tiempo que la pelota está en el aire o la cantidad de vueltas que da la pelota desde que el pitcher la suelta, hasta que el bateador la conecta o llega al guante del catcher.
Durante el juego, debo ir llevando las estadísticas como si fuera un anotador. La laptop está conectada a un radar y de allí se captura todo. Hay que indicar, por ejemplo, si el lanzador es derecho o zurdo. Si está de frente o de lado. Si el batazo fue por el suelo o por el aire. Cómo fue el tipo de pictheo. En esta liga de novatos son cuatro lanzamientos: recta, cambio, slider y curva.
También comencé a editar videos de los jugadores, que son 35 en roster por cada equipo y son dos divisas. Son unos 140 videos mensuales, a comienzo y al final del mes. Se comparte con directivos de Dominicana y Estados Unidos, para evaluar la mecánica de los peloteros.
De igual forma debo acomodar las cámaras que están en el campo, para complementar los videos con las estadísticas y presentar un reporte. Por ejemplo, si quieres ver el pitcheo 100 del lanzador, debe coincidir con lo que diga el trackman.
Antes de irme, reviso como están los profesores con las clases de inglés. Ahora presto apoyo, pero antes sí estaba más atento porque era una de mis funciones. El horario es de lunes a viernes de 7:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. Los sábados entro a la misma hora, pero salgo a eso de las 3:00 de la tarde.
– ¿Qué has aprendido?
– De todo. Una organización de Major League Baseball se divide en tres partes, al menos en las ligas menores. Está la parte de desarrollo y operaciones de beisbol, que incluye visas, pasaportes de jugadores y todo lo que es logística. También scouting profesional para peloteros firmados, nuevos talentos y jugadores internacionales, que incluye Canadá, Estados Unidos y Puerto Rico, porque esos tres países participan en el draft. El fuerte es República Dominicana, Venezuela, México e islas del Caribe.
He visto cómo es la rutina diaria y en qué consiste. Los ejercicios que le ponen a los muchachos. Las clases de inglés y las charlas que le dan a los jugadores en la academia por MLB. Manejar parámetros de estadísticas, para establecer proyecciones.
Los primeros seis meses dormí en la academia y compartí mucho con los coaches. La convivencia no es fácil, porque uno no fue pelotero y te ven como extraño. No te aceptan del todo. Pero te vas ganando el respeto. Hay muchos códigos no escritos, como la jerarquía, la antigüedad y el trabajo ajeno. Hay que tener mucha humildad y no opinar si no te piden la opinión. Trabajar duro y no tener excusas.
– ¿Qué es lo que más te gusta hacer?
– Me gusta mucho la parte de scouting. Ver a los muchachos ya firmados y recomendarlos a otras organizaciones para hacer cambios. Esta semana hicimos un cambio. Un pitcher grandeliga de Baltimore, por dos muchachos de la academia con proyección y herramientas. La academia está llena de scouts.
También la parte de desarrollo de peloteros, en especial con la parte que hago de los videos porque se los enseñas a los coaches de pitcheo o bateo y pueden mejorar la mecánica. No he podido desarrollarme más en esa parte, porque está exclusivamente reservada para ex peloteros profesionales. Es lógico y razonable, porque ellos estuvieron en el terreno y saben qué transmitirle a los jugadores.
Me gusta ver su trabajo y preguntar mucho sobre situaciones de juego. También la parte de analítica, con todas las herramientas que se usan del beisbol moderno. Lo que menos me gusta es la parte de oficina, porque es como estar en una empresa normal.
– ¿Con cuáles peloteros has compartido?
– He compartido con varios, ha sido una gran experiencia y quizás se me olvide alguno, pero he podido conversar e intercambiar opiniones. Entre ellos está Héctor Giménez, que es coach de catcher de uno de los equipos de Tampa Bay. Freddy García y Alex Delgado, que tienen un programa en Venezuela para firmar peloteros y los presentan aquí.
Iván Arteaga y Víctor Moreno, que son coach de pitcheo de Miami y Milwaukee. Joel Hernández que es coach de Toronto. Miguel Tejada que también firma peloteros. Luis Sumoza, Eduardo Villacís, Jesús Hernández y Franklin Morales, que jugaron con el Caracas.
Julio Lugo que fue grandeliga con Boston y fuimos compañeros de curso de sabermetría. Carlos Baerga que es asesor de especial de Cleveland. Humberto Sánchez, grandeliga con los Yankees en la época de Posada, Jeter y Rivera.
Richard Jiménez que no llegó a las mayores, pero se ha comportado de maravilla conmigo. Dicta cursos de sabermetría y scouting. Le tengo muchísimo aprecio y dice que soy su hijo venezolano. También es coordinador de scouting de Cincinnati en Dominicana.
Fernando Tatis creo que no necesita presentación. Es una persona muy humilde, trabajadora y con mucha sabiduría.
– ¿Una anécdota que recuerdes con un cariño especial?
– Al finalizar la temporada el año pasado, todos nos íbamos de vacaciones y le dije a Fernando Tatis que me firmara una pelota y tomarnos una foto. Me dijo, no, te voy a regalar algo mejor. Cuando se acabó el juego de ese día, me regaló una pelota nueva y firmada con un mensaje, que decía que fue un placer trabajar conmigo. Fue muy especial y sirve de motivación.
Otra es que cuando llegué, no tenía zapatos deportivos. Me traje otro tipo de Venezuela, pero no deportivos. Traje poca ropa, estaba bastante limitado. Le pedí a los coaches si tenían alguno y uno de ellos me dio un par y me dijo cuídalos, porque valen. Resulta que los zapateros eran de Pedro Martínez. Los había dejado en la academia hace un tiempo y nunca los buscó.
– ¿Hasta dónde quieres llegar?
– En un futuro, quiero trabajar con los Leones del Caracas y con la selección venezolana de beisbol en el Clásico Mundial de Beisbol. Más que una meta, es un sueño. Es mi pasión y quiero hacerlo. Lo haría hasta ad honorem, porque es mi país.
Quiero seguir desarrollándome dentro de esta organización. Quiero seguir creciendo. En este negocio hay que aprender que nadie es indispensable. El único seguro en un negocio como este es el dueño. No me cierro a otros equipos, pero me encantaría seguir aquí.
A corto plazo, quisiera viajar a Estados Unidos. Es como el pelotero, que empieza aquí en la parte más baja. Poder seguir trabajando con el equipo, pero allá y crecer cada vez más. También trabajar en un equipo de beisbol invernal, quizás haciendo paralelismo como se hace en varios casos. Quiero trabajar con un equipo en Venezuela.
Fotos: Rafael Acosta
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Hola buenas noches tengo un hijo de 16año es estudiante de 5to año aquí en Venezuela y quisiera saber si tiene chance todavía el se para todos los días a practicar y no pierde las esperanzas.
Cuidad: Venezuela Estado Portuguesa Municipio Araure
Para: Rafael Acosta
De: Profesor: José Luis Silva Díaz
Especialista Educación Física Deporte y Recreación
Su Despacho
Buenas tardes Rafael Acosta realmente lo felicito por su gran profesionalismo, mística y dedicación que ha tenido en su corta trayectoria como gerente deportivo y útility de los mediad rojas de Boston, sé que las personas perseverante y firme en sus sueños DIOS lo acompaña hasta lograrlo.
Soy entrenador de béisbol, ah honores, preparado chicos de los 10 años hasta los 18 años, para mí sería un sueño, poder formar grandes talento y darle la oportunidad de que sean tomado en cuenta por su organización en la Republica Dominicana para que sean evaluados y chequeados y logren ser parte de su academia. Solo deseo mostrarlos para el próximo.
Nota: Mi Fortaleza: Porteador Físico
Profesor: José Luis Silva Díaz
Buenas tardes, Saludos.
Que importante historial de Vida, deseos de superación en unión familiar. Se me viene a la mente una frase de un Libro «»Nada Que Perder»»; De Carlos Saul.
Quisiera Consltarle Tengo un Hijo de 15años juega Beisboll, Cuales serian los pasos para obtener Una Beca, Actualmente sus números están en promedio; carrera 6,8; buen Brazo y Bate.
hola realmente te felicito por tu trabajo…soy venezolano pertenecia a una academia deje de prácticar hace como un año de y medio pero me encantaría seguir jugando es mi pasión pero ya no me dan muchas esperanzas por mi edad tengo 20 años buena estatura que me dices que me recomiendan
Buenas Tardes .
Mi hijo tiene 17 años mide 1.71 y pesa 65.6 es catcher igualmente juega todas las posiciones quisiera saber si tiene oportunidad de participar en un try out en Caracas-Venezuela, esta graduado de bachiller, su rutina es gimnasio desde la 7a.m hasta 9am entrena con una academia hasta la 1pm y luego retoma el gimnasio a las 3:00pm hasta 4:15pm, fue evaluado por un nutricionista y esta entre los rangos normales de un adolescente, lo han visto varias peloteros y lo que me indican que el muchacho esta completo lo que le falta en masa muscular.