Guillermo Liñares (Caracas)-.
Quien esto escribe, nunca pudo disfrutar en directo de Alfredo Di Stéfano y sus «sprints» antológicos que dejaban defensas regados como conos en el camino. Tampoco pudo disfrutar de la inteligencia y magnificencia de Johan Cruyff, mucho menos pudo celebrar los goles de Pelé y sus Mundiales, ni de la magia de Maradona y la conquista de Las Malvinas en un día soleado de México o de la potencia de Ronaldo Nazario.
Todos fueron únicos, todos gobernadores del fútbol mundial en sus épocas, pues el legado que dejaron es tan grande que en los libros de historia se cuentan sus hazañas. Hay registros de sus jugadas, anécdotas de quienes lo vivieron y nostalgia por tiempos lejanos que recuerdan la alegría de lo que fue . Una era especial sin dudas, pero como todo en el destino, benevolente para quien esto escribe y para sus contemporáneos.
Y es que ya van 10 años increíbles, 10 años en los cuales un sujeto nacido en Rosario, Argentina, ha gobernado con puño de hierro este deporte con una absoluta diferencia sobre el resto que impresiona, que produce que los adjetivos más rebuscados ya hace rato hayan quedado cortos.
Son 10 años en los cuales Lionel Messi ha reinventado la manera de entender el juego, 10 años en los cuales ha sintetizado la definición de excelencia, pues en sus casi 1.70 metros de altura resume perfectamente esa palabra.
Nadie juega mejor que Messi, nadie marca más goles que Messi, nadie da más asistencias que Messi, nadie tiene la calidad que tiene Messi.
En el año 2019 el genio argentino ha liderado todos los registros individuales que se pueden ostentar para ganar su sexto Balón de Oro, entregado por la revista francesa France Football: fue pichichi de la Liga que ganó el Barcelona, fue el máximo goleador de Europa y ganador de su sexta Bota de Oro, ganó el premio The Best y fue el máximo goleador de la Champions que perdió su equipo en semifinales con el Liverpool, y que, a pesar de lo que digan los agoreros del desastre, fue la eliminatoria en donde una exhibición suya en el Camp Nou dejó a los culés a las puertas de una final europea que tiraron por la borda en la vuelta en Anfield.
Con semejantes argumentos y números,¿quién puede negar que no se lo mereciera? si hasta el propio Luka Modric al entregarle el galardón, así se lo expresó. Algunos pretenden querer saber más que quienes están dentro del mundo futbolístico, y la verdad, quedan muy mal parados.
Messi expresó en la gala celebrada en París que se va acercando la hora del retiro. Un día que debe ser el más temido por quienes le admiramos y para quienes no quieren dejar de disfrutar de su talento infinito.
Entendible por demás, porque ninguno en la historia ha estado durante tanto tiempo teniendo la magia y regates de Maradona, la zancada de Di Stéfano, la inteligencia y magnificencia de Cruyff, los goles de Pelé y la potencia de Ronaldo. Ahí radica el legado de Messi, el que tiene de todos ellos una parte, para ser el jugador total, el tipo que se retirará siendo el mejor porque hasta que él quiera así lo será.
Es simplemente inmessi6nante. Gracias por tanto en este tiempo, Leo.
Foto: France Football
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