Tony Cittadino (Mallorca).- El 8 de julio del 2014 quedó marcado como uno de los días más negros en la historia deportiva de Brasil. Esa tarde, la selección canariña fue goleada y humillada por Alemania con marcador de siete por uno, en partido de la semifinal del Mundial 2014 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Una catástrofe similar a la del Maracanazo, que destapó las carencias defensivas y psicológicas de una selección dirigida por Luis Felipe Scolari, que fue vapuleada por una maquinaria teutona comandada por Joachim Low y que, a la postre, finalizó como campeón del mundo también despachando a otro rival de peso suramericano: la Argentina de Lionel Messi.
Ambas selecciones llegaron a la semifinal como candidatas lógicas para ganar el Mundial, tanto por el peso de su historia, como por el desempeño que habían mostrado en el torneo. Sin embargo, Brasil tenía a favor el extra de ser el país anfitrión. Era su Mundial y la oportunidad de oro para borrar al amargo recuerdo del Mundial del 1950.
La verdeamarela fue líder del grupo A con siete puntos, producto de una victoria ante Croacia (3-1), un empate ante México (0-0) y una goleada frente a Camerún (4-1). En octavos, sufrieron ante Chile y tras el empate a un gol en 120 minutos, definieron el triunfo en la tanda de penales 3-2. En cuartos de final, también hubo duelos entre suramericanos y derrotaron a Colombia (2-1), en un encuentro en el que el defensa David Luiz marcó un golazo de tiro libre y el estelar delantero Neymar salió lesionado y se perdió el resto del Mundial.
Por su parte, los europeos fueron los líderes del grupo G, al debutar con goleada frente a Portugal (4-0), empatar con Ghana (2-2) y vencer a Estados Unidos (1-0). En octavos, tuvieron que ir al alargue para derrotar a Argelia (2-1) y en cuartos de final, doblegaron a Francia (1-0).
Así se dio el tan esperado encuentro, que reeditaba la final del Mundial Corea-Japón 2002 y que fue ganada por Brasil con un doblete de Ronaldo. El estado estaba a reventar, con 58 mil 141 espectadores listos para, en su gran mayoría, alentar a Brasil en la ruta al hexacampeonato. Sin embargo, la ilusión se comenzó a desvanecer a los 10 minutos, cuando Thomas Müller abrió el marcador.
Brasil lucía desconcertada y nerviosa, ante una Alemania que olía el miedo del rival y sacaba el rodillo para aplastar al rival. Su eficacia frente al arco, fue letal. Miroslav Klose se encargó de aumentar la cuenta con un gol en la fracción 22 que enmudeció el estadio por partida doble: su selección aumentaba la ventaja a 2-0 y, además, pasaba a ser el máximo anotador en la historia de los Mundiales con 16 tantos, uno más que Ronaldo, que lo miraba desde el palco de prensa.
La canariña no terminaba de asimilar el golpe, cuando en seis minutos Mannschaft atacó sin piedad y con par de tantos de Toni Kroos (minuto 24 y 25) y otro de Sami Khedira (minuto 28), ganaba cómodamente cinco por cero antes de la media hora de partido. Los fanáticos brasileños lloraban en un estadio enmudecido, mientras que el mundo veía con asombro el poderoso despliegue alemán.
El primer tiempo terminó con una goleada de escándalo, pero no todo estaba escrito. André Schürrle se encargó de sellar el resultado, con tantos en las fracciones 68 y 78. Oscar descontó por Brasil para el gol del orgullo al 89, pero poco o nada podía maquillar un resultado de escándalo que le permitió a Alemania ser la primera selección en anotar siete dianas en una semifinal. Por si fuera poco, para la canariña fue la peor goleada de por vida y la mayor recibida por un país anfitrión de la Copa del Mundo.
Las voces de los protagonistas
Luego del encuentro, las reacciones no se hicieron esperar. El portero Julio César, dijo a la televisión de la FIFA entre lágrimas que fue un golpe muy fuerte. “Hasta aquí estaba todo muy bien. Esto es muy fuerte. No puede ser. Es inesperado. Somos fuertes y vamos a levantar la cabeza».
El defensa David Luiz también se vio muy afectado por el resultado. «Quería ver a mi pueblo sonreír. Ellos fueron los mejores, se prepararon mejor. Es un día con mucha tristeza, pero de mucho aprendizaje».
Por su parte, el director técnico, Scolari, asumió la responsabilidad de la derrota. «Es el peor momento de mi carrera y el peor día en mi vida futbolística. Pero la vida sigue. ¿Quién es el responsable de este resultado? Yo, soy yo. Podemos repartir la culpa de este resultado catastrófico entre todos nosotros, pero la persona que decidió la alineación y el sistema fui yo. Fue mi decisión. Hicimos lo que pudimos, lo dimos todo, pero jugamos contra una grandiosa Alemania. No supimos reaccionar al vernos por detrás en el marcador. El equipo perdió el orden y nos entró el pánico después de conceder el primer gol”, explicó en declaraciones a la FIFA.
Agregó que ni siquiera los alemanes sabían lo que había pasado. “Ha sido mérito suyo y debemos respetarlo. Tendremos que aprender a sobrellevarlo. Mi mensaje para el pueblo brasileño es el siguiente: Por favor, discúlpennos por esta actuación. Siento que no hayamos sido capaces de llegar a la final, pero ahora intentaremos acabar en tercera posición. Todavía tenemos un objetivo por el que luchar». Sin embargo, Brasil no levantó cabeza y también fue goleado por Holanda en el partido por el tercer lugar.
Del otro lado de la acera, los alemanes festejaron pero con cautela. El técnico Low pidió respeto y moderación por el resultado, pues sabía cómo se sentía el rival. “Después de caer en semifinales ante Italia en 2006, sabemos cómo se siente Brasil, sus jugadores, el seleccionador Scolari y sus aficionados, así que tenemos que ser modestos y humildes y pensar en el siguiente partido. Son emociones muy intensas. Hemos ganado, nos hemos metido en la final. Hemos superado la pasión de los brasileños. Sabíamos que si jugábamos al máximo de nuestro potencial, teníamos posibilidades de ganar”.
Sin embargo, no se esperaban una goleada como la que lograron. “Jamás habríamos esperado un resultado como éste. Aprovechamos nuestras ocasiones y ellos se sintieron más presionados a raíz del primer gol. Significa mucho para nosotros que Miroslav Klose haya batido el récord de máximo goleador en la historia de los Mundiales. Es una gran noticia para él y para todo el equipo. Es un logro que sólo puede obtenerse a base de mucho trabajo. Klose sigue jugando al mejor nivel y marcando goles».
El mediocampista alemán Kroos fue electo como el Mejor Jugador del Partido y dijo que fue un juego impresionante. “Empezamos a creer en la victoria desde el primer minuto, porque vimos que Brasil dudaba un poco en su toma de decisiones, y nos aprovechamos de esa circunstancia. Los goles fueron cayendo uno tras otro cuando abrimos el marcador. Si alguien me hubiese dicho que íbamos a ganar 7-1, no le habría creído”.
Las reacciones en Brasil y el mundo
Las horas siguientes al juego se vivieron con mucha tristeza en Brasil. En algunas ciudades hubo disturbios y debió intervenir la policía. El periodista deportivo Jesús Marín estuvo en el encuentro como corresponsal de Venevisión y comentó en un reporte para la sección de deportes del Noticiero, que fue una experiencia devastadora para los brasileños.
“Cuando salí del estadio Mineirao eran cerca de las 11 de la noche y el camino al aeropuerto fue con mucha tranquilidad. Hay una tristeza tremenda y una frustración, con caras muy largas. En Sao Paulo también e incluso el taxista que me llevaba, decía con mucha frustración que Brasil no supo descifrar el juego de Alemania y no supo reaccionar”, explicó el experimentado comentarista deportivo.
En tanto, Twitter fue el rey de la interacción en las redes sociales. En un trabajo reseñado por la periodista Waleska Manzi, explicó que se registraron 35.6 millones de tuits, con un pico de 580 mil cuando Khedira anotó el 5-0. El jugador más mencionado de Brasil fue Julio César y el de Alemania fue Klose.
La prensa brasileña no dudó en calificar el resultado del juego como una vergüenza y humillación. “Indignación, revuelta, dolor, frustración, irritación, vergüenza, pena, desilusión”, fue el titular del diario deportivo Lance en una tapa que aparece totalmente en blanco, reseñó EFE.
“Vergüenza, vejación, humillación”, “Humillación en casa” y “Brasil sufre la peor derrota de su historia” fueron otros de los titulares.
El diario O Globo indició que fue la peor derrota en casa en su historia. “La selección brasileña sufrió ayer la peor vejación en sus cien años de historia. La derrota por 7-1 frente a Alemania fue la más humillante desde el 21 de julio de 1914, cuando actuó por primera vez”, agregó EFE.
Otro periódico crítico fue Folha de Sao Paulo, al reseñar que Alemania aplastó a Brasil. “Por segunda vez en la historia, la selección brasileña perdió la oportunidad de consagrarse campeón mundial jugando en casa. En el Mundial de 1950 el resultado de 2-1 a favor de Uruguay tuvo contornos trágicos, mientras que en 2014 la goleada por 7-1 fue marcada por la humillación”.
En tanto, O Estado de Sao Paulo, informó que la goleada histórica dejó al país totalmente perplejo y mostró a 2.000 millones de telespectadores en el mundo una selección brasileña descontrolada emocionalmente.
Fue la noche más larga para Brasil en mucho tiempo.
Ficha técnica
Brasil: Julio Cesar, Maicon, David Luiz, Dante, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho (Paulinho, min.46); Oscar, Bernard, Hulk (Ramires, min.46); Fred (Willian, min.69).
Alemania: Neuer; Lahm, Hummels (Mertesacker, min.46), Boateng, Howedes; Khedira (Draxler, min.76), Schweinsteiger, Kroos; Ozil, Klose (Schürrle, min.58), Muller.
Goles: 0 – 1, min.11, Müller. 0 – 2, min.23, Klose. 0 – 3, min.24, Kroos. 0 – 4, min.26, Kroos. 0 – 5, min.29, Khedira. 0 – 6, min.69, Schürrle. 0 – 7, min.79, Schürrle. 1 – 7, min.90, Oscar.
Árbitro: Marco Rodríguez (México).
Estadio: Mineirao (Belo Horizonte).
Fotos portadas diarios: Nolapeles.com