Croacia está donde quería

EFE, Santiago Aparicio.- La selección de Croacia ya está donde quería, a la altura de la generación del 98, la más reputada hasta ahora de su historia y la primera antes de la actual en conseguir situarse en las semifinales de un Campeonato del Mundo.

Se ha abonado al sufrimiento el conjunto balcánico que tras un recorrido impactante por la fase de grupos, donde sobresalió la exhibición contra Argentina, ha superado con agonía tanto los octavos como los cuartos de final para llegar al lugar que ansiaba.

Resultó épico el triunfo contra Dinamarca. Y también el partido contra Rusia. Ambos fueron resueltos desde los once metros, por el lanzamiento de penaltis. Y en los dos estuvo al azar del péndulo que unas veces le arrimaba al éxito y otras a la derrota.

Ha sido en las eliminatorias, cuando el equipo croata asumía la función de favorito, cuando más cerca ha estado de la eliminación. Diluida la dinámica que le impulsó con el impacto inicial el paso de ronda a ronda ha tenido un gasto extra. Una hora de más y diez lanzamientos desde el punto de penalti para aferrarse al torneo.

Croacia está en semifinales. Donde quería. El reto inicial de esta generación en el umbral del ocaso. Un derroche de talento que no acababa de explotar. Plagado de inestabilidad en cada fase de clasificación. Aferrado al gran talento de sus jugadores, inmersos en la treintena y con la cuesta abajo como amenaza.

Luka Modric, Ivan Rakitic, Ivan Perisic, Mario Madzukic o Nikola Kalinic son habituales advertidos por el tiempo de que en Rusia 2018 agotan la última gran ocasión de competir en las mejores condiciones, sin que la edad mengüe el esfuerzo y afee sus cualidades.

La actual selección croata ya es comparada con aquella dorada, la que bendice su actual presidente, Davor Suker, que en Francia 1998, en la primera participación en un Mundial como país independiente, fue la sensación del torneo y también compitió hasta la última semana.

Entonces, liderada por Suker y amparada por Robert Prosinecki, Robert Jarni, Zvonimir Boban, Mario Stanic o Goran Vlaovic, terminó en el tercer puesto. Eliminado en semifinales contra Francia, la anfitriona, ganó a Holanda en el partido de consolación para establecerse en el mapa futbolístico definitivamente.

Fueron ellos los que sentaron las bases. Representan la etapa más lustrosa del fútbol croata que después estuvo sometido a los vaivenes del destino y al decaimiento de sus jóvenes.

Habitual de las grandes competiciones se quedó al margen de la Eurocopa 2000 de Bélgica y Holanda y del Mundial de Sudáfrica 2010 y a la inestabilidad de sus estrellas, como sucedió en Brasil 2014, donde se estancó en la primera ronda, y en la Eurocopa de Frncia 2016, eliminada en cuartos.

No fue una época fácil la reciente para el fútbol de Croacia, bendecido por una portentosa promoción de jugadores pero sin continuidad en los torneos de enjundia. En el aire estuvo, incluso, su presencia en Rusia 2018, a punto de no sobrepasar la fase de clasificación.

Fue entonces cuando entró en acción Zlatko Dalic. Los mandatarios balcánicos prescindieron del seleccionador Ante Cacic y recurrieron a Dalic, que se ganaba la vida en un retiro dorado. En los Emiratos Árabes. Sin presión y con un buen sueldo.

Nunca pudo ser más a tiempo aquella llamada en octubre del 2017. Dalic, sin excesiva repercusión en los banquillos, consiguió el triunfo vital, necesario, de Croacia en Kiev, frente a Ucrania, para amarrar el segundo puesto del grupo y tener derecho a la repesca, que después superó ante Gracia para sellar el pasaporte al Mundial.

Este técnico de 51 años supo sosegar a un grupo plagado de aptitud pero sin orden. Dalic optó por rentabilizar las cualidades de sus dos pilares, Luka Modric e Ivan Rakitic. Y el mando en el juego ya fue cosa de los dos.

El centrocampista del Real Madrid asumió los galones. No rehuye Modric de la responsabilidad y la jerarquía que el resto tiene asumida. En tres de los cinco partidos de Croacia fue elegido como el mejor del partido.

Croacia volvió a donde quería. Verdugo del anfitrión contempla ahora éxitos mayores que esquivaron a la otra gran generación. El plantel de Dalic ya mira a Inglaterra y a la final que les erija como la gran generación más allá de la del 98.

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Los 23 de Argentina en el Mundial de Rusia

EFE.- La selección argentina se despidió del Mundial de Rusia en los octavos de final, con algunos jugadores en notorio declive y con la necesidad de rearmar su proyecto tras agotar el ciclo que le llevó a las finales del Mundial de Brasil 2014, de la Copa América de 2015 y su edición Centenario de 2016.

. PORTEROS

– Willy Caballero (2 partidos, 180 minutos)

Titular ante Islandia y Croacia, quedó marcado por su error en el primero de los tres goles del conjunto balcánico (3-0). En un clima de amenazas y críticas, el veterano jugador del Chelsea, de 36 años, perdió su puesto en el ‘once’ en favor de Franco Armani tras fallar en aquello que se presuponía como virtud: el juego con los pies.

– Franco Armani (2 partidos, 180 minutos)

A sus 31 años, el portero de River Plate permaneció negado con la Albiceleste hasta este Mundial de Rusia. Se vistió por primera vez la camiseta celeste y blanca en la victoria ante Nigeria (2-1) y mantuvo su lugar en la derrota ante Francia (3-4). Dos de los cinco goles que recibió fueron de penalti.

– Nahuel Guzmán (0 partidos)

Citado por la lesión de Sergio Romero, quien debía ser el portero titular, Nahuel Guzmán no fue opción para Jorge Sampaoli pese a tener más bagaje que Willy Caballero y Franco Armani.

. DEFENSAS

– Cristian Ansaldi

Convocado por su polivalencia, se quedó en blanco en el Mundial de Rusia. No disputó un solo minuto en ninguno de los tres partidos de la fase de grupos ni en el cruce de octavos de final ante la selección de Francia.

– Eduardo Salvio (2 partidos, 146 minutos)

Fue el lateral derecho titular en el duelo ante Islandia (1-1) y formó como carrilero en el remozado 3-5-2 que Jorge Sampaoli formó ante Croacia. Después de esa derrota (0-3), el técnico de Casilda no volvió a contar con él.

– Gabriel Mercado (3 partidos, 270 minutos)

No jugó el primer partido, pero su polivalencia le hizo merecer un puesto como central ante Croacia y como lateral ante Nigeria y Francia. Tuvo una aportación decisiva en el encuentro ante las Súper Águilas Verdes, al asistir a Marcos Rojo para el definitivo 2-1, y se destapó como goleador ante la escuadra gala.

– Nicolás Otamendi (4 partidos, 360 minutos)

Después de su gran año en el Manchester City se esperaba que fuera el gran líder de la defensa argentina. Sus dudas fueron las de todo el equipo, especialmente en las transiciones.

– Federico Fazio (1 partido, 45 minutos)

Inédito hasta este sábado, disfrutó de 45 minutos ante la amenaza de que Marcos Rojo terminara expulsado. Fue un valor por alto, pero con el balón sobre el piso acusó su falta de velocidad ante la poderosa zancada de Kylian Mbappe.

– Marcos Rojo (3 partidos, 225 minutos)

Héroe y antihéroe. Anotó el tanto ganador ante Nigeria, en la tercera jornada de la fase de grupos, y cometió el penalti que abrió el triunfo de la selección francesa en octavos de final.

– Nicolás Tagliafico (4 partidos, 350 minutos)

Fijo en el lateral izquierdo, cumplió hasta el duelo de octavos de final. La presencia de Kylian Mbappe en su banda fue una tortura. No supo cubrir el espacio a la espalda de los centrales.

. CENTROCAMPISTAS

– Javier Mascherano (4 partidos, 360 minutos)

No estaba claro qué papel ejercería tras su marcha al fútbol chino, pero en su último torneo como internacional el Jefecito jugó todos los minutos de los cuatro partidos. Líder del equipo fuera del campo, dentro del mismo le faltó velocidad, anticipación y, sobre todo, visión de juego como constructor.

– Lucas Biglia (1 partido, 54 minutos)

Su paso por el Mundial de Rusia, el de su despedida de la selección, se redujo a 54 minutos. La elección de Mascherano como único ‘5’ tras el partido ante Islandia le apartó del equipo.

– Ever Banega (3 partidos, 216 minutos)

Se reivindicó como el socio ideal de Messi en el duelo ante el combinado de Nigeria, pero volvió a lucir su irregularidad e intermitencia en el último envite ante la selección francesa. Perdió la batalla en el medio campo ante Pogba, Kante y Matuidi.

– Enzo Pérez (3 partidos, 195 minutos)

Ausente en la primera lista, la lesión de Manuel Lanzini le abrió las puertas del Mundial. Gracias a su entrega y oficio y al vuelco hacia los ‘históricos’, le ganó la partida a Giovani Lo Celso o Paulo Dybala. Sampaoli antepuso el trabajo al talento.

– Marcos Acuña (1 partido, 90 minutos)

Fue una opción válida como carrilero en el 3-5-2 que Sampaoli dispuso ante Croacia, pero no volvió a contar más.

– Giovani Lo Celso (0 partidos, 0 minutos)

Pese a los evidentes problemas de Argentina en la salida de balón y la construcción no dispuso de una oportunidad. Muchos veían en el jugador del Paris Saint-Germain a un centrocampista con visión capaz de activar a los delanteros, pero su paso por Rusia fue testimonial.

– Paulo Dybala (1 partido, 22 minutos)

Es un gran valor de presente en la Juventus, pero no en la selección celeste y blanca. Su encaje con Messi es la asignatura pendiente para el fútbol argentino. Se ofreció para jugar en todos los lugares del medio en adelante, pero sus capacidades no fueron aprovechadas. Jugó los últimos 22 minutos en el partido ante Croacia.

– Maximiliano Meza (4 partidos, 207 minutos)

Encabeza la nueva hornada, pero el joven jugador de Independiente acusó su falta de experiencia en una Liga de primer nivel.

Tiene calidad y desparpajo, pero le falta saber elegir el momento. Falló la última ocasión en el choque ante Francia, que podría haber llevado el partido a la prórroga.

– Ángel Di María (3 partidos, 237 minutos)

Titular ante Islandia, Nigeria y Francia y suplente ante Croacia, Ángel Di María tuvo un rendimiento irregular. Le faltó desborde por la banda izquierda pero elevó su nota con el gol que le marcó a Hugo Lloris para alimentar -momentáneamente- la esperanza ante Francia.

. DELANTEROS

– Leo Messi (4 partidos, 360 minutos)

Debía ser ‘su’ Mundial, pero no rindió al nivel que se esperaba. Argentina lo confió todo a su inspiración, pero él siguió añorando un equipo que potencie su talento. Se fue de Rusia con un gol, dos asistencias y un tiro al palo y la sensación de sentirse ‘extraño’ rodeado por compañeros que siguen sin descifrar su juego.

– Sergio Agüero (4 partidos, 178 minutos)

Saldó la cuenta que tenía pendiente con sus primeros dos goles en un Mundial. El primero sirvió para sumar un punto ante Nigeria. El segundo y último para maquillar la derrota ante Francia. Se le vio falto de ritmo después de pasar el último tramo de la temporada de baja por una lesión de rodilla.

– Gonzalo Higuaín (3 partidos, 132 minutos)

Se va sin aquello que se le exige al delantero: goles. Aunque solo formó como titular ante la selección nigeriana, en el único partido que la Albiceleste ganó.

– Cristian Pavón (4 partidos, 153 minutos)

De revulsivo a titular, en el último partido ante Francia, el jugador de Boca Juniors es uno de los jóvenes valores del fútbol argentino. Sampaoli lo situó a la altura de los jugadores que llevan más tiempo en el equipo, pero le superó la exigencia especialmente en el último partido ante el conjunto galo..