Tulio Briceño (Caracas).- Este Mundial ha sido una montaña rusa de emociones en donde la lógica ha carecido de protagonismo, los papeles se han intercambiado tantas veces que cualquier cosa podría pasar. Hoy Argentina tenía su primera prueba de fuego ante Nigeria y sabía que tenía que ganar para seguir soñando con la copa.
Los de Sampaoli no han parado de sufrir, pero después de la tormenta viene la calma y hoy llegó el alivio que tanto necesitaban, a pesar de que sufrieron todo el partido ante los africanos.
El partido empezó bien para la Albiceleste, que jugaba cada pelota como si fuera la última. Al minuto 14 iba a llegar el primer grito de la noche gracias a un golazo de Lionel Messi al palo del arquero tras una asistencia como con la mano de Éver Banega. En tanto, Islandia y Croacia empataban a cero, por lo que el equipo dirigido por Sampaoli se metía en octavos.
En el segundo tiempo empezó la agonía de los argentinos luego de que el árbitro sentenciara un penal a favor de Nigeria tras agarrón de Mascherano. Víctor Moses definió con maestría y ponía el 1-1 que clasificaba a Nigeria y despedía al equipo sudamericano.
Desde ese momento empezaron las emociones y el asedio argentino. Conforme iban pasando los minutos, se incrementaban las llegadas del equipo. Sampaoli le dio entrada a Pavón, Aguero y Maxi Meza para revertir el resultado hasta que finalmente faltando solo cuatro minutos para el final, Marcos Rojo le dio una de las alegrías más grandes a toda Argentina. El defensor del Manchester United recibió un centro de Gabriel Mercado desde el costado al centro y con su pierna derecha puso el tanto de la gloria.
En el otro partido, Croacia cerró su paso por el grupo D con un balance perfecto tras vencer a Islandia por 2-1 con un gol de Perisic en tiempo de descuento.
Ahora Argentina enfrentará a la Francia de Mbappé, Griezmann y Pogba el sábado, mientras que Croacia jugará ante Dinamarca.