La noche en la que Bob Abreu fue el “Rey del Jonrón”

Tony Cittadino (Caracas).- Bob Abreu vivió una noche histórica el lunes 11 de julio de 2005. El “Comedulce” ganó el Home Run Derby, al implantar una impresionante marca de 41 cuadrangulares y ser el “Rey del Jonrón”, en el evento disputado previo al Juego de Estrellas en el Comerica Park de Detroit.

Esa edición del Derby se celebró por primera vez con el formato de países, para calentar el ambiente de cara al Clásico Mundial de Beisbol de 2006. Fue un gran espectáculo que duró 3 horas y 3 minutos y se vendieron 41.004 entradas. El criollo, que asistió al segundo Juego de Estrellas consecutivo, estuvo acompañado por: David Ortiz (República Dominicana), Iván Rodríguez (Puerto Rico), Carlos Lee (Panamá), Andruw Jones (Holanda), Mark Teixeira (Estados Unidos), Jasón Bay (Canadá) y Hee-Seop Choi (Corea del Sur).

Abreu llegó al certamen como jugador de los Filis de Filadelfia y, muy probablemente, en el mejor momento de su carrera. Venía de ser dos veces 30-30 (conectar 30 jonrones y robar 30 bases en la misma zafra). Disputaba la octava de su novena campaña con los Filis, club con el que en 2005 terminó conectando 24 cuadrangulares de los 288 que tuvo en su carrera de 18 zafras en las Grandes Ligas. El bateador zurdo pasó a mediados de 2007 a los Yankees de Nueva York de Derek Jeter y compañía.

El coach de bullpen de los Filis, Ramón Henderson, fue el encargado de lanzarle esa noche y era con quien venía trabajando desde su llegada al equipo en 1998. En la primera ronda despachó 24 cuadrangulares. Parecía que ni el mismo se lo creía, pero swing tras swing fue agarrando confianza. Hizo los ajustes y se vio muy cómodo en el plato.

Fue el centro de atención durante toda la noche. Con el vuelacerca 16, dejó atrás la marca que Miguel Tejada había implantado en 2004. El estadio estaba de pie, coreando “¡Bobby, Bobby, Bobby!”, mientras se quitaba la gorra en una muestra  agradecimiento y respeto. El “Comedulce” continuó con su show, levantando a todos de sus asientos con batazos de todos los calibres. De línea, elevados, con largo recorrido, a la banda contraria, por el jardín central y, lógicamente, por el derecho, por su condición de zurdo. Esa primera ronda, duró 17 minutos. De acuerdo a estimaciones de ESPN, los 41 jonrones recorrieron 17,565 pies.

«Decían que aquí no se podía batear. Tuve que dar una pequeña demostración y todas las cosas salieron muy bien», dijo entre risas el 53 en entrevista a ESPN. «Traté de dar lo mejor de mí y rompí el récord en primera ronda. Traté de alejar un poco más la marca, para que cuando llegue otro pelotero y en otra oportunidad, le cueste más romperla», explicó orgulloso el toletero zurdo.

Su batazo más largo fue de ¡517 pies! Para entonces, fue el tercero más largo en la historia del Home Run Derby, escoltando a Sammy Sosa (524 pies en 2002 en Miller Park de Milwaukee) y Frank Thomas (519 pies en 1994 en el viejo Three Rivers Stadium en Pittsburgh).

En la semifinal descargó seis bambinazos más. Con su cuarto jonrón de la segunda ronda y el 28 en total, implantó el registro de más cuadrangulares en el Derby, también dejando atrás los 27 de Tejada de la edición anterior. En la final conectó 11 jonrones más, para superar al receptor boricua “Pudge” Rodríguez, quien dio 5 en la final y 20 en total. Además sacó tres pelotas doradas, recaudando 293 mil dólares para acciones benéficas.

“Es una competencia muy importante para mí. Estaba representando a mi país. Estoy muy contento”, dijo el para entonces bateador de 31 años en plena celebración en el terreno, acompañado por Johan Santana, Miguel Cabrera, César Iztúris y Melvin Mora.

“Esto es algo sorprendente. No sé si pueda dormir esta noche”, agregó el maracayero que era alzado en hombros por sus compañeros. «Me sentía tan bien, no podía creer lo que estaba haciendo en la primera ronda”, añadió Abreu, quien a lo largo de su carrera se caracterizó por la paciencia para tomar turnos en el home plate. Recibía cerca de seis o siete envíos. En total, terminó con 1.476 bases por bola, de las cuales 115 fueron intencionales. Se ponchó en 1.840 ocasiones y tomó 8.480 turnos al bate. Su promedio vitalicio fue de .291.

Su marca de más batazos en una primera ronda estuvo vigente hasta 2009, cuando Josh Hamilton despachó 25 jonrones. También quedó atrás el registro de más vuelacercas, pues Giancarlo Stanton disparó un total de 61 (20 de ellos en la final) en el Home Run Derby del 2016. Sin embargo, la hazaña del “Comedulce” quedó escrita en letras doradas en los libros del beisbol.