Islandia irá por su primera victoria en un Mundial ante Nigeria

ESPN.- El técnico Heimir Hallgrimsson podría recrearse en el punto que la selección islandesa sumó ante el combinado de Argentina; el arquero Hannes Halldorsson entretenerse con el penal que detuvo a Leo Messi; y el centrocampista Rurik Gislason seguir alimentando su perfil de Instagram tras haber batido el récord de «Me gustas» de su compatriota Björk.

Todos ellos comparten, sin embargo, una misma ambición deportiva que no se ha visto colmada tras el primer partido de su historia en un Mundial de fútbol. Los octavos de final del torneo que acoge Rusia son una ilusión realista para el cuadro vikingo, rival de la escuadra nigeriana en Volgogrado el viernes.

Ahí competirán bañados en repelente, ante una incesante plaga de mosquitos, pero con la misma energía que animó su suerte ante la selección argentina. El técnico vikingo, aun teniendo a Gylfi Sigurdsson -su estrella- fatigado, aseguró que el esfuerzo mereció la pena. «Tener un punto a estas alturas es muy importante porque nos coloca en mejor situación que Nigeria», apostilló.

El bando africano es el único de los cuatro equipos que comparten estancia en el Grupo D que todavía no ha sumado. La caída (2-0) ante el conjunto de Croacia -por un gol en arco propio y un penal- le deja en el último lugar, con su contador a cero y cierta necesidad.

«Ese partido fue decepcionante, pero debemos pasar página», pidió el futbolista Wilfred Ndidi.

«El grupo es duro. El mejor de esta Copa del Mundo, en mi opinión», sostuvo el seleccionador Gernot Rohr. «Y creo que siempre deberíamos tener eso en cuenta», abundó.

La falta de experiencia de la escuadra africana supuso un gran hándicap en su primer compromiso en Rusia.

Quiere vencerlo con velocidad y desparpajo y con posibles variaciones en su ‘once’. Rohr valora variar el esquema y disponer una defensa de tres ante un equipo que se reconoce en un estilo diametralmente opuesto, como el islandés.

«Queremos atacar y crear ocasiones de gol, porque es la única forma para marcar goles», indicó Odion Ighalo.

La escuadra nórdica, en cambio, se escudará en su defensa y tratará de golpear a través de rápidas transiciones, el juego aéreo y la zancada de Alfred Finnbogason.

Con esas armas sedujeron a todo un país: la federación informó que, en el momento del partido ante Argentina (1-1), el 99,6 por ciento del total de telespectadores estaba siguiendo el histórico debut de la selección vikinga en un Campeonato del Mundo.

Los ojos del fútbol también están virando en los últimos días hacia su pantel. Dijon anunció la contratación de Rúnar Alex Rúnarsson y CSKA de Moscú dio la bienvenida a Hördur Björgvin Magnússon.

Durante el certamen se aguardan más movimientos, lo que evidencia el creciente valor del futbolista islandés.

Los 23 conforman una selección que está de moda y quieren seguir sumando adeptos en Volgogrado.

– Alineaciones probables:

Nigeria: Francis Uzoho; Abdullahi Shehu, Leon Balogun, Willian Ekong, Bryan Idowu; Oghenekaro Etebo, Wilfred Ndidi; Victor Moses, John Obi Mikel, Ahmed Musa; y Odion Ighalo.

Entrenador: Gernot Rohr

Islandia: Hannes Halldórsson; Birkir Már Saevarsson, Kári Arnason, Ragnar Sigurdsson, Hordur Magnússon; Aron Gunnarsson, Gylfi Sigurdsson, Johann Gudmundsson, Birkir Bjarnason, Emil Hallfredsson; y Alfred Finnbogason.

Entrenador: Heimir Hallgrimsson

Árbitro: Matthew Conger (Nueva Zelanda)

Estadio: Volgogrado Arena

Hora: 11.00 am (Venezuela)

Foto: ESPN.

Halldorsson paró penal a Messi en un histórico debut de Islandia ante a Argentina

EFE.- Los gigantones islandeses, con reducida experiencia internacional, humanizaron este sábado a Argentina y a su capitán, Leo Messi, quien falló un penal para dejar en empate (1-1) el pulso sostenido este sábado en el estadio Spartak de Moscú, con motivo de su puesta de largo en el Mundial de Rusia 2018.

En las manoplas de Hannes Halldorsson murió el penalti botado por Leo Messi en el minuto 62 y los otros seis intentos de la selección argentina, carente de mordiente pese a disponer del balón el 73 por ciento del tiempo.

El Argentina-Islandia fue una batalla de estilos entre dos equipos con distinto gusto por el juego y una tradición dispar en Mundiales de fútbol. El bando vikingo es primerizo; el albiceleste, en cambio, se siente urgido por su historia a ceñirse la corona el día 15 de julio en el estadio de Luzhniki.

Así abandonó el estadio Monumental en 1978 y el estadio Azteca en 1986, con un país entregado a Mario Kempes y a Diego Maradona.

Treinta y dos años después -dos finales perdidas mediante, en 1990 y 2014-, el sentir del grupo que dirige Jorge Sampaoli es que deben volver a ilusionar a 40 millones de compatriotas.

Se contaron por miles los que tiñeron de celeste y blanco las gradas del moscovita estadio Spartak, ya sobrepasado el gran mazazo de Brasil 2014, cuando el alemán Mario Götze frustró en la prórroga la sonora victoria que todavía añora la generación de Messi.

El atacante barcelonista, privado asimismo de la gloria en tres finales de la Copa América, se volvió unir a 22 compañeros para una batalla que aún no cree perdida. A su sueño se aferra el ’10’, aun sintiéndose menos candidato a alzar el trofeo que el brasileño Thiago Silva, el español Sergio Ramos o el alemán Manuel Neuer.

Esta Argentina de Sampaoli, que sobre todo es la Argentina de Messi, ha volcado su esencia al gusto de su talento, al toque y al apego por el juego, desde la necesidad de activar a su futbolista más determinante. Y es que a diferencia de su primer rival en Rusia, la escuadra argentina huye del contragolpe y del cuerpo a cuerpo.

Para ese desafío Messi sabe ya que cuenta con su amigo Sergio Agüero. El delantero del Manchester City hizo puntuar un potente zurdazo a los 19 minutos. Fue su primer gol en un Mundial, después de todos los disparos desaprovechados en Brasil y en Sudáfrica, en 2014 y en 2010.

Esa renta no acomodó las piezas del equipo sudamericano, vestido para la ocasión de negro. Color de la elegancia o el duelo, no pudo disimular sus endebles hechuras defensivas.

Tras una primera advertencia de Birkir Bjarnason, el delantero Alfred Finnbogason reclamó su lugar en la naciente historia del fútbol islandés en el minuto 23. El 1-1 castigó el titubeo del cuadro argentino, débil cada vez que el ‘ejército’ vikingo le retó a través de la velocidad, de la presión y del juego aéreo.

En la estrategia también buscó fortuna la selección austral, con Messi como servidor de Tagliafico y Otamendi. No le sirvió en la primera mitad, pero insistió en la segunda sin suficiente convicción como para lograr despertar a su hinchada, acallada por una propuesta paciente y excesivamente pausada ante unos contrincantes agazapados por delante del portero Hannes Halldorsson.

Ever Banega reemplazó a Lucas Biglia en el minuto 54 para enmendar la monotonía. Pudo hacerlo Messi en el minuto 62, en un penal cometido por Hordur Magnusson sobre Maximiliano Meza.

El ’10’ lo lanzó a media altura, por su izquierda, y Halldorsson se lo negó para volver a dejar la imagen de un genio humanizado en los 11 metros, como en la última final de la Copa América.

Un sonoro «¡Messi, Messi, Messi!» fue la respuesta los suyos, pero nadie lo agradeció. Argentina no despertó.

Foto: Getty Images.

Argentina iniciará un nuevo reto ante Islandia

EFE, Lucía Santiago.- El recorrido más reciente del fútbol argentino obliga a la Albiceleste a reposar sus aspiraciones sobre un mensaje comedido, aun cuando una selección con escaso bagaje en el plano internacional, como Islandia, se presenta como su primer adversario en el Mundial de Rusia.

El equilibrio de un grupo capaz de sostenerse en tres finales durante tres años sucesivos (2014, 2015 y 2016) se rasgó tras su participación en la edición centenaria de la Copa América, con la renuncia transitoria de Leo Messi y el adiós del técnico Tata Martino. Cuando se produjo el regreso del astro rosarino, Edgardo Bauza ocupaba ya el banquillo.

El Patón no solo no revitalizó al equipo sino que bajo su método la escuadra argentina se sumió en un alarmante titubeo.

Sin plan deportivo, decayeron el juego y los resultados. Argentina retrocedió hasta consumirse en sus propias dudas.

Cada vez más alejado del horizonte de Rusia, el plantel agradeció el relevo en la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Una de las primeras decisiones de Claudio Tapia fue trasladarle a Jorge Sampaoli el cometido de reconducir a la Albiceleste -subcampeona en Brasil 2014- a una nueva Copa del Mundo.

El técnico de Casilda cumplió el primer objetivo, pero el conjunto celeste y blanco se presentará este sábado en el estadio Spartak de Moscú sin un horizonte definido. Los «vaivenes de las Eliminatorias Sudamericanas», completadas al abrigo de tres entrenadores distintos, y el 6-1 encajado ante España hace tres meses todavía están «latentes», según confesó Javier Mascherano.

El penúltimo amistoso antes de la cita mundialista destapó las debilidades de un equipo que se encuentra en fase de reconstrucción: de su identidad y de sus certezas, más allá de Messi.

En el último año la pizarra de Sampaoli fue remozándose hasta encontrar un primer ‘once’ osado.

Reunirá, presumiblemente, a un portero tocador (Willy Caballero), a dos laterales ofensivos (que podrían ser Tagliafico y Salvio) y a dos centrales solventes (Rojo y Otamendi), con dos extremos incisivos (Di María y Meza), dos centrocampistas solidarios (Mascherano y Biglia), un nueve resolutivo (Agüero o Higuaín) y un genio con libertad en la mediapunta, Messi, con el pretexto de ser el equipo que marque el ritmo y domine el tempo.

Jugar de esta manera, según reconoció Mascherano, exigirá «una gran valentía». «Requiere asumir muchos más riesgos que jugando de otra manera, pero esta es la forma que Jorge está apuntando y hay que mantenerla durante todo el tiempo. El equipo no puede deformarse, que es lo que nos pasó en varios partidos, y lo que terminó de inclinar la balanza para un lado o para otro», dijo.

Este sábado (16:00 hora local) Argentina examina sus hechuras ante un combinado con nula experiencia en Mundiales, pero creado para mantenerse en la elite a partir de una propuesta sumamente solidaria y aguerrida. Un país con apenas 23.000 licencias y 120 futbolistas profesionales cuenta con 23 ‘soldados’ uniformados para la victoria.

Heimir Hallgrimsson ha dotado al cuadro vikingo de rigurosidad táctica, fortaleza física, autoconfianza y una ambición desmedida con origen en su seguridad defensiva. «Tenemos otro estilo, es verdad, pero vamos a demostrar que si sabemos estar unidos podemos lograrlo todo», dijo este viernes en rueda de prensa.

Los logros del fútbol islandés surgen de su coraje. Se presentó en la Eurocopa de Francia 2016 sabiéndose «un milagro», pero ahora viajó hasta Rusia sintiéndose un equipo sin techo.

«Nuestro objetivo es pasar la fase de grupos. Si lo conseguimos, habremos dejado atrás a dos equipos fantásticos y a partir de ahí no deberíamos temer a nadie. Así es como nos hemos preparado para este torneo, aunque Islandia puede jugar mañana el mejor partido de su vida y perder mañana ante Argentina«, asumió.

– Alineaciones probables:

Argentina: Willy Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Nicolás Tagliafico; Javier Mascherano, Lucas Biglia; Maximiliano Meza, Leo Messi, Ángel Di María; y Sergio Agüero.

Islandia: Hannes Halldórsson; Birkir Már Saevarsson, Kári Arnason, Ragnar Sigurdsson, Hordur Magnússon; Aron Gunnarsson, Gylfi Sigurdsson, Johann Gudmundsson, Birkir Bjarnason; Jon Dadi Bödvarsson y Alfred Finnbogason.

Árbitro: Szymon Marciniak (POL)

Estadio: Spartak de Moscú

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