Los Buccaneers son los nuevos campeones de la NFL

AS.- Los Buccaneers son los campeones de la NFL por segunda ocasión en la historia del club tras ganar 31-9 ante Kansas City Chiefs el Super Bowl LV en el Raymond James Stadium.

Tampa Bay, el primer equipo en la historia que juega y gana el Super Bowl en casa, se ayudó de su defensiva, caracterizada por parar el juego terrestre, deteniendo a los Chiefs desde el perímetro, limitando a lo largo del partido al ataque dinámico de Patrick Mahomes y sus velocistas.

Con este campeonato, el mariscal de campo Tom Brady obtiene el séptimo de su carrera, a sus 43 años, convirtiéndose en el segundo quarterback en ganar el Vince Lombardi con equipos diferentes junto a Peyton Manning.

Rob Gronkowski recibió un par de pases de anotación de Brady, de ocho y 22 yardas, quien llegó a cinco Super Bowls con al menos una recepción, el mayor número de partidos de campeonato con un pase atrapado para cualquiera en la historia.

Primera mitad

Después de que ningún equipo anotó en su primer oportunidad con el balón, Harrison Butker abrió el marcador para los Chiefs tras un gol de campo desde 49 yardas, el quinto para el pateador en la postemporada.

En respuesta, Tom Brady y los Bucs montaron una serie ofensiva de ocho jugadas y 70 yardas que culminó con un pase de ocho yardas a manos de Rob Gronkowski en play-action. Con ese pase (13), Brady y Gronkowski se convirtieron en la pareja más anotadora de los playoffs.

Los Bucs intentaron sumar puntos en la siguiente oportunidad pero se fueron con las manos vacías al pararlos Kansas City en la yarda uno.

Travis Kelce dejó caer un pase de primer down y los Bucs recuperaron el balón. Seis jugadas más tarde, Brady capitalizó un pase de 17 yardas con Gronkowski, que al igual que en el Super Bowl LII se fue con un par de anotaciones.

Previo a la anotación, Brady fue interceptado en un pase rebotado por Tyrann Mathieu, pero un castigo a Charvarius Ward por sujetar le permitió a Tampa Bay mantener la posesión. Después, Ryan Succop conectó un gol de campo desde 40 yardas que se anuló al adelantarse Mecole Hardman antes de tiempo. Fue allí que vino el pase de touchdown a manos de Gronk.

Patrick Mahomes no pudo encontrar receptores disponibles en tercera y largo, y Harrison Butker conectó su segundo gol de campo, en esta ocasión desde 34 yardas.

En primer down, Brady intentó un pase largo con Mike Evans. Bashaud Breeland se tropezó y este afectó al receptor. Se marcó interferencia de pase que regaló 34 yardas a los Buccaneers. Otro castigo sobre Evans, ahora de Mathieu, colocó a los Bucs en la yarda uno, donde Tom Brady encontró a Antonio Brown para la recepción de una yarda para el 6-21.

Segunda mitad

Regresando del show del medio tiempo interpretado por The Weeknd, Clyde Edwards-Helaire acarreó el balón por 26 yardas para situar a los Chiefs cerca del medio campo, pero los Chiefs se fueron con un gol de campo de Harrison Butker. El tercero del pateador fue desde 52 yardas.

Los Buccaneers continuaron entonados al volver del vestidor en la segunda mitad. En seis jugadas avanzaron 74 yardas en una serie ofensiva que Leonard Fournette situó el punto final con touchdown de 27 yardas para el 9-28.

Tres jugadas después Mahomes mandó un pase a Tyreek Hill desviado por Mike Edwards e interceptado en un rebote por Antoine Winfield Jr. que Ryan Succop convirtió más tarde en puntos con un gol de campo desde 51 yardas.

Patrick Mahomes intentó anotar por primera vez hacia el final del partido pero un pase desviado e interceptado por Devin White lo envió al vestidor con las manos vacías.

Los números

Tom Brady completó 21 de 29 pases para 201 yardas y tres pases de anotación.

Leonard Fournette corrió 16 veces con el ovoide para 89 yardas y un touchdown.

Ronald Jones II acarreó 12 ocasiones para 61 yardas.

Rob Gronkowski obtuvo seis recepciones para 67 yardas y dos touchdowns.

Patrick Mahomes completó 26 de 49 pases para 270 yardas y dos intercepciones.

Clyde Edwards-Helaire corrió nueve veces para 64 yardas.

Travis Kelce atrapó 10 pases para 133 yardas.

Ndamukong Suh hizo 1.5 sacks y Shaq Barrett también se llevó una captura.

Foto: AS

Mahomes y los Chiefs apuntan al fin de la sequía en el Super Bowl

AFP.- Han pasado 50 años desde que los Kansas City Chiefs aparecieron por última vez en el Super Bowl, y su mariscal de campo Patrick Mahomes está decidido a asegurarse que valió la pena la espera.

El ‘quarterback’ de los Chiefs buscará su primer título de la final de la Liga Nacional de Football americano (NFL) el domingo contra los San Francisco 49ers en el Hard Rock Stadium, en Miami.

El evento más grande en el calendario deportivo de Estados Unidos promete ser una batalla clásica de estilos, con Mahomes y los Chiefs tratando de superar la defensa de los 49ers cuando cae el telón de la temporada de la NFL.

Por otro lado, los Chiefs tendrán una ardua tarea intentando contener una ofensiva multifacética de los 49ers, que es sumamente efectiva si ataca por el aire o si lo hace por tierra.

Para el mariscal de campo de los 49ers, Jimmy Garoppolo, es una oportunidad de jugar y ganar un título en su tercer viaje al Super Bowl.

Garoppolo fue el respaldo de Tom Brady en los Super Bowls de 2015 y 2017, ambos ganados por los New England Patriots, antes de ser intercambiado a San Francisco.

Pero las esperanzas de Garoppolo pueden depender de cuán exitosamente la defensa de los 49ers, liderada por el novato Nick Bosa, pueda frustrar a Mahomes.

Es un enigma que el coordinador defensivo de San Francisco, Robert Saleh, ha pasado las últimas dos semanas tratando de desentrañar.

Superestrella en todos los sentidos

«Es una superestrella en todos los sentidos que puedas imaginar y será difícil lidiar con él», dijo Saleh esta semana cuando se le preguntó sobre lo que significa Mahomes.

El mariscal de campo de Kansas City ha electrificado la Liga en las últimas tres temporadas con su movilidad, potencia de brazo y gran variedad de pases.

Pero también tiene diversas armas receptoras a su disposición, con el ritmo vertiginoso de Tyreek Hill y Sammy Watkins complementado por la presencia dinámica del ala cerrada Travis Kelce.

En ninguna parte fue más evidente la capacidad de los Chiefs para producir explosiones ofensivas como en su ronda divisional contra Houston.

Con el marcador adverso 24-0 en el segundo cuarto, Mahomes lideró una remontada que terminó en una victoria 51-31.

Mahomes, de 24 años, sería el segundo mariscal de campo más joven en ganar un Super Bowl de obtener la victoria el domingo en la casa de los Miami Dolphins.

«Voy a salir y tratar de divertirme y jugar como he jugado durante toda la temporada», dijo el joven texano a los periodistas. «Es una oportunidad única en la vida que espero tener muchas veces más. Es temprano en mi carrera y estoy emocionado de salir con mis hermanos y tratar de ganar».

¿Uno para ‘Big Red’?

Una victoria para Kansas City también sería la gloria suprema de la larga carrera del entrenador en jefe del equipo, Andy Reid.

Una figura popular conocida cariñosamente entre sus jugadores como «Big Red», Reid, de 61 años, nunca ha ganado un Super Bowl.

«Ha tenido una carrera increíble», dijo Mahomes esta semana. «Obviamente, queremos ganar este juego, el grande, para que lo ponga en su palmarés».

«En este momento estoy concentrado en darles la mejor oportunidad de ganar un Super Bowl», dijo Reid.

Sin embargo, el entrenador en jefe de los 49ers, Kyle Shanahan, es más que capaz de alterar ese cuento de hadas.

Shanahan, de 40 años, es una de las mentes ofensivas más creativas de la NFL, capaz de deshacer cualquier defensa con un libro de jugadas rebosante de inventos.

Y el entrenador en jefe de los 49ers puede sentir que tiene un punto que demostrar después de la pesadilla del Super Bowl de 2017.

Shanahan fue el coordinador ofensivo de los Atlanta Hawks cuando desperdiciaron una ventaja de 28-3 en el tercer cuarto para perder en tiempo extra contra los Patriots.

Sin embargo, su talento como entrenador es innegable. Esta temporada, Shanahan ha supervisado un renacimiento de los 49ers que transformó al equipo de un récord de 4-12 en 2018 a una imponente potencia de 13-3.

Shanahan dice que ha usado el amargo recuerdo de la derrota del Super Bowl de 2017 como un grito de guerra para su joven equipo.

«Estoy como, chicos, no se preocupen, he estado allí ¿Y adivinen qué? Todavía estaba vivo al día siguiente, y mi vida siguió adelante, y las cosas todavía están bien», dijo Shanahan. «Pero ya sea que ganes o pierdas, la clave es que no dudes en nada para que el resto de tu vida puedas mirarte al espejo y no te arrepientas».

Foto: PrimeroyDiez.