La Real Sociedad vence al Mirandés y es finalista de la Copa del Rey

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La Real, la de Arconada, Zamora, López Ufarte o Satrústegui, vuelve a una final de Copa, un territorio que no explora desde 1988. En un espacio mágico, en Anduva, un primo pequeño de Anfield, el equipo de Imanol Alguacil ofició de equipo serio sin concesiones ante un rival ejemplar, un Mirandés que se ha ganado un hueco en el recuerdo de la afición al fútbol.

El Mirandés, que ha desparramado una tonelada de entusiasmo en la Copa, no pudo arañar a una Real que mezcló el sudor con el arte. El equipo de matrícula de Andoni Iraola no permite el rondo, el toque con el que los de Imanol, un grupo que vive de la inspiración, exhiben su fútbol de jet-set en LaLiga.

Los de Iraola no perdieron tiempo. Desde el primer minuto enchufaron la batidora, la receta con la que destartalaron a Celta, Sevilla y Villarreal. En cada balón se jugaban la historia, ser el primer equipo de Segunda que llegaba a la final desde 1980. Con esa carga no es sencillo operar en el césped. La fórmula incluía balones largos a Matheus y a esperar que la pierna izquierda de Merquelanz diera a balón parado algún susto. Fue poco para desbaratar el ejercicio donostiarra.

En ese panorama no había huecos para que Merino y Odegaard, capaces de hacer juego en un microchip, se enchufaran al partido. A la Real le sobran tipos con ingenio. Por las bandas, Oyarzabal y Januzaj, encontraban un roto en la guarida local. El belga no parece el que empezó la temporada. De estar en el mercado por su indolencia ha pasado a creerse lo que es, un futbolista de categoría.

Un gol y un golpe

Delante de ellos, Imanol eligió a Willian José, de hombre boya, que se ha reenganchado al equipo después de su amago de adiós. Se jugaba más a lo que quería el Mirandés, un torbellino de piernas, que a lo que deseaba una Real entera sin despistes.

Así iba el partido, con balones por los rascacielos, hasta que en una internada de Zaldua el francés Malsa metió una mano innecesaria para cortar el centro. Oyarzabal, que no conoce la palabra nerviosismo, transformó el penalti, una prueba montañosa para los marines del Mirandés.

Con el marcador vivo, la respuesta local no llega y fue otra vez Januzaj, un jugador con unos tobillos que piensan, el que rozó el gol en un remate de pelotero al larguero. El belga, con una fantasía inagotable, empezaba a hartar a los rivales. Con el partido medio roto se abrían huecos en el césped para los futbolistas de más calidad. El Mirandés buscaba el penúltimo milagro, mientras que la Real, con la fiesta en la espinillera, nunca se descompuso a pesar de que se inició un rato de golpes innecesarios.

Anduva sólo podía despedir a los suyos como lo que son, unos héroes de carne y barro. Los de Imanol, después de un torneo brutal, tras haber eliminado al Madrid a partido único, se instalan en una final de Copa tras tomar Anduva. Les toca esperar rival. 32 años han merecido la pena.

Foto: Marca.

La Real Sociedad goleó al Valencia y los mantiene en crisis

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La Real Sociedad se reencontró con LaLiga tras su aplazamiento ante el Eibar con una victoria de prestigio ante un rival directo en la lucha por los puestos europeos. Con estos tres puntos, y con un partido menos, los de Imanol se meten de lleno en la pelea, no ya por la Europa League, sino por el premio gordo en forma de Champions.

A la Real le interesaba un ritmo alto, sabedor de que su rival llegaba al duelo con mucho más desgaste. Se había medido al Atlético, en un choque trepidante, y venía de jugar en Champions, con el varapalo ante la Atalanta.

Y es que al Valencia todo se le vuelve en contra y tiene ahora mismo la moral por los suelos. Los primeros 10 minutos intentó presionar y plantar cara. Celades lo fiaba todo a la velocidad de Soler, Ferran, Cheryshev y Gameiro, sabedor de que su defensa no es nada contundente. Estaba claro que si el Valencia quería pescar en San Sebastián iba a necesitar no un gol sino varios, porque con apenas nada, la Real creaba peligro.Y así fue, en cuanto marcó el primero, el Valencia se derrumbó. Merino cabeceó sin oposición un centro de Zaldua, los centrales no hicieron acto de presencia y los de Imanol ya tenían el partido donde querían.

En los siguientes tres minutos, pudo llegar el segundo por dos veces. Un tiro envenenado de Odegaard se fue fuera por poco y Jaume realizó un paradón a un misil de Isak desde la frontal. La Real olía la sangre y quería finiquitar el choque cuanto antes.

Por supuesto, el Valencia tiene orgullo y buenos jugadores. No muchos en cantidad, porque lo de sus bajas parece no tener fin. Incluso, en el minuto 40, un tiro de Ferran pudo significar el empate de no ser por la cabeza salvadora de Aritz Elustondo. Pero no, todo lo contrario. Al filo del descanso, un córner le llegó a Monreal para poner el 2-0. Y jugadores a vestuarios con la sensación de que si el partido no estaba visto para sentencia le faltaba muy poco.

Las pocas esperanzas de remontada en la reanudación le duraron al Valencia apenas tres minutos. Januzaj se perfiló desde la frontal y sacó su maravillosa zurda a pasear colando el balón casi por la escuadra. Un golazo del belga, que aprovechó la titularidad tras la ausencia por sanción de Portu.

Lesión de Mangala

Por cierto, Celades había tenido que mover ficha obligado porque Mangala se lesionó. Otro más para la interminable lista. Salió el chaval del filial Guillamón, que se encontró toda una papeleta en su estreno con los mayores.

Estábamos con el 3-0 y 40 minutos por delante. O lo que es lo mismo, sin partido. Aunque que le digan eso a la grada, disfrutando del carnaval que había sobre el césped y en el que los suyos se llevaban todos los premios del festival.

Esa recta final del choque, ya sin la emoción del resultado, pudo provocar que el marcador se moviera para ambos equipos. La Real tampoco es que quisiera hacer más sangre y el Valencia era un querer y poco poder, más con orgullo que con otros atributos futbolísticos. Había que dejar pasar el tiempo y poco más.

Un cosa hay que dejar clara. El Valencia no pasa por su mejor momento, pero no podemos obviar que la Real es un señor equipo, que juega al fútbol como los ángeles y que tiene por delante dos retos mayúsculos al alcance de sus botas: acabar entre los cuatro primeros y levantar el título de Copa del Rey. Pero eso serán otros capítulos de esta serie en color blanquiazul.

Foto: Mundo Deportivo.

La Real Sociedad toma ventaja en la semifinal tras vencer al Mirandés

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Anduva. Otra vez Anduva. El sueño del Mirandés sigue vivo tras caer por la mínima ante la Real y la mística del humilde campo de los rojillos decidirá cuál de los dos pone rumbo a La Cartuja. Sevilla en el horizonte y los burgaleses se niegan a rendirse. Va con ventaja la Real tras el 2-1, pero los de Iraola creen, siguen sin despertar de un sueño que ya casi parece eterno. Es ‘su’ Copa.

Y eso que a los siete minutos dio la sensación de que el partido no iba a tener historia alguna. Odei se equivocaba y cometía un claro penalti sobre Portu que, en el 9′, se encargó de transformar Oyarzabal con la clase que le caracteriza. Facilito. Pase a la red. Lo normal es que el Mirandés se hubiera venido abajo. En un campo enorme como el Reale Arena, ante un equipo de una categoría superior, por detrás en en marcador… Pero nada de eso.

Los jabatos, como se conoce al equipo de Iraola se sacudieron el golpe y empezaron a hacer su juego. Merquelanz era una pesadilla por la banda zurda del que, si todo va bien, será su estadio el año que viene; Guridi, otro txuriurdin cedido en Anduva, ponía pausa y cerraba el medio; y Malsa, que estaba logrando que Odegaard no estuviera cómodo ni con balón ni sin él.

La presión arriba y en el centro del campo comenzó a darle sus frutos al Mirandés. El grueso de la posesión la tenía la Real, pero los burgaleses salían con peligro a la contra. No estaba agusto el equipo de Imanol y veía como por momentos la ilusión mirandesista podía más.

A Matheus le estaba tocando tirar de oficio arriba junto a Antonio Sánchez en la presión. Kilómetros de carrera sin balón para incomodar, para que los Le Normand, Aritz y compañía no sacasen el esférico con facilidad. Y pasó lo que podía pasar. Un pase de la defrensa con mucho peligro a Odegaard se lo levantó Malsa al noruego y Matheus se encargó del resto. Recorte en el área del jugador revelación de la Copa y, con lago de suerte tras tocar en la zaga, se hizo imposible para Remiro.

Los 1.000 aficionados del Mirandés que se habían desplazado a San Sebastián se frotaban los ojos. No se lo podían creer. ¿Gol? Sí, 1-1 en el 42′.

Pero cuando dejaron de celebrarlo ya estaban lamentando el 2-1. La Real no estaba cómoda pero tiene calidad para aburrir. Apareció Odegaard por primera vez en el partido y gol. Dos paradones de Limones, primero al noruego y luego a Portu no fueron suficientes para evitar que ‘Martintxo’ fulminase la red visitante.

El Mirandés siguió presionando después del paso por vestuarios. Iraola tiene trabajado a la perfección cómo tejer una red difícil de superar. Desde los delanteros a los defensas, todos aprietan. La Real demsotraba que era el equipo de Primera poniendo más calidad. En un maravilloso pase filtrado de Odegaard a Portu, que se quedó solo, apareció Limones para hacer otro paradón. Se estiraban los txuriurdin, pero no se acongojaban los jabatos. Remiro tuvo que aparecer con dos disparos lejandos, primero de Antonio Sánchez y después de Kijera.

El Mirandés seguía manteniendo un resultado que le permitía soñar con la vuelta en Anduva. Los de Iraola iban sin prisa y a la Real se le hacía tarde. Pasaban los minutos y el conjunto rojillo seguía intacto. El físico parecía aguantarle.

Pudo dejar sentenciada la eliminatoria Oyarzabal en el 83′ con un zapatazo que se fue muy cerquita del palo mirandesista. La volvió a tener el conjunto txuriurdin en el último segundo. Guridi casi se mete la bola en su portería al peinar una falta, pero Limones volvía a estar perfecto. Final.

El Mirandés respiraba y todos abrazaban a su portero. Exhaustos tras el esfuerzo, pero sabiendo que tienen mucho que decir todavía. La semifinal sigue completamente abierta. Sigue manteniendo el sueño intacto. Anduva volverá a vestirse de juez.

Foto: Marca.

La Real Sociedad clasifica a semifinales y elimina al Real Madrid

Prensa Diario Marca

La Real Sociedad se convirtió en semifinalista con un partido fantástico, pura Copa del Rey, derrochando fútbol para vencer al corazón madridista. Se puso 1-4 y tuvo que sufrir en los últimos minutos para asegurar el pase. El conjunto blanco, superado por juego, apeló al carácter para rozar una remontada imposible, para mayor gloria del equipo txuri urdin. Una noche para la historia del club donostiarra, guardada junto a aquel 0-4 del equipo de Toshack. Los blancos, siempre a remolque, entraron tarde y mal al duelo, especialmente en defensa. Vinícius intentó arrastrar al equipo, pero le faltó compañía.

Ya en LaLiga dejó la Real Sociedad una estela de buen fútbol falto de rodaje. Más armado, el equipo donostiarra protagonizó, salvo arreones blancos, un primer tiempo espléndido, manejando la pelota por todos los sectores del campo. Desde la salida de Ramiro, templada y precisa, enlazando con el manejo de Mikel Merino en la medular, el primer toque exquisito de Odegaard y la movilidad venenosa de Isak, la Real se fue con ventaja al vestuario con mucho mérito. Por si alguien no había reparado en el jugadorazo que está creciendo con la camiseta txuri urdin, Martin Odegaard desplegó su zurda elegante para firmar el tanto, resolviendo de primeras un rechace de Areola que se coló tras las piernas de Mlitao y Areola. Si Isak hubiera estado más atinado en el remate en dos oportunidades muy claras, la ventaja habría sido mayor.

Al Madrid le costó encontrar el hilo del partido. Todo empezó con la alineación de Zidane, imprevisible. Metió a Marcelo, James, Militao y Brahim, más Nacho en el lateral derecho por la lesión de Carvajal. No tuvo continuidad en el juego ni en la presión, por mucho que se esforzó VInícius por armar el lío. Sobre el costado izquierdo, tentó una y otra vez a Gorosabel. Remiro sacó un disparo buenísimo de Brahim, mientras Valverde y Benzema no pudieron remachar dos coladas de Vini por la izquierda. Al filo del descanso, Ramos estrelló un cabezazo en el larguero tras un centro templado de Brahim. Se señaló fuera de juego que, de haber entrado, el VAR habría invalidado.

El invento mantuvo la eliminatoria viva un rato, porque al poco de volver de vestuarios Odegaard controló en línea de medios para meter un balón profundo, a la espalda de Nacho, para Isak, que cruzó a la red. Era fuera de juego del sueco, y lo indicó el VAR. Como ante el Atlético, Zidane había hecho un cambio al descanso, Modric por James, que dejó escapar la ocasión. También Imanol reactivó a su equipo en la pausa con un cambio, Barrenetxea por Januzaj. Mano de santo. El extremo midió a Nacho por izquierda, le burló, picó al área para que Isak embocara la más complicada. De volea y con la zurda. Golazo. Y sin respiro, con el Madrid aturdido, el sueco recogió un rechace de Nacho y puso un derechazo demoledor en la escuadra. 0-3. en el 56′. Asombroso.

El Madrid tiró de orgullo para acortar el marcador. Inferior en el juego, se fue arriba por acumulación y recortó distancias. Una circulación desde la derecha conducida por Brahim desembocó en Marcelo, que en área ajena es tremendo. Marcó por el palo más próximo. Pero esa alegría ofensiva tiene retorno, y en una salida falló el lateral, concedió la espalda a Isak y el sueco sirvió al área, donde nadie detectó a Merino. El medio coronó su partidazo monumental colocando en la red.

La lesión de Odegaard obligó al cambio y a la ovacion del Bernabéu, rendido al talento del noruego. También dedicó una ovación clamorosa a Isak. Como en aquella noche de los ochenta, con la Real de Toshack, el coliseo blanco reconoció la calidad y el fútbol realista. Eso sí, el paso atrás de Imanol con los cambios invitó a la aventura del Madrid, sin nada que perder. En una noche amarga, Vinícius arrastró al equipo con un gol, anulado por fuera de juego con el VAR, y una asistencia. Lástima que el emotivo derroche del brasileño acabara en nada, pese al tanto de Nacho que apretó el marcador. La Real fue justa semifinalista y el Madrid, esta vez penalizado por las rotaciones, pierde el primer título del año.

Foto: Diario Marca.

El Real Madrid derrotó a la Real Sociedad y se mantiene invicto en casa

Prensa Real Madrid.- El Real Madrid remontó el tanto inicial de Willian José y sumó tres importantes puntos para dar continuidad al pulso por el liderato que mantiene con el Barcelona, con el que se encuentra empatado a puntos en lo más alto de la clasificación. El gol de la Real Sociedad llegó pronto, a los dos minutos. Ramos cedió atrás a Courtois pero Willian José lo aprovechó para recortar al portero local y, sin oposición, adelantar a su equipo.

Tocaba remontar, aunque la Real Sociedad estuvo cerca de marcar el segundo en el 15’. Centró Oyarzabal, Odegaard no acertó a rematar y Willian José, en el área pequeña, se encontró con un espléndido Courtois. Dos minutos más tarde llegó la respuesta de los locales con un derechazo lejano de Mendy que obligó a lucirse a Remiro.

El partido estaba vibrante, con alternativas para ambos conjuntos, y lo intentaron de nuevo los locales. Hazard recibió escorado, recortó a Zaldua y sacó un bonito disparo, pero se encontró con una gran estirada de Remiro como respuesta. Le tocaba ahora a la Real Sociedad y el fuerte disparo lejano de Odegaard terminó en las manos de Courtois.

Los minutos transcurrían y antes de llegar al descanso empataron los locales. Modric sacó una falta lateral en el 37’ y Benzema llevó el balón a la red con el hombro. El pichichi de la Liga volvió a ser fiel a su cita con el gol y ya encadena tres encuentros marcando, en los que ha firmado cinco tantos.

Valverde vuelve a marcar

La segunda parte comenzó de la mejor forma posible. Controló Modric en la frontal, cedió el esférico a Valverde y el disparo del uruguayo desde la frontal golpeó en Oyarzábal y sorprendió a Remiro en el 47’. Los blancos ya estaban por delante y cerca estuvieron de ampliar distancias en el 62’. Taconazo de Valverde hacia Hazard, que tras recortar a los dos defensas que le salieron al paso remató desde la frontal a las manos de Remiro.

Pese al dominio madridista, el partido seguía abierto por lo ajustado del marcador. Hasta que Modric puso la rúbrica al triunfo blanco en el 74’. Centró Bale, que había sustituido minutos antes a Rodrygo, Benzema cedió de cabeza y Modric definió de volea con la zurda. De ahí hasta el final hubo tiempo para que Courtois se luciera en un mano a mano con Isak en el 83’ y, ya en el añadido, llegó una gran jugada de Bale, en la que el balón se paseó por la línea de gol sin encontrar rematador. El Real Madrid suma su quinta victoria en los seis últimos encuentros (un empate) y además se mantiene invicto en el Bernabéu.

Foto: Prensa Real Madrid.

Real Madrid cayó con la Real Sociedad y ve cada vez más lejos la punta

AS | Foto: AFP.- 


El partido le dejó al Madrid un presente horrible y un prometedor futuro. Vinicius, titular, fue héroe de una tarde sin hazañas y Munuera y Melero, que le quitaron en el campo y en el VAR un penalti de gran tamaño, los antihéroes. Mereció más el Madrid y menos la Real, pero el perro flaco ladra hoy en el Bernabéu.

El artista es siempre sospechoso principal de los crímenes del fútbol. Y como los del Madrid se han sucedido en serie también en serie son las suplencias de Isco. Ha ido perdiendo la rueda de Bale, Asensio y Ceballos. Ahora también la de Vinicius, clavo en el ataúd de Lopetegui, clavo ardiendo en el viaje de Solari. La decisión de poner al brasileño tuvo que ver con que el técnico no ve a Isco ni como centrocampista ni como extremo y no caben en su dibujo los mediapuntas. Créanlo, hay entrenadores que pasan horas en la pizarra para demostrar por qué conviene que no jueguen los mejores. Pero Isco tampoco jugó esta vez porque el Madrid no tiene gol y se espera en Vinicius, que está en esa edad en que un futbolista rompe en crack, en bluff o en mediopensionista, el territorio de las mayorías.

La cosa empezó para el Madrid de la peor manera posible. Metió la pata Marcelo y Casemiro acudió a matar moscas a cañonazos, lo que le llevó a cometer un penalti claro y absurdo sobre Merino con el que Willian José adelantó a la Real. El público tenía ganas de pitar al lateral y encontró la excusa perfecta.

Lo que vino después fue un Madrid mucho mejor de lo que decían el marcador y clasificación. Porque la Real defendió mucho y mal, encogida en su área, sin más miras que resistir en su defensa del regalo. Y el Madrid atacó mucho y sin tino, con la excepción de Vinicius, un verdadero agitador, con velocidad, desborde y la pasión que le falta al resto del equipo, incluido el entrenador, tentado de brindar por un empate o por ganar cinco puestos en la clasificación sin pisar el podio.

Con todo, el Madrid tuvo el empate a tiro unas cuantas veces antes del descanso:en un remate inexplicablemente errado por Benzema, en una arrancada sin broche de Vinicius, en un zapatazo de un Modric al alza rechazado por Rulli, en un centro-chut de Lucas Vázquez que dio en el palo… Pero la pegada, esa vida extra de los grandes que no tiene relación con el juego, se marchó con Cristiano a Turín. En cualquier caso, el juego racheado y las oportunidades fabricadas desviaron los pitos del equipo a Munuera Montero, al que se le reclamó un penalti a Ramos que no vieron ni él ni Melero en la pecera del VAR.

La segunda mitad fue otra cosa. Se descamisó el partido, que empezó a circular en las dos direcciones. La del Madrid, al toque de corneta de Vinicius, de largo la figura del equipo. La de la Real, en la finura de Merino y Januzaj, que rozó el 0-2. La llegada de Isco coincidió con la expulsión de Lucas Vázquez, por dos amarillas indiscutibles. Así que el Madrid quedó condenado a la heroica sin mirar a su espalda, un riesgo extremo. Y entonces llegó la jugada del gran lío: Vinicius, con el Bernabéu en la palma de su mano, se fue hacia Rulli y el meta le derribó nítidamente con ambas manos. Munuera se tragó el pitó; Melero, el rebobinado. Una puñalada al VAR, que nació para esto, para corregir y confirmar lo evidente, y que llenará el invento de malpensados.

La Real, después, encadenó contragolpes fallidos hasta que acertó en uno, de Rubén Pardo, y bajó el telón al Madrid, que sale de esta Liga recién empezado el año. Un fracaso sin paliativos con una única buena noticia: le coge con la ventana de fichajes abierta de par en par..

El Barcelona remonta ante la Real Sociedad

AFP.- El Barcelona remontó para imponerse 2-1 en el campo de la Real Sociedad este sábado en la 4ª jornada de la Liga española, manteniendo el liderato del campeonato.

Aritz Elustondo abrió el marcador para la Real Sociedad con un remate dentro del área (12), antes de que Luis Suárez empatara (62) y Ousmane Dembélé hiciera el gol de la victoria (66).

El Barcelona logró una sufrida victoria que le mantiene al frente de la tabla de clasificación liguera a pocos días de recibir el martes al PSV Eindhoven en la Liga de Campeones.

Elustondo adelantó pronto a la Real Sociedad aprovechando un balón suelto dejado por el mexicano Héctor Moreno de cabeza en el área (12) para adelantar a su equipo.

Espoleados por la ventaja, el equipo vasco se lanzó al ataque poniendo en aprietos a un Barça que en a primera parte notó la falta en el centro del campo de Sergio Busquets, al que Ernesto Valverde dejó de inicio en el banquillo.

Imprecisiones

Las pérdidas de balón fueron constantes, con muchas imprecisiones y poca coordinación en ataque, permitiendo jugar cómodamente a la Real Sociedad.

Hubo que esperar al segundo tiempo y a la entrada de Busquets y de Coutinho en el campo, por Rafinha y Nelson Semedo, para ver al Barça con un nuevo aire.

Los azulgrana empezaron a llegar más, y al saque de un córner, Suárez aprovechó un balón suelto para hacer el 1-1 (62).

Poco después, en otro saque de esquina, el portero Gerónimo Rulli despejaba el balón, que caía a los pies de Dembélé, que remató para culminar la remontada (66).

A partir de ahí el Barcelona estuvo más cómodo, pero la Real Sociedad no dejó de intentarlo hasta el último minuto con un disparo a bocajarro de Juanmi que detuvo Ter Stegen (82).

«No me voy muy preocupado. Un poquito, pero poco…. Está claro que hay cosas que se pueden hacer mejor y que la Real te puede meter tres o cuatro contraataques y que tienen buenos jugadores», dijo tras el partido el técnico azulgrana, Ernesto Valverde..

El Real Madrid fichó a Odriozola por seis temporadas

Prensa Real Madrid.- Real Madrid C. F. y la Real Sociedad han acordado el traspaso del jugador Álvaro Odriozola, pendiente del reconocimiento médico. El jugador queda vinculado al club durante las próximas seis temporadas.

Lateral derecho de 22 años e internacional absoluto con España, ha formado parte de la selección en el Mundial de Rusia y fue incluido por uefa.com en el equipo revelación de la Liga 16/17.

lvaro Odriozola (San Sebastián, 14/12/1995) ya es nuevo jugador del Real Madrid. El campeón de Europa se refuerza con uno de los defensas con mayor proyección del fútbol continental. Lateral derecho de largo recorrido, ha formado parte de la selección española en el Mundial de Rusia, y destaca por su velocidad y capacidad de desborde. En la temporada 2017/18, Odriozola jugó 35 encuentros de Liga con la Real Sociedad, en los que aportó 4 asistencias y fue el que más centros al área firmó del equipo. También debutó en competiciones europeas, disputando 6 partidos de la Europa League y estrenándose como goleador ante el Salzburgo.

Formado en la cantera del club donostiarra, debutó en el filial en la 2013/14, temporada en la que también jugó la UEFA Youth League con el Juvenil. El punto de inflexión de su carrera llegó en enero de 2017, cuando se estrenó en el primer equipo. Desde entonces, su ascensión fue imparable, convirtiéndose en pieza clave de la Real que acabó la Liga 2016/17 en sexta posición. En esa campaña disputó 16 partidos con el primer equipo (15 de Liga y 1 de Copa) y fue incluido en el equipo revelación de la Liga elaborado por uefa.com.

Debut con España
Al igual que en la Real Sociedad, su irrupción en la selección también ha sido meteórica. En marzo de 2017 debutó con la sub-21 en un partido contra Dinamarca en el que dio dos asistencias. Y en octubre del mismo año se estrenó con la absoluta con otro pase de gol ante Albania. Fue Lopetegui el que le dio la alternativa y también el que le incluyó en la convocatoria para el Mundial de Rusia. En uno de los partidos preparatorios para este torneo marcó su primer gol con la selección, una espectacular volea desde la frontal del área ante Suiza.

Trayectoria:
-Real Sociedad B (2013-2017)
-Real Sociedad (2017-2018)
-Real Madrid (2018- )

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