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Luis Alvarado De Sousa | Foto: MLB.-


Cuatro venezolanos destacaron en la jornada del martes en la Gran Carpa. Eduardo Escobar sigue encendido con el bate y llegó a 13 jonrones en lo que va de campaña con un gran estacazo ante los envíos del criollo Antonio Senzatela. Con este vuelacercas también arribó a las cuarenta impulsadas en lo que va de campaña, un récord que comparte con otros trece jugadores de toda la liga. Sin embargo, el maracayero no pudo evitar la caída de su equipo ante Colorado de seis carreras por dos. Senzatela se fue sin decisión, con seis innings de trabajo, dos carreras permitidas y dos ponches. Dejó su efectividad en 5.81.

Avisaíl corrió las bases para llegar a diez jonrones

El designado de los Rays de Tampa Bay, Avisaíl García aprovechó un error de Randal Grichuk para anotar un jonrón de piernas en la parte baja del tercer episodio. García pegó un elevado alto por el jardín derecho, que no ubicó nunca Grichuk y quedó completamente bañado por el fly. El criollo aprovechó para correr rápidamente las almohadillas y llegar quieto al home. El anzoatiguenze batea por encima de .300 en el mes de mayo y con este jonrón ya tiene diez en lo que va de campaña.

César Hernández dio el decisivo

Filadelfia se llevó una importante victoria ante San Luis de cuatro carreras por tres con un cuadrangular de dos carreras de César Hernández en la parte baja de la cuarta entrada. Hernández conectó un sinker de Adam Wainwright por todo el jardín derecho y puso el marcador que a la postre sería decisivo para el equipo de Fliadelfia. Dejó su average en .303.

José Peraza puso la guinda al pastel

Cincinnati apaleó al pitcheo de Pittsburgh con pizarra de once carreras por seis, José Peraza fue el indicado para poner cifras definitivas al compromiso con un jonrón solitario por el jardín izquierdo en la parte baja de la octava entrada. Con este vuelacercas ya suma seis en lo que va de temporada..

NBCS | Foto: Archivo.-


El jardinero central de los Filis, Odubel Herrera fue arrestado este lunes por la noche después de un reporte de un incidente de violencia doméstica. El presunto incidente involucró a su novia de 20 años y se llevó a cabo en el Golden Nugget Hotel and Casino en Atlantic City, según un informe policial. Herrera fue posteriormente liberado de la custodia.

El informe de la policía también dice que la víctima «tenía signos visibles de lesiones en sus brazos y cuello que se sostuvieron después de ser agredida por su novio, David Odubel Herrera, durante una disputa».

Se enfrenta a una sanción bajo la política de abuso doméstico de las Grandes Ligas. La disciplina está en manos del comisionado bajo la política conjunta de violencia doméstica de MLB recientemente establecida entre el sindicato y la liga. Un ejemplo reciente involucró al campocorto de los Cachorros, Addison Russell, quien fue suspendido 40 partidos sin pagar. El castigo no incluye la anulación del contrato de un jugador.

Herrera, de 27 años, está en el tercer año de un contrato de cinco años y 30 millones de dólares. Los Filis tienen opciones de club para los próximos dos años..

MLB | Foto: Archivo.-


Orlando Arcia remolcó tres carreras, incluido un jonrón para tomar la ventaja en el octavo inning, y los Cerveceros de Milwaukee superaron el lunes 5-4 a Minnesota, para frenar la racha de seis victorias de los Mellizos, el equipo con la mejor marca en las mayores.

Los Mellizos, que cayeron a 19-7 en mayo, tuvieron un duelo decidido por una carrera por primera vez en 11 juegos. Superaron a sus rivales 53-16 durante su racha de seis triunfos.

Luego de un sencillo productor del novato Luis Arráez y un cuadrangular de tres anotaciones de Byron Buxton, ambos con dos outs en el segundo capítulo contra el abridor de los Cerveceros, Gio González, los Mellizos dejaron de anotar. El bullpen concluyó con cuatro episodios y un tercio en blanco, con sólo tres sencillos tolerados.

Jeremy Jeffress, el venezolano Junior Guerra y Corbin Burnes (1-3) cubrieron la ruta antes de la aparición de Hader.

En el octavo inning, Arcia pegó su bambinazo ante Taylor Rogers (1-1), luego que el emergente venezolano Hernán Pérez disparó un doble.

Por los Cerveceros, Arcia de 3-2 con dos anotadas y tres impulsadas, y Pérez de 2-1 con una anotada.

Por los Mellizos, Willians Astudillo de 4-1 con una anotada, Arráez de 2-1 con una anotada y una producida, y Marwin González de 1-1..

MLB | Foto: Archivo.-


El abridor criollo Eduardo Rodríguez tuvo una salida de calidad este domingo y las Medias Rojas de Boston se impusieron cuatro carreras por una ante los Astros de Houston en el Minute Maid Park. E-Rod lanzó una línea de seis episodios con una carrera permitida, cuatro imparables, una base por bolas y cinco ponches. Rodríguez dejó su efectividad en 5.04.

Gleyber y Willson pegaron sendos cuadrangulares

Gleyber Torres sigue indetenible con el madero. El caraqueño llegó a trece vuelacercas en lo que va de campaña aunque no pudo evitar la caída de sus Yankees ante los Reales de Kansas City de ocho carreras por siete. Torres despachó su vuelacercas por el jardín central del Kaufmann Stadium, con un swing que no parecía que podía irse del parque, pero privó la fuerza del venezolanos.

Otro que también se fue para la calle, fue Willson Contreras. Sin embargo tampoco pudo lograr la victoria dado que sus Cachorros de Chicago cayeron ante los Rojos de Cincinnati con una pizarra de diez rayitas a dos. El careta venezolano ya lleva doce jonrones en lo que va de campaña..

MLB | Foto: Archivo.-


Ronald Acuña disputó el 162do encuentro de su carrera para los Bravos, dándole así el equivalente a una temporada completa desde su debut en las Grandes Ligas el 25 de abril del 2018.

Acuña llegó a ese hito a temprana edad, pues no cumplirá los 22 años sino hasta diciembre. El dinámico patrullero ya tiene en su vitrina el premio Novato del Año de la Liga Nacional y un memorable momento en octubre con aquel inolvidable grand slam ante Walker Buehler de los Dodgers en el Juego 3 de la Serie Divisional de la L.N., batazo con el que se convirtió en el jugador más joven en dar un bambinazo con la casa llena en un juego de playoff.

Acuña también ha aportado una producción estelar. En esos primeros 162 juegos, bateó .289/.367/.533 con 32 dobles, cinco triples, 95 carreras empujadas y 113 anotadas, números más impresionantes todavía cuando se recuerda una vez más su edad.

Así que con eso en mente, démosle un vistazo a cómo se comparan los primeros 162 juegos de Acuña contra los de otros jugadores para el momento en el que tenían 22 años.

El promedio de .289 de Acuña es comparable con: Manny Machado (.287, 2012-13)

En esta época no hay muchos bateadores de alto promedio. Desde el inicio de la temporada pasada, sólo hay 14 con average de .300 o mejor en al menos 600 viajes al plato. Pero Acuña además se está ponchando este año menos que el promedio de MLB, y sigue haciendo contacto fuerte como los mejores (47.9%). Esa es una buena receta para sumar hits.

El OBP de .367 de Acuña es comparable con: Alex Rodríguez (.367, 1994-96)

Acuña toma un boleto en casi el 10% de sus viajes al plato, mejor que el promedio de MLB. No es particularmente dado a hacer swing fuera de la zona de strike y también ha recibido 10 pelotazos.

El slugging de .533 de Acuña es comparable con: Mike Trout (.531, 2011-12)

Trout tuvo problemas durante los 40 juegos que disputó en el 2011, el año de su debut, antes de explotar la campaña siguiente a los 20 años. Acuña básicamente ha bateado desde el primer día. Casi el 14% de sus batazos son “macetazos” – los que tienen la combinación ideal de velocidad de salir y ángulo de disparo—y eso lo pone en territorio comparable al del dominicano Nelson Cruz, Christian Yelich y Justin Upton durante ese trecho.

El wRC+ de 138 de Acuña es comparable con: Bryce Harper (137, 2012-13)

Harper era todavía más joven (19 años) cuando debutó, y al igual que Acuña, demostró enseguida que no estaba abrumado por las Grandes Ligas. El wRC+, una estadística ofensiva que toma en consideración la época de un pelotero y el estadio en el que juega, tiene un valor promedio de 100. Muy pocos jugadores se retiran con 135-140 wRC+: los dominicanos Vladimir Guerrero y David Ortiz, y Reggie Jackson, son algunos de ellos.

Los 37 jonrones de Acuña son comparables con: Giancarlo Stanton (38, 2010-11)

En esta época se dan más jonrones que cuando arribó Stanton, pero los jonrones de Acuña son palazos de verdad. La velocidad de salida promedio de sus cuadrangulares (106.9 mph) es mucho mejor que el promedio de la gran carpa y sólo los jonrones de Trevor Story de los Rockies tienen una mayor distancia recorrida promedio que los de Acuña (415 pies) entre los bateadores con 30 o más vuelacercas desde el año pasado.

Las 21 bases robadas de Acuña son comparables con: Ken Griffey Jr. (22, 1989-90)

Aunque luego dejaría de correr debido a las lesiones, Griffey se robó 167 bases antes de cumplir 30 años, y Acuña también tiene la oportunidad de estafar mucho. Su velocidad tope promedio ha estado por encima de los 29 pies por segundo tanto en 2018 como en 2019, mucho mejor que el promedio de MLB (27 pies/seg). En total, con su velocidad en las bases Acuña ha valido casi cuatro carreras extra, de acuerdo con FanGraphs.

El bWAR de 6.4 de Acuña es comparable con: Albert Pujols (6.6, 2001)

El dominicano Pujols no debutó sino hasta que tenía 21 años, pero eso fue en el Día Inaugural del 2001, y terminó jugando 161 encuentros y estableciéndose como una de las estrellas del juego. Pujols era mejor bateador, pero con sus cinco herramientas Acuña empareja las cosas..

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A paso lento pero seguro, Miguel Cabrera va alcanzando nuevos hitos. Esta semana superó al puertorriqueño Carlos Beltrán y a tres miembros del Salón de la Fama, Lou Gehrig, el boricua Roberto Alomar y Chipper Jones, en la lista de más hits de por vida para quedarse en solitario en el puesto 60. En cuanto a las empujadas, dejó atrás a dos miembros de Cooperstown, Ernie Banks y el cubano Tany Pérez, en listado vitalicio.

En algún momento durante los próximos dos años, lo más probable es que el club de los 3,000 hits le abra las puertas a Cabrera, siempre que éste se mantenga saludable. Según el maracayero, cuando eso suceda lo celebrará con su familia y con la ciudad de Detroit. Pero lo que le preocupa en estos momentos es recuperar su nivel de años anteriores.

“Yo quiero encontrar mi poder”, dijo a mediados de esta semana el veterano de 36 años. “Siento que lo puedo hacer. Dar mis hits, hacer lo que puedo con la forma en la que me están lanzando ahora mismo es mi meta, encontrar una mejor posición. Estoy tratando de buscar la manera de hacer swing con poder y hacer buen contacto”.

Hasta el momento, esa meta le ha sido elusiva. Aunque Cabrera se encuentra entre el 5% de los mejores bateadores de Grandes Ligas en tasa de batazos duros y en el 15% de velocidad de salida promedio, empezó la jornada del viernes con un jonrón y ocho dobles entre los 51 hits que ha dado en 172 turnos, para un slugging de .363 que está muy por debajo de su marca de por vida (.547). Su OPS de .732 también está muy detrás del .942 de su carrera, a pesar de que tiene .292 de promedio y .362 de porcentaje de embasarse en el 2019.

“El promedio va y viene. Uno no controla el promedio”, aseguró Cabrera. “Pero es sabroso cuando bateas con poder. Cuando haces eso, ayudas a tu equipo a anotar más carreras y así le pones más presión al oponente”.

Para lograr eso, Cabrera está haciendo ajustes en su plan de ataque y elevando al ángulo de salida de sus conexiones. Cuando su timing estaba perdido a principios de temporada, con un swing muy temprano, estaba tratando de batear líneas. Lo que argumentaba es que no tenía sentido tratar de elevar la bola cuando no estaba bateando con autoridad. Pero las cosas han cambiado. Su ángulo de salida ha aumentado de seis grados en el primer mes a 11.2 en estos momentos, de acuerdo con Statcast.

“Siento que estoy más cerca”, dijo Cabrera. “Es gracioso porque en un juego la semana pasada me fui de 4-0, pero di tres (elevados). Estaba emocionado porque levanté la pelota. Estoy tratando de encontrar el sitio correcto para darle a la bola y tratar de pegarle con más poder.

“Yo creo que es mi extensión, estar bien con mis manos”, siguió. “Estoy tratando de estar listo muy rápido. Quiero hacer las cosas muy rápido y estoy bateando hacia el left. Así no es como bateo yo. Mi forma de batear es quedarme por dentro de la bola (con las manos lo más pegadas al cuerpo posible antes de completar el swing) y tratar de extender (los brazos)”.

Por más que odia usar las lesiones como excusa, Cabrera reconoce que son un factor. La ruptura de bíceps que le costó casi toda la temporada pasada es una. Las molestias en las rodillas son otra. Todas esas dolencias, con las que lidió y siguió jugando en el pasado mientras trataba de ayudar a los Tigres a ganar una Serie Mundial, le están pasando factura.

“Por un lado, diría que no”, dijo. “Pero he hablado con muchachos que han tenido las mismas lesiones y dicen que toma tiempo. Y yo les digo, ‘No me queda mucho tiempo’. Tengo que producir. La gente no va a entender eso. Es como cuando empieza el juego, no es momento de poner excusas.

“No me gustan las excusas. No soy alguien que ponga excusas. Pero si las cosas son así, pues son así. Igual no me preocupo, porque estoy trabajando para regresar”.

En algún momento, Cabrera se pondrá a pensar sobre esos hitos, lideratos y récords. Después de haber visto en persona al dominicano Albert Pujols llegar a las 2,000 empujadas a principios de mes, sabe lo importante que pueden ser esas cosas. Pero quiere lograrlo por los fanáticos, no sólo por él.

“Detroit ha sido muy buena conmigo”, contó. “Siempre quiero apreciar la forma como me han tratado aquí. Y siempre estoy haciendo todo lo posible para mejorar”..

Luis Alvarado De Sousa | Foto: .-


El abridor venezolano Martín Pérez se llevó su séptima victoria de esta campaña y a la victoria cincuenta de por vida en el lauro de los Mellizos de Minnesota de dieciséis carreras por siete ante los Angelinos de Anaheim en Los Ángeles. Pérez trabajó por espacio de cinco episodios, en los que toleró dos carreras y cinco imparables, uno de ellos un cuadrangular. Dejó su efectividad en 2.95.

Por los Mellizos, los criollos Ehire Adrianza de 1-0, Marwin González de 6-0, Luis Arráez de 3-0 con una empujada, Willians Astudillo de 4-0 con una anotada. Por el lado de Anaheim, Luis Rengifo se fue de 4-2.

Renato Núñez sigue encendido

Renato Nuñez llegó a diez cuadrangulares en la temporada, en la caída de los Orioles de Baltimore ante los Yankees de Nueva York de seis carreras por cinco. En la parte baja de la octava entrada, Núñez disparó un cuadrangular por el jardín izquiero con dos hombres en base para empatar la pizarra a cinco anotaciones. Sin embargo, los Yankees se llevarían la victoria con una rayita de Gleyber Torres en la novena entrada. .

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Gleyber Torres conecto dos de los cinco jonrones de Nueva York ante el asediado cuerpo de lanzadores de Baltimore, y los Yankees sobrevivieron a una floja apertura de CC Sabathia para vencer el miércoles 7-5 a los Orioles.

Torres se voló la barda para abrir el tercero y quinto capítulos y ayudar a Nueva York a tomar ventaja de 7-2 El venezolano tiene cuatro juegos esta campaña con al menos dos cuadrangulares – todos ante Baltimore – y ha sacudido 10 jonrones en sus 11 partidos ante los Orioles.

Los Yankees buscarán completar la barrida hoy. Nueva York ya tiene asegurada su sexta serie ganada en forma consecutiva.

Baltimore tiene cinco derrotas en fila y su registro de 15-34 es el peor en Grandes Ligas.

Sabathia (3-1) admitió cinco carreras y seis hits, incluyendo dos cuadrangulares en cinco innings. Aunque su efectividad subió de 2.97 a 3.48, el zurdo aprovechó el respaldo ofensivo de Nueva York para ganar por primera vez en Camden Yards desde junio de 2016.

Dan Straily (1-4) cargó con el revés al permitir cuatro cuadrangulares, dos de ellos de par de anotaciones, en cuatro innings de labor.

Por los Yankees, los venezolanos Torres de 5-2 con dos impulsadas y dos anotadas; Thairo Estrada de 4-2 con dos producidas y dos anotadas.

Por los Orioles, el venezolano Renato Núñez de 3-1 con dos impulsadas y dos anotadas..

Nathalie Alonso /MLB | Foto: Archivo.-


Algunos años, es con champán. Otros, con cocteles. Pero de una manera u otra, el receptor venezolano de los Mets, Wilson Ramos, celebra cada 11 de noviembre como si fuese “un cumpleaños”.

Fue un día como ése, en el 2011, que las autoridades venezolanas liberaron a Ramos de los secuestradores que lo habían raptado frente a la casa de su familia en su natal Valencia, con la intención de pedir rescate. Después de una intensa búsqueda policiaca que duró dos días y terminó con un tiroteo en las montañas al oeste de la ciudad, Ramos regresó a su casa, ileso.

Sobresaltado, sí. Pero sano y salvo.

“Siento que yo volví a nacer ese día”, manifestó Ramos hace poco en el Citi Field. “Trato de disfrutarlo al máximo, porque fue un día muy especial. Un día súper maravilloso, en el cual volví a ver a mi familia, a mi madre, a mi padre, a mis hermanos”.

Ramos tenía 24 años y acababa de terminar su temporada de novato con los Nacionales al momento de ser secuestrado. Para cuando se reportó al campamento primaveral de Washington en el 2012, ya tenía la fecha de su liberación tatuada en forma numérica (11-11-11) en la parte interior del antebrazo izquierdo, junto con un verso de la Biblia.

Decir que Ramos tiene suerte de estar vivo es quedarse corto; el tatuaje le impide olvidarlo.

“Conozco muchos casos en mi país en los cuales esas personas no regresan a sus hogares, no vuelven a ver a sus familias”, expresó Ramos. «Por eso yo digo que volví a nacer, porque de verdad Dios me dio la oportunidad de salir ileso de eso y fue como otra oportunidad de vida”.

Cincuenta y un horas

En el 2011, Ramos registró promedio de .267 con 15 jonrones y 52 carreras producidas en 133 juegos por Washington y terminó en el cuarto lugar en las votaciones para el premio al Novato del Año en la Liga Nacional. Pero fue otra cifra, los US$415,000 que devengó esa temporada, la que presuntamente llamó la atención de los hombres armados que lo hallaron afuera de su casa en el barrio de Santa Inés de Valencia alrededor de las 6:45 p.m. el 9 de noviembre, lo metieron en una camioneta frente a su familia horrorizada y salieron huyendo.

En la cabaña donde lo tenían, rodeado por lo que llegó a describir como “prácticamente una selva”, Ramos no conseguía el sueño. No tenía apetito de las arepas que le ofrecían sus captores. Aunque no sabe exactamente cuántas libras bajó, recuerda verse más delgado cuando su odisea terminó después de unas largas 51 horas.

Ramos le dijo a un canal del estado en Venezuela que los secuestradores se burlaban de él y que hablaban del dinero que iban a extraer a costa suya. Los últimos momentos de su cautiverio estuvieron entre los más aterradores, ya que los secuestradores y la policía intercambiaron disparos, aunque, según el gobierno venezolano, no hubo fatalidades.

“Nadie está preparado para vivir una experiencia como ésa, de sólo pensar en no regresar a casa, en no volver a ver a tu familia”, dice Ramos. “Fue bastante traumático para mí”.

Aunque se cree que Ramos es el único ligamayorista que ha caído en manos de secuestradores en Venezuela, los familiares de jugadores de las Mayores han sido blanco durante años en un país en el cual la instabilidad económica ha engendrado el crimen y la violencia. Las madres de los ex lanzadores Ugueth Urbina y Víctor Zambrano fueron secuestradas, al igual que un hijo y otros dos familiares del cátcher Yorvit Torrealba; todos fueron rescatados con vida. El hermano del ex receptor Henry Blanco no corrió con la misma suerte.

El caso más reciente se produjo en febrero del 2018, cuando la madre del receptor de los Piratas, Elías Díaz, fue raptada y rescatada a los tres días.

Los secuestros no representan el único peligro que corre un deportista profesional en Venezuela. Luis Valbuena y José Castillo fallecieron en diciembre en un accidente automovilístico que se produjo cuando el vehículo en el que viajaban de la capital de Caracas a la ciudad de Barquisimeto se accidentó, al intentar el chofer evitar un obstáculo colocado en la carretera por asaltantes.

No obstante, Ramos dice que el secuestro lo tomó por sorpresa.

“Siempre he sido una persona que le gusta ayudar a los demás. He estado siempre con mis amistades, con mis vecinos, siempre he sido esa clase de persona”, manifestó Ramos. “Fue algo que no me lo esperaba. Súper doloroso”.

Por otro lado, fue grande el apoyo que sintió de su comunidad.

Mientras las autoridades buscaban a Ramos, sus fans organizaron vigilias, no solamente en Venezuela, sino también afuera del Nationals Park. Lo segundo fue un gesto que tomó por sorpresa a Ramos, dado que había disputado apenas una temporada completa en la capital estadounidense.

“Me conmovió bastante lo que hizo la fanaticada en Washington”, dijo Ramos. “Me brindaron un apoyo súper enorme. No me lo esperaba. Eso me hizo sentir bastante contento”.

Hacia adelante

Fuera del tatuaje, el secuestro no dejó huella física en Ramos; sus cicatrices fueron de las que no se ven.

Se alarmaba de escuchar cualquier ruido. En ocasiones, le costaba quedarse dormido. Y dormir no siempre era un escape.

“A pesar de estar [en Estados Unidos], sabiendo que no me iba a suceder nada, muchas veces me despertaba a media noche porque escuchaba algún ruido y tenía pesadillas de que podían llegar y agarrarme otra vez y llevarme con ellos”, cuenta Ramos.

Con su familia residiendo aún en Valencia, vivía con un terror constante de que algo semejante pudiera sucederle a una persona allegada.

La verdad que fueron muchas cosas las que viví y varios años los que tuve eso en mi cabeza, pensando en ese daño que me pasó a mí”, dice Ramos. “No quisiera deseárselo a nadie, no quisiera que le sucediera a nadie en mi familia porque sería el mismo dolor lo que viviría”.

Los Nacionales le recomendaron que fuera a psicoterapia. El hombre apodado “El Búfalo” no lo consideró necesario.

“Traté de hacerme el fuerte, pensando en que yo lo iba a superar”, dice Ramos. “El día a día aquí en mi trabajo me iba a ayudar a superarlo, el venirme para acá a Estados Unidos me iba a ayudar a superarlo, porque es un país donde no se ve ese tipo de cosas. De verdad que gracias a Dios pude lograrlo”.

Pero Ramos no se fue inmediatamente de Venezuela después del secuestro, en parte porque estaba ansioso por volver al terreno de juego.

Apenas 11 días después de haberse tirado al suelo al escuchar disparos, Ramos estaba agachado detrás del plato para su debut de temporada con los Tigres de Aragua, como tenía previsto hacerlo desde el momento en que regresó a Venezuela tras la conclusión de la campaña de Grandes Ligas.

“Muchas personas me decían que me fuera del país. Que por qué no me había ido. Yo simplemente le di la respuesta que no estaba preparado para irme del país a pesar del daño psicológico que viví, de lo que me sucedió. Una de las cosas que me iba a ayudar a mi iba a ser seguir jugando béisbol y de verdad que me ayudó bastante”.

De regreso al terreno

El 9 de noviembre del 2011, la vida le sonreía a Ramos.

Había firmado con los Mellizos siete años antes, unas semanas antes de cumplir 17 años. Pasó a los Nacionales en un cambio en julio del 2010. Cuando Washington lo convocó al equipo grande esa temporada, el ídolo de su niñez, el puertorriqueño y futuro Salón de la Fama Iván Rodríguez se convirtió en su compañero de equipo. El día que fue secuestrado, ya había comprado una casa nueva para su familia en Valencia, pero aún no se habían instalado.

La ironía de verse en peligro como consecuencia de haber logrado sus sueños no pasó desapercibida.

“Es algo doloroso, porque nosotros desde chiquitos luchamos por lograr este sueño de jugar béisbol, de jugar en Grandes Ligas, y me pasa algo por ser pelotero”, señala Ramos.

Pero Ramos considera que fue precisamente el béisbol fue lo que le permitió salir adelante. “El estar aquí jugando lo que sé hacer, haciendo lo que sé hacer, me ayuda bastante a despejar mi mente”, dice, a la vez que echa un vistazo alrededor del Citi Field desde la cueva de los Mets. Aunque también ha tenido sus malos momentos en el terreno de juego.

En el 2012, sufrió desgarres en el menisco y el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha a mediados de mayo y tuvo que someterse a dos cirugías. Debido a ésas y otras lesiones, disputó apenas 191 juegos a nivel de Grandes Ligas del 2012 al 2014. Luego en el 2016, faltando cinco juegos de temporada regular por disputar, justo cuando estaba en posición de cobrar como agente libre después de una campaña en la que bateó .307 con 22 jonrones y 80 remolcadas en 131 juegos por Washington y fue convocado al Juego de Estrellas, sufrió otro desgarre en la rodilla derecha.

Aun así, los Rays lo firmaron por dos años, dándole la oportunidad de completar su rehabilitación y reestablecer su valor. Eso fue justo lo que hizo Ramos, quien fue convocado al Juego de Estrellas el año pasado antes de ser canjeado de los Rays a los Filis. En diciembre, firmó con los Mets por dos años y US$19 millones.

Dice Ramos, “A pesar de que sucedió esto tan malo para mí en mi carrera (en el 2016), se me abrieron puertas las cuales me hicieron seguir trabajando duro, seguir enfocándome y dando el 100 por ciento. Después de muchas cosas malas, cosas buenas también vienen”.

Final feliz

Con los años, a medida que los ligamentos en su rodilla se desgarraban y sanaban, la mente de Ramos también se recuperó.

Convertirse en padre de familia lo ayudó.

Hoy en día, los malos recuerdos ya no perturban su sueño ni lo atormentan cuando está en la playa o en la piscina con sus hijos, Antonella, de 4 años, y Wilson Jr., de 1, quienes disfrutan el agua tanto como él. En enero, él y su esposa, Yely, celebraron su quinto aniversario de bodas. La familia vive en Miami durante el receso de temporada.

“No hago más que pensar en su bienestar en salir a mi trabajo a tratar de luchar por darles un buen futuro”, dijo Ramos sobre su familia. “Ese tipo de cosas son las que me han hecho que no recuerde más ese mal momento”.

Sus tatuajes más recientes corroboran sus palabras: Ramos lleva el nombre de Antonella en la parte de adentro del antebrazo derecho y el de Wilson Jr. en la parte exterior. Ambos tatuajes son más grandes y llamativos que el “11-11-11” en su otro brazo.

Como sus compatriotas, Ramos se mantiene pendiente de la crisis política y humanitaria que vive ahora mismo Venezuela. Incluso hubo un momento durante los entrenamientos primaverales en el que la preocupación por sus seres queridos llegó a ser tanta que le pidió al manager Mickey Callaway un día libre para despejar la mente. Lo pasó en un parque de agua con sus hijos.

Pero el secuestro es algo en lo que se pone a pensar solamente cuando alguien toca el tema.

“Para mí, eso es un libro cerrado, una historia muerta”, afirma Ramos.

El 11 de noviembre es la excepción. Ése es un día para reflexionar y celebrar.

“Aprendí ese día a valorar más la vida, el día a día”, dice Ramos. “Se me dio la oportunidad de hacer una vida con mi esposa, de casarnos, de tener mis dos hijos. De verdad que eso es una manera muy bonita de ver la vida desde otro punto de vista.

“Ellos me ayudaron a olvidar ese mal momento y ya no hago más nada que pensar en ellos y vivir para ellos y dar lo mejor de mí por ellos”..

MLB | Foto: Archivo.-


El venezolano Germán Márquez ponchó a siete a lo largo de ocho innings dominantes y los Rockies de Colorado superaron el martes 5-0 a los Piratas de Pittsburgh.

Márquez (5-2) cedió tres hits, otorgó un boleto y no permitió que corredor alguno alcanzara la tercera base para que los Rockies cortaran una racha de cuatro derrotas. Márquez mejoró su foja a 4-1 en cinco aperturas contra los Piratas y redujo su efectividad a 2.08 fuera del Coors Field.

Charlie Blackmon se fue de 5-3 para Colorado, incluido un triple de dos anotaciones bosque izquierdo ante Chris Archer (1-4) en el cuarto capítulo. Story disparó cuadrangular por segundo juego consecutivo cuando su tablazo profundo al jardín izquierdo en el tercer episodio salió del guante de Bryan Reynolds y terminó en las gradas.

Esa fue ofensiva más que suficiente para Márquez, quien otorgó a los Rockies apenas su segunda victoria durante su actual gira de ocho encuentros al blanquear a los Piratas.

Archer aceptó cuatro carreras –tres limpias– en cinco entradas, con dos pasaportes y tres ponches para colocar su efectividad en 5.55. Necesitó de 92 lanzamientos para sacar 15 outs.

Márquez, en tanto, hizo 104 lanzamientos para navegar durante ocho entradas completas.

Por los Rockies, el venezolano Márquez de 3-1 con una producida.

Por los Piratas, El venezolano Francisco Cervelli de 2-1 y Elías Díaz de 1-0..