Tony Cittadino (Caracas).- Los dolores de cabeza con Italia se han vuelto costumbre. El debut de la Nazionale en la UEFA Nations League dejó más dudas que certezas. Lo mostrado ante Polonia y, en especial, contra Portugal, nos dejó muy preocupados de cara al futuro que le espera a la selección dirigida por Roberto Mancini.
La Azzurra parece no tocar fondo. Es una pesadilla. Todavía no ha pasado el terremoto de no haber clasificado al Mundial Rusia 2018 y sigue la incertidumbre. Un juego sin ideas, falto de actitud y con muchísimos errores, no presagia nada bueno. Italia sumó un punto posible de seis y está obligada a ganar los próximos encuentros del nuevo torneo de la UEFA, para no descender a la Liga B.
El panorama no es alentador, por más que queramos ser optimistas. Ante los polacos se sacó un empate in extremis, por un penal a menos de un cuarto de hora para el final. Sí, se mejoró mucho en la etapa complementaria, pero no fue suficiente. Mario Balotelli caminó en la cancha. Ni se vio. Pareciera tener los días contados en su regreso a la selección, pero seguramente Mancini le seguirá dando oportunidades. Bueno, traerlo de vuelta con este director técnico era la única forma de regresar a la selección y, en realidad, no estamos en contra.
Sin embargo, lo que más alarma fue la imagen mostrada este lunes contra Portugal en Lisboa. Derrota de un gol por cero, que pudo haber sido una goleada si no fuera por la mala puntería de los lusitanos y las milagrosas intervenciones del portero Gianluigi Donnarumma, quien es de los pocos en aprobar el examen de estos dos importantes compromisos. Ah, contando además con la “fortuna” de que Cristiano Ronaldo no fue parte del grupo por mantenerse entrenando con la Juventus.
Mancini revolucionó el 11 inicial, con nueve cambios con respecto al juego del viernes. Sólo repitió a Donnarumma y a Jorginho, quien deberá mostrar algo más si quiere seguir vistiendo la camiseta Azzurra. El mediocampista, que anotó el gol de penal frente a los polacos, estuvo tímido y, en ocasiones, fuera de ritmo ante los portugueses. Nada que ver con el Jorginho que tanto amaron en Napoli. Ni la sombra. De hecho, a nuestro parecer no ha rendido desde que debutó en el juego de playoff contra Suecia.
En la previa del duelo, el estratega anunció que haría cambios porque 72 horas no eran suficientes para recuperar a los jugadores. Nos preguntamos, entonces, cómo hacen las otras selecciones y cómo se ha hecho toda la vida cuando toca disputar partidos en fecha FIFA en menos de una semana. Apoyamos el hecho de ir probando piezas nuevas, para que arranque la nueva Italia, pero sentar a Bonucci y Chiellini en un duelo tan importante prende las alarmas. Pareciera un golpe en la mesa de carácter.
Hay quienes dicen que estos juegos son para eso, para probar. Pero esto es una copa, un torneo nuevo. No son amistosos. Pensamos que pudo haber probado con un equipo mixto. Salir con los titulares lógicos y darle entrada a los recambios en la segunda parte. Pero no. Italia inició el juego con Romagnoli y Caldara en defensa y el desempeño en la última línea fue un desastre.
Además no hubo conexión del mediocampo en adelante. Nadie que tomara la iniciativa para arriesgar. Jorginho no tuvo apoyo y cómo costaba llegar al área tocando. Adelante estaban Immobile y Zaza. Poco o nada. Aunque el delantero del Torino se vio mejor que el de la Lazio. Punto para Mancini, fue darle cabida a Federico Chiesa, quien se vio bien en el ataque en ambos juegos. Debe tener continuidad tanto en la selección, como en la Fiorentina.
Sin embargo, nos seguimos preguntando por qué el técnico no salió con Bernardeschi, Insigne y Belotti de titulares. El Juventino fue de los mejores contra Polonia. El del Napoli tuvo un bajón en el juego pasado, pero es lo mejor que tiene Italia en creación. El delantero del Torino pide a gritos la titularidad de la selección, tanto por edad, como por juego y forma física.
Ahora, Italia está obligada a ganar en su visita a Polonia (14 de octubre) y en casa contra Portugal (17 de noviembre), además de comenzar a ligar resultados favorables entre sus rivales. Descender de categoría en la Nations League sería un duro golpe, pero más lo sería quedarse fuera de la Eurocopa 2020. El sorteo es en diciembre y el tiempo está en contra.
Esperamos que puedan planificar mejor las cosas y salir a jugar con el mejor talento posible. Tampoco es que Italia tiene una selección tan mala, como para estar en esta tortura. Basta recordar que con jugadores muy similares, Conte arrancó aplausos en la Eurocopa 2016, ganando a Bélgica, España y perdiendo en penales en cuartos de final contra Alemania. Ya fue suficiente con la humillación de no ver a Italia en un Mundial.
Foto: EFE.