Opinión: Rubiales, Hermoso, el feminismo y la política en España

Tony Cittadino (Madrid).- Vergonzoso es poco el adjetivo que puede definir todo lo que ha pasado desde hace casi dos semanas, tras el título obtenido por España en el Mundial Femenino y el famoso beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso.

Es lamentable que todavía se siga hablando más del bochornoso acto Rubiales, que ha sido condenado por todo mundo y del cual, los partidos políticos en España y el feminismo radical, buscan sacar provecho. No se podía esperar menos.

Tratan de pescar en río revuelto y no es un secreto. La derecha ha sido más tibia a la hora de fijar posición, pero la izquierda, con personajes como Irene Montero y Yolanda Díaz, ha ido con todo contra Rubiales.

Tienen rabo de paja y se acercan a la candela. Avivan la tan hoy popular tendencia de que tienen que tener la razón porque sí. No hay espacio para el análisis, la investigación, el debate o, simplemente, tomar distancia y disentir. Tienen la razón y punto. Poco vale el que piensa diferente. Hoy en día, no se vale no estar de su lado, pero hablan de inclusión y de respeto.

Valdría la pena tomar una pausa para pensar hasta qué punto las denuncias emitidas por ambas pueden tener validez y credibilidad, sin que se caiga en el sesgo político y en el feminismo radical. Pero resulta que Rubiales, quien se equivocó y debe renunciar,  ha estado en el foco de la noticia y acusado de “violencia sexual” y machismo.

Su actitud no tiene justificación alguna, más viniendo de ser la máxima autoridad en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pero el teatro que se ha montado en España, parece exagerado. Se ha llegado al punto de que la posible investidura de Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo para formar gobierno, pase a un segundo plano. No ha sido la noticia más importante, cuando debería serlo.

Paciera que no existe el derecho a la defensa, a la presunción de inocencia y a un juicio, que no ha comenzado en tribunales, pero sí en las calles y en las tribunas políticas y en los medios de comunicación. No hay espacio, ni tiempo, para un respiro. La situación se les fue de las manos a las dos partes.

En medio de todo este maremágnum, Hermoso se mantiene apartada y en silencio. No ha dado declaraciones en los medios y, en tres ocasiones, ha cambiado la versión de los hechos. Esto más allá del comunicado emitido por su agencia y los vídeos que ruedan por internet, en medio de risas y bailes que, parecieran, restar importancia al polémico beso, que, insistimos, no tiene justificación.

“Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho”, declaraba Hermoso en un comunicado en el que renunciaron a la selección española femenina un total de 81 jugadoras, incluidas las 23 campeonas del mundo.

Horas más tarde, renunciaron 11 integrantes del cuerpo técnico de Jorge Vilda, dejándolo solo. Su futuro parece tener las horas contadas y, todo indica, que el presidente encargado de la RFEF, Pedro Rocha, no le renovará.

Una encrucijada

Ahora, Hermoso está contra la pared. Si decide denunciar a Rubiales en la Fiscalía, se expone a un proceso penal. Si no lo hace e intenta parar esta bola de nieve, dejará mal parado a los factores que, de seguro, estarán presionando para que siga adelante.

Es una encrucijada en la que la decisión que tome, será criticada y, todo indica, que esto no va a parar en el corto, ni en el mediano plazo.

Para tener una idea del escándalo, las denuncias han llegado hasta la ONU en un comunicado apoyado por el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, otro nombre que invita a hacer una pausa y a pensar qué intereses pueden estar detrás todo esto.

El único organismo que se movió con rapidez, fue la FIFA. Actuó de oficio y suspendió por 90 días a Rubiales, exigiendo además que no contacte con la jugadora de modo personal o por terceras personas. Si no es una orden de alejamiento, se le parece y mucho.

La mejor declaración en medio de esta ola de comunicados y dimes y diretes, la ha tenido el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos Díaz, quien el viernes pasado remitió la documentación necesaria al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), para que puedan apartar del cargo al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

“Ni son suficientes las explicaciones, ni es suficiente no dar más pasos que es lo que le pedía el Gobierno de España. Tenemos la carátula del inicio del expediente, pero nosotros respetamos los procedimientos judiciales por lo que yo no voy a valorar jurídicamente lo que la Fiscalía está investigando, pero si la Fiscalía pide nuestra colaboración, la tendrá”, dijo en la rueda de prensa, en la que fue comedido y respetuoso.

Lo cierto, es que Rubiales se equivocó y se las puso “bombita” al movimiento feminista radical. Y decimos radical, porque por supuesto que son válidas las luchas y los hechos por los que las mujeres batallan contra las violaciones y el machismo, que claro que existe y no se puede permitir. Pero, el problema es cuando los extremos se tocan. Un exabrupto no puede justificar a otro.

No se han separado las cosas y se confunde un acto bochornoso, con uno criminal. Diferencias, las hay y la ley es la que tiene que valorarlo y juzgarlo. No hay que darle más vueltas.

Rubiales contra el sistema

El problema no es de forma, sino de fondo. Por más euforia que pudiera haber en el momento, Rubiales se equivocó y debe aceptarlo. Apartando el gesto en el palco presidencial agarrándose los genitales, no tenía por qué darle un pico a una jugadora ¿A cuenta de qué o, con cuál antecedente o lazo de amistad, puede proponer un beso en la boca?

El directivo no estaba claro del momento y espacio. O quizás, sí, por su temperamento. Se encontraba en una premiación y tenía que comportarse. Celebrar como suele suceder, con un abrazo efusivo o un beso en la mejilla.

Pero, Rubiales, lejos de bajar el tono y apegarse a las investigaciones que puedan hacerse, se ha parado firme contra el sistema y contra la propia RFEF, que el lunes le pidió la dimisión tras una Asamblea Extraordinaria.

Todo esto sin contar que la relación de Rubiales con la prensa española no es buena desde el inicio. Ha sido polémica tras polémica. Fue electo en 2018, pensando que los días de vicios de Ángel María Villar, podrían olvidarse. Pero, no.

A dos días del debut de España en el Mundial Rusia 2018, destituyó a Julen Lopetegui, quien había acordado con el Real Madrid para sumarse al banquillo blanco al final de la Copa del Mundo.

Luego vino el escándalo por el contrato de la Supercopa de España con Gerard Piqué, la fiesta de Salobreña con fondos de la RFEF, la polémica por un chat de WhatsApp hablando mal de equipos españoles y, el año pasado, la renuncia de 15 jugadoras a la selección femenina tras la Eurocopa.

No obstante, decidió darle un espaldarazo a Vilda y la jugada salió bien. Muy bien. El domingo 20 de agosto alcanzaron la gloria, al vencer a Inglaterra y ser campeonas del mundo, pero todo ha pasado a un segundo plano.

Un beso terminó siendo la noticia y no una hazaña deportiva, que quién sabe cuándo se volverá a repetir. Si es que se repite.

Foto: Getty Images

Opinión: Ronald Acuña Jr. y el «beisbol moderno»

Tony Cittadino (Madrid).- El tema del momento en Venezuela y las redes sociales tiene a Ronald Acuña Jr. como protagonista. El grandeliga de los Bravos de Atlanta celebró su primer jonrón en finales de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) con los Tiburones de La Guaira, pero lo hizo a su manera: con un «perreo» que luego desató problemas en las tribunas con la familia. Todo mal.

El tema de Acuña con las celebraciones, no es nuevo. Es parte del «beisbol moderno», ese al que todavía no nos acostumbramos con celebraciones exageradas, irrespetuosas con el juego y subidas de tono. Siempre he pensado que hay códigos no escritos y más en el beisbol. Pero, así son las cosas ahora en el mundo moderno, en el que todo se viraliza en busca de vender más y generar contenido en las redes sociales.

Lejos de tener un freno, van en aumento en la pelota y, todo indica, que se va a mantener también porque  hay que tomar en cuenta la brecha generacional. A los chamos de ahora, les gusta y les interesa. Momentos, épocas, referencias, jugadores y reglas diferentes.

Pareciera como una competencia a ver quién es más fanfarrón y demostrar «poder» en el terreno. El jonrón, como tal, dejó ser el show y el centro de atención y, ahora, el protagonista absoluto es el jugador. Eso puede gustar mucho en las Grandes Ligas, pero todavía no se digiere bien en Venezuela. No porque el fanático sea atrasado a la época o «tercermundista», porque el venezolano no tiene término medio: o todo es muy bueno o todo es muy malo, sino porque pienso que es más pasional y emocional. Menos racional. El equipo y sus colores son sagrados y, más, en una afición como la del Caracas, por citar un ejemplo.

Muchos me llamarán anticuado, pero yo sigo siendo de la vieja escuela y así moriré. Esa con la que crecí y en la que había clase, respeto y elegancia, por muy consagrado que fuera el jugador, tanto en Venezuela, como en Estados Unidos. También hubo peloteros con problemas de conducta, siempre será así. ¿Qué todos no eran unos santos?, es verdad ¿Qué hubo celebraciones subidas de tono?, también ¿Qué hubo tánganas y momentos tensos?, es innegable. Es parte del juego y siempre ha existido, pero lo que sucede, al menos, de un lustro para acá en la industria, va mucho más allá.

Es imposible ver el jonrón de Acuña y pensar cómo hubieran reaccionado los peloteros de la vieja escuela que jugaron finales y no quiero citar nombres, para no herir susceptibilidades. Mínimo, un pelotazo a las costillas en el siguiente turno. Menos mal que no pasó, tanto por lo peligroso de un envío al cuerpo con esa velocidad, como porque ahora, los jugadores, dicho por el propio Gleyber Torres, aceptan ese tipo de acciones porque es el «beisbol moderno». Y pensar que vimos grandes batazos en finales, desde José Francisco Malavé, pasando por Robert Pérez, Bob Abreu, Miguel Cabrera e, incluso, el de Grégor Blanco al «Kid» Rodríguez, sólo por citar algunos.

Creo que no me equivoco al decir, que ni siquiera Miguel Cabrera, tuvo una actitud similar a la de Acuña Jr en su mejor momento en Venezuela o Estados Unidos. Hubo episodios polémicos, pero jamás a estos niveles. Y cito a Cabrera como referencia, por ser el más completo y mediático en la época dorada de los Tigres de Aragua. Para tener la situación en contexto.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención, es lo normal que ahora se ven la celebraciones con patadas y gritos. Esto no es un tema sólo de Acuña Jr, porque no hay que hacer leña del árbol caído, ni mucho menos. Tengo años viendo celebraciones, hasta en las Grandes Ligas, que dejan mucho que desear. A mí, no me gustan. Las respeto, pero no las comparto y, también, respeto al que le guste. De eso, se trata la democracia.

La celebración de Acuña Jr, era de esperarse. A mí, no me sorprende. Era «lógico» que ante los abucheos de la fanaticada del Caracas, no iba a desaprovechar la oportunidad para gozarse su batazo y que ello, más adelante, también provocara reacciones airadas de parte de los jugadores melenudos, que terminaron ganando el juego ocho por seis y pasaron a liderar la final dos juegos por cero.

El bateador derecho inmortalizó el momento, nada más y nada menos, que en una final. Difícilmente se olvidará, pero creo que no tendrá el impacto emblemático deseado, sino más bien, a la inversa.

El tema de fondo, creo que va más allá y es que la fanaticada, no sólo del Caracas, está molesta por el hecho de que el grandeliga venezolano jugara la final de la LVBP con La Guaira y no consiguiera el permiso, de momento, para hacerlo con Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol.

Eso, al menos, es lo que se conoce extraoficialmente, aunque el jugador ha dicho que la aprobación de los Bravos no depende de él. Sin embargo, el entorno está convulsionado y comentarios como los hechos por Cabrera en las redes sociales, dan a entender que las cosas no están bien con el jugador de La Sabana. Eso sí, no existe priorizar a un equipo por encima de una selección. En cualquier deporte. Esa, no existe, por muy regionalista que sea.

Por otro lado, creo que todo estuvo mal luego del jonrón de Acuña Jr. Tanto lo sucedido en las tribunas del Universitario con la familia, que no tiene por qué aceptar insultos, pero también saber reaccionar y entender que es figura pública y le afecta, pasando por los comentarios en las redes soociales del padre y, luego, el anuncio de retirarse de la LVBP en Instagram. Al cierre de esta columna, la cuenta de Acuña Jr. en no aparecía en esa red social.

El respeto, hay que ganárselo y dar el ejemplo. No debe ser negociable. Tanto de los fanáticos, como de los jugadores. Es una relación mutua. El fanático tiene que aprender a respetar, porque comprar una entrada no da derecho a insultar, mientras que el jugador se debe al público y a ser profesional. Es una línea delgada, que muchos han sabido llevar, por más acérrimo que sea el rival. Si das, vas a recibir. Para bien o para mal. Todo parte desde la educación.

Acuña tiene apenas 25 años y, ahora, es que le queda carrera, que ha sido brillante hasta el momento. De hecho, fue un lujo y agradezco que debutara en la LVBP. Ahora todo está muy reciente, pero debe quedarse con lo bueno, centrarse, enfocarse, escuchar consejos, tener humildad y aceptar las críticas constructivas. Desechar lo malo, porque siempre va a existir. No ponerse la altura del fanático y demostrar por qué es uno de los jugadores más cotizados y está en la élite.

En las próximas horas quedará por ver si Acuña decide abandonar, definitivamente, a Tiburones en la final y no jugar más, que sería peor. Además, conocer las reacciones del cuerpo técnico, que ya contaba con él y saber y entender que en este lamentable episodio, pierden todos: Acuña Jr y el espectáculo.

Foto: Fernando Oduber (Prensa Tiburones)

Opinión: La acertada decisión de continuar con Mancini y minimizar riesgos

Tony Cittadino (Mallorca).- No hay tiempo que perder y menos para inventar. Este lunes el director técnico de Italia, Roberto Mancini, confirmó que seguirá al frente de la selección Azzurra, a pesar de que el jueves quedó fuera del Mundial Qatar 2022. Italia se quedará dos veces seguidas sin la Copa del Mundo, por primera vez en la historia.

Pensamos que la confirmación de Mancini, es la decisión correcta y se minimizan los errores. Hay una base para volver a arrancar y no hacerlo desde cero. Primero, porque es un respaldo al gran trabajo que ha hecho en los últimos cuatro años. Sí, no clasificar al Mundial es un fracaso. Pero, sería injusto dejar a un lado el trabajo que ha llevado adelante, especialmente en una época post Gian Piero Ventura en la que nadie quería aceptar el cargo de seleccionador.


“Voy a continuar porque todavía estoy joven y quería ganar una Eurocopa y un Mundial, pero para el segundo objetivo debo esperar más tiempo. Me gusta el trabajo y sé que puedo divertirme con los muchachos y reorganizar algo importante. Estamos alineados en todo. Ahora pensamos al partido con Turquía y ya, luego, discutiremos mejor las cosas para mejorar de cara al futuro. Hace falta repartir, recordando que en el futuro tendremos eventos importantes”, indicó en declaraciones reseñadas por el departamento de prensa de la FIGC.

Evaluar el ciclo de Mancini por el resultado final, no sería lo correcto. Obviamente perdió el partido más importante en la ruta a Qatar, pero fue el único. Lo irónico es que Macedonia mató a Italia con catenaccio. Lamentablemente las cosas salieron así y, seguimos pensando, que el boleto al Mundial salió volando en Roma con el penal fallado por Jorginho.

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En Italia, no hay tiempo que perder. Y no de ahora. Al menos, desde hace una década. Ya no vale la pena seguir lamentándose y hay que aceptar la realidad. Durante los últimos días, la prensa italiana estuvo especulando acerca de la posibilidad de un posible sustituto para Mancini. Las opciones iban desde Gennaro Gattuso, pasando por Andrea Pirlo y finalizando en un tándem entre Fabio Cannavaro y Marcello Lippi, campeones en Alemania 2006, la última gloria Azzurra en los Mundiales.

Sin embargo, la medicina podría ser peor que la enfermedad. En estos momentos, no vemos a otro capaz de continuar al frente de la selección que no sea Mancini. Por razones de tiempo, por saber manejar al grupo y llevar adelante el cambio generacional, que, ahora deberá profundizar mucho más.

El éxito de Mancini con Italia, va más allá de la racha mundial de 37 partidos sin perder o del triunfo en la Eurocopa en Wembley. No tiene que ver con romanticismo, sino con mérito. Cambió el juego a un estilo ofensivo y de posesión de balón, en una versión mejorada de lo que hicieron en la última década Cesare Prandelli y Antonio Conte. Centró la base de la selección en jugadores como Federico Chiesa, Nicolò Barella, Nicolò Zaniolo, Domenico Berardi, Sandro Tonali y compañía. Le regresó la competitividad, el hambre de triunfo y el juego vistoso. El amor por la camiseta a los jugadores y volvió a enamorar a los fanáticos de la selección, aunque ahora recibieran un duro golpe.

Pero, el problema de Italia, no es continuar o no con Mancini. Podrán buscar a otro y será igual o peor. Es un problema de fondo y no de forma, que va más allá de lo básico y que no tiene solución a mediano plazo. En 2026, serán al menos 12 años sin Mundial. Una generación completa. Por eso, esta eliminación es mucho más dura que la de 2017. Para entonces, el ciclo de Ventura no tenía ni pies, ni cabeza y, si se comparan las declaraciones de jugadores, ex jugadores y ex directores técnicos, es lo mismo que hoy: hay que dar espacio a los jóvenes y refundar el sistema.


Sin embargo, la solución no es fácil. Cerca del 65% de los jugadores en Italia son extranjeros y los grandes clubes no tienen un delantero italiano top. Eso sin contar, que Mancini tuvo que recurrir a dos jugadores brasileños naturalizados: el defensa Luis Felipe y el delantero Joao Pedro, fueron llamados para debutar en esta fecha y es otro reflejo de la situación del calcio.

Los tiempos de un 9 matador como Christian Vieri o, incluso Luca Toni, se ven lejanos. Eso por no nombrar los Alessandro Del Piero, los Francesco Totti y compañía. Ciro Immobile volvió a quedar en deuda, por más que sea el máximo goleador de la actual temporada (21), que la semana pasada se convirtiera en el máximo anotador en la historia de la Lazio (144) y fuera Bota de Oro 2020 (36).

El verdadero vuelco a la situación, tienen que darlo los equipos de la Serie A. Apostar más por el talento nacional, pero no será fácil, pues además supondría un golpe al espectáculo y las millonarias contrataciones de jugadores que tienen en las nóminas, que van de la mano con el mercadeo, los derechos de televisión y venta de entradas.

De acuerdo a cifras de Sky Sports, la cantidad de extranjeros ha subido, al menos, en los últimos cinco años. En esta campaña hay 368 foráneos, contra 213 italianos. En 2020-2021, 360 vs 234; en 2019-2020, 333 vs 239; en 2018-2019, 320 vs 223 y en 2017-2018, 292 vs 241.

Quizás se tendrá que tomar medidas radicales con una ley que limite la cantidad de extranjeros y comunitarios en los equipos, dando posibilidad a un alto porcentaje de italianos en la cancha. Aunque no garantiza el éxito y que sean de calidad, al menos se tendrá que valorar lo de adentro. Por algún lado hay que empezar.

De momento, Italia deberá enfocarse en volver a ser competitiva y pasar la página. Se medirá el 1 de junio a Argentina en Wembley, en partido llamado La Finalissima, que ya no tendrá el mismo sabor y que enfrentará al campeón de Eurocopa y al campeón de América en un acuerdo entre la UEFA y la Conmebol. El mismo mes comenzará la tercera edición de la Nations League, en la que Italia se medirá a Alemania, Inglaterra y Hungría.


El sorteo de la Eurocopa 2024 es en octubre y las eliminatorias comenzarán en 2023, el mismo año en el que se jugará el Final Four de la Nations League.

En los próximos días, Mancini se reunirá con la FIGC y trazará el plan de trabajo hasta el 2026 y comenzará a buscar alternativas para rejuvenecer la selección. La prioridad será el ataque, en el que Gianluca Scamacca deberá ver más minutos, sin olvidar que hay que buscar un compañero en la defensa a Leonardo Bonucci, que puede ser Alessandro Bastoni, pues seguramente Giorgio Chiellini se retira al final de la campaña.

La decisión de continuar con Mancini es acertada. Toca sacudirse el polvo y seguir adelante. No hay tiempo que perder.

Foto: Prensa FIGC

Opinión: Italia y el arte de complicarse la vida sin necesidad

Tony Cittadino (Mallorca).- Lo de Italia se cuenta y no se cree. Todavía cuesta asimilarlo, por más vueltas que se dé. Los campeones de Europa empataron este lunes sin goles ante Irlanda del Norte en Belfast, para quedar en la segunda posición del grupo C y tener que buscar el boleto al Mundial Qatar 2022 en el tortuoso repechaje que se jugará en marzo del año que viene.

La Nazionale fue incapaz de marcar si quiera un gol a una selección local que no se jugaba nada, por ya estar eliminada, pero que no había perdido, ni recibido goles en casa en las eliminatorias. Del otro lado, Italia llegaba obligada a buscar la victoria y, más aun sabiendo, que debía hacerlo por goleada porque Suiza no iba a fallar. Y así fue. Los suizos le metieron cuatro tantos a Bulgaria (sin contar los dos anulados por el VAR), para finalizar líderes del grupo con 18 unidades, dos más que los italianos, que terminaron invictos con cuatro juegos ganados y cuatro empatados.

Que Italia deba acudir al repechaje, sorprende mucho más que la vez que ocurrió en 2017. Y es que todo iba bien. Para entonces, la selección guiada por Gian Piero Ventura tuvo problemas para sacar resultados y tenía a España en su grupo. En este ciclo, en cambio, estaba en un grupo más accesible, con Suiza como rival más peligroso, pero accesible, con una selección en constante crecimiento que se destacó por buenos resultados, un acertado recambio generacional, un estilo de juego ofensivo y hasta un título europeo.


Sin embargo, la Italia corajuda de la Eurocopa se fue esfumando con la llegada del otoño. Buena parte de la eliminación de este lunes, pasa por el empate en septiembre ante Bulgaria, al igualar 1-1 en el estadio Artemio Franchi de Firenze. Perdieron dos puntos claves en casa, que ayer hacían falta.

Tres días más tarde, llegó otro episodio determinante, pero que podía pasar. La Azzurra empató sin goles en su visita a Suiza, en un duelo en el que Jorginho falló un penal. No era un mal resultado, porque se sumaba afuera, pero fueron superiores en el campo y el resultado fue corto ante un rival directo.

Para entonces, Italia implantaba el récord de 36 partidos sin perder (27 victorias y 9 empates) y seguía líder del grupo con 11 puntos, cuatro más que los suizos, quienes tenían dos partidos menos.

Italia afrontó la Nations League y la carencia de gol continuó, pero logró meterse en el podio al vencer a Bélgica dos por uno en el partido el por tercer lugar. Lo que no estaba en los planes, era el empate del pasado viernes ante Suiza a un gol en Roma, en un duelo en el que Jorginho volvió a fallar desde los 11 metros.

El mediocampista ítalo brasileño cobró un penal al minuto 88, pero su remate se marchó por encima del travesaño. De marcar, hubiera sido perfecto, pues celebraban la clasificación en Roma y se quitaban ese peso de encima. Pero, no fue así. Fue todo lo contrario y, ahora, ese penal pesa muchísimo en una ruta al Mundial que se complica.

Prohibido fallar

Del juego de este lunes, hubo poco y nada en Belfast, sede en la que los transalpinos nunca han ganado. Suman tres empates y una derrota que, por cierto, los dejó fuera del Mundial Suecia 1958.

Italia lideró el grupo durante toda la eliminatoria, pero cedió el primer lugar en el peor momento posible. En la última jornada. En la más importante y a la que tenían que acudir ya con el boleto en la mano.

La oncena no llegó en su mejor forma física y con 11 bajas (Chiellini, Verratti, Immobile, Pellegrini, Zaniolo, Bastoni, Biraghi, Calabria, Sirigu, Kean y Toloi), pero, de todas, la más pesada fue la de Immobile. Italia se quedó sin un 9 fijo y Mancini tuvo que inventar y recurrir a Berardi o Insigne, sin éxito, como tampoco lo fue la apuesta por Belotti.


Se notó la ausencia del delantero de la Lazio, al que le ha costado marcar con la selección, porque Italia generó muy poco juego en ataque. Al menos, él jugaba de espaldas al arco y arrastraba marca, más allá de la poca efectividad y las constantes caídas en fuera de juego. Aquí es dónde se aplica al dedo el dicho de una compañía de seguros venezolana: “Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”.

Ahora queda esperar el día viernes 26 y conocer cómo quedará el repechaje, que estrenará formato y luce complicado. Las selecciones que lo disputarán son Portugal, Suecia, Escocia, Rusia, Macedonia, Polonia, Italia, Gales, Turquía, Ucrania, Austria y República Checa.

El nuevo formato se jugará de la siguiente manera: 12 selecciones irán a la repesca, de las cuales 6 lo harán como cabezas de serie. Se formarán 3 grupos de 4 selecciones y en cada grupo, se juegan 2 partidos (semifinales). Los ganadores, van a una final y el ganador de ese juego, clasifica.

De esas 12 selecciones al repechaje, 10 son de las segundas mejores de grupo y 2 de la Nations League, que tampoco clasificaron (Austria y República Checa). La semifinal se jugará el 24-25 de marzo y la final el 28-29 marzo.

Italia tiene prohibido fallar. Hoy más que nunca. No se puede estar sin jugar una Copa del Mundo durante de ocho años. Dos Mundiales consecutivos sin clasificar, sería una hecatombe monumental y algo inédito para la Azzurra. Da escalofríos de sólo imaginarlo, pero es una posibilidad, que echaría por tierra el gran trabajo que ha hecho Mancini, quien ha llevado con éxito el recambio generacional y le regresó la competitividad a la selección.


Una vez que se conozcan los rivales, hay que prepararse para cuatro meses eternos de presión psicológica e infinitas especulaciones. No hay rival pequeño y hasta el más débil, luce en condiciones, pero Italia siempre es Italia y más aún cuando está herida.

El fantasma de Suecia en 2017 vuelve a aparecer, aunque ahora las condiciones parezcan diferentes. Italia volvió a aplicar el arte de complicarse la vida sin necesidad, aunque tenemos la esperanza de contar con un final feliz, al estar presente en el sorteo de la fase de grupos del Mundial el 1 de abril.

Azzurra, in bocca al lupo.

Foto: Prensa FIGC

 

Opinión: Caracas comenzará noviembre buscando la primera semana positiva

Tony Cittadino (Mallorca).- Los Leones del Caracas comenzarán el mes de noviembre enfrentando este miércoles a los Tigres de Aragua en el estadio José Pérez Colmenares de Maracay, en el inicio de la tercera semana de acción de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

El conjunto capitalino iniciará el mes buscando su primera semana positiva, luego de finalizar octubre y las dos primeras zafras de la campaña jugando para .500. Caracas perdió dos de los tres juegos de la serie del fin de semana ante Caribes de Anzoátegui en Puerto La Cruz, para cerrar la semana con balance de 3-3.

De acuerdo a los datos que registramos desde la campaña 2004-2005, esta es la primera vez que los melenudos comienzan la temporada con dos semanas seguidas jugando para .500 (1-1 y 3-3), al menos desde esa contienda cuando perdieron la final ante los felinos.


Además es la tercera vez que tienen marca de .500 en las primeras dos semanas de la temporada, pero con saldo positivo en una y negativo en otra: En la 2006-2007, dejaron marca de 4-4 (1-3, 3-1) y en la 2010-2011 el registro fue de 6-6 (2-4, 4-2).

En lo que respecta al mes de octubre, hay que tomar en cuenta que en las temporadas 2019-2020 y 2020-2021 no se jugó en el décimo mes del año. Este el tercer mes de octubre, al menos desde la campaña 2004-2005, en el que Caracas juega para .500. Los otros fueron en la zafra 2017-2018 (9-9) y en la 2005-2006 (7-7), año en el que se consagraron campeones de Venezuela y el Caribe con Carlos Subero al mando.

El departamento de prensa de los capitalinos dio a conocer la rotación para la tercera semana. Para el juego de este miércoles ante los Tigres, el abridor será Aliángel Frank López. Luego serpa el turno de José Mujica y Alex Sanabia, quienes retarán a Bravos de Margarita en Macuto.

Los Leones volverán a jugar en el Fórum La Guaira el día sábado 6, cuando se midan a los Tiburones de La Guaira con Kevin Gadea en la lomita. Por cierto que este encuentro será a las 5:00 de la tarde y los melenudos serán el equipo home club.

Caracas cerrará la tercera semana el domingo, cuando reciba a Caribes en el estadio Universitario. El abridor está por confirmar.

En lo que respecta a la segunda semana de acción, los Leones la iniciaron con un valioso triunfo ante los Navegantes del Magallanes, al vencerlos seis carreras por cuatro en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Fue el primer lauro de la serie particular, que en este mes de noviembre tendrá tres juegos pautados en el calendario.

Los “Eternos Rivales”, volverán a jugar el próximo martes 9 en Valencia, mientras que la serie se muda a la capital el 18 de noviembre, casualmente el día del Juego de La Chinita. El lunes 29 volverán a verse las caras en el “Coso de Los Chaguaramos”.


De momento, el trabajo del manager José Alguacil y del cuerpo técnico es positivo. Si bien todavía hay detalles que afinar, se ve una clara diferencia en el juego con respecto a los últimos dos años. Jugar, al menos para .500, será una garantía para tener uno de los cinco puestos para disputar el Round Robin, más aun tomando en cuenta lo pareja de la tabla de posiciones.

De la segunda semana, destacó a la ofensiva Wilfredo Tovar, quien finalizó como el Jugador de la Semana y ganó el galardón por primera vez en su carrera. El toletero derecho bateó para promedio de .421 (19-8), con dos jonrones, cinco carreras impulsadas y siete anotadas.

Además Ángel Aponte, bateó la escalera (hit, doble, triple y jonrón) el pasado viernes en el triunfo ante Caribes (10-7). El jardinero central, que conectó triple y en su primer turno, siendo a su vez su primer hit en la LVBP, se fue de 5-4, con una impulsada y dos anotadas. Es el tercer jugador del Caracas en batear el ciclo, luego de César Tovar (1965) y Jesús Guzmán (2008).

Se espera que esta semana Se espera que para esta se concrete la adición del lanzador derecho Jesús Vargas, quien jugó en las menores de Dodgers de Los Ángeles y fue miembro de la selección Sub23 campeona del mundo. Viene de lanzar en Clase A+, en donde dejó 4.40 de efectividad en 102.1 innings.

 

Así van las series particulares

Zulia (0-0)
Bravos (1-0)
Lara (0-1)
Caribes (1-2)
Magallanes (1-0)
La Guaira (0-0)
Aragua (1-1)

Datos melenudos

-Caracas ha recibido 22 carreras en la temporada en el último tercio de juego y ha anotado 16 en las primeras tres entradas de los compromisos.
-El inning en el que más han fabricado anotaciones es el cuarto, con nueve rayitas.
-En toda la temporada han anotado 42 y recibido 45.
-Leones juega en casa para 0-2 y 4-3 como visitante.

La magia de las guías Datos Sport de Vittorio Fioravanti  

Tony Cittadino (Mallorca).- Creo que no me equivoco si aseguro que las guías Datos Sport fueron un referente para mi generación. La guía ilustrada que llevó adelante Vittorio Fioravanti  en Venezuela, era esperada año tras año con emoción y ése es el mejor legado que puede dejar Don Vittorio, quien falleció este martes 21 de abril de COVID en Caracas.

La publicación fue un éxito desde finales de la década de los 80’, ésa que nos recuerda la Venezuela productiva y pujante que hoy tanto extrañamos y lloramos. La publicación, que era totalmente gratuita, comenzó abordando el fútbol italiano y los Mundiales de Fútbol y luego abarcó la Eurocopa, la Fórmula Uno y la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

Tuve la fortuna de coleccionarlas y puedo decir que es de los tesoros que más valoro de mi biblioteca deportiva, que tuve que dejar en mi país, tras emigrar a España en octubre de 2018. El primer ejemplar que evoco fue del Mundial Italia 90’, pero se perdió. Para entonces, tenía cuatro años, pero recuerdo claramente comenzar a engancharme con la edición de 1993, en la que Roberto Baggio salía en la portada, chutando un balón con la camisa de la Juventus.

El aporte del señor Fioravanti es invaluable, en especial si tomamos en cuenta que para entonces el internet apenas empezaría a dar sus primeros pasos. No había páginas web, ni mucho menos aplicaciones. La guía, era fenomenal. Fotos a full color, estadísticas, calendario, historias y las plantillas completas de los equipos italianos, esos que dominaron la década del 90 y nos llenaron de magia. Los logos de los equipos solían estar en la parte superior izquierda a gran tamaño, al igual que las banderas de las selecciones con un efecto fotográfico que las hacía ondear. Era extraordinaria.

Mi mamá se encargaba de llevarlas a la casa, pues trabajó durante más de 40 años en la fábrica de pantalones Lois. La empresa era una de los patrocinantes, con el siempre brillante y emprendedor señor Giuseppe Mercia a la cabeza, acompañado por su hermano Salvatore y trabajadores como Salvatore Palermo, con quienes nos deleitábamos hablando de fútbol italiano y revisando sus guías al final de la tarde.

Los años fueron pasando y la calidad fue en aumento. Podía leerla todos los días. Nunca me aburría. Siempre buscaba datos interesantes, pues, además, mi papá la usaba como referencia para hacer el noticiero italiano y su programa de música italiana los domingos en Radio Tropical 990 AM. Solía llevarla al colegio, analizarla en el recreo y tener marcados los días de los juegos de la selección italiana.

Era emocionante cada vez que debía salir una nueva edición. Esperaba con ansias el protagonista de la portada. Me preguntaba si podría repetir Alessandro Del Piero, Paolo Maldini o Roberto Baggio. Lo primero que hacía al tenerla, era disfrutar la portada, leer su editorial y, luego, buscar la foto oficial de la plantilla de la Juventus y de Italia, para verificar que estuviera Baggio o Pinturicchio.

Puedo decir, que el trabajo realizado por el señor Fioravanti, junto a su hijo Leonardo y sus distinguidos colaboradores, me acompañó durante tres fases importante de mi vida: infancia, adolescencia y en mi etapa profesional. Si la guía no había llegado todavía a la Lois, la buscaba en el Libro Italiano en Sabana Grande, en la pastelería Doris en la avenida Rómulo Gallegos o en una joyería en el Centro Comercial Concresa.

Una vez que comencé a trabajar en los medios, fue más sencillo pedirla a Héctor Cordido y acercarme a buscarla con emoción a Venevisión, la que también fue mi casa por cinco años. La guía fue también un éxito con el beisbol y una referencia obligada para citar estadísticas de la LVBP. Igualmente para hacer un valioso regalo. Incluso a finales del año pasado, le planteaba a Leonardo la posibilidad de digitalizar las guías y publicarlas, para seguir aprovechando y recordando esos maravillosos trabajos. Sería un archivo interesante.

Hoy, con mucha tristeza, me toca despedir a una persona que fue parte importante de mi vida. No lo pude conocer, pero sí pude hablar con él en una ocasión por teléfono y me sentí realizado. Fue en el Mundial Francia 98, luego del juego entre Italia y Chile que quedó 2-2. No tenía claro el formato de juego con los 32 equipos y quería su opinión de la selección italiana. Me atreví a llamar a su oficina y me atendió con una atención, paciencia y educación, que me hicieron valorar mucho más su trabajo.

Desde esta vitrina, no puedo más que estar agradecido con su trabajo y seguir recordando con cariño y emoción, esas tardes en las que me sentaba a leer y aprender, gracias a su brillante labor.

Estoy seguro que muchos fanáticos y colegas, también se lo agradecerán por siempre.

Dios lo tenga a su lado, señor Vittorio.

La Superliga europea estremeció el fútbol

Tony Cittadino (Mallorca).- Ni siquiera se ha dado el saque inicial y ya la Superliga europea creó un terremoto en el mundo del fútbol. La nueva propuesta de un torneo internacional liderada por 12 equipos fundadores (Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milan, Milan y Juventus), estremeció las bases deportivas y financieras del viejo continente.

La idea de formar una nueva Champions League no es nueva. Venía sonando desde 2018 y, finalmente, se materializó en el papel. Al menos, con formalidad. Pero, ha sido criticada con firmeza desde organismos como FIFA y UEFA, como por clubes, jugadores, ex jugadores y fanáticos. Incluso hasta diplomáticos, como el primer ministro de Francia, Italia o Inglaterra. Ninguno puede concebir que se dispute un nuevo torneo de espaldas a los valores deportivos de competitividad y respeto.

El fútbol, es un negocio. Eso está clarísimo. No hay que ser ingenuos, ni románticos. Igual que lo son los otros deportes. Podemos entender que los clubes quieran estabilizar sus balances financieros, tras ser golpeados por la pandemia. A todos nos ha tocado. Pero, en estos tiempos de tanta inestabilidad, ¿no es mejor administrar mejor el dinero a querer ganar mucho más? La pandemia terminó de explotar una burbuja, que ya venía con grietas por un mercado de fichajes con precios exorbitantes.

El presidente del Real Madrid y de la Superliga, Florentino Pérez, explicó el martes por la madrugada en el programa El Chiringuito, que la idea nació por la necesidad de “salvar al fútbol”, que tiene más de un año jugando con estadios a puerta cerrada y con un descenso considerable en los derechos de televisión.

“Hacemos esto es para salvar el fútbol, salvarlo en general. Intentaremos empezar lo antes posible. Nosotros vamos a hablar con la UEFA y con la FIFA, no sé por qué se tienen que enfadar. Cuando digo salvar al fútbol, es salvar a todos. Ellos han presentado un formato que nadie lo entiende y dicen que van a empezar en 2024. En 2024, estamos muertos. Hay clubes que han perdido cientos de millones. Entre todos hemos perdido 5 mil millones. El Madrid, en sólo dos temporadas, 400 millones. Que el nuevo formado empiece en 2024 es una cosa absurda», explicó el directivo merengue.

El tema no deja de ser polémico. La FIFA y la UEFA no son, precisamente, hermanas de la caridad, pero la gran molestia en general es querer hacer una liga aparte, catalogada de separatista por estos organismos, en la que habría que preguntarse hasta qué punto existe el mérito deportivo.

Ambos organismos amenazan a los clubes para dar un paso atrás y no romper el sistema. De lo contrario, deben atenerse a las consecuencias, que van desde la expulsión de competiciones locales e internacionales, hasta la prohibición a los jugadores a que participen con sus selecciones. Sin embargo, Florentino aseguró que eso no va a suceder. El tiempo lo dirá.

Sin embargo, al ver la lista de equipos fundadores uno se pregunta qué hacen allí clubes como Atlético de Madrid, Tottenham o Arsenal. Incluso el Manchester City ¿qué palmarés de peso tienen para ser un equipo de élite, si, por ejemplo, el Arsenal no ha ganado la Champions y en esta temporada está lejos de los puestos europeos?

Obviamente hay un tema de dinero, que tuvo que ser estudiado. No es sólo contar con el respaldo económico de posibles patrocinantes, sino también hacerlo rentable y perdurable en el tiempo y con unos jugosos contratos de televisión. Nada de esto es improvisado, pero sí puede ser un arma para presionar y pedir mayores ingresos.

El formato de la Champions League ha sido exitoso y se ha fortalecido en los últimos 20 años. Con sus virtudes y defectos, se convirtió en una referencia deportiva y social. Es el gran torneo de clubes, con el que todos sueñan jugar, pero que ahora no es rentable para estos clubes.

Una de las virtudes de la Champions ha sido la emoción de la competitividad. Nada está asegurado. Así ha sido siempre. El Ajax puede sacar a la Juventus, el Deportivo La Coruña al Milan o la Atalanta meterse en cuartos de final en su primera participación histórica. Además brinda la posibilidad a los equipos medianos o pequeños de poder jugar en la gran vitrina europea. Otro tema es que algunos no tengan el nivel para jugar, pero se ganaron su derecho y debe ser respetado.

El formato de la Superliga no deja de ser atractivo, pero hasta cierto punto. Todos queremos ver grandes cruces, con los mejores jugadores y equipos del mundo, pero se corre el riesgo de que se convierta en un torneo monótono y aburrido. Todos los años lo mismo, por más que se incluyan cinco equipos diferentes en cada edición ¿Cuál sería la novedad?

«El deporte no es deporte cuando la relación entre esfuerzo y éxito no existe. No es deporte si no importa perder. No es justo si un equipo lucha y lucha y luego no se puede clasificar porque el éxito sólo está garantizado para unos pocos clubes», dijo este martes el director técnico del Manchester City, Pep Guardiola, en la rueda de prensa, previa al partido de este miércoles ante el Aston Villa.

Además el torneo nació con plomo en el ala. El rechazo ha sido mundial y el resto de los clubes y ligas lo ven como algo desleal. Se sintieron ignorados y burlados y esa mancha será difícil de borrar para los llamados «rebeldes». Por ejemplo, en Italia e Inglaterra, pidieron la expulsión de las ligas de los clubes involucrados.

Los días por venir estarán cargados de nuevas noticias, opiniones y negociaciones. La Superliga dio el golpe en la mesa y mostró sus cartas, pero todo parece indicar que las partes tendrán que sentarse a negociar y pensar bien las cosas.

En juego hay mucho más que una simple competición. El fútbol es un negocio, pero debe existir equilibrio y respeto.

Foto: Web Superliga

La Juve vivió otra noche negra en la Champions

Tony Cittadino (Mallorca).- El sufrimiento y la agonía se han hecho costumbre para la Juventus en la Liga de Campeones. Lo sucedido en la noche del martes ante el Porto, se suma a la enésima ocasión que el equipo italiano fracasa en el torneo continental, siendo esta la tercera vez consecutiva que ocurre y con Cristiano Ronaldo a la cabeza.

La eliminación en los octavos de final a mano de los portugueses es un duro golpe para la entidad bianconera, que se quedó fuera de la competición por marcador global (4-4). La amarga victoria de tres goles por dos no fue suficiente en Turín y se pospone, otro año más, el objetivo de alcanzar la “orejona”. Una obsesión que pesa cada vez más y alarga una sequía sin ganar el torneo a 26 años.

La eliminatoria ante el Porto, un club a priori accesible entre los posibles rivales de octavos de final, dejó lagunas del juego colectivo del equipo, que, a estas alturas de la temporada, es preocupante. A la Juve le cuesta replegarse, concede espacios en la salida y comete errores de concentración en jugadas de rutina. En veremos continúa el futuro de jugadores como Danilo, Aaron Ramsey, Adrien Rabiot y Federico Bernardeschi, además del director deportivo Fabio Paratici, quien no ha podido estar a la altura de su predecesor, Giuseppe Marotta (hoy en el Inter con Antonio Conte).


En los dos juegos de Champions tuvieron un primer tiempo flojo. El desempeño no es consistente, ni constante y hubo demasiadas libertades con el rival. En la ida, el costoso error de Rodrigo Bentancur al minuto de juego, sirvió el gol en bandeja de plata al Porto, equipo que presionó al inicio de la etapa complementaria y volvió a marcar.

En la vuelta, concedieron un penal en los primeros 20 minutos y tocó apretar, otra vez, para buscar el resultado con el agua al cuello. Por fortuna, Federico Chiesa es la nota positiva para la Juve. En la ida marcó el gol que dejó abierta la eliminatoria y este martes, fue una pesadilla para los lusitanos. Anotó dos tantos y creó peligro constantemente, pero fue sustituido por Federico Bernardeschi y el equipo perdió empuje y creatividad en el último cuarto de cancha.

La Juve sacó provecho de jugar con uno más en la cancha, por la expulsión de Taremi al 54’, pero faltó el golpe final para cerrar el juego y demostrar la jerarquía. El peso de la camiseta. Estuvieron a un paso de lograrlo, pero Juan Guillermo Cuadrado estrelló un balón en el travesaño en los minutos finales del tiempo reglamentario. El colombiano fue junto a Chiesa, lo mejor en la cancha para la Vecchia Signora.

A pesar del dominio del balón, a la Juve le sigue faltando ser más directa en ataque. Constantemente llovieron centros al área, buscando a Álvaro Morata y Cristiano Ronaldo, quienes no lograron anotar. El español tuvo un par de ocasiones claras en el primer tiempo y el portugués logró asistir a Chiesa en el primer gol. Además el portero Agustín Marchesín tuvo varias intervenciones memorables y se volvió a notar la ausencia del lesionado Paulo Dybala.


Sergio Oliveira, que había anotado de penal, se encargó de hacer justicia para un Porto que estuvo contra las cuerdas y a ley de un gol para quedar fuera. Estuvo ordenado atrás y dirigido por el experimentado defensor, Pepe. Pero el mediocampista portugués sentenció a los italianos a balón parado, con un tiro libre raso que dejó muy mal parada a la barrera y también al sorprendido portero Wojciech Szczęsny, quien llegó a tocar el balón, pero no lo retuvo y se coló al fondo de la red. Increíble ver algo así en un equipo como la Juve y en una competición como la Champions.

Debe haber reconstrucción

Muy lejanos se ven los años recientes en los que la Juve parecía resurgir en Europa, con un juego compacto, ordenado y ofensivo. Jugó dos finales de la mano de Massimiliano Allegri (2015 y 2017) y era un equipo competitivo, aunque también se quedó a un paso de avanzar de ronda en otras maratónicas llaves: ante el Bayern Múnich en octavos de final en 2016 y contra el Real Madrid en cuartos de final en 2018.

Esta eliminación ante el Porto es la tercera consecutiva, desde que Cristiano Ronaldo llegó al equipo. El estelar delantero portugués fue fichado para ganar la Champions, pero se quedó en cuartos ante el Ajax (2019) y en octavos contra el Lyon (2020). Ni en el peor de los escenarios se podía imaginar un desempeño del club tan catastrófico.

La Juve debe centrarse en reformular el proyecto deportivo, con jugadores que estén a la altura de un equipo que pareciera estar más enfocado en el marketing. Tienen una serie en Netflix y pronto estrenarán otra en Amazon, pero son un cascaron vacío si no se trasciende en Europa.

De momento, el proyecto de Andrea Pirlo sigue en pie. El director técnico, que se sentó en el banquillo sin experiencia previa para sustituir a Sarri, tendrá ahora que enfocarse en la Serie A. La Juve es tercera en la tabla, a 10 puntos del Inter y con un partido pendiente por jugar contra el Nápoli. No parece una tarea fácil, pues el Inter de Conte pareciera estar engranado y el Milan de Stefano Pioli tampoco se queda atrás en la carrera por el Scudetto.

La Juve también echará el resto en la final de la Copa Italia en mayo contra la Atalanta, buscando el segundo título del ciclo de Pirlo, luego de ganar la Supercopa de Italia. Sin embargo, no hay torneo que pueda compensar la amargura de fracasar en la Champions, la competición que se ha vuelto una pesadilla para la Juventus.

Foto: Getty Images (Valerio Pennicino)

 

La Juve de Sarri, más sombras que luces  

Tony Cittadino (Mallorca).- Hace justo un año, la Juventus anunció a Maurizio Sarri como su director técnico. El estratega asumía el reto más grande de su carrera, coronada recientemente por el título de Europa League ganado con el Chelsea y la importante responsabilidad de mantener la racha ganadora del equipo bianconero. De momento, cero resultados. Hay más sombras, que luces.

A pesar de que la temporada 2019-2020 todavía no ha terminado por el parón del coronavirus, el balance no es bueno. La Juve perdió dos finales y, en ambas, el rival fue mejor no sólo por el resultado: Supercopa de Italia 2019 ante la Lazio (3-1) y Copa Italia 2019-2020 ante el Napoli (4-2 en penales, tras empate a cero en 90 minutos).

Lidera la Serie A, pero no domina con claridad. No es la aplanadora de antes. La Lazio le respira en la nuca y ha jugado mejor. Sin embargo, siguen siendo los favoritos para llevarse el Scudetto. En la Champions, debe remontar la eliminatoria de octavos de final ante el Lyon. Perdieron la ida por la mínima diferencia, en un encuentro en el que los franceses se los comieron en la primera parte y el resultado fue generoso. No le veo el tan cacareado “Sarriball”.

Obviamente el primer año en un club siempre es de ajustes, pero a Sarri no le veo fuerza. Se entiende que no es fácil gestionar a un equipo como la Juve, luego de pasar ocho años ganando la Serie A. El quinquenio de Allegri fue exitoso. Lograron 11 títulos, repartidos en 5 ligas, 4 Copa Italia y 2 Supercopa de Italia. Faltó la Champions, aunque jugó 2 finales en 3 temporadas.

Tampoco se puede decir que el equipo no cuenta con las piezas adecuadas, aunque hubo fichajes como el de Danilo y la ida de Joao Cancelo que todavía cuesta asimilar. Federico Bernardeschi ha venido a menos y hay ruptura con Gonzalo Higuaín. Cristiano Ronaldo y Paulo Dybala han sacado las castañas del fuego a lo largo de toda la temporada, pero no aparecieron en la final de la Copa Italia.

A estas alturas, sostengo que la llegada de Sarri no fue una decisión acertada de la dirigencia. Quizás gane en Italia y en Europa, pero hasta ahora está en deuda. Espero estar equivocado, pero al equipo le falta el “cinismo” para buscar y matar los partidos. Ése que tenía la Juve de Allegri.

La oncena no ha sido consistente y esto no es precisamente por haber perdido la final de la Copa Italia. Se han dado los resultados, pero falta algo en el juego. No convence. La Juve de Sarri podrá dominar y rotar el balón, quizás más que la de Max Allegri. Pero hasta ahí. En Napoli siempre se dijo que su Napoli jugaba bien. Sí. Incluso mejor que esa Juve. Pero nunca ganó. A la hora de la chiquita, le faltó forma física y sacar los resultados que contaban. Con el Chelsea, ganó la Europa League y terminó tercero en la Premier League.

Más allá del tema del parón por el coronavirus, que es algo que le pasó a todos, el equipo se vio lento y sin ideas en los dos juegos de Copa Italia. Mucha rotación de balón, pero poco peligro frente al arco. Le cuesta conseguir los espacios, aunque tenga la posesión del esférico. Cero goles en 180 minutos y jugadores con piernas pesadas.

“En este momento, no podemos hacer más. No tenemos las condiciones adecuadas. Nos faltó lucidez para hacer un juego peligroso. Fue un bien juego, pero tenemos rabia y desilusión. En este momento, nos cuesta sobre todo a nivel individual. A Cristiano, a Dybala y a nuestros grandes jugadores, les falta un poco de brillo para superar al rival, pero es normal en este tiempo”, dijo Sarri en la rueda de prensa luego de la final, en declaraciones reseñadas por La Gazzetta dello Sport.

“A los jugadores no les dije nada. Todos estábamos muy molestos y desilusionados y pienso que en este momento, es mejor estar en silencio. Quizás hablaremos más tarde o mañana”, agregó el director técnico, que ahora deberá enfocarse en amarrar el título de liga antes de retomar la ruta europea.

Un caso distinto al Napoli de Gennaro Gattuso, que este miércoles se vio mucho mejor en la final de la Copa Italia y que en enero también los había derrotado 2-1 en la jornada 21. No sólo en el planteamiento táctico, sino en la ambición de buscar el partido en Roma. Si no fuera por Buffon, el juego fácil terminaba 2-0 merecidamente en 90 minutos.

Un juego se puede ganar o perder en penales. Lo que está en discusión no es el resultado, sino el juego como tal. La Juve podía ser campeón, pero eso no iba a borrar que jugó mal y no se puede ocultar. Sarri tendrá que acelerar el paso y darle la vuelta a la situación, porque no hay tiempo y el calendario es apretado. Deberá hacer ajustes para afrontar un final de temporada inédito, en el que la Juve pareciera no estar en la mejor forma física.

Foto: AFP.

Messi es el clavo al que se agarra el Barcelona

Guillermo Liñares (Caracas)-. Foto: Invictos

No importa cuantas veces se diga, ni que los adjetivos hace rato hayan quedado cortos ante su magnitud. Tampoco para nadie es un secreto que es un futbolista descomunal y que es de esos que salen una vez cada cincuenta años. La única realidad es que nuevamente lo volvió a hacer, que no se cansa de sorprendernos y de reinventarse. Este sábado Lionel Messi volvió a dejar boquiabiertos a los amantes del deporte rey con dos golazos de tiro libre ante el Celta de Vigo en el Camp Nou, en la enésima exhibición que el crack rosarino deja en el coliseo azulgrana.

Su ley, tiránica, inescrutable y absoluta, es una sola: podrás querer escapar, pero si te agarra con una falta en la frontal del área es muy probable que el portero rival tenga que ir a la red a recoger el balón. Palabra de Leo, versículo diez, capítulo mil.

Primero hizo su aparición de penal al minuto 23, en lo que fue una simple anécdota por lo que se vería después. Messi ha logrado en su carrera 51 goles de tiro libre, 33 en los últimos 25 años siendo el que más lo ha logrado en ese lapso de tiempo en La Liga (dato ofrecido por Mister Chip en Twitter) y, curiosamente, era uno de esos rubros en los cuales se empeñó en mejorar año a año, lanzamiento a lanzamiento. Ha contado en infinidad de veces que en 2010 le pidió consejos a Diego Maradona para ejecutarlos, que el «Pelusa» le explicaba que tenía que golpear el esférico sutilmente, buscando más el efecto que el golpeo fuerte. Allí emergió una de las claves para que hoy el astro argentino sea el mejor también en eso, y nuevamente decisivo para darle una victoria al Barça que lo saca de una dinámica negativa en cuanto a resultados se refiere.

Corría el minuto 45 cuando se dispuso a acariciar el balón, golpeándolo con su zurda maravillosa para alojarlo en la portería de Rubén Blanco. El tanto, oportuno y lleno de rabia en su grito por lo grisáceo del juego culé, desató su furia al quedar picado por el tanto del empate previo del uruguayo Lucas Olaza, también de tiro libre, y producto de una pérdida y posterior falta del diez blaugrana.

Messi no conforme con ello, volvió a deleitar a todos con un soberbio golazo en el comienzo de la segunda parte, y su «hat-trick». Es una y otra, y otra, y otra vez lo mismo. Es su mandamiento. Si este Barcelona a la deriva, con un técnico al que hace rato se le acabó el crédito y unos futbolistas a los cuales pareciera que les entra la pereza, le queda un clavo al que agarrarse, ese es Lionel. Su inspiración es el camino del Barcelona, su influencia es hoy más importante que nunca. Sin él, difícilmente encontrarían un motivo al que sostenerse, por eso, es al que todos se aferran para mantener viva la esperanza de ganar título alguno en esta temporada.

Disfrútenlo, no queda mucho para que todo este derroche de magia y talento se acabe, porque en la vida, lamentablemente, todo se acaba. Incluso algo que ningún amante del fútbol quisiese que culminase..