Tiburones: La debacle interna que acabó con el favoritismo soñado

Yelimar Requena (Caracas).- Es 19 de enero y el silencio en las adyacencias del parque de la UCV es triste, no suena la samba a todo pulmón, como muchos esperábamos, porque es que este tampoco era el año.

La siempre alegre afición de los Tiburones de La Guaira deberá esperar al menos un año más para intentar reencontrarse con la gloria que les ha sido esquiva desde la temporada 1985-1986. Algunos podrían pensar que este escenario se ha repetido tanto que ya no importa, pero están equivocados. Nunca antes una eliminación fue tan dolorosa.

Y es que, esta vez, el juego no se perdió en el terreno. Hubo errores garrafales que se cometieron sin siquiera tener un guante en la mano y eso les costó el pase a la final.

Hace exactamente siete días, Tiburones se preparaba para disputar en casa el primer juego de la semifinal ante Caribes de Anzoátegui. Su contundente victoria en la primera serie de playoffs frente a los Leones del Caracas los distinguía como favoritos, y además su rival, que era el clasificado del comodín, arrastraba un cansancio considerable pues había recorrido tres estadios entre la tarde del viernes y la mañana de aquel domingo.

Los equipos eran completamente antagónicos.

Desde el tres de enero hasta ese domingo, los escualos bateaban para .319, sumaban 14 extrabases, habían recibido 25 boletos y anotado 33 carreras. Nadie más que ellos bateó sobre .300 en esa ronda de playoffs. Y en cuanto sus lanzadores, la efectividad era de 2.67.

Caribes, en cambio, ligaba apenas para .220, únicamente los Leones bateaban menos. Apenas habían despachado 49 inatrapables y fabricado 16 rayitas. El promedio de carreras limpias permitidas por sus brazos era de 3.39, el más alto entre los clasificados.

Todo parecía estar muy claro… pero en la intimidad de los salados se escribió otro desenlace.

La debacle del favorito

Los orientales picaron adelante con una estrepitosa victoria de 11-2. Guillermo Moscoso fue vapuleado y en cinco innings y un tercio permitió seis carreras, mientras que Logan Darnell dejó a los locales en solo dos rayitas. Un baño de agua helada cayó sobre la afición guairista y todos quienes se habían atrevido a pronosticar la superioridad de La Guaira.

Al día siguiente, Víctor Díaz –por los escualos- y Wilfredo Ledezma –por la tribu- se enfrascaron en un impresionante duelo de pitcheo, y al cabo de seis innings continuó con el dominio. Sí tuvo Tiburones más de una oportunidad para anotar, pero estaban completamente dispersos.

En el noveno inning quedó claro que la química ya no era la misma. Con tres hombres en base, el manager Renny Osuna trajo de emergente a Miguel Rojas por Edgar Durán y aquello desató la furia de algunos peloteros que incluso estaban en base como Alberto González y Héctor Sánchez. El inning como si no hubiese pasado nada, pero pasó de todo.

Los de Jackson Melián ganaron en el inning 12 al lograr capitalizar dos errores cometidos justamente por los peloteros que estando en base rechazaron el ingreso de Rojas. Ahí fue evidente que la química ya no era la misma. El favoritismo de La Guaira se diluyó, y no porque la serie estuviese 2-0, sino más bien los conflictos internos se hicieron evidentes.

En los dos juegos en el «Chico» Carrasquel, Tiburones estuvo muy cerca de conseguir la victoria, pero las diferencias internas fueron más fuertes. La afición quizás guardó para el cuarto juego una pequeña esperanza de que el equipo mostrará su mejor versión, lamentablemente eso no fue así.

Y fue tal el descalabro de Tiburones, que la clasificación de Caribes pasó a segundo plano.

Escenas inaceptables

Renny Osuna, distinguido como Manager del Año por la mayoría de los periodistas que cubren la pelota, no logró siquiera terminar el juego. Fue expulsado luego de que un reclamo en el conteo de bolas y strikes se saliera de control.

Terminó escupiendo en la cara al árbitro principal Carlos Leal y aquello causó estragos en la opinión pública, especialmente en esa que se ha dedicado a satanizar la liga.

Osuna estaba iracundo e irreconocible. La frustración era evidente y, obviamente, pagó con Leal la molestia que tenía con sus peloteros, quienes inicialmente lo presionaron para que reclamase con más fuerza algunos fallos arbitrales, y luego lo dejaron por su cuenta. Se vino a menos y con él murió cualquier esperanza que pudiese existir en la afición guairista, pero lo peor vino después.

Nadie se va a olvidar de como el receptor Luis Villegas se le lanzó encima como si tratara de un pelotero más, solo porque Renny le reclamó un actitud previa.  Varios peloteros se sumaron a la pelea que duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para arruinar todo lo que el equipo hizo en el año.

Es imposible que los fanáticos de La Guaira puedan reponerse rápido de este fracaso, porque fueron sus peloteros, por razones ajenas al juego, los que sentenciaron su eliminación.

Se les olvidó que el manager es la autoridad del equipo y solo él decide a quién trae como emergente y cuando lo trae, eso no se discute. Se les olvidó que ellos no deciden con que intensidad reclama el manager, no tienen licencia para eso. Pero, más grave aún, se les olvidó que a su manager no se le trata como a un pelotero más del equipo.

A título personal me cuesta imaginar una escena tal si fuese Oswaldo Guillen o Buddy Bailey quien estuviese al mando. Por ello, asumo que la imprudencia de esos peloteros se incrementó ante la inexperiencia de Renny. Como quiera que sea es inaceptable y va a pasar mucho para que la afición en general los perdone.

La fiel fanaticada guairista requerirá tiempo para olvidar y se necesitarán más que resultados positivos para resarcir este daño y el camino va a ser largo.

Ellos mismos destruyeron sus posibilidades, porque olvidaron que eran un equipo..

Caribes vs Cardenales: una final de pronóstico reservado

Guillermo Liñares (Caracas)-. Son los dos equipos que han marcado la pauta en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional durante los últimos años. Ambas novenas tienen en su haber cinco finales en la década, estando presentes alguno de ellos en siete finales de las últimas ocho. y presentando nóminas que fueron confeccionadas para ganar a corto y largo plazo. Son Cardenales de Lara y Caribes de Anzoátegui, los protagonistas del evento decisivo de nuestra pelota en esta campaña 2019-2020 que arranca hoy en Barquisimeto. Analicemos a continuación a ambos equipos:

Cardenales de Lara

Vive su cuarta final consecutiva (2016-2017, 2017-2018, 2018-2019 y 2019-2020) y está en búsqueda del bicampeonato, algo que no consigue desde las temporadas 97-98 y 98-99, cuando en ambas justas se coronó campeón ante los Leones del Caracas, en aquellas finales épicas que nos protagonizaron a finales del siglo pasado.

Su fortaleza ha sido el pitcheo, mostrando una rotación de lujo conformada por Williams Pérez, Raúl Rivero, Henry Centeno y Néstor Molina, mientras que aún y con el proceso coyuntural que se vive en esta campaña por el veto que la MLB tuvo hacia la Liga, ha visto erigirse como figuras a peloteros de la talla de Yordanys Linares, Osman Marval, Yojhan Quevedo, y presentando un bullpen profundo y de confianza.

Lara quiere reafirmar su papel de campeón, consolidando así un equipo que perdió tres finales de esas cuatro que disputó anteriormente, pero que siempre mantuvo el enfoque, dirigido desde su gerencia por Carlos Miguel Oropeza y resto de equipo, siendo los artífices de que Cardenales esté recogiendo los frutos de un decenio que tuvo eliminaciones dolorosas, finales perdidas, y celebraciones rimbombantes.

El equipo que dirige Luis Ugueto fue durante la temporada regular un conjunto sólido y fiable, al punto de que culminaron segundos en la tabla de posiciones por detrás de los Tiburones de La Guaira con foja de 24 triunfos y 18 reveses, sin demasiados slumps prolongados en cuanto a derrotas sucesivas se refiere – Lara tuvo un bajón a principios de diciembre, cuando llegaron a perder cinco juegos consecutivos – y obteniendo su pase a los playoffs por cuarto año consecutivo, síntoma de un club ganador y competitivo.

Ya para la postemporada, decidieron reforzarse con el pitcher derecho Henry Centeno, el líder en efectividad de la ronda eliminatoria con Bravos de Margarita, y quien ha rendido en el playoff como lo hizo todo el año. Un pitcher que se sumó a los brazos de Néstor Molina, Raúl Rivero y Williams Pérez, conformando un cuarteto que en la semifinal ante Águilas del Zulia exhibió una excelente efectividad de 1.44, asegurando al menos cinco innings de labor para que luego su relevo le pusiera el candado a los juegos de pelota.

El bullpen larense tiene nombres que cualquier estratega en Venezuela desearía ostentar: desde Vicente Campos,  hasta el brazo con experiencia en Triple A de Daniel Álvarez, sin contar a Pedro Rodríguez, Ricardo Gómez o Jesús Sánchez. Sumando a todos ellos, se combinaron para un 3.78 de efectividad en 16.1 innings de labor. Quizás no sea un promedio espectacular – de hecho, en la semifinal ante las Águilas sufrió en dos ocasiones el empate de marcadores que tenían a favor -, pero para eso tomaron a Wilking Rodríguez en el draft de sustituciones para la final, un relevista que entró por Raúl Barrón, y al que la recta le puede rondar las 96-97 millas.

Si sumamos a todo esto, nombres de la talla de Ildemaro Vargas, Jecksson Flores, Francisco Arcia o la experiencia en este tipo de instancias de un hombre como Luis Jiménez, Cardenales tiene motivos de sobra para soñar con ese bicampeonato.

Caribes de Anzoátegui

Desde que la tribu oriental consiguió su primer título en la zafra 2010-2011, le tomaron el gusto a ganar. Caribes va a disputar su quinta final en la década, y la sexta en su historia, un equipo que no notó en demasía el castigo que la MLB y la OFAC impuso a la Liga a principios de campaña, ya que su alineación está confeccionada por prácticamente el mismo equipo que ha resultado ser un verdadero dolor de cabeza para el resto de clubes.

Desde el pequeño Alexi Amarista, pasando por el capitán Niuman Romero, el sempiterno René Reyes, el poderoso Balbino Fuenmayor, o el habilidoso César Valera. Anzoátegui fue cuarto en la temporada regular con .289 de promedio al bate, y clasificó a la postemporada en ese mismo escalón, registrando un récord de 22-20.

Caribes contó con algunos problemas en su pitcheo durante la temporada regular, tan así que sus dos piezas del draft de sustituciones fueron lanzadores: Ángel Nesbitt y Jhondaniel Medina. El primero protagonizó el episodio bochornoso de Puerto La Cruz con Álex Romero, en donde ambos fueron suspendidos por  la Liga, pero fue uno de los lanzadores al que más recurrió el mánager Jackson Melián durante la serie ante Zulia.

Posteriormente, y fundamentándose en hombres de experiencia de la talla de Jean Toledo, José Ascanio, Liarvis Breto, o su cerrador Lester Oliveros, el bullpen portocruzano fue de garantías, fortaleciendo un departamento que había sido un dolor de cabeza en la ronda eliminatoria. La clave ha sido esa, ya que los aborígenes tuvieron un extraordinario 1.05 de efectividad en semifinales, demostrando que si llegaban a los innings finales ganando era prácticamente imposible remontarles.

Su pitcheo abridor también ha sido muy efectivo en estos playoffs: Wilfredo Ledezma, Mayckol Guaipe, Francisley Bueno y Logan Darnell – tomado para la semifinal contra Tiburones -, se combinaron para amarrar los bates escualos en cuatro juegos, apoyando su línea de trabajo en un excelente 2.08 de efectividad en 17.1 entradas de labor. Tres de los cuatro son zurdos, formando parte de un plan de trabajo que el coach de pitcheo Mike Álvarez diseñó para limitar a los bates salados. Vaya que le resultó.

Para esta final Caribes tomó al pitcher zurdo Félix Doubront en sustitución de Pedro Figueroa, y quien compartirá ahora espacio con otros cuatro nombres que están llamados a controlar a los Ildemaro Vargas, Jecksson Flores, Francisco Arcia, y compañía.

Las flechas están listas para tratar de cazar pájaros rojos, queriendo ser tan efectivas como en los años anteriores – solamente perdieron la final de la temporada 2013-2014 ante Navegantes del Magallanes – y brindarle así al pueblo anzoatiguense el cuarto título de la franquicia.

Precedentes

Se vieron las caras en la final de la temporada 2017-2018, con triunfo de Caribes en seis juegos.

En la ronda eliminatoria 2019-2020, la serie particular quedó empatada 3-3.

 

Así que todo está listo para que a partir de esta tarde se cante la voz de playball en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, ambos van en procura del campeonato, y en brindarle una alegría a sus fanaticadas. Esa es la única certeza, ya que si hablamos de pronósticos, es mejor que nos lo reservemos. Que gane el beisbol venezolano.

Foto: El Tubazo Digital.

Caribes y Lara se reforzaron para la Gran Final

Prensa LVBP.- Los lanzadores Wilking Rodríguez y Félix Doubront fueron las selecciones de Cardenales y Caribes, en el Draft de Sustituciones de la Serie Final.

Rodríguez, que había sido tomado por Águilas en la primera vuelta del sorteo de la primera ronda de playoffs, ocupará el lugar del importado estadounidense Raúl Barrón, que tuvo una fugaz participación en la semifinal.

Rodríguez, un confiable relevista de los Tigres de Aragua durante la eliminatoria, exhibió 3.24 de efectividad en 8.1 innings, en nueve relevos con Zulia durante la postemporada.

Doubront, selección de Tiburones de La Guaira para la Semifinal, llenará la vacante del tirador dominicano Pedro Figueroa.

Doubront, uno de los abridores más efectivos de Navegantes del Magallanes en la campaña, dejó balance de 0-1 y un promedio de 2.65 con los bucaneros y Tiburones de La Guaira, en los playoffs, incluida la semifinal. En tres aperturas, recorrió 17 entradas, otorgó nueve boletos y recetó 14 ponches.

Listo el calendario

La Serie Final entre Caribes y Cardenales, actual monarca de la LVBP, comenzará este domingo en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Habrá descanso el martes y a partir del miércoles la contienda se mudará al Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel, de Puerto La Cruz. De ser necesario, se regresará a la tierra de los crepúsculos el 26 de enero.

 

Domingo 19 de enero, en Barquisimeto, 6:00 pm.

Lunes 20 de enero, en Barquisimeto, 6:00 pm.

Miércoles 22 de enero, en Puerto La Cruz, 6:00 pm.

Jueves 23 de enero, en Puerto La Cruz, 6:00 pm.

Viernes 24 de enero, en Puerto La Cruz, 6:00 pm*

Domingo 26 de enero, en Barquisimeto, 6:00 pm*

Lunes 27 de enero, en Barquisimeto, 6:00 pm*

(*) De ser necesario..

Cardenales de Lara avanzó a su cuarta final seguida de la mano de Osman Marval

Guillermo Liñares (Caracas)-.

Son cuatro años seguidos. Cuatro temporadas en las que los Cardenales de Lara inscriben su nombre en el evento decisivo. Desde la campaña 2016/2017 los pájaros rojos no saben lo que es perderse una final. Este viernes sellaron su boleto para la definición del título de la 2019-2020 al vencer cuatro carreras por dos a las Águilas del Zulia en el estadio Luis Aparicio «El Grande» de Maracaibo, finalizando la serie semifinal en cinco juegos.

Lara empezó ganando en el segundo inning, cuando Francisco Arcia le despachó sencillo al iniciador rapaz Ramón García Jr, que empujó a Isaías Tejeda desde la antesala, pues el dominicano había empezado ese acto con tubey. Desde ese momento, y hasta el quinto acto cuando Luis Álvarez incurrió en un passed ball, la pizarra estuvo favorable a los crepusculares, decididos a liquidar la semifinal en el quinto juego, y último que en teoría se desarrollaría en el Luis Aparicio de Maracaibo.

Sin embargo, Zulia tuvo visos de reacción en el octavo: un jonrón de Ángel Reyes, tal y como lo hizo en el juego tres, ante los envíos de Pedro Rodríguez, empató la pizarra dos a dos, cuando antes el popular «amolador» no había podido dominar un roletazo de Yosmany Guerra.

Como ha sido costumbre en la serie, Cardenales no se amilanó y apeló a la reacción inmediata de la mano de un hombre que durante toda la semifinal se erigió como una figura clave: Osman Marval. El designado ambidiestro disparó un doblete en cuenta de 0-2 con Arcenio León en el montículo para remolcar las dos carreras de la diferencia, con Jecksson Flores y Yordanys Linares anotando las rayitas que significarían el pase a la final.

El triunfo se lo adjudicó Pedro Rodríguez, la derrota Arcenio León, y el salvado recayó en Ricardo Gómez.  Cardenales empezará la final en Barquisimeto el domingo, en su estadio Antonio Herrera Gutiérrez ante Caribes de Anzoátegui. Es además, la quinta en el decenio si tomamos en cuenta la que perdieron en la 2012-2013 contra los Navegantes del Magallanes.

El vuelo cardenal sigue siendo muy alto.

 

En Cifras

Caribes y Cardenales se vieron las caras en la final 2017-2018, en aquella ocasión con victoria aborígen en seis juegos.

Si Cardenales gana esta final, sería bicampeón al conquistar el evento decisivo el año pasado. No lo logran desde la 97-98 y 98-99.

Cardenales tuvo venganza de las Águilas del Zulia, ya que en la final de la temporada 2016-2017 los rapaces les ganaron la final. Esta vez, hubo triunfo crepuscular en semifinales.

Se vendieron 12.706 boletos en el Estadio Luis Aparicio El Grande.

La asistencia total durante la serie que se extendió durante cinco desafíos fue de 54.113 aficionados, a razón de 10.823 por desafío. Un récord en la actual postemporada.

 

Foto: Prensa Cardenales de Lara

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Olmo Rosario es el tercer aguilucho en ganar el premio al Jugador Más Valioso

Antonio Calderón (Prensa NGD). – “Aunque me fue bien el año pasado eso no influye en lo colectivo, así que esta temporada lo que se quiere es tratar de llegar al playoff y ganar el campeonato; esas son mis metas…¨, decía el pasado noviembre al departamento de prensa de la LVBP el dominicano de Haina, Olmo Rosario, cuyo nombre apareció en 48 de las 50 boletas de votación para quedarse con el Premio Víctor Davalillo al Jugador Más Valioso, cerrando así Los Grandes de la LVBP.

El dominicano, que cumple en Venezuela su tercera campaña, su segunda consecutiva, fue factor importante para que los dirigidos por Marco Davalillo estén en la postemporada, uno de los anhelos de Rosario al principio de zafra.

El paisano de los recordados y famosos hermanos Alou, de 39 años, fue el hombre que más imparables conectó en la campaña (55) y el que más veces piso el plato (40). Igualmente fue el que más compañeros condujo hasta el home (33).

Todo ello, y ser el cuarto mejor promedio de la eliminatoria (.355), llevó a que 48 de los 50 comunicadores que conformaron el conclave para Los Grandes de la LVBP 2019-2020 colocaran su nombre en las papeletas, de la siguiente manera: 38 al primero, 4 al segundo y 6 al tercero para un total de 208 puntos.

Con ello supero en 150 puntos a Denis Phipps, Regreso del Año de la temporada, que recibió 2-13-9 para totalizar 58 unidades. También recibieron votos para el primer lugar: Danry Vázquez, Yosmany Guerra, Rene Reyes e Isaías Tejeda.

Para Olmo Rosario es el segundo galardón de Los Grandes de la LVBP que obtiene en la presente edición, tras lograr la distinción de Productor del Año; y es el cuarto aguilucho con el MVP, dos de ellos atesorados por Ernesto Mejía. El primero fue para Phil Stephenson en la 1988-1989.

 

Los Grandes de la  LVBP en su clase 2019-2020 fueron:

OLMO ROSARIO, Productor del Año – Águilas del Zulia

HENRY RODRIGUEZ, Setup del Año – Águilas del Zulia

GREGORY INFANTE, Cerrador del Año – Tiburones de La Guaira

RENNY OSUNA, Manager del Año – Tiburones de La Guiara

DENIS PHIPPS, Regreso del Año – Caribes de Anzoátegui

ÁNGEL REYES, Novato del Año – Águilas del Zulia

YOHAN PINO, Pitcher del Año – Navegantes del Magallanes

OLMO ROSARIO, El Más Valioso – Águilas del Zulia

Foto: Prensa Zulia.

Ángel Reyes ganó el premio al Novato del Año

Prensa NGD.- “Yo creo que soy un bateador de extrabases y un poco de fuerza. Esta es una oportunidad bastante grande y que quiero aprovechar…” comentaba el anzoatiguense a los medios de comunicación recién iniciaba su primera zafra en la LVBP el pasado mes de noviembre. Y Ángel Reyes consiguió, a fuerza de batazos, 225 puntos para acreditarse sólidamente este miércoles la distinción de Novato del Año de la temporada 2019-2020, en la continuación de los anuncios de Los Grandes de la LVBP de la presente campaña.

El joven jardinero fue una importante pieza para los dirigidos por Marco Davalillo en los 34 encuentros en los que vio acción, luego de una modesta actuación en la Clase A Avanzada de la Florida State League con el Jupiter Hammerheads durante 2019.

Pero el anzoatiguense, nativo de Barcelona, llegó a Venezuela, con sus 24 años, dispuesto a hacer valer su palabra de inicio de campaña, convirtiéndose en bujía clave de la gran temporada de Águilas del Zulia, equipo que lucha por un título, del que sueña Reyes.

En sus 34 juegos en la LVBP 2019-2020, sus primeros en el circuito, estuvo en el TOP TEN de los más importantes departamentos de bateo. Fue el octavo mejor bateador de la liga, con .333 de promedio tras despachar 42 imparables en 126 visitas al plato. Fue el 5to mejor en slugging de la liga con .524. Alcanzó la misma posición en carreras remolcadas (28), junto a Isaías Tejeda y, El Regreso del Año, Denis Phipps. Y también coloco su nombre entre los mejores en batazos de dos equinas al terminar tercero (11) junto a Niuman Romero. Ojo que anotó 27 veces para ser el 7mo, al lado de Danry Vázquez y Denis Phipps.

Con semejante pergamino, para un año inaugural, no se podía más que recibir 43 votos al primer lugar, 3 al segundo y uno más al tercero, sumar 225 puntos y aventajar, por la friolera de 145 puntos, al barquisimetano de Leones del Caracas, Leonardo Ferrini, quien sumó 2 de los 50 votos restantes al primer lugar. A la primera posición también recibieron votos: Ángelo Palumbo, Félix Doubront, Luis Bandes y Greyfer Andrade.

Ángel Reyes es el quinto aguilucho que se alza con el premio NOVATO DEL AÑO en el presente siglo, junto a Luis Bolívar, Gerardo Ávila, Ernesto Mejías y José Pirela; y octavo en la historia de la divisa Águilas del Zulia.

Siguen los premios

Ya que hablamos de novatos, mañana jueves será anunciado el premio que honra la memoria de quien fue una insignia del pitcheo en la pelota criolla. Se le recuerda por sus hazañas desde la lomita, pero pocos recuerdan, o algunos lo ignoran, que José de la Trinidad Bracho, ¨El Carrao¨ Bracho, fue el segundo Novato del Año de la LVBP, en la zafra 1948-1949.

Y tres conocedores del morrito entran desde ya en la disputa por el Premio Carrao Bracho al Pitcher del Año, que este jueves será anunciado: El joven sucrense de Bravos de Margarita, Henry Centeno; el experimentado carabobeño de Cardenales de Lara, Néstor Molina y el veterano aragüeño de Navegantes del Magallanes, Yohan Pino.

Dos de ellos estarán en Maracaibo, ya que Henry Centeno está reforzando a Cardenales de Lara, y ahora es compañero de equipo de Néstor Molina.

Foto: Prensa Zulia.

Águilas voló alto para imponerse a Cardenales en extrainnings e igualar la serie

Hugo Guerrero | Prensa LVBP

Barquisimeto.- Las Águilas del Zulia tuvieron que volar hasta el inning 11 para que, un elevado de sacrificio, marcara la diferencia en el juego ante Cardenales de Lara, derrotándolos con pizarra de 3-2, en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.

Luis Álvarez había dado hits en seis de los siete juegos que había disputado en la postemporada y, en este encuentro, tenía de 3-0, cuando le tocó batear con corredores en tercera y segunda base y un out, con el score 2-2. Al final, receptor terminó el compromiso en blanco, pero, le bastó sólo dar un elevado de sacrificio, para remolcar a Yosmany Guerra con la rayita del triunfo.

“Tuve tres turnos anteriores en los que, de verdad, estaba pensando en otras cosas, pero en ese turno fui mentalizado en el slider, hasta que me lo lanzó (Daniel Álvarez)”, dijo Álvarez, quien reconoció tener molestias luego de su primer chance en el plato.

En principio, Logan Durán y Raúl Rivero, abridores de Zulia y Lara respectivamente, fueron los protagonistas en gran parte del compromiso. Durán estuvo en el montículo durante 6.2 innings, en los que permitió dos carreras, mientras que Rivero, lanzó siete entradas de una rayita admitida.

A diferencia del primer desafío, los rapaces esta vez fueron los que inauguraron la pizarra, pisando el plato en una ocasión en el cuarto tramo, producto de un rodado Guerra que le permitió a Jay Austin engomarse desde la antesala.

La reacción de los locales no tardó en llegar y, en el quinto, lograron darle vuelta al choque. Yojhan Quevedo inició la entrada con un batazo de cuatro esquinas por el jardín izquierdo, mientras que, Carlos Rivero pisó el plato por un wild pitch de Durán.

A partir de ese momento, el iniciador quisqueyano y Rivero, siguieron su duelo monticular manteniendo el compromiso por una carrera hasta el octavo episodio, acto en el que las Águilas encontraron la igualdad en la pizarra. Un error en fildeo del jardinero izquierdo Isaías Tejeda, tras un batazo de Olmo Rosario, le permitió a Castillo anotar desde la primera almohadilla.

El relevo fue vital en la conquista rapaz. Después que Durán salió del juego faltando un out para completar los siete innings, los brazos de Elvis Araujo, Henry Rodríguez, Jesús Martínez, Wilking Rodríguez y José Mavare se encargaron de someter a los bates crepusculares por espacio de 4.1 episodios, en los que sólo dos bateadores pudieron embasarse por hits.

La victoria se la adjudicó Mavare, mientras que Daniel Álvarez cargó con la derrota, al permitir la rayita de la diferencia en el undécimo inning.

Ahora, los dirigidos por Marco Davalillo volarán a Maracaibo con la serie igualada a una victoria por lado, la cual continuará el próximo miércoles en el Estadio Luis Aparicio “El Grande”.

Foto: T.C

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Caribes blanqueó a La Guaira y viajará a Puerto La Cruz con dos triunfos en la serie

Guillermo Liñares (Caracas)-.

Caribes de Anzoátegui hizo bueno el dicho ese que reza: la defensa gana juegos. Y es que los aborígenes aprovecharon los errores de Tiburones de La Guaira en el inning 12 de Hector Sánchez y Alberto González para blanquearlos dos carreras por cero en el Universitario, y partir con ventaja de dos a cero al Alfonso «Chico» Carrasquel de Puerto La Cruz el miércoles.

Caribes contó con una sólida labor de Wilfredo Ledezma, quien con seis innings limitó a los bates litoralenses a dos hits sin carreras, ponchando a tres y otorgando dos boletos, en una receta que el coach de pitcheo Mike Álvarez tiene establecido con tres zurdos y un derecho en su rotación, ya que el miércoles irá Francisley Bueno y el jueves Maikol Guaipe.

Tiburones tuvo a Victor Díaz en el morrito, y a pesar de que tuvo gente en circulación, encontró la manera de sacar el out clave. El novato trabajó por espacio de cinco entradas, en donde le dieron siete hits, otorgando un pasaporte y pasando por las armas a un bateador.

El juego fue emocionante por diversos factores: Tiburones pudo irse arriba en el inning nueve, dejar en el terreno a Caribes después de que llegaron a tener a tres corredores en circulación y un out; sin embargo, Renny Osuna decidió que Miguel Rojas batease en esa situación, en detrimento de un Edgar Durán que fue el mejor bate en cuanto a empujadas se refiere de los salados en la campaña. La decisión le salió malal estratega mánager del año: Rojas falló con roletazo por tercera, Niuman Romero lanzó a la goma y allí retiró a Alberto González, en una jugada que mataría el episodio, ya que después en la misma situación y ya con par de outs, Luis Villegas falló con fly al center-field.

Caribes aprovechó los errores que le brindó la defensa escuala en el duodécimo episodio: un error de Héctor Sánchez ante elevado de Willians Astudillo abrió la brecha para que Anzoátegui se fuese arriba, y posteriormente otro «pecado» de Alberto González con rodado de Alexi Amarista dejó a hombres en primera y tercera sin outs, para que con sencillo y viniendo desde la banca, el Regreso del Año de la campaña, Denis Phipps, disparara sencillo remolcador de una. Coronado después ese episodio por un elevado de sacrifio al left-field de Gorkys Hernández que dejó la pizarra final dos a cero.

El ganador del juego fue Andrés Pérez, y el perdedor Jorgan Cavanerio. El miércoles se reanuda la serie en Puerto La Cruz, con Caribes arriba por dos. Nada fácil el panorama para La Guaira.

 

En Cifras:

4.734 personas asistieron a la UCV para el segundo juego de la semifinal entre Caribes y Tiburones

Foto: T.C

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Un batazo de Luis Jiménez metió a Cardenales en las semifinales

Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP

Caracas.- Robert Zárate, abridor de Navegantes del Magallanes, dominó cualquier ataque de Cardenales de Lara en el sexto juego de la serie, en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Pero los pájaros rojos fueron pacientes… Muy pacientes. Realizaron una emboscada en bandada en el octavo inning que cambió la historia.

Con Ryan Kussmaul en el montículo, Luis Jiménez se paró en el plato. Conectó sencillo al jardín derecho. Así anotó Jecksson Flores, pero Yordanys Linaes se engomó por un error de fildeo del guardabosque Jay Austin. El crepúsculo se pintó de celebración justo en el momento en que Lara concretó el triunfo 2-1.

Zárate, a pesar del trabajo perdió el juego. El ganador fue Yapson Gómez, quien sacó un solo out en el octavo tramo. Ricardo Gómez logró el tercer rescate de la serie y lo hizo sin contratiempos: ponchó a dos de los tres rivales que enfrentó.

No es el fin para la Nave, que todavía tiene un banco de arena al que aferrarse para que no lo consuma la mar: Este sábado se medirá contra Caribes de Anzoátegui, en Puerto La Cruz, en el duelo por el comodín que definirá al cuarto clasificado a las semifinales.

Cardenales está tranquilo. Ya puede pensar en el primer choque de la próxima fase. Su serie será contra Águilas del Zulia y comenzará en Barquisimeto.

Poco antes del batazo de Jiménez, Magallanes amenazó con alargar la serie al máximo de siete compromisos. Adonis García remolcó a Cade Gotta la parte alta del octavo, gracias a doble hacia la pradera izquierda. Pero todo fue parado allí por el bullpen rojo.

Henry Centeno, adición de Lara y abridor, trabajó 7.0 innings en blanco. Le dieron cinco imparables, dio dos boletos y ponchó a dos adversarios. Yordanys Linares fue el mejor bateador de la serie con .478 de average.

Foto: Prensa Cardenales de Lara

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Las Águilas alzaron el vuelo y están en semifinales

Eduardo Acosta | Prensa LVBP

Maracaibo.- Luego de dos temporadas, Águilas del Zulia estará presente en las semifinales de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Y lo hizo con un gran pitcheo, especialmente de su abridor Alexis Candelario, y una soberbia defensa que no le otorgó ningún tipo de oportunidad a Caribes de Anzoátegui, novena a la que derrotó por blanqueada, la tercera en esta serie de playoff, esta vez 1-0, en el Estadio Luis Aparicio “El Grande”.

Candelario solo toleró trío de inatrapables de la Tribu en seis capítulos, mientras otorgaba cuatro boletos y propinaba tres ponches, para así convertirse en la figura principal del lauro de los rapaces. El relevo aguilucho también hizo lo suyo al solo permitir cuatro incogibles de los indígenas, luego de la salida del dominicano.

“Hoy trabajé bien con mis pitcheos quebrados, con la slider. Ellos tienen buena ofensiva a y hay que cuidarse de todos. Jugamos el partido que la gente quiere ver”, dijo Candelario al finalizar el compromiso, de acuerdo con prensa de Zulia.

Tras tres buenos primeros episodios de buen pitcheo por parte de ambos abridores, Zulia picó adelante en el marcador y lo hizo en la baja del cuarto con un sencillo de Jairo Pérez, que trajo la única carrera del encuentro, en las piernas de Yosmany Guerra.

“Pude ayudar al equipo en ese momento, aunque he estado inactivo buena parte de este año (por lesiones), pude empujar la carrera que nos dio el triunfo. Tremendo partido, la defensa estuvo especial y (Alexi) Candelario. Todos hicieron un gran trabajo, esperamos seguir jugando así para llegar a la final, que esa es la meta”, mencionó Pérez.

“Estoy contento con el trabajo de todo el equipo. Ahora vamos con todo para la semifinal (contra Cardenales de Lara, en Barquisimeto)”, sólo hay que seguir así”, agregó el camarero Guerra.

Caribes tuvo hombres en posición anotadora desde el quinto hasta el noveno episodio. Sólo en la octava y novena entrada tuvieron oportunidad clara de empatar, incluso irse arriba, al tener jugadores en la esquina caliente. No obstante, el batazo nunca llegó.

Arcenio Léon cerró el desafío al retirar a Niuman Romero mediante roletazo a sus manos, con dos corredores en circulación.

“Fue un juego difícil, pegado sabía que podía entrar a lanzar al juego con una carrera de diferencia y gracias a Dios se dieron las cosas. En el turno de Niuman, lo trabajamos con pitcheos adentro”, acotó León.

Antes del inicio de la serie, la ofensiva de Caribes lucía enorme, pero no pudo pisar el plato en tres partidos.

“Bueno eso habla bien del pitcheo de todos, tanto abridores como relevista, además de la manera de cómo el staff técnico lo ha manejado”, apuntó Candelario.

“Así son los playoffs. Hay que jugar bien, hacer el trabajo tanto el pitcheo como la defensa y la ofensiva”, finalizó Guerra.

Foto: Prensa Águilas del Zulia

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