El Celta vino de atrás y sacó un valioso empate ante el Barcelona

Kike Dos Santos (Caracas).- El FC Barcelona y el Celta de Vigo empataron 3-3 este sábado en un partido de infarto en el Municipal de Balaídos por la jornada 13 de La Liga.

En el primer tiempo el Barcelona se fue al descanso 3-0 a favor con goles de Ansu Fati, Sergio Busquets y Memphis Depay. Sin embargo, en el segundo tiempo, Celta cambió su rostro y marcaron Iago Aspas, Nolito y Aspas repitió para anotar al minuto 95 el gol del empate en Vigo y dejar al Barcelona con las manos vacías.

Después de anunciar a Xavi Hernández como el próximo entrenador culé, Sergi Barjuan tenía una última oportunidad para sumar su primera victoria en la liga española antes de ceder su puesto a Xavi. El inicio del encuentro fue positivo para el Barcelona. Se notaba una amplia diferencia entre ambos equipos a nivel de actitud. Esto tuvo como resultado los tres tanto blaugranas en el primer tiempo y pintaba para más.

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En el segundo tiempo, el conjunto dirigido por Eduardo «Chacho» Coudet cambió la actitud y salió hacia adelante a atacar al Barcelona y a los siete minutos del segundo tiempo, Iago Aspas descontaba para los gallegos. Luego de dos goles anulados para el Celta por una mano de Nolito y una posición adelantada de Thiago Galhardo, Nolito marcó el 3-2 al minuto 74.

Y para destrozar el partido y el ambiente en el estadio, Javi Galán le colocó el balón a Iago Aspas para conectar una rosca con la pierna izquierda que se fue abriendo al palo contrario de Marc André Ter Stegen y entrar en la portería para darle el empate al equipo celeste.

El día lunes, Xavi Hernández será presentado como director técnico y tomará posesión del cargo deportivo. El entrenador español aprovechará la fecha FIFA de la próxima semana para entrenar con sus nuevos dirigidos.

El próximo encuentro oficial del FC Barcelona será el 20 de noviembre frente al Espanyol y se disputarán el Derby de Cataluña.

Foto: LaLiga

Benzema guió al Real Madrid a una victoria ante el Celta en el regreso al Bernabeu

Real Madrid Celta

El Real Madrid regresó al estadio Santiago Bernabéu 560 días después y lo hizo sumando los tres puntos contra el Celta. El triunfo se fraguó en una espectacular segunda mitad del equipo entrenado por Carlo Ancelotti, que se marchó al descanso perdiendo 1-2. Al tanto de Benzema en la primera parte se sumaron tras la reanudación dos más del francés, uno de Vini Jr. y otro del debutante Camavinga. Los madridistas son líderes y continúan invictos en la Liga.

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Todo se puso en contra pronto. El Celta se adelantó a los cuatro minutos. Recuperó Aspas en el área rival y asistió a Santi Mina, que superó a Courtois. Dos minutos más tarde pudieron empatar los locales. Modrić sacó una falta lateral y el remate de cabeza de Vinicius Jr. obligó a Dituro a mostrar sus reflejos para enviar el balón a córner. Pasaban los minutos y el Real Madrid estaba cada vez más cerca del área rival. Hasta que su dominio fructificó en el primer gol en el 24’. Casemiro puso el balón en el área, Valverde prolongó de primeras y Benzema dio una nueva muestra de su olfato goleador llevándolo a la red.

Poco duró la alegría a los de Ancelotti, que vieron cómo seis minutos después volvían a estar en desventaja. El gol fue de Cervi, que aprovechó el rechazo de su primer remate al poste, y la jugada llegó en un nuevo contragolpe visitante. Antes del descanso, marcó Benzema de cabeza en el 39’, pero el tanto fue anulado por fuera de juego previo de Casemiro. Fue sólo un aviso de lo que llegaría tras el paso por los vestuarios. Nada más iniciarse el juego, asistencia de Miguel Gutiérrez desde la banda izquierda y espectacular testarazo de Benzema.

El Real Madrid ya estaba avisado y, tras empatar, no iba a dejarse sorprender de nuevo por el Celta. Más bien al contrario, ya que se puso por delante en el 55’. La asistencia con la izquierda de Benzema al espacio fue magistral y la definición de Vini Jr. en el mano a mano fue igual de milimétrica. Su velocidad estaba haciendo daño al Celta y así se evidenció en el 66’. Sacó Courtois en largo, se equivocó Araújo en el despeje y el brasileño recogió el balón, disparó desde la frontal y obligó a Dituro, que ya se había vencido hacia el otro lado, a estirar la pierna derecha para despejar.

Camavinga debutó con gol

Inmediatamente después debutó Camavinga, que sustituyó a Hazard. No pudo ser mejor el estreno del centrocampista francés, que marcó su primer gol como madridista con tan sólo seis minutos sobre el césped. La jugada, para enmarcar, fue de Modrić, que se marchó de dos rivales y disparó con el exterior de la pierna derecha dentro del área. El rechazo lo aprovechó el galo para marcar a placer. No terminó ahí el enorme recital de los madridistas en esta segunda mitad. Aún quedaba la última perla de Vinicius Jr. El brasileño recibió dentro del área, se frenó delante de dos rivales y los dribló hasta que Denis Suárez le derribó cuando ya encaraba al portero visitante. Benzema transformó el penalti para firmar el hat-trick y colocarse primero en la clasificación de máximo goleador de la Liga con 5 tantos. Goleada en el regreso al Bernabéu.

Foto: Real Madrid/Helios de la Rubia.

El Madrid tropieza con el Celta y la Liga se pone al rojo vivo

AS-.

Se acabaron los campeones de cien puntos como se acabaron los videoclubes. La nueva era estará repleta de partidos como del sábado en el Camp Nou o este del Bernabéu, en el que el Celta, que llegó al partido en descenso y se marchó fuera de él, mostró que está a la altura de la LigaEl Madrid mandó más que remató, asunto que tiene pendiente desde hace año y medio, se dejó dos puntos y vuelve a tener al Barça en el cogote.

En cierto modo alejado de su estilo, con un colectivismo insólito, casi una rareza en la casa, el Madrid ha sobrevivido a los dos meses y pico sin Hazard, el jugador que debe traer la primavera. Volvió sin anestesia, en el once inicial, y ante el Celta, un equipo que vive claramente por debajo de sus posibilidades. Un caballo de carreras entre caballos de batalla. Uno de esos equipos cuya elegancia les vuelve especialmente vulnerables en el sur de la tabla. No fue la de Hazard la única sorpresa de Zidane, empeñado en no dejar a nadie atrás ni en el avance ni la retirada. Así que repitió con Bale, cuestión de fe en la que está a punto de quedarse solo, y le dio el partido a Marcelo, relegado por un lateral de sutura como Mendy, amenazado por cuatro amarillas. Pero Bale y Marcelo están tan muy lejos de sí mismos.

Una alineación melódica que se encontró pronto con la adversidad de un gol del Celta. Un gol que merece capítulo aparte por su precisión. Aspas metió un pase profundo por el ojo de la aguja y Smolov sólo necesitó dos toques maestros para superar a Courtois: control en carrera y remate colocado. Hasta entonces, el Madrid no había conseguido filtrar ni un pase en esa zaga de cinco que Óscar García lleva bajo el brazo a los grandes escenarios, aunque recuperaba pronto, agilizaba la circulación del balón y movía a los gallegos de banda a banda. El Celta llegó al gol sin la pelota. Y sin la pelota se defendió luego a medio camino entre la acumulación y el orden, con algún paréntesis de Rafinha, el de mejor salida de los gallegos, y de Aspas, un jugador excepcional dentro y fuera del área.

Al Madrid le salió el tic de los días espesos: mandar centros al área incesantemente, muchos al tuntún, cansado de no encontrar caminos por abajo. Y así la cosa no va más allá de invitar a Ramos a cambiar de área, algo para lo que tampoco hace falta insistirle demasiado. Una estrategia para Jovic… sin Jovic. Hazard entró y salió de la izquierda, Bale no se movió de la derecha, Benzema quedó ahogado en aquel puré defensivo y el empuje de los volantes fue insuficiente.

Decisivos cambios de Óscar

Así que el Madrid se fue al descanso con un empacho enorme de pelota, la conciencia tranquila en la recuperación y dos remates lejanos de Casemiro y Marcelo y un otro más cercano y alto de Bale, tras combinación Hazard-Benzema, sociedad que promete. Pero echó en falta a Modric e Isco, jugadores que rompen líneas, y a Vinicius.

El Celta, por contra, presumió de centrales y de la sabiduría de Rafinha, un centrocampista de referencia, definitivamente el faro del equipo. Y lamentó no irse al descanso con más ventaja porque Courtois estuvo felino en un cabezazo de Aidoo a la salida de un córner. Aquel balazo hubiera matado al Madrid.

La segunda parte devolvió al equipo de Zidane cierta verticalidad y sensatez en el juego, aunque comenzara con un gol anulado a Ramos, autoproclamado nueve del equipo. Pero el tanto válido tuvo un estilo bien diferente, en una combinación Benzema-Marcelo y pase retrasado del brasileño que remató con precisión quirúrgica Kroos, que le ha metido al Celta más goles a ningún otro equipo. El cambio de viento del Madrid vino inspirado por el alemán y Casemiro, faro y farero. Ellos le quitaron la pelota y la respiración al Celta y los demás anduvieron por la causa.

En pocos minutos el Madrid culminó la remontada. Benzema metió un pase por el desfiladero a Hazard al que este llegaba a duras penas y sin opción de gol cuando Rubén lo atropelló. Penalti de pardillo y gol de Ramos, esta vez en la suerte natural.

Óscar metió a Sisto, duende y trasto en un solo cuerpo. Y Alberola le echó una mano al Madrid perdonándole la roja a Bale por una entrada alevosa a Rafinha. Sólo entonces fue el Celta lo que aparenta, un equipo lleno de jugadores de buen pie. El Madrid se sintió amenazado y Zidane acabó metiendo a Modric, un jugador con enorme magnetismo en el centro del campo. Un matador de partidos. Y luego a Mendy. Pero al Celta le fue mejor con los cambios. Dos suplentes, Denis Suárez y Santi Mina, pasador y ejecutor, se colgaron la medalla del empate, para confirmar que el equipo no es lo que parece en la tabla.

Foto: AS.