La Juventus despidió a Maurizio Sarri

Tony Cittadino (Mallorca).- A la Juventus se le acabó la paciencia. Este sábado el equipo bianconero anunció la destitución del director técnico Maurizio Sarri, luego de una temporada decepcionante en la que tan sólo ganaron el título de la liga italiana.

“Juventus Football Club anuncia que Maurizio Sarri ha sido relevado de su puesto como técnico del primer equipo”, informaron en su página web.

La nota de prensa agregó: “El club le agradece al entrenador por haber escrito una nueva página de la historia de la Juventus, con el noveno Scudetto consecutivo, la culminación de una jornada personal que lo llevó a lo más alto del fútbol italiano”.

Sarri llegó al club el año pasado y fracasó en llevar al equipo a ganar la Liga de Campeones. La Juve quedó fuera en los octavos de final ante el Lyon por marcador global (2-2), a pesar de una victoria de dos por uno con un doblete de Cristiano Ronaldo.

Además  la Juve perdió dos finales locales y, en ambas, el rival fue mejor no sólo por el resultado: cayó en la Supercopa de Italia 2019 ante la Lazio (3-1) y en la Copa Italia 2019-2020 ante el Napoli (4-2 en penales, tras empate a cero en 90 minutos).

Foto: Prensa Juventus

 

Sarri out

Tony Cittadino (Mallorca).- Pasó lo que tenía que pasar. La Juventus quedó eliminada de la Champions League y Maurizio Sarri terminó la temporada con el enésimo fracaso de un ciclo para el olvido, con apenas un año. Si se impone la lógica y la decencia, el estratega debería renunciar en las próximas horas o el club rescindir su contrato.

La cuerda no se podía tensar más y lo inevitable no se podía alargar. Una Juventus sin ideas, con forma física irregular, bajones de concentración durante los partidos y un dominio de balón estéril, no podía continuar con vida en la competición reina de Europa. Ya le había costado un mundo poner el candado al noveno scudetto consecutivo de la historia bianconera.

Esta Juventus es la peor del ciclo dominante en Italia y, como hemos escrito en otras ocasiones, a Sarri le quedó grande el equipo. El cacareado Sarriball nunca se vio y no hay excusa que valga para justificar un fracaso enorme. Ni siquiera el argumento del parón del coronavirus, porque afectó a todos por igual.

Sarri llegó a la Juve con la idea de revolucionar el juego e hizo lo contrario. El mercado de fichajes se hizo con el estratega en el banquillo y llegaron Matthijs de Ligt, Danilo, Merih Demiral, Aaron Ramsey, Adrien Rabiot y el regreso del inagotable Gianluigi Buffon. Con una plantilla de esas características, es mediocre que sólo pudiera ganar la Serie A y con un tan sólo un punto de ventaja ante el Inter. Si la temporada se extendía un par de partidos más, seguramente también dejaba escapar la liga.

A eso hay que sumarle que la Juve perdió dos finales locales y, en ambas, el rival fue mejor no sólo por el resultado: cayó en la Supercopa de Italia 2019 ante la Lazio (3-1) y en la Copa Italia 2019-2020 ante el Napoli (4-2 en penales, tras empate a cero en 90 minutos).

Este viernes, no bastó un doblete de Cristiano Ronaldo para llevar a la Juve a los cuartos de final. Fue una victoria amarga de dos por uno ante un Lyon, que finalizó séptimo en la liga francesa y la semana pasada perdió la final de la copa local ante el PSG.

La ausencia de Douglas Costa por lesión, se unió a la de Paulo Dybala para dejar huérfano el ataque. El argentino terminó con molestias la Serie A y lo trataron de recuperar en los últimos días. Entró al minuto 71 de juego, pero salió al 84 por lesión. Es imposible no pensar en el aporte que hubiera podido dar Mario Mandzukic, quien se marchó en diciembre a Catar porque Sarri lo excluyó del proyecto.

Lo insólito, fue leer las declaraciones del capitán Leonardo Bonucci al finalizar el encuentro. “Fue una temporada inusual. Nos encontramos jugando en julio y agosto, el objetivo principal era el scudetto y lo ganamos. Pero en la Champions League, con este nuevo formato todo puede pasar. Repito, nuestro objetivo era el scudetto».

¿En verdad, el objetivo para un equipo que ha dominado Italia en los últimos nueve años era el título de liga y no Europa? Quisiéramos pensar que las declaraciones buscan matizar el fracaso europeo y restar presión, pero es grave si la mentalidad del equipo era esa. Aquí es donde insistimos que algo falla en la comunicación grupal. Faltó liderazgo del entrenador y de los senadores del grupo. Cristiano hizo lo que pudo, respondiendo como siempre: finalizó la campaña con 37 tantos, repartidos en 31 en la Serie A, 2 en la Copa Italia y 4 en la Champions.

El portugués se pierde los cuartos de final por primera vez desde la campaña 2009-2010, cuando justamente el Lyon eliminó al Real Madrid. El astro lusitano tampoco tuvo suerte el año pasado, al caer eliminado ante el Ajax en los cuartos de final. Mucho se ha especulado de su posible salida por no triunfar en la Champions, pero de momento no hay nada claro y el presidente Andrea Agnelli asegura que seguirá en el club.

A propósito, al final de la noche, el directivo declaró a los medios y luego, en una nota de prensa del equipo, expresó su decepción por el resultado y da luces de un cambio en puertas en el banquillo. Sin embargo, jugadores como Danilo, Ramsey, Khedira, Bernardeschi e Higuaín, no tienen su futuro asegurado.

“El balance es agridulce. Fue una temporada difícil, en la que conseguimos un gran resultado como el noveno campeonato consecutivo. La Champions League, era un sueño antes, y ahora es un objetivo, por eso ser eliminados así es una decepción para nosotros, para los jugadores y para los fans. Juventus empieza cada año con muchos objetivos, y esos deben ser honrados, porque tenemos grandes jugadores y al mejor jugador de la historia de la Champions League, Cristiano Ronaldo, un pilar de la Juventus”.

Agnelli agregó que tomarán decisiones en los próximos días. “Ahora nos tomaremos unos días, y vamos a realizar evaluaciones, de cara a comenzar la próxima temporada con un entusiasmo renovado, y sin dar por sentado lo que sucedió en Italia, los títulos de liga no se ganan por inercia, todos tienen una historia diferente y cada año empezamos con cero puntos”.

El cambio de timón y una purga de la plantilla, pareciera ser lo más sensato en la Juventus.

Foto: Gazzetta dello Sport

El Napoli de Gattuso venció a la Juve y ganó la sexta Copa Italia de su historia

Clarín.com.- Tal como lo había hecho 23 años atrás de la mano de Diego Armando Maradona, Napoli conquistó la Copa Italia tras derrotar 4 a 2 por penales a la Juventus, que contó con Paulo Dybala como titular, después de igualar 0 a 0 en la final disputada en el Estadio Olímpico de Roma. De esta manera, el equipo del sur obtuvo este trofeo por sexta vez en su historia y por primera desde 2014.

Como casi todo en los días que corren, la final estuvo marcada por los efectos de la pandemia de coronavirus. Al ya habitual minuto de silencio en homenaje de las víctimas del covid-19 (la reiteración no lo hace menos sobrecogedor) se sumó esta vez una extravagante decoración digital sobre las desiertas tribunas, destinada a ¿deleitar? a quienes siguieron el duelo por televisión.

Arrancó mejor la Juve, presionando intensamente y haciendo circular con criterio y paciencia el balón. Antes de que se cumplieran cinco minutos, dispuso de su primera chance tras una mala salida de la defensa napolitana, pero el remate desde el borde del área de Cristiano Ronaldo encontró una buena respuesta del arquero Alex Meret.

Al joven portero de 23 años le tocó reemplazar al colombiano David Ospina, quien fue figura en la revancha de la semifinal ante Inter, pero recibió una tarjeta amarilla que le valió una suspensión. A los 20 minutos, Miret volvió a actuar con seguridad ante un disparo del uruguayo Rodrigo Bentancur.

Con una propuesta menos frontal y sin tener tanto el balón, el elenco dirigido por Gennaro Gattuso tuvo las ocasiones más claras de la etapa inicial. Poco antes de la media hora, un tiro libre de Lorenzo Insigne se estrelló contra el poste derecho del arco defendido por Gianluigi Buffon.

El inoxidable arquero del equipo turinés mostró sus reflejos intactos en el cierre del período, primero para repeler con las piernas un disparo a quemarropa del alemán Diego Demme y enseguida para volar y enviar al córner un remate desde fuera del área de Insigne.

El día en que el fútbol italiano celebraba el 50° aniversario de la inolvidable victoria 4 a 3 de la Azzurra sobre Alemania Federal en la semifinal del Mundial de México 1970, los 22 protagonistas de esta final no estuvieron en esos primeros 45 minutos a la altura de Gianni Rivera, Gigi Riva o Sandro Mazzola, pero tampoco decepcionaron.

La larga inactividad de la que los futbolistas todavía están saliendo en estos días se hizo sentir en el complemento, en el que la intensidad fue menor y el cansancio en los cuerpos se combinó con imprecisiones en el manejo de la pelota y en muchos roces, en su mayoría producto de llegadas a destiempo y no de una intención de golpear.

Ante la mirada de Gonzalo Higuaín, quien siguió el partido desde una de las plateas (una molestia muscular en el isquiotibial derecho le impidió jugar), la Juve siguió mostrando una postura más ambiciosa, pero sin incomodar a Meret.

Como en el capítulo inicial, Napoli necesitó mucho menos prolegómenos para inquietar a Buffon. Lo hizo primero con un disparo de media distancia del ingresado Matteo Politano que controló el arquero y luego con una media vuelta del polaco Arkadiusz Milik, otro de los hombres de refresco de Gattuso, que voló por arriba del travesaño.

Después de 45 minutos de escasísima emoción, en el tiempo agregado Napoli tuvo una ocasión doble inmejorable para quedarse con la Copa, pero Buffon, el hombre más destacado del duelo, se lo impidió, primero volando contra el palo izquierdo para rechazar un cabezazo del serbio Nikola Maksimovic y en el rebote para desviar un bombazo a bocajarro y a centímetros de la línea de sentencia del macedonio Eljif Elmas.

Así, el cero quedó estampado en el marcador y la final se encaminó sin escalas a los penales. La semana pasada, la Federación Italiana había informado que en caso de igualdad tanto en las series de semifinales como en la final se saltaría directo a la definición desde los 11 metros, sin necesidad de tiempo suplementario.

La tanda no comenzó bien para la Juve, puesto que Meret se quedó con el débil y anunciado remate de Dybala, y siguió peor porque Danilo desvió su tiro. Napoli fue infalible, Insigne, Politano y Maksimovic no fallaron y así no dieron chances para la remontada, más allá de los aciertos de Leonardo Bonucci y Aaron Ramsey. El disparo final del polaco Milik quebró el silencio en el Olímpico y le dio el título a Napoli.

Foto: Reuters.

Juventus y Napoli lucharán por quedarse con la Copa Italia

Andrew Cesare Richardson (ESPN).- En el que apenas será el tercer partido desde el regreso del fútbol italiano tras una pausa de tres meses causada por la pandemia del coronavirus, presenciaremos la primera gran final de la campaña, con los dos mejores equipos de las dos temporadas anteriores (Juventus y Napoli) enfrentándose en la final de la Coppa Italia.

En este cotejo Maurizio Sarri, actual técnico de la Juve, se verá las caras contra su antiguo club, en la búsqueda de su primer trofeo en el Calcio italiano. Mientras que será la segunda aparición en tres años en finales de Coppa Italia para Gennaro Gattuso, nuevo entrenador del Napoli. Sin embargo, Gattuso buscará dejar atrás su primera experiencia, cuando su AC Milan fue arrollado 4-0 por la Juve en 2018.

Los dos partidos de ida de la semifinal se celebraron antes de la interrupción de la actividad futbolística.

La Juve empató 1-1 en Milán y el Napoli se impuso 1-0 en su visita al Inter. El equipo de Sarri clasificó gracias a su gol de visitante de la ida, tras empatar 0-0 en Turín el pasado viernes, en un compromiso en el cual Cristiano Ronaldo falló un penal. No obstante, el hecho de que el potente ataque Juventino no pudo anotar a pesar de jugar contra 10 hombres desde el minuto 16, se ha convertido en motivo de preocupación.

El Napoli tuvo un camino menos complicado a la final, eliminando al Inter con empate 1-1 en el partido de vuelta del sábado pasado, para avanzar con global 2-1. Al marcar el gol vital, Dries Mertens hizo historia al convertirse en el mayor goleador histórico del Napoli, con 122 tantos.

¿Es la Coppa Italia algo importante en ese país?

El dominio de la Juve en sus competencias domésticas le ha dado mayor prestigio a este torneo entre sus rivales. La Juve alzó la Coppa Italia en cuatro temporadas consecutivas hasta la anterior campaña, cuando fueron eliminados en cuartos de final por la Atalanta, que eventualmente quedó subcampeón. En el pasado, la Coppa quizás no tenía la jerarquía de, por ejemplo, la FA Cup inglesa, pero con sólo dos equipos (Lazio y Milan) distintos a la Juventus alzando trofeos a nivel doméstico desde 2014, cualquier éxito es motivo de celebración.

Para la Juventus, la Coppa Italia se encuentra en los últimos puestos de su lista de prioridades, por debajo de la Champions League y la Serie A. Por su parte, los hinchas de la Lazio celebraron con fiestas callejeras en Roma después de vencer la Atalanta en 2019. No hubo desfile con autobuses descapotados, pero el trofeo fue exhibido ante los seguidores del club antes del siguiente partido de liga, jugado contra Bologna.

Un cambio hecho en 2017 a la estructura del torneo, en la cual los ocho mejores equipos de la campaña anterior comienzan a jugar en octavos de final, ha allanado el camino a los grandes clubes para disputar las semifinales. Pero, en definitiva, el nivel de interés depende de quién sea ganador.

¿Es la Juventus indiscutible favorita?

La Juve se apresta a disputar este partido en la cima de la tabla de la Serie A; aunque mantiene una verdadera lucha por el título, con la Lazio apenas a un punto de diferencia. Por su parte, la campaña de liga del Napoli ha sido poco menos que desastrosa. El club azul, en medio de sus expectativas de convertirse en legítimo candidato al Scudetto, despidió a Carlo Ancelotti en diciembre pasado y una ligera mejoría en su nivel los llevó a ascender al sexto lugar de la tabla, a nueve unidades de zona Champions; con un partido menos que la Atalanta, dueño de la cuarta posición. Sin embargo, luego de tres meses sin partidos, es difícil saber la forma física que realmente tienen Napoli o Juventus.

La Juve debería ser la gran favorita; sin embargo, en 2012 los Bianconeri fueron campeones invictos de la Serie A en la primera campaña de Antonio Conte como técnico del club, cayendo en la final de Coppa ante el Napoli.

Ni la Juve ni Napoli se mostraron realmente sobresalientes en sus respectivos compromisos de vuelta a la acción, con ambos clubes imponiéndose por estrecho margen en semifinales. Los dos partidos de Serie A entre estos equipos fueron reñidos, con victorias para los locales por un tanto en cada oportunidad (Juve 4-3 Napoli en agosto, Napoli 2-1 Juve en enero).

¿Cómo está Cristiano Ronaldo?

El astro portugués no mostró su mejor nivel en la vuelta de semifinales del viernes, golpeando el travesaño en un cobro de penal. En líneas generales, fue cómodamente contenido por la defensa del Milan. Sin embargo, cuesta imaginarse que, a sus 35 años, un receso de tres meses no haya sido beneficioso para CR7. Las finales son la especialidad de Ronaldo; adicionalmente, tiene el incentivo de sumar su primera medalla de Coppa Italia.

También vale la pena mencionar que el primer partido de Serie A antes del receso obligado por el coronavirus, que terminó en victoria 2-0 para la Juve sobre el Inter, fue la primera ocasión en la cual Cristiano no logró convertir tras haber marcado en 11 partidos consecutivos, igualando así un récord.

¿Qué implicaría la victoria para el Napoli?

El Napoli cuenta con una de las aficiones más fervientes de toda Italia y si bien recibirían gratamente cualquier éxito por parte de su club, el título de Serie A es el que realmente ansían. El Napoli ganó la Coppa en 2012 y 2014; en 2012, la Juve era un equipo que apenas comenzaba a forjar su dinastía, lo que significa que un triunfo en copa sobre este club omnipresente y conquistador tendría mucho mayor significado para ellos.

¿Es tan importante para la Juve?

En su condición de final a definirse en 90 minutos, los hinchas de la Juve disfrutarían de la victoria, pero ciertamente sería calificada como toda una decepción si llega a convertirse en el punto máximo de la temporada Bianconera.

Para la Juve, su estrategia a largo plazo es lo más importante. Tanto Marcello Lippi como Massimiliano Allegri alzaron el doblete de Serie A y Coppa Italia en sus primeras temporadas a cargo del equipo (aunque con 20 años de diferencia) y también clasificaron a la final de Champions League en sus primeros intentos. El éxito llama al éxito y la Juve necesita sentir hambre para ganarlo todo.

Foto: Prensa Juventus.

La Juventus de Allegri, el quinquenio de oro al que le faltó la Champions

Tony Cittadino (Mallorca).- La época de Massimiliano Allegri en la Juventus, fue una de las más exitosas en la historia del club y de Italia. En cinco años, se convirtió en el tercer director técnico más ganador con 11 títulos, repartidos en cinco ligas, cuatro Copa Italia y dos Supercopa de Italia. Al quinquenio de oro le faltó la tan ansiada Liga de Campeones, aunque jugó dos finales en tres temporadas.

El estratega nacido en Livorno en 1967, llegó a la entidad bianconera en la temporada 2014-2015. Le tocó sustituir a Antonio Conte, quien había ganado tres ligas y una Supercopa de Italia. Tenía la misión de mantener el ciclo victorioso y, además, darle el plus que le faltaba en Europa. Allegri llegó con una buena hoja de trabajo, tras ganar con el Milan la Serie A y la Supercopa de Italia en la temporada 2010-2011. En esa campaña, se quedó con el premio Entrenador del Año de la Serie A.

De acuerdo a las estadísticas de la UEFA, Allegri dirigió al equipo durante 269 partidos en todas las competiciones. En total, ganó 191 juegos, empató 42 y tan sólo perdió 36. Un porcentaje de victorias del 71%, por delante de Carlo Carcano (68,9%) y Conte (67,5%).

Es el tercero más ganador en la historia de la Vecchia Signora, escoltando a Marcelo Lippi (227 triunfos en 405 juegos) y a Giovanni Trapattoni (319 duelos ganados de 596). También es el tercero con más encuentros al frente del banquillo, también detrás de Lippi (405) y Trapattoni a (596).

En la Serie A, ganó 142 de los 188 juegos, con 27 empates y 19 derrotas, alcanzando de 453 puntos de 564 posibles, mientras que en la Champions, triunfó en 29 de los 54 duelos, con 13 empates y 12 caídas. En la Copa Italia, ganó 18 de 24 y perdió cuatro duelos. En la Supercopa de Italia, el desempeño fue más parejo. Dos triunfos, dos empates (en la prórroga y perdió en penales) y una derrota (en 90 minutos).

Además es el único en ganar cinco ligas consecutivas y el segundo más ganador de Italia, si se suma el scudetto ganado con el Milan. El líder de ese departamento, también es Trapattoni con siete. Todos con la Juve.

Entre los récords que también dejó, destacan las 15 victorias consecutivas que el club logró entre octubre del 2015 y febrero de 2016. Le dio la décima Copa Italia y sumó cuatro dobletes (liga y copa), algo nunca visto. La Juve alcanzó el octavo campeonato de liga en fila en su último año, para implantar una marca en Europa y dejar atrás los siete gallardetes del Lyon (2002-2008).

Sin embargo, le faltó el triunfo final en la Champions, que hubiera significado el triplete que en persiguió en par de oportunidades. La Juve perdió ante el Barcelona en Berlín en 2015 y, dos años más tarde, contra el Real Madrid en Cardiff. Lograr una copa en Europa le hubiera dado un escalón más en la historia, pero se enfrentó a dos de los mejores equipos del momento, con los dos mejores jugadores de la actualidad: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Pero no todo fue malo en Europa. En las páginas doradas quedó, por ejemplo, el empate a dos ante el Bayern Múnich de 2015 en Torino y la goleada al Barcelona de tres por cero en 2017, también casa. De igual forma, la amarga goleada ante el Real Madrid en 2018 en el Santiago Bernabéu, que finalizó con un gol de penal de Cristiano Ronaldo para darle el pase a los merengues a los cuartos de final. El propio portugués fue el héroe de la Juve en 2019, al liderar la remontada ante el Atlético de Madrid con un triplete en los octavos de final en el Allianz Stadium.

Aunque era un técnico de expresión calmada, cuando entraba al campo se transformaba. Su estilo de juego era ofensivo, de posesión y buena rotación del balón por todo el campo. El control del mediocampo era la clave. Todo pasaba por allí, en especial por el trabajo de Miralem Pjanic, la creación de Juan Cuadrado y en la última línea, en el ataque, los goles de Paulo Dybala.

Solía utilizar muy bien las bandas, sobre todo con el despliegue al ataque de Alex Sandro y Stephan Lichtsteiner. Presionaba alto, buscando el error del rival y encarar el arco. Si no conseguía los espacios, volvía atrás y rotaba el balón. Uno de sus descubrimientos claves, fue utilizar al delantero Mario Mandzukic por la banda izquierda. El croata atacaba, pero también creaba ocasiones y también luchaba balones.

Su alineación preferida fue la 3-5-2, aunque también solía utilizar el 4-3-3.  Su solidez defensiva también fue una fortaleza, gracias a la llamada BBC. Estaba integrada por Leonardo Bonucci, Andrea Barzagli y Giorgio Chiellini, además de Gianluigi Buffon en el arco.

Así fueron las cinco temporadas de Allegri en la Juventus.

2014-2015

Se estrenó perdiendo la Supercopa de Italia ente el Napoli. Empataron a dos en 120 minutos y cayeron seis por cinco en penales. Sin embargo, al ganaron el título de la liga, al finalizar líder de la tabla con 87 puntos, 17 más que la Roma. Ganó 26 juegos de 38. No soltó el primer lugar desde la cuarta jornada.

También celebró en  la Copa Italia, que se les resistía a la Juve desde la zafra 1994-1995. Vencieron a la Lazio dos goles por una en la prórroga, con tantos de Chiellini y Alessandro Matri. Fue la décima de la historia, siendo el primer club en llegar a esa cifra.

Rozaron el triplete en la Champions, pero cayeron en la final ante el Barcelona con marcador de tres goles por uno. Era la primera final desde la edición 2002-2003, cuando también cayeron ante el Milan.

2015-2016

Esta vez la temporada arrancó en lo más alto, al consagrarse en la Supercopa de Italia. Derrotaron a la Lazio dos por cero, con dianas de las nuevas adquisiciones, Mario Mandzukic y Paulo Dybala. En el mercado de verano también llegaron Juan Cuadrado, Alex Sandro, Simone Zaza y Roberto Pereyra.

Ganaron el quinto scudetto en fila y segundo para Allegri, igualando la marca del club (1931 y 1935), compartida con el Torino (1943-1949) y el Inter (2006-2010, al que se le asignó el título 2006 en la mesa por Calciopoli).

Fue la campaña en la que ganaron con una remontada impresionante en la tabla, tras empezar con cinco puntos de 18 posibles. Perdieron sus dos primeros desafíos ante el Udinese (1-0 en Torino) y Roma (2-1 en Roma). Su primera victoria fue en la cuarta jornada, en la visita al Genoa (2-0). Finalmente asaltaron el primer lugar en la jornada 25, cuando le ganaron al Napoli uno por cero, con un golazo desde fuera del área de Zaza.

Terminaron líderes con 91 unidades, 11 más que el Napoli, producto de 29 victorias en 38 cotejos. El título tuvo un sabor especial, por los 973 minutos de imbatibilidad alcanzados por Buffon.

Vencieron al Milan en la final de la Copa Italia por la mínima diferencia, con tanto de Morata en la prórroga. Así alcanzaron su segundo doblete.

En Europa, perdieron una eliminatoria trepidante en los octavos de final ante el Bayern Múnich. Igualaron a dos goles en Italia, en un duelo en el que caían dos por cero y lo empataron en 13 minutos. En la vuelta, el juego también fue una locura. En 30 minutos ya dominaban el marcador dos por cero, pero le empataron en el último minuto de descuento y los alemanes los sentenciaron en la prórroga.

2016-2017

La tercera temporada de Allegri al frente de la Juve, comenzó con otra derrota en la Supercopa de Italia. El Milan se quedó con el trofeo. Igualaron a un gol en 120 minutos y en penales ganaron cuatro por tres.

Pero el hambre de ganar no se acabó. La Juve conquistó el sexto título consecutivo y un grupo especial los tenía en su totalidad: Buffon, Chiellini, Bonucci, Lichtsteiner, Marchisio y Barzagli.  Terminaron líderes con 91 puntos, cuatro más que la Roma. Se llevaron los tres puntos en 29 de los 38 duelos.

En esa zafra, el club se había reforzado con Gonzalo Higuaín, Dani Alves, Miralem  Pjanic y el mediocampista venezolano Tomás Rincón. Conquistaron 100 puntos en 2016 en un año natural en Serie A, además de lograr 116 puntos de 118 posibles en casa. La entidad se llevó otra Copa Italia a casa, tras derrotar a la Lazio dos por cero con par de dianas antes de los 25 minutos de juego de Dani Alves y Bonucci.

La escuadra bianconera se volvió a quedar a las puertas del triplete, al perder la final de Champions con el Real Madrid cuatro goles por uno. Mandzukic empató el juego en el primer tiempo, con el mejor gol de la temporada para la UEFA. El equipo se desmoronó en la segunda parte, fallando en la concentración y en el juego colectivo. Además hubo rumores de una fuerte discusión en el entretiempo entre Dybala, Dani Alves y Bonucci. Al final de la temporada, los dos últimos abandonaron el club.

2017-2018

La Juve volvió a refrescar la plantilla y se reforzó, entre otros, con Medhi Benatia, Rodrigo Bentancur, Wojciech Szczesny, Federico Bernardeschi y Blaise Matuidi. Sin embargo, volvieron a perder la Supercopa de Italia, ahora ante la Lazio tres goles por dos.

Pero los triunfos no pararon en Torino. La Vecchia Signora amarró su séptimo scudetto en fila y el cuarto para Allegri. El dominio en la tabla los llevó a sumar 95 puntos, cuatro más que el Napoli. Ganaron 30 de 38 y no soltaron el primer lugar, desde la jornada 28, cuando doblegaron al Udinese dos por cero. Fue la séptima liga en fila y última para Buffon, quien se marchó al PSG al final da la campaña

El cuarto doblete nacional llegó con la décimo tercera Copa Italia de la historia, tras golear al Milan cuatro por cero. Números nunca vistos en el fútbol italiano.

Su camino en la Champions finalizó en cuartos de final, ante el Real Madrid de Cristiano Ronaldo. El portugués marcó dos de los tres goles en la ida en Torino, incluida la magistral chilena que arrancó aplausos del público. En la vuelta, la Juve ganó tres por uno, pero no le alcanzó. Cristiano anotó de penal en el descuento, para clasificar a los merengues a la siguiente fase.

2018-2019

La Juve comenzó la temporada con el fichaje estrella de Cristiano Ronaldo, además del Douglas Costa, Joao Cancelo y el regreso al equipo de Bonucci. La fortuna le volvió a sonreír al club, al ganar la Supercopa de Italia al Milan, con gol de Cristiano, quien sumaba su primer título con la entidad. Fue la octava copa, también un récord absoluto.

El equipo ganó el octavo scudetto en fila y el quinto y último para Allegri, implantando una marca en Europa de más ligas consecutivas. Acumularon 90 puntos en la tabla, 11 más que el Napoli. Ganaron 28 de los 38 encuentros, dominando el campeonato de principio a fin. También fue el octavo gallardete para Chiellini y Barzagli.

Quedaron fuera de la Copa Italia en cuartos de final, al ser goleados por el Atalanta tres por cero. Así rompieron una cadena de cuatro finales consecutivas. En la Champions, habían superado al Atlético de Madrid con el histórico triplete de Cristiano Ronaldo, pero se marcharon en cuartos de final ante el sorprendente Ajax. Empataron a uno en Holanda y perdieron dos por uno en Italia.

Allegri se marchó del equipo al final de la temporada, dejando una cantidad de títulos y récords difíciles de superar. Marcó la historia contemporánea de una Juventus en la que no todos se consagran. Fue el arquitecto de una aplanadora italiana.

Fotos: Juventus.

Carlo Ancelotti, el técnico que regresó al Milan a la gloria

Tony Cittadino (Mallorca).- El Milan de Carlo Ancelotti fue el último gran ciclo victorioso del equipo rossonero. La mentalidad ganadora se demostró con resultados y una camada de jugadores que divirtieron al mundo con un juego vistoso y ofensivo. Durante ocho años, “Carletto” dejó un palmarés envidiable: dos Liga de Campeones, dos Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes, una liga, una Copa Italia y una Supercopa de Italia.

Su carrera como técnico comenzó en 1994, cuando fue el asistente de Arrigo Sacchi en la selección italiana del Mundial. Fue su primera experiencia en el banquillo, tras ser jugador del Parma (1976-1979), la Roma (1979-1987) y el Milan (1987-1992), casualmente también dirigido por Sacchi. Fue un estratega fundamental en su estilo de ver el fútbol, por su ordenada y rígida forma de trabajar.

Sin embargo, Ancelotti se ha caracterizado por ser un dirigente pacífico, que da confianza a sus jugadores. Un motivador. Esa ha sido la clave de su éxito. “Hay quienes piensan que porque soy un líder calmado, soy débil. No estoy de acuerdo. Tampoco lo están quienes jugaron conmigo o para mí. Mi calma es una fuerza, que transmite poder y autoridad”, dijo en su libro “El leader calmo, Carlo Ancelotti”, escrito por Chris Brady y Mike Forde en 2016.

Su debut como estratega fue en la temporada 1995-1996 con la Reggiana. Logró el ascenso a la Serie A, luego de 41 juegos, en los que dejó balance de 17 victorias, 14 empates y 10 derrotas.

Su próximo destino fue el Parma, club en el que comenzó a dar sus primeros destellos. En la temporada 1996-1997, finalizó en el segundo lugar con 63 puntos, a dos de la Juventus. En la siguiente campaña, quedó en el sexto lugar con 57 unidades.

Su primera gran experiencia con un equipo de nivel, fue con la Juventus. En la zafra 1999-2000 sólo alcanzó a ganar la Copa Intertoto de la UEFA. Perdió la liga en la última jornada, al caer ante el Perugia un gol por cero, en un partido jugado en un diluvio. La Juve, que hasta llegó a tener nueve puntos de diferencia, finalizó con 71 unidades, uno menos que la Lazio.

La situación fue similar en la contienda 2000-2001. La Vecchia Signora quedó en el segundo lugar con 73 puntos, dos menos que la Roma. Al finalizar la campaña, Ancelotti fue despedido. Su idea,  era regresar al Parma, club con el que había un acuerdo verbal, pero el director general del Milan, Adriano Galliani, lo convenció con una llamada telefónica. Llegó en noviembre de 2001, para sustituir al turco Fatih Terim.

Así regresaba al equipo con el que ganó como jugador dos liga, una Supercopa de Italia, dos Champions League, dos Supercopa de Europa y dos Copa Intercontinental. “El Milan era mi familia y a la familia es la primera a la que hay que demostrar lealtad. Comencé en noviembre de 2001 y los primeros seis meses no fueron fáciles”, expresó en su libro. El conjunto terminó la campaña 2001-2002 en el cuarto lugar con 55 puntos.

La primera Champions

Ancelotti le cambió la cara al club y los resultados se comenzaron a ver en la temporada 2002-2003. En el mercado se reforzaron, entre otros, con dos jugadores de lujo: el mediocampista Clarence Seedorf y el defensa Alessandro Nesta.

“Nesta estaba en el mejor momento de su carrera y era tan importante para mí, que tuve que convencer a Berlusconi. Le recordé que todos queríamos ganar la Champions y con él lo haríamos.  Le dije, usted me da a Nesta y yo le doy la Champions”, rememoró Ancelotti.

El Milan tenía un equipo compacto, que jugaba al clásico 4-4-2. Dida estaba en el arco y la defensa era integrada por Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Kakha Kaladze y Nesta. El mediocampo tenía a Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo, Rui Costa y Seedorf. El ataque estaba integrado por una de las mejores duplas del momento: Andriy Shevchenko y Filippo Inzaghi.

“En esa temporada llegaron Nesta, Seedorf y también Rivaldo. Teníamos a Rui Costa y estos fueron mis jugadores claves. Cuando empecé, el Milan no daba el espectáculo que quería Berlusconi y tuve que cambiar el estilo de juego, para tener feliz a la dirigencia y a los fanáticos”, recordó en su libro.

Pero manejar los egos del vestuario no fue fácil. Debió, como todo entrenador, imponerse por el bien del equipo. “En mi primera temporada, había un partido de Champions en el que dejé a Rivaldo en la banca. Le dije que jugaría tres días más tarde y me dijo que no, porque Rivaldo no era suplente. Le dije que esta sería su primera vez. Se levantó y se fue a su casa”.

Uno de los aspectos claves que cambió en el Milan, fue que la organización contara con un restaurante en la ciudad deportiva de Milanello. “Que los jugadores coman juntos, ayuda a que hagan grupo. Además se siente como una familia y esta era la cultura del Milan. En otras sociedades es diferente. Por ejemplo, en la Juventus me sentí como en una gran empresa. Las relaciones con los directivos eran más formales y en esa época no había un centro deportivo. Entre el Milan y yo siempre hubo una sintonía natural. Con la Juve, no”.

El club terminó en el tercer lugar de la liga con 61 puntos, detrás del Inter (65) y la Juventus (72), pero el gran golpe lo dio en la Liga de Campeones. Los rossoneros vencieron a la Juve en la gran final, disputada en Manchester. Fue la primera entre equipos italianos. Luego de empatar sin goles en 120 minutos, se impusieron en penales tres por dos. Ganar la Champions le permitió a Maldini igualar a su padre Cesare, quien también fue campeón de Europa con el club en la zafra 1962-1963. Justo 40 años después.

“En el Milan tuve la suerte de tener a un líder como Maldini. Tenía un carácter fuerte y no tenía miedo de nada. Siempre era positivo. También estaba Pirlo. Era más solitario y tímido, pero era un líder técnico. Un ejemplo de cómo jugar. Nesta era un modelo diferente a Maldini y también Gattuso, a su manera”, sostuvo Carlo, que es uno de los siete dirigentes en ganar la Champions como jugador y como técnico.

Tres días después de proclamarse rey de Europa, el Milan ganó la Copa Italia ante la Roma. Habían empatado a dos goles en el partido de vuelta, luego de ganar en la ida cuatro por uno. La entidad vivía días dorados, como en la historia reciente con Sacchi y Fabio Capello, situación que mantenía contento al presidente del equipo, el político Silvio Berlusconi. Con el Premier tuvo buenas relaciones, pero trataba de mantenerlo al margen.

“Entendí rápido que debía mantenerlo contento. La tradición del Milan es jugar un fútbol vistoso, mientras que la de la Juve es ganar. Entendí que ningún esquema táctico es más importante que el presidente del club. Sí Berlusconi quería ir al vestuario a bromear, tenía que darme cuenta al final que ese era su vestuario. Se lo permití, incluso, antes de la final de la Champions en 2003”, sostuvo en el texto.

Se consolidó el proyecto

La temporada 2003-2004 comenzó con la derrota ante en la Juve en la Supercopa de Italia. Tras empatar a un gol, cayeron en penales cinco por tres. Sin embargo, tres semanas más tarde, volvieron a celebrar. El Milan se quedó con la Supercopa de Europa, al vencer al Porto por la mínima diferencia, gracias a un tanto de Sheva.

Había motivos para seguir festejando. Dos brasileños de calidad de sumaban al equipo. El defensa Cafú llegó desde la Roma para reforzar la zaga y el mediocampista Kaká desde el Sao Paulo, para fortalecer el mediocampo y darle profundidad ofensiva.

Fue el momento del cambio táctico, para mantener el 4-4-2. No había espacio para todos, así que Ancelotti optó por retrasar un poco más en el campo a Pirlo y adelantar a Kaká, para tener equilibrio. Dejó de jugar con cuatro en línea, para hacerlo con cuatro en forma de rombo.

“En el medio sector tenía a Pirlo, Seedorf, Rui Costa y Kaká. Al comienzo les dije que si no se adaptaban al nuevo sistema, uno iría a la banca. Lo entendieron. Pirlo terminó jugando un poco más atrás y Kaká, más adelante”, explicó Carletto, quien también debía dar espacio a jugadores como Gattuso y Massimo Ambrosini.

La jugada salió bien, porque además transformó el juego de Kaká, quien tuvo más protagonismo. Al finalizar la campaña, fue el Futbolista del Año de la Serie A. Era el preludio de una gran carrera. Ancelotti también alternó el 4-4-2 con el famoso “Árbol de Navidad”, el sistema 4-3-2-1 con el que jugaba con un solo atacante.

“El club me dio la posibilidad de cambiar jugadores y transformar el equipo, de acuerdo a mi visión. Ganar la Champions en 2003, consolidó la conciencia de los jugadores de ser parte de un gran club. Tomaron mejor la idea de que no siempre podían jugar. Eso hizo más fácil la relación. Todos eran campeones”, dijo el técnico en su libro.

El 21 de febrero de 2004, vencieron al Inter en un “Derby della Madonnina” electrizante. El equipo nerazzurro se fue al descanso con una ventaja de dos por cero, pero los rossoneros remontaron en la etapa complementaria y sellaron el triunfo con un golazo de Seedorf en el minuto 85.

Al holandés lo definió como un gran jugador y de carácter fuerte. “Tenías que decirle bien qué querías, porque si no te hacía todo. Cuando llegó en 2002, tuvo problemas con los compañeros, porque se sentía responsable por los demás. Era su carácter. Al final tuve que decir que él no era el entrenador y no debía hablar así. Era un líder. Pero ya teníamos a Maldini y tuvimos que buscar un equilibrio”.

El Milan terminó la temporada como campeón de Italia con 81 puntos, 11 más que la Roma. El ucraniano Shevchenko fue el líder goleador de la liga con 24 tantos, siendo la segunda vez que lo alcanzó. En la temporada 1999-2000 también sumó dos docenas de goles. Al final del año, Sheva se quedó con el Balón de Oro.

En la Copa Italia quedaron eliminados en la semifinal, al caer en los dos partidos ante la Lazio con global seis por uno. En la Champions, el recorrido se acabó en los cuartos de final. Fueron goleados en la espectacular remontada del Deportivo La Coruña. Los italianos habían ganado 4-1 en la ida jugada en San Siro, pero perdieron 4-0 en la vuelta en Riazor. Fue el partido más gris del ciclo hasta el momento.

La pesadilla de Estambul

La campaña 2004-2005 inició con otro título. El Milan superó a la Lazio tres goles por cero, para ganar la Supercopa de Italia. Entre los refuerzos adquiridos, destacó el delantero argentino Hernán Crespo y el defensa holandés Jaap Stam.

En diciembre perdieron la final de la Copa Intercontinental contra el Boca Juniors. También en penales. Empataron a uno en 120 minutos y en la tanda decisiva, los argentinos se impusieron tres por uno en Yokohama.

Finalizaron en el segundo lugar de la Serie A con 79 puntos, siete menos que la Juventus, pero al año siguiente el título fue revocado por el escándalo de Calciopoli y no fue asignado. La Copa Italia volvió a ser imposible, al caer en cuartos de final ante el Udinese con global de seis por cuatro.

En la Champions ocurrió la pesadilla de Estambul. El Milan ganaba cómodamente tres por cero en la primera parte. Maldini marcó al primer minuto y le siguió un doblete de Crespo (39’ y 44’), pero se dejó empatar por el Liverpool en la etapa complementaria. Tres goles en seis minutos de Gerrard (54’), Smicer (56’) y Xabi Alonso (60’). Los ingleses se quedaron con la “orejona” en la tanda de penales tres por dos, en una de las remontadas más espectaculares de la competición.

“En esa final tuvimos una calidad de juego impecable, que nunca había visto en finales. Fue una desilusión muy grande. La gente dice que dejamos de jugar en el segundo tiempo y no es cierto. El Liverpool jugó bien seis minutos y nosotros 114”, recordó en su libro.

Aseguró que la reacción del Liverpool lo dejó sin tiempo para hacer los ajustes. “Cuando marcaron el primer gol, estábamos jugando tan bien, que pensé que pronto marcaríamos el cuarto. Luego anotaron el segundo y pensé en hacer un cambio, para reforzar la defensa. El tercer gol llegó sin poder hacer nada. Después de esos seis minutos de locura, logramos retomar el control del juego y podíamos haber marcado”.

En ese momento tan difícil, sintió el apoyo de la organización. “El club permaneció compacto. Nadie nos puso en discusión. Obviamente nos dolió, pero tratamos de no dramatizar. Al comienzo de la temporada siguiente, éramos brillantes. La derrota lejos de cortarnos las piernas, nos fortaleció”, confesó el italiano.

Por su parte, Nesta absolvió de toda culpa a su director técnico y lamentó que no pudiera ser uno de los cobradores en la tanda de penales. “Creo que su único error fue no apuntarme en la lista. Contra la Juventus en Manchester lo hizo y marqué. La gente cree que la derrota fue su culpa. Yo creo que fue nuestra. Jugamos el mejor primer tiempo de todos y, en el descanso, nos dijo en el vestuario que el juego todavía no estaba decidido. Que saliéramos a marcar otro gol y si era posible, otro más. Sólo así, estaríamos seguros. Pero concedimos libertades al Liverpool y nos costó la final”, dijo en el libro de Ancelotti.

Temporada en blanco

En la campaña 2005-2006 sumaron de refuerzo al delantero Alberto Gilardino, quien llegó procedente de la Fiorentina. También al delantero Christian Vieri desde el Inter y al lateral izquierdo checo Marek Jankulovski, desde el Udinese.

Pero fue una temporada sin títulos para la entidad rossonera. En la Champions, cayeron en la semifinal ante el Barcelona, a la postre el equipo campeón. Perdieron en San Siro con gol de Ludovic Giuly (67’) y empataron a cero en el Camp Nou. Sheva terminó como líder goleador de esa edición con nueve tantos.

En Copa Italia, el Palermo los eliminó en octavos de final con global de tres por uno y en la Serie A habían finalizado en el tercer puesto con 58 puntos, pero luego le revocaron 30 unidades por el escándalo de Calciopoli que se destapó en esa campaña.

Para entonces, se fortalecían los rumores que aseguraban que Berlusconi no estaba contento con el rendimiento del club y le hacía las alineaciones a Ancelotti, algo que  el técnico siempre negó y reconfirmó en su libro.

“Todos pensaban que Berlusconi me presionaba, pero no era cierto. Siempre estaba muy presente. Cuando ganábamos, entonces me decía quiero que juguemos con este atacante y seamos más ofensivos. No es una opinión, es que lo quiero. Pero siempre le explicaba mis argumentos. Después de una victoria, le gustaba explicarme con cuál jugador me hubiera hecho jugar. Pero eso lo hacía sólo cuando ganábamos”.

 

La revancha de Atenas

Todo cambió en la campaña 2006-2007. El terremoto de Calciopoli obligó a varios equipos a reestructurarse y el Milan no fue la excepción. Se marchó Sheva al Chelsea y Rui Costa al Benfica, mientras que llegaron, entre otros, los defensas Daniele Bonera desde el Parma y Massimo Oddo desde la Lazio. Además Ronaldo se incorporó en el mercado de invierno, pero no jugó hasta 2008 por someterse a un tratamiento de la tiroides.

El camino en la Serie A, terminó con un decepcionante cuarto puesto y en la Copa Italia llegaron hasta la semifinal. La Roma los despachó, tras empatar a dos en San Siro y ganarles tres por uno en el Olímpico.

Sin embargo, todas las fuerzas estaban centradas en Europa. En semifinales lograron una remontada histórica ante el Manchester United. Luego de perder tres por dos en Old Trafford, ganaron con un contundente tres por cero en San Siro, para meterse en la final. Kaká (11′), Seedorf (30′) y Gilardino (78′), sentenciaron a los ingleses en un encuentro que se jugó con una lluvia torrencial y en la que el Milan fue superior. El resultado fue corto.

El equipo de Ancelotti clasificó a la final, para medirse al Liverpool en Atenas. El Milan se sacó la espina de Estambul y venció a los ingleses dos por uno, con un doblete del “Pippo” Inzaghi (45’ y 82’). Fue la séptima y última Champions para el equipo.

“He marcado varios goles en Europa, pero hacerlo en la final de la Champions League es algo especial”, dijo Inzaghi a la UEFA luego de partido. Su compañero Gattuso, agregó: “La derrota de hace dos años estará de por vida, pero esto es otra historia diferente. Ahora nos toca a nosotros celebrarlo”.

Kaká finalizó como máximo goleador del torneo con 10 y allanó el camino para ganar el Balón de Oro y el premio FIFA World Player. Para Maldini fue su segunda “orejona” con el club.

Galliani estuvo en el Milan durante 30 años, ocho de los cuales los pasó con Ancelotti en el banquillo y se mostró feliz por la revancha. “En julio de ese año, el Milan fue el primer club del ranking de la UEFA, superando a Real Madrid y Barcelona. Sus ocho años fueron un periodo de oro. La victorias fueron muchas más que las derrotas”, dijo en el libro.

El ejecutivo agregó que la derrota en Estambul no puso en duda la continuidad del estratega. “Muchos me preguntan si le recriminamos algo y la respuesta es no. Lo apoyamos. Fue duro y tuvimos que haber ganado. Pero en cinco años, jugamos tres finales de Champions, una semifinal y unos cuartos de final. Nadie nos alcanzaba. Ni siquiera Bayern, Real Madrid o Barcelona”.

La mano derecha de Berlusconi, definió a Carlo como un gran motivador en momentos claves. “Tiene un modo particular de llevar las relaciones con los jugadores. Nunca traicionó sus orígenes, ni cambió su carácter. Tiene una gran capacidad de iluminar el ambiente en el que trabaja. Es un líder internacional y multicultural”.

Una de sus anécdotas preferidas, fue la noche antes de la final de la Champions de 2007. “Veía en el entrenamiento con él y me fijé que Inzaghi estaba presionado. No paraba ni un balón. No era él. Le sugerí a Carlo que lo dejara de suplente y salir con Gilardino como titular. Me respondió que Inzaghi era un atacante rato y que, quizás, la noche de la final sería su noche. Quizás otro entrenador me hubiera hecho caso, pero él tenía un presentimiento y era algo que le sucedía a menudo”.

 

En el techo del mundo

La temporada 2007-2008 inició con el triunfo en la Supercopa de Europa contra el Sevilla. La victoria fue de tres por uno, con tantos de Inzaghi (55’), Jankulovski (62’) y Kaká (87’), para sumar el quinto trofeo de la competición. El título tuvo en parte un sabor amargo, porque el defensa del Sevilla, Antonio Puerta, había muerto tres días antes por un paro cardio respiratorio en el juego ante el Getafe.

La zafra también inició con otro fichaje de estelar. Alexandre Pato llegó con apenas 17 años, procedente del Internacional de Porto Alegre por 22 millones de euros, una cifra récord para entonces.

En diciembre, sumaron al palmares el Mundial de Clubes al derrotar por goleada al Boca Juniors cuatro por dos. Inzaghi lideró el triunfo con par de dianas (21’ y 71’), mientras que Nesta (61’) y Kaká (61’) se sumaron a la fiesta milanista.

“No diría que la victoria es irrepetible, pero nunca la podremos olvidar. Ahora queremos festejar al máximo este evento. Nos alegramos mucho por esto, porque todo el mundo sabe que hemos recorrido un camino muy difícil”, sostuvo Ancelotti luego del juego. Su Milan sumaba el título 18 a nivel internacional, siendo el club más titulado.

Sin embargo, el ciclo comenzaba a presentar desgaste. El Catania los superó en octavos de final de la Copa Italia, con global de 3-2. En la liga, finalizaron en el quinto lugar con 64 puntos, quedando fuera de la zona Champions.

En la Liga de Campeones, quedaron fuera en octavos de final contra el Arsenal. Empataron sin goles en casa y perdieron dos por cero como visitantes. Para entonces, el Real Madrid había asomado la posibilidad de fichar a Ancelotti, pero no se dio.

“En ese momento, me contactó el Real Madrid, pero no hubo acuerdo porque dije que si el Milan no me dejaba ir, no me iría”, dijo en su libro el estratega.

Fin del ciclo

La última campaña de Ancelotti fue la 2008-2009. También fue la de Maldini. Al mismo tiempo, regresaba al equipo Shevchenko y se sumaban los fichajes estelares de Ronaldinho, David Beckahm, Gianluca Zambrotta, Thiago Silva y Mathieu Flamini.

El Milan no disputó la Champions League, pero sí la Europa League, torneo en el que quedó eliminado en los dieciseisavos de final ante el Werder Bremen con dos empates. Uno a uno en Alemania y dos a dos en Italia, pasando los teutones por marcador global.

En la Serie A, finalizaron en el tercer lugar con 74 puntos y en la Copa Italia, quedaron fuera al perder con la Lazio dos por uno en octavos de final.

“Fue un gran tiempo al Milan. Ganamos dos Champions y una liga. Me sentía como en casa, pero luego de ocho años la relación se enfrió. Berlusconi quería cambiar y yo quería ir al exterior”, dijo Ancelotti en su libro.

Galliani explicó que la decisión dejarlo ir a Inglaterra con el Chelsea, fue consensuada y la discutió con Berlusconi. “Era lo mejor para las dos partes. Él lo deseaba y la separación fue sin traumas. Carlo fue muy correcto. Dejó que el equipo decidiera, porque tenía un contrato”.

Beckham también dio buenas referencias, a pesar de jugar bajo sus órdenes solo una temporada. En el libro de Carlo, explicó que no dudó cuando se presentó la posibilidad de ir al Milan. Recordó el último día de Ancelotti en el banquillo como una jornada llena de emociones.

“Vi con mis propios ojos cuánto le querían en el vestuario. Dio un discurso muy sentido en italiano y yo le entendí la mitad, pero me conmovió. Vi llorar a como Maldini, Gattuso, Inzaghi y Nesta. Sabían que el club cambiaría, porque el hombre que hizo grande al Milan estaba por irse”.

Maldini lo definió como una persona que se molesta muy poco y que puede hacerte reír antes de una final de Champions. “No es rencoroso y tiene un corazón de oro. No necesita ser un Special One para ganar. Cuando creía equivocarse, me lo preguntaba. Cuando llegó a Milanello, era muy rígido tácticamente. Pero luego se abrió y maduró”.

Nesta tampoco dudó en decir que Ancelotti fue el mejor entrenador que tuvo en su carrera, porque le cambió la mentalidad. Contó que le dijo que no había mejor lugar para crecer que el Milan y, aunque le costó adaptase, siempre tuvo su apoyo.

“La primera vez que lo vi, fue en un entrenamiento con Italia en Milanello. Estaba al límite del campo y me dijo que al año siguiente quería verme en el Milan. Le dije que no, porque el club no me gustaba. Era de la Lazio y prefería quedarme en Roma. Tres meses más tarde, firmé con el Milan. Carlo me enseñó que aquí cada juego era una final. En la Lazio, bastaba con ganar el derby a la Roma. Me dijo que que si quería ser el mejor, tenía que seguir a los mejores, como a Maldini o Costacurta”.

Ancelotti terminó dirigiendo al club en Serie A en 423 partidos oficiales, con 238 victorias, 101 empates y 84 derrotas. Su huella en el banquillo fue más allá de los títulos y resultados. Fue un caballero y el último dirigente que dirigió al Milan con el escudo tatuado en el corazón, para llevarlo a la gloria en un ciclo exitoso.

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Cristiano salvó a la Juve en la ida de la semifinal de la Copa Italia

Tony Cittadino (Mallorca).- Cristiano Ronaldo volvió a ser el héroe de la Juventus. El portugués convirtió un penal en el tiempo de descuento, para darle permitir a su equipo empatar a un gol ante un Milan que jugó con 10 desde el miunto 71, en el partido de ida de la semifinal de la Copa Italia disputado en el estadio San Siro de Milán.

El primer tiempo fue parejo y arrancó con ráfagas de buen fútbol del Milán, equipo que salió mejor y generó la primera oportunidad de peligro apenas a los tres minutos cuando Yannick Kessié disparó al arco y se marchó por poco cerca del vertical izquierdo.

En la fracción 11, Zlatan Ibrahimovic quiso sorprender a Gianluigi Buffon con un taconazo, pero su remate se marchó muy desviado. Luego Davide Calabria soltó un derechazo al límite del área, que Buffon envió al saque de esquina con una magistral jugada.

A partir de allí, el dominio del conjunto local se comenzó a diluir y la Juve empezó a tener mayor dominio y control del encuentro, pero sin crear mayores amenazas al rival. Faltó el último pase en el cuarto de cancha, a pesar del trabajo de Miralem Pjanic y Paulo Dybala.

Antes del final de la primera parte el juego se detuvo en par de ocasiones, por fuertes entradas de Theo Hernández a Dybala (min 42) y un codazo de Kessié a Juan Cuadrado (min 45). Los equipos se fueron al descanso con el marcador igualado, si bien el club rossonero mereció más.

Abren el marcador

La segunda parte comenzó con el Milan decidido a abrir el marcador y por poco lo logra al 47, pero Ante Rebic falló en el mano a mano ante Buffon, quien hasta el momento era el héroe de la noche. Sin embargo, la resistencia de la Juve se quebró al 61, cuando el croata remató de derecha un centro el área para batir el arco bianconero. Justa ventaja para el Milan.

Luego de recibir el gol, la Juve reaccionó y buscó ser más ofensiva. La presión llevó a que el Milan se quedara con uno menos en el campo al 71, cuando Theo Hernández fue expulsado por otra entrada fuerte a Dybala.

El empate por poco llega al 84, pero le faltó puntería al delantero del argentino. Su disparo de zurda se fue fuera por poco. Al 89, Cristiano realizó una volea en el área y el balón pegó en Calabria. La acción se revisó en el VAR y el árbitro pitó penal. El portugués se encargó de transformar el penal por gol en el primer minuto de descuento, con remate potente al centro y lograr el empate.

Los últimos minutos del encuentro fueron dominados por los visitantes, que se marcharon de San Siro con un resultado optimista de cara al partido de vuelta, que se jugará el próximo 4 de marzo en el Allianz Stadium de Turín.

Foto: Prensa Juventus.

El Napoli vence al Inter a domicilio y está cerca de la final

Prensa Marca -.

El Nápoles es otro cuando deja de lado sus problemas ligueros. En la Serie A es undécimo y en la Champions es capaz de ganar al Liverpool en casa y empatar en Anfield ante el campeón. Una doble cara que también está demostrando en la Coppa. El Inter, líder del ‘calcio’, no pudo en el Giuseppe Meazza con los de Gennaro Gattuso. Los ‘partenopeos’ vencieron (0-1) en la ida de las semifinales gracias a la diana de Fabián Ruiz.

El medio español se inventó un golazo en el segundo acto. Hizo una pared con Di Lorenzo, hipnotizó y quebró rivales en la frontal del área hasta que conectó un tiro medido a gol. Padelli no pudo llegar a su ajustado chut. Una diana, la segunda de la temporada, que acerca al ‘Napoli’ a su primera final copera desde la 2013-14, la última vez que se llevaron la Coppa.

El Inter, en el que Conte salió con Lautaro y Lukaku en ataque, buscó una igualada que no llegó. Eriksen y Alexis Sánchez entraron sin suerte. El Nápoles, débil defensivamente en la Serie A, resistió alrededor de Ospina. En octavos y en cuartos pasó sin encajar. El 4 de marzo, en San Paolo, tendrá la opción de ‘arreglar’ su temporada. El Inter será un hueso a las puertas de la final.

Foto: La República.

Dybala anotó un doblete en la goleada de la Juve ante el Udinese en Copa Italia

Tony Cittadino (Mallorca).- La Juventus goleó con contundencia al Udinese cuatro por cero, para avanzar a los cuartos de final de la Copa Italia. Paulo Dybala firmó el resultado con un doblete en el Allianz Stadium, además de los tantos de Gonzalo Higuaín y Douglas Costa.

El director técnico de la Juve, Maurizio Sarri, continuó apostando por el 4-3-3. Como de costumbre en este tipo de juegos, se cambia la alineación para dar mayores minutos a la plantilla. Aunque los que saltaron al campo, bien pudieran ser los titulares habituales.

Gianluigi Buffon estuvo en la portería, Matthijs De Ligt en la defensa con Daniele Rugani, Federico Bernardeschi en el mediocampo e Higuaín en ataque. Cristiano Ronaldo no jugó por tener sinusitis.

La Juve dominó el encuentro desde el primer minuto, apostando a la presión por las bandas, liderados por el capitán Dybala.

El primer tanto llegó gracias a la dupla argentina de Higuaín y Dybala, quienes hicieron una pared al límite del área, para que el “Pipa” definiera con calidad en un mano a mano a los 16 minutos.

La Vecchia Signora no bajó la intensidad y continuó buscando el arco rival. Un contragolpe terminó con Bernardeschi derribado en el área y Dybala transformó de penal. La “Joya” ejecutó un con un zurdazo potente a la base del vertical izquierdo, para dejar la pizarra dos por cero en la fracción 26.

La oncena bianconera metía el partido en el congelador antes de la media hora de juego, con solvencia y carácter ante un Udinese que se mostró poco y nada.

Los locales pudieron aumentar la ventaja antes del descanso, pero el remate de Rodrigo Bentancur se estrelló en el palo, luego de un leve desvío del portero del Udinese (min 40).

Lluvia de goles

La segunda parte comenzó con el mismo guión que la primera. La Juve siguió buscando el arco rival y en la fracción 56 le fue anulado un gol a Higuaín, por fuera de juego previo de De Ligt.

Sin embargo, otra jugada con sello argentino sirvió para subir el marcador. Higuaín asistió Dybala, quien en el costado derecho del área se perfiló para soltar un zurdazo a la escuadra para anotar su segundo tanto de la noche al 58.

Tres minutos más tarde, Douglas Costa se sumó a la fiesta de goles con un penal ejecutado con potencia.

La goleada pudo ser mayor, pero el portero tapó un remate a quema ropa de Higuaín (72’) y un cabezazo de Rugani se estrelló en el vertical izquierdo (78’). Además un zurdazo de Juan Cuadrado se marchó fuera por poco (85’).

El partido finalizó con un par de ocasiones del Udinese, pero no fue suficiente para descontar en el marcador. Así la Juve ganó con contundencia y ahora se medirá el 22 de enero al ganador del encuentro entre la Roma y el Parma en los cuartos de final.

Foto: Prensa Juventus.

Atalanta dio la campanada y eliminó a la Juve de la Copa Italia

ESPN.- Juventus abdicó este miércoles como rey de la Copa Italia, un torneo del que fue campeón en las últimas cuatro ediciones consecutivas, al perder 3-0 en el campo del Atalanta en los cuartos de final.

Un doblete del colombiano Duván Zapata y un tanto del belga Timothy Castagne acabaron con una Juventus que no recibía goles en la Copa Italia desde el 5 de abril de 2017, cuando se metió en la final pese a perder 3-2 contra Napoli.

Dejó vacío su trono el conjunto turinés y perdió además a su capitán, el defensa Giorgio Chiellini, que abandonó al equipo en la primera mitad a causa de un fastidio en la pantorrilla derecha que requerirá exámenes en las próximas horas.

Se hundió ante otra magistral prestación de Duván Zapata, que lleva veinte goles en esta campaña. El colombiano encadenó su décimo partido consecutivo viendo puerta y está jugando el mejor fútbol de su carrera.

Atalanta, todavía con el pleno de entusiasmo por la épica remontada lograda el domingo contra el Roma, en el que recuperó un 0-3 y empató 3-3, salió agresivo ante un Juventus con poco ritmo y que cometió muchos errores en fase de salida de balón.

A esa falta de ritmo se agregó la pésima noticia de la lesión de Chiellini, quien tuvo que retirarse en el 27 por molestias en la pantorrilla derecha. Le sustituyó el portugués Joao Cancelo, con Mattia De Sciglio, un lateral derecho, que se posicionó de central.

Sin su capitán, cuya baja se sumó a la de Leonardo Bonucci, también lesionado, Juventus perdió consistencia y acabó recibiendo dos goles entre el 37 y el 39 que pusieron cuesta arriba su duelo.

Castagne aprovechó un despiste de Cancelo para subir el 1-0 al marcador con un disparo desde el límite del área mientras que Duván marcó por quinta vez en su carrera a la Juventus y amplió distancias, confirmando su tremendo estado de forma.

No estaba acostumbrado el conjunto bianconero a estar por detrás en el marcador en la Copa Italia. El cuatro veces consecutivas campeón copero no recibía dianas en este torneo desde el cruce con el Napoli de 2017, hace dos años.

Además, los turineses perdieron a su entrenador Massimiliano Allegri, expulsado por protestar duramente al colegiado en ocasión del 2-0 de Zapata.

Apretó con rabia la Juventus en la reanudación, pero el Atalanta, empujado por su afición, se defendió con gran compromiso y a los turineses se les hizo muy complicado encontrar espacios para disparar.

Así, en el tramo final, otro error defensivo, esta vez de De Sciglio, entregó el balón a Zapata para que coronara la goleada con el 3-0 y su doblete personal.

El delantero de Cali, fichado por el Atalanta el pasado verano procedente del Sampdoria, lleva 17 goles en los últimos diez partidos disputados y está viviendo la mejor temporada de su carrera.

Los últimos minutos fueron una fiesta para el conjunto norteño, que llegó a torear a la Juventus ante los «olé» de su hinchada.

Foto: AFP.