Militao rescató un empate para el Real Madrid

Real Madrid

Marca.-  Bendito tiempo de prolongación. La cabeza de Eder Militao salvó al Real Madrid de su primera derrota en el Bernabéu en el minuto 91, después de igualar un 0-2 del Elche a falta de diez minutos para el final. Lo había trabajado a conciencia el equipo blanco, generando juego y ocasiones. Todo correcto salvo contener a Lucas Boyé, un delantero extraordinario que convierte a su equipo en un adversario temible. No logró un triunfo histórico por el arreón final del líder que le permite, al menos, mantener la distancia con el Sevilla y no afear con una derrota el precioso homenaje a Gento. A su Madrid no le falta carácter.

Con mucho menos de lo que hizo en Copa el pasado jueves se labró una amplia ventaja el Elche en el Bernabéu. Una acción aislada, simple pero excelente, fue suficiente para devolver a la afición madridista al sufrimiento habitual de LaLiga. Recibió Fidel en la izquierda con tiempo para controlar, cerrar el cuerpo y meter una banana perfecta para un rematador de pedigrí como Lucas Boyé.

El buen gol del Elche echó abajo el arranque decoroso del Madrid, que esta vez no haraganeó en espera de que se abriera un claro en la defensa visitante. Ancelotti vaticinó que sería un buen día para ver a Hazard en el once y allí estaba el belga, en banda derecha primero, después en la izquierda, más tarde flotando como mediapunta. Intervino poco, pero con ese talento suyo para leer el juego, incluso sin tocar el balón. Como cuando dejó pasar para el remate violento de Casemiro que sacó con el pie Edgar Badía. El meta barcelonés, que había taponado al inicio un mano a mano cercano a Vinicius, fue digno heredero de esa estirpe de portero que llega al Bernabéu y se proclama candidato al TOTY del FIFA. Como Conan Ledesma, Sergio Herrera o Athanasiadis, el meta del Sheriff. Badía sacó otros dos mano a mano a Benzema y Mendy, este espectacular, y cerró el primer acto sacando de la escuadra una falta directa de Kroos. Espectacular.

No intervino en cambio el meta del Elche en la ocasión más clara del Madrid, un penalti de Mojica a Vinicius meridiano, aunque De Burgos no viera antes una falta previa de Kroos. Benzema buscó la escuadra pero se le fue alto, cortando una racha imponente de penaltis blancos sin fallo. Nada que reprochar al Madrid por tanto en ese primer tiempo. Por intensidad, por juego y por llegada. Pero se le presentaba una tarea complicada si no metía una marcha más. El Elche, bien colocado y con criterio al mover el balón, tenía claro el plan: Buscar a Lucas Boyé, extraordinario de espaldas, en la descarga, al espacio… Un dolor de muelas para Militao, que estrenó el segundo acto viendo amarilla al derribar al argentino.

La aplicación defensiva del Elche exigía precisión en los espacios cortos pero Verdú, atentísimo en cada corrección, se hinchó a deshacer ataques. Para mayor desgracia blanca, perdió a Benzema por lesión. Y eso que era de los que habían descansado en el Martínez Valero. Ancelotti cargó el ataque con Rodrygo por Kroos, y envió al equipo a campo contrario. Pudo igualar Vinicius en una acción precisa de todo el ataque blanco. Cruzó demasiado, y el Elche aprovechó para abrir más la brecha. Lucas Boyé es capaz de bajar una sandía y convertirla en un diamante. Sacó una falta a Casemiro, se ofreció en corto al saque, giró para deshacerse de Alaba y abrió a Pere Milla para que éste cruzara con limpieza. 0-2.

Arreón del líder

Fue el propio Fidel quien abrió una rendija a la esperanza blanca. Ya con Valverde e Isco en el verde para encajonar al rival, el centrocampista franjiverde tocó con la mano en un ataque blanco y el VAR llamó a De Burgos para corregir de nuevo, como antes cuando había penalizado una caída de Hazard tras un contacto leve con dos defensores. Visto el vídeo, pena máxima. Sin Karim en el césped, lanzó Modric y engañó a Badía. Minutos para la épica.

Pudo empatar Rodrygo poco después, en una buena combinación de Casemiro y Vinicius. Taponó Verdú, irreprochable. Nada pudo hacer el central, en cambio, en el último ataque blanco. Con el Bermabéu hirviendo por el rácano tiempo de prolongación (cuatro minutos) pese a las lógicas y repetidas pérdidas de tiempo del Elche, llegó el empate, nacido del criterio de Isco. Peleó Vini un pase del malagueño en línea de fondo, se hizo hueco y metió un centro estupendo que cabeceó impecable Militao, a lo Ramos. Un gol para mantener al Bernabéu invicto y los cuatro puntos sobre el Sevilla. Está visto que el Madrid es capaz de tropezar ante los rivales más insospechados, así que toca repasar la lección antes de la visita del Granada.

Foto: Reuters

Barcelona volvió al camino de la victoria con doblete de Messi

ESPN.- El Barcelona recuperó el ritmo liguero pero sigue anclado en la depresión futbolística. Goleó al Elche entre bostezos, en una jornada, otra, para el olvido en que el resultado, 3-0, fue lo único que evitó que los focos se centrasen otra vez en el juego plano de un equipo que sentenció en la segunda mitad tras una primera bochornosa.

Doblete de Lionel Messi, dos asistencias de Martin Braithwaite y, al menos, definición, aquello que tanto reclama Ronald Koeman, relanzaron las esperanzas del Barça, que futbolísticamente, sin embargo, mostró síntomas de debilidad, sobre todo en unos iniciales 45 minutos en los que jugó sin ninguna lógica.

Messi abrió la lata al volver del descanso rematando un taconazo de Braithwaite y sentenció la victoria mediada la segunda mitad con un golazo, definiendo con maestría una excelente jugada de Frenkie de Jong en lo que fue casi lo único que se salvó de un encuentro nuevamente muy alejado de lo esperado. Ganó el Barça, le empujó otra vez a la victoria Messi… Pero nada más. Redondeó su actuación Braithwaite regalando el 3-0 a Jordi Alba, cuando el Elche ya estaba rendido y a partir de cuando el partido estaba sentenciado.

PARA OLVIDAR

Sin alma, sin juego, sin profudidad, sin agilidad, sin ritmo ni intensidad, el equipo azulgrana completó una primera mitad para olvidar en todos los aspectos, permitiendo que el Elche se atreviera a soñar con la campanada. Y ya muy pronto, cuando a una primera ocasión de Trincao respondió a los cuatro minutos con una ocasión de oro que no definió en pleno despiste, gravísimo, de la defensa azulgrana.

Ya puede ser Clement Lenglet o Samuel Umtiti quien acompañe a Gerard Piqué en la zaga; ya puede actuar Sergiño Dest o hacerlo Oscar Mingueza en el lateral, lo cierto es que la defensa barcelonista es un drama en cada partido y ese sufrimiento es solamente una parte de todos los males futbolísticos que abrasan a un equipo al que los partidos se le hacen largos y más incómodos a cada minuto que pasa.

No podía romper el orden rival el Barça, empeñado en entrar por el medio, sin abrir el juego a los extremos y relatando en voz alta cualquier intención. Pero sin que ello le ofreciera ninguna clase de solución. Parecía el partido un calco al jugado frente al Cádiz, más preocupante si cabe al llegar sin goles al descanso y con la urgencia llamando ya a la puerta.

MESSI

Y así, con dudas y alarma, comenzó una segunda mitad llamada a ser un drama que, sin embargo, se evaporó rápido, cuando una combinación entre Messi y Braithwaite acabó con el gol 1-0 del argentino sin dar tiempo al Elche a acostumbrarse al juego, y obligándole a cambiar el plan.

No es que el Barça se rebelase en su juego pero sí encontró mayor fluidez de medio campo hacia adelante. La entrada de Ousmane Dembélé le ofreció más soluciones y fue llegando con mayor peligro a la portería de Badia hasta que una excelente jugada de De Jong la sentenció con majuestuosidad Messi, doble goleador, máximo realizador del campeonato, líder, abrelatas y salvador, un día tras otro, de este Barça a medio camino de la resurrección o del derrumbe definitivo.

Con el 2-0 ya se entendía acabada la partida, ya se contempló resuelta cualquier duda y confirmada la victoria local, convertida en goleada gracias a Jordi Alba, que remachó una excelente asistencia de cabeza de Braithwaite para recuperar la sonrisa.

Ganó el Barça. Aunque futbolísticamente aún esté muy muy lejos de lo esperado, logró, al menos, el primer objetivo: reencontrarse con el triunfo.

Foto: Marca

El Barcelona derrotó al Elche con oficio

AS.- Sin brillantez, pero con oficio, el Barça sacó adelante su visita al campo del Elche ganando por 0-2 un partido que asienta al Barça en la zona Champions después de sumar su quinta victoria seguida fuera de casa, algo que no pasaba desde hace tres años. Los goles de De Jong y de Riqui Puig, que aprovechó los cuatro minutos que le dio Koeman, son una inyección de confianza para un equipo que andaba justito de amor propio tras la Supercopa.

Consciente de que el equipo blaugrana no estaba físicamente para muchos alardes, Koeman decidió no arriesgar con Dest y dar descanso a Lenglet, por lo que Mingueza se mantuvo en un equipo titular en el que se alineó Umtiti.

Como era también de esperar, al partido le costó coger el ritmo, con un Elche muy pendiente de defender el marco de Edgar Badia y un Barça que no acababa de entrar en el partido, que amenazaba con hacerse bola y que no hubiera quien lo pudiera digerir.

Otro de los peligros era que el equipo blaugrana, que ante la diferencia de calidad con el rival veía el encuentro al alcance de la mano, dejara pasar los minutos, con lo que el Elche podía ir creciendo en su fe.


Al Barça le costó encontrar la manera de crear peligro en la portería local. Primero lo intentó a base de jugadas a balón parado, donde Araújo y Griezmann conectaron unos remates demasiado inocentes, que Badia atrapó fácilmente. Luego optó por los disparos de lejos, pero el de Busquets fue manso a las manos del portero ilicitano y los de Alba y Pedri se fueron desviados. Otra opción era la de utilizar la carta Dembélé, que por un momento se erigió en el líder del ataque blaugrana e interpretó un ‘yo contra el mundo’ que tampoco dio resultado.

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El premio legó en una de las pocas circulaciones rápidas del Barça. Pedri habilitó a Braithwaite al espacio como extremo, que centró al área buscando el remate de Griezmann, Diego González en su intento de evitar el remate desvió la pelota hacia su portería superando a su propio guardameta y antes de que la pelota rebasara por completo la línea de gol, De Jong la remachó con rabia a la red.

El Barça había conseguido lo más difícil por partida doble: se había adelantado en el marcador y en el consiguiente y habitual despiste tras marcar, Ter Stegen blocó un disparo de Josean tras un resbalón de Umtiti. El primer patinazo de la tarde estaba superado justo antes de llegar al descanso.

Nada más empezar la segunda parte llegó el segundo resbalón, mucho más grave que el primero cuando Mingueza perdió el balón ante Rigoni, que se plantó ante Ter Stegen, que se lució para evitar el tanto del empate.

Esa jugada abrió el partido y el Elche empezó a subir la velocidad al partido ante un Barça que a medida que pasaban los minutos se le iba haciendo más cuesta arriba a un Barça al que ya le empezaban a pesar las tres prórrogas consecutivas.


El equipo de Koeman logró controlar el partido y llevarlo a un escenario donde no pasaban demasiadas cosas, pero el marcador seguía siendo de mínima ventaja y a medida que se acercaba el final, la posibilidad de que cualquier accidente resultara fatal aumentaba exponencialmente. Si el Barça no lograba el segundo, el partido llevaba camino de acabar con los catalanes pidiendo la hora. Para acrecentar la tensión ny buscar la épica, Almirón sacó al campo a Nino.

Pero el que resultó decisivo en los minutos finales fue Riqui Puig, que ingresó en e campo a falta de tres minutos y logró cerrar el encuentro con un cabezazo tras rematar una excelente jugada de De Jong. El Barça continua con su gira lejos del Camp Nou resistiéndose a dejarse ir. Sumando puntos y buscando la regularidad que le ha faltado. Lo de la brillantez, ya llegará.

Foto: Reuters