Benzema, Valverde y Rodrygo fulminaron al Barcelona en el Bernabéu

Tony Cittadino (Madrid).- Los goles de Karim Benzema, Federico Valverde y Rodrygo, fueron suficientes para que el Real Madrid derrotara este domingo al Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu tres goles por uno. El triunfo dejó al conjunto merengue como líder solitario, tras nueve jornadas disputadas en La Liga.

Para este encuentro, el Madrid tuvo nuevamente la baja del portero Thibaut Courtois y su lugar fue tomado nuevamente por el arquero ucraniano Andriy Lunin.

El Madrid supo sacar ventaja en la primera parte con orden y aprovechando la velocidad en las jugadas de contragolpe. El duelo táctico entre Carlo Ancelotti y Xavi Hernández se lo llevó el italiano cómodamente, tapando las salidas por las bandas del Barcelona y atacando con propósito.


Vinicius Jr. realizó el primer remate a puerta a los 7 minutos, pero se marchó cerca del vertical izquierdo al ser el  balón desviado por la defensa. Sin embargo, los merengues abrieron el marcador a los 11 minutos, aprovechando una jugada individual de Vinicius Jr. El brasileño desbordó por la izquierda y falló el mano a mano ante el portero Marc-André ter Stegen. El balón quedó rifado en el medio del área, para que Benzema rematara a placer para abrir el marcador.

La oncena azulgrana estuvo cerca de empatar el marcador, pero el remate de Robert Lewandowski se marchó por encima del travesaño en la fracción 26. En el minuto siguiente, Ousmane Dembélé remató de cabeza por encima del arco. El Barsa vivía sus mejores minutos, pero no concretaba en el último cuarto de cancha.

El Madrid supo aguantar con orden y supo esperar el momento adecuado para volver a hacer daño. Fede Valverde aumentó la ventaja en el minuto 36, con un remate de derecha rasante desde fuera del área al vertical derecho, para desatar nuevamente la fiesta en el Santiago Bernabéu.

El conjunto azulgrana tuvo otra oportunidad para descontar al minuto 37, pero el remate cruzado de Frenkie de Jong  fue rechazado por el arquero ucraniano Lunin.

La primera parte finalizó sin mayores sobresaltos y con un Madrid amo y señor del control del partido y con justa ventaja.

Dominio merengue

La segunda parte comenzó con un Madrid con mayor posesión del esférico y al minuto 52 volvieron a generar peligro, pero el gol de Benzema fue anulado por fuera de juego. El francés había soltado un zurdazo cruzado desde la frontal del área, ante la pasividad de la zaga azulgrana que le permitió rematar sin problema.


Los merengues comenzaron a rotar el balón y a tocar con Luka Modric, Toni Kroos, Aurélien Tchouaméni y Valverde, mientras bajaban aplausos de las tribunas a 30 minutos del final del encuentro.

El Barcelona protestó en la fracción 73 una caída en el área de Lewandowski, pero el árbitro principal José María Sánchez Martínez, consideró que no había penal. Sin embargo, lograron descontar al minuto 83 con un golazo. Ansu Fati desbordó por la banda izquierda y sirvió un centro al medio del área, donde Ferrán Torres remató de zurda para dar esperanzas a los dirigidos por Xavi.

Rodrygo fue derribado en el área al 89, la jugada fue revisada por el VAR y el jugador se encargó de transformar el penal al 92 para sentenciar la victoria del Real Madrid, que celebró por partida doble al quedar como líder solitario de la clasificación.

Foto: Prensa Real Madrid

 

 

 

Benzema guió al Madrid para derrotar al Celta

Benzema

AS.- Benzema ha metido ocho goles en los últimos seis partidos. De eso podría vivir sin dar más explicaciones, pero se lo toma sólo como una parte de su trabajo. Capricho de Florentino y Zidane, ha roto en jugador total pasados los treinta. Organizar el equipo en torno a él y darle un rigor defensivo desconocido al grupo mantienen vivo al Madrid de las cuarenta y tantas lesiones, que equivalen como hándicap a unas elecciones presidenciales y a un aval ‘after hours’. Con dos goles del francés, en las maduras, y una defensa sólida, en las duras, el Madrid mantuvo intacta la condición de perseguidor ante un Celta que llegó tarde al partido.

Resumen del partido

La salida de Cristiano y el anochecer de Bale obligaron a la reeducación del Madrid, que ha completado una larga transición del vértigo (cultivado por Mourinho) al reposo. Sin el gol de otros tiempos, el plan es poner los partidos de su parte con los jugadores que lavan más blanco: Kroos y Modric. Cuanto más enfrían el duelo, más le conviene al Madrid. Ese fútbol que entra por la cabeza y sale por los pies que defendía Cruyff. Pregúntenle al Atalanta, incapaz de meter la eliminatoria en ese ida y vuelta que hubiera mareado a un equipo cargado de veteranos.

Para bajar la pulsaciones y que se viaje al ritmo que fortalece al Madrid valen los tres centrales o valen los cuatro centrocampistas, como en Balaídos, con Valverde, que a menudo juega fuera de onda: ni es pivote ni es exterior, pero para hacerse hueco en la industria está obligado a aceptar cualquier papel. Más si para su puesto idóneo tiene por delante a Kroos y Modric, el manual de instrucciones del equipo. El plan le funcionó de salida al Madrid, con Benzema en apoyo de todas las combinaciones, con ese punto de jugador todopoderoso en cualquier zona del campo, área incluida.

Oh là là

El Celta, en el que los de siempre forman también un amplio grupo, es otra cosa. Coudet no le tuvo a miedo a los jugadores de fantasía (Brais, Denis, Nolito, Aspas y Mina) cuando tomó a un equipo vicecolista y con una historia reciente tormentosa. Y tenía en la plantilla a Tapia, un recuperador que paga esta juerga ofensiva. Así que mezcló lo uno y lo otro.

Luego ha sido más inestable. Denis es su futbolista bisagra. Se empareja con Tapia para mejorar la primera circulación y se incorpora luego como rematador de segunda instancia. Pero el primer Madrid tapó todos los puntos ciegos. El ‘cuando se pone se pone’ que un día explicó Zidane para defender el voluntarismo (intermitente) del equipo. Otra cosa es que incluso en sus mejores momentos el Madrid no abruma en el área. Lo suyo es una ocupación tranquila, una caza de ojeo, una espera paciente de la pieza. Así llegó al gol, en una jugada de artesanía: recorte de Kroos, pase de precisión a Benzema y control y remate en milésimas de segundo del francés en una zona en que cualquier retraso mata la oportunidad.

Cumplidos los 33 años, Benzema ha conseguido que cada partido suyo sea mejor que el anterior porque cada día, además, atiende a más cosas. Ahora ‘distefanea’ con asiduidad, construye, filtra, ordena, cabecea, asiste, remata. El jugador total. ¿Dónde estuvo metido este tipo durante nueve años? Luego le regaló un gol a Vinicius, que se encontró la pelota en el pecho y se le marchó la ocasión.

La portería sigue llevándole la contraria pese a sus buenos propósitos. Y antes de la media hora, otro gol de este Madrid sacrificado y coral: robo de Kroos a Tapia producto de la altísima presión y gol de Benzema tras esperar a que se le abriera el cielo. Un calco del que inauguró el marcador ante el Atalanta. A equipos tan bien dotados como el Celta les avergüenza el más mínimo pelotazo y eso les pone en peligro ante los más grandes. Lo dice la aritmética: un punto de 27 contra los siete primeros de la Liga.

Aparece Aspas

Antes del descanso, el equipo de Coudet asomó la cabeza en una jugada a balón parado, que no está en las primeras páginas de su manual. Un centro frontal de Denis Suárez y un cabezazo libre de marca de Santi Mina a la red. Una jugada sin un antes pero que abría un después a los gallegos.

Y así fue. El 1-2 transformó al Celta en un equipo feroz en la presión, agresivo, extremadamente duro en ocasiones. Y desactivó ese juego de seda de los primeros minutos del Madrid. Quedó un partido radicalmente diferente: la pelota paso al Celta y el espacio, al equipo de Zidane. En definitiva, un partido más desmadejado pero aún más divertido. Un escenario mejor para los celestes y para Vinicius, cuya aceleración está fuera del alcance de cualquiera.

Ahí apareció el mejor Denis Suárez, para motorizar al equipo, y dio sus primeras señales de vida Aspas, que obligó a una parada notable de Courtois con un tiro traicionero.

La entrada de Asensio por Kroos le dio otro ala al Madrid y un rol más natural a Valverde. Coudet respondió con otro exterior, Solari, su petición invernal. Aspas tuvo tiempo de estrellar en el palo el saque de una falta que se inventó Melero. Fue el último grito del Celta, la última víctima de Benzema, que aún tuvo tiempo de regalarle un tanto a Asensio, ahora goleador exprés.

Foto: Reuters

El Madrid derrotó al Espanyol con taconazo de Benzema

Marca.- Han conseguido convencer hasta a su último detractor. Karim Benzema nunca fue un goleador clásico pero dejará su nombre entre los cinco mejores artilleros en la historia del club con más títulos. Pero el reino de Karim no es la estadística. Es el juego, la inspiración, la calidad desatada. El francés derramó todo su talento en Cornellá con un taconazo maravilloso que resultó definitivo en un triunfo capital, puede que clave para LaLiga.

Con la victoria del Eibar en Granada, el Espanyol empezó con poco que perder. La permanencia es un milagro, y entre ese factor y las altas en el once, Bernardo y Raúl de Tomás, no tuvo complejos. Con Wu Lei en el carril derecho para explotar las ausencias de Marcelo, a los tres minutos se plantó en el área, metió el pase atrás y remató Darder. Sacó Carvajal con el cuerpo, milagroso.

Puede que el Madrid no esperase un aviso tan serio y tan pronto. Zidane configuró un equipo para mandar con su toque sorprendente, con Isco y sin Vinícius. El mando del duelo fue del líder, pero sin apabullar en el área. Una volea de Casemiro que intentó desviar Ramos arriesgando su propia cabeza -quedó aturdido- fue la mejor opción en el arranque, porque el Espanyol negó los espacios entre líneas. Es imposible saber si la destitución de Abelardo y el desembarco exprés de Rufete influyó en esa media hora notable. Una decisión semejante, en víspera de un partido con pinta de clave para el futuro de un club, no merece ningún premio.

Se queja algún técnico de la pausa de hidratación porque desvirtúa los partidos. Se aprovecha tácticamente. Bueno, el Madrid cambió de configuración tras ese descanso y agilizó la circulación con destino a Benzema. Con Hazard desconectado e Isco suelto entre líneas, apareció Karim en el exterior del área para probar a Diego López en una rosca. El meta pifió en un despeje, arrolló a Benzema y detuvo dos tiros a bocajarro de Casemiro y Hazard, todo en la misma jugada. Ni Mateu ni el VAR vieron penalti.

Y al borde del descanso, una diagonal de Marcelo descargada por Ramos habilitó a Benzema sobre el lateral del área con tiempo y espacio para pintar un cuadro único. Cruzó la pierna derecha, tiró el taconazo bajo las piernas de Bernardo y colocó a Casemiro de frente a la portería para rematar el golazo.Una genialidad heredera directa de Guti, imprevisible por generosa. Puede que aquella de Riazor fuera más sorprendente, mano a mano con el portero rival, pero la de Karim, escorado y en diagonal, entra en su galería de obras maestras.

Sin sentencia

El 0-1 serenó el fútbol del líder, muy superior a un rival deprimido. Aunque Wu Lei dispuso de un remate claro que blocó Courtois sin problemas, apenas inquietó el Espanyol salvo en las contadas ocasiones en que De Tomás se asomó al área. Benzema pudo embocar el segundo con un centro de Isco desde la derecha que sacó Diego López con reflejos, pero el Madrid no apabulló y dejó abierto el resultado.

El tramo final tuvo su dosis de angustia por el resultado mínimo. El Madrid estaba blindado con Casemiro, Valverde y Kroos, pero una acción aislada, un rebote o un resbalón podía cambiar el panorama. Zidane decidió que no necesitaba más cambios, aunque tenía tres opciones, pese a que era obvio que tras la marcha de Isco se había perdido control del balón. Un riesgo, sin duda. Agobiado por el calor y por el apuro, el entrenador se sacó la americana, como todo el madridismo.

Las victorias nunca se pueden dar por descontadas, aunque sean frente al colista. Son imprescindibles, sobre todo si el rival por el título duda y se mete en líos de vestuario. El Madrid sudó hasta el último segundo la victoria frente al Espanyol, con susto final de Calleri, para meter dos puntos sobre el Barça y poner toda la presión en el Camp Nou, con la visita del Atlético. El líder es sólido, concede poco. El resto corre por cuenta del talento de Benzema.

Foto: AS.