Mérida pone a todo el Metropolitano para recibir a la Vinotinto

Prensa FVF.- Con un arreglo de 90% de uno de los camerinos que estará terminado este martes y el respectivo avance en su iluminación, el estadio Metropolitano de Mérida recibirá, este jueves, su primera prueba antes de recibir el partido Venezuela-Paraguay el 31 de marzo.

El recinto merideño fue supervisado este domingo por Jerson Rodríguez, organizador de partidos de eliminatoria, quien constató el avance de los arreglos en el camerino, además de la pintada en las tribunas.

La prueba inicial se efectuará el jueves cuando el equipo local, Estudiantes de Mérida, recibirá a Racing de Avellaneda en el primer partido que ambos tendrán por la Copa CONMEBOL Libertadores.

En dicho choque se pondrá a prueba el dispositivo de seguridad, salud, prevención, así como la conectividad a internet e Iluminación que será usada en el choque premundialista.

El partido entre La Vinotinto y Paraguay será el segundo de ambos en la Eliminatoria Mundialista Suramericana.

Foto: FVF.

Johan Santana, el orgullo de Tovar

Tony Cittadino (Mallorca).- Johan Santana es uno de los mejores lanzadores venezolanos que han pasado por las Grandes Ligas. Vivió sus mejores momentos con los Mellizos de Minnesota, al ganar dos premios Cy Young de la Liga Americana y con los Mets de Nueva York lanzó el primer No hit No run en la historia de la franquicia. Todo esto luego de un inicio humilde, en su terruño del estado Mérida.

“El Gocho” nació el 13 de marzo de 1979 en Tovar y a pesar de los éxitos cosechados, tuvo que trabajar muy duro desde pequeño para poder disfrutar de sus logros. Desciende de una familia muy humilde y en su infancia vendió pan con su padre (Jesús), su hermano (Franklin) y su tío (Luis) en una camioneta ranchera.

Sus estudios los realizó en el colegio Amanías Avendaño y sus inicios en la pelota se remontan a finales de la década de los 80, cuando vistió la camisa de los Chiquilines y en pre-junior la de los Corozos, teniendo como su primer entrenador a Alfredo Rubio y más tarde a Luis Morales.

Aunque Santana es reconocido como un gran lanzador, se desempeñó en las ligas infantiles como jardinero central y primera base. Llegó a utilizar lentes. Según su amigo de infancia Edwin Monsalve, siempre tuvo cualidades para jugar beisbol, al punto que en cada torneo donde participó iban los scouts a echarle un vistazo.

“Desde pequeños jugamos en el mismo equipo, fuimos a disputar torneos estadales y nacionales. Era bueno, muy bueno. Era el primer bate del equipo, siempre se destacó. También jugo básquet voleibol, aunque no a nivel profesional”.

Uno de los momentos más duros en su infancia fue cuando debía salir de viaje con el equipo debido al aspecto económico, pero siempre supo superar las adversidades. Otro de los tovareños que lo vio crecer fue Francisco Rodríguez. “Su padre fue compañero de trabajo en Cadafe. Recuerdo que salía escondido de su casa para ir a jugar y se bañaba en el río Mocotíes”.

Entre sus principales cualidades, destacaba un brazo respetado y la habilidad para conectar la bola. “Una vez jugaron contra un equipo de Caracas y un muchacho bateó y pegó la bola de la pared, pero Santana lo sacó out en tercera con tremendo disparo”, afirmó emocionado Rodríguez. En 1999 fue nombrado como el Atleta del Año en Tovar.

Como profesional disputó su primer compromiso el 15 de octubre de 1998 con los Navegantes del Magallanes ante los Caribes de Oriente y lanzó un tercio de inning. Al final de la campaña salió invicto en 14 juegos (seis iniciados) con cinco victorias  y  2.30 de efectividad en 43 entradas lanzadas.

Su última temporada completa en la LVBP fue la 2001-2002, en la que quedó campeón con los turcos. Luego reapareció en la pelota venezolana durante el round robin de la campaña 2014-2015. Apenas lanzó dos innings completos ante los Tigres de Aragua. Lanzó dos innings completos, sin permitir libertades. Realizó 17 envíos.

En las Grandes Ligas debutó el 3 de abril del 2000 con los Mellizos de Minnesota, siendo el criollo 118 en las mayores. Su mejor temporada la vivió en 2004 al ganar 20 de sus 34 presentaciones, lo que entre otras cosas le valió el Cy Young, convirtiéndose en el primer lanzador venezolano en lograrlo. Dos años más tarde repitió la hazaña.

El zurdo es un motivo de orgullo para los habitantes de Tovar. Monsalve lo observaba por televisión y representaba una alegría y una emoción indescriptible. “Siento mucho orgullo al ver a un tovareño montado en la lomita. No tengo palabras para explicarlo. Es ver a ese jugador que desde pequeño creció, jugó y compartió contigo”.

Agregó que cuando visita su pueblo, sus compañeros no lo tratan como una estrella, sino como el Santana a quien siempre han querido y no lo admiran por lo que vale, sino por lo que es.

“El pueblo lo quiere por su constancia, por ser consecuente. Gracias a Dios tenemos una amistad muy linda, que a pesar de la distancia y de las circunstancias no se ha separado. Cuando lo vemos lanzando en televisión es otra cosa. Todos nos reunimos en su casa para ver los juegos y para apoyarlo”, explicó Rodríguez.

Recordó que cuando culminaba el partido en Grandes Ligas, se iba a su casa y llamaba a sus seres queridos. “Es tremendo amigo, siempre piensa en nosotros y en su familia. Nos dice cómo están, muchachos, qué les pareció el juego”. Ellos le responden que bien y dependiendo del caso le dan consejos, pero a veces llegaba tan “molido” que ni llamaba.

Además Monsalve dijo con mucho orgullo y felicidad que cada vez que Johan lanzaba, Tovar se paralizaba y no había nadie en la calle. “Todos están o en sus casas o en los bares viendo el juego. Es más, justo antes de que empiece el partido no hay nadie en la calle. Nosotros siempre nos vamos a su casa”. Acotó que cuando logró su primer Cy Young la celebración de la gente fue a más no poder. “La alegría de la gente no era normal. Para donde fueras había alguien celebrando, contento”.

Nota: Este trabajo fue publicado en el Diario TalCual en la edición especial del año 2007..