La LVBP sancionó a Renny Osuna con 10 juegos

Prensa LVBP.-  La Junta Directiva de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional informó que Renny Osuna fue suspendido por 10 encuentros, como consecuencia de sus acciones durante el partido entre Tiburones de La Guaira y Caribes de Anzoátegui, el pasado 16 de enero en Puerto La Cruz.

Osuna fue expulsado por el árbitro principal Carlos Leal en el séptimo inning, tras reclamar conteo de bolas y strikes. Luego el piloto, en medio de una acalorada discusión con el oficial, perdió los estribos y le escupió en el rostro.

Para tomar la decisión, la Junta Directiva de la LVBP se basó en el informe elaborado por el árbitro y en las normas previstas en las Condiciones de Campeonato de la LVBP 2019-2020 y en el Código de Ética y Disciplina de la LVBP.

Una vez analizadas las evidencias, fundamentó su veredicto en los artículos 20 y 21, ordinales 7° y 1° del Código de Ética y Disciplina de la LVBP, por lo que resolvió aplicar:

– Por la falta prevista en el artículo 20, ordinal 7° del Código de Ética y Disciplina de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, una multa de quinientas (500) Unidades Tributarias.

– Por la falta prevista en el artículo 21, ordinal 1° del Código de Ética y Disciplina de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, una suspensión por diez (10) juegos.

Ni el equipo, ni Osuna apelaron la pena, que deberá ser cumplida la próxima temporada del circuito.

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Tiburones: La debacle interna que acabó con el favoritismo soñado

Yelimar Requena (Caracas).- Es 19 de enero y el silencio en las adyacencias del parque de la UCV es triste, no suena la samba a todo pulmón, como muchos esperábamos, porque es que este tampoco era el año.

La siempre alegre afición de los Tiburones de La Guaira deberá esperar al menos un año más para intentar reencontrarse con la gloria que les ha sido esquiva desde la temporada 1985-1986. Algunos podrían pensar que este escenario se ha repetido tanto que ya no importa, pero están equivocados. Nunca antes una eliminación fue tan dolorosa.

Y es que, esta vez, el juego no se perdió en el terreno. Hubo errores garrafales que se cometieron sin siquiera tener un guante en la mano y eso les costó el pase a la final.

Hace exactamente siete días, Tiburones se preparaba para disputar en casa el primer juego de la semifinal ante Caribes de Anzoátegui. Su contundente victoria en la primera serie de playoffs frente a los Leones del Caracas los distinguía como favoritos, y además su rival, que era el clasificado del comodín, arrastraba un cansancio considerable pues había recorrido tres estadios entre la tarde del viernes y la mañana de aquel domingo.

Los equipos eran completamente antagónicos.

Desde el tres de enero hasta ese domingo, los escualos bateaban para .319, sumaban 14 extrabases, habían recibido 25 boletos y anotado 33 carreras. Nadie más que ellos bateó sobre .300 en esa ronda de playoffs. Y en cuanto sus lanzadores, la efectividad era de 2.67.

Caribes, en cambio, ligaba apenas para .220, únicamente los Leones bateaban menos. Apenas habían despachado 49 inatrapables y fabricado 16 rayitas. El promedio de carreras limpias permitidas por sus brazos era de 3.39, el más alto entre los clasificados.

Todo parecía estar muy claro… pero en la intimidad de los salados se escribió otro desenlace.

La debacle del favorito

Los orientales picaron adelante con una estrepitosa victoria de 11-2. Guillermo Moscoso fue vapuleado y en cinco innings y un tercio permitió seis carreras, mientras que Logan Darnell dejó a los locales en solo dos rayitas. Un baño de agua helada cayó sobre la afición guairista y todos quienes se habían atrevido a pronosticar la superioridad de La Guaira.

Al día siguiente, Víctor Díaz –por los escualos- y Wilfredo Ledezma –por la tribu- se enfrascaron en un impresionante duelo de pitcheo, y al cabo de seis innings continuó con el dominio. Sí tuvo Tiburones más de una oportunidad para anotar, pero estaban completamente dispersos.

En el noveno inning quedó claro que la química ya no era la misma. Con tres hombres en base, el manager Renny Osuna trajo de emergente a Miguel Rojas por Edgar Durán y aquello desató la furia de algunos peloteros que incluso estaban en base como Alberto González y Héctor Sánchez. El inning como si no hubiese pasado nada, pero pasó de todo.

Los de Jackson Melián ganaron en el inning 12 al lograr capitalizar dos errores cometidos justamente por los peloteros que estando en base rechazaron el ingreso de Rojas. Ahí fue evidente que la química ya no era la misma. El favoritismo de La Guaira se diluyó, y no porque la serie estuviese 2-0, sino más bien los conflictos internos se hicieron evidentes.

En los dos juegos en el «Chico» Carrasquel, Tiburones estuvo muy cerca de conseguir la victoria, pero las diferencias internas fueron más fuertes. La afición quizás guardó para el cuarto juego una pequeña esperanza de que el equipo mostrará su mejor versión, lamentablemente eso no fue así.

Y fue tal el descalabro de Tiburones, que la clasificación de Caribes pasó a segundo plano.

Escenas inaceptables

Renny Osuna, distinguido como Manager del Año por la mayoría de los periodistas que cubren la pelota, no logró siquiera terminar el juego. Fue expulsado luego de que un reclamo en el conteo de bolas y strikes se saliera de control.

Terminó escupiendo en la cara al árbitro principal Carlos Leal y aquello causó estragos en la opinión pública, especialmente en esa que se ha dedicado a satanizar la liga.

Osuna estaba iracundo e irreconocible. La frustración era evidente y, obviamente, pagó con Leal la molestia que tenía con sus peloteros, quienes inicialmente lo presionaron para que reclamase con más fuerza algunos fallos arbitrales, y luego lo dejaron por su cuenta. Se vino a menos y con él murió cualquier esperanza que pudiese existir en la afición guairista, pero lo peor vino después.

Nadie se va a olvidar de como el receptor Luis Villegas se le lanzó encima como si tratara de un pelotero más, solo porque Renny le reclamó un actitud previa.  Varios peloteros se sumaron a la pelea que duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para arruinar todo lo que el equipo hizo en el año.

Es imposible que los fanáticos de La Guaira puedan reponerse rápido de este fracaso, porque fueron sus peloteros, por razones ajenas al juego, los que sentenciaron su eliminación.

Se les olvidó que el manager es la autoridad del equipo y solo él decide a quién trae como emergente y cuando lo trae, eso no se discute. Se les olvidó que ellos no deciden con que intensidad reclama el manager, no tienen licencia para eso. Pero, más grave aún, se les olvidó que a su manager no se le trata como a un pelotero más del equipo.

A título personal me cuesta imaginar una escena tal si fuese Oswaldo Guillen o Buddy Bailey quien estuviese al mando. Por ello, asumo que la imprudencia de esos peloteros se incrementó ante la inexperiencia de Renny. Como quiera que sea es inaceptable y va a pasar mucho para que la afición en general los perdone.

La fiel fanaticada guairista requerirá tiempo para olvidar y se necesitarán más que resultados positivos para resarcir este daño y el camino va a ser largo.

Ellos mismos destruyeron sus posibilidades, porque olvidaron que eran un equipo..

Renny Osuna se llevó el galardón al Manager del Año

Pedro Felipe Hernández | Prensa LVBP.- La peculiaridad que tenía la temporada 2019-2020 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, obligó a la mayoría de los equipos reinventarse en su plan y darle la oportunidad a estrategas que jamás habían desempeñado ese rol en el circuito, pero el nivel fue mucho mejor de lo que se esperaba.

Renny Osuna tomó la decisión de moverse de la gerencia deportiva de Tiburones de La Guaira al banquillo como dirigente y, debutó sin imaginar que ganaría el Premio Alfonso «Chico» Carrasquel que se le entrega al Manager del Año al final cada curso.

“Contento y Orgulloso. Nunca me imaginé estar en esta posición, pero esto no lo gané yo, sino los muchachos que jugaron cada encuentro de la mejor manera para sacar los resultados”, contó el piloto de los salados antes del primer compromiso de la semifinal, contra Caribes de Anzoátegui.

Osuna recibió 42 puntos para el primer lugar, por medio del voto de la prensa acreditada, mientras que su competidor más cercano, Marco Davalillo obtuvo ocho para ese sitial, algo que llenó de mucha alegría al mandamás de los litoralenses, pues el estratega de las Águilas del Zulia lo dirigió en el pasado, cuando todavía era un jugador en Tiburones.

“Mucho respeto para Marco, porque fue mi manager en el pasado y conozco su manera de dirigir. Es un hombre muy inteligente y que sabe mucho, pero lamentablemente uno debe ganar y otro perder”, resaltó Osuna. «Sin embargo, debo reconocer otra vez que este logro fue gracias a los jugadores, yo solo los apoyé”.

Osuna se convierte en el primer piloto debutante que alza el galardón, desde que Omar López lo hizo en 2014-2015 con Caribes.

“Contento que me coloquen en esa lista con Omar, porque es un hombre que sabe mucha de pelota y ha logrado grandes cosas en este beisbol”, soltó el mandamás escualo.

La campaña de Tiburones pasó por varios obstáculos, pero que finalmente fueron esquivados y llevaron las cosas de una manera positiva, por lo que el club terminó en el primer lugar de la ronda regular. Actualmente está en la semifinal, a cuatro triunfos de la Gran Final.

“La llegada de Gregorio Machado ayudó mucho, es una persona que conocía desde Navegantes del Magallanes y tenerlo al lado es muy importante”, soltó. “Aunque el momento más difícil de la temporada lo tuve hace dos días (viernes) cuando clasificamos a semifinal en ese juego contra Leones (del Caracas), porque la intensidad del juego fue tremenda”.

Osuna debutó como dirigente aquí en Venezuela, pero ya tenía un recorrido como técnico, cuando fue instructor de bateo de los Marineros de Seattle en la Liga Dominicana de Verano (DSL por sus siglas en inglés), para novatos recién firmados en MLB.

“Cuando salí de la pelota como jugador, me fui a Estados Unidos a ser coach de bateo en Doble A, tuve la oportunidad de ver el juego de otra manera y además tuve unos coachs que me enseñaron mucho, por eso he logrado tener mucho conocimiento», dio a conocer. “Luego me dieron la oportunidad de ser coach en Dominicana y esa experiencia me ayudó como un trampolín a dirigir aquí y tener más conocimiento hoy en día”.

Lo más importante para que Osuna encontrara el éxito como estratega en esta campaña, fue mantener la química del grupo de peloteros, algo que es muy notorio en un conjunto que busca ganar. Danry Vásquez, le debe mucho a su manager por lo que han logrado.

“El trabajo de Renny ha sido muy grande, porque ha sabido mantener la armonía del equipo. Él nos da confianza y nosotros salimos a darle los resultados”, afirmó el jardinero. “No estuve el año pasado, pero sí el anterior. Su confianza hacia nosotros nos ha dado a entender que debemos salir a jugar cada juego pase lo que pase. No nos molestamos si no jugamos un día, nos mantiene alegres, ya sea apoyando desde el dugout».

Osuna es el segundo piloto que consigue el premio Alfonso “Chico” Carrasquel en la historia del equipo. El primero fue Marco Davalillo, en la 2011-2012.

Foto: El Nacional

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Renny Osuna será el manager de La Guaira para la temporada 2019-2020

Diego Romario González (Prensa Tiburones).- Renny Osuna será el manager de Tiburones de La Guaira para la temporada 2019-2020 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Osuna fue firmado por Tiburones de La Guaira en el año 2006, para debutar en la campaña 2008-2009 con el equipo grande de la organización. En seis de sus 9 temporadas en la LVBP defendió el uniforme de los litoralenses, convirtiéndose en una pieza clave del equipo en ese período.

Siendo un buen conocedor de la organización, el caraqueño ahora recibe la oportunidad de llevar las riendas en esta nueva campaña, que ahora contará con 42 juegos en la ronda regular.

El área deportiva del club, de la mano de su gerente deportivo Richard Díaz y su gerente administrativo Iván Medina Molina, considera que es toda una ventaja contar con una figura como Renny tomando en cuenta la situación tan particular que se presenta en esta temporada.

Osuna, en efecto, por su condición de ex jugador, mantiene excelente relación con los peloteros de Tiburones, incluyendo a muchos que fueron sus compañeros en el pasado.

La información, manejada a través de nuestro departamento de prensa, también incluye los nombres de algunas figuras del cuerpo técnico que acompañarán a Osuna en la próxima zafra.

Argenis Salazar (coach de tercera), Luis Colmenares (picheo) y José Francisco Malavé (bateo) son las nuevas caras del staff técnico para esta temporada, mientras Sheene Figueredo (cátcher de bullpen) se mantiene en el mismo rol.

Salazar es figura indiscutible del equipo. Formó parte de la legendaria “Guerrilla” que elevó a Tiburones a lo más alto del beisbol venezolano.

Colmenares y Malavé suman en sus curriculum más de dos décadas en el béisbol venezolano, tiempo que les ha brindado la experiencia suficiente para inyectarla ahora en el equipo.

Los litoralenses están estudiando varias opciones en este momento para los cargos de coach de bullpen y primera base..