Tony Cittadino (Mallorca).- Pasó lo que tenía que pasar. La Juventus quedó eliminada de la Champions League y Maurizio Sarri terminó la temporada con el enésimo fracaso de un ciclo para el olvido, con apenas un año. Si se impone la lógica y la decencia, el estratega debería renunciar en las próximas horas o el club rescindir su contrato.
La cuerda no se podía tensar más y lo inevitable no se podía alargar. Una Juventus sin ideas, con forma física irregular, bajones de concentración durante los partidos y un dominio de balón estéril, no podía continuar con vida en la competición reina de Europa. Ya le había costado un mundo poner el candado al noveno scudetto consecutivo de la historia bianconera.
Esta Juventus es la peor del ciclo dominante en Italia y, como hemos escrito en otras ocasiones, a Sarri le quedó grande el equipo. El cacareado Sarriball nunca se vio y no hay excusa que valga para justificar un fracaso enorme. Ni siquiera el argumento del parón del coronavirus, porque afectó a todos por igual.
Sarri llegó a la Juve con la idea de revolucionar el juego e hizo lo contrario. El mercado de fichajes se hizo con el estratega en el banquillo y llegaron Matthijs de Ligt, Danilo, Merih Demiral, Aaron Ramsey, Adrien Rabiot y el regreso del inagotable Gianluigi Buffon. Con una plantilla de esas características, es mediocre que sólo pudiera ganar la Serie A y con un tan sólo un punto de ventaja ante el Inter. Si la temporada se extendía un par de partidos más, seguramente también dejaba escapar la liga.
A eso hay que sumarle que la Juve perdió dos finales locales y, en ambas, el rival fue mejor no sólo por el resultado: cayó en la Supercopa de Italia 2019 ante la Lazio (3-1) y en la Copa Italia 2019-2020 ante el Napoli (4-2 en penales, tras empate a cero en 90 minutos).
Este viernes, no bastó un doblete de Cristiano Ronaldo para llevar a la Juve a los cuartos de final. Fue una victoria amarga de dos por uno ante un Lyon, que finalizó séptimo en la liga francesa y la semana pasada perdió la final de la copa local ante el PSG.
La ausencia de Douglas Costa por lesión, se unió a la de Paulo Dybala para dejar huérfano el ataque. El argentino terminó con molestias la Serie A y lo trataron de recuperar en los últimos días. Entró al minuto 71 de juego, pero salió al 84 por lesión. Es imposible no pensar en el aporte que hubiera podido dar Mario Mandzukic, quien se marchó en diciembre a Catar porque Sarri lo excluyó del proyecto.
Lo insólito, fue leer las declaraciones del capitán Leonardo Bonucci al finalizar el encuentro. “Fue una temporada inusual. Nos encontramos jugando en julio y agosto, el objetivo principal era el scudetto y lo ganamos. Pero en la Champions League, con este nuevo formato todo puede pasar. Repito, nuestro objetivo era el scudetto».
¿En verdad, el objetivo para un equipo que ha dominado Italia en los últimos nueve años era el título de liga y no Europa? Quisiéramos pensar que las declaraciones buscan matizar el fracaso europeo y restar presión, pero es grave si la mentalidad del equipo era esa. Aquí es donde insistimos que algo falla en la comunicación grupal. Faltó liderazgo del entrenador y de los senadores del grupo. Cristiano hizo lo que pudo, respondiendo como siempre: finalizó la campaña con 37 tantos, repartidos en 31 en la Serie A, 2 en la Copa Italia y 4 en la Champions.
El portugués se pierde los cuartos de final por primera vez desde la campaña 2009-2010, cuando justamente el Lyon eliminó al Real Madrid. El astro lusitano tampoco tuvo suerte el año pasado, al caer eliminado ante el Ajax en los cuartos de final. Mucho se ha especulado de su posible salida por no triunfar en la Champions, pero de momento no hay nada claro y el presidente Andrea Agnelli asegura que seguirá en el club.
A propósito, al final de la noche, el directivo declaró a los medios y luego, en una nota de prensa del equipo, expresó su decepción por el resultado y da luces de un cambio en puertas en el banquillo. Sin embargo, jugadores como Danilo, Ramsey, Khedira, Bernardeschi e Higuaín, no tienen su futuro asegurado.
“El balance es agridulce. Fue una temporada difícil, en la que conseguimos un gran resultado como el noveno campeonato consecutivo. La Champions League, era un sueño antes, y ahora es un objetivo, por eso ser eliminados así es una decepción para nosotros, para los jugadores y para los fans. Juventus empieza cada año con muchos objetivos, y esos deben ser honrados, porque tenemos grandes jugadores y al mejor jugador de la historia de la Champions League, Cristiano Ronaldo, un pilar de la Juventus”.
Agnelli agregó que tomarán decisiones en los próximos días. “Ahora nos tomaremos unos días, y vamos a realizar evaluaciones, de cara a comenzar la próxima temporada con un entusiasmo renovado, y sin dar por sentado lo que sucedió en Italia, los títulos de liga no se ganan por inercia, todos tienen una historia diferente y cada año empezamos con cero puntos”.
El cambio de timón y una purga de la plantilla, pareciera ser lo más sensato en la Juventus.
Foto: Gazzetta dello Sport