Tatum guió la victoria de Boston

AS.- Parece que la charla de Brad Stevens ha surtido efecto. Hablamos de la que le dio a sus cuatro figuras, la totalidad de su equipo titular en estos playoffs desde que se lesionó Gordon Hayward y sin Daniel Theis, cuyas funciones son otras y no entra dentro de la plana mayor espiritual y moral del equipo. La conversación tuvo lugar tras la consabida bronca que hubo en el vestuario de los Celtics a la conclusión del segundo partido, esa en el que tuvieron que separar a Smart y Brown para que no llegaran a las manos. Con ellos dos, Kemba y Tatum habló a la una de la mañana el entrenador bostoniano y parece que la reacción ha llegado cuando más necesaria era. Un 3-0 jamás se ha remontado en la historia de los playoffs y de esa situación se querían librar unos Celtics que endosaron a Miami la que es tan solo su segunda derrota en estos playoffs y tendrán ahora hasta la noche del miércoles para descansar, aclarar ideas y reunir las fuerzas suficientes para empatar una serie cuyos dos primeros partidos se decantaron a favor de sus rivales a pesar de tener ventajas de dobles dígitos. En ambas noches ocurrió y en las dos sucumbieron ante el poderío táctico de Spoelstra, su propio miedo escénico y el pundonor de los rivales, siempre bajo la atenta y escrutadora mirada de un Pat Riley que lo observa todo entre bambalinas, aunque en persona y desde Disney. En la posición que le han asignado para ver los partidos y con la mascarilla, ese ser adimensional con una mente fuera de lo común vio a su equipo perecer, a pesar de hacer su enésimo amago de remontada y meter el miedo en el cuerpo al herido orgullo verde.

Los Celtics empezaron mandando en un primer periodo en el que se fueron con nueve puntos de ventaja (22-31), atacando incansablemente la pintura de los Heat y anotando 18 puntos en la zona por solo 4 de su rival, que además perdió 5 balones solo en el primer cuarto (por solo uno de los verdes). En ese mismo apareció Hayward, un regreso apalabrado entre Stevens y sus cuatro lugartenientes en esa famosa charla y con una restricción de minutos relativa (disputó 30). Con 6+5+4+3+1 acabó el alero, algo oxidado pero sabiendo romper la zona al instante, esa quimera que tantos estragos causó en la ofensiva bostoniana en el duelo anterior. Hayward, que disputó su primer partido como suplente de toda la temporada, ya ha dejado caer que no va a ausentarse de la burbuja para el nacimiento de su hijo, una losa que le podría dejar sin jugar y para la que ha recapacitado en el mes que ha estado de baja. Con su presencia y el buen hacer de los titulares, los Celtics se marcharon al descanso 13 arriba (50-63), defendiendo bien a Dragic y Butler e impidiendo que Duncan Robinson (del que han sabido aprovechar su debilidad defensiva) les metiera triples a mansalva como en el segundo encuentro. En el último encuentro anotó 6; en este, se ha quedado en cuatro, pero solo llevaba uno al descanso, y el encargado de sostener a los de Florida fue un Herro que explotó con 16 tantos en el segundo periodo. Mientras tanto, Jaylen Brown se iba al descanso con 17 puntos y Tatum hacía de todo: 13+8+7. Y los Heat se iban ya a 8 pérdidas.

Eso sí, los verdes entraban al tercer cuarto como si fuera camino al infierno, acordándose de 37-17 que recibieron en el segundo partido de parcial. Esta vez, las cosas fueron distintas, con los verdes centrados mientras recibían las embestidas de un rival que quiso pero no pudo. La ventaja había crecido para los teóricos visitantes (teóricos porque no hay ventaja de campo) con 12 minutos por delante (74-89) y con un Tatum que fue el factor diferencial de los suyos, con 25 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias (solo una en toda la segunda mitad), transmitiendo calma y consiguiendo ser la solución a una ofensiva celtic que, en esta ocasión, sí consiguió atacar la zona y frenar al rival en ataque. Al menos hasta el final, cuando Miami despertó y volvió a meter el miedo en el cuerpo a un equipo que había llegado a ir 20 arriba minutos antes. En 65 años de historia, los Celtics han ido 12 o más puntos por delante en el último cuarto 157 veces, 158 con la de esta noche. Y las han ganado todas… menos el primer partido ante Miami. De nuevo, fantasmas, sobre todo cuando Duncan Robinson enchufaba tres triples en poco más de tres minutos y Adebayo, enorme hoy (27+16), torpedeaba la zona aprovechándose del quinteto pequeño de Stevens, su favorito (Kemba-Smart-Tatum-Brown-Hayward), que funcionó todo el partido y tuvo ligeras dudas al final.

El cuarteto mágico de Stevens

Esta vez, los Celtics no se dejaron remontar. Una falta flagarante a Brown en ataque daba dos tiros y posesión a los Heat, que se colocaban a cinco (104-109) con un minuto para el final, gracias a un tiro libre de Robinson (falló el otro) y a una rápida canasta del omnipresente Adebayo. Boston resolvió desde la línea de personal y no llegó a ver a su rival a menos de una posesión, con Smart lanzando seis tiros libres sin fallo en los últimos minutos y llegando a los 20 puntos. Una barrera que, además de él y Tatum, superaron Jaylen Brown (26+7+5+3, enorme partido el suyo) y Kemba Walker (21 puntos con 50% en tiros de campo y en triples), que se olvidó de sus malas series de tiro de los últimos encuentros. El cuarteto mágico de Stevens. Además, Grant Williams se postuló como un defensor válido ante Adebayo en ciertos momentos, aunque la clave estuvo en la defensa colectiva de los Celtics, que provocó 13 pérdidas (ellos tuvieron una más, ojo con eso) y dejó a su rival en 12 de 44 en triples (un 27,3%). Y 2 de 10 en tiros de campo (y en triples) para Crowder, 2 de 10 también para Dragic (1 de 5 en triples), y 4 de 12 desde el exterior para un Herro que apareció en el segundo cuarto, pero anotó solo 6 puntos más de forma combinada en los otros tres para 22 totales. Butler, por cierto, 17+8+3, con 2 tapones, apareciendo al final pero tarde y sin ser ese hombre clave que robó balones importantísimos en el duelo anterior.

Los Celtics siguen vivos. Con 22 años, Tatum ha sumado su cuarto partido con al menos 25+10+5, el que más antes de cumplir los 23 junto a LeBron James desde 1965. Y el juego coral, con los cuatro jugadores de la ya famosa charla de Stevens, superando la veintena (92 puntos de forma combinada entre los cuatro, con un 52,4% en tiros de campo, 7 de 19 en triples y 19 de 22 en tiros libres), da una vida extra a un equipo que deberá volver a sufrir, aparentemente más, para igualar el miércoles la eliminatoria y no irse con un 3-1 abajo que solo ha sido remontado 13 veces en la historia. Las dos últimas, ya se sabe, por los Nuggets. Pero claro, tampoco se van a agarrar a eso en Boston. El común denominador de los tres partidos es que ha contado con ventajas de los Celtics lo suficientemente grandes para llevar el partido controlado hasta el final; en dos, no lo han conseguido, pero en este último sí. A priori, parecen tener más argumentos que sus rivales para hacerse con una serie en la que van por detrás, pero con una mente brillante como la de Spoelstra y sus dificultades para cerrar los partidos, todo puede pasar. La situación es mejor que ayer, pero igualar la eliminatoria y empezar una nueva serie dentro de la serie a cinco partidos puede favorecerles llegando en una dinámica ascendente. De momento, 2-1 y los Celtics siguen vivos. Menos que sus rivales pero vivos, al fin y al cabo. Y, ya se sabe, mientras hay vida hay esperanza.

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Butler y Dragic lideraron la segunda victoria de Miami sobre Boston

NBA España.- ¿Cómo hacer para ganarle a este Miami Heat? Esa debe ser la pregunta que ronda en la cabeza de todos los Boston Celtics, luego de lo sucedido en este segundo encuentro de la Final del Este. Y es que aunque por momentos los de Brad Stevens fueron superiores e incluso llegaron a estar al frente por 94-89 restando 4 minutos, los dirigidos por Erik Spoelstra volvieron a encontrar una manera para salir victoriosos (106-101), como durante toda esta postemporada. ¿Fue una actuación brillante? Probalemente no, pero lo importante es que noche tras noche siguen hallando los caminos como para dar algo más que sus rivales. Su 2-0 de ventaja en la serie y su marca de 10-1 en los Playoffs, lo dice todo.

En este caso, ese camino hacia la victoria fue la tarea de su dos principales anotadores. Abajo por cinco, primero aparecieron cuatro puntos seguidos de Jimmy Butler, incluyendo una conversión en transición, luego de un robo magnífico del propio ex Philadelphia, en una jugada que terminó siendo bisagra.

El siguiente en tomar la posta fue Goran Dragic, quien se encargó de dar las estocadas finales. El esloveno anotó 7 puntos en 90 segundos y apoyado por otro doble de Crowder, pusieron al Heat al frente por 102-95 en el cierre. Boston reaccionó con un par de triples de Jaylen Brown e incluso llegó a tener una última bola para empatarlo. Sin embargo, el triple del propio Brown no ingresó y Butler acabó definiendo la historia desde la línea de libres.

Dragic terminó la noche como el máximo anotador del encuentro con 25 puntos, mientras que Butler apenas totalizó 14 con un 4-11 de cancha, pero como en varios otros partidos de estos Playoffs, anotó los tantos que más importaban. Al punto que 6 de los 14 llegaron en los últimos cuatro minutos.

Más allá de ese sprint final de las estrellas, hubo dos factores que le permitieron a Miami remontar en el tercer cuarto una diferencia que era de 13 en favor de Boston (llegó a ser de 17): la zona 2-3 y la tarea de Bam Adebayo en la pintura rival.

En realidad, de alguna manera podríamos vincular una con otra, con un hilo conductor: Enes Kanter. ¿Por qué? Sencillo. Miami, que había tenido una primera mitad para el olvido en términos de intensidad defensiva (permitió un 58% de campo), abrió el segundo tiempo con otra actitud y fortaleciéndose desde la marcación zonal. Sin respuestas en los primeros ataques y viendo como el Heat recortaba la brecha, Stevens recurrió al turco como su zone buster (algo que ya había hecho en la serie ante Toronto). Kanter había tenido una buena primera mitad, recuperando su lugar en la rotación por encima de Robert Williams y respondiendo con 9 puntos. Sin embargo, su ingreso esta vez le costó caro a su equipo.

No solo el ex Portland no pesó en ataque, sino que fue victimizado una y otra vez por Miami, específicamente con el pick and roll y las caídas para Adebayo. Bam anotó 15 puntos en ese tercer período, con un 7-8 de cancha y ayudó a que su equipo gane el parcial por 37-17.

Adebayo fue el jugador más regular de Miami y terminó con 21 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 1 tapa, con un 10-16 de cancha, siendo además clave en defensa como última línea de protección en esa zona a la que recurrió Spoelstra.

Más allá de los méritos de Miami, hubo defectos muy claros de parte de Boston. El primero fue lo mal que atacaron durante todo el segundo tiempo, cada vez que tuvieron esa 2-3 en frente. De hecho, en 25 posesiones contra esa defensa en el segundo tiempo, totalizaron la misma cantidad de conversiones que de balones perdidos: cinco.

Los Celtics lucieron completamente sin ideas para contrarrestar la movida de Miami y rara vez consiguieron tiros cómodos, cayendo en el peor pecado que se puede cometer contra una defensa de ese tipo: el abuso del drible y el uno contra uno. Para colmo, cuando quisieron llevar la bola al espacio libre en el poste alto con Marcus Smart repartiendo juego para el perímetro desde allí, los externos no tuvieron decisión para tomar los triples a pie firme, volviendo a caer en situaciones forzadas contra la marca.

Así como esta noche Miami disfrutó de un Duncan Robinson en llamas (18 puntos, 6-12 en triples), la falta de tiradores fue un déficit que Boston terminó pagando caro, extrañanando más que nunca a Gordon Hayward. Hasta las dos conversiones de Brown en el cierre, los titulares de los Celtics acumulaban un 6-21 de tres.

El otro defecto importante de Boston volvió a ser la ejecución en el clutch, que va de la mano con todo lo ya mencionado. En ese sentido, Tatum quedó nuevamente en deuda, sin anotar un solo punto ni tomar ningún lanzamiento en los 4:57 finales. ¿La repartición en ese tramo? Tres tiros de Brown, dos de Walker y dos de Smart.

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Jokic y los Nuggets forzaron el séptimo decisivo ante Clippers

NBA.- Los Nuggets han conseguido lo que prácticamente nadie esperaba. Todas las apuestas iban en contra de los Denver Nuggets, que con el 3-1 en contra parecían dejar camino a las Finales de Conferencia a uno de los grandes favoritos al título, los LA Clippers. Sin embargo, este domingo Denver derrotó a los Clippers con marcador de 111-105.

Nada más lejos de la realidad, los de Mike Malone sorprenden remontando en el Partido 6 con una segunda parte memorable. El encuentro de Nikola Jokic será recordado. El serbio firma 34 puntos, 14 rebotes, 7 asistencias, 1 robo y 1 tapón en 40 minutos. Nivel soberbio y una defensa que en ningún momento pudo frenarle. Ivica Zubac hizo un mejor trabajo, pero es que para Montrezl Harrell es imposible.

Además de Jokic, Jamal Murray sumó 21 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias con grandes minutos en esa remontada. Papel notable el de Gary Harris como defensor y apoyo anotador, su aportación resulta clave en los encuentros que ha podido jugar en Disney (16 puntos, 4 asistencias, 4 robos).

A los Clippers les faltó fuelle en la segunda parte. Después de ganar los dos primeros parciales cayeron en los dos últimos por 30-16 y 34-19. Denver les pasó por encima sin miramientos y solo convirtieron 10 canastas desde el descanso. Terrible balance y peores sensaciones para la ocasión perdida de alcanzar las primeras Finales de Conferencia de la historia de la franquicia.

Paul George se exhibió en la primera parte, aunque le echaron más de menos en la segunda. El alero se fue a los 33 puntos, 6 rebotes y 5 robos con 9 de 21 en tiro, dando el testigo a Kawhi Leonard y sus 25 puntos y 8 rebotes con 8 de 18. Aunque Lou Williams estuvo mejor (14 puntos en 11 tiros) la aportación del banquillo continúa siendo escasa.

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Celtics eliminaron a los Raptors y son finalistas del Este

NBA.-  Por tercera vez en estos Playoffs tuvimos un séptimo partido y por tercera vez este terminó definiéndose en el cierre, no fue muy bien jugado y si fue muy emocionante. Boston Celtics le ganó por 92-87 a Toronto Raptors en un encuentro vibrante en el que el talento ofensivo de Jayson Tatum y las múltiples capacidades de Marcus Smart, incluyendo su corazón gigante, le dieron la ventaja al conjunto dirigido por Brad Stevens, que de esta forma regresa a la definición de la Conferencia Este tras haberse ausentado en 2019 y queda a apenas un paso de las Finales de la NBA.

Si, fue un encuentro de porcentajes bajos (40,7% de campo para los Celtics, 41,3% para los Raptors, menos de 30% en triples para los dos equipos) y un último cuarto de bajo score (20-16 para Boston) en el que los errores de las estrellas fueron causa común, pero los Celtics terminaron llevándose algo de justicia por haber sido el equipo con un dominio más prolongado durante la serie, una serie que bien podrían haber tenido dominada con ventaja de 3-0 pero en la que terminaron dependiendo de que un tapón de Marcus Smart a Norman Powell no deje el séptimo partido empatado con menos de un minuto por jugar, en un territorio de clutch que sin dudas le había sentado mejor a Toronto y su experiencia de campeón hasta el momento.

Sin haber estado en un nivel estratosférico, Tatum marcó la diferencia en varios momentos y fue el jugador por el que Boston tuvo varias ventajas de siete u ocho puntos en el partido (llegaron a liderar por doce tantos en el primer cuarto). El alero de 22 años confirmó su estatus de estrella al firmar este partido de 29 puntos, 12 rebotes, 7 asistencias y 4-8 en triples en un escenario así, un séptimo encuentro para definir una serie. El único jugador más joven que él en hacer algo así había sido Kobe Bryant con 21 años en las Finales del Oeste del 2000 (25 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias).

Pero si Boston ganó fue porque Toronto quedó en 87 tantos. Y todo se construyó desde la defensa, más allá de la pésima noche de Pascal Siakam (otra más en la serie) y de que esta vez Kyle Lowry, quizá ya demasiado desgastado, no la pasó muy bien en cancha. Los Celtics robaron 12 balones, llevaron a los Raptors a tener 18 pérdidas de balón, anotaron 31 puntos tras pérdidas y tuvieron como baluarte a su jugador miembro del quinteto defensivo ideal de la NBA: Marcus Smart. 16 puntos, 6 asistencias y 3 robos en 43 minutos, haciendo que quede olvidado su 2-10 en triples y jugando como un verdadero veterano a los 26 años.

Además Jaylen Brown sumó 21 puntos, tomó ocho rebotes y robó cuatro balones, compensando lo mal que la paso con los triples (1-7) al igual que Kemba Walker (también 1-7), que tuvo otra noche discreta en la serie pero sus 14 puntos y 4 asistencias con 5-16 de campo dentro de todo sirvieron frente a una noche negra del banco de los de Stevens: apenas siete puntos sumados entre los sustitutos, una muestra de lo corto que queda la rotación sin Gordon Hayward (que ya salió de la cuarentena, estuvo tirando al aro en la previa del partido y parece que está cerca de regresar). Tatum y Walker jugaron 44 minutos, Smart y Brown 43, y si Theis jugó 23 y no llegó a 30 fue por sus problemas de faltas (terminó descalificado con seis).

Los Celtics pudieron salir inmunes de una noche en la que no solamente estuvieron pésimos con los triples (9-38, 23,7%) sino también con los tiros libres (13-23, 56,5%), que podrían haber costado la temporada si Toronto fallaba un poquito menos.

Por el lado de los Raptors, fue un partido más de una serie en la que jugaron muy mal, demasiado por debajo de lo que había sido su rendimiento en toda la temporada, y aún así, a puro coraje, estuvieron con chances de ganar hasta en el minuto final de una serie que tuvo 346 minutos de básquet de pura intensidad.

Fred VanVleet, el que mejor funciona en la anarquía ofensiva, fue el mejor de los de Nurse en el partido con sus 20 puntos (4-9 en triples) y 6 asistencias. Serge Ibaka contribuyó bastante desde el banco, más que nada en ofensiva, con 14 tantos y 8 rebotes. Kyle Lowry cerró con una planilla apagada de 16 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 3 pérdidas y 5-15 de campo, aunque en el último cuarto casi impulsa una remontada (y también terminó fuera por seis faltas, sin poder estar en cancha en el último tiro de los Raptors para buscar una prórroga).

Si Siakam estaba en el debe, este partido terminó de dejar esa sensación en una postemporada del camerunés que mostró una regresión respecto a la de 2019 en la que fue de escudero de Kawhi Leonard: el titular en el último All-Star metió 13 puntos y tomó 11 rebotes, pero perdió cinco balones, tomó muchas decisiones erróneas y nunca terminó de asimilar su rol de primera opción de ataque. Marc Gasol, con 5 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias, tuvo un +/- de -19 y Nurse optó por tenerlo en cancha apenas 13 minutos del primer tiempo y solamente seis de la segunda parte, en la que Norman Powell (11 puntos y 3 rebotes) fue el que acompañó mayoritariamente a Lowry, VanVleet, OG Anunoby (4 puntos y 7 rebotes, 1-3 de campo) y Siakam en cancha.

Se acabo la defensa del campeonato y se vienen unos meses intensos e interesantes para Toronto en el mercado, ya que expiraron los contratos de Gasol, VanVleet e Ibaka, tres piezas del título de 2019. Los últimos dos seguramente saldrán al mercado a precio muy alto, más que nada FVV, y renovaciones caras sacarían a Toronto del juego para un mercado de 2021 en el que se rumorea que la franquicia canadiense está interesada en hacerse con Giannis Antetokounmpo como agente libre.

La serie entre Boston Celtics y Miami Heat, los preclasificados #3 y #5 de la Conferencia Este, empezará el próximo martes 15 de septiembre. Curiosamente será la primera vez en la historia de las Finales de la Conferencia Este en la que ni el equipo de mejor récord de fase regular (Milwaukee Bucks en esta temporada) ni su escolta (Toronto Raptors) estarán presentes en la definición por un lugar en las Finales de la NBA. En realidad la última vez de algo así en el Este fue en 1969, con un Boston que llegaba tercero y un New York que llegaba cuarto, pero en ese entonces la NBA tenía «divisiones», no «conferencias», y solamente clasificaban cuatro equipos por lado a los Playoffs en una liga de apenas 14 franquicias.

Foto: NBA España

Los jugadores de la NBA reanudarán los playoff

Adrian Wojnarowski (ESPN).-  Los jugadores de la NBA decidieron reanudar los playoffs, fuentes le dicen a ESPN.

Los tres partidos de playoffs del jueves se pospondrán. Una reanudación de la temporada podría ser tan pronto como el viernes, pero se espera que haya un regreso al juego el fin de semana, según las fuentes.

Los jugadores celebraron una reunión a las 11 a.m. ET. Habrá otra reunión el jueves con dos jugadores de cada equipo, dijeron las fuentes a ESPN.

La segunda reunión del jueves es para formular planes de acción para abordar los problemas de injusticia racial, así como para aclarar los detalles del reinicio de los playoffs, según una fuente.

El miércoles, los Milwaukee Bucks, el equipo de la NBA de Wisconsin, un estado sacudido en los últimos días por el tiroteo por parte de policías de Jacob Blake, un hombre negro, no tomaron la cancha para su juego de playoffs contra Orlando Magic. Los equipos debían comenzar el Juego 5 de su serie poco después de las 4 p.m., y los Bucks necesitaban una victoria para avanzar a la segunda ronda. Ese juego, junto con los juegos Oklahoma City Thunder-Houston Rockets y Portland Trail Blazers-Los Angeles Lakers fueron pospuestos.

Exigir un cambio social y poner fin a la injusticia racial ha sido una parte importante del reinicio de la NBA en Walt Disney World. La frase «Black Lives Matter» está pintada en las canchas de la arena, los jugadores llevan mensajes en sus camisetas que instan a cambios y los entrenadores usan pins para también exigir justicia racial.

Muchos jugadores lucharon durante semanas sobre si era correcto jugar, temiendo que un regreso a los juegos desviaría la atención de las muertes de, entre otros, Breonna Taylor y George Floyd en los últimos meses.

Taylor, una mujer negra de 26 años, recibió un disparo mortal cuando los agentes de policía irrumpieron en su apartamento de Louisville, Kentucky utilizando una orden de no golpear durante una investigación de narcóticos en marzo. La orden estaba relacionada con un sospechoso que no vivía allí y no se encontraron drogas. Luego, el 25 de mayo, Floyd murió después de que un oficial de policía blanco de Minneapolis presionó su rodilla en el cuello del hombre negro durante casi ocho minutos, todo capturado en video de un teléfono celular.

Los partidos pospuestos de la NBA del miércoles se produjeron en el cuarto aniversario de la primera protesta de Colin Kaepernick de «The Star-Spangled Banner» antes de un partido de pretemporada de la NFL. Kaepernick estuvo sentado durante el himno en su primera protesta, que dijo fue en contra de la desigualdad racial y el maltrato policial a las minorías. Luego se arrodilló durante el himno en futuras instancias.

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Alexander Nelcha: “No descarto volver a Venezuela y dirigir en la LPB”

Prensa LPB. 26 agosto 2020.- Alexander Nelcha afirmó que podría volver a Venezuela y desempeñarse nuevamente en la Liga Profesional de Baloncesto.

“Yo no descarto volver a Venezuela y dirigir en la LPB. Ya lo hice en una oportunidad, en Panteras de Miranda, como asistente (técnico) de Carlos Mercado, gran amigo mío”, confesó Nelcha, en su conversación con Fernando Peñalver en la cuenta de instagram @lpb_aldia.

El pívot de 2.06 metros de altura compartió con los fanáticos LPB desde Alemania: “Tengo cinco años viviendo en Alemania, con mi esposa e hijos. El (hijo) menor comenzó practicando balonmano, pero últimamente se ha entusiasmado con el básquet y estoy de asistente en su club, enseñándole a él y a sus compañeros todo lo que sé”.

“Aquí en Alemania, llegué a jugar IV división, junto a muchachos que saltaban como canguros, pero yo no deslucía. Hasta que llegó el momento en que los dolores por lesiones viejas, no me permitieron jugar más”, expresó Nelcha sobre sus últimos años como jugador activo

«Contrario a lo que mucha gente cree, mis inicios fueron en el béisbol. Era un buen pitcher, incluso lancé un juego perfecto y podía cubrir cualquier posición, en especial en los jardines. Formé parte de la Liga del 23 de Enero, aunque mi casa querida es Altavista, donde conservo a muchos de mis amigos, que se acuerdan de un camaro morado, patrimonio de mi familia”, amplió con detalles el jugador olímpico en Barcelona 92, sobre el desempeño en el deporte que practicó antes de llegar al baloncesto.

“Yo estudié en el (colegio) Jesús Obrero y luego me cambiaron al Luis Espelozín. Allí, una profesora que era muy amiga de Pedro ‘Camaguey’ Espinoza, me presentó con el coach y él me dijo que me enseñaría a jugar básquet. Yo fui sin mucho entusiasmo, pero poco a poco me fue gustando. El baloncesto me permitió conocer medio mundo y hablar dos idiomas más, ya que hablo español y francés de forma nativa», comentó sobre sus inicios en el baloncesto.

Su desarrollo lo llevó finalmente a la LPB: “Mis inicios en la liga fueron con Estudiantes de Caracas, pero por compromisos académicos en Estados Unidos con Bloomsburg State, casi no jugué en la capital. Mis grandes logros en Venezuela fueron con Trotamundos de Carabobo, donde estaban caballos de la talla de All Smith, Sam Shepherd, Yván Olivares, Allinson García y Luis Jiménez”.

Nelcha se desempeñó en 265 partidos con el ‘Expreso Azul’: “Era impresionante estar allí, porque yo debía crecer en mi juego, para estar a la altura de ese equipo. ¿Cómo le decía que no a Sam (Shepherd), cuando te invitaba a una práctica extra de lanzamientos? Yo siempre lo había admirado y ahora era mi compañero de equipo”.

Nelcha fue factor importante de Venezuela en el Campeonato Suramericano 1991: “Soy un hombre agradecido con la vida, porque en Estados Unidos me trataron muy bien. Luego fui a Francia, y llegué a jugar cinco años con el Dijon, siendo capitán y mejor rebotero del club. Más allá de los compromisos y especialmente de las lesiones, vestir la camiseta de Venezuela es un orgullo que no se le compara a nada. No importaba dolor, ni había cansancio, cuando estaba con la selección”.

“Muchos me preguntan a quién marqué en el juego del preolímpico de Portland, cuando enfrentamos al Dream Team. Recuerdo que Julio Toro nos ordenó que marcáramos en zona, aunque me las tuve que ver con David Robinson y Patrick Ewing”, detalló el jugador que acumuló 2.515 puntos en la LPB, además de 1.175 rebotes y repartió 272 bloqueos.

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Carlos Gil recordó sus vivencias en los tabloncillos criollos

Prensa LPB.- Desde Bogotá, Colombia, el reconocido técnico nacional Carlos Gil, compartió con los seguidores de la Liga Profesional de Baloncesto y recordó su paso por los tabloncillos venezolanos con Trotamundos de Carabobo, Panteras de Miranda, Guaiqueríes de Margarita, Cocodrilos de Caracas, Gaiteros del Zulia, Guaros de Lara, Deportivo Táchira, Toros de Aragua y Bucaneros de La Guaira.

“Ha sido un periplo interesante, el pasar por tantas organizaciones, conocer las interioridades de cada equipo, involucrarse con tantos jugadores nobles, de los cuales aprendí muchísimo. Los jugadores son muy creativos, al igual que los directivos, cada equipo tiene filosofías distintas y el común denominador de querer ganar”, expuso Carlos Gil a través de @lpb_aldia, en conversación con Fernando Peñalver.

Gil, barquisimetano de nacimiento, vivió en varias ciudades del país, “luego en Los Teques es que comienzo a hacer deporte desde la escuela. Me gustaban varios deportes: voleibol, formé parte de varias selecciones de Miranda y fuimos campeones en infantil y juvenil; jugué béisbol también hasta la categoría junior representando a Los Teques. A la par de ellos hacía baloncesto que era el que me gustaba más”, confesó Gil sobre los inicios deportivos en su infancia.

“Un día pasé por un gimnasio y recuerdo que estaba jugando Luis “Hueso” Navarro. Al día siguiente comencé a entrenar. Estaba allí caimaneando como se dice. Mi trayectoria como jugador fue corta Era interno, me gustaba penetrar mucho y eso me generaba muchas lesiones, sobretodo de los tobillos”, aseguró el tercer estratega con más partidos dirigidos en la LPB (946), sobre su enlace definitivo con el baloncesto.

“Es la esencia de la vida para mí el baloncesto. Tiene muchas analogías para la vida. El hecho de tener un reglamento, el hecho de ser tan cambiante. Me satisface mucho cuando veo un juego y observo mucho a los árbitros. Sin ellos sería un caos. Significa para mí mucha orientación porque el mismo juego permite la convivencia y una convivencia sana, a pesar del contacto que hay en la acción. Aprendemos a convivir en situaciones de mucha ansiedad. Eso me ayudó mucho en mi convivencia y en mi crecimiento”, aportó el director técnico con presencia en nueve franquicias LPB.

Carlos Gil mantuvo una cadena de 878 partidos sin ser expulsado en la LPB. La primera vez que sucedió, fue producto de un mal entendido: “Todos sabemos con qué intensidad se juega la LPB. En la semifinal 2006, Gaiteros del Zulia contra Guaros de Lara. Estamos casi al final del juego. Está un árbitro cerca de mí y yo le estoy gritando unas instrucciones a un jugador y se me salió una mala palabra. El árbitro a mi lado interpretó que yo estaba dirigiéndome a su compañero y fui expulsado. Todos podemos equivocarnos. Luego conversé con ellos y se aclaró la situación”.

Gil logró el título del año 2000 con Cocodrilos de Caracas ante Gaiteros del Zulia: “Esa fue una final extremadamente competitiva. Cualquiera de los dos equipos tenía los argumentos para ganar. Creo que jugamos como 70 partidos esa temporada y para colmo fuimos a tres tiempos extras en el séptimo partido de la final. En ése último tiempo muerto, que lo pedimos nosotros, estamos armando una jugada para esos últimos segundos. Lee Nailon me dice: ‘dígales que me la den a mí y yo resuelvo eso’, y así fue”.

“Yo jugaría con los cinco jugadores que mejor jueguen juntos”, así de sencillo y contundente resumió el tercer estratega con más victorias logradas (467), cuál sería su equipo ideal.

Jack Martínez recordó su paso por el baloncesto venezolano

Prensa LPB.- Jack Martínez recordó con estima su pasantía de casi 10 temporadas en la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), con su usual franqueza y sencillez. El jugador de baloncesto considera a Venezuela como su segundo país y una de las más físicas después de Brasil y que no fue fácil la adaptación.

El dominicano llegó a Venezuela en 2002 para sumarse a Panteras de Miranda: “La pretemporada fue muy buena. No estaban aún Carl Herrera ni Richard Lugo. Ronnie Thompkins y Arnaldo Amundaray también eran parte del jugo interior. Los primeros 10-12 juegos no tenía mucha oportunidad por todos esos caballos que había. Me daban seis-siete minutos de juego. Después estaba muy molesto con Néstor Salazar. Él estaba muy presionado. Yo no estaba para ser banco. Al final se dieron las cosas y terminé jugando y llegamos a la final ante Trotamundos de Carabobo y ese equipo estaba muy fuerte, muy profundo y Diego Guevara fue la clave. Mi nombre dejó huella allí”.

“En 2008, (Luis) Bethelmy era un chamito, ‘Zancudo’ (Jesús Centeno) era un chamito, Henry Páez, que en paz descanse. El caso es que era un equipo de puro muchacho. Yo también era joven, 24-25 años. No apostaban mucho por nosotros. La cosa fluyó. De los cuatro o cinco años que yo jugué con Cocodrilos casi no hubo cambios de importados, gracias a la gerencia. Fueron logros para todos. Nunca se me hizo difícil involucrar a todos los jugadores. Cada quien hizo su trabajo”, resumió Martínez sobre su exitoso paso por la divisa del Parque Naciones Unidas.

El ala-pívot acumuló más de 3 mil rebotes y 4 mil puntos en la LPB: “La rivalidad más grande que yo he tenido es Marinos Cocodrilos en mi vida profesional. Sin lugar a dudas. Jugar cocodrilos marinos era como otro torneo. Otro ‘flow’. Valió la pena en muchos sentidos y las dos fanaticadas quedaron satisfechas”.

Tanto dentro como fuera de la cancha, Martínez dejó sello. Se hizo famoso por el célebre ‘¡No pueden!’: “Saliendo hacia el camerino, en un juego contra Guaros (en Barquisimeto), los fanáticos me estaban molestando. Keving Palacios me dice: ‘¡No pueden!’ y yo le replico igual. Y allí nos enganchamos. Eso ayudó muchísimo. Cada jugador siente diferentes cosas: siente presión antes del juego, durante el juego. Mientras más unido esté el equipo, mejor iban a ir las cosas. Eso animaba mucho, ese grito”.

“Mi juego era físico, pero no para lesionar a nadie. Si no, para sacarlo de sus casillas. Cuando lanzaban el balón, yo tenía ya un 92% de certeza de hacia dónde iba el balón. Y allí aprovechaba para bloquear al contrario y tomar mi rebote”, expresó Martínez sobre su modo de solventar la falta de estatura y tomar los rebotes.

Jack Martínez también se enroló con Guaros de Lara y Trotamundos de Carabobo en la LPB.

Foto: Prensa LPB

Francisco “Paco” Diez: “Venezuela pasó muchos años contagiado con su baloncesto profesional”

Prensa LPB.- La leyenda Francisco “Paco” Diez hizo disfrutar a los fanáticos de la LPB con las experiencias, en su dilatada trayectoria en el deporte nacional.

“Esa fue una fecha muy importante para el baloncesto nacional. Estamos de acuerdo cuando se habla antes y después de la Liga Especial (de Baloncesto). Honestamente antes de la Liga Especial yo decía que era un baloncesto pueblerino. Durante muchos años estuvo ausente de la verdadera tecnificación que ya existía en el mundo. Nuestro baloncesto era correr mucho sin orden. Se defendía solo 2-3, y ese era el baloncesto que jugábamos. A partir del año 1974, un grupo de personas liderados por Leonardo Rodríguez, crea la Liga Especial con cuatro equipos con Beverly Hills, Toyotas de Aragua, Legisladores de Carabobo y Ahorristas del Caracas. Se convirtió en un boom la presencia de los jugadores importados que cambiaron el estilo de juego y la presencia de técnicos extranjeros que cambiaron nuestro baloncesto”, cuenta el para entonces entrenador de Beverly Hills.

“Los medios y la televisión fueron un soporte importantísimo, porque hicieron llegar los resultados a diario a todo el país. Un soporte que en 60 años no se le había dado al baloncesto. Allí se prendió la mecha que no se ha detenido. No he visto a nadie que deje el baloncesto. Uno se retira cuando fallece. El viejo Gastón Portillo me decía que el baloncesto era como una droga”, subraya Diez en la conversación con Geisha Torres a través de la cuenta de Instagram @lpb_aldia.

“Paco” compartió su viaje a Estados Unidos para formarse en Springfield College en la Universidad de Massachusetts, la cuna del baloncesto: “En aquella época nosotros participamos como país en una organización universitaria. Allí invitaron los países latinoamericanos. Vinieron a Venezuela y todos aspirábamos poder estudiar afuera. Presenté mi prueba y fui seleccionado para hacer los postgrados. A nivel de Venezuela fuimos seleccionados unas 30 personas de distintas universidades. Solicité ir a Springfield College porque estudié mucho sobre el programa de esa universidad. Y segundo, porque allí nació el baloncesto, que es mi deporte, y me dijeron que iría allí. Todavía estoy muy unido a esa escuela. La conexión de Venezuela con Springfield fue muy importante”.

El también egresado del Instituto Pedagógico de Caracas rememoró el equipo estadounidense que compitió en los Juegos Panamericanos Caracas 1983: “En ese equipo por supuesto que destacaba (Michael) Jordan. Que era la vedette de esa selección. Allí estuvo Pat Ewing, John Stockton. Todos firmaron profesional. Fueron varios años a los Juegos de las Estrellas. Además de ingresar en la NBA. En ese torneo nosotros teníamos un equipo en reconstrucción. Mantuvimos seis jugadores de experiencia con seis jugadores nuevos. Allí aparece Yván (Olivares), Gabriel (Estaba), Martin Escobar, Carl Herrera, Felice Parisi. También Armando Palacios”.

Como era de esperarse, “Paco” hizo un recorrido por los equipos que dirigió en la LPB, destacando su paso por Guaiqueríes de Margarita, luego de su paso forzado por Lara, como sede momentánea en 1992: “En Barquisimeto, el año anterior ganaron dos juegos y perdieron 38. Un récord difícil de superar. Ese equipo nosotros lo reestructuramos. Lo llamamos los “12 del Patíbulo” en la primera reunión que hicimos. Nos fuimos ubicando con jugadores que ya habían dejado de ser reservas de otros equipos: Richard Medina, Armando Becker, Rubén Rada, Yamal El Hawi, Pedro Conde, Alfredo Caraballo, Hely Rondón y por supuesto Byron Larkin y Keith Hill, Octavio Contreras, y se incorporaba al baloncesto profesional Alexander Quiroz. Y clasificamos de últimos para semifinales. Nos eliminó Trotamundos. Pero fue una experiencia muy satisfactoria”.

“La experiencia en Gaiteros (del Zulia) fue una de las mejores de mi familia. El pueblo marabino y zuliano en general me demostró mucha identificación y compromiso. No me lo imaginé en ninguna otra cancha. Los recordaré para siempre”, suscribió el estratega que dio al equipo furrero su hasta ahora, último título en la LPB en 2001.

Con Panteras de Miranda, Diez ha tiene una relación especial. Hasta cuatro veces se ha sentado en el banquillo de Parque Miranda: “La afición mirandina es muy comprometida, pero ha tenido mucha mala suerte. Los equipos tienen derecho a vivir del pasado también”.

“Lo de Marinos (de Anzoátegui) fue de verdad caer bien. Yo discutía mucho y a la gente le gustaba mucho como reaccionaba. Desde el apartamento, que estaba al frente del gimnasio (Luis Ramos) hasta la cancha iba una delegación de como de 30 personas que nos acompañaban ida y vuelta. Público extraordinario”, confesó Diez sobre su paso por la caliente “Caldera del Diablo” en Puerto La Cruz.

Diez concluyó su escrutinio a su legado en los banquillos de la LPB con una sólida frase: “Venezuela pasó muchos años contagiado con su baloncesto profesional. Era un espectáculo de la familia”.

Finalmente, el nativo del barrio caraqueño de Sarria, se explayó en la historia de cómo se formó el equipo campeón suramericano de 1991: “La Federación de (Baloncesto de) Venezuela estaba desafiliada. Por una mala experiencia que venía del Mundial de Argentina. A Venezuela le habían dado la sede del (campeonato) suramericano por primera vez en 50 años de torneo. No había federación pero si gente del baloncesto. Hicimos una reunión con el equipo y ellos nos dijeron: ‘Nosotros los jugadores de Venezuela queremos un entrenador que no tenga amistad con ninguno de nosotros”.

Decidimos que un (entrenador) americano faltando un mes no nos servía. No conoce Venezuela. Teníamos que traer un entrenador latinoamericano, que hable español y que no tenga trabajo. Hablé con Flor Meléndez, un técnico de Puerto Rico con quien me une una relación de muchos años y me dijo, ‘como yo no voy aceptar ese lomito’. Quiso dirigir a Venezuela, pero no le dieron el permiso en su equipo en Puerto Rico. Me recomendó a Julio Toro. Fui a San Juan, y hablé con Julio en el balcón de su apartamento y con un café en la mano, fui al grano. No le había hablado de las condiciones del contrato y me dijo: ‘ya acepté’. Me dijo yo voy a Venezuela asi no tengan con qué pagar. ‘Lo que le den a los jugadores, me lo dan a mi’, me dijo en relación con los términos económicos del contrato.

Como suele suceder con personajes como Francisco “Paco” Diez, el tiempo siempre será poco para disfrutarlo.

Foto: Prensa LPB.

Kevin Durant confirma que no jugará el final de temporada

AFP.- La superestrella de la NBA Kevin Durant confirmó este viernes que no podrá disputar con los Brooklyn Nets el final de la temporada, previsto para reanudarse el 31 de julio, a causa de la grave lesión sufrida hace casi un año.

Durant, que todavía no ha debutado con los Nets, tenía previsto pasar toda la temporada en blanco recuperándose de su lesión en un tendón de Aquiles. Pero la suspensión por el coronavirus, que puede alargar la temporada cuatro meses, levantó algunas expectativas de ver a ‘Durantula’ de vuelta.

«Mi temporada ha terminado. No planeo jugar en absoluto», dijo Durant en una entrevista con el medio The Undefeated, publicada un día después de que la NBA aprobara su plan de retorno a la competición en el complejo deportivo de Disney World (Orlando).

Antes del inicio de esta campaña «decidimos que simplemente iba a esperar a la siguiente temporada», dijo Durant, dos veces ganador de la NBA con los Golden State Warriors.

«Simplemente, es mejor para mí esperar. No creo que esté listo para jugar con ese tipo de intensidad en el próximo mes. Me da más tiempo para estar listo para la próxima temporada y el resto de mi carrera», afirmó Durant, que señaló que en otras ocasiones «volvió a jugar un poco demasiado pronto».

De esta forma los Nets, que ocupan la séptima posición de la Conferencia Este, afrontarán el final de temporada sin sus dos grandes estrellas, Durant y el también lesionado Kyrie Irving.

Durant, de 31 años, se mostró satisfecho con el proceso de recuperación de la lesión, sufrida el 11 de junio pasado en el quinto partido de las finales que perdieron los Warriors ante Toronto Raptors.

«Voy bien. Entrenando todos los días. Me siento como un jugador normal de nuevo», explicó.

Durant dijo que no ha decidido si acompañará a sus compañeros en Orlando, donde se prevé que los equipos lleguen la primera semana de julio para una concentración a puerta cerrada en la que serán sometidos a múltiples medidas de prevención frente al coronavirus.

«Es una decisión que todavía estamos tomando. Todavía tengo tiempo», dijo Durant, que lleva a cabo su recuperación en Los Ángeles.

Elegido Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA en 2014, Durant estuvo entre la docena de jugadores contagiados de coronavirus reportados en la NBA. El propio jugador hizo público su caso a mediados de marzo.

«Me siento bien. No tuve ningún síntoma, así que estoy bien», recordó. «Me quedé en shock (al conocer el positivo). Y luego me entró la curiosidad, quise saber más de qué significaba. Comencé a tener más información y me calmó».

Foto: Archivo.