Mbappé se perderá por lesión el juego de Champions ante la Atalanta

ESPN.- El delantero francés del Paris Saint-Germain Kylian Mbappé sufre un fuerte esguince en su tobillo derecho y este lunes se dio a conocer que estará fuera tres semanas, por lo que se perderá los cuartos de final de UEFA Champions League que su equipo debe jugar frente a la Atalanta el próximo 12 agosto.

Como se anunció después de la final de la Copa de Francia contra Saint-Étienne, Kylian Mbappé tomó los exámenes el lunes para conocer la evolución de su lesión en el tobillo derecho. El estudio de imagen realizado hoy confirma un esguince de tobillo con lesión del ligamento externo. Después de este trauma, el tiempo de recuperación se estima en alrededor de 3 semanas», sostiene el parte médico dado a conocer por el club francés.

Mbappe sufrió la lesión la pasada noche durante la disputa de la final de la Copa de Francia, cuando el defensor del Saint-Etienne Loïc Perrin, que fue expulsado por la acción, realizó una durísima entrada a la media hora de juego.

Tras ser tratado en el vestuario volvió apoyado en unas muletas y con el pie inmovilizado para ver el final del partido y participar en la celebración del título obtenido gracias al gol de Neymar.

El francés colgó un mensaje este sábado en Twitter con una foto de él sonriente y el siguiente mensaje: «Despertar como vencedor, no hay mejor sensación posible. Gracias a todos por vuestros mensajes, me conmueve mucho. Besos a todos y buen fin de semana».

Y justo antes de ese texto, Mbappé retuiteó este mensaje del club Saint-Etienne: «@loicperrin_24, el AS Saint-Etienne y el fútbol francés esperan volver a verte lo más rápido posible sobre los terrenos de fútbol».

La UEFA anunció la fecha de los sorteos para la Champions y Europa League

Marca.- La UEFA confirmó este martes que los sorteos de cuartos de final, semifinales y la final de la Liga de Campeones se celebrarán a las 12.00 horas CET (10.00 GMT) del viernes 10 de julio en su sede de Nyon (Suiza), donde a partir de las 13.00 (11.00 GMT) sorteará igualmente las últimas eliminatorias de la Liga Europa.También recordó que no habrá cabezas de serie o impedimento de enfrentamiento entre rivales del mismo país y que cualquier restricción será anunciada antes del sorteo.

El sorteo para la final se realizará para determinar el equipo que juega como local por razones administrativas.El Comité Ejecutivo de la UEFA anunció el pasado 17 de junio que la Liga de Campeones 2019/20 se resolverá con una fase final entre ocho equipos en Lisboa, que se disputará entre el 12 y el 23 de agosto.Esta fase la jugarán a partido único los cuatro equipos que se clasificaron para cuartos de final antes del parón por la pandemia del coronavirus y los cuatro que salgan de las eliminatorias que aún deben decidirse. Los encuentros tendrán lugar en el estadio de La Luz, en el que juega el Benfica, y el José Alvalade, del Sporting de Portugal.

Antes de la interrupción por la pandemia del coronavirus, a principios de marzo, el Atalanta eliminó al Valencia, el Leipzig al Tottenham, el Atlético de Madrid al Liverpool, defensor del título, y el París Saint Germain al Borussia Dortmund. Quedan por resolverse las eliminatorias de octavos entre el Manchester City y el Real Madrid, con ventaja para el cuadro inglés, que ganó en el Santiago Bernabéu por 1-2; entre el Juventus y el Lyon, con ventaja para el cuadro francés tras imponerse en la ida por 1-0; entre el Bayern Múnich y el Chelsea, con clara ventaja para los bávaros tras vencer en Londres por 0-3; y entre el Barcelona y el Nápoles después del empate a uno de San Paolo.

Quedó aplazada la decisión sobre dónde se jugarán estos enfrentamientos, que se tomará según evolucione la pandemia. Si no se puede en los campos de los equipos que deben jugar la vuelta en casa, se han propuesto las sedes de Guimaraes (estadio Afonso Henriques) y Oporto (Dragao). Según el calendario hecho público por la UEFA, los partidos pendientes de octavos se jugarán los días 7 y 8 de agosto; los cuartos de final tendrán lugar entre el 12 y el 15 ya en Lisboa; las semifinales el 18 y el 19 y la gran final el día 23. Todos los encuentros comenzarán a las 21.00 horas.

La Liga Europa 2019-2020 también se resolverá con una fase final a ocho que acabará el 21 de agosto en la ciudad alemana de Colonia. El tramo decisivo del torneo comenzará el 10 de dicho mes, con eliminatorias a partido único también en las ciudades alemanas de Duisburgo, Gelsenkirchen y Dusseldorf, además de Colonia. Los partidos de octavos de final, fase en la que se interrumpió la competición por la pandemia de la COVID-19, se disputarán el 5/6 de agosto, con horarios de inicio a las 18:55 y las 21:00, y la UEFA decidirá en su momento si se jugarán en el campo del equipo local o en Alemania.En el caso de las eliminatorias Inter de Milán-Getafe y Sevilla-Roma, que no pudieron celebrar el encuentro de ida, se resolverán a partido único en una sede por confirmar.

Los otros enfrentamientos cuyo primer encuentro sí se jugó son LASK-Manchester United (0-5), Eintracht Fráncfort-Basilea (0-3), Estambul Basaksehir-Copenhague (1-0), Wolfsburgo-Shaktar Donetsk (1-2), Olympiakos-Wolverhampton (1-1) y Rangers-Bayer Leverkusen (1-3).Los cuartos de final se disputarán el 10/11 de agosto, las semifinales el 16/17 de agosto y la final en Colonia se jugará el 21 de agosto. Todos los partidos empezarán a las 21:00 horas.

Foto: Marca.

Lisboa recibirá la fase final de la Champions League

UEFA.- Los cuartos de final, las semifinales y la final de la UEFA Champions League 2019/2020 se jugarán en un torneo de eliminatorias directas en Lisboa, Portugal, en el mes de agosto. Todas estas eliminatorias se jugarán a partido único.

Está pendiente la decisión sobre si los cuatro partidos restantes de vuelta de los octavos de final tendrán lugar en el estadio del equipo local o en Portugal.

Los cuartos de final, las semifinales y la final se jugarán entre el Estádio do Sport Lisboa e Benfica del Benfica y el Estadio José Alvalade del Sporting CP. El Estádio do Dragão de Oporto y el Estádio D. Afonso Henriques de Guimaraes albergarán los cuatro partidos de vuelta restantes de octavos de final si es necesario.

La UEFA Champions League 2019/2020 ha estado parada desde el miércoles 11 de marzo debido a la pandemia del COVID-19.

El calendario revisado para concluir la competición de esta temporada fue confirmado tras la reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA del miércoles.

Calendario de la UEFA Champions League 2019/2020

7/8 de agosto: partidos de vuelta de octavos de final (sedes por confirmar)

12/15 de agosto: cuartos de final (Lisboa)

18/19 de agosto: semifinales (Lisboa)

23 de agosto: final (Lisboa)

Todos los partidos empezarán a las 21:00 hora local. La fecha de los sorteos de los cuartos de final y las semifinales se comunicará en su debido momento. Después se hará público el calendario exacto de partidos.

Próximas finales de la UEFA Champions League

La final de la UEFA Champions League 2019/2020 se iba a disputar en el Estadio Olímpico de Atatürk en Estambul, que ahora albergará la final de la temporada 2020/2021. Las tres sedes de las finales subsiguientes han acordado albergar su final un año más tarde de lo planeado originalmente.

2020: Estádio do Sport Lisboa e Benfica o el Estádio José Alvalade, Lisboa, Portugal

2021: Estadio Olímpico de Atatürk, Estambul, Turquía

2022: Estadio San Petersburgo, San Petersburgo, Rusia

2023: Football Arena Munich, Múnich, Alemania

2024: Wembley Stadium, Londres, Inglaterra

Protocolo médico de la UEFA y partidos a puerta cerrada

Los principios claves del protocolo médico de la UEFA fueron aprobados el miércoles, y en las próximas semanas se finalizarán todas las directrices detalladas para asegurarse que se ponga en marcha un plan sanitario general para proteger la salud de todos los participantes de los partidos UEFA cuando se reanuden las competiciones.

La UEFA estará controlando la situación de forma regular a lo largo del continente y se aliará con las autoridades locales para ver cuándo podrían regresar gradualmente los aficionados.

Enmiendas clave para el reglamento de las competiciones de clubes 2019/20

Los equipos podrán inscribir tres nuevos jugadores en su Lista A para el resto de la temporada 2019/20, siempre que dichos jugadores ya estuvieran inscritos y fueran elegibles para el club desde el último plazo de inscripción (3 de febrero de 2020 para la UEFA Champions League y la UEFA Europa League; 18 de marzo de 2020 para la UEFA Women’s Champions League). La Lista A sólo podrá contener un máximo de 25 jugadores. Los clubes no podrán registrar a jugadores recién fichados.

Se permitirán cinco cambios en todos los partidos restantes de la temporada 2019/20, de conformidad con el cambio temporal de las Reglas del Juego. El número de sustituciones para la temporada 2020/21 seguirá siendo de tres.

Próxima temporada

La lista de acceso para la UEFA Champions League 2020/2021 no se ha visto afectada por el nuevo calendario.

La fecha límite para que las federaciones miembro para inscribir equipos a las competiciones será el 3 de agosto para la UEFA Champions League.

El Comité Ejecutivo de la UEFA también aprobó el calendario revisado para la UEFA Champions League 2020/2021.

Estado de la competición

La mitad de las eliminatorias de octavos de final de la UEFA Champions League ya han terminado, con Paris, Atlético, Leipzig y Atalanta como clasificados a cuartos de final. Todavía faltan por disputarse los siguientes partidos de vuelta:

Juventus – Lyon (0-1)

Manchester City – Real Madrid (2-1)

Bayern – Chelsea (3-0)

Barcelona – Napoli (1-1).

Los grandes jugadores que no pudieron ganar la Champions League

UEFA.- La soñada Champions League. Tan lejos y tan cerca para los futbolistas más dotados, ansiada por todos y levantada por sólo unos pocos afortunados. Tan compleja es la aventura en la Champions League que no son pocas las leyendas que se han quedado sin levantar el trofeo de clubes más preciado del fútbol mundial.

UEFA.com analiza algunos de los nombres más destacados que no han conquistado ‘La Orejona’ en su actual formato (desde la edición 1992/93 en adelante).  Todos, menos el gran Gigi Buffon o el incombustible Zlatan Ibrahimovic, que apuran sus últimos intentos, están ya retirados.

Ronaldo

Uno de los grandes 9 de la historia, un goleador tremendo tanto en el panorama nacional como en la escena internacional. Sin embargo, la gran estrella brasileña, ganador de la Copa de la UEFA en 1998 con el Inter, nunca llegó más lejos de las semifinales alcanzadas en la temporada 2002/03, cuando el Real Madrid cayó ante la Juve. Antes de retirarse, el dos veces ganador del Balón de Oro apuntó: «Vivo el fútbol con mucha pasión, por lo que no estoy tranquilo por no haber ganado la Champions League. Es sin duda el trofeo que todo el mundo quiere ganar».

Buffon

Leyenda absoluta bajo palos, pocos dudan que Buffon es uno de los grandes porteros de la historia. Sin embargo, la UEFA Champions League se le resiste. Tres veces ha llegado a la final y tres veces se ha quedado con la miel en los labios: ante el Milan en los penaltis de la 2002/03, ante el Barcelona del tridente ‘Messi – Suárez y Neymar’ en 2015, y ante el poderoso Real Madrid de Cristiano Ronaldo y compañía en 2017. Apura en estos momentos los últimos coletazos de una impresionante carrera con el sueño todavía vivo.

Ibrahimovic

El veterano delantero sigue marcando goles después de pasar por algunos de los mejores clubes del panorama europeo (Juventus, Inter, Barcelona, Milan, Paris, United…), pero nunca se ha hecho con la Copa de Europa. Su mejor momento llegó en las semifinales de la campaña 2009/10, cuando su Barcelona fue apeado en una emocionante eliminatoria ante el Inter de Mourinho. Antes de probar suerte en el fútbol de Estados Unidos, Ibra conquistó con el United uno de sus pocos torneos europeos: la UEFA Europa League de 2017.

Van Nistelrooy

El holandés, máximo goleador del torneo en tres campañas, es otro al que se le ha escapado la máxima gloria europea. Y no será por goles, 56 en la UEFA Champions League (sexto en la clasificación histórica del torneo). Nunca llegó más allá de las semifinales, ronda en la que cayó con el United en la campaña 2001/02 a manos del Leverkusen de Ballack. Sin embargo, Van Nistelrooy está satisfecho: «Estoy orgulloso de haber ganado títulos colectivos e individuales, pero mi mayor satisfacción era poder trabajar día tras día, año tras año».

Totti

«Siempre he soñado que llevaría esta camiseta durante toda mi carrera», comentó Totti, eterno capitán de la Roma. Y lo logró, convirtiéndose en uno de los grandes ‘one club man’. El mejor momento de su palmarés llegó en la temporada 2000/01, cuando conquistó la Serie A con aquel equipo dirigido por Fabio Capello. Pese a ello, y en Europa, el ganador del Mundial de 2006 nunca ha superado unos cuartos de final de la Champions League, quedándose a las puertas en las temporadas 2006/07 y 2007/08.

Bergkamp

Pura magia y elegancia, el holandés, dos veces ganador de la Copa de la UEFA, cuenta con hueco notable en su historial. Con el Arsenal alcanzó los cuartos de final de la UEFA Champions League en dos ocasiones (2000/01, 2003/04) antes de que la final de 2006 fuera la oportunidad perfecta para poner fin a su carrera. Estuvo en el banquillo en la derrota de su Arsenal ante el Barcelona de Ronaldinho y compañía. Rozó el título, pero se quedó a las puertas

Batistuta

El segundo máximo goleador de la historia de la selección argentina nunca llegó a jugar ni siquiera las rondas eliminatorias ni con la Fiorentina ni con la Roma. Los toscanos no pasaron la segunda fase de grupos en la 1999/00, acabando terceros por detrás del Manchester United y del más tarde subcampeón Valencia. A los 31 años se marchó a Roma, y allí ganó el Scudetto en su primera campaña, pero una vez más quedó eliminado antes de los octavos de final en sus dos campañas europeas con los ‘giallorossi’. Después, no fue inscrito en Champions League por el Inter que llegó a semifinales en la 2002/03.

Roberto Baggio

El mítico jugador italiano, uno de los grandes jugadores de la historia de su país, representó a los clubes más grandes de Italia, pero rara vez pudo desplegar su talento en la UEFA Champions League. Baggio fue parte del Milan que cayó en la fase de grupos 1996/97, aunque sí llegó a cuartos de final en la 1998/99 con el Inter. Marcó 27 goles en 56 partidos con su selección, y ganó su único título europeo con la Copa de la UEFA 1992/93 con la Juventus.

Nedved

Tras haberse perdido la derrota de la Juve en la final de Old Trafford ante el Milan por sanción, el ganador del Balón de Oro 2003 expresó su esperanza de lograr en su última campaña un título que se le resistía: «Me encantaría terminar mi carrera con un victoria en la Champions League». Sin embargo, la edición 2008/09 terminó para la Juventus con una derrota ante el Chelsea en los octavos de final. Antes de su llegada al club de Turín procedente de la Lazio, Nedved conquistó la Recopa de Europa con el conjunto romano en 1999.

Matthaus

El ganador del Mundial y del Balón de Oro de 1990 estaba ya en la treintena cuando empezó a disputarse la UEFA Champions League, pero aún tenía mucho que ofrecer… Seguía en activo en 1999 y ya empezaba a soñar con el título cuando el Bayern ganaba 1-0 al United en aquella inolvidable final del Camp Nou… Pero el conjunto de Sir Alex Ferguson remontó. Además, y curiosamente, Matthaus se retiró en el 2000 y el Bayern levantó el máximo galardón continental al año siguiente.

Hernán Crespo

«Ganar la Champions League sería un sueño hecho realidad», declaró Crespo después de que su equipo alcanzara la final en la temporada 2004/05… Tras haber perdido en semifinales las dos anteriores temporadas con Inter y Chelsea, el delantero argentino finalmente pudo estar en la gran cita de Estambul. Marcó dos goles en la final con su Milan, que parecía tener todo encarrilado con su 3-0 al descanso frente al Liverpool. Todo el mundo sabe lo que pasó después…

Cannavaro

Nacido en Nápoles, Cannavaro dejó el club de su ciudad natal para unirse en 1995 al Parma, con quien cuatro años después ganó la Copa de la UEFA, su único gran título europeo de clubes. Galardonado con el Balón de Oro después de protagonizar con su Italia un Mundial para el recuerdo en 2006, Cannavaro nunca pasó de las semifinales en la UEFA Champions League. Su Inter perdió ante el que después sería campeón, el Milan, en 2003.

Romario

No puede decirse que Romario tuviera una larga etapa en el fútbol europeo, pero desde luego nadie puede dudar de su impacto. Tras unos años en el PSV, llegó como la guinda del gran Barcelona de Johan Cruyff, marcó muchos goles en la 1992/93 y se quedó sin título en la gran final de 1994, cuando los azulgranas fueron arrollados por el gran Milan de Fabio Capello.

Weah

Ganador del Balón de Oro en 1995, el increíble delantero liberiano fue el alma de aquel Paris Saint-Germain que llegó a las semifinales ese mismo año anotando siete goles por el camino. En su estelar carrera ganó tres ligas y muchos galardones individuales, pero George Weah, uno de los grandes jugadores africanos de la historia, nunca levantó el trofeo más prestigioso del fútbol europeo. Tampoco años después con el Milan.

Ballack

«Es difícil recordar los detalles de lo que sucedió cuando pierdes un partido tan importante. Sólo recuerdas lo mucho que dolió», dijo el excapitán de la selección de Alemania, que perdió dos finales en desafortunadas circunstancias. Fue miembro clave del Leverkusen que cayó en la final de 2002 por el Real Madrid gracias a aquella volea de Zinedine Zidane… Seis años más tarde, perdió con el Chelsea ante el Manchester United la final de Moscú, tras un inoportuno resbalón de John Terry a la hora de lanzar un penalti que hubiera dado el título al Chelsea.

Michael Owen

Ganador del Balón de Oro de 2001 y de la Copa de la UEFA de aquel mismo año con el Liverpool (tras aquella inolvidable final ante el Alavés), Owen dejó el club ‘red’ y fichó por el Real Madrid para estar más cerca de ganar el ansiado título de la Champions League… Pero nunca lo logró. Las lesiones truncaron su carrera, aunque estuvo cerca de lograr ‘La Orejona’ cuando el United, su equipo en aquel entonces, cayó en la final de 2011 ante el gran Barcelona de Pep Guardiola.

Vieira

El campeón del Mundial de 1998 y de la UEFA EURO 2000 fue una figura clave para cambiar la suerte del Arsenal bajo las órdenes de Arsene Wenger, pero nunca avanzó más allá de los cuartos de final, una ronda que alcanzó precisamente con el equipo londinense en la 2000/01 y la 2003/04. El mítico centrocampista ganó seis títulos de liga en Inglaterra e Italia, pero nunca pudo repetir esos éxitos a nivel continental. Perdió una final de la Copa de la UEFA con el Arsenal en los penaltis ante el Galatasaray en 2000.

Eric Cantona

Poco después de que el United fuera eliminado en semifinales por el luego campeón Borussia Dortmund en la 1996/97, Cantona anunció que se retiraría al final de dicha temporada, un comunicado que llegó una semana después de que lograra su quinta liga en sus seis temporadas en Inglaterra. El equipo de Sir Alex Ferguson se recuperó tras la marcha de su capitán convirtiéndose en campeón de Europa dos años después… Mucho antes, en la 1989/90, Cantona también había llegado a las semifinales de la Copa de Europa, pero entonces el Marsella cayó ante el Benfica.

Thuram

El defensa francés, campeón del Mundial de 1998 y de la UEFA EURO 2000 con Francia, estuvo cerca de lograr el título con la Juve, pero perdió en la tanda de penaltis de la final de 2002/03 ante el Milan después de 120 minutos sin goles en Old Trafford. Thuram estuvo en el banquillo cuando el Barça de Frank Rijkaard sufrió una eliminación en las semifinales de la 2007/08 ante el United, y se quedó muy cerca del trofeo cuando con sólo 22 años ayudó a un Mónaco dirigido por Arsene Wenger a alcanzar las semifinales en la campaña 1993/94.

Foto: Getty Images.

El PSG supera el fantasma de los octavos y se instala en cuartos

Marca-.

La soledad del Parque de los Príncipes fue una losa para el Borussia Dortmund. Los niños de Favre, envalentonados bajo el Muro Amarillo, se diluyeron en el arranque ante un PSG que se dejó la triple maldición de octavos en los aledaños de su estadio vacío por la amenaza del coronavirus.

Los fuegos artificiales de los hinchas que iluminaron el cielo de París tuvieron su replica en el área de Bürki. Con Mbappé convaleciente, Neymar y Sarabia movieron de un lado a otro a unos ‘borussen’ a los que no protegió el 2-1 de la ida. Los de Tuchel se cuelan en cuartos cuatro años después comprando, de nuevo, su sillón entre la aristocracia del viejo continente. El 6-1 del Camp Nou y de Aytekin, las dianas de Cristiano y la derrota del Bernabéu y el drama parisino ante el ‘baby United’ quedan, por fin, atrás.

Con Haaland aislado y Cavani frenado por Bürki, Neymar fue el que se apuntó a su clase de yoga. Su gol de cabeza, al más puro estilo del noruego, dejó en papel mojado la derrota en la cuenca del Ruhr. Lo celebró como hace el ‘9’, sumergido en su Flor de loto, curándose de la derrota de Dortmund. El brasileño brilló en una noche plagada de focos y sin público. El pase del PSG tiene el sello de un ‘Ney’ que mojó en la ida y en la vuelta. El crack brasileño reinó en el silencio. Sus lágrimas finales reflejaron toda la tensión acumulada. La fábrica parisina siguió produciendo ‘Made in Spain’. El 2-0 lo confeccionaron Sarabia y Bernat. El extremo español, tras una jugada coral, la puso y el lateral lo convirtió en el segundo. Todo antes del descanso.

El PSG había pintado el cuadro de la clasificación en 45 minutos… pero faltaban otros 45 para que su oleo se secara. Mbappé agitó la noche, Di María, al que Bürki privó de su diana de falta y vio una amarilla que le deja sin la ida de cuartos, se resintió y el Dortmund se creció olvidándose de sus complejos iniciales. Keylor comenzó a tener más apuros a medida que el reloj avanzaba. Una ofensiva llena de córners pero carente de remates. Can acabó expulsado tras una entrada a Neymar que embarró el final. El PSG pasó esquivando la prórroga. Haaland no llegó a tiempo.

Foto: As.

El Cholismo conquista Anfield y el Atlético está en cuartos

Marca-.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. Casi 3.000 personas lloraban en la grada de Anfield después de una prórroga para la historia. En la que se vieron eliminados, tras certificar Firmino el segundo del Liverpool, pero en la que se reafirmaron después: siempre hay que creer. Al menos con el tipo ése en el banquillo. Don Diego Pablo. Y marcó Llorente. Y volvió a marcar Llorente. Y asistió Llorente para que marcara Morata. Así que el Atlético, clasificado para cuartos, aún se dio el gusto de ganar al campeón a domicilio. Sí, era difícil sacarse la impresión de que con la que está cayendo no hubiera debido desarrollarse aquello que se había desarrollado ante tantos ojos, que miles de personas desplazadas desde Madrid eran en ese sentido una bomba de relojería, pero… el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Lo de antes había sido otro ejercicio de resistencia. De los que se recordará, como aquél de Múnich, y con Oblak al quite, como en aquél de Munich. No hay crónica de Liverpool que se precie sin referencias a The Beatles, así que añadan a la del título de esta crónica el ‘Ob-La-Di, Ob-La-Da’ que se entona aquí desde ya mismo. La escuadra de Klopp había hecho dos goles, sí, suficientes para pasar la ronda, también, pero fue cosa del esloveno que no multiplicara esa producción por dos o por tres. Dispararon mucho y casi siempre bien. Jugaron mucho y casi siempre bien. Exhibieron lo que son, en fin. Pero en el otro lado nadie se rinde. Jan sin miedo y sus muchachos.

El Atlético sacó de centro y tocó con precisión hasta que Joao se deshizo de su marcador con una maniobra magnífica y habilitó a Costa en el desmarque. A ese balón le faltó un metro de recorrido para que Diego pudiera pegarlo sin forzar, el caso es que se marchó junto al palo. Habían pasado 15 segundos y el equipo de Simeone presentaba credenciales. Estaba dispuesto a llegar, la cuestión era conseguirlo o no. Y no volvió a conseguirlo. Hasta tres cuartos, sí, por momentos con cierta presencia, pero de ahí en adelante no. El de Lagarto, sorprendente irrupción en el once, no está para sostener la aparición de sus compañeros desde atrás.

El problema es que Anfield es una emboscada permanente. Cuando más tranquilo te sientes es cuando menos deberías estarlo, porque cuanto más cerca andes de la portería del Liverpool más cerca anda el Liverpool de tu portería. Las frases anteriores, que sin contexto puede sonar absurdas, encuentran una explicación en el absoluto vértigo de las transiciones locales. Como se te ocurra perderla, en un par de pases se plantan en tu área. La escuadra ‘red’ tardó unos minutos en meter velocidad de crucero, pero al cuarto de hora ya coleccionaba un cabezazo de Wijnaldum y sendos disparos de Salah y Oxlade, lo primero y lo tercero a mayor gloria de Oblak, lo segundo directamente fuera.

El acoso local era tan constante como insuficiente la solidaridad visitante. No es que fueran ocasiones clarísimas, pero el meta esloveno aún tuvo que aparecer para evitar una de Mané precisamente a la contra y un servicio lateral envenenado que buscó Firmino sin encontrarlo. Se acercaba el entreacto sin goles… pero nunca hay tregua. A Saúl se le vieron las costuras una vez, cuando no molestó la aparición de Oxlade por delante de Salah, y el servicio del inglés encontró la omnipresente cabeza de Wijnaldum, que la picó para hacerla inalcanzable. Tanto remar para naufragar en la orilla: la eliminatoria estaba igualada con 45 minutos por delante.

Mediado el segundo acto, Alexander-Arnold topó con Oblak y la continuación de la jugada dio para que Trippier bloqueara el disparo de Robertson. O sea, el lateral derecho y el lateral izquierdo del Liverpool buscando el gol que desnivelara la ronda. Si lo de antes había sido acoso, lo de entonces rozaba el abuso. Pero el meta visitante podía con todos. Con Salah la primera, con Mané la segunda, con Oxlade la tercera, este párrafo arrancaba con la cuarta… otras tantas se marcharon fuera y aún el larguero echó una mano en el cabezazo de Robertson. Sí, otra vez el carrilero. El Atlético bastante tenía con sobrevivir. El Cholo apenas había hecho un cambio, el de Llorente por Costa, para topar con la ingratitud de un tipo al que siempre ha ofrecido su confianza. Sobraban los gestos, había sobrado casi todo.

El fútbol es tan perro que dio para que la última jugada del partido fuera un gol anulado a Saúl tras cabezazo al saque de una falta lateral. El fuera de juego era evidente y el personal sospechaba que los escasos segundos que tardó la tecnología en ratificar la decisión del línea iban a ser los únicos de alegría que dejaría la noche, pero en todo caso había que jugar 30 minutos más. En ellos llegó la diana de Firmino, enseguida, como nueva prueba de que el temporal de viento y lluvia que azotaba la ciudad podía llevarse por delante la aventura rojiblanca.

Pero nada está escrito, por mal que nos pese a los que escribimos. De repente Adrián pifió al despejar y se la prestó a Joao, que andaba sin fuelle, que tampoco había lucido cuando lo tenía, pero que ahí anduvo listo para ponérsela a Llorente en el borde del área. Marcos la ajustó junto al palo y Anfield contempló boquiabierto (cariacontecido excepto en un fondo) que la pelota entraba y que el Atlético no estaba muerto. Y como sólo fracasa el que se rinde, después llegaron el segundo, con Morata asistiendo a Llorente, y el tercero, con Llorente asistiendo a Morata. Del campeón no había quedado más rastro que el orgullo a la que encajó el primer gol. Sostenido por Oblak, el Atlético lo había hecho. Otra vez lo había hecho. Ahora lo mismo se detiene la Champions, vaya usted a saber, cualquier cosa puede suceder, pero ya no habrá quien olvide la noche de aquel día. En Liverpool. Donde los grandes.

Foto: Marca.

El PSG obligado a remontar para evitar la sorpresa del Borussia Dortmund

Omar Charaf (Mundo Deportivo).- El París Saint-Germain busca la épica en la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund para intentar la remontada en el Parque de los Príncipes, a puerta cerrada por el coronavirus y con la incertidumbre en el ataque de Kylian Mbappé, que padece anginas, pese que en el día de ayer se sometió a la prueba del COVID-19.

El campeón francés comandado por el técnico alemán Thomas Tuchel afronta hoy a las 21.00 horas un difícil desafío en la vuelta de estos octavos de final de la Champions League, dado que además de tener que remontar un resultado en contra en la eliminatoria por 1-2 al caer en Signal Iduna Park en el encuentro de ida, ahora no podrán contar con el calor de su público después de que el gobierno de Francia prohibiera celebrar acontecimientos de más de 1.000 personas tras la propagación del coronavirus, algo que el duelo PSG-Dortmund entra en el radio de peligro.

Además, uno de los máximos exponentes en el ataque del conjunto parisino, el campeón del mundo con Francia, Kylian Mbappé, será duda hasta última hora para la convocatoria, dado que el galo lleva varios días ausente en las últimas sesiones de entrenamiento (incluida la de la previa al partido) aquejado por unas anginas, por lo que su presencia no es segura.

Lo que es seguro, es que Thomas Tuchel no podrá contar en su once inicial con el italiano Marco Verratti, sancionado por acumulación de cartulinas amarillas. La nota positiva, es que el central brasileño Thiago Silva se ha recuperado a tiempo de sus molestias, por lo que Marquinhos podría actuar en el centro del campo para aportar solidez al equipo.

En la partida del ataque, a buen seguro que el técnico alemán alineará al uruguayo Edinson Cavani, jugador que ha recuperado la titularidad por delante de Mauro Icardi, junto al brasileño Neymar y P ablo Sarabia para la alternativa a Mbappé.

En el lado del Borussia Dortmund, el técnico Lucien Favre apostará con una defensa de tres centrales alineando a Pisxczek, Hummels y Zagadou junto a los ‘puñales’ por banda con Achraf Hakimi y Raphael Guerreiro. En la parte ofensiva, está el dilema entre Thorgan Hazard y Julian Brandt para escoltar a los artilleros del equipo como son Jadon Sancho y el hombre de moda del cuadro amarillo, Erling Haalan, que acumula diez tantos en la Liga de Campeones.

Foto: EFE.

El Liverpool confía en Anfield para remontar la eliminatoria ante el Atlético de Madrid

David Medina (Marca).- Una escultura de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr es de parada obligatoria cuando se ponen los dos pies en Liverpool. Son The Beatles, el símbolo de una ciudad en la que se respira su música y su legado en cualquier rincón por el que se camine. The Cavern, lugar donde se iniciaron, también se convierte en una visita ineludible mientras se ven símbolos de los cuatro genios que marcaron una época que pueden tener compañía esta misma noche por la grandeza de lo que hay en juego.

No será, en todo caso, con las guitarras de John o George, el bajo de Paul o la batería de Ringo. Un único ganador entre Atlético y Liverpool. Entre un aspirante y el monarca de una última Champions conquistada en el mismo Metropolitano que da calor al Atlético para encumbrarse como el mejor equipo de Europa. Al conjunto que ha enlazado dos finales consecutivas y que ha roto todos los récords para acariciar una Premier que le ha sido esquiva durante tres largas décadas. Al ballet que arrasa bajo la batuta de un Jurgen Klopp que llegó al Liverpool dispuesto a demostrar que era el indicado para devolver la grandeza de antaño. No se equivocaron los que apostaron por él.

A eso se enfrenta el Atlético de Simeone entre las históricas paredes de Anfield, uno de los estadios que construyeron la leyenda y que todavía sobreviven ante la plaga de estadios modernos sin alma, en el Viejo Continente. Un lugar que supura fútbol desde que el You’ll never walk alone avisa de que enfrente se presenta también el legado que engrandecieron las figuras de Bill Shankly y Bob Paisley durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Europa conoció a aquel Liverpool mientras cantaba las canciones del otro símbolo de la ciudad, The Beatles, y el primer grupo que cambió la historia de la música universal.

Otro nombre se ha colocado, o está cerca de hacerlo en el corazón de los habitantes de Liverpool, a la altura de los Lennon y compañía en los últimos años en una ciudad marcada por la música… y el fútbol. Hablamos, claro, de Jurgen Klopp, el ingeniero alemán que ha convertido al actual Liverpool en el mejor conjunto de Europa. Lo acarició con el Dortmund y aquella Champions perdida ante el Bayern, pero ha sido ahora donde se ha convertido, en las entrañas del legendario Anfield, en uno de los técnicos más prestigiosos del planeta.

A él deberá derrocar Simeone para que el Atlético siga soñando con la orejona, llamada ‘la puta’ entre los que la han tenido tan cerca que les duele sólo con nombrarla. Un dolor que, saben dentro del Atlético, será la mayor alegría de la historia en caso de terminar levantándola algún día. Para ello no hay duda de que se repetirá el plan defensivo del argentino en la ida que maniató y dejó seco a un Liverpool que fue incapaz de tirar entre los tres palos de Oblak. Y eso, teniendo a Mané, Firmino y Salah enfrente es cuanto menos digno de elogio ahora que El Cholo está en la diana de unos cuantos.

El citado tridente será la gran amenaza para un Atlético que busca hacer bueno el 1-0 de la ida avisado de la debacle de Turín de hace un año. Los rojiblancos también saben resistir ese resultado como demostraron hace casi cuatro años en Múnich ante la máquina engrasada de Guardiola. Estos son los dos puntos antagónicos del Atlético como máquina de defender, en aquellas semifinales de 2016, y del Atlético como conjunto incapaz de mostrar sus señas de identidad, como en los octavos del curso pasado.

El estadio donde el Liverpool ha disputado 21 encuentros con 19 victorias y sólo dos empates. Nadie ha sido capaz de doblegar a este equipo que acumula 54 goles a favor y apenas 22 en contra. Unos números que asustan. Como el escenario. Pero el Atlético sabe a lo que juega y si aprende la lección de Turín y mantiene sus señas de identidad estará más cerca del objetivo. Tampoco hay que olvidar que 17 de las eliminaciones europeas de los reds fueron ante su afición por las 14 que se registraron fuera. Los rojiblancos serían de hecho los primeros en repetir esa hazaña para convertirse en una leyenda… parecida a The Beatles.

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La Atalanta conquista Mestalla y está en cuartos

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La Champions se convirtió en una pesadilla para un Valencia incapaz de afrontar los 180 minutos de los octavos de final con la solvencia que requiere la Champions. La eliminatoria la perdió en San Siro, pero tampoco fue capaz de despedirse de Europa con honores. Es más, la terminó de regalar Diakhaby con dos penaltis absurdos en la primera parte. Todo lo contrario que la Atalanta, un equipo con fútbol vertical y brillante que tuvo en Ilicic un martirio para Cillessen. Cuatro goles marcó el veterano jugador esloveno, una cifra al alcance solo de los más grandes.

Dicen que los verdaderos campeones se demuestran en la derrota. El Valencia perdió una eliminatoria insólita por sus propios errores futbolísticos y las circunstancias extraordinarias que rodearon el partido de vuelta. Al menos reactivó por momentos el orgullo de una plantilla que lleva meses sosteniendo un proyecto a la deriva. La crisis internacional por el coronavirus y las medidas de prevención vaciaron Mestalla y anularon un factor esencial para prender la mecha de la remontada. Pero no hay que pasar por alto que el Valencia ha recibido ocho goles ante un equipo desconocido en la élite continental, que cuenta con un ataque demoledor pero con una defensa inconsistente.

En ocasiones, hay circunstancias que convierten el camino aparentemente más fácil, en el más difícil. Hace justo tres meses que el Valencia se clasificó para los octavos de final de la Champions tras ganar al Ajax, lo que le hizo acabar primero de grupo. En el sorteo de octavos entró como cabeza de serie y acabó emparejado ante el novato Atalanta, con la vuelta en casa. Un desastroso partido en San Siro y el cierre de Mestalla convirtieron el sueño en pesadilla.

Si estaba difícil antes de empezar, mucho peor se puso con dos groseros errores de Diakhaby, sancionados con penalti, que terminaron hundiendo al Valencia. A los dos minutos de partido, el central francés atropelló a Ilicic, tras comerse su engaño con el cuerpo. Penalti, gol y el Valencia necesitaba marcar cuatro. Al final de la pimera parte, Diakhaby desvió el balón con la mano dentro del área. Fue un toque sutil, pero evidente, mucho más a cámara lenta, con el VAR. Otra vez Ilicic engañó a Cillessen, una losa imposible de levantar.

El segundo penalti aplastó las esperanzas de un Valencia que, si no en la remontada, sí había creído en reparar su imagen tras la goleada en San Siro. De allí traía la lección aprendida de Italia y no tardó en imponerse sobre el terreno de juego, qué menos: superaba la presión inicial de los italianos y hacía circular el balón en campo contrario. Así llegó el primer gol de Gameiro (1-1), tras un robo de Soler y un gran pase de Rodrigo. El movimiento y la ejecución dentro del área, merecían mayor gloria para un tanto que no pasará a la historia.

Castigo a Diakhaby

Celades decidió jugársela con un mensaje claro a la plantilla. Quitó a Diakhaby -un enemigo en una noche aciaga- y metió a Guedes en el campo, con lo que Kondogbia retrasó su posición para hacer de central. El plan funcionó y Gameiro y Ferran pusieron un 3-2 ilusionante en el marcador ante una defensa tan vulnerable que cuesta creer que el equipo blanquinegro no se hubiera traído un mejor marcador de la ida. Pero la Atalanta aprovechó el cansancio blanquinegro e Ilicic redondeó su noche con otros dos goles.

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El Leipzig golea al Tottenham y clasifica a cuartos de final

Marca-.

El gol de penalty de Werner en la ida (0-1) con el que el Tottenham viajó a Leipzig pareció una losa insalvable en vez de un solitario gol más que remontable en el partido de vuelta. El conjunto que dirige Mourinho siguió con su mala racha actual de cinco partidos sin ganar y lo amplió a uno más tras caer (3-0) ante un RB Leipzig que fue tan superior a su rival que en los primeros 21 minutos de partido había marcado tres goles, dos de ellos legales de Sabitzer y otro, anulado por el VAR por fuera de juego, de Werner. Ya en los último minutos del partido, Forsberg puso el definitivo 3-0 en el marcador.

Cierto es que al Tottenham se le han lesionado sus dos potenciales ‘9’, pero la apuesta de Mourinho por poner a Dele Alli de falso delantero centro acabó suponiendo un tremendo error, pues el mediapunta inglés nunca acabó de entrar en juego.

Sí lo hizo Sabitzer. El austríaco fue el total protagonista del partido con sus dos goles y haber participado, con 4 dianas y dos asistencias, en 6 tantos en 7 partidos de Champions para un equipo que hace 10 años se encontraba disputando partidos de Quinta división alemana. Mención merece Angeliño, que asistió al austríaco en el segundo tanto alemán de la noche.

El susto de la noche lo dio Mukiele, quien cayó redondo y sin conocimiento al suelo tras recibir un fuerte balonazo en la cara. El futbolista mostró signos de recuperación en la camilla, aunque fue sustituido.

El proyecto de la Red Bull sigue creciendo y ya está entre los ocho mejores de Europa. El Tottenham de Mou, por su parte, dice adiós a una competición en la que fue finalista pero cuyo ánimo actual dista mucho del brillante conjunto de Pochettino.

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