Los Nacionales de Washington no andan creyendo en favoritos

Guillermo Liñares (Caracas).- Dos juegos y dos desenlaces distintos. Antes de que empezara la Serie Mundial entre los Nacionales de Washington y los Astros de Houston, podíamos intuir que sería un “Clásico de Otoño” muy parejo. Había motivos para pensarlo, con ambas novenas disponiendo de un pitcheo abridor envidiable (Max Scherzer, Stephen Strasburg, Patrick Corbin y Aníbal Sánchez por un lado, y Gerrit Cole, Justin Verlander y Zack Greinke por el otro), dos alineaciones balanceadas con bateadores de habilidad (Juan Soto, Adam Eaton, Trea Turner por el bando capitalino y Carlos Correa, José Altuve o George Springer por la acera tejana) y un relevo que había estado a la altura en ambos casos.

Coincidíamos con la mayoría de analistas expertos en que los Astros partían como favoritos por diversos factores: su gran dominio en la temporada regular, por haber eliminado a los Yankees en un dramático sexto juego con el jonrón de Altuve que ya todos conocemos y por ser el equipo que ostenta dos finales en los últimos tres años.

Además tenían a su favor la experiencia de iniciar la Serie Mundial en el Minute Maid Park y por contar con menos días de descanso. Eso hacía suponer que mientras más juegos ganes, más días jugando necesitas. Esto a diferencia de los dirigidos por Dave Martínez, quienes tuvieron que esperar seis días desde que barrieron a los Cardenales de San Luis en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Sin embargo, contra todo pronóstico por el contexto y por el momento, los Nacionales están rompiendo con las expectativas al haber ganado los dos primeros encuentros de esta Serie Mundial de visitantes y ante los ases del pitcheo abridor sideral.

En el primer juego, Washington contó con Scherzer desde el montículo y cumplió su papel estelar de la rotación, al transitar por intermedio de cinco entradas, solo permitir dos carreras, ponchar a siete contrarios y sacar la famosa “casta” en momentos donde parecía que podía llegar el batazo de los Astros. Su dominio fue tal, que su rival dejó 10 hombres en base y ligaron de 12-3 con corredores en posición anotadora, sintomático en el bate de Alex Bregman, quien en toda la postemporada ha tenido problemas para producir.

Los Nats se apoyaron en el bate del muchacho dominicano de 20 años Juan Soto, quien ligó de 4-3 con doble, jonrón y sencillo, quedándose a solo el triple de conseguir la escalera y uniéndose a un selecto grupo de bateadores menores de 21 años con un cuadrangular en la Serie Mundial: Andruw Jones, Mickey Mantle y un tal Miguel Cabrera.

Además los Nacionales se convirtieron en el primer equipo en la historia en esta instancia donde un bateador menor de 21 años (Soto) y otro mayor de 35 (Ryan Zimmermann) se vuelan la barda en un juego.

Ya para el segundo compromiso, Strasburg y Verlander estaban pautados para subirse al morrito. Tras dos carreras a ambos iniciadores en el primer episodio cortesía de doble remolcador de dos carreras de Anthony Rendón y jonrón productor de dos de Alex Bregman, el juego se mantuvo empatado hasta el séptimo inning, momento en el cual el relevo y la defensa de los Astros se desplomaron.

Un cuadrangular del hawaiano Kurt Suzuki puso el juego 3-2 y, posteriormente, un infield-hit de Howie Kendrick, sencillo de Asdrúbal Cabrera y un costosísimo error de Alex Bregman, dejaría las cosas 8-2.

Así colocaron el compromiso en el congelador y sirvieron la mesa para otras tres rayitas en la parte alta del octavo inning y una más en la novena entrada. Allí se ampararon en el primer jonrón de la postemporada 2019 de Adam Eaton, otro hit remolcador de Asdrúbal Cabrera y jonrón de Michael Taylor. En total, fueron cinco extrabases y tres cuadrangulares en la noche del miércoles para Washington, desmelenándose por completo en el último tercio del compromiso.

Los Nacionales, además, vieron como su mejor pitcher en todo el año, Strasburg, pudo sobrepasar los problemas del inicio del juego con una sólida labor de seis entradas, tolerando dos carreras, permitiendo siete hits y recetando igual número de rivales, para adjudicarse el triunfo.

Además fue una noche de récord personal para Fernando Rodney, pues el relevista dominicano se convirtió en el primer y único pelotero de la historia que ha participado con diferentes equipos de la Liga Americana y Nacional en juegos por el comodín, Serie Divisional, Serie de Campeonato y Serie Mundial.

A sus 42 años también es el pitcher más longevo en aparecer en un juego del “Clásico de Otoño” desde 1987, cuando Joe Niekro lo hizo con los Mellizos de Minnesota. Esto sin olvidar que también ha disputado el Clásico Mundial de Béisbol y la Serie del Caribe.

Para los Astros es una fatídica noticia haber perdido los dos primeros juegos de la serie en su estadio y con sus dos ases de la rotación en el montículo. Desde el mes de junio, los Astros no perdían dos juegos seguidos en donde estuviesen Cole y Verlander en la loma. Ni siquiera el momento de Altuve con el bate, que lleva 22 juegos consecutivos de playoff embasándose, pudo con la inspiración nacional.

Para colmo, solamente tres equipos en la historia han podido regresar de un 0-2 en la Serie Mundial tras perder esos compromisos en casa: los Reales de Kansas City en 1985, los Mets de Nueva York en 1986 y los Yankees de Nueva York en 1996.

Los dirigidos de A.J. Hinch han sido víctimas de unos Nacionales que ya hilvanan ocho juegos seguidos con triunfo en esta postemporada, y que en definitiva, no están creyendo en favoritos. El viernes buscarán poner la serie 3-0 con el venezolano Sánchez enfrentándose a Greinke. Mucho tendrán que mejorar los Astros, si no quieren que esta serie termine en la capital de Estados Unidos.

El béisbol y su mística impredecible no deja de sorprendernos, queridos amigos.

Será hasta la próxima.

Foto: Las Mayores.

¿Te gustó el artículo? Compártelo en tus redes sociales

Facebook
Twitter
WhatsApp

Deja un comentario