La Atalanta goleó al Valencia y sueña con los cuartos de final

Tony Cittadino (Mallorca).- El Atalanta continúa soñando. El equipo italiano goleó al Valencia cuatro tantos por uno en San Siro, en el partido de ida de los octavos de final. Un resultado excelente, firmado por un doblete de  Hans Hateboer y otros dos de Josip Ilicic y Remo Freuler.

La primera llegada de peligro fue para el equipo de Gian Piero Gasperini a los 3 minutos, cuando Alejandro “Papu” Gómez fue derribado al límite del área por Dani Parejo. El tiro libre fue ejecutado por el argentino, pero se marchó por encima del travesaño.

El primer gol por poco cae a los 8 minutos, pero Mario Pasalic falló el mano a mano ante el portero Jaume Doménech, quien mandó el balón al córner con un manotazo espectacular.

El primer cuarto de hora fue dominado por el Atalanta, equipo que tuvo más determinación. Busco más el arco rival, ante un rival que también lo intentó y eso hacía que quedaran espacios libres para ambos intentar sorprender.

Así llegó el primer tanto de los italianos. El “Papu” entró al área por la izquierda y centró al medio del área, donde Hateboer remató para batir al portero a en la fracción 16. Justa ventaja de los italianos, que fue más.

El equipo de Gasperini  volvió a llegar con peligro a los 20 minutos, pero el remate de Robin Gosens se estrelló en la red del vertical derecho.

A partir de allí, el Valencia comenzó a despertar. Se paró mejor en el campo, con orden y más confianza, pero le faltó el pase en el último cuarto de cancha ante un rival, que no dudó en buscar el arco contrario apenas tuvo el balón.

El Valencia tuvo el empate a los 30 minutos, pero Ferran Torres estrelló el balón en la parte superior del vertical izquierdo, haciendo temblar San Siro.

Los españoles vivían su mejor momento y al 35 volvieron a avisar, con un remate potente cruzado de Guedes, que salió por poco.

La oncena nerazzurra aumentó la ventaja antes del descanso, con un derechazo al límite del área entre tres defensas de Ilicic al 42. Fue su gol 10 en los últimos 11 juegos con el club.

La primera parte terminó con un Atalanta con carácter y un juego ofensivo contundente, que se fue al descanso con justa ventaja en el marcador.

Sentencia italiana 

El Atalanta salió decidido a sentenciar el duelo y contaron con par de ocasiones al comienzo de la etapa complementaria, pero faltó el remate final. Gómez continuó comandando al equipo y haciendo desastre por la banda izquierda, donde el lateral Daniel Wass no pudo con él.

La presión volvió a dar sus frutos ante un Valencia errático. Freuler tomó un balón rifado en el último cuarto de cancha y al límite del área pegó un derechazo con efecto, que terminó al fondo de la red con el portero de estatua. Golazo del suizo, que hacía méritos en el marcador para un Atalanta muy superior.

El equipo de Albert Celades pudo descontar al 60. Los italianos perdieron un balón en el área, pero Maxi Gómez disparó solo sin marca y el portero Pierluigi Gollini le adivinó milagrosamente el remate. El juego pasó de un posible 3-1 al 4-0, cuando Hateboer corrió desde la mitad de la cancha y en el mano a mano fusiló a Doménech.

El estratega Celades hizo el primer cambio al 65, metiendo a Denís Cheryshev por Guedes. El movimiento le salió perfecto,porque el ruso marcó un golazo de zurda al primer balón que tocó. Soltó un zurdazo cruzado desde fuera del área, para descontar el marcador.

El atacante tuvo otra oportunidad al 70, pero Gollini le achicó los espacios y despejó una clara opción de gol.

Los españoles vivían los mejores minutos del partido y terminaron dominando el último cuarto de hora, pero el segundo tanto no llegó.

El partido de vuelta será el 10 de marzo en Mestalla.

Foto: Sport.

Neymar apunta luego de la derrota del PSG ante el Dortmund

Reuters.- La inestabilidad regresó al Paris St Germain tras su derrota del martes por 2-1 en casa del Borussia Dortmund por la Liga de Campeones, después de que Neymar criticó al club por la gestión que hizo de una lesión que sufrió.

El campeón francés, que ha sido eliminado en octavos de final del principal torneo de clubes europeo en las tres últimas temporadas, mostró una imagen inusualmente espesa, en la que Neymar fue un pálido recuerdo de su mejor momento, pese a anotar el único gol del PSG.

El delantero brasileño disputó su primer encuentro en más de dos semanas, ya que fue reservado durante varios días por una lesión menor en una costilla, aunque criticó al club por haber sido demasiado precavido en su opinión.

“Es difícil quedarse cuatro partidos sin jugar”, dijo Neymar a los medios. “Desafortunadamente no fue elección mía, fue algo del club, de los médicos. Fueron ellos quienes tomaron esta decisión, que no me gustó”.

“Tuvimos muchas discusiones sobre esto. Quería jugar, me sentía bien, pero el club tenía miedo y fui yo quien lo sufrió al final”, señaló.

El entrenador, Thomas Tuchel, que será criticado probablemente por no meter a los delanteros Edison Cavani o Mauro Icardi en las etapas finales del partido pese a haber estado calentando, dijo que a Neymar le faltó “ritmo y acción competitiva”.

La semana pasada, el director deportivo del PSG, Leonardo, cargó contra la “negatividad” que rodeaba al club antes de la eliminatoria. Con Neymar y Kylian Mbappé, “dos de los cuatro mejores jugadores del mundo”, en sus filas, el PSG no debería temer a nadie, señaló.

No obstante, a pesar de que los dos se combinaron para lograr el gol de su equipo el martes, se les vio fuera de ritmo durante gran parte del encuentro y terminaron opacados por el adolescente noruego Erling Haaland, que marcó un doblete para dar ventaja al Borussia antes de la vuelta, que se celebrará en la capital francesa el 11 de marzo.

El resultado también trajo de vuelta recuerdos de anteriores eliminaciones vergonzosas del PSG, que se ha gastado más de mil millones de euros en transferencias desde que Qatar Sports Investment se hizo cargo del club en 2011.

La temporada pasada cayeron ante el Manchester United, tras perder por 3-1 en la vuelta después de haber vencido por 2-0 en Old Trafford, y en 2017 fueron humillados por 6-1 en el Nou Camp luego de haber vencido por 4-0 en casa ante el Barcelona.

Tuchel, que dijo que su equipo “jugó con demasiado miedo”, fue criticado por el inesperado sistema 3-4-3 que adoptó, aunque el central Presnel Kimpembe afirmó que no era culpa del DT.

“La derrota no tiene nada que ver con la táctica”, dijo Kimpembe. “Nosotros somos los que estamos en la cancha”.

Foto: Archivo.

Haaland hace soñar al Dortmund

AS-.

Erling Haaland se sentó en la mesa de Mbappé y la partió en dos. El chico de moda del fútbol europeo no tiene techo y este martes volvió a ponerlo a prueba. Ante todo un PSG. Sus dos tantos (lleva once en tan solo siete partidos con el Dortmund) le dieron la merecidísima victoria por 2-1 a un Borussia que fue muy superior al conjunto dirigido por Thomas Tuchel en prácticamente todo el encuentro. Eso sí, el enésimo show de Haaland quedó manchado por un pequeño lapsus de la defensa del BVB. Lo supo aprovechar un gris Neymar que terminó marcando un tanto que puede marcar la clasificatoria. Decidirá el Parque de los Príncipes.

Tanto alemanes como franceses eran conscientes de lo que tenían enfrente. Había que tener mucho cuidado a la hora de concederle demasiados espacios a trenes como Mbappé en uno y Haaland en otro lado, por lo que fue la cautela la que reinó durante los primeros compases del choque. Eso sí, la apuesta le salió mejor a los locales. Defensa de cinco para defender a los tres mosqueteros del PSG y carrileros profundos para atacar. La puesta en escena terminó desquiciando a un Neymar que hizo de bohemio, apareciendo por todos lados pero sin acertar en ningún pase. A diferencia de un Borussia que salía a la contra como una manada de lobos cuando el imperial Can daba la señal. Sancho y Haaland tuvieron el 1-0 en sus botas, pero Keylor estuvo atento.

Mandaba el BVB ante un PSG que solo registró un disparo en los primeros 45 minutos. No había manera de meterle mano a la defensa borusser y a la vez había que estar atento del nene Haaland. Y fue justo cuando Neymar y Mbappé despertaron que los suyos perdieron de vista al noruego. Mal asunto. Un remate de Guerreiro rechazado le cayó en los pies y Haaland hizo lo que mejor sabe. Fusilar. Goles que invitan a la relajación. Peor asunto, sobre todo cuando Mbappé te arma una contra y Neymar empata seis minutos después. Pero estaba Haaland. No tenía suficiente. Era su noche. Una más. Balón en profundidad de Reyna, control y misil desde 20 metros al fondo de la red. 2-1. Sueña Dortmund.

Foto: AS.

El Atlético se creció y venció al Liverpool en el Wanda Metropolitano

Tony Cittadino (Mallorca).- El Atlético de Madrid venció al Liverpool un gol por cero con tanto de Saúl Ñíguez, para picar adelante en los octavos de final de la Champions League. El conjunto español sacó la casta en el Wanda Metropolitano, para vencer a los vigentes campeones europeos.

El Atlético salió decidido a buscar el resultado en su casa y lo consiguió a los 4 minutos en un gol de camerino.

Saúl aprovechó un balón rifado en el área tras un córner, para rematar de derecha y desatar la locura en el estadio español.

Los ingleses no se sacaron el golpe sino hasta los 12 minutos, cuando comenzaron a controlar el juego y a pasar del mediocampo. Sin embargo, la presión del Atlético le impedía generar jugadas con claridad.

Los colchoneros presionaban y cortaban los pases de los dirigidos por Klopp, que no encontraban los espacios. Georginio Wijnaldum y Jordan Henderson buscaban empujar por las bandas, pero Saúl y Thomas eran un muro en el mediocampo español.

Los rojiblancos pudieron aumentar la ventaja en la fracción 26, pero Álvaro Morata remató de derecha y Alisson achicó el espacio, rechazando el balón. En la jugada siguiente, leanularon un gol a Mohamed Salah por fuera de juego.

Al 29 llegó otro aviso, pero Robertson remató desviado desde el último cuarto de cancha.

Los minutos pasaron y el Liverpool aumentó la intensidad, ante un Atlético cerrado en defensa, aguantando el resultado y apostando al contragolpe. Salah tuvo otra ocasión clara al 35, pero su disparo se estrelló en el cuerpo de Felipe para ir al córner.

La primera parte terminó con un Liverpool de menos a más, pero con un Atlético que no bajó la intensidad y presión.

Resistencia colchonera

La segunda parte comenzó con la entrada de Divock Origi en lugar de Sadio Mané, quien estaba amonestado y era un riesgo para quedarse con 10 en la cancha. Se vio nervioso e impreciso y el árbitro le perdonó la expulsión antes del descanso.Por su parte, el “Cholo” sacó a Thomas Lemar por Marcos Llorente.

A diferencia de la primera parte, el Liverpool salió enchufado y decidido a buscar el empate. Al 52 Salah lo volvió a intentar, pero su cabezazo se marchó por poco, cerca del primer palo.

Morata salió en la fracción 70 por Vitolo. Minutos antes, el español resbaló en el área al tratar de rematar un balón centrado desde la izquierda.

Al 72, Lodi soltó un misil que salió por poco y, luego, Klopp sacó a Salah por Alex Chamberlain, para poblar más el mediocampo y buscar, a su vez, más proyección ofensiva.

Simeone también volvió a sus piezas y sacó a Ángel Correa por el delantero Diego Costa, tratando de conseguir un gol más para sellar el partido y encaminar la eliminatoria.

El último cambio del Liverpool fue Jordan Henderson, quien salió tocado, por por James Milner al 79.

El partido se terminó jugando a un ritmo frenético,pero el Liverpool no pudo quebrar la resistencia del Atlético. Los colchoneros sacaron un gran resultado, a base de garra, concentración y corazón.

El partido de vuelta será el 11 de marzo, en el mítico estadio de Anfield.

Foto: AS.

Duelos a muerte entre españoles en ingleses en los octavos de final de la Champions League

ESPN.- El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones, celebrado este lunes en la sede de la UEFA en Nyon (Suiza), ofreció dos duros retos para los equipos de Madrid, ya que el Atlético de Madrid se medirá al Liverpool, defensor del título, y el Real Madrid se reencontrará con Pep Guardiola y su potente , Manchester City.

El Atlético de Madrid del argentino Diego Pablo Simeone, no obstante, supone un duro escollo para los ‘reds’, que se proclamaron campeones la pasada temporada en el coliseo rojiblanco, el Wanda Metropolitano, a donde regresará tras vencer en la final al Tottenham. El histórico de enfrentamientos marca igualdad.

El líder intratable de la Premier ha pasado a esta ronda sin alardes y con algún que otro problema, pero acabó como primero y eso le concede la ventaja de jugar la vuelta en Anfield, a donde tratará de llegar con opciones el cuadro madrileño.

El tridente Salah-Firmino-Mane será la gran amenaza para un Atlético obligado a recomponerse y a volver a ser ese bloque casi impenetrable para los rivales si quiere tener opciones a progresar. El equipo de Simeone sabe cómo frenar a los equipos a los que les gusta correr como al Liverpool, que necesita encontrar soluciones para superar la zaga rojiblanca.

El Real Madrid, club más laureado de la Copa de Europa-Liga de Campeones, tampoco encontró al rival ansiado, el RB Leipzig, y se medirá al City de Guardiola, equipo con el que no ha perdido en esta competición. Ha ganado en dos ocasiones y ha empatado en otras dos. Además, el preparador español, cuya leyenda comenzó a construir al frente del Barcelona en los clásicos, no tiene buenos recuerdos del cuadro blanco al frente del Bayern Múnich.

La última vez que se encontraron ambos equipos, en la semifinal de la edición 2015/16, el Real Madrid superó al City tras empatar a cero en Manchester y ganar 1-0 en el Santiago Bernabéu gracias a un disparo de Gareth Bale que rozó en Fernando. Luego, en la final San Siro, el conjunto de Zidane añadió una muesca en forma de título ante el Atlético de Madrid.

Antes, en la fase de grupos 2012/13, el cuadro blanco venció por 3-2 en casa con una remontada vibrante en los últimos minutos con tantos de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo y en Manchester igualó a uno con otro tanto del delantero francés y del argentino Sergio ‘Kun’ Agüero.

El Barcelona , otro de los grandes favoritos, teóricamente tiene un enfrentamiento más sencillo ante un Napoli que parece menos potente que en años precedentes, ya sin Carlo Ancelotti en el banquillo y con Diego Armando Maradona, ídolo de ambos clubes, en el fondo de la confrontación y Leo Messi, el monarca del fútbol mundial de los últimos tiempos, como gran factor de desequilibrio.

Todo lo que no sea la clasificación del cuadro de Ernesto Valverde, más teniendo la vuelta en el Camp Nou, sería considerada una tremenda sorpresa, aunque el Nápoles anuncia batalla.

La Juventus de Cristiano Ronaldo también tuvo fortuna y se jugará el pase ante el Olympique Lyon, que supo sacar provecho de uno de los equipos con menos nombre que lideró otra de las grandes revelaciones, el RB Leipzig, que se enfrentará al Tottenham de Jose Mourinho, al que le acompañó la fortuna en el sorteo.

El sorprendente Atalanta, clasificado casi de forma milagrosa en su debut en la Champions tras perder los tres primeros partidos de la fase de grupos y empatar el cuarto, será el rival del Valencia, que regresa a esta ronda de octavos siete años después y además como líder tras vencer en la final del Johan Cruyff Arena ante el Ajax.

El Borussia Dortmund, un equipo como siempre atrevido, alegre y con mucha juventud en sus filas, lanza un órdago al París Saint Germain, que tras liderar el grupo por delante del Real Madrid afronta su eterno asalto a la gloria europea, de momento esquiva.

Será el reencuentro de Thomas Tuchel, técnico del PSG, con su anterior equipo, del que llegó en mayo de 2018 para liderar el multimillonario proyecto parisino. Los Jadon Sancho, Mario Gotze, Marco Reus y compañía retan a los Neymar, Mbappe, Cavani, Di María y toda la pléyade de estrellas del club del Parque de los Príncipes.

El Chelsea y el Bayern rememorarán la final de 2012. Entonces se coronó el club inglés en el mismísimo Allianz Arena tras ganar en la tanda de penaltis. La situación ha cambiado porque este conjunto londinense es menos poderoso que aquel que dirigía Roberto di Matteo.

El Bayern no está nada bien en la Bundesliga, pero en Europa se ha despachado con un pleno de victorias en el grupo B, con 24 goles a favor y cinco en contra y una goleada para la historia en Londres sobre el Tottenham (2-7) en Londres.

La ida de los octavos de final se jugará los días 18, 19, 25 y 26 de febrero, y la vuelta 10, 11, 17 y 18 de marzo. Todos los partidos se disputarán a las 21.00 horas. El sorteo de los cuartos, semifinales y final será el 20 de marzo en el estadio Ataturk de Estambúl.

Aquí todos los cruces:

Borussia-Paris Saint-Germain

Atalanta-Valencia

Atlético-Liverpool

Chelsea-Bayern

Lyon – Juventus

Tottenham – Leipzig

Napoli-Barcelona

Los partidos de ida de los octavos se disputarán los días 18, 19, 25 y 26 de febrero y los de vuelta están programados para el 10, 11, 17 y 18 de marzo.

Foto: UEFA.com.

El Real Madrid más «millennial» vence al Brujas en Bélgica

Prensa Diario AS

De poco podrá presumir el Madrid con su victoria en Brujas, pero le consolaron de un partido sin sal Rodrygo y Vinicius, dos chicos de 18 y 19 años, respectivamente, a punto de graduarse. Dos jugadores de largo plazo que, con la intermitencia propia de la edad, hacen grandes progresos. La titularidad de la victoria fue suya. Sin embargo, si la cuestión era conocer cómo anda el banquillo, a la mayoría se les fue una buena oportunidad. Zidane insiste en que le valen todos, pero lo de Brujas le reafirmó en que no en la misma medida.

«Zidane me dijo que cuando empezara a jugar no dejaría de hacerlo», le contó Casemiro a Valdano en una entrevista reciente. Literales fueron la frase y el anuncio. Ni el partido de Brujas, sin más recompensa que la económica, pudo fumarse el brasileño. La lógica invita a pensar que parará en Valencia para no poner en peligro el Clásico, pero su papel en la trastienda es tan decisivo que también podría adivinarse que ahí seguirá hasta que el cuerpo o la clemencia arbitral (anda con cuatro amarillas en la Liga) aguanten.

Zidane le rodeó en Brujas de un equipo mayoritariamente joven y suplente. Un once afeitado pero sostenible, con la lírica de Isco y Modric y un tridente con menos de veinte años de media. De él pretende vivir el Madrid la próxima década. La cosa no resultó del todo. Porque al partido le faltó la guarnición de la necesidad, porque parte del banquillo está a distancia cósmica de los intocables y porque en intensidad algunos meritorios se quedaron sospechosamente cortos. Ese partido, el de las ganas, fue para el Brujas.

Dejó pasar otro tren Jovic, cuya escasa participación sólo es justificable con un número razonable de goles. Lleva uno. La primera que tuvo en Brujas, en cesión de Vinicius, fue clarísima y le ganó Mignolet. Aquel error, en cualquier caso, cambió el signo del duelo. Hasta entonces, el Madrid era un equipo desatento, descuidado atrás, muy expuesto. Le salvó Areola, en parada intuitiva a remate a quemarropa de Tau. Después mandó sin gracia, sin movilidad y con pocas ocasiones. Sólo otra vez estuvo cerca del gol antes del descanso, en una genialidad de Isco que ensalzó al malagueño y dijo muy poco del Madrid como colectivo. Su remate buscando el contrapié no encontró portería.

Despertar brasileño

Brujas vio un rival apoltronado, que no le dio aire a los corredores izquierdo y derecho, donde apenas emprendieron nada ni Rodrygo ni Vinicius en la primera parte y se soltaron más en la segunda, y donde los laterales se quedaron cortísimos. Especialmente Odriozola, obligado a compensar su déficit defensivo con profundidad y llegada en ataque. Entre todos compusieron un partido incoloro e insípido. Lo de indoloro ya venía de serie por la clasificación previa del equipo. Tampoco incomodó el Brujas, cabeza de ratón en Bélgica, donde se siente cazador. Fuera es presa. Corrió, se protegió y hasta dejó en alguna ocasión a Dennis y Tau cerca de Areola, pero es poca cosa para esta Champions, de la que se va sin ganar un partido.

El Madrid, que se fue al descanso con tres disparos, su peor marca del curso, espabiló tras la charla de Zidane y encontró pronto un gol, en centro de Odriozola y volea con el exterior del pie izquierdo de Rodrygo, al que en el área la vida le parece mejor. Fue su sexto gol del curso, igualado de inmediato por Vanaken, tras una mala salida de pelota de Militao. El Madrid subió levemente el ritmo y con eso le bastó para dejar atrás al Brujas esta vez de forma definitiva. El gol fue de Vinicius, metiendo el pie con picardía a un balón perdido en el área. Un gol de templanza en el terreno de la verdad. Ahí está su principal margen de mejora. Con él y con otro tanto a los postres de Modric ganó el Madrid, cuya cabeza se fue pronto a Valencia mientras el PSG hacía el trabajo del Brujas (va a la Europa League), que salió ileso de la derrota.

Foto: Diario AS.

El Atlético de Madrid aseguró su pase a octavos de final

Prensa Diario AS 

El Metropolitano volvió a contener el aliento a la vez cuando ese dedo apareció de nuevo. Era del árbitro justo después de hacer el símbolo del VAR con las manos: penalti. Era el minuto 17 y era el segundo para el Atleti en la noche fría. João Félix caminó firme hacia el punto de cal con el balón bajo el brazo. Éste era suyo. Lo lanzó ajustado al palo izquierdo, seco, fuerte, como un bofetón a la maldición de la falta de gol. Goool. Al fin. Cinco horas y dieciséis minutos después larguísimos. Goool. El Metropolitano le arrancaba la escarcha a las cuerdas vocales. 1-0. El Atleti se había precipitado sobre el Lokomotiv como jauría de lobos, sin darle siquiera tiempo a sudar, mucho menos pensar. Y eso que la primera vez que el dedo del árbitro había aparecido en la noche la falta de gol rojiblanca se fundió con la noche como en un cuento de terror.

Porque salió Simeone a por los octavos de esta Champions con Hermoso y no Giménez, con Correa y no Herrera, con fútbol directo, colonizando todo el trozo de hierba del Lokomotiv. En el minuto 2, Kochenkov derribaba en el área a un João Félix travieso desde el primer segundo y Viktor Kassai corría hacía el punto haciendo sonar su silbato. Lo pidió el portugués, se lo arrebató Trippier. Golpeó a media altura Y la manopla del portero arañó lo justo el cuero con los dedos para desviarlo lo justo y enviarlo al palo. Catorce minutos después ya nadie se atrevería a arrebatarle el balón del penalti a João cuando Zhemaletdinov tocó el balón el área y el VAR al árbitro se lo chivó. El portugués ponía el brillo. El ritmo lo marcaba Thomas con los pies.

El Lokomotiv nunca llegó a aterrizar en Madrid. No le dejó el ghanés, que jugó una primera parte perfecta arrancando con fuerza, rompiendo líneas y abriendo pasillos para que João Félix, Correa y Saúl, dispuestos en una triple mediapunta, aparecieran entre líneas para despedazar al Lokomotiv. Su primera parte fue sólo el portero y la salida de balón de Howedes. Después, la nada por mucho que se hubiese abrigado atrás con cinco hombres. Pero nada de Aleksey Miranchuk, su mejor hombre, nada de Krychowiak y nada de fútbol, como si hubieran aterrizado en Madrid más para ver Cortilandia que jugar. Y el Atleti venga a combinar y triangular alrededor de los neones de João. Táctica, estrategia, oficialidad y la tropa en su sitio. Si al descanso el Metropolitano no respiraba ya con normalidad y más oxígeno en el marcador era porque Morata vive en un eterno fuera de juego. Y, claro, marcó. Pero, claro, el VAR-que-todo-lo-ve lo anuló. Dos milímetros. La pierna izquierda. El Atlético condenado a seguir en el alambre. De Alemania al menos la radio no traía malas noticias. El Leverkusen empataba 0-0 con la Juve y eso era una buena noticia.

La segunda parte comenzó como había transcurrido toda la primera. El Lokomotiv, rival invisible. El Atlético, con una circulación de balón altísima, soberbio en la presión tras pérdida, amenaza constante, por dentro, por fuera, y Saúl suelto, jugando en su sitio, ahí donde es todo peligro. Pero fue un defensa, sin embargo, quien terminó de espantar el fantasma del Qarabag, el que ululaba Timisoara: Felipe. Córner en corto, Trippier saca, Koke controla y Felipe anticipa su centro para marca con una maniobra aérea. Celebró con voltereta en el aire. El partido se había acabado, aunque aún quedaran 36 minutos, una lesión grave (Corluka, muñeca) y dos ovaciones: las del Metropolitano a su capitán Koke y a su chico de ouro al ser cambiados.

En ese momento en Alemania ya había marcado Cristiano, el Leverkusen perdía y el Cholo ya había dormido el partido en Madrid abrazado a esa frase de Albert Camus. «En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible». Pues eso. Que a octavos. Y que siga la música. The Champiooons. En la noche que sólo faltó que debutara Saponjic.

Foto: Diario AS .

El Barcelona avanza a octavos de final tras vencer al Borussia Dortmund

Prensa Marca / Foto:  Diario AS

El partido 700 de Leo Messi con el Barcelona merecía premio y así fue: gol, dos asistencias y clasificación para octavos de final de la Champions como primero de grupo. Milán se convierte en un trámite y no en un posible final de una trilogía negra para Valverde tras los episodios de Roma y Liverpool. Pero el Barcelona se siente seguro en su estadio y en el Camp Nou no hay quien le tosa esta temporada. De los choques fuera de casa nos olvidamos por unos días. No estropeamos el feliz aniversario de Messi. La sociedad que forma con su amigo Luis Suárez es la mejor baza de un equipo que va líder en todas sus competiciones

Valverde dio la titularidad a Rakitic -la aprovechó- y puso a Dembélé dejando a Griezmann en el banquillo. Pero su apuesta duró 24 minutos, los que duró el Mosquito sobre el campo después de sufrir su enésima lesión muscular. Está claro que no es su año. Salió Griezmann y no lo hizo mal, todo hay que decirlo. Marcó y demostró mejoría en la compenetración con sus compañeros y un juego más suelto que se acerca a lo que se espera de él en Can Barça.

El Borussia avisó en el primero minuto de partido que venía a por el partido con un doble remate de Schulz que primero sacó en la línea Umtiti y después rozó el poste. Pero su planteamiento sin complejos buscando una victoria que le clasificase y dejando metros a Messi se convirtió en un auténtico suicidio futbolístico. Y es que Leo con espacio deja claro que es -sin discusión- merecedor del Balón de Oro que puede recibir este lunes. El argentino, en colaboración con su amigo del alma Luis Suárez, resolvió el partido en sólo cuatro minutos. En el 28′ sirvió un balón de gol al uruguayo para el 1-0 y en el 32, tras un fallo de Hummels, su compañero le devolvió el favor dándole un pase para que Leo sentenciara con un lanzamiento cruzado.

Messi hizo una primera parte muy buena, de esas en las que convierte en fácil lo imposible y en la que se le vio disfrutar. Algo que es una muy mala noticia para sus rivales.El Dortmund desapareció tras los goles y cuando esto le sucede a un equipo en el Camp Nou suele acabar goleado. Favre sacó a Sancho tras el descanso como medida desesperada, pero el Dortmund ya tenía la mente centrada en el choque contra el Sparta de Praga. Y prueba de ello es que Griezmann tuvo el 3-0 cuando no se había cumplido un minuto de la reanudación, pero Burki lo evitó.

Lo más destacado de la relajada segunda parte fue que Messi viera una tarjeta amarilla por simular un penalti. Leo se dio cuenta enseguida del error e intentó remediarlo con gestos, pero Turpin no perdonó el intento de engaño. Con Piqué sancionado, Lenglet se coronó con un buen partido atrás y Busquets también mejoró respecto a partidos anteriores lo que provocó que De Jong luciera menos. El Dortmund tuvo una opción de meterse en el partido, pero volvió a aparecer la parada salvadora de Ter Stegen ante un remate cercano de Brandt. Está claro que al meta alemán le va bien enfrentarse al Borussia.

Con todo resuelto, el principal objetivo en los minutos finales fue que Griezmann marcara un gol que le diera más confianza y muchos balones en las jugadas de ataque acababan en sus pies. Y así fue, pase de Messi a Antoine y gol de tiro cruzado del francés que le viene fenomenal de cara a la inminente visita al Wanda Metropolitano, donde jugará seguro tras la lesión de Dembélé.Sancho, el mejor de los alemanes tras su salida en el descanso, se reivindicó marcando un buen gol para maquillar un resultado que pudo ser más apretado después de un remate de Guerreiro que desvió Ter Stegen al larguero. Su guerra estará ante el Sparta de Praga y donde dependerá… del Barcelona..

El Madrid goleó al Galatasaray

Prensa Diario Marca / Foto: El Comercio

Quién lo iba a decir. Después de lo ocurrido en París y la pìfia ante el Brujas, el Madrid tiene encarrilado el pase a octavos. Liquidó al Galatasary desde la frescura de Rodrygo, demoledor en el arranque, y la eficacia de sus titulares, con Fede Valverde consolidado en la medular para liberar a un Kroos estupendo. Puede que tuviera poco rival, pero también es verdad que el Madrid, con viento a favor, es difícil de contener.

Puede que sea menos atractivo su juego. Encara menos, regatea lo justo. Pero tiene instinto para hacer lo que conviene cuando se necesita. En el costado derecho, Rodrygo Goes no sólo ha encontrado acomodo en el once, sino que decide partidos. En su estreno como titular en el Bernabéu se comportó como si llevara cien batallas europeas en el cuentakilómetros. Recibió un centro pasado, quebró hacia dentro con la derecha y remató con la izquierda raso a la red. Minuto 4. Tres más tarde, persiguió un rechace de Muslera, siguió bullendo por el área hasta que Marcelo cerró el centro y entró a cabecear como un 9 puro. Eso es instinto. No se entrena. Se tiene. O no se tiene.

El efecto Rodrygo eliminó cualquier duda del Bernabéu. Zidane colocó su once de gala. Con Valverde y sin Modric. Así está el percal. Sobró para arrollar a un rival flojisimo. Galata moribundo, nada o casi nada queda del equipo turco que competía con fiereza. Con cinco defensas o con cuatro, con Donk o Lemina, no es casualidad que no hayan marcado ni un solo gol en la Champions. Para muestra, una contra por el lado derecho con Seri y Mariano en superioridad, entregaron el balón manso, enfadados, uno por no seguir el desmarque, el otro porque no le pasaran antes. Les increpó su afición al descanso. Normal.

Sin deslumbrar, perdiendo muchos balones salvo cuando los conducía Kroos, el Madrid se marchó a la pausa con cuatro en el zurrón. Antes del cuarto de hora Ramos transformó un penalti de VAR. Lo hizo a lo Panenka, alto, con suspense, contestando a la grada folclórica que pedía que lo lanzase Rodrygo. Aún hay jerarquías. Y poco antes del descanso, de nuevo Rodrygo tiró de instinto para robar un pase pésimo de Nagatomo y servir a Benzema, gol para escalar al podio de los goleadores continentales del Real Madrid. Sólo un par de contratiempos para el Madrid, el nuevo problema muscular de Marcelo, decisivo al servir los dos primeros goles, y la falta de continuidad de Hazard, que desaprovechó el duelo ante una defensa poco rigurosa.

Como vería el asunto Terim que tras el descanso ordenó defender con cinco al meter a Donk. No mejoró el juego del equipo, pero al menos taponó la hemorragia en la cobertura, algo es algo. No hacía falta apretar el acelerador, pero Valverde no desaprovecha ni las migajas. Como buen uruguayo, pelea cada balón como si fuera el último, y arrancó cuatro ovaciones por ello. Con lo que gusta esa entrega al Bernabéu. Como volante o como pivote, tras el relevo de Modric por Casemiro, el Pájaro se ha posado en el centro del campo blanco y será difícil moverle.

Bajó el ritmo en el resto de encuentro, como si el Madrid no quisiera hacer más daño. Entró Isco por Hazard, tocado desde una entrada del primer tiempo, y a punto estuvo de anotar nada más salir. ¡De cabeza! Fiereza otomana. Benzema aprovechó el relax para ofrecer detalles de alta escuela. Un control de tacón imposible por aquí, un eslalon por allá… Muslera sacó alguna de mérito para destacarse entre los suyos. No pudo evitar la manita, a bocajarro de Benzema para coronar un gran servicio de Carvajal. Ni la media docena, colofón a la noche redonda de Rodrygo, tras un pase exquisito de Benzema. Todo buenas noticias para el Madrid, incluida la portería a cero, en un partido bien jugado y disfrutado. Toca confirmar en Ipurua todo lo bueno que mostró en Europa..

El Madrid gana pero no convence en Estambul

AS | Foto: AS.-


En tiempos de cambio climático, los veranos van a más y los infiernos a menos. En el de Estambul no ardieron el Madrid ni Zidane. Fue una noche redentora para Courtois, de feliz iniciación para Rodrygo (de juego más reposado que Vinicius y más cooperador en la recuperación) y de confirmación para Valverde. El resto lo pusieron el oficio del Madrid, segundo ya, en una competición que tantas veces empezó siendo puerta de emergencia y acabó siendo puerta grande y la sabiduría de Kroos y Benzema. Hazard continúa en cuarentena.

Aplicando el principio de que para los grandes partidos están las grandes decisiones, Zidane se echó al monte poniendo a Rodrygo. Su primera titularidad en el primer partido crucial del curso. Con el vicejuvenil brasileño, al que no arrugó el escenario, esta vez el Madrid sí se dio un buen madrugón en el partido. A los diez segundos ya estaba en el área del Galatasaray, un equipo insensatamente alegre que va por Europa sin guardaespaldas y que no ganará está Champions ni las cien próximas. Salir así fue el alegato de Ramos, antes muerto que sencillo, en la víspera y del equipo en el Ali Sami Yen. Zidane también metió a Valverde, energía renovable, como volante avanzado y ordenó apretar la primera salida de pelota del Galatasaray. Nada que ver con la pereza de Mallorca, desde la alineación a la predisposición, aunque sonara la alarma en dos desatenciones clamorosas.

Terim, uno de esos sabios a los que un equipo o un país acaba volviendo siempre, colocó muy arriba a Babel y Andone, que al espacio, su fuerte, encontraron superioridad en el desmarque. Courtois invalidó los dos remates francos del rumano en las dos primeras paradas de mérito en meses. Repitió más tarde ante Belhanda. El belga iba a la cabeza del pelotón de señalados y la noche le sacó del bucle. Fue el portero que exige el Madrid, aquel al que se le pide remediar lo irremediable. Pero apelar demasiado a él dejó el mensaje, de nuevo, de que el Madrid se desprotege demasiado atrás.

Otro palo para Hazard

Fue el único momento de debilidad del equipo blanco, que de inmediato reasfaltó su juego ante un adversario que no le encimó demasiado. Valverde, que hace camino al andar, cumplió sobradamente con su recorrido de área a área. Fue llegador y coche escoba. El futbolista de amplias miras y gran resistencia que pidió Zidane en verano. Ayudó también el buen entendimiento del partido de Benzema, saliendo del radar de los centrales para ordenar las operaciones en el último tercio del campo. Definitivamente, todo el equipo está en su cabeza. El tercer hombre fue Kroos, un centrocampista de alta precisión que marca la temperatura del equipo. Es difícil ver un mal Madrid con un buen Kroos.

En el lado oscuro sigue Hazard, al que si nadie hubiera visto antes podría imputársele haber falseado su currículum. Con todo, estuvo en la génesis del primer gol. Le ofreció el desmarque a Benzema y tuvo la fortuna de que su devolución equivocada le sirvió un dulce a Kroos para adelantar al Madrid. Luego mandó al larguero un remate a puerta vacía. Sin embargo, dejó la sensación de que algo ha comenzado a ir mejor.

Terim quiso cambiar el paso con Feghouli, que salía de una lesión. Con él ensanchó el equipo por la derecha, el lado débil del Madrid, y metió a Belhanda entre líneas, zona de emboscada. No resultó. El francés acabó sustituido y escupiendo insultos a la grada y el Madrid encadenando ocasiones inconclusas. Siempre le quedó la sensación de tremenda superioridad y muy escasa ventaja, combinación muy penalizada en el fútbol. 27 remates, 14 a puerta, para un gol dibujan lo que fue el Madrid, apremiado al final. Los partidos se le hacen interminables..