Lo que dejó el draft de sustituciones de la LVBP

Guillermo Liñares (Caracas) -. Este martes se realizó el draft de sustituciones de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), de cara a lo que será la postemporada que comienza el 3 de enero, y los seis equipos – Tiburones, Cardenales, Águilas, Caribes, Navegantes y Leones – fortalecieron los puntos que creían débiles para afrontar el tramo más importante de la campaña.

Esto fue la nota más importante del día, junto a la decisión de la oficina del comisionado de las Grandes Ligas en autorizar que los peloteros del sistema puedan jugar en cinco de seis equipos (exceptuando a los Navegantes del Magallanes). A continuación, analizamos cómo y cuáles fueron las elecciones de peloteros de los clubes.

Tiburones de La Guaira

El conjunto del litoral culminó primero en la temporada regular, lo que le dio el derecho de seleccionar en la primera ronda como número uno. Su decisión fue la de incluir en su cuerpo de abridores a Guillermo Moscoso, lanzador derecho perteneciente a los Tigres de Aragua, en lugar de Jiandido Tromp, y quien culminó tercero en todo el circuito en efectividad con 2.13. Además dejó récord de dos triunfos y un revés.

Moscoso apuntala un pitcheo abridor salado que tuvo mucho castigo en el año, ya que el 5.44 de efectividad que exhibieron los iniciadores son el síntoma que indicaba que había que tomar cartas en el asunto. El diestro es un lanzador de mucha experiencia en Venezuela, con galones más que ganados en instancias de playoffs con Leones del Caracas en el pasado, y con los Tigres de Aragua.

Por su parte, los guairistas decidieron elegir a Daniel Mayora como su segunda sustitución en lugar de Wander Beras. Mayora bateó para promedio de .228, con siete impulsadas y un jonrón, números que no son especialmente llamativos, pero que pueden cambiar en la postemporada y que sirve para fortalecer una alineación que ya cuenta con Danry Vásquez, Junior Sosa, Edgar Durán y compañía.

Cardenales de Lara

Los alados tuvieron el mejor pitcheo de todo el campeonato, fueron primeros en efectividad colectiva (3.78), WHIP (1.40) y en carreras permitidas (168, de las cuales 152 fueron limpias). Sin embargo, su rotación no iba a desaprovechar la oportunidad de incorporar a un brazo que se mostró incólume en la campaña: Henry Centeno.

El derecho de Bravos de Margarita fue el líder en efectividad de la temporada con 1.34, ganó tres juegos y no perdió, además de sumar 30 abanicados en 47 innings. Su presencia se unirá a la de Angelo Palumbo, Nestor Molina y Raúl Rivero, formando un cuarteto que será una auténtica alcabala para Magallanes, su rival en la primera serie de postemporada.

Los crepusculares decidieron no sustituir en su segunda ronda, ya que llegaron a un acuerdo con los Navegantes de solo sumar una adición en este draft.

Águilas del Zulia

Los zulianos tuvieron muchísimos problemas en su bullpen, sobretodo cuando llegaban los episodios finales de los juegos. Los rapaces decidieron apostar por Wilking Rodríguez, de los Tigres de Aragua, en sustitución de César Carrillo. Rodríguez dejó efectividad de 2.16, ganó un juego y perdió otro, y solamente aceptó seis carreras en 25 innings de labor. La llegada del diestro, uniéndose a Elvis Araujo o Arcenio León, se supone que le dará más alivio a Marco Davalillo cuando se tengan que preservar las victorias.

Otro de los problemas que mostraron las Águilas fue en el apartado defensivo. Fueron 62 errores colectivos los que tuvo la escuadra naranja, segundo peor de toda la Liga, y más en una posición que es clave para realizar outs: la del campocorto. Engelb Vielma, el parador en corto de las Águilas, cometió 20 pifias, por lo que la gerencia y el cuerpo técnico aguilucho apostó por Julio González, el shortstop de los Bravos de Margarita, quien llega al clubhouse rapaz en sustitución de Jesse Castillo, que sufrió de problemas físicos hacia el final de la contienda.

Caribes de Anzoátegui

La tribu oriental fue la quinta en pitcheo colectivo con efectividad de 4.50 y bien reza el dicho que el juego de pelota se llama pitcheo. Tienen un lineup temible – a juicio de quien esto escribe, el más completo de los seis equipos -, pero sin un pitcheo confiable, a poco puedes aspirar en esta Liga.

Es por ello que Caribes decidió ganar profundidad en su relevo, uniendo a Ángel Nesbitt de Tigres de Aragua y a su compañero de equipo Jhondaniel Medina, ambos entrando por Carlos Contreras y Francisco Del Rosario, respectivamente. Nesbitt dejó efectividad de 1.08 en 16.1 IP, con una cifra considerable de 19 ponches; mientras que Medina fue el relevista «caballito de batallas» de Clemente Álvarez primero y Bárbaro Garbey después, totalizando cinco triunfos y un revés, con una efectividad de 3.63, todo en 22.1 innings de labor.

Navegantes del Magallanes

Fueron la «manzana de la discordia» del draft. Y no por temas deportivos, sino porque los eléctricos fueron el equipo excluido (junto a los Tigres de Aragua) del acuerdo invernal de la MLB y LVBP. Sin embargo, la nave llegó a un acuerdo con la gerencia de los otros cinco equipos para poder sumar tres adiciones más a la cuota de sustituciones.

Magallanes cambió dos sustituciones, por tres adiciones y una sustitución-, y que esas adiciones extra no jugasen en Valencia, como tampoco lo pueden hacer los peloteros del sistema ligamayorista en el José Bernardo Pérez. Una vez que hubo fumata blanca, los del Cabriales decidieron incorporar a Henry Rodríguez a sus filas, oportuno ya que Garabez Rosa no estará con los Navegantes hasta nuevo aviso.

El «pollito» es un pelotero más que probado en esta Liga, un hombre «clutch» en los momentos más apremiantes, y quien esta campaña dejó promedio al bate de .321, con par de jonrones y 22 carreras producidas. Además, disparó siete dobles y se ponchó solamente 13 veces en 165 turnos, denotando un contacto notable.

Más tarde, Magallanes notificó en un comunicado de prensa, que decidió seleccionar al campeón bate Jay Austin, de los Tigres de Aragua, y al también bengalí Edwin García a sus filas. García fue el campocorto titular de los Tigres, mostró una buena defensa – el dolor de cabeza en la mayor parte de la campaña para Enrique Reyes – y dejó .306 puntos de promedio.

Unas manos más que decentes para una posición clave, mientras que Austin ganó el título de bateo con .392 de average, agregó a su cosecha ocho remolcadas y cuatro dobletes, ponchándose solamente en 11 oportunidades después de más de 100 turnos. Dos adquisiciones que equilibran a los filibusteros con sus rivales, y que tratarán de hacer menos traumático el hecho de no tener a sus peloteros del sistema de las Grandes Ligas.

Leones del Caracas 

El gerente deportivo de los melenudos, Richard Gómez, desgranaba hace unos días en el circuito radial del equipo, que  los Leones irían por jugadores de posición en el draft de sustituciones si la oficina del comisionado de MLB no emitía una resolución sobre los peloteros del sistema para jugar en la Liga. Sin embargo, también manifestaba que de recibir la luz verde, la prioridad iba a ser pitcheo. Una vez que se supo de la autorización, Caracas decidió conjugar ambas. Se decantó por Ezequiel Carrera en la primera ronda,y por el relevista Ismael Guillón en la segunda, ambos pertenecientes a los Tigres de Aragua.

Leones tuvo problemas todo el año en el pitcheo, y también contó con baches en su ofensiva, no por nada fue el segundo peor equipo en bateo colectivo con un promedio de .272. Carrera es un primer bate natural, un guante más que decente, un jardinero que ofrece seguridad defensiva y mucho contacto. Su línea este año fue de .279, con par de cuadrangulares, quince remolcadas, se robó tres bases, y su OBP (porcentaje de embasado) fue de .361. Nada malo.

Por su parte, Ismael Guillón viene a acompañar una línea media del relevo caraquista que ahora luce más que interesante: nombres como Yoimer Camacho, Loiger Padrón, Daniel Hurtado o el propio Guillón deberían ser suficientes para asegurarle al manager Víctor Gárate una alta cantidad de episodios de calidad. En 13 episodios, tuvo una excelente efectividad de 1.38, ponchó a 10 y otorgó nueve boletos.

Ahora habrá que ver qué decisiones toma la oficina para añadirle más condimento al roster capitalino, sobretodo porque ahora pueden contar hipotéticamente con jugadores como Harold Castro, Wilfredo Tovar nuevamente, o algún otro que pertenezca al sistema de Grandes Ligas.

La mesa está servida, ahora habrá que esperar la voz de «playball» el 3 de enero, y que en el parque de la Ciudad Universitaria de Caracas, en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, y en el Luis Aparicio «El Grande» de Maracaibo, Tiburones, Cardenales, Águilas, Caribes, Navegantes y Leones brinden un buen espectáculo.

Que gane el beisbol..