El Real Madrid se impuso al Barcelona para retomar el liderato

AS.- Una hora de cabeza no le dio al Madrid para ponerse líder. Media hora de corazón, sí. Esa pasión alentada por un Bernabéu subitamente curado de su crisis de fe, ese aire de equipo descamisado, arrebatador, se llevó por delante al Barça, al que se le fue el cercanías en la primera mitad. Una parada de Ter Stegen a remate de Isco fue el chupinazo que inauguró la fiesta del Madrid. A partir de ahí resultó imparable, de Courtois a Mariano, salido del zulo camino de la gloria.

El partido comenzó con un paso hacia adelante del Madrid y otro hacia atrás del Barça. Zidane puso a Marcelo como escolta de Vinicius para tirarse al cuello de Semedo, el flanco por donde blandea el Barça. Y Setién se ahorró al tercer punta para meter a Vidal como cuarto centrocampista, el de más colmillo, por cierto. El inicio evidenció que el estado de necesidad del Madrid andaba un punto por encima. También la presión inicial, una carga dirigida por Valverde, sobrado de cubicaje. Una actividad frenética, un desgaste brutal a espaldas de la producción goleadora. Un espectáculo que contemplaba en el palco Cristiano, por quien aún se guarda luto en el Bernabéu, y desde la distancia Messi, el ángel exterminador, que cumplida la treintena parece empollarse los partidos antes de decidirlos.

En cualquier caso, quedó claro el choque de dos mundos, sin que de salida uno le quitara la razón al otro: el juego al espacio del Madrid y el juego al pie del Barça, al que le ha implantado Setién un marcapases. Hay días que da la vuelta al contador. Aun instalado en el ala izquierda de la casa blanca, el Madrid se procuró la simetría con un Valverde muy vencido a la banda derecha que debía tapar un Jordi Alba sujeto físicamente por los pelos. El tremendo gasto energético de la primera mitad dejó muy poco a efectos contablescon cierta insatisfacción para el Barça, provisto de más dinamita: una volea alta de Benzema, dos remates sin puntería muy lejanos de Kroos, un error grosero de Griezmann a envío de Alba, un mano a mano que no supo resolver Arthur ante Courtois, la ocasión perfecta para el rematador equivocado, y un esprint de Messi que resolvió con un tiro sin colocación, una rareza, que salvó Courtois. Fue la única vez antes del descanso en que se escapó de la jaula de Casemiro, el jugador que defiende sin vergüenza que su gol es robar la pelota.

En cualquier caso, con el paso de los minutos, el partido se soltó el cinturón. Quedó expuesto el equipo de Setién a las contras siempre inacabadas del Madrid, con Benzema en versión aristogato, y se hizo peligrosamente largo el equipo de Zidane a la hora de volver, lo que le convirtió en vulnerable. Al ecuador llegó más cargado de lamentos el Barça y de quejas el Madrid, que reclamó con razón la segunda amarilla a Alba.

Y de repente, el gran Madrid

La segunda mitad resultó aún más cambiante. Derogada la presión del Madrid por extenuación, el Barça se acomodó con la pelota y por momentos pareció beberse de un sorbo el partido, pero el equipo de Zidane es combustible. Tiene más peligro que continuidad. Así que una rosca espectacular, que arrancó la parada del domingo de Ter Stegen, le dio la vuelta al partido.

El Madrid entró en modo ciclón, sobrado de nervio, recuperando muy arriba y llegando como no lo había hecho en todo el partido. Piqué sacó un cabezazo de Isco sobre la línea, a Benzema se le fue una volea clarísima, el Bernabéu se emborrachó de euforia. Momentos así, con Cristiano, preparaban el entierro de cualquiera. Ahora se necesitan carambolas como la que abrió el marcador: Kroos metió un pase de putt a Vinicius y el tiro de este sin ángulo lo tocó fatalmente Piqué. Luego todo pareció posible, hasta que Marcelo le ganara un esprint a Messi para quitarle el gol. Asumió la jefatura del partido Benzema y el Barça quedó a merced de ese oleaje. Se salvó porque el Madrid se traspapeló por enésima vez en los últimos metros hasta que salió Mariano, que marcó en el primer balón que le llegó. La Cenicienta resumida en dos minutos.

Foto: AS

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El Barcelona visita al Real Madrid buscando despegarse en la punta de la tabla

Jordi Blanco (ESPN).- Agobiado el Real Madrid por los resultados e incómodo el Barcelona por la imagen, el Clásico volverá al escenario este domingo con dos gigantes enfrentados a sus propios miedos. Un mes después de que el partido de la máxima rivalidad se contemplara como la oportunidad madridista para dar un golpe de efecto a la Liga, el choque llega con los papeles cambiados: es el Barça el que puede empezar a finiquitar el campeonato.

O no. Atendiendo a la irregularidad de los dos equipos y que ahora, quizá en el momento más inoportuno, se ha centrado en un Madrid que tras enlazar 21 partidos sin conocer la derrota, sumando 15 victorias y 6 empates, ha entrado en barrena, ganando apenas un partido de los últimos cinco y perdiendo los dos últimos (Levante y Manchester City) para ver muy cuestionado su futuro en la Champions y derrumbarse en una Liga que dominaba con comodidad aparente.

Un empate ante el Celta y la derrota en Valencia frente al Levante han colocado a los de Zidane contra las cuerdas en el momento más inoportuno y en puertas de un partido que se le suele dar mal, muy mal, al Real Madrid, al que las últimas visitas del Barça se le convierten en un auténtico drama: tres derrotas consecutivas en el Bernabéu ante los azulgranas y cinco de las últimas siete.

Desempate

El Clásico liguero, dominado históricamente por el Real Madrid, llega a este 1 de marzo de 2020 igualado a 72 victorias después de que el Barcelona fuera en los últimos años rebajando la ventaja merengue y explicando de esta manera su mando en el campeonato.

Ocho veces campeón en las once últimas temporadas, casi siempre que los azulgranas se llevan el triunfo del Bernabéu acaban por conquistar el campeonato, de ahí que el duelo de este domingo se atienda casi como decisivo en caso de triunfo para el grupo de Quique Setién, un entrenador que, en el plano personal, sentenció con victoria sus dos últimas visitas al estadio madridista al mando del Betis.

Ideas

En el Madrid se espera el retorno de Kroos, suplente frente al Manchester City, al once inicial, en un plan que no puede tener muchas variaciones para Zidane, que espera el resurgir de Benzema en la misma medida que busca la manera de atar en corto a Leo Messi, el auténtico azote de su equipo en un estadio donde nadie ha marcado más goles que el argentino.

En el Barsa, las dudas son, de entrada, mayores. Estará Piqué pero no se sabe si será Umtiti, titular en Nápoles, o Lenglet quien le acompañe en el centro de la zaga. Es en el medio campo y el ataque donde asaltan las dudas. Puede apostar Setién por el atrevimiento con el balón juntando a De Jong y Arthur con Busquets o mantener a Rakitic; puede dar entrada a Ansu Fati, seguir con Arturo Vidal como falso extremo o, quizá, catapultar a Braithwaite a su primera titularidad, después de las buenas sensaciones que dejó en su debut frente al Eibar.

El Barsa sabe que un triunfo le dispararía cinco puntos, que serían seis por el gol average, por encima del gran rival, convirtiéndole ya en el favorito indiscutible para conquistar el título; el Madrid entiende necesaria la victoria para recuperar el liderato y la tranquilidad. Una tranquilidad que precisa igualmente el Barça, cuya imagen futbolística se mantiene alejada, y no poco, de lo esperado tras la llegada de Setién al banquillo.

En el Clásico, sin embargo, la imagen siempre, siempre, queda oculta tras el marcador. Si se pregunta alrededor del Camp Nou a nadie, o casi nadie, importaría jugar mal o peor pero ganar. Si se pregunta en el Bernabéu el mensaje sería aún más contundente: primero ganar, después discutir cualquier otra cosa

Foto: Mundo Deportivo.

El City vence al Madrid en el Bernabéu y toma ventaja en los octavos

Marca-.

El Bernabéu enterró las iluisiones del Real Madrid de la manera más cruel posible. Sobrevivió a la superioridad del City durante una hora larga y se puso en ventaja en un coletazo espléndido. Pero se derrumbó como un castillo de naipes cuando De Bruyne agitó la varita. Suya fue la magia de la Champions, la que dio gloria al club blanco, especialmente en el Bernabéu, que asistió atónito a un cuarto de hora criminal. Encajó dos, el primero en una falta bastante clara, y perdió a Ramos para la vuelta. Guardiola volvió a salir del Bernabéu con una sonrisa de oreja a oreja. Su City fue superior y tiene pie y medio en cuartos.

La Champions es un escenario perfecto para que los entrenadores muestren su capacidad para influir en los partidos. Después de las flores de la víspera, Zidane y Guardiola se acuchillaron en el buen sentido, con sus alineaciones imprevisibles. Isco y Vinícius en el once blanco, Otamendi y Gabriel Jesus en el blue. Bale y Agüero fuera del verde de saque. Para romper las apuestas.

A la hora de la verdad, el City respondió a lo que se esperaba. Futbolistas de pie fino y muy sacrificados para ocupar todo el campo y exigir la mejor versión del rival. El sello de Guardiola. No fue el vendaval del Bayern, pero impresiona la ocupación de espacios que realizan Walker, Gabriel Jesus -la sombra de Carvajal en defensa- o Rodri. Salvo excepciones, el balón fue citizen, para incomodidad del personal.

La mejor vía de ataque blanco fue Vinícius, que abrió las hostilidades con una incursión que conjuró Laporte con Benzema atento. Poca cosa comparado con la primera del City, cuando ya aflojaba la presión blanca. Recibió De Bruyne, filtró en diagonal para Gabriel Jesus, como Aspas a Smolov y el brasileño, tras recortar a Varane, cruzó el remate duro. Courtois ejerció de portero grande.

Con De Bruyne en el eje y tres relámpagos ofreciendo alternativas (Mahrez, Bernardo Silva y Gabriel Jesus), al Madrid le costaba no preocuparse de su espalda. Eso sí, la respuesta fue de calidad. Mendy, una roca en defensa, sirvió un centro exquisito a la cabeza de Benzema que picó el remate, sacó como pudo Ederson y el rechace se quedó a milímetros de la bota de Vinícius. Tal vez llegue el día en que el gol le haga un guiño de fortuna al brasileño.

Fue lo mejor del Madrid en fase ofensiva. Fue perdiendo el hilo del juego paulatinamente, según perdían energía sus centrocampistas, y el City fue apoderándose del choque. Acabó el primer tiempo en área blanca, con un córner rematado por Gabriel Jesus que sacó Casemiro bajo palos, y empezó el segundo con tres ocasiones claras, una de Mahrez que se fue por un pelo y dos manos prodigiosas de Courtois. Conste que el City había perdido a su mejor central, Laporte, por lesión, pero entró Fernandinho en la zaga y mejoró la salida del balón. Pintaba feo. Feísimo.

Pero el Madrid ha construido su historia europea con ejercicios de supervivencia similares. Amenazó Modric con un servicio a Vinícius que malgasto el extremo en el área, exhausto. En la siguiente no perdonaron. Se embolicó Otamendi,.robó Modric, concedió Walker, Vinícius se metió en área y sirvió a Isco para que cruzara a la red. 1-0. Impensable cinco minutos antes.

El tanto recolocó el duelo. La frescura inglesa desapareció y el Madrid se ajustó atrás. Tal vez por eso congeló Zidane los cambios, pese a que Bale y Jovic llevaban un rato calentando. Guardiola situó a Sterling dispuesto a entrar y el inglés contempló una doble ocasión blanca, con Carvajal llevando la pelota al área pequeña y Fernandinho sacando con el cuerpo el remate de gol de Ramos, de falso 9.

Parecía encarrilado el duelo, bastaba con no cometer errores. Pero todo se fue al garete en una maniobra de De Bruyne, el mejor futbolista sobre el verde. Amagó en el costado del área, se giró, templó al segundo palo y Gabriel Jesus cabeceó a la red, ante Ramos. El brasileño metió los brazos para hacerse el hueco y desplazar al capitán blanco, y ni el árbitro ni en el VAR estimaron que era falta. En LaLiga lo habrían pitado.

El empate desató al City, que cobró ventaja poco después. Penalti clamoroso de Carvajal a Sterling y lanzamiento a la red de De Bruyne. Para colmo, en un error en la entrega de Casemiro, se escapó Gabriel Jesus y Ramos le agarra fuera del área. Roja. Casi imposible para la vuelta. Sólo una proeza en Manchester mantendrá con vida al Madrid en Champions.

Foto: AS.

El Real Madrid quiere mantener el yugo en la Champions ante el Manchester City

EFE.- El Real Madrid, que recibirá este miércoles al Manchester City en el partido de ida de los octavos de final de Liga de Campeones, nunca ha perdido en partido oficial con el conjunto inglés, al que ha ganado dos de los cuatro encuentros disputados.

En los enfrentamientos previos la balanza se decanta hacia el Real Madrid, pues el equipo de Chamartín ha ganado dos de cuatro enfrentamientos, todos de la Liga de Campeones, y en los otros dos se han registrado sendos empates.

La primera vez que se encontraron en el máximo torneo continental se produjo en la primera jornada de la fase de grupos de la temporada 2012-13, en la que el Real Madrid venció a los ingleses 3-2 con goles del brasileño Marcelo (m.76), el francés Karim Benzema (87) y el portugués Cristiano Ronaldo (90).

Los ingleses se adelantaron en el marcador en dos ocasiones, con un gol del bosnio Edin Dzeko en el 68 y tras el empate de Marcelo con un tanto del serbio Aleksandar Kolarov en el 85. Un arrebato final permitió la remontada del conjunto español.

En el partido de vuelta, jugado en el estadio Ciudad de Manchester, los ingleses salvaron un punto tras el gol tempranero de Karim Benzema en el minuto 10, con una diana de penalti del argentino Sergio ‘Kun’ Agüero en el 73.

Posteriormente, el City terminó eliminado en la fase de grupos de esa edición tras dos derrotas y tres empates, mientras que el Real Madrid avanzó como segundo detrás del Borussia Dortmund, con dos triunfos, dos igualadas y un partido perdido.

Tres años después, en la temporada 2015/2016 el Real Madrid y el Manchester City se encontraron en las semifinales del torneo, que más adelante ganó el Real Madrid ante el Atlético de Madrid, con las secuelas de ‘La Décima’ aún en el ambiente.

En el primer partido de la eliminatoria, en Inglaterra, los dos equipos firmaron tablas y el Real Madrid no pudo marcar gol como visitante ni el City aprovechar la ventaja de local para obtener una victoria.

En el segundo partido, el 4 de mayo, la suerte se decantó hacia el Real Madrid con un gol en propia puerta del centrocampista brasileño Fernando, ahora jugador del Sevilla, tras un disparo con pierna derecha de Gareth Bale que se dirigía hacia un centro y terminó entrando por la escuadra de Joe Hart.

En total son ocho goles marcados en los cuatro enfrentamientos oficiales, cinco para el Real Madrid y tres para el Manchester City.

Sin embargo la historia reciente en enfrentamientos amistosos ha dejado una victoria para cada equipo, por marcadores de 4-1, ambos en torneos veraniegos..

En el primero, el 24 de julio de 2015, el Real Madrid venció al City en un partido disputado en Melbourne por la International Champions Cup, con goles de Karim Benzema, Cristiano Ronaldo, Pepe y Denis Cheryshev, con un gol para los ingleses del marfileño Yaya Touré.

En el segundo amistoso, disputado el 27 de julio del 2017, el Real Madrid se vio arrollado por los ‘citizens’ en el mismo torneo pero esta vez en el Memorial Coliseum de Los Ángeles, con goles para el conjunto de Pep Guardiola del argentino Nicolás Otamendi, Raheem Sterling, John Stones y el actual jugador blanco Brahim Díaz, mientras que descontó para el Real Madrid el canterano Óscar Rodríguez, que se encuentra cedido en el Leganés.

El duelo de octavos de final llega en un momento que podría definir el futuro de la presente temporada para ambos equipos. Por un lado el Real Madrid recibirá en el Santiago Bernabéu al City después de una derrota ante el Levante en LaLiga Santander, además de que acumula dos partidos consecutivos sin ganar como local, con una derrota ante la Real Sociedad en los cuartos de la Copa del Rey (3-4) y un empate ante el Celta de Vigo (2-2).

El conjunto del francés Zinedine Zidane, además, disputará el partido con una presión extra, pues ha perdido el liderato ante el Barcelona, al que recibirá este domingo con dos puntos de déficit y la necesidad imperiosa de ganar para evitar la escapada de los azulgrana.

Mientras tanto, el Manchester City de Guardiola, cuya vuelta al Bernabéu siempre está rodeada por el morbo, ha puesto todas sus aspiraciones en la Liga de Campeones, pues se encuentra segundo en la Premier League a 19 puntos del Liverpool, y aunque esté en la final de la Copa inglesa ante el Aston Villa, es el único gran título que le queda al conjunto de Guardiola, pues alcanzar al conjunto de Jurgen Klopp -invicto- será prácticamente imposible.

La última vez que el Real Madrid se enfrentó a un equipo inglés fue hace dos temporadas, precisamente en la consecución de la decimotercera Copa de Europa ante el Liverpool, en la final de Kiev con victoria por 3-1.

Mientras tanto, la última vez que el Manchester City se enfrentó a un conjunto español fue ante el Barcelona en la cuarta jornada de la fase de grupos de la temporada 2016-2017, con victoria 3-1 del conjunto de Guardiola ante su ex equipo.

Foto: Getty Images.

Eden Hazard y una primera temporada sin brillo en el Real Madrid

AFP.- De nuevo lesionado en el pie derecho el sábado, el delantero belga Eden Hazard, fichaje estrella del Real Madrid y ya ausente durante tres meses por lesión, vivirá su primera temporada en España prácticamente en blanco… Y pone en peligro su presencia en la Eurocopa.

¿Una «fisura» o un abismo? La recaída en su lesión del tobillo derecho abre un abanico de preocupaciones en el Real Madrid y en los Diablos Rojos, que esperan ver al extremo izquierdo volver antes del final de temporada y del inicio de la Eurocopa-2020 (12 de junio-12 de julio).

Es la historia de una lesión con efecto bola de nieve: el 26 de noviembre contra el PSG en fase de grupos de la Liga de Campeones, Hazard se retira tras un golpe con su compatriota Thomas Meunier.

Atendido primero por un simple esguince que le debería haber tenido de baja algo más de una semana, diez días más tarde, el 5 de diciembre, el Real Madrid anuncia que su jugador sufre una «microrrotura» en el tobillo derecho.

Estará fuera de los terrenos de juego varios meses hasta su titularización contra el Celta en Liga el 16 de febrero, y en su segundo partido como titular ante el Levante el sábado (derrota 1-0), se encendieron todas las alarmas.

El N.7 merengue parecía víctima de un «golpe», según su entrenador Zinédine Zidane, y empezó a cojear, antes de salir del terreno de juego con muestras de dolor tras una hora de juego, sustituido por Vinicius.

«La sensación es mala, no tiene buena pinta, se ha hecho daño donde tiene su lesión», temía ya ‘Zizou’.

Y el domingo llegó la confirmación: «Tras las pruebas realizadas a nuestro jugador Eden Hazard se le ha diagnosticado una fisura en el peroné distal derecho», informó el Real Madrid en un comunicado, ocho días después de la vuelta a la competición del internacional belga.

 Tantas ausencias como en el Chelsea 

Esta primera temporada en España está siendo una pesadilla para Hazard (1 gol y 5 asistencias en 15 partidos), quien, sin embargo, ha sido decisivo en las pocas ocasiones en que ha jugado.

Y una constatación alarmante: en siete meses en el Real Madrid, Hazard ya se ha perdido tantos partidos por lesión (20) que durante siete temporadas en el Chelsea.

La duración de su baja no ha sido precisada por el club blanco, pero los medios españoles apuntan a varios meses. «Hazard casi dice adiós a la temporada», titulaba Marca, el domingo.

Zidane afronta ya sin el exjugador del Chelsea (2012-2019) una semana trascendental: primero llega el Manchester City en octavos de final de la Liga de Campeones el miércoles y el domingo, el clásico liguero contra el Barcelona.

En el Real Madrid, su ausencia va a hacer daño con una delantera a la que le cuesta hacer goles con apenas nueve tantos para el conjunto de sus atacantes en doce partidos desde el inicio del año 2020.

Pero con un grupo casi completo (sólo Marco Asensio sigue convaleciente tras su rotura de ligamento cruzado anterior y del menisco externo izquierdo a finales de julio), Zidane tiene opciones para sustituir a Hazard en su 4-3-3 fetiche, con el brasileño Vinicius y, en menor medida, Isco o Gareth Bale… O podría cambiar a un 4-4-2 o un 4-5-1.

¿Podrán recuperar los Diablos Rojos, entre los favoritos para conseguir el título continental, a su jugador estrella? Hazard ya ha puesto en marcha la cuenta atrás.

Foto: AFP.

El Real Madrid cayó ante el Levante y perdió el liderato

EFE.- El Real Madrid se dejó el liderato de LaLiga Santander tras perder (1-0) en el Ciutat de València ante el Levante en un duelo que dominó el equipo de Zineine Zidane hasta mediado el segundo tiempo pero en el que desaprovechó varias ocasiones para tumbar a un rival que reaccionó para llevarse la victoria.

Sabedor de que el Barcelona había goleado a primera hora de la tarde y era líder virtual, el Real Madrid buscó durante todo el partido un triunfo que le mantuviera en el liderato pero sus fallos en los metros finales y la actuación de Aitor le privó del gol y el Levante aprovechó su momento.

El Levante arrancó con más intensidad que el Real Madrid y provocó que los primeros minutos se jugasen más en el campo madridista, al que le costaba manejar el balón por la presión inicial de los locales.

Sin embargo, las primera ocasiones de gol fueron para los visitantes en sus primeras aproximaciones a la meta de Aitor Fernández, que se tuvo que emplear a fondo ante un remate de Benzema en el minuto 10 y ante otra de Modric un minuto después.

Superado el primer cuarto de hora el partido de abrió, con la presencia de los dos equipos en el campo rival en busca del primer gol de la noche y sin que ninguno pudiera imponer su dominio en el centro del campo.

Aunque el Madrid empezó a dominar el juego, con más posesión que su rival, el Levante trataba de aprovechar el más mínimo error de los madridistas para hacer daño a la contra.

Con el paso de los minutos el Madrid hizo más evidente su dominio pero se mostraba impreciso en los metros finales, ya que combinaba bien en las inmediaciones del área del Levante pero fallaba en el último pase.

Además del asedio del Madrid, Aitor también tuvo que emplearse a fondo en una cesión de Toño con el pecho que al meta local le costó desbaratar tras un centro de Hazard.

Aunque el Levante también lo intentó a través de su velocidad en ataque la defensa de los de Zidane se mostró muy sólida y Courtois apenas pasó por dificultades mientras que el Real Madrid incrementó en los minutos finales de este periodo su acoso a la meta local pero sin poder definir.

El Madrid dio continuidad en el segundo tiempo a su ofensiva. De nuevo puso coto a la meta de Aitor pero el entramado defensivo local impedía al equipo de Zidane encontrar su premio, mientras que el Levante trataba de aprovechar una de sus contras para sorprender al rival.

Tras las intentonas infructuosas de los visitantes el Levante le perdió el respeto al Madrid superado el minuto 65 y empezó a inquietar a un Courtois que apenas había pasado por apuros en casi todo el choque.

El Madrid había perdido el dominio del juego y el equipo de Paco López, tras haber aguantado bien las embestidas de su oponente, quería ahora el partido.

Así, el Levante se adelantó en el marcador con un gran gol de José Morales en el minuto 79 tras un fuerte remate escorado del capitán levantinista.

El gol dejó tocado al Madrid y aunque intentó nivelar el marcador ya no recuperó su control en el juego ante un Levante envalentonado que se pertrechó bien atrás para lanzar rápidos contragolpes aunque el marcador ya no varió..

Reinier fue presentado en el Real Madrid

Marca.- Después de vestirse de blanco por primera vez y de pisar el césped del Santiago Bernabéu, Reinier ofreció su primera rueda de prensa como jugador del Real Madrid poniendo el punto y final a la intensa mañana que vivió en su acto de presentación como jugador blanco.

Su primer día de blanco: «Es el sueño de toda mi familia. Estoy muy feliz de cumplir un sueño».

Vinícius y Rodrygo: «Son grandes jugadores. Ayer estuve en casa de Vinícius, que es un gran amigo mío. Estoy preparado para aprovechar las ocasiones que me den y muy feliz por el recibimiento que me han dado».

Del Flamengo al Castilla: «Estoy contento con el recibimiento de mis nuevo compañeros y del míster, Raúl. Llevo poco y pero estoy seguro de que todo irá bien».

Raúl: «Estoy muy contento con él, me deseó suerte. Lo que quiero es jugar con el Madrid y como decimos en mi país, voy a dar la vida por este club».

Ídolo del primer equipo: «Me apetece jugar con todos los jugadores, estando en el Madrid son todos los mejores. Tengo muchas ganas de jugar ya».

Primer contacto con el Madrid: «Fue una felicidad inexplicable cuando mi padre me llamó por teléfono estando en el Mundial de clubes. No sabía si salir corriendo a un lado o a otro… Empecé a llorar de alegría».

Enamorado del Madrid: «Vi el Madrid de Cristiano Ronaldo y veía vídeos que me dejaron encantado con este club. Estoy aquí gracias a mi familia».

El ejemplo de Zidane: «Fue un gran jugador y un ídolo del Madrid. Intento aprender de todos los grandes jugadores».

La presión del Madrid: «Estoy seguro de que hay mucha presión aquí, pero es un sueño y voy a pecho descubierto para conseguir mi sueño. Estoy muy feliz con esta oportunidad».

Estilo futbolístico: «Kaká es uno de mis ídolos y tengo características de llegar al área y finalizar. Kaká habló conmigo y se lo agradezco. Daré todo lo mejor. Puedo jugar en todas las posiciones de ataque, no tengo problemas en ese sentido».

La emoción de su familia: «En la presentación me ha pasado por la cabeza todo lo que viví en la infancia. Pasé mucho tiempo solo en Río sin mi madre y sin mis hermanas en busca de mi sueño (no puede seguir hablando de la emoción). Estoy seguro de que todo ha sido gracias a ellos».

Foto: AS.

El Madrid tropieza con el Celta y la Liga se pone al rojo vivo

AS-.

Se acabaron los campeones de cien puntos como se acabaron los videoclubes. La nueva era estará repleta de partidos como del sábado en el Camp Nou o este del Bernabéu, en el que el Celta, que llegó al partido en descenso y se marchó fuera de él, mostró que está a la altura de la LigaEl Madrid mandó más que remató, asunto que tiene pendiente desde hace año y medio, se dejó dos puntos y vuelve a tener al Barça en el cogote.

En cierto modo alejado de su estilo, con un colectivismo insólito, casi una rareza en la casa, el Madrid ha sobrevivido a los dos meses y pico sin Hazard, el jugador que debe traer la primavera. Volvió sin anestesia, en el once inicial, y ante el Celta, un equipo que vive claramente por debajo de sus posibilidades. Un caballo de carreras entre caballos de batalla. Uno de esos equipos cuya elegancia les vuelve especialmente vulnerables en el sur de la tabla. No fue la de Hazard la única sorpresa de Zidane, empeñado en no dejar a nadie atrás ni en el avance ni la retirada. Así que repitió con Bale, cuestión de fe en la que está a punto de quedarse solo, y le dio el partido a Marcelo, relegado por un lateral de sutura como Mendy, amenazado por cuatro amarillas. Pero Bale y Marcelo están tan muy lejos de sí mismos.

Una alineación melódica que se encontró pronto con la adversidad de un gol del Celta. Un gol que merece capítulo aparte por su precisión. Aspas metió un pase profundo por el ojo de la aguja y Smolov sólo necesitó dos toques maestros para superar a Courtois: control en carrera y remate colocado. Hasta entonces, el Madrid no había conseguido filtrar ni un pase en esa zaga de cinco que Óscar García lleva bajo el brazo a los grandes escenarios, aunque recuperaba pronto, agilizaba la circulación del balón y movía a los gallegos de banda a banda. El Celta llegó al gol sin la pelota. Y sin la pelota se defendió luego a medio camino entre la acumulación y el orden, con algún paréntesis de Rafinha, el de mejor salida de los gallegos, y de Aspas, un jugador excepcional dentro y fuera del área.

Al Madrid le salió el tic de los días espesos: mandar centros al área incesantemente, muchos al tuntún, cansado de no encontrar caminos por abajo. Y así la cosa no va más allá de invitar a Ramos a cambiar de área, algo para lo que tampoco hace falta insistirle demasiado. Una estrategia para Jovic… sin Jovic. Hazard entró y salió de la izquierda, Bale no se movió de la derecha, Benzema quedó ahogado en aquel puré defensivo y el empuje de los volantes fue insuficiente.

Decisivos cambios de Óscar

Así que el Madrid se fue al descanso con un empacho enorme de pelota, la conciencia tranquila en la recuperación y dos remates lejanos de Casemiro y Marcelo y un otro más cercano y alto de Bale, tras combinación Hazard-Benzema, sociedad que promete. Pero echó en falta a Modric e Isco, jugadores que rompen líneas, y a Vinicius.

El Celta, por contra, presumió de centrales y de la sabiduría de Rafinha, un centrocampista de referencia, definitivamente el faro del equipo. Y lamentó no irse al descanso con más ventaja porque Courtois estuvo felino en un cabezazo de Aidoo a la salida de un córner. Aquel balazo hubiera matado al Madrid.

La segunda parte devolvió al equipo de Zidane cierta verticalidad y sensatez en el juego, aunque comenzara con un gol anulado a Ramos, autoproclamado nueve del equipo. Pero el tanto válido tuvo un estilo bien diferente, en una combinación Benzema-Marcelo y pase retrasado del brasileño que remató con precisión quirúrgica Kroos, que le ha metido al Celta más goles a ningún otro equipo. El cambio de viento del Madrid vino inspirado por el alemán y Casemiro, faro y farero. Ellos le quitaron la pelota y la respiración al Celta y los demás anduvieron por la causa.

En pocos minutos el Madrid culminó la remontada. Benzema metió un pase por el desfiladero a Hazard al que este llegaba a duras penas y sin opción de gol cuando Rubén lo atropelló. Penalti de pardillo y gol de Ramos, esta vez en la suerte natural.

Óscar metió a Sisto, duende y trasto en un solo cuerpo. Y Alberola le echó una mano al Madrid perdonándole la roja a Bale por una entrada alevosa a Rafinha. Sólo entonces fue el Celta lo que aparenta, un equipo lleno de jugadores de buen pie. El Madrid se sintió amenazado y Zidane acabó metiendo a Modric, un jugador con enorme magnetismo en el centro del campo. Un matador de partidos. Y luego a Mendy. Pero al Celta le fue mejor con los cambios. Dos suplentes, Denis Suárez y Santi Mina, pasador y ejecutor, se colgaron la medalla del empate, para confirmar que el equipo no es lo que parece en la tabla.

Foto: AS.

Hazard vuelve a plantel del Madrid tras lesión

Hazard

AP.- Eden Hazard reaparece con el Real Madrid por primera vez desde noviembre, cuando sufrió una lesión en el tobillo.

El técnico del Madrid, Zinedine Zidane, incluy al delantero belga en su plantel para el encuentro de La Liga, previsto para este domingo ante el Celta de Vigo en el estadio Santiago Bernabéu.

Hazard no juega desde el 26 de noviembre, cuando enfrentó al París Saint-Germain en la Liga de Campeones.

Había practicado con el equipo durante las últimas dos semanas, pero no se le había incluido en el plantel.

“Es un grandísimo jugador. Es hora de que vuelva con el equipo”, dijo el francés Zidane.

“Si entrena con nosotros es que está bien físicamente. Hace tres meses que no juega y tiene que coger ritmo, pero físicamente está listo para estar con nosotros”, explicó.

El Madrid llega al encuentro dominical empatado en puntos con el Barcelona, que superó el sábado 2-1 al Getafe.

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El Real Madrid goleó al Osasuna y se afianza como líder de la tabla

EFE.- El Real Madrid venció este domingo con claridad a Osasuna en El Sadar (1-4) después de remontar con actitud un gol del equipo navarro obra de Unai Garcia y firmó su quinto triunfo consecutivo en la Liga que le afianza como líder.

Como era de esperar en El Sadar, Osasuna salió a morder desde el primer minuto a un Madrid herido tras su eliminación en la Copa ante la Real Sociedad y que volvía a Pamplona después de tres años. En el minuto 3 de partido, Jose Arnaiz dispuso de la primera ocasión de gol para el equipo local, pero su disparo se marchó cerca de la escuadra izquierda de Courtois.

El primer gol del partido llegó como más le cuesta a Osasuna, a balón parado. Ruben Garcia puso un centro medido desde el córner y Unai Garcia se adelantó a un jugador que muy pocas veces falla en acciones defensivas como Casemiro. Se lanzó en plancha y cabeceó el esférico al fondo de las mallas con un remate cruzado. El Sadar enloqueció.

La primera parte fue avanzando con un Real Madrid que quiso hacer valer su ley a través de jugadores de calidad como Modric, Isco o Benzema, quienes no se vieron acompañados por Bale, que después de cuatro partidos sin convocar demostró una falta de ritmo considerable.

En el minuto 33′, Isco empató el encuentro con un remate de volea ante el que Sergio Herrera nada pudo hacer. El Madrid se fue adueñando de la posesión del balón a raíz del empate y cinco minutos después Modric sirvió un balón a la cabeza de Casemiro, que cruzó el esférico al primer palo y allí apareció Ramos para poner el 1-2 en el marcador antes del descanso.

El equipo de Zidane salió con algo más de intensidad en la segunda parte, buscando transiciones rápidas con las que sorprender al conjunto navarro. El técnico vasco de Osasuna, Jagoba Arrasate, puso sobre el césped a su nuevo delantero Enric Gallego para tratar de empatar el partido con juego directo.

El hombre más activo del encuentro por parte de los rojillos fue Ruben Garcia, quien actuó como delantero y después como segundo punta.

Los minutos se fueron sucediendo sin grandes ocasiones hasta que en el 69′ García disparó con violencia a puerta, pero el balón, que iba dentro, lo despejó a córner Varane.

Con un Osasuna volcado sobre el campo madridista llegó el gol que finiquitó el partido. Un mal pase de los locales hacia su portería fue recogido por Benzema para encarar a David Garcia, esperar a Lucas Vázquez y servirle un balón perfecto para que anotase el 1-3, solo ante Sergio Herrera.

Jovic marcó el cuarto de su equipo en una contra dirigida por Valverde en el tiempo añadido. Un triunfo claro del Real Madrid le afianza en la primera posición de la Liga.

Foto: EFE.