Fioravante De Simone (Caracas).- Si hablamos de fútbol venezolano los primeros nombres que le vienen a la mente a los jóvenes fanáticos son Wuilker Fariñez, Salomón Rondón, Tomás Rincón o Gabriel Cichero. Pero antes que ellos por nuestros terrenos de juego pasaron jugadores como Luis Mendoza (72 años), considerado por los expertos como el mejor jugador de fútbol venezolano de todos los tiempos. Gracias a su magia con el balón y el haber enarbolado su incondicional lucha por los espacios para el jugador criollo en su fútbol nativo se ganó el apodo de “la leyenda”.
El ex mediocampista, camisa 10 de clase mundial, nace en Caracas un 21 de junio de 1945 (el mismo día que Michael Platini pero diez años antes que Le Roi). “Mendocita” hizo su debut, con apenas 15 años, en la Primera División venezolana con la camiseta del Banco Agrícola y Pecuario. La leyenda ostenta el récord de jugador más joven en debutar en la máxima serie de nuestro balompié.
“Cuando tenía cuatro años, yo era la mascota del Unión Fútbol Club. Después, mis padres me inscribieron en el Colegio Dos Caminos, reconocida escuela de fútbol. En ese entonces el director era Julio Bustamante (años después se convertiría en presidente del Comité Olímpico Venezolano)” – nos cuenta Luis Mendoza, agregando – “Allí tuve como compañeros de equipo a Luis González, Papita Stember, Landaeta. El entrenador era mi papá, Luis Alejo”.
Su, padre había sido futbolista del Unión y Dos Caminos donde tuvo como compañeros de equipo a Hermán Chiquitín Ettegui entre otros.
Cuando tenía 10 años, Luis Mendoza Benedetto se muda con su familia a Italia. Allí juega fútbol, pero solo a nivel amateur. “Allí no podía jugar en las categorías menores por ser extranjero, una normativa extraña, ya que a nivel profesional sí podía hacerlo. Pero de todas formas, jugaba mis caimaneras. Eso me ayudó en mi formación, ya que jugaba con personas muchos más grandes que yo” resalta.
En principio, la familia Mendoza vivió en la ciudad de Genova, después se mudaría a Parma donde el padre de la Leyenda se graduaría en Economía. “Recién llegados a Italia mi equipo preferido era el Genoa, ya que nos residenciamos en esa ciudad portuaria y con los rossoblú jugaban los suramericanos, el argentino Miguel Ángel Montuori y el uruguayo Julio César Abbadie. Que algunos años más tarde enfrentaría con la camiseta del Deportivo Italia en el Estadio Universitario, el de baseball, en un juego vs Peñarol” – nos dice Mendoza – “Iba con mi viejo a Turín a ver fútbol del bueno y, por su puesto, hubo un cambio de equipo, prevaleció ese amor por una tierra lejana. La Juventus tenía los mismos colores que el Dos Caminos. Con ellos jugaba “El Cabezón” Omar Sivori a quien siempre consideré un ídolo y el mejor del mundo hasta que apareció mi amigo Diego Armando Maradona”.
Después, en 1959, regresa con su familia a Venezuela. Un día, mientras jugaba una caimanera con sus amigos en la avenida San Martín se percata del talento de “Mendocita” el uruguayo Indio Clemente Ortega. El charrúa, en ese entonces dirigía al Banco Agrícola y Pecuario. “Al terminar el juego me preguntó si quería jugar en la Liga Mayor. Yo le contesté sin dudarlo que sí. También tenía que pedirle permiso a mi padre para poder fichar, ya que contaba sólo con 15 años”.
El tan anhelado y soñado debut en el fútbol profesional se dio casi de inmediato, ya que el técnico Clemente Ortega no contaba con algunos jugadores por estar lesionados y otros suspendidos.
“Antes de esa experiencia nunca había tenido indicaciones, ni disciplina táctica. Debuté en el profesional siendo un ‘carajito’. En ese equipo tuve la suerte de tener como compañero de equipo a un fenómeno como Alí ‘El Cholito’ Tovar. Fue un grande de nuestro fútbol. El Cholito durante la denominada ‘Mini Copa del Mundo’ se midió al Valencia de España, el Benfica de Portugal y al Sao Paulo de Brasil”, recordó.
Se ganó el respeto
Gracias a su enorme talento, Luis Mendoza lograba ganarse un espacio en sus clubes en una época donde jugaban uno o dos jugadores venezolanos por partido. “Durante mi carrera jugué con Maiderense, Santo Tomas de Aquino, Deportivo Italia, Deportivo Galicia, Portuguesa, Estudiantes de Mérida y Caracas. Con los azules yo era el capitán, pero tenía 16 compañeros de equipo brasileños, dos italianos y sólo dos venezolanos. Gracias a mi carácter donde defendía siempre los derechos de los jugadores criollos me gané el respeto y me convertí en un líder en el vestuario. Pero al principio no fue fácil, tuve problemas con los brasileños. Me caí literalmente a ‘coñazos’ (sic) en los camerinos. Yo jugaba en Venezuela, pero yo era el extranjero: árbitros, jugadores y fanáticos eran todos extranjeros”.
En sus 8 años con la elástica del Deportivo Italia, participó en 4 ediciones de la Copa Libertadores. A esto hay que agregarle los amistosos de lujo donde se midió a conjuntos como Partizan de Belgrado, Dinamo Moscú, Peñarol, Boca Juniors, River Plate, Sporting de Lisboa, Milan y Pescara.
“Recuerdo que en el juego ante los portugueses perdíamos 0-3 y remontamos la pizarra con un espectacular 4-3. El portero de ese equipo era Victor Manuel Damas, que en ese entonces era titular también en la selección de Portugal. Yo anoté también un gol en ese juego. ¡Imaginate lo que significó ese triunfo para nosotros!”, dice Luis Mendoza hablando de ese juego amistoso y recuerda otros más: “Con el Milan empatamos 0-0. En ese entonces los rossoneri eran dirigidos por Nereo Rocco y tenía como capitán a Cesare Maldini, que estaba a punto de retirarse. También nos enfrentamos al Pescara que contaba en sus filas con el ítalo-venezolano Bruno Nobili y no se hicieron esperar las comparaciones conmigo”.
Como dato curioso, recuerda un juego amistoso con el legendario Peñarol, que se disputó sobre el diamante del estadio Universitario de beisbol. Otra extraordinaria experiencia fue en el cotejo ante el Dinamo de Moscú, pues estaba el famoso portero Lev Yashin, “la araña negra”. Ese juego terminó 0-0.
Mendocita tuvo palabras de elogio para algunos de los dirigentes de sus ex equipos “Tuve la fortuna de conocer a esos directivos de mucho corazón como Mino D’Ambrosio, Silvio Capelletto, Alberto Pizzi y Herminio Staccioli”.

Más experiencia
En 1970 es trasferido al Deportivo Galicia, equipo con el que gana el título y se clasifica a la Copa Libertadores del año siguiente. A mediados de 1971, se enfunda la camiseta de Estudiantes de Mérida con quienes gana la Copa Venezuela. En 1973, inicia su andar con el Deportivo Portugués ganando la estrella y clasificándose para la Libertadores. Con el Deportivo Portugués roza el título en la temporada siguiente y esta performance le permite clasificarse para la máxima competición continental de clubes. En 1975 está de vuelta con el Deportivo Galicia, logrando el subcampeonato y nuevamente clasifican a la Copa Libertadores de 1976. En 1980 a los 35 años decide su retiro como jugador activo de las canchas.
Durante su gloriosa carrera profesional tuvo la posibilidad de jugar y compartir con futbolistas como: Alfredo Di Stefano, Lev Yashin, “Indio” Ortega, “Cholo” Tovar, Carlos Eduardo Gómez, Augusto Nitti, Vito Fassano y muchos más. Con Vito Fassano los une mucho más que una amistad, pues son familia. Uno de sus hijos Luis Carlos está casado con Jeanette, hija del glorioso ex cancerbero del Deportivo Italia y Gremio de Porto Alegre de Brasil.

Su pasión por la Vinotinto
Con la camiseta de la Vinotinto hizo su debut a los 16 años. Luis Mendoza tiene la dicha de defender la elástica más deseada en 55 juegos, donde anota 12 goles. En este período de tiempo participa en 3 eliminatorias (Inglaterra ’66, México ’70 y Alemania ’74) y 3 ediciones de la Copa América.
“Hice mi debut en los Juegos Bolivarianos de Barranquilla donde obtuvimos la medalla de bronce. Jugar con la Selección es una sensación única, te tiemblan las piernas cuando oyes el Himno Nacional. Pero si después, oyes que solo cinco compañeros se saben y cantan el ‘Gloria al Bravo Pueblo’ es una cosa que te llena de rabia. Lo que resulta inconcebible es quitarle a un venezolano de 20 años su legítimo derecho de integrar su selección nacional, por meter a un jugador importado de 35 años o más”.
Muchos fanáticos de la Selección tal vez no saben que Luis Mendoza anotó un gol de impresionante factura por el que se le otorgaría el importante premio Puskás. Esa definición mágica y de plasticidad artística fue realizada en el estadio Olímpico de la UCV, el 3 de agosto de 1969: “Comenzó en un saque de banda, que me sirvió David Mota, al comenzar el segundo tiempo, trascurridos sólo diez minutos. Me quité con la pelota pegada al pecho al lateral Gabriel Hernández y unos metros más adelante de la media cancha, le pegué un soberbio riflazo sin dejarla caer con el efecto gurrúfio. El portero colombiano Lagarcha no pudo hacer nada”, recuerda con emoción.
El 12 de octubre de 1977, nuevamente el estadio Olímpico de la UCV disputó en un juego de elites a la selección Resto de América vs Real Madrid. “Fue una cosa increíble. El estadio estaba hasta la bandera y la televisión venezolana transmitió un juego sin precedentes, donde participaron las estrellas del fútbol mundial de la época”.
Luis Mendoza estaba en el staff técnico de la única Vinotinto que participó en un torneo olímpico de fútbol. Lo hizo en la edición de Moscú en 1980. Nuestra selección nacional participó en el preolímpico Colombia 1980 y posteriormente en los Juegos Olímpicos de Moscú. El evento celebrado en el país cafetero, no contó con la participación de todos los países ya que Ecuador, Paraguay y Uruguay, renunciaron. Por este motivo el torneo se disputó bajo el formato todos contra todos en un solo grupo.
“En enero de 1980 la Federación llamó al técnico Manuel Plasencia como principal y a mí como su asistente para el Preolímpico de Colombia y en las primeras semanas comenzamos a armar el equipo”.
En tierra cafetera Venezuela se medió a Brasil (derrota 2-1), Colombia (victoria 1-0), Argentina (derrota 1-0), Bolivia (triunfo 5-1), Perú (derrota 2-0) y Chile (0-0). Ya eliminada, la selección nacional se despidió ocupando la cuarta casilla sobre los representantes de Brasil, Chile y Bolivia, sin duda este fue un éxito para nuestra Vinotinto.
Venezuela asiste por primera vez a unos Juegos Olímpicos en fútbol, luego de tres intentos fallidos por clasificar. La adhesión de Argentina y Perú (primero y tercer clasificado en el preolímpico) al boicot propuesto por los Estados Unidos a la Unión Soviética, permitió a nuestra selección ocupar la vacante de los gauchos.
“Quedamos en el grupo A con la Unión Soviética, Cuba y Zambia equipos que también habían sido acomodados por exclusión. Los antillanos en el lugar de Estados Unidos y los africanos por Egipto”.
Venezuela perdió en el debut ante los soviéticos con pizarra de 4-0, serían derrotados 2-1 por Cuba, pero en la última fecha se llevarían la victoria (2-1) ante Zambia. “Fue una experiencia bellísima. Hicimos un bonito papel jugando contra grandes selecciones que tenían más experiencia que nosotros. Contra Zambia nos llevamos la victoria, pero lamentablemente este resultado no nos ayudó a mantenernos con vida en el torneo”.
Recuerda que el 20 de julio de 1980, en el estadio Lenin, ante unas 80 mil personas la Vinotinto hizo su debut en un torneo olímpico. “¡Fue una cosa impresionante! ¡Una olimpiada es una cosa arrechísima! (sic) Jugar en un estadio tan grande lleno de fanáticos. Pero nosotros no nos amilanamos y mostramos nuestra personalidad ante la adversidad”.
En junio de 1981 asume el cargo de director técnico de la selección nacional de mayores, convirtiéndose en el primer técnico venezolano en hacerlo. Con él a su cargo, la selección realiza cuatro partidos amistosos en casa enfrentando al Peñarol de Uruguay, con empate sin goles, el 29 de mayo de 1981; con el Valencia de España, perdiendo 4 a 1, el 5 de Junio de 1981; con el Sporting de Lisboa, ganando 1 a 0 y el primer encuentro frente a España, el 28 de Junio de 1981, Estadio Olimpico UCV, en Caracas. Venezuela 0 vs España 2.
En 1983, Luis Mendoza se va para Italia para estudiar en Coverciano, en la institución que define como la universidad del fútbol. “Una experiencia inolvidable. Tuve como compañeros de estudios a los italianos Fabio Capello, Francesco Rocca, Claudio Sala y Romeo Benetti. Sin olvidarme de los brasileños Angelo Benedicto Sormani y Amarildo Tabares da Silveira. Entre mis profesores estaban Enzo Bearzot y Giovanni Trapattoni”.
El 30 de marzo de 1986 en el Estadio Brígido Iriarte, se escribe una página histórica en nuestro fútbol nacional. Con 41 años de edad, “Mendocita”, juega de titular en la victoria 4-0 del Caracas ante Mineros de Guayana, junto a su hijo mayor “ElCabezón” Luis Enrique Mendoza, donde tuvo una gran actuación y clasificaron a los play off.
En ese entonces “La Leyenda” era entrenador y jugó varios partidos. El 27 de abril de ese mismo año, entra de reserva y juega en la derrota 0-1 ante el Club Sport Marítimo, junto a Luis Enrique. El 31 de mayo juega su último partido como profesional en la derrota 0-1 ante Deportivo Táchira, nuevamente de la mano con su hijo.
Actualmente, a sus 72 años, no pierde la oportunidad de enfundarse los short y una camiseta de fútbol para participar en las caimaneras junto a sus amigos.
Nota tomada del portal digital www.venezuelafutbol.com.ve.