LVBP: Tres jugadores importados volverán a uniformarse con La Guaira

La Guaira

Diego Romario González (Prensa Tiburones).- Los Tiburones de La Guaira anunciaron este domingo la contratación del brasilero Leonardo Reginatto (IF) y de los norteamericanos Sam Bordner (LD) y Nate Antone (LD), como jugadores importados para la venidera temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

El trío de extranjeros regresa a la tropa litoralense, luego de Reginatto haber vestido la camiseta de Tiburones en la temporada 2019-2020 y Antone y Bordner en la zafra pasada.

El anuncio se dio en México en medio de una reunión de los jugadores y el gerente general escualo César Collins en su primera parada de la gira por las diferentes ligas del mundo.

Reginatto dejó promedio ofensivo de .338 con 22 carreras remolcadas en 41 juegos en la 19-20 y bateó .335 con cinco jonrones y 44 fletadas en sus siguientes dos campañas en el circuito local con los Navegantes del Magallanes.

Como ya ha demostrado en los diamantes naciones e internacionales, es un jugador de contacto que también ofrece profundidad con el guante al tener la versatilidad de cubrir casi todas las posiciones del cuadro.

En el 2023 está jugando en México con los Rieleros de Aguascalientes. En 82 juegos batea .330 con 5 cuadrangulares, 21 dobles, 59 impulsadas y 50 anotadas.

Bordner y Antone, repiten luego de que ambos se convirtieran en una base sólida del bullpen de Tiburones en la primera mitad del torneo pasado.

El “Tio Sam” fue el cerrador de La Guaira en el primer tercio de la contienda pasada y luego fue figura importante del bullpen en el resto de la ronda regular. Antes de irse a pasar navidades y fin de año con su familia el 20 de diciembre, dejó registro de 4-3 con cinco juegos salvados y 3.60 de efectividad en 25.0 IP con 24 ponches. Luego volvió en enero para disputar la final ante Leones del Caracas y trabajó 2.1 entradas en blanco.

En México, con los Tecolotes De Los Dos Laredos tiene récord de 3-0 con porcentaje de carreras limpias de 1.69 en 17 juegos.

Antone también fue clave en la buena campaña que vivió Tiburones el año pasado. Tuvo registro de 3-0 con 3.86 de efectividad en 21 juegos como relevista.

Su rendimiento continuó en México, también con los Tecos, y en 25 compromisos ha ganado 6 juegos contra 3 perdidos, su efectividad está en 3.22 y ha sido utilizado como abridor en 11 de sus 25 presentaciones.

Cerrados Danry y Arcia

Collins, en la misma reunión con los importados, tuvo la oportunidad de conversar también con los jugadores criollos Danry Vásquez y Francisco Arcia para cerrar sus acuerdos en sus participaciones en la 2023-2024. Ambos se unen al lanzador Ricardo Pinto, quien también se sumó al compromiso de uniformarse desde el primer día en la próxima temporada.

Alí Castillo lidera a un septeto explosivo en la LVBP

Tony Cittadino (Mallorca).- Alí Castillo  entró en los libros de récords de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), al lograr el promedio de bateo más alto en la historia con .430. En su hazaña de batear sobre .400 en la temporada 2020-2021, lo acompaña Danry Vásquez y Hernán Pérez, quienes conforman por primera vez un trío de peloteros con semejantes números al finalizar una zafra en la pelota criolla.

Todos se suman a un grupo de pioneros en estas lides, integrado por Pablo García (Navegantes del Magallanes), Víctor Davalillo (Leones del Caracas), Dave Parker (Magallanes) y Bob Abreu (Caracas), casualmente cuatro toleteros zurdos y miembros de los “Eternos Rivales”.

El antesalista de las Águilas del Zulia finalizó la campaña con promedio de .430, para dejar atrás la marca de Abreu en la campaña 1998-1999. Castillo lo hizo en  37 juegos y fue la bujía ofensiva del conjunto rapaz, pero no fue suficiente para meterlos en la semifinal.  Terminó con 14 carreras impulsadas, 20 anotadas y un jonrón.

Castillo finalizó la temporada dos días antes y no disputó los últimos tres juegos, pues tuvo que ser atendido en una clínica de Barquisimeto por una afección cardíaca que no pasó a mayores.

Vásquez se fajó con los Tiburones de La Guaira al ligar para .414, siendo el segundo mejor average de la temporada y el tercero de por vida de la cofradía. El zurdo impulsó 28 carreras y anotó 25 en 27 duelos, con cinco cuadrangulares conectados.



Pérez tampoco se cansó de batear con los Tigres de Aragua. El camarero fue clave para meter al equipo en la semifinal y ligó para .402, quedándose con el tercer mejor promedio de la zafra y también del selecto grupo. El derecho participó en 30 choques, en los que sacó la bola del parque en cinco ocasiones, impulsó 28 rayitas y pisó el plato en 29 ocasiones.

Los pioneros

El primero en conectar sobre la abultada cifra fue García, quien lo hizo en la primera campaña de la LVBP, la de 1946. El jugador nacido en Santa Clara, Cuba, era un inicialista que también podía desempeñarse como outfielder. En 21 partidos conectó para .403 (77-31).

“Vítico”, el máximo hiteador en la historia del torneo con 1.505 petardos, y segundo con más coronas de bateo (1962-1963, 1963- 1964, 1967-1968 y 1970-1971, todas con Caracas), sólo superado por Sojo (1989-1990, 1990-1991, 1993-1994, 1994-1995 y 1999-2000, todas con Lara), fue el primer criollo en lograr la hazaña al sonar para .400 exactos en la 62-63 (150-60). El zuliano participó en 38 cotejos.

Trece campañas tuvieron que pasar para que emergiera el tercer integrante del grupo: Parker. “La Cobra”, explotó con el madero en la zafra 1976-1977, su segunda en Venezuela de las tres en que participó con Magallanes, al promediar para .401 (162-65) en 38 cotejos. Parte fundamental del llamado “Poder Negro” de los Navegantes, fue la sensación de la justa que coronó más tarde a su equipo.

Abreu había sido el último en lograr la proeza con el algoritmo más alto y quizás, el que ha traído más polémica. El “Comedulce” destrozó la Liga con average de .419 (124-52) en la contienda 1998-1999 con los melenudos.


En el caso del toletero zurdo se tuvo que acudir a las reglas, pues los turnos legales no le daban para obtener el liderato. La regla 10.23 referente a los requisitos mínimos para los campeonatos individuales, en su apartado “A”, establece que el campeón de bateo será aquél que logre el promedio más alto, siempre y cuando tenga tantas o más apariciones al plato como juegos programados por la Liga para su equipo, multiplicado por el factor 2.7.

Es por ello que al jardinero derecho se le otorgaron los turnos que le faltaban, se le sumaron los boletos y golpeados para que le dieran las apariciones y así poder llevarse su  única corona de bateo con el promedio más alto, hasta que apareció la hazaña de Castillo en el 2021.

 

Foto: Prensa Zulia

Danry Vásquez: El idilio de una segunda oportunidad

Yelimar Requena (Caracas).- Dos años después del episodio más oscuro de su vida, Danry Vásquez comenzaba a recibir nuevas oportunidades en marzo de 2018. Celebraba el embarazo de su esposa y había logrado pactar con el equipo Lancaster Barnstormers de la Liga Independiente de Estados Unidos, para retomar aquella carrera internacional que se había interrumpido por una investigación de violencia doméstica.

Todo parecía tomar su curso. La tormenta había pasado e incluso, le habían aprobado la visa para viajar y trabajar en Estados Unidos, pero, de un momento a otro, todo se vino abajo.

El video de lo ocurrido en 2016 se viralizó y miles de personas pudieron ver aquella escena que, aún hoy, él intenta olvidar. El escarnio público fue inevitable, pero no fue lo peor. El toletero perdió el contrato que acababa de finiquitar y llegó a pensar que más nunca podría jugar beisbol.

“Cuando el Lancaster me llamó para dejarme libre por aquel video, yo apenas estaba levantando el vaso de champaña con mi familia, porque me habían dado la visa ese día. Todo se me vino abajo, me derrumbé”, confesó el toletero de ahora 26 años.

“Pensé en no jugar más béisbol, estaba seguro de que nadie me iba a dar otra oportunidad a pesar de que yo era una persona distinta, porque todo el mundo piensa que lo que pasó en 2016 no me dolió y están equivocados. No hay nada más doloroso que verte y no reconocerte y yo no reconozco a ese hombre del video”, reveló.

La continuidad de Danry en la pelota peligró incluso en Venezuela. Hubo muchas presiones sobre los Tiburones de La Guaira y la LVBP para que fuese sancionado y se le prohibiese jugar.  Sin embargo, las autoridades decidieron que no se le podía juzgar por algo que había pasado dos años atrás. Desde entonces, su compromiso con los escualos es doble.

“Siempre voy a estar agradecido con los Tiburones por darme la oportunidad de quedarme y demostrar que soy un hombre diferente, porque de verdad yo trabajé duro para sanarme, busqué todas las ayudas profesionales posibles, me acerqué a Dios y me refugié en mi familia para poder dejar atrás tanta agresividad”, comentó con alivio.

“Hay muchas cosas de ese día que ni siquiera recuerdo, mi mente se bloqueó y todo fue muy confuso para mí. Creo que esa es una sensación que solo entiende quien haya pasado por algo similar”, admitió.

Una reinvención necesaria

Tras muchos reproches, señalamientos y miedos, Danry comenzó un proceso de sanación interna que fue realmente lo que marcó un antes y un después en su historia. El apoyo de su familia fue la piedra angular de ese nuevo comienzo.

“No puedes permitir que nada te destruya, estamos contigo y vamos a aguantar cualquier tipo de ofensas hacia a ti, tú también tienes que aguantar para que cuando tu hijo nazca tenga la seguridad de que fuiste lo suficientemente valiente para seguir adelante”. Esas fueron las palabras de su familia justo cuando él pensaba en rendirse.

“Mi familia lo es todo. El apoyo de ellos es diario. Yo tengo a mis hermanos fuera del país y aun así hablamos todos los días, mi esposa y mi hijo están aquí en Venezuela -ella es mexicana y él estadounidense- y están aquí apoyándome. Esa es mi mayor inspiración”, dijo sonriente.

Indudablemente, el tiempo también ha hecho lo suyo. El jardinero ha madurado, incluso, como jugador y, finalmente, ha llegado el momento en el que todo le sale bien. Su actitud es diferente, transmite respeto por el juego y ha logrado conectarse con gran parte de la afición. Es feliz y se nota.

“Hoy por hoy, estoy en paz. No deseo ni siquiera saber quién hizo público ese video luego de dos años, justo cuando yo empezaba a recuperar mi vida, creo que Dios se va a encargar de eso”, enfatizó.

“Estoy muy contento por todas las cosas buenas que he recibido justo cuando pensé que nunca más nadie iba a confiar en mí”.

Un regreso por todo lo alto

Después de un año de ausencia, Danry reapareció en la LVBP para vivir una temporada magistral en la que terminó siendo el cuarto mejor bateador de todo el circuito con un promedio de .368, que solo superaron Jay Austin, Yosmany Guerra y Yojhan Quevedo.

Su producción lo hace un claro candidato al Premio Regreso del Año. Sin embargo, aunque confiesa sentirse emocionado por esa posibilidad, insiste en lo más importante para él es demostrar que está de vuelta por las razones correctas.

“Todo lo dejo en manos de Dios, lo único que espero es que si ganó o pierdo sea por lo justo, por lo que he hecho en el terreno”, sostuvo.

“Muchos saben todo lo que yo he luchado para estar en donde estoy y todo lo que he tenido que pasar. Me he esforzado dentro y fuera del terreno para demostrar que soy una buena persona y que ese Danry que vieron hace dos años, ya no existe. Más que el premio, espero que la gente acepte que existe el arrepentimiento sincero y siempre se puede rectificar”, insistió.

El jardinero escualo despachó 50 hits en la fase regular, incluidos cinco jonrones (tope personal), e impulsó 24 carreras en 34 juegos, recibió hasta 15 boletos y apenas se ponchó nueve veces. Ahora, en los primeros cuatro juegos de su serie frente a los Leones, tiene un astronómico promedio de .769 con 10 hits en 13 visitas al plato.

Su éxito se lo atribuye a su equipo que, sin lugar a dudas, vive un momento verdaderamente mágico. Asegura que todos son familia y se siente protegido.

“La paz y la magia que se siente en este equipo es algo que yo nunca había experimentado. Aquí nadie te juzga, si fallamos, fallamos todos y si ganamos, ganamos todos. Es una química maravillosa… Tengo una gran relación con mis compañeros, especialmente con Teodoro, Héctor y Alberto González, fundamental en mi buen momento”, reveló.

“Estoy feliz, en paz, en casa, listo para seguir siendo noticia por las razones correctas”, concluyó.

Foto: El Nacional.