Gran Final LVBP: Leal se lució desde la lomita y La Guaira ganó su primer juego

Tony Cittadino (Madrid).- Amparados en una salida soberbia de Erick Leal y el bateo oportuno de una ofensiva que ligó 12 hits, de ellos seis dobles, los Tiburones de La Guaira reaccionaron para ganar su primer juego de la final de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). Los salados vencieron a los Leones del Caracas siete carreras por una en el estadio Universitario y ahora están abajo en la final dos juegos por uno.

El resultado le permitió a los litoralenses evitar la barrida y asegurar el quinto juego de la final, que será su tercero como home club el sábado. Además, niveló en 15 los triunfos de por vida en la instancia decisiva ante los melenudos.

La ofensiva de La Guaira pudo producir en la parte alta de la alineación. Los cuatro primeros en el orden, ligaron de 15-9, con cuatro impulsadas y tres anotadas. Wilson García destacó al irse de 4-2, con jonrón, una impulsada y dos anotadas, mientras que Balbino Fuenmayor se fue de 4-3, con doble y par de fletadas.

Maikel García fue determinante en las bases y se fue de 2-2, con par de anotadas, dos boletos y dos bases robadas. Esas almohadillas estafadas en el propio primer inning, fueron la puerta para una noche en la que todo le salió bien a La Guaira.

Los dirigidos por Henry Blanco mostraron una cara muy distinta a los dos juegos anteriores. Salieron decididos a buscar el resultado, haciendo bien las cosas. Buen corrido de bases, bateo oportuno y con paciencia en el plato, para sacar el juego al abridor y perdedor del juego, Juan Carlos Ramírez antes del primer tercio del juego.

Además, le hicieron daño a los relevistas y anotando a cuenta gotas. De hecho, los litoralenses se fueron en blanco sólo en la segunda y octava entrada.

Por su parte, Leal se llevó la victoria y estuvo dominante en todo el juego. Tuvo control del juego y utilizó muy bien el comando de envíos, sobre todo los quebrados para dominar a la toletería melenuda. Lanzó seis innings completos, en los que se le embasaron tres bateadores por hit, dos por boleto y uno por golpeado.

Para los Tiburones fue la quinta victoria en seis juegos cuando disputan el tercer choque de la final ante Leones. Se impusieron el 30 de enero de 1965 (14-5), el 9 de febrero de 1967 (8-7), el 22 de enero de 1983 (2-7) y el 26 de enero de 1983 (4-5). La única victoria melenuda fue en la última final disputada, al 22 de enero de 1987 (5-3).

El pitcheo escualo limitó a la ofensiva melenuda a seis hits, de los cuales dos fueron de Isaías Tejeda y dos de Niko Vásquez. Por su parte, los primeros cuatro en el orden al bate de fueron de 13-1, con tres ponches.

A cuenta gotas

La Guaira atacó desde temprano al abridor Ramírez. García conectó hit por los lados de la segunda base y luego se robó la intermedia y la antesala. La velocidad en las bases fue fundamental, porque luego anotó con un doble por la izquierda de Fuenmayor.

En la tercera entrada volvieron a pisar el plato, con hit a la izquierda de Danry Vásquez que impulsó a García y expulsó del juego a Ramírez, con apenas dos innings y un tercio de labor. El derecho no trajo nada en la bola y lo relevó Yoimer Camacho, quien hizo el trabajo y obligó a Fuenmayor a batear para doble play 64-43 y terminar el inning.

Los Tiburones sumaron otra rayita más en el cuarto capítulo, con soberbio jonrón de García por la derecha ante los envíos del relevista Carlos Hernández. Así aumentaron la ventaja a tres por cero.

Los escualos siguieron haciendo las pequeñas cosas y volvieron al ataque en el quinto tramo. Dobles de Ehire Adrianza y Franklin Barreto fabricaron la cuarta anotación, que sacó del juego al relevista Jesús Rico. Más tarde, sencillo a la derecha de Fuenmayor llevó al plato a Vásquez para dejar la pizarra cinco por cero.

La Guaira no paró y siguió castigando a los relevistas. En el sexto capítulo sumaron una más, al aprovechar un rodado dentro del cuadro que le permitió anotar a García, que había abierto el inning con doble ante Luis Rico.

Tímida reacción melenuda

Leones abrió la sexta entada con doble de Alí Castillo a la izquierda, con el que llegó a 32 hits en la postemporada con el Caracas, para superar a Bob Abreu (1998-1999) e igualar la marca de Rafael Álvarez (32 en la 2005-2006). Sin embargo, Leal retiró el inning sofocando el intento de rebelión melenuda.

Sin embargo, pudieron rompieron el blanqueo en la séptima entrada, ante los envíos del relevista Arnaldo Hernández. Orlando Arcia recibió boleto y anotó con doble por la derecha de Niko Vásquez.

Los escualos siguieron con la fiesta ofensiva y en el octavo tramo, pisaron el plato por octava vez sin sacar la bola del cuadro, con dos boletos y un wild pitch de dos bases de Miguel Rodríguez, con el que anotó Adrianza.

“Pienso que no hay rival pequeño, no grande. Vine a dar lo mejor de mí. Francisco Arcia me ayudó en el bullpen hace dos días y estamos en la misma página”, dijo Leal en declaraciones al periodista Efraín Zavarce para IVC.

“Cuando llegamos al clubhouse, los muchachos estaban motivados. Saben lo que tienen que hacer y no era presión estar abajo en la serie 0-2. Son profesionales y se demostró hoy”, agregó el lanzador derecho.

Por su parte, Balbino destacó el buen ambiente que hay en Tiburones. “Estoy bien contento por la victoria. Tenemos buena energía y sabíamos que este juego iba a ser importante. La experiencia en finales es determinante, porque son juegos claves y hay que saber manejar el pitcheo”, dijo el inicialista para IVC.

“Me están lanzando de la misma manera en la final y aunque las primeras derrotas fueron por dos o tres carreras, no jugamos mal. Ahora arrancamos desde el primer inning siendo agresivos, porque es un equipo que no depende de un solo jugador”, agregó.

Este viernes se disputará el cuarto juego de la final, en el que históricamente Leones domina ante Tiburones tres victorias por dos. Los melenudos ganaron el 10 de diciembre de 1967 (10-3), el 27 de enero de 1986 (10-7) y el 24 de enero de 1987 (4-0), con el emblemático No Hit No Run que inmortalizó a Urbano Lugo Jr. y le dio el título a los caraquistas.

En tanto, La Guaira se llevó la victoria el 31 de enero de 1965 (1-2) y el 23 de enero de 1983 (5-11).

Mario Sánchez lanzará por los melenudos y Aldo Montes por los salados.

Foto: Fernando Oduber (Prensa Tiburones)

Erick Leal arrasó con el premio Pitcher del Año

Hugo Guerrero | Prensa LVBP.- Las votaciones para el premio José “Carrao” Bracho al Pitcher del Año fueron un reflejo de la temporada de Erick Leal. Así como dominó a los rivales a lo largo de la ronda eliminatoria, galopó también en los escrutinios para ser electo el mejor lanzador de la temporada 2020-2021.

El derecho de los Navegantes del Magallanes consiguió 48 de los 50 votos posibles para el primer lugar, totalizando 205 puntos. Esto, le otorgó una amplia ventaja para adjudicarse la distinción, sobre el resto de los candidatos.

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“Estoy muy emocionado, aún no me lo creo”, fueron las primeras declaraciones del serpentinero derecho, que tuvo una ventaja de 89 puntos sobre su más cercano perseguidor, Henry Centeno, quien terminó segundo en la escogencia, que organiza Numeritos Gerencia Deportiva y Lineup Internacional. “Esto que está pasando es una enseñanza muy grande. Nadie se imagina lo que esto significa para mí y mi familia”, expresó.

Leal se mostró sólido durante la campaña, liderando los departamentos de efectividad y WHIP, además de ser segundo en victorias. Entre los abridores de la temporada, el carabobeño fue el tirador que permitió menos hits, fue segundo en ponches y el segundo pitcher que menos boletos dio -empatado con Raúl Rivero y detrás de Logan Darnell-.


En siete salidas, todas como iniciador, el diestro dejó marca de 5-1, con 1.31 de porcentaje de carreras permitidas, producto de apenas cinco rayitas encajadas en 34.1 episodios de labor, con 1.11 de WHIP, solo nueve boletos y 24 ponches propinados.

“La liga no ha sido fácil, hemos tenido momentos altos y bajos. En esos momentos bajos, fue cuando saqué mi verdadero Erick Leal”, declaró el diestro, quien no ocultó mostrarse atónito, tras lograr el galardón. “Para mí esto es una sorpresa, y no es porque no merezca el premio. Yo salía a competir, pero no pensaba en ser galardonado hoy en día con un premio de esa magnitud”.

Luego de sus primeras dos actuaciones, el nacido en Valencia hilvanó cuatro aperturas sin conceder carreras, acumulando en ese lapso 22.0 innings lanzados, le dieron 14 hits y guillotinó a 17 contrarios. Además, durante ese período de actuaciones inmaculadas, Leal tuvo un juego de siete entradas -el 18 de diciembre ante Bravos-, siendo junto a Víctor Díaz de Tiburones y Centeno de Margarita, los únicos escopeteros en alcanzar esa cantidad de episodios en un encuentro en la actual zafra.

Tales guarismos, Leal los consiguió en una campaña en la que los bateadores marcaron tendencia, al dejar promedio colectivo de .294 y efectividad global de 4.93, fiel muestra del domino del diestro durante la contienda.

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“La clave para dominar a los bateadores ha sido el trabajo extra, y no el trabajo extra haciendo locuras, sino el trabajo que te ayude en el momento de la verdad, que es en el juego, poder exigirle a tu cuerpo y que te pueda responder”, consideró el nativo de Valencia. “La mentalidad también ha sido muy importante”.

Por si fuera poco, de los 35 galardonados al mejor lanzador de cada zafra desde la 1985-1986, Leal es el número 15 en obtenerlo con una efectividad por debajo de 2.00 y, el primero desde que de que lograra José Álvarez con Caribes, en la campaña de 2014-2015, con un promedio de carreras de 1.91. En este sentido, es el tercero en la historia de Magallanes en conseguirlo, después de Jean Machí (1.25) en la 2009-2010 y Mitch Lively (1.70) en la 2013-2014.

“He tenido temporadas muy buenas en Ligas Menores, cuando estuve con los Cachorros de Chicago, pero esta ha sido muy especial, por todo lo que ha pasado con la Pandemia, he estado agente libre y qué manera de regresar. Ahora espero con el favor de Dios, conseguir algún contrato con algún equipo en los Estados Unidos”, auguró el escopetero.


En los anales de los Navegantes, el pitcher de 25 años de edad es el quinto en ser reconocido con dicha distinción, luego de los galardones de Juan Carlos Pulido (1993-1994), Machí (2009-2010), Lively (2013-2014) y Yohan Pino (2019-2020). Asimismo, es la primera vez en las casi cuatro décadas de la distinción, que dos lanzadores de la Nave son galardonados como los mejores en temporadas seguidas.

“Tengo que darle mucho crédito a nuestro coach de pitcheo Luis (Rivera). Ese señor es muy trabajador, te ayuda a trabajar en las pequeñas cosas. El señor (José) Villa -coach de bullpen- también ha estado muy pendiente de mí y quiero agregar a todo el cuerpo de trainers y a todos mis compañeros, que sin ellos esto no estuviera pasando, porque ellos me ayudaron a conseguir todos esos juegos ganados”, dijo.

Los otros dos votos que no le permitieron a Leal la unanimidad para el premio, fueron para Danny Rondón de Águilas del Zulia y Jhondaniel Medina de los Tigres de Aragua, quienes quedaron tercero y cuarto en las papeletas, respectivamente.

Foto: Prensa Magallanes