El Barcelona igualó con el Cádiz y sigue sin rumbo

MARCA.- Es lo que tiene no cerrar los partidos. De sumar tres puntos que hubieran sido merecidos y que acercaban al Barcelona a la cabeza de LaLiga, a quedarte con uno solo después de que en una jugada aislada a falta de dos minutos un absurdo penalti de Lenglet sobre Sobrino le diera al Cádiz la oportunidad de empatar en su único remate a puerta. Este Barcelona no gana para sustos y no acaba de darse una alegría. Con la Champions casi perdida y la Copa muy complicada los pinchazos del Atlético le habían abierto una vía en LaLiga pero tampoco han sabido aprovecharla. No es normal que un equipo como el Barcelona sólo le marque un gol al Cádiz y de penalti después de cerca de 25 llegadas y tampoco es normal ser tan inocente como Lenglet para meter el pie dentro del área en una jugada sin aparente peligro. Pero no es la temporada del Barcelona, eso parece claro.

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La visita del Cádiz era propicia para olvidar -si es posible algo así- la derrota del PSG y centrarse en LaLiga, pero una vez más la falta de definición azulgrana le penalizó. Los gaditanos, como el equipo más goleado de LaLIga, se atrincheraron desde el inicio sobre el área de Ledesma con una línea de cuatro y otra de cinco dejando solo a Negredo en punta. Koeman sacó el mismo once que salió goleado por Mbappé y compañía el pasado martes. No era un escarmiento, es que este debería ser el once titular en condiciones normales -con Sergi Roberto en el lateral derecho- pero las lesiones le han impedido tener continuidad.

Este tipo de partidos son algo habituales para el Barça.Cuando un equipo se encierra en el Camp Nou como hizo el Cádiz suele perder en el 99% de las ocasiones. Era un encuentro para que Dembélé, Pedri o el propio Messi lo rompieran con regates que derribaran las líneas cadistas. Y el partido se rompió a la media hora. Robo de Jordi Alba, el balón llega a Pedri y penalti de Iza. Messi no falló y marcó su primer gol al Cádiz, que pasa a ser el club número 38 al que marca el argentino en Liga.

El Cádiz, que apenas había pasado del medio del campo hasta el 1-0, tuvo opción de empatar un minuto después. Centro de Salvi que despejó Piqué en corto y el balón le llegó a Sobrino que no se lo esperaba y no pudo dirigir su remate forzado hacía la portería de Ter Stegen. Fue un espejismo porque en la primera mitad sólo hubo un equipo pese al corto marcador con el que se llegó al descanso. Trece llegadas, dos goles anulados por fuera de juego, pero el Cádiz seguía en el partido.

Era de esperar que el Cádiz adelantara líneas tras la reanudación. Y así fue. Fali tuvo una ocasión en una jugada a balón parado que quedó anulada por falta previa de Garrido. En los cinco primeros minutos ya habían pisado el campo contrario más veces que en toda la primera parte. Pero el partido seguía siendo un monólogo del Barcelona. Al cuarto de hora Cervera hizo un triple cambio y sacó a Lozano, Alex y José Mari. El partido seguía abierto porque Ledesma salvó el 2-0 a un remate desde muy cerca de Griezmann.

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Koeman estaba de los nervios viendo como los suyos perdonaban una y otra vez el gol que sentenciara un partido que cada vez estaba más descontrolado y el Cádiz más suelto sobre el campo. Dembélé también tuvo una clara pero remató demasiado cruzado… Salieron Braithwaite y Pjanic para dar el relevo a Griezmann y Busquets. A falta de un cuarto de hora salió Trincao por Pedri, por lo que se acabó la conexión del canario con Messi, lo que mejor estaba funcionando. También salió Riqui Puig, que tuvo el 2-0 en un remate ajustado al palo.

En los últimos minutos el Cádiz se quitó el corsé y descuidó la defensa buscando una acción aislada o un fallo rival para intentar el empate. No consiguieron inquietar a Ter Stegen y parecía que se iban a ir de vacío cuando una inocente acción de Lenglet ante Sobrino les puso en bandeja el empate. Penalti absurdo y gol de Alex Fernández para un Cádiz que ni se creía que iba a sumar un punto ante el Barcelona. Que son cuatro si sumamos la ida. Los cinco minutos de añadido se les hicieron eternos al Cádiz, pero no pasaron apuros. El Barcelona tiene este miércoles ante el Elche otro partido parecido a este. Koeman deberá leerles la cartilla para evitar que se repita algo así si quieren intentar lucha por LaLiga.

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PSG bailó al Barcelona en el Camp Nou con hat trick de Mbappé

Marca.- Nuevo varapalo del Barcelona en la Champions. Estaba marcado en rojo el partido para los de Koeman y en rojo va a seguir porque el Barcelona va a tener imposible remontar en París a un PSG que fue mucho mejor en el Camp Nou. Impecable planteamiento de los de Pochettino que maniataron a un Barcelona que se quedó sin ideas.Los franceses se sabían todas las jugadas del cuadro catalán. Un centro del campo muy físico que desactivara a Busquets, De Jong y Pedri y en el que Verratti hizo lo que quiso; Florenzi cerró todas las subidas de Jordi Alba; no dejaron a Messi que pensara cada vez que recibía y, sobre todo, a Mbappé. La velocidad y la calidad del francés marcan diferencias. Poco más que decir… El PSG fue mejor. Mucho mejor.

Pese al resultado final, la noche empezó con buenas noticias para el Barcelona. Piqué volvía a la titularidad un mes antes de lo previsto. Y también lo era, no por ya sabida, la ausencia de Neymar y De María en un PSG menos fiero sin ellos a priori. Lejos de la cabeza en LaLiga, con la final copera muy complicada y perdida la Supercopa… la Champions lo era todo para el Barça y para Messi. Lograr este título podía dar un giro al futuro del argentino. Todo porque no se vaya Leo, pero me da que sus maletas están ya esperando destino.

Enfrente estaba un equipo parisino que se llevó seis en su última visita al Camp Nou y que clamaba venganza con un Mbappé con ganas de dejar su sello en España, donde es objeto de deseo desde hace tiempo. Y logró lo uno y lo otro. Pochettino sacó un equipo muy físico que buscaba quitar la posesión del balón a los catalanes, jugar rápido por las bandas y con Mauro Icardi como estilete arriba.

El once de Koeman, con la duda del rendimiento físico de Dest y Piqué, se podía decir que era el más titular posible. Pero desde el principio controló el juego el PSG. A los 50 segundos ya dejaron claras sus intenciones los de Pochettino: robo de Verratti y balón entre los centrales para que la velocidad de Mbappé hiciera el resto. Pero Ter Stegen lo evito con un despeje en semifallo. Messi no estaba entrando mucho en juego y era Pedri el más participativo en el juego local. Icardi dio otro susto a pase de Mbappé, pero el argentino remató fatal.

Griezmann dio el primer aviso a Navas en una jugada iniciada por Messi. Y justo antes de la media hora se abrió el partido de forma abrupta. Balón largo de Messi buscando a De Jong y Kurzawa en la carrera derriba al holandés. Penalti muy protestado por los franceses y que Neymar definió con emoticonos de risa… Messi no falló y el Barcelona consiguió lo más difícil: ponerse por delante en el marcador en un partido que no estaba controlando. Sin tiempo para asimilarlo, Dembélé tuvo el 2-0 pero remató flojo estando en buena posición. Fue sólo un espejismo porque el PSG espabiló rápido y a tiempo. Cinco minutos después, centro de Kurzawa, toque de Verratti hacia Mbappé que hace una genialidad para irse de Lenglet y batir a Ter Stegen por alto.

El Barça sí que acusó el gol y lo pasó mal el último cuarto de hora de la primera parte. Kurzawa, Kean e Icardi tuvieron el 1-2, pero Ter Stegen evitó el tanto de los dos primeros mientras que el cabezazo del argentino acabó en el lateral de la red de la meta azulgrana. Casi todo el peligro francés llegó por la banda de un Dest superado a la hora de defender. Los de Koeman agradecieron la llegada del intermedio. Una primera parte en la que Messi participó poco y tanto Busquets como De Jong fueron superados por el centro del campo francés.

Tras el descanso, Ander Herrera salió por un Gueye que pudo ser expulsado en la primera parte con entradas de sobra para un jugador que tenía ya amarilla. La segunda mitad empezó como la primera. Con susto de Mbappé con un tiro desde fuera del área que salió fuera por poco. Kean tuvo más cerca el 1-2, pero Ter Stegen volvió a ser decisivo. El Barcelona sólo aparecía a balón parado y Messi tuvo una falta de las suyas para cambiar la dinámica del partido, pero la barrera lo evitó.

Calvario azulgrana

El Barcelona parecía contener el juego ofensivo francés, pero Mbappé nunca desparece. Y a la hora de juego puso a los suyos por delante en el marcador después de rematar un balón despejado en corto por Piqué a centro de Florenzi. Con los de Koeman hundidos ante la superioridad del rival, llegó la puntilla. Centro lateral de Paredes y remate de Kean en el segundo palo libre de marca. Con el 1-3 salió Mingueza por Dest, un cambio que llegó demasiado tarde. Poco había que hacer ya. Un regalo de Keylor Navas que en una frivolité casi da un gol a Griezmann pudo dar más emoción a la vuelta, pero ni por esas. Era el día de Mbappé y el francés hizo su primer hat-trick en Champions tras una contra a pase de Draxler. El PSG tiene muy cerca los cuartos de final y al Barcelona le puede esperar un calvario de aquí a final de temporada.

Foto: Sport.

El Barcelona derrotó sobre la hora al Betis

AS.- El Barça sigue abonado a la épica y el Betis al infortunio. En un nuevo partido de infarto, los barcelonistas lograron su sexta victoria consecutiva en LaLiga ganando por 2-3 al Betis tras remontar de nuevo un partido que parecía visto para sentencia hasta que llegó el arreón final que se gestó contra viento y marea y que cambió en cuanto Messi entró en juego y que se solventó gracias a un gol definitivo de Trincāo, el héroe inesperado del día. Otra cosa no será el Barça, pero divertido, este equipo lo es un rato.

Koeman planteó el partido como un autónomo afronta los gastos de fin de mes: esto es lo que hay, esto es lo que tengo y esto es lo que me viene. Y ante esta tesitura optó por salir con más cambios de los que cualquiera hubiera imaginado. Una alineación de autor sin Messi, De Jong ni Pedri.

Seguramente, el técnico blaugrana planteara por un lado que había que reservar a os jugadores clave de cara a una competición como la Copa y por otro lado pensó que si las cosas se torcían, como así fue, ya habría tiempo de solventar el lance en el último tramo del partido. Acertó en la segunda opción, donde un poco de Messi es mucho.

Dejando a un lado que la puesta en escena de ambos equipos dejó claro que los dos contendientes  llevaban plomo en las piernas, al Barça se le acumularon los problemas desde el inicio. Araújo, que parecía uno de los señalados para descansar, se lesionó en el minuto 8 dejando la zaga blaugrana tiritando más de lo habitual. El plan de un Barcelona en el que Riqui era incapaz de mandar, Pjanic jugaba a ritmo de veterano y en el que Braithwaite se peleaba más con el balón que con su marcador no auguraba nada bueno.

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El Betis tampoco estaban para mucha fiesta, pero por lo menos detectaron que apretando un poco se podía hacer mucho daño al Barça. Lo intentaron los verdiblancos de inicio por la banda de Mingueza, pero encontraron petróleo por la de Alba cuando Emerson lideró una contra iniciada por Fekir que culminó Borja Iglesias ante la pasividad de los centrales y de un Busquets más pendiente del asistente que del delantero.

Si Koeman había previsto los descansos en previsión de ir a por el partido en el segundo acto, había llegado el momento de demostrarlo. Pedri salió por Braithwaite, más auto de choque que jugador. Messi, de momento, sólo calentaba mientras que la gran novedad del partido era que el Barça cometía, De Jong mediante, su primera falta del partido en la segunda parte, lo que da una idea de la intensidad de los barcelonistas en la primera mitad.

La partitura del partido cambió en cuanto entró Messi en el campo. Su aparición no es que cambiara el duelo, es que pareció que se empezara a jugar a otra cosa. Salió el argentino a unas revoluciones inalcanzables para el resto de los mortales. En dos minutos tocó cuatro balones y el cuarto, lo alojó en la red anotando el empate. Sembró el pánico en el Betis de una manera absolutamente intimidatoria que culminó con un pase delicioso a Alba que sirvió para que el Barça anotara el segundo tras pifia de Griezmann y Víctor Ruiz marcara en propia puerta.

El central verdiblanco tuvo la oportunidad de desquitarse seis minutos después explotando el boquete que tiene el Barça en el balón parado. Con el empate a dos tras un partido loco, sólo podía suceder lo inesperado. Y en esa, apareció Trincāo para marcar un golazo que confirma que este Barça se ha abonado a la épica incluso en sus peores días.

Foto: AS

El Barcelona derrotó al Elche con oficio

AS.- Sin brillantez, pero con oficio, el Barça sacó adelante su visita al campo del Elche ganando por 0-2 un partido que asienta al Barça en la zona Champions después de sumar su quinta victoria seguida fuera de casa, algo que no pasaba desde hace tres años. Los goles de De Jong y de Riqui Puig, que aprovechó los cuatro minutos que le dio Koeman, son una inyección de confianza para un equipo que andaba justito de amor propio tras la Supercopa.

Consciente de que el equipo blaugrana no estaba físicamente para muchos alardes, Koeman decidió no arriesgar con Dest y dar descanso a Lenglet, por lo que Mingueza se mantuvo en un equipo titular en el que se alineó Umtiti.

Como era también de esperar, al partido le costó coger el ritmo, con un Elche muy pendiente de defender el marco de Edgar Badia y un Barça que no acababa de entrar en el partido, que amenazaba con hacerse bola y que no hubiera quien lo pudiera digerir.

Otro de los peligros era que el equipo blaugrana, que ante la diferencia de calidad con el rival veía el encuentro al alcance de la mano, dejara pasar los minutos, con lo que el Elche podía ir creciendo en su fe.


Al Barça le costó encontrar la manera de crear peligro en la portería local. Primero lo intentó a base de jugadas a balón parado, donde Araújo y Griezmann conectaron unos remates demasiado inocentes, que Badia atrapó fácilmente. Luego optó por los disparos de lejos, pero el de Busquets fue manso a las manos del portero ilicitano y los de Alba y Pedri se fueron desviados. Otra opción era la de utilizar la carta Dembélé, que por un momento se erigió en el líder del ataque blaugrana e interpretó un ‘yo contra el mundo’ que tampoco dio resultado.

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El premio legó en una de las pocas circulaciones rápidas del Barça. Pedri habilitó a Braithwaite al espacio como extremo, que centró al área buscando el remate de Griezmann, Diego González en su intento de evitar el remate desvió la pelota hacia su portería superando a su propio guardameta y antes de que la pelota rebasara por completo la línea de gol, De Jong la remachó con rabia a la red.

El Barça había conseguido lo más difícil por partida doble: se había adelantado en el marcador y en el consiguiente y habitual despiste tras marcar, Ter Stegen blocó un disparo de Josean tras un resbalón de Umtiti. El primer patinazo de la tarde estaba superado justo antes de llegar al descanso.

Nada más empezar la segunda parte llegó el segundo resbalón, mucho más grave que el primero cuando Mingueza perdió el balón ante Rigoni, que se plantó ante Ter Stegen, que se lució para evitar el tanto del empate.

Esa jugada abrió el partido y el Elche empezó a subir la velocidad al partido ante un Barça que a medida que pasaban los minutos se le iba haciendo más cuesta arriba a un Barça al que ya le empezaban a pesar las tres prórrogas consecutivas.


El equipo de Koeman logró controlar el partido y llevarlo a un escenario donde no pasaban demasiadas cosas, pero el marcador seguía siendo de mínima ventaja y a medida que se acercaba el final, la posibilidad de que cualquier accidente resultara fatal aumentaba exponencialmente. Si el Barça no lograba el segundo, el partido llevaba camino de acabar con los catalanes pidiendo la hora. Para acrecentar la tensión ny buscar la épica, Almirón sacó al campo a Nino.

Pero el que resultó decisivo en los minutos finales fue Riqui Puig, que ingresó en e campo a falta de tres minutos y logró cerrar el encuentro con un cabezazo tras rematar una excelente jugada de De Jong. El Barça continua con su gira lejos del Camp Nou resistiéndose a dejarse ir. Sumando puntos y buscando la regularidad que le ha faltado. Lo de la brillantez, ya llegará.

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El Barcelona inició el año con triunfo sobre el Huesca

Prensa FC Barcelona.- Primer partido de 2021 y primera victoria. El FC Barcelona ha ganado en El Alcoraz, contra el Huesca, y suma tres puntos muy importantes para empezar el nuevo año con buen pie. Un solitario gol de Frenkie de Jong, en el primer tiempo, ha sido decisivo para sumar la octava victoria en esta Liga.

El Barça ha sido superior en Huesca. Su dominio se ha hecho patente desde el inicio. Con el control absoluto del juego ofensivo, y grandes minutos de Jordi Alba, Dembélé, Messi o Pedri, los de Ronald Koeman han traducido su comodidad sobre el terreno de juego, especialmente en el primer tiempo, en ocasiones. Los azulgrana han puesto en problemas al Huesca, voluntarioso pero superado, y han asediado la portería aragonesa.
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Sin embargo, el gol no ha llegado hasta la media hora de juego, cuando un centro de Messi ha sido rematado por De Jong, de primeras y desde el interior del área, para hacer el primero (0-1, min 27). Tanto que sería el único del enfrentamiento, a pesar de que Messi, antes del descanso, ha estado a punto de hacer el segundo en un remate de falta que ha detenido Álvaro Fernández (min 41).


También se ha rozado el gol en la reanudación, a pesar de reducir un poco la velocidad del juego. En parte porque el Huesca ha ganado intensidad, a pesar de no terminar de poner en problemas a Ter Stegen.Pero el resultado no se ha movido más, ni por un lado ni por otro, y la victoria se marcha hacia Barcelona. Tres puntos importantes para empezar un enero sin tregua, con tres competiciones en juego. La primera victoria ya está en el saco.

Foto: Prensa Barcelona

FC Barcelona despide el 2020 con un empate ante el Eibar

Prensa FC Barcelona.- El FC Barcelona ha cerrado en 2020 con un empate en el Camp Nou contra el Eibar. El punto, insuficiente para las aspiraciones culés, ha estado marcado por el desacierto culé en ambas áreas. Ha fallado un penalti nada más comenzar y un error individual ha propiciado el gol visitante, igualado más tarde por Dembélé, que reaparecía tras su lesión. A pesar de las ocasiones, la victoria se ha acabado resistiendo y la remontada sin Messi se ha quedado a medio camino.

Braithwaite, sin suerte

A pesar del parón navideño, y unos previsibles primeros minutos de análisis mutuo, el partido ha arrancado con noticias. Araújo ha sufrido un penalti -revisado por el VAR- que Braithwaite ha enviado directamente fuera. El ‘9’ azulgrana sí pudo marcar minutos más tarde… pero en este caso la revisión ha anulado su gol. De esta manera, el Barça veía como se escapaban dos buenas ocasiones para ponerse por delante en el marcador.

El Eibar, como siempre que se enfrenta al Barça, ha planteado un partido valiente, con líneas avanzadas y una presión que comenzaba prácticamente en el área rival. No se sentían cómodos los culés y Koeman ha introducido un cambio en la media parte: Dembélé para Dest.

Reaparece Dembélé, se lesiona Coutinho

La falta de finura azulgrana ha quedado patente entre el minuto 56 y el 58. En este intervalo Dembélé y De Jong han disfrutado de dos clarísimas ocasiones para adelantar el Barça, pero Dmitrovic ha estado pletórico y ha salvado a su equipo… que instantes más tarde anotaba el 0-1 mediante Kike García tras un error de Araujo. Mala suerte también para el central, que estaba siendo uno de los mejores del Barça hasta el momento.

La reacción azulgrana no se ha hecho esperar. Dembélé, activo y desequilibrante a pesar de regresar de lesión, ha empatado el partido tras una jugada por banda izquierda de Junior. Quedaba prácticamente media hora de partido y parecía que el Barça podría darle la vuelta al marcador pero tanto a Pedri como a Trincão -que hoy celebraba su 21º aniversario- se le han escapado las ocasiones por centímetros.

Y para cerrar el año, una última noticia fatal: Coutinho se ha hecho daño solo y ha tenido que retirarse lesionado del campo. Que no sea nada… ¡y que 2021 sea muy diferente!

Barcelona triunfó ante la Real Sociedad y recortó distancia

ESPN.- El Barcelona se dio una inyección de optimismo con una ajustada victoria frente a la Real Sociedad. Conquistó su primera remontada de la temporada (no había ganado ninguno de los siete partidos anteriores que comenzó perdiendo) y venció, 2-1, a un atrevido y solvente rival que acabó el partido acosándole en busca del empate, mostrando hasta tres caras del Barça: la optimista y desinhibida, la preocupante por su falta de contundencia en el remate y, por fin, la agobiante del final, cuando acabó pidiendo la hora ante el ataque de la Real.

Intenso como reclama día sí día también Ronald Koeman, rápido en la combinación, ágil en las transiciones y solvente con el balón, el Barça no se pareció en nada al equipo plano que acabó pidiendo la hora el último domingo frente al Levante… Aunque tampoco disfrutó de una noche cómoda, exigido por el atrevimiento de una Real Sociedad que pagó demasiado caro su nulo remate. 45 minutos de ilusión, otros 20 de calma y casi media hora final de sufrimiento. No hay manera de que el conjunto culé redondee una jornada feliz.


Y eso que el equipo vasco, después de 25 minutos en que el Barcelona le dominó con claridad, se avanzó en el marcador en su primera ocasión ante Ter Stegen. Un despiste de Pedri en la internada de Portu y la lentitud de reacción de toda la defensa le regaló el espacio oportuno a Willian José, que buscó un balón a boca de gol al que nadie más atendió para poner un preocupante, atendiendo a los precendentes, 0-1.

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Esta vez el Barça, sin embargo, no se rindió a su desgracia y multiplicó las ganas. Siguió arriba y apenas necesito cinco minutos para igualar, en pleno ataque desbocado, por medio de una rosca magnífica de Jordi Alba.

No contento con el empate continuó el equipo azulgrana presionando, combinando, avanzando con un papel tan destacado de Pedri como de De Jong, más avanzado y participativo de lo habitual, y con la compañía de Messi y Griezmann, incansable en el apoyo por más desafortunado que estuviera en el remate.

Y gracias a ese empeño llegó el 2-1, la remontada, en una internada de Alba que remachó De Jong, llegando desde atrás y viendo validado su gol por medio del VAR tras la inicial anulación por un fuera de juego que no existió.

De la calma y la solvencia al sufrimiento se pasó en una segunda mitad que comenzó con un Barça entregado y dominador y acabó, como ante el Levante, sufriendo por mantener su ventaja en el marcador.


El Barça pudo marcar el 3-1 en varias ocasiones, dos de ellas de Griezmann y una, especialmente, para frotarse los ojos con su error a boca de gol cuando se lanzó al suelo para acabar rematando de lado y regalando el balón al portero.

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Poco a poco fue perdiendo consistencia el equipo azulgrana y permitiendo el crecimiento de una Real Sociedad que acabó por hacerse con el control, el dominio y el protagonismo del juego, buscando el empate con un ataque desmedido, encerrando a los locales en su área y motivando que Ter Stegen, minuto 83, salvase milagrosamente con el pie un remate a bocajarro de Isak.

No hubo tranquilidad hasta el último suspiro pero se sumaron los tres puntos, innegociables, para acumular dos victorias consecutivas y seguir pensando que la Liga no es una misión imposible. Aunque si quiere confirmar esas sensaciones, deberá mejorar, y mucho, esos finales de partido en los que no sabe defender con la pelota y se obliga a hacerlo de cualquier manera.

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Messi salvó al Barcelona de empatar contra el Levante

 EFE.- Un gol de Leo Messi dio el triunfo al Barcelona ante el Levante (1-0) en el Camp Nou en la jornada 13 de Liga.

El jugador argentino aprovechó un pase de Frenkie de Jong después de una pérdida en la salida del balón del conjunto visitante para hacer el gol de la victoria en el minuto 76 con un disparo cruzado con la pierna izquierda.

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Cinco minutos antes el jugador argentino ya estuvo a punto de batir a Aitor Fernández con un disparo a bocajarro. En el primer tiempo, las ocasiones más claras de los azulgranas fueron para Antoine Griezmann y Frenkie de Jong.

Pero el equipo que tuvo la primera del partido fue el Levante. En el minuto 12 Jorge de Frutos dispuso de un mano a mano con Ter Stegen que el portero alemán ganó.

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Juventus y Barcelona se enfrentan en un nuevo duelo Cristiano-Messi

Carlos Colón (Caracas).-  La Juventus y el FC Barcelona se vuelven a medir en un partido de Champions League en el cual nos trae el tan ansiado reencuentro entre Cristiano y Messi, y además se disputan la primera plaza del grupo G.

Tras haber perdido en el partido de ida, la Juventus, esta vez con Cristiano Ronaldo, intentará ganar con un margen mayor a dos goles para así arrebatar el liderato del grupo a un FC Barcelona que se ha mostrado poderoso en Champions League.

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El conjunto azulgrana, quien no viene en su mejor momento tras perder en el campeonato liguero ante el Cádiz, recibe en el Camp Nou a una Vecchia Signora que tampoco está en su mejor momento y viene de ganar sufriendo al Torino en la Serie A.

El encuentro reúne nuevamente a los dos mejores futbolistas de la época, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi se vuelven a ver las caras desde aquel 6 de mayo donde se disputó el último clásico antes de la salida del astro portugués del Real Madrid, esto después de que no se pudieran medir en el encuentro de ida por el positivo de COVID-19 del jugador de la Juventus.

Ambos equipos llegan al encuentro con bajas considerables. Los dirigidos por Andrea Pirlo llegan con las bajas de Merih Demiral y Giorgio Chiellini aunque recuperan a Gianluigi Buffon que se había perdido los últimos cuatro partidos por lesión, mientras que el conjunto de Koeman pierden por lesión a Piqué, Sergi Roberto, Ansu Fati y la última baja de Dembelé.

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El equipo español llega al encuentro con todas a su favor: en casa, con tres puntos más y una victoria en el primer encuentro, pero el conjunto italiano irá a buscar ganar por tres goles o más con un Cristiano que ha marcado 12 veces en 16 apariciones en el Camp Nou.

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El Barcelona gana ante el Dinamo Kiev pero no convence

AS.- El Barça encamina su clasificación para los octavos de final de la Champions consolidando su primera plaza del grupo, pero la realidad del juego culé desmiente la solidez de las matemáticas. El Barça jugó con fuego y flirteó con el desastre ante un Dinamo de Kiev en cuadro al que ganó por 2-1 en un duelo en el que brillaron los porteros de ambos equipos.

Si lo peor que le puede pasar a un paranoico es que le persigan de verdad, lo peor que le puede pasar a un equipo con evidentes problemas de cara a la portería contraria es fallar tres ocasiones cantadas en los tres primeros minutos de partido. Eso es lo que le pasó ayer al Barça ante un mermado por el COVID que presentaba en la portería a un niño llamado Ruslan Nescheret.

El portero ucranio cumplió con otra de las normas que aterrorizan a los equipos que, como el Barça, están en crisis con el gol: encontrarse con un chaval anónimo que se saca un partidazo soberbio que no olvidará en la vida.

El Barça empezó con brío y dando la sensación de que los 90 minutos para el Dinamo de Kiev iban a ser una tortura. Messi marcó de nuevo de penalti a los cinco minutos de partido. Una pena máxima señalada tras derribo a Messi por Michael Oliver con la mayor desgana que se haya visto en un campo de fútbol. Ante su gesto nadie se atrevió a protestar porque pareció que hasta al propio árbitro le daba pereza señalar lo que acababa de ver.

Tras el 1-0, el Barça fue un vendaval de ocasiones en las que Pedri casi derrumba el larguero y Griezmann se derrumbó él al fallar a portería vacía. Ya no levantaría cabeza. Luego llegaron las ocasiones de Ansu donde Nescheret empezó a venirse arriba hasta el punto de lucirse también contra Messi.

El Barça, presionaba, movía bien la pelota y creaba ocasiones, pero cuando miraba al marcador y veía que sólo iba 1-0 y de penalti le entraron todos los males. Como el paranoico que descubre que le persiguen de verdad, los jugadores del Barça fueron conscientes de que tienen un problema con el gol.

Ante esta realidad, se achicaron y el Dinamo de Kiev pudo sacar la cabeza para respirar y decir aquí estoy yo. Incluso pusieron el miedo en el cuerpo culé con un par de contragolpes y un remate de cabeza ante el que se lució Ter Stegen, de vuelta al marco blaugrana.

La primera parte acabó como empezó, con el joven Nescheret recordándole al Barça su falta de puntería y luciéndose ante Pedri y Ansu. En el descanso, más que un técnico, el Barça necesitaba un psicólogo.

Pero si el inicio de la primera parte fue frustrante por las ocasiones falladas, la segunda fue un drama que sólo evitaron Ter Stegen y Piqué. En la primera jugada, Ter Stegen evitó el empate en un uno contra uno y en el saque de esquina consecuente marcaba el Dinamo, pero el tanto era anulado porque el balón había salido de fondo en su vuelo y dos minutos después salvaba de nuevo el empate ante Buyalskiy. Más adelante, volvería a realizar otro milagro ante Supryaha.

Cualquier intento de reacción del Barça, como una falta lanzada por Messi o un cabezazo a boca de gol de Sergi Roberto era conjurado por un Nescheret, ya gigantesco, que sostenía a su equipo en su segundo partido como profesional. El primero lo jugó el sábado pasado.

Ante el atasco de los delanteros, fue Piqué quien rompió el hechizo de la noche del joven portero al rematar de cabeza un centro de Ansu. Pero ni así el Barça pudo respirar tranquilo. Tsygankov recogió el rebote del enésimo paradón de Ter Stegen para acortar distancias y mantener la tensión hasta el último momento, donde Nescheret volvió a sacarse un nuevo paradón ante Dembélé. De haber habido público, el chaval se habría ido entre aplausos. Y el Barça, entre murmullos de desaprobación.

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