Barcelona ganó sobre la hora con gol de Dembélé

Barcelona

AS.- De nuevo la épica volvió a rescatar al Barcelona, que con su agónico triunfo ante un heroico Valladolid por 1-0 con gol de Dembélé en el minuto 90, se sitúa a un punto del líder y sigue dependiendo de si mismo para ganar LaLiga. Pero la épica y el milagro de Dembélé no tapa que el equipo blaugrana volvió a estar a un milímetro de pegarse un trompazo injustificable.

Resumen del partido

Los tópicos en el fútbol son tan odiosos como ciertos. Y cuando ante un duelo que se adivina plácido para un Barcelona con ínfulas de asaltar el liderato tras el parón de selecciones recibiendo a un Valladolid que comparecía en el Camp Nou con el cartel de víctima propiciatoria y a seis días del Clásico alguien habla de ‘partido trampa’ es por algo. Es una horterada de expresión, pero si se ha instalado en el imaginario futbolero será por algo. Por partidos como el que disputaron Barcelona y Valladolid.

Koeman repitió alineación por cuarto partido consecutivo despreciando el riesgo que suponía alinear a Messi y De Jong, que salieron al campo a jugar con la amenaza de que una amarilla les echaba del Clásico. El arrojo del técnico holandés en la pizarra buscando calcar el equipo que tan buen resultado dio antes del parón fue lo único reconocible respecto al Barça que goleó a la Real. El equipo catalán perpetró una puesta en escena espantosa.

Lento, impreciso, obsesionado por entrar por el centro, donde Dembélé no encontraba espacios, al Barcelona el partido se le hizo bola de entrada. Todo lo contrario que al Valladolid. Sergio ganó de salida la partida táctica y su equipo no sólo se defendió perfectamente sino que además castigaba las constantes pérdidas de balón del Barça. Les faltó puntería, pero en el primer acto siempre dio la sensación de que se jugaba el partido que querían los pucelanos.

Polémica para el Barcelona

Kodro avisó con un remate de cabeza al larguero al los 9 minutos y las llegadas por banda de Olaza, que en la segunda parte tuvo una gran ocasión, y Janko creaban peligro ante un Barça de encefalograma plano que sólo dio señales de vida en el descuento de la primera parte con un disparo lejano de Pedri que Masip tocó lo justo para desviar el balón al poste.

El Barça no encontraba el camino y jugaba con fuego. Koeman estaba obligado a mover algo de cara a la segunda parte, el Valladolid tenía que aguantar el excelente partido que estaba ofreciendo y mejorar únicamente su producción en los metros finales.

No cambió el técnico local jugadores, pero si el dibujo disponiendo un 4-3-3 que llevaba a Dembélé a la banda y a De Jong al centro del campo.

Dembélé en diez minutos como extremo intervino más que en toda la primera parte y a los 59 minutos obligó a Masip a lucirse con un rechace que Griezmann, inédito hasta ese momento, no acertó a embocar de cabeza.

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El Valladolid no se dejó impresionar por la presión barcelonista y respondió al envite con valentía. Los pucelanos reclamaron un penalti por manos de Alba justo antes de que Koeman revolucionara a su equipo dando entrada a Griezmann, Trincāo y Araújo.

El asedio del Barcelona, desesperado, chocó ante un Masip imperial que lideró a un equipo que no se descompuso ni cuando el árbitro expulsó de manera sorprendente a Óscar Plano en el 79. En inferioridad, los de Sergio pelearon como jabatos ante un equipo blaugrana acelerado sin paciencia y luchando desesperadamente contra el crono. Pero, como pasó ante el Rayo o ante el Sevilla, la suerte sonrió al Barça en el último minuto.

Foto: AS

Benzema guió al Madrid para derrotar al Celta

Benzema

AS.- Benzema ha metido ocho goles en los últimos seis partidos. De eso podría vivir sin dar más explicaciones, pero se lo toma sólo como una parte de su trabajo. Capricho de Florentino y Zidane, ha roto en jugador total pasados los treinta. Organizar el equipo en torno a él y darle un rigor defensivo desconocido al grupo mantienen vivo al Madrid de las cuarenta y tantas lesiones, que equivalen como hándicap a unas elecciones presidenciales y a un aval ‘after hours’. Con dos goles del francés, en las maduras, y una defensa sólida, en las duras, el Madrid mantuvo intacta la condición de perseguidor ante un Celta que llegó tarde al partido.

Resumen del partido

La salida de Cristiano y el anochecer de Bale obligaron a la reeducación del Madrid, que ha completado una larga transición del vértigo (cultivado por Mourinho) al reposo. Sin el gol de otros tiempos, el plan es poner los partidos de su parte con los jugadores que lavan más blanco: Kroos y Modric. Cuanto más enfrían el duelo, más le conviene al Madrid. Ese fútbol que entra por la cabeza y sale por los pies que defendía Cruyff. Pregúntenle al Atalanta, incapaz de meter la eliminatoria en ese ida y vuelta que hubiera mareado a un equipo cargado de veteranos.

Para bajar la pulsaciones y que se viaje al ritmo que fortalece al Madrid valen los tres centrales o valen los cuatro centrocampistas, como en Balaídos, con Valverde, que a menudo juega fuera de onda: ni es pivote ni es exterior, pero para hacerse hueco en la industria está obligado a aceptar cualquier papel. Más si para su puesto idóneo tiene por delante a Kroos y Modric, el manual de instrucciones del equipo. El plan le funcionó de salida al Madrid, con Benzema en apoyo de todas las combinaciones, con ese punto de jugador todopoderoso en cualquier zona del campo, área incluida.

Oh là là

El Celta, en el que los de siempre forman también un amplio grupo, es otra cosa. Coudet no le tuvo a miedo a los jugadores de fantasía (Brais, Denis, Nolito, Aspas y Mina) cuando tomó a un equipo vicecolista y con una historia reciente tormentosa. Y tenía en la plantilla a Tapia, un recuperador que paga esta juerga ofensiva. Así que mezcló lo uno y lo otro.

Luego ha sido más inestable. Denis es su futbolista bisagra. Se empareja con Tapia para mejorar la primera circulación y se incorpora luego como rematador de segunda instancia. Pero el primer Madrid tapó todos los puntos ciegos. El ‘cuando se pone se pone’ que un día explicó Zidane para defender el voluntarismo (intermitente) del equipo. Otra cosa es que incluso en sus mejores momentos el Madrid no abruma en el área. Lo suyo es una ocupación tranquila, una caza de ojeo, una espera paciente de la pieza. Así llegó al gol, en una jugada de artesanía: recorte de Kroos, pase de precisión a Benzema y control y remate en milésimas de segundo del francés en una zona en que cualquier retraso mata la oportunidad.

Cumplidos los 33 años, Benzema ha conseguido que cada partido suyo sea mejor que el anterior porque cada día, además, atiende a más cosas. Ahora ‘distefanea’ con asiduidad, construye, filtra, ordena, cabecea, asiste, remata. El jugador total. ¿Dónde estuvo metido este tipo durante nueve años? Luego le regaló un gol a Vinicius, que se encontró la pelota en el pecho y se le marchó la ocasión.

La portería sigue llevándole la contraria pese a sus buenos propósitos. Y antes de la media hora, otro gol de este Madrid sacrificado y coral: robo de Kroos a Tapia producto de la altísima presión y gol de Benzema tras esperar a que se le abriera el cielo. Un calco del que inauguró el marcador ante el Atalanta. A equipos tan bien dotados como el Celta les avergüenza el más mínimo pelotazo y eso les pone en peligro ante los más grandes. Lo dice la aritmética: un punto de 27 contra los siete primeros de la Liga.

Aparece Aspas

Antes del descanso, el equipo de Coudet asomó la cabeza en una jugada a balón parado, que no está en las primeras páginas de su manual. Un centro frontal de Denis Suárez y un cabezazo libre de marca de Santi Mina a la red. Una jugada sin un antes pero que abría un después a los gallegos.

Y así fue. El 1-2 transformó al Celta en un equipo feroz en la presión, agresivo, extremadamente duro en ocasiones. Y desactivó ese juego de seda de los primeros minutos del Madrid. Quedó un partido radicalmente diferente: la pelota paso al Celta y el espacio, al equipo de Zidane. En definitiva, un partido más desmadejado pero aún más divertido. Un escenario mejor para los celestes y para Vinicius, cuya aceleración está fuera del alcance de cualquiera.

Ahí apareció el mejor Denis Suárez, para motorizar al equipo, y dio sus primeras señales de vida Aspas, que obligó a una parada notable de Courtois con un tiro traicionero.

La entrada de Asensio por Kroos le dio otro ala al Madrid y un rol más natural a Valverde. Coudet respondió con otro exterior, Solari, su petición invernal. Aspas tuvo tiempo de estrellar en el palo el saque de una falta que se inventó Melero. Fue el último grito del Celta, la última víctima de Benzema, que aún tuvo tiempo de regalarle un tanto a Asensio, ahora goleador exprés.

Foto: Reuters

Laporta es el nuevo presidente del Barcelona

Mundo Deportivo.- Joan Laporta es el nuevo presidente de la historia del FC Barcelona. El que fuera máximo mandatario del club azulgrana entre 2003 y 2010 se ha impuesto de forma abrumadora en las elecciones por delante de Víctor Font y Toni Freixa. Con 55.611 votos en la segunda mayor participación de la historia por detrás de las de 2010 (57.088), Laporta ha conseguido 34.184 votos (54,28%) superando los 16.679 de Font (29,99%) y los 4.769 de Freixa (8,58%).

Tras marcar territorio desde el momento en que anunció que se presentaba a las elecciones seis años después de perder ante Josep Maria Bartomeu (25.823 votos a 15.615) con el efecto demoledor de la pancarta colgada muy cerca del Santiago Bernabéu, Laporta tomará posesión a finales de esta semana o a inicios de la siguiente una vez deposite en la sede de LaLiga el aval por valor de 124 millones de euros. Será entonces cuando inicie un mandato que acabará el 30 de junio de 2026 ya que el final de la presente temporada cuenta como un año de los seis en total.

Resultados totales 

El triunfo de Laporta simboliza el cambio reclamado en las urnas por los socios rompiendo con el modelo de Josep Maria Bartomeu, que dimitió de su cargo el 27 de octubre pasado después de que más de 20.000 socios firmaran a favor de un voto de censura que ya no llegó a celebrarse.

Las elecciones, inicialmente previstas para el 24 de enero pero aplazadas debido al repunte de la tercera ola de la pandemia y el confinamiento municipal que impedía el máximo sufragio posible, han significado una fiesta para el barcelonismo. La organización de la entidad, con empleados de varias áreas multiplicando esfuerzos, ha sido impecable en un contexto de dificultad por la pandemia y descentralizada (seis sedes) por primera vez en la historia. La fuerza de la masa social blaugrana y la singularidad del club han dado la vuelta al mundo una vez más especialmente con imágenes como la de Leo Messi ejerciendo por primera vez su derecho a voto como socio del Barça junto a su hijo mayor Thiago.

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Atar la continuidad del capitán y mejor futbolista de la historia del FC Barcelona es precisamente el gran reto que se ha impuesto el propio Laporta, convencido en plena campaña de lograr su objetivo: “Sabe que todo lo que le he dicho siempre lo he cumplido, así me lo ha hecho saber.

Empieza una nueva era en el Barça con muchos más desafíos por delante: reducir la deuda y la masa salarial, relanzar el Espai Barça, recuperar los ingresos y devolver al primer equipo de fútbol a lo más alto a nivel europeo. A partir de este lunes hablará ya con Ronald Koeman para trazar el nuevo proyecto con retos muy ambiciosos para demostrar que la “experiencia”, uno de los términos más empleados por Laporta durante la campaña, es el camino para cumplir sus objetivos.

Foto: Mundo Deportivo

Benzema mantiene vivo al Real Madrid ante el Atlético

Marca.- Karim Benzema evitó la eliminación del Real Madrid en LaLiga. Una jugada tejida junto a Casemiro y Lucas, los tres mejores futbolistas blancos del derbi, anuló la ventaja de un Atlético que trabajó la victoria durante 70 minutos, y que perdonó la sentencia con reiteración y alevosía. Fue superior, tuvo más y mejores opciones, pero en el arreón final del Madrid flaqueó la confianza. Hay Liga.

Como es lógico, al Atlético le cayó el empate como un tiro. Marcó pronto con los dos hombres más temidos por los blancos, Llorente y Suárez (Joao fue suplente, asunto también relevante), y perdonó un puñado de ocasiones claras generadas por mayor calidad y ritmo. Pero no remató, y no sirvió el repliegue intensivo al final. El empate, además, restó trascendencia a la polémica mano de Felipe, no pitada por Hernández Hernández tras revisarla el VAR. Motivos para la queja tienen todos. Los que vieron acierto y los que vieron error. Ya no sabe uno a qué carta quedarse.

Resumen del juego

El Atlético no esperó. La alineación del Cholo presumía un equipo versátil, capaz de lanzarse con carrileros o pararse con cuatro atrás según conviniera. Esa apuesta supuso el sacrificio de Joao Félix de salida, ¿y saben qué? Pocos se acordaron de él durante el primer tiempo. Porque el Atlético presionó, mandó, invitó al Madrid a dominar para descubrirse y amenazó siempre con más fundamento que su rival. La presión alta de salida dio resultado al cuarto de hora, en un desajuste blanco aprovechado por Llorente. Se lanzó Mendy al extremo, amarcelado, dejó un páramo a su espalda y Marcos detectó el espacio. Sorteó la entrada de Nacho y lanzó la contra. Aguantó el desmarque de Suárez, que caminó por el alambre del fuera de juego hasta recibir el pase, perfilarse contra natura y meter el exterior, precioso, para superar la salida de Courtois.

Llorente y Suárez son dos piezas que no puso de salida el Real Madrid. Ni el centrocampista potente y llegador ni el ariete profesional y venenoso. No los tiene. Sobre todo gol. Zidane eligió salir con extremos, Asensio y Rodrygo, y aportaron poquísimo. Ni uno ni otro desbordaron, y no compensó el trabajo defnsivo que aportaron. Se jugó a lo que quiso el Atlético, que replegó tras el tanto y respiró sin la bola para preparar la contra. Brilló Lemar, con pelota y en la recuperación, y Koke en el manejo. Comandante en jefe de los ejércitos atléticos.

Los blancos ensayaron desde lejos para disolver la acumulación de defensores rojiblancos. Probó Casemiro, obligando a intervenir a Oblak, y trató de llegar por los costados. Ahí, en un córner desde la izquierda del ataque madridista, llegó la mano de Felipe que Hernández Hernández revisó en el VAR. Conste que era poca cosa para cobrar pena máxima, pero no tienen suerte los blancos con el árbitro canario, que juzgó como lance fortuito lo que otras tardes acabó en penalti. Como Negredo ante la Real.

El segundo acto agrandó las diferencias. Carrasco aprovechó el perfil de Lucas, que bastante hace como lateral, y pudo firmar la sentencia. Error de Varane, servicio inteligente de Suárez y gran parada de Courtois, gigante en el mano a mano. Llorente voleó el rechace junto al larguero. El meta belga tapó otra casi seguida de Suárez, y Correa pudo volear una ocasión clamorosa, solo en el área. Sí, el Madrid iba perdiendo, y en su intento de alcanzar la igualada se destapó atrás.

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Los cambios fueron obligados. Entraron Valverde y Vinícius, que agilizaron el ataque blanco. Menos esperados fueron los relevos del Cholo, especialmente con los hombres retirados: Carrasco y Lemar. Dos tormentos para los blancos, aunque justos de oxígeno. Saúl aportó equilibrio. El caso es que el partido estaba vivo y abierto, expuesto a cualquier falta, centro lateral, error… Y sí, pudo llegar el empate en una concesión de Correa, espeso en el tramo final. Se escapó Vinícius, sirvió un balón extraordinario a Benzema que remató de primeras y Oblak contestó con un milagro. No sólo eso. El esloveno se rehizo, acudió al palo derecho y llegó a tiempo de tapar el segundo tiro a quemarropa de Karim.

Esa oportunidad descubrió la flaqueza rojiblanca en el tramo final. Aunque entró Kondogbia por Correa, el Atlético ya no parecía de granito, y tampoco amenazaba en ataque. A falta de dos minutos, Lucas controló en la derecha, cedió a Benzema para que descubriera el desmarque de ruptura de Casemiro, le metió la bola y el brasileño destapó toda su finura. Amagó el tiro, cedió atrás y Karim anotó a puerta vacía. Un empate trabajado, sin duda, especialmente en el tramo final, y que deja la Liga abierta de par en par. Porque quien ganó en el Metropolitano fue el Barça, que ya echa el aliento a los rivales madrileños.

Foto: Reuters

El Barcelona derrotó con contundencia al Osasuna

AS.- Como previa a las elecciones que deben de marcar el inicio de una nueva era en el Barça, el equipo blaugrana sumó una victoria que abre un nuevo horizonte para los culés. El triunfo por 0-2 contra Osasuna (que supone la octava victoria consecutiva del Barça fuera de casa, la decimosexta jornada sin perder en LaLiga y el cuarto partido dejando la portería a cero) permitirá al Barça ver el derbi entre Atlético y Real relajado y con palomitas. El Barça completó una semana fantástica en la que se ha clasificado para la final de Copa con remontada ante el Sevilla y duerme segundo a dos puntos del Atlético y dejando al Real Madrid a tres.

Enganchado al momento anímico que vive su equipo, Koeman, que llegó a Pamplona con tres centrales, apostó de nuevo por la defensa de tres y compuso una zaga con Mingueza, Lenglet y Umtiti, una línea defensiva que su cardiólogo le tiene más prohibida que el tabaco.

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Ya de entrada, Osasuna le puso las cosas claras al Barcelona. Los navarros iban a explotar la intensidad de su juego convirtiendo cada palmo de El Sadar en un campo de minas. A ímpetu, el equipo de Koeman, que llegó al partido cansado, no tenía nada que hacer más que apelar a la calidad de sus jugadores y tratar de aprovechar los espacios que podía dejar Osasuna a su espalda en los momentos de asedio a la defensa catalana.

Y nadie como Messi para leer este tipo de cosas. El argentino diagnostica los partido como nadie y viendo que se perdían todos los duelos individuales, retrasó su posición para lanzar a sus compañeros cuando los rojillos se destaparan. Gracias a un pase del argentino a Alba, el Barça se adelantó en el marcador con un gol del lateral que rompió por su banda. De esta forma el Barça tomaba ventaja en un partido en el que Osasuna estaba haciéndole sufrir y en el que sobrevivía gracias a la actuación de Ter Stegen. El portero alemán se lució ante un disparo a la escuadra de Barja primero y repitió milagro ante Rubén García para evitar el empate. El marcador era del Barça, pero el partido era de Osasuna.

Con Umtiti amonestado, Koeman afrontó la segunda parte cambiando su dibujo. Umtiti se quedó en el vestuario y salió a jugar Dembélé. Tampoco es lo que recomendaría el cardiólogo, pero es que es lo que hay.

Para tranquilidad del técnico culé, el Barça salió en la segunda parte con la idea de conservar más la pelota aferrado a un Pedri escandaloso, que con 18 años soluciona situaciones de peligro con una normalidad impropia de su edad. Ya puestos a confiar en los jóvenes, Koeman apostó por Ilaix, que volvió a pasar por delante de Riqui por tercer partido consecutivo. También ingresó Braithwaite por Griezmann, que tras tres suplencias de inicio volvió a desaprovechar otra oportunidad para reivindicarse.

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La insistencia es una exigencia para Osasuna, que en el tramo final del partido acorraló al Barcelona a base de saques de esquina y faltas laterales, donde Calleri y Budimir, que entró por el argentino, fueron un dolor de muelas constante para la zaga culé.

El Barça, que no estaba fino, supo sufrir en esos minutos de asedio navarro y a falta de siete minutos cerró el partido en una jugada en la que dos adolescentes, Pedri e Ilaix, se asociaron con Messi. Robó Pedri, que habilitó a Messi, el argentino se asoció con Ilaix, que con la calma de un veterano se cambió el balón de pierna para batir a Herrera y estrenarse como goleador en LaLiga.

En el Barça, renace la esperanza y el equipo se punta a un cambio de era que mañana debe de confirmarse en las urnas.

Foto: Reuters

Andrea Tovar quiere alargar su buen momento con el Getafe

Prensa Getafe Femenino.- En el grupo madrileño de la Primera Nacional, el Getafe Femenino tiene una batalla particular contra el Atlético de Madrid, que lidera la tabla con dos puntos de ventaja sobre su vecino. En el arco del cuadro getafense está una venezolana, la caraqueña Andrea Tovar, quien sostiene la segunda mejor valla del campeonato, con 14 goles recibidos en 16 partidos.

Después de un comienzo impecable con ocho triunfos seguidos, el cuadro del sur de la capital española trastabilló y sumó tres derrotas en sus siguiente seis encuentros. El ritmo imparable parece estar de vuelta tras los últimos dos triunfos, por 3-0 contra la UD Tres Cantos y 2-4 en casa del Madrid CFF, en ambos, Tovar tuvo un papel destacado.

“Creo que la temporada hasta ahora has ido muy positiva, a pesar de las derrotas que hemos sufrido. Esto nos ha ayudado a corregir cositas y a trabajar con mucha más fuerza”, reconoció la caraqueña sobre el rendimiento del equipo, que ha ganado 13 de sus 16 partidos. Los mismos que el Atlético, que ha jugado un partido menos y que, a diferencia de las getafenses, solo ha cedido un par de empates y ninguna derrota.

A nivel personal, Tovar suma dos arcos inmaculados en sus últimas cuatro salidas. El domingo pasado, el Madrid CFF pudo vencerla con dos anotaciones pero su equipo logró reaccionar dándole la vuelta al resultado. “Ha sido un año bastante positivo, he trabajado mucho y estoy viendo los resultados ya que he podido tener atajadas importantes para mi equipo”, explicó la venezolana, quien ejerce de líder por ser una de las jugadoras con más experiencia de su vestuario. “Procuro estar al máximo en cada partido para poder darle al equipo lo mejor de mi”.

Con 10 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, el Getafe afrontará los últimos tres meses del campeonato en una posición privilegiada para pelear por un puesto en el Playoff que les permita ascender a la Reto Iberdrola, la segunda categoría del fútbol femenino español. “Van a ser tres meses importantes en los que no podemos descuidarnos”, avisó la caraqueña. “Estamos preparándonos y fortaleciéndonos como equipo día a día, con el objetivo de alcanzar nuestro objetivo. Estoy muy orgullosa de lo que hemos logrado hasta ahora pero tenemos que seguir así, intentando hacer siempre las cosas mejor”.

Foto: Prensa Getafe Femenino.

Bartomeu, detenido por el caso Barçagate

Mundo Deportivo.- Los Mossos d’Esquadra realizan desde primer ahora de la mañana de este lunes una entrada y registro en las oficinas del FC Barcelona en el Camp Nou con motivo de la investigación del juzgado número 13 de Barcelona por el Barçagate, un presunto delito de administración desleal y corrupción entre particulares relacionado con el asunto de las redes sociales. Producto de este, tal y como informan La Vanguardia y la Cadena Ser, Josep María Bartomeu, Óscar Grau, Román Gómez Ponti Jaume Masferrer habrían sido detenidos. Se trata del expresidente, del CEO del FC Barcelona y el responsable de los servicios jurídicos, y del gabinete de presidencia, y por el momento no hay confirmación oficial y en el Barça, tras consultar a los Mossos, no tienen constancia que Grau Gómez Ponti estén detenidos.

El periodista de La Vanguardia Toni Muñoz publicó el auto donde la jueza dictaba la orden de entrada y registro pero en la que no aparece orden de detención a nadie.

Según ha añadido la Ser, las detenciones serían decisión de los Mossos y no de la jueza, que únicamente habría ordenado el registro. También ha informado la misma emisora que se han registrado los domicilios de Bartomeu y Masferrer, así como las sedes de las empresas I3 ventures, Nicestream y Telam partners S.L.

Por otra parte, según informa la COPE, Bartomeu y los tres retenidos se encuentran en la Comisaría de los Mossos de Les Corts.

Al margen de las detenciones, según ha podido saber MD, producto de la entrada y registro varios ejecutivos del club azulgrana se encuentran aislados y desconectados mientras se recopila la información necesaria por parte de los cuerpos policiales.

Los agentes del Área Central de delitos económicos de la policía autonómica catalana han comenzado a primera hora con la petición de documentación y la incautación de material para contribuir a la investigación, y por el momento no ha finalizado la actuación en la sede del club azulgrana.

Foto: Ok Diario

El Atlético se aferra al liderato

AS.- El Atlético recuperó la senda de los triunfos. Lo hizo ante el Vilarreal en un partido donde el líder tuvo que emplearse a fondo, apretar los dientes y sufrir en unos últimos diez minutos donde el conjunto local le tuvo contra las cuerdas. Pero los del Cholo no encajaron (pese a que el Villarreal tiró 19 veces a portería) y se llevaron tres puntos muy importantes en la lucha por el título. El balón parado le dio una alegría al Atlético en el primer gol y João Félix, que salió tras el descanso, marcó el segundo tanto. Tras un mes de febrero muy malo, los rojiblancos respiran y llegan al derbi rearmados.

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Simeone estuvo especialmente activo en el entrenamiento del viernes en las acciones a balón parado. Más de tres cuartos de hora dedicó el técnico argentino a ensayar faltas laterales, frontales, saques de esquina… Una y otra vez. Y corrigiendo cada golpeo de sus futbolistas. El conjunto madrileño ha tenido problemas con el gol en los últimos partidos y la estrategia puede solucionar esas carencias en momentos determinados. Ante el Levante, en el doble enfrentamiento liguero, el Atlético bombardeó la portería rival y marcó un gol. Frente al Villarreal, en el primer tiempo, tuvo dos llegadas e hizo un gol: un disparo de Saúl y el remate de Savic, con gol en propia puerta de Pedraza, el tanto que supuso el 0-1. Lemar, que tiene un guante en su pierna, se la puso a Savic para adelantar al Atlético. Dos llegadas y un gol. Cosas del fútbol.

El Villarreal dominó el primer tiempo, con Chukwueze creando muchos problemas a la zaga rojiblanca. El Atlético empezó con una defensa de cinco, pero a los veinte minutos cambió y Saúl pasó al centro del campo para ayudar a Koke. El conjunto de Emery tocó muy bien la pelota, la mimó y la sacó bien jugada pese a la presión de los hombres de Simeone, quienes no dudaron en apretar a su rival arriba en cuanto pudieron. Pero atrás el conjunto madrileño ofreció pocas fisuras, con Lemar ayudando por la izquierda y Correa por la derecha. Todos intentaron cerrar filas cuando Chukwueze tuvo la pelota e inició sus desbordes. Un Atlético que ha encajado gol en sus últimos ocho partidos se defendió con seriedad, bien posicionado, muy bien colocado. No salió mucho el Atlético al ataque y lo hizo siempre por la banda de Marcos Llorente, quien sigue siendo un quebradero de cabeza para sus rivales. Luis Suárez tuvo una presencia testimonial, pues apenas le llegó balones.

Tampoco pudo participar mucho Gerard, bien controlado por los zagueros rojiblancos. Pudo empatar en una jugada a balón parado, pero entre Oblak y la defensa visitante sacaron el balón cuando ya se colaba.

En el segundo tiempo Simeone quitó a Lemar, con amarilla y con molestias, y saltó al campo João Félix, por lo que el conjunto madrileño volvió a defensa de cinco, con Saúl metido en la izquierda. Lo pasó mal el rojiblanco, puesto que Chukwueze siguió muy activo, ganando por velocidad a los defensores del líder. Un quebradero de cabeza. Pero estaba casi solo contra un Atleti especialmente concentrado atrás. El equipo de Simeone sabe que si recupera su nivel defensivo, ganará muchos partidos. Tuvo unos buenos minutos el Atlético, con una gran ocasión de Luis Suárez, gracias a la presión de Correa, y paradón de Asenjo.

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El Villarreal encerró en su área a su rival, pero no llegó a inquietarle de verdad. Sus mejores intentos fueron a balón parado, en lanzamientos desde la esquina. Pero Savic, Felipe y Hermoso no dieron opción a Gerard. Cuando peor lo estaba pasando el Atlético llegó el 0-2, un buen gol de João Félix, a quien Pau Torres le hizo un regalo. Y el portugués no lo desaprovechó. Su remate pegado al palo le puso la puntilla a un encuentro en el que el Atlético sacó su casta, su personalidad.

João Félix hizo un gesto tras su gol como queriendo reivindicar algo. Tras el 0-2 el Villarreal ya no tuvo más opción que irse más arriba, con Bacca y Gerard atentos a las dejadas de Chukwueze. El último intento del Villarreal fue de Baena, cuyo tiro se marchó rozando el palo. Y a renglón seguido Oblak sacó una mano milagrosa cuando el balón se colaba. El Atlético tuvo que sufrir y padecer en unos minutos que se le hicieron muy largos al conjunto madrileño. Pero celebraron a lo grande un triunfo que moralmente es muy importante.

Foto: AS

Barcelona volvió al camino de la victoria con doblete de Messi

ESPN.- El Barcelona recuperó el ritmo liguero pero sigue anclado en la depresión futbolística. Goleó al Elche entre bostezos, en una jornada, otra, para el olvido en que el resultado, 3-0, fue lo único que evitó que los focos se centrasen otra vez en el juego plano de un equipo que sentenció en la segunda mitad tras una primera bochornosa.

Doblete de Lionel Messi, dos asistencias de Martin Braithwaite y, al menos, definición, aquello que tanto reclama Ronald Koeman, relanzaron las esperanzas del Barça, que futbolísticamente, sin embargo, mostró síntomas de debilidad, sobre todo en unos iniciales 45 minutos en los que jugó sin ninguna lógica.

Messi abrió la lata al volver del descanso rematando un taconazo de Braithwaite y sentenció la victoria mediada la segunda mitad con un golazo, definiendo con maestría una excelente jugada de Frenkie de Jong en lo que fue casi lo único que se salvó de un encuentro nuevamente muy alejado de lo esperado. Ganó el Barça, le empujó otra vez a la victoria Messi… Pero nada más. Redondeó su actuación Braithwaite regalando el 3-0 a Jordi Alba, cuando el Elche ya estaba rendido y a partir de cuando el partido estaba sentenciado.

PARA OLVIDAR

Sin alma, sin juego, sin profudidad, sin agilidad, sin ritmo ni intensidad, el equipo azulgrana completó una primera mitad para olvidar en todos los aspectos, permitiendo que el Elche se atreviera a soñar con la campanada. Y ya muy pronto, cuando a una primera ocasión de Trincao respondió a los cuatro minutos con una ocasión de oro que no definió en pleno despiste, gravísimo, de la defensa azulgrana.

Ya puede ser Clement Lenglet o Samuel Umtiti quien acompañe a Gerard Piqué en la zaga; ya puede actuar Sergiño Dest o hacerlo Oscar Mingueza en el lateral, lo cierto es que la defensa barcelonista es un drama en cada partido y ese sufrimiento es solamente una parte de todos los males futbolísticos que abrasan a un equipo al que los partidos se le hacen largos y más incómodos a cada minuto que pasa.

No podía romper el orden rival el Barça, empeñado en entrar por el medio, sin abrir el juego a los extremos y relatando en voz alta cualquier intención. Pero sin que ello le ofreciera ninguna clase de solución. Parecía el partido un calco al jugado frente al Cádiz, más preocupante si cabe al llegar sin goles al descanso y con la urgencia llamando ya a la puerta.

MESSI

Y así, con dudas y alarma, comenzó una segunda mitad llamada a ser un drama que, sin embargo, se evaporó rápido, cuando una combinación entre Messi y Braithwaite acabó con el gol 1-0 del argentino sin dar tiempo al Elche a acostumbrarse al juego, y obligándole a cambiar el plan.

No es que el Barça se rebelase en su juego pero sí encontró mayor fluidez de medio campo hacia adelante. La entrada de Ousmane Dembélé le ofreció más soluciones y fue llegando con mayor peligro a la portería de Badia hasta que una excelente jugada de De Jong la sentenció con majuestuosidad Messi, doble goleador, máximo realizador del campeonato, líder, abrelatas y salvador, un día tras otro, de este Barça a medio camino de la resurrección o del derrumbe definitivo.

Con el 2-0 ya se entendía acabada la partida, ya se contempló resuelta cualquier duda y confirmada la victoria local, convertida en goleada gracias a Jordi Alba, que remachó una excelente asistencia de cabeza de Braithwaite para recuperar la sonrisa.

Ganó el Barça. Aunque futbolísticamente aún esté muy muy lejos de lo esperado, logró, al menos, el primer objetivo: reencontrarse con el triunfo.

Foto: Marca

El Barcelona igualó con el Cádiz y sigue sin rumbo

MARCA.- Es lo que tiene no cerrar los partidos. De sumar tres puntos que hubieran sido merecidos y que acercaban al Barcelona a la cabeza de LaLiga, a quedarte con uno solo después de que en una jugada aislada a falta de dos minutos un absurdo penalti de Lenglet sobre Sobrino le diera al Cádiz la oportunidad de empatar en su único remate a puerta. Este Barcelona no gana para sustos y no acaba de darse una alegría. Con la Champions casi perdida y la Copa muy complicada los pinchazos del Atlético le habían abierto una vía en LaLiga pero tampoco han sabido aprovecharla. No es normal que un equipo como el Barcelona sólo le marque un gol al Cádiz y de penalti después de cerca de 25 llegadas y tampoco es normal ser tan inocente como Lenglet para meter el pie dentro del área en una jugada sin aparente peligro. Pero no es la temporada del Barcelona, eso parece claro.

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La visita del Cádiz era propicia para olvidar -si es posible algo así- la derrota del PSG y centrarse en LaLiga, pero una vez más la falta de definición azulgrana le penalizó. Los gaditanos, como el equipo más goleado de LaLIga, se atrincheraron desde el inicio sobre el área de Ledesma con una línea de cuatro y otra de cinco dejando solo a Negredo en punta. Koeman sacó el mismo once que salió goleado por Mbappé y compañía el pasado martes. No era un escarmiento, es que este debería ser el once titular en condiciones normales -con Sergi Roberto en el lateral derecho- pero las lesiones le han impedido tener continuidad.

Este tipo de partidos son algo habituales para el Barça.Cuando un equipo se encierra en el Camp Nou como hizo el Cádiz suele perder en el 99% de las ocasiones. Era un encuentro para que Dembélé, Pedri o el propio Messi lo rompieran con regates que derribaran las líneas cadistas. Y el partido se rompió a la media hora. Robo de Jordi Alba, el balón llega a Pedri y penalti de Iza. Messi no falló y marcó su primer gol al Cádiz, que pasa a ser el club número 38 al que marca el argentino en Liga.

El Cádiz, que apenas había pasado del medio del campo hasta el 1-0, tuvo opción de empatar un minuto después. Centro de Salvi que despejó Piqué en corto y el balón le llegó a Sobrino que no se lo esperaba y no pudo dirigir su remate forzado hacía la portería de Ter Stegen. Fue un espejismo porque en la primera mitad sólo hubo un equipo pese al corto marcador con el que se llegó al descanso. Trece llegadas, dos goles anulados por fuera de juego, pero el Cádiz seguía en el partido.

Era de esperar que el Cádiz adelantara líneas tras la reanudación. Y así fue. Fali tuvo una ocasión en una jugada a balón parado que quedó anulada por falta previa de Garrido. En los cinco primeros minutos ya habían pisado el campo contrario más veces que en toda la primera parte. Pero el partido seguía siendo un monólogo del Barcelona. Al cuarto de hora Cervera hizo un triple cambio y sacó a Lozano, Alex y José Mari. El partido seguía abierto porque Ledesma salvó el 2-0 a un remate desde muy cerca de Griezmann.

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Koeman estaba de los nervios viendo como los suyos perdonaban una y otra vez el gol que sentenciara un partido que cada vez estaba más descontrolado y el Cádiz más suelto sobre el campo. Dembélé también tuvo una clara pero remató demasiado cruzado… Salieron Braithwaite y Pjanic para dar el relevo a Griezmann y Busquets. A falta de un cuarto de hora salió Trincao por Pedri, por lo que se acabó la conexión del canario con Messi, lo que mejor estaba funcionando. También salió Riqui Puig, que tuvo el 2-0 en un remate ajustado al palo.

En los últimos minutos el Cádiz se quitó el corsé y descuidó la defensa buscando una acción aislada o un fallo rival para intentar el empate. No consiguieron inquietar a Ter Stegen y parecía que se iban a ir de vacío cuando una inocente acción de Lenglet ante Sobrino les puso en bandeja el empate. Penalti absurdo y gol de Alex Fernández para un Cádiz que ni se creía que iba a sumar un punto ante el Barcelona. Que son cuatro si sumamos la ida. Los cinco minutos de añadido se les hicieron eternos al Cádiz, pero no pasaron apuros. El Barcelona tiene este miércoles ante el Elche otro partido parecido a este. Koeman deberá leerles la cartilla para evitar que se repita algo así si quieren intentar lucha por LaLiga.

Foto: Reuters