Ancelotti: “El Clásico es un partido especial, pero la temporada es muy larga” (+Video)

Tony Cittadino (Madrid).- El Real Madrid está listo para El Clásico. El director técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, indicó    que el conjunto merengue llega con la preparación adecuada para enfrentar este domingo al Barcelona en el Santiago Bernabéu, en partido de la novena jornada de La Liga en el que confirmó que no estará el portero Thibaut Courtois.

Ambas oncenas llegan invictas al encuentro y con 22 puntos, pero el equipo azulgrana es líder por diferencia de goles. Tienen una diferencia de +19, que se traducen en siete tantos más que el Madrid y, además, tienen la mejor defensa de la competición al recibir un gol.

“Los partidos se preparan como siempre. En este caso tenemos que añadir lo especial que es este encuentro para todos y para los aficionados. Además, hay que tener en cuenta las calidades de ambos equipos, que son muy grandes. Los clásicos, como los derbis, son especiales, y hay que añadir la presión, el aspecto emocional y la preocupación. Todo lo que rodea a un partido de este tipo”, dijo el estratega italiano durante la mañana de este sábado.

El Real Madrid entrenó con normalidad cerca del mediodía y el entrenamiento estuvo abierto a la prensa por 15 minutos. Allí se confirmó que Courtois no estaría disponible por quinto encuentro consecutivo entre Liga y Champions.


“Está bastante bien, ha entrenado muy poco. Para mañana (domingo) está descartado. Va a entrenar con más continuidad la próxima semana. Veremos para el miércoles o el domingo siguiente. Ahora, solo le falta entrenamiento”, agregó el técnico ganador de cuatro Champions League, dos con el Milan y otro par con el Madrid.

Con respecto a las condiciones físicas del defensa de Antonio Rüdiger, el técnico indicó que está bien de salud y que debe cuidarse la herida provocada por el cabezazo durante la semana en el partido de la Champions contra el Shakhtar Donetsk.

“Está bien, pero tiene que llevar la mascarilla sólo para evitar que la herida se pueda abrir. Pero no tiene molestias y está cómodo y con mucha ilusión. Es un guerrero. Lo que aporta al equipo es que es muy fuerte en los duelos y de cabeza en las dos áreas. No es una sorpresa que haya marcado al final porque, como Militao, tiene la cualidad del golpeo de cabeza. Aporta su mentalidad y personalidad. Es un ganador que nunca para, ni en los entrenamientos. Es un defensa muy pesimista”.

Para el encuentro de este domingo, el Madrid llegará con la tranquilidad de tener en el bolsillo la clasificación a los octavos de final de la Champions. Por su parte, el Barcelona tiene la moral tocada tras el empate ante el Inter que los dejó casi fuera de la competición. Sin embargo, Ancelotti destacó que siempre es un rival peligroso y que han hecho bien las cosas en La Liga.

“Jugamos contra un rival de altísimo nivel y para ganar tenemos que atacar y defender bien. Hay que tener en cuenta las características de los dos equipos. Es verdad que ellos empiezan muy fuerte en la primera parte y nosotros estamos mejor en la segunda. No sé si eso va a incidir en el partido, pero nosotros lo tenemos en cuenta”.


Ancelotti finalizó sin especular sobre la formación que usará este domingo y descartó que exista presión por la derrota por goleada de cuatro por cero sufrida en la temporada pasada.

“No quiero inventar. El año pasado intenté inventar algo y me dieron un palo. Saldrá un equipo que tiene muy claro lo que hay que hacer en el campo. Jugamos contra un rival de altísimo nivel y tenemos que hacer un partido completo, atacar bien, defender bien… Solo así se pueden ganar partidos y títulos. El partido del año pasado no va a afectar porque es otra competición, otro año, otro Clásico. Tenemos la ilusión de jugar un partido que lo ve todo el mundo, de mostrar una buena imagen e intentar ganar para nuestra afición. No es un partido de vida o muerte. Es un partido especial, pero la temporada es muy larga y el partido llega pronto”.

Carlo Ancelotti será el técnico con más finales de Champions dirigidas

ESPN.- El italiano Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, es el primer entrenador de la historia que dirigirá en cinco finales de la Liga de Campeones/Copa de Europa.

Con la victoria del conjunto blanco sobre el Manchester City, el preparador de Reggiolo estará por quinta vez en el banquillo de una final de la máxima competición continental.

Ya estuvo con el Milan en 2003, 2005 y 2007, y con el Real Madrid en 2014. Deja atrás a su compatriota Marcello Lippi (Juventus 1996, 1997, 1998, 2003), al escocés Sir Alex Ferguson (Manchester United 1999, 2008, 2009, 2011) y al español Miguel Muñoz (Real Madrid 1960, 1962, 1964, 1966).


Ancelotti, que es también el primer técnico que ha ganado el título en las cinco grandes ligas, tendrá la oportunidad en París de convertirse en el entrenador más laureado.

Ahora mismo, gracias a las victorias con el Milan en 2003 (ante Juventus, 0-0, 3-2 penaltis) y 2007 (2-1 al Liverpool) y con el Real Madrid en 2014 (ante Atlético de Madrid, 4-1 tras la prórroga), está empatado con tres títulos con el mítico Bob Paisley, que coronó al Liverpool en 1977, 1978 y 1981; y con el francés Zinedine Zidane, que logró tres títulos seguidos al frente del cuadro blanco, entre 2016 y 2018, y que fue su ayudante en la final de hace ocho años en Lisboa ante el Atlético de Madrid.

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Gracias a esos títulos es el técnico que ha ganado más finales con más de un equipo, con uno más que Ernst Happel (Feyenoord 1970, Hamburgo 1983), Jupp Heynckes (Real Madrid 1998, Bayern de Múnich 2013), Ottmar Hitzfeld (Borussia Dortmund 1997, Bayern 2001) y José Mourinho (Oporto 2004, Inter 2010).

Como jugador logró dos títulos de la Copa de Europa con el cuadro milanista que dirigía Arrigo Sacchi. En 1989 venció en la final al Steaua Bucarest (4-0) en Barcelona y en 1990 al Benfica (1-0) en Viena.


En el apartado de éxitos combinando ambas facetas, las de jugador y entrenador, está ahora mismo empatado con cinco con Miguel Muñoz, que a los títulos como técnico añade tres como futbolista del Real Madrid (1956, 1957 y 1958).

Foto: ESPN / EFE

Carlo Ancelotti regresó al Real Madrid

Carlo Ancelotti

AS.- Ya es oficial. El Real Madrid ha confirmado la noticia. Ancelotti vuelve al Real Madrid para sustituir a Zidane. Será la segunda etapa del italiano, que en la primera, de 2013 a 2015, ganó cuatro títulos: una Champions, una Copa, una Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

El técnico italiano firma por tres temporadas y no ha trascendido el finiquito que el club blanco ha tenido que pagar al Everton, pues tenía allí contrato hasta 2024. Ancelotti estaba cobrando en la Premier, 12 millones de euros por temporada. Según informó el Real Madrid, este miércoles tendrá lugar el acto de la firma protocolaria junto a Florentino Pérez. A las 18:00 horas, el italiano comparecerá ante los medios de comunicación en una rueda de prensa telemática.

Las negociaciones entre el Real Madrid y Ancelotti se han realizado de manera relámpago, en unas horas. Era el único nombre que no había aparecido en las quinielas, y una vez consumado el traspaso, quizá la mejor solución que podía haber para el Real Madrid, pues Ancelotti tiene la misma buena imagen ante la afición que el propio Zidane. Y los jugadores, del mismo modo, le tienen respeto por todo lo que ha ganado y lo que significa en el mundo del fútbol.

Despedida de Everton

El italiano se despidió de los seguidores del Everton con el siguiente mensaje: «Me gustaría agradecer a la Junta Directiva, a los jugadores y a los evertonianos el tremendo apoyo que todos me han dado durante mi estancia en el Club. Tengo un completo respeto por todos los asociados al Everton y espero que puedan alcanzar las emocionantes oportunidades que tienen por delante. Aunque he disfrutado en el Everton se me ha presentado una oportunidad inesperada que creo que es el movimiento correcto para mí y mi familia en este momento».

No era Ancelotti, desde luego, la primera opción que barajaba el Madrid en caso de que Zidane se marchara. Ni siquiera la segunda. El primero en la lista era Allegri. El ex de la Juve volvió a la Vecchia Signora contra todo pronóstico cuando todo estaba preparado para su contratación, dejó plantado al Madrid, y eso ha provocado que la entidad blanca atravesara varios días de tensión e incertidumbre. Fue entonces cuando, para mantener la idea inicial de que Raúl siguiera en el Castilla y tener esa red si el nuevo proyecto no cuaja (Florentino quería mantener ese Plan B activo más tiempo), se empezaron a mover varias alternativas.

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Se contactó con Conte porque este acababa de dejar el Inter. Pero el en el Madrid pronto se abandonó esta idea. Los métodos de Conte son demasiado abruptos y no casan con la filosofía y metodología del Madrid. Se vio a Pochettino, entonces, como el principal candidato. José Ángel Sánchez entabló las conversaciones con el argentino, según ha podido saber este periódico, que dijo que estaba dispuesto, pero todo quedaba a expensas de que éste pudiera desvincularse del PSG.

El Madrid no iba a dar el primer paso con la entidad parisina porque no quiere enemistarse con el PSG justo cuando tiene que empezar la negociación por Mbappé. El Madrid empezó a gestionar a toda prisa la contratación de Ancelotti una vez que pudo saber por boca del propio Pochettino que le iba a ser imposible abandonar el PSG. El equipo de la capital de Francia no atisbaba en el mercado ningún técnico de su gusto y no quiso dejarle ir. Entonces el Madrid activó el Plan Ancelotti y el italiano puso todas las facilidades del mundo.

La mejor opción: Ancelotti

Ancelotti se distinguió en el Real Madrid por ser un técnico ganador y por tener un sistema realmente ofensivo. Hizo funcionar al Real Madrid con Modric, Kroos e Isco en el centro del campo, y alternó a James en ese puesto con el de Arroyo de la Miel. Arriba, estaba vigente la BBC en su mejor momento. Los jugadores se defendieron hasta el último momento cuando Florentino Pérez decidió prescindir de él en esa primera etapa.

Después de dirigir al Real Madrid, Ancelotti emprendió una etapa fugaz en el Bayern de Múnich y luego en el Nápoles. Ahora estaba a punto de arrancar su tercera temporada como entrenador del Everton en el que, con una plantilla mediocre, no le estaba yendo demasiado bien. Terminó la última Premier décimo. El técnico italiano siempre quiso volver al Real Madrid más allá de cuál pudo ser el final de su primera experiencia. Vendrá, como en aquella ocasión, con un gran equipo de 15 personas a sus espaldas, pero esta vez sin uno de sus mejores amigos y compañeros, el preparador Giovanni Mauri, ya retirado. En esta faceta le acompañará Pintus, que ya marcó una época en el primer gran Madrid de Zidane.

Carlo Ancelotti, el técnico que regresó al Milan a la gloria

Tony Cittadino (Mallorca).- El Milan de Carlo Ancelotti fue el último gran ciclo victorioso del equipo rossonero. La mentalidad ganadora se demostró con resultados y una camada de jugadores que divirtieron al mundo con un juego vistoso y ofensivo. Durante ocho años, “Carletto” dejó un palmarés envidiable: dos Liga de Campeones, dos Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes, una liga, una Copa Italia y una Supercopa de Italia.

Su carrera como técnico comenzó en 1994, cuando fue el asistente de Arrigo Sacchi en la selección italiana del Mundial. Fue su primera experiencia en el banquillo, tras ser jugador del Parma (1976-1979), la Roma (1979-1987) y el Milan (1987-1992), casualmente también dirigido por Sacchi. Fue un estratega fundamental en su estilo de ver el fútbol, por su ordenada y rígida forma de trabajar.

Sin embargo, Ancelotti se ha caracterizado por ser un dirigente pacífico, que da confianza a sus jugadores. Un motivador. Esa ha sido la clave de su éxito. “Hay quienes piensan que porque soy un líder calmado, soy débil. No estoy de acuerdo. Tampoco lo están quienes jugaron conmigo o para mí. Mi calma es una fuerza, que transmite poder y autoridad”, dijo en su libro “El leader calmo, Carlo Ancelotti”, escrito por Chris Brady y Mike Forde en 2016.

Su debut como estratega fue en la temporada 1995-1996 con la Reggiana. Logró el ascenso a la Serie A, luego de 41 juegos, en los que dejó balance de 17 victorias, 14 empates y 10 derrotas.

Su próximo destino fue el Parma, club en el que comenzó a dar sus primeros destellos. En la temporada 1996-1997, finalizó en el segundo lugar con 63 puntos, a dos de la Juventus. En la siguiente campaña, quedó en el sexto lugar con 57 unidades.

Su primera gran experiencia con un equipo de nivel, fue con la Juventus. En la zafra 1999-2000 sólo alcanzó a ganar la Copa Intertoto de la UEFA. Perdió la liga en la última jornada, al caer ante el Perugia un gol por cero, en un partido jugado en un diluvio. La Juve, que hasta llegó a tener nueve puntos de diferencia, finalizó con 71 unidades, uno menos que la Lazio.

La situación fue similar en la contienda 2000-2001. La Vecchia Signora quedó en el segundo lugar con 73 puntos, dos menos que la Roma. Al finalizar la campaña, Ancelotti fue despedido. Su idea,  era regresar al Parma, club con el que había un acuerdo verbal, pero el director general del Milan, Adriano Galliani, lo convenció con una llamada telefónica. Llegó en noviembre de 2001, para sustituir al turco Fatih Terim.

Así regresaba al equipo con el que ganó como jugador dos liga, una Supercopa de Italia, dos Champions League, dos Supercopa de Europa y dos Copa Intercontinental. “El Milan era mi familia y a la familia es la primera a la que hay que demostrar lealtad. Comencé en noviembre de 2001 y los primeros seis meses no fueron fáciles”, expresó en su libro. El conjunto terminó la campaña 2001-2002 en el cuarto lugar con 55 puntos.

La primera Champions

Ancelotti le cambió la cara al club y los resultados se comenzaron a ver en la temporada 2002-2003. En el mercado se reforzaron, entre otros, con dos jugadores de lujo: el mediocampista Clarence Seedorf y el defensa Alessandro Nesta.

“Nesta estaba en el mejor momento de su carrera y era tan importante para mí, que tuve que convencer a Berlusconi. Le recordé que todos queríamos ganar la Champions y con él lo haríamos.  Le dije, usted me da a Nesta y yo le doy la Champions”, rememoró Ancelotti.

El Milan tenía un equipo compacto, que jugaba al clásico 4-4-2. Dida estaba en el arco y la defensa era integrada por Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Kakha Kaladze y Nesta. El mediocampo tenía a Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo, Rui Costa y Seedorf. El ataque estaba integrado por una de las mejores duplas del momento: Andriy Shevchenko y Filippo Inzaghi.

“En esa temporada llegaron Nesta, Seedorf y también Rivaldo. Teníamos a Rui Costa y estos fueron mis jugadores claves. Cuando empecé, el Milan no daba el espectáculo que quería Berlusconi y tuve que cambiar el estilo de juego, para tener feliz a la dirigencia y a los fanáticos”, recordó en su libro.

Pero manejar los egos del vestuario no fue fácil. Debió, como todo entrenador, imponerse por el bien del equipo. “En mi primera temporada, había un partido de Champions en el que dejé a Rivaldo en la banca. Le dije que jugaría tres días más tarde y me dijo que no, porque Rivaldo no era suplente. Le dije que esta sería su primera vez. Se levantó y se fue a su casa”.

Uno de los aspectos claves que cambió en el Milan, fue que la organización contara con un restaurante en la ciudad deportiva de Milanello. “Que los jugadores coman juntos, ayuda a que hagan grupo. Además se siente como una familia y esta era la cultura del Milan. En otras sociedades es diferente. Por ejemplo, en la Juventus me sentí como en una gran empresa. Las relaciones con los directivos eran más formales y en esa época no había un centro deportivo. Entre el Milan y yo siempre hubo una sintonía natural. Con la Juve, no”.

El club terminó en el tercer lugar de la liga con 61 puntos, detrás del Inter (65) y la Juventus (72), pero el gran golpe lo dio en la Liga de Campeones. Los rossoneros vencieron a la Juve en la gran final, disputada en Manchester. Fue la primera entre equipos italianos. Luego de empatar sin goles en 120 minutos, se impusieron en penales tres por dos. Ganar la Champions le permitió a Maldini igualar a su padre Cesare, quien también fue campeón de Europa con el club en la zafra 1962-1963. Justo 40 años después.

“En el Milan tuve la suerte de tener a un líder como Maldini. Tenía un carácter fuerte y no tenía miedo de nada. Siempre era positivo. También estaba Pirlo. Era más solitario y tímido, pero era un líder técnico. Un ejemplo de cómo jugar. Nesta era un modelo diferente a Maldini y también Gattuso, a su manera”, sostuvo Carlo, que es uno de los siete dirigentes en ganar la Champions como jugador y como técnico.

Tres días después de proclamarse rey de Europa, el Milan ganó la Copa Italia ante la Roma. Habían empatado a dos goles en el partido de vuelta, luego de ganar en la ida cuatro por uno. La entidad vivía días dorados, como en la historia reciente con Sacchi y Fabio Capello, situación que mantenía contento al presidente del equipo, el político Silvio Berlusconi. Con el Premier tuvo buenas relaciones, pero trataba de mantenerlo al margen.

“Entendí rápido que debía mantenerlo contento. La tradición del Milan es jugar un fútbol vistoso, mientras que la de la Juve es ganar. Entendí que ningún esquema táctico es más importante que el presidente del club. Sí Berlusconi quería ir al vestuario a bromear, tenía que darme cuenta al final que ese era su vestuario. Se lo permití, incluso, antes de la final de la Champions en 2003”, sostuvo en el texto.

Se consolidó el proyecto

La temporada 2003-2004 comenzó con la derrota ante en la Juve en la Supercopa de Italia. Tras empatar a un gol, cayeron en penales cinco por tres. Sin embargo, tres semanas más tarde, volvieron a celebrar. El Milan se quedó con la Supercopa de Europa, al vencer al Porto por la mínima diferencia, gracias a un tanto de Sheva.

Había motivos para seguir festejando. Dos brasileños de calidad de sumaban al equipo. El defensa Cafú llegó desde la Roma para reforzar la zaga y el mediocampista Kaká desde el Sao Paulo, para fortalecer el mediocampo y darle profundidad ofensiva.

Fue el momento del cambio táctico, para mantener el 4-4-2. No había espacio para todos, así que Ancelotti optó por retrasar un poco más en el campo a Pirlo y adelantar a Kaká, para tener equilibrio. Dejó de jugar con cuatro en línea, para hacerlo con cuatro en forma de rombo.

“En el medio sector tenía a Pirlo, Seedorf, Rui Costa y Kaká. Al comienzo les dije que si no se adaptaban al nuevo sistema, uno iría a la banca. Lo entendieron. Pirlo terminó jugando un poco más atrás y Kaká, más adelante”, explicó Carletto, quien también debía dar espacio a jugadores como Gattuso y Massimo Ambrosini.

La jugada salió bien, porque además transformó el juego de Kaká, quien tuvo más protagonismo. Al finalizar la campaña, fue el Futbolista del Año de la Serie A. Era el preludio de una gran carrera. Ancelotti también alternó el 4-4-2 con el famoso “Árbol de Navidad”, el sistema 4-3-2-1 con el que jugaba con un solo atacante.

“El club me dio la posibilidad de cambiar jugadores y transformar el equipo, de acuerdo a mi visión. Ganar la Champions en 2003, consolidó la conciencia de los jugadores de ser parte de un gran club. Tomaron mejor la idea de que no siempre podían jugar. Eso hizo más fácil la relación. Todos eran campeones”, dijo el técnico en su libro.

El 21 de febrero de 2004, vencieron al Inter en un “Derby della Madonnina” electrizante. El equipo nerazzurro se fue al descanso con una ventaja de dos por cero, pero los rossoneros remontaron en la etapa complementaria y sellaron el triunfo con un golazo de Seedorf en el minuto 85.

Al holandés lo definió como un gran jugador y de carácter fuerte. “Tenías que decirle bien qué querías, porque si no te hacía todo. Cuando llegó en 2002, tuvo problemas con los compañeros, porque se sentía responsable por los demás. Era su carácter. Al final tuve que decir que él no era el entrenador y no debía hablar así. Era un líder. Pero ya teníamos a Maldini y tuvimos que buscar un equilibrio”.

El Milan terminó la temporada como campeón de Italia con 81 puntos, 11 más que la Roma. El ucraniano Shevchenko fue el líder goleador de la liga con 24 tantos, siendo la segunda vez que lo alcanzó. En la temporada 1999-2000 también sumó dos docenas de goles. Al final del año, Sheva se quedó con el Balón de Oro.

En la Copa Italia quedaron eliminados en la semifinal, al caer en los dos partidos ante la Lazio con global seis por uno. En la Champions, el recorrido se acabó en los cuartos de final. Fueron goleados en la espectacular remontada del Deportivo La Coruña. Los italianos habían ganado 4-1 en la ida jugada en San Siro, pero perdieron 4-0 en la vuelta en Riazor. Fue el partido más gris del ciclo hasta el momento.

La pesadilla de Estambul

La campaña 2004-2005 inició con otro título. El Milan superó a la Lazio tres goles por cero, para ganar la Supercopa de Italia. Entre los refuerzos adquiridos, destacó el delantero argentino Hernán Crespo y el defensa holandés Jaap Stam.

En diciembre perdieron la final de la Copa Intercontinental contra el Boca Juniors. También en penales. Empataron a uno en 120 minutos y en la tanda decisiva, los argentinos se impusieron tres por uno en Yokohama.

Finalizaron en el segundo lugar de la Serie A con 79 puntos, siete menos que la Juventus, pero al año siguiente el título fue revocado por el escándalo de Calciopoli y no fue asignado. La Copa Italia volvió a ser imposible, al caer en cuartos de final ante el Udinese con global de seis por cuatro.

En la Champions ocurrió la pesadilla de Estambul. El Milan ganaba cómodamente tres por cero en la primera parte. Maldini marcó al primer minuto y le siguió un doblete de Crespo (39’ y 44’), pero se dejó empatar por el Liverpool en la etapa complementaria. Tres goles en seis minutos de Gerrard (54’), Smicer (56’) y Xabi Alonso (60’). Los ingleses se quedaron con la “orejona” en la tanda de penales tres por dos, en una de las remontadas más espectaculares de la competición.

“En esa final tuvimos una calidad de juego impecable, que nunca había visto en finales. Fue una desilusión muy grande. La gente dice que dejamos de jugar en el segundo tiempo y no es cierto. El Liverpool jugó bien seis minutos y nosotros 114”, recordó en su libro.

Aseguró que la reacción del Liverpool lo dejó sin tiempo para hacer los ajustes. “Cuando marcaron el primer gol, estábamos jugando tan bien, que pensé que pronto marcaríamos el cuarto. Luego anotaron el segundo y pensé en hacer un cambio, para reforzar la defensa. El tercer gol llegó sin poder hacer nada. Después de esos seis minutos de locura, logramos retomar el control del juego y podíamos haber marcado”.

En ese momento tan difícil, sintió el apoyo de la organización. “El club permaneció compacto. Nadie nos puso en discusión. Obviamente nos dolió, pero tratamos de no dramatizar. Al comienzo de la temporada siguiente, éramos brillantes. La derrota lejos de cortarnos las piernas, nos fortaleció”, confesó el italiano.

Por su parte, Nesta absolvió de toda culpa a su director técnico y lamentó que no pudiera ser uno de los cobradores en la tanda de penales. “Creo que su único error fue no apuntarme en la lista. Contra la Juventus en Manchester lo hizo y marqué. La gente cree que la derrota fue su culpa. Yo creo que fue nuestra. Jugamos el mejor primer tiempo de todos y, en el descanso, nos dijo en el vestuario que el juego todavía no estaba decidido. Que saliéramos a marcar otro gol y si era posible, otro más. Sólo así, estaríamos seguros. Pero concedimos libertades al Liverpool y nos costó la final”, dijo en el libro de Ancelotti.

Temporada en blanco

En la campaña 2005-2006 sumaron de refuerzo al delantero Alberto Gilardino, quien llegó procedente de la Fiorentina. También al delantero Christian Vieri desde el Inter y al lateral izquierdo checo Marek Jankulovski, desde el Udinese.

Pero fue una temporada sin títulos para la entidad rossonera. En la Champions, cayeron en la semifinal ante el Barcelona, a la postre el equipo campeón. Perdieron en San Siro con gol de Ludovic Giuly (67’) y empataron a cero en el Camp Nou. Sheva terminó como líder goleador de esa edición con nueve tantos.

En Copa Italia, el Palermo los eliminó en octavos de final con global de tres por uno y en la Serie A habían finalizado en el tercer puesto con 58 puntos, pero luego le revocaron 30 unidades por el escándalo de Calciopoli que se destapó en esa campaña.

Para entonces, se fortalecían los rumores que aseguraban que Berlusconi no estaba contento con el rendimiento del club y le hacía las alineaciones a Ancelotti, algo que  el técnico siempre negó y reconfirmó en su libro.

“Todos pensaban que Berlusconi me presionaba, pero no era cierto. Siempre estaba muy presente. Cuando ganábamos, entonces me decía quiero que juguemos con este atacante y seamos más ofensivos. No es una opinión, es que lo quiero. Pero siempre le explicaba mis argumentos. Después de una victoria, le gustaba explicarme con cuál jugador me hubiera hecho jugar. Pero eso lo hacía sólo cuando ganábamos”.

 

La revancha de Atenas

Todo cambió en la campaña 2006-2007. El terremoto de Calciopoli obligó a varios equipos a reestructurarse y el Milan no fue la excepción. Se marchó Sheva al Chelsea y Rui Costa al Benfica, mientras que llegaron, entre otros, los defensas Daniele Bonera desde el Parma y Massimo Oddo desde la Lazio. Además Ronaldo se incorporó en el mercado de invierno, pero no jugó hasta 2008 por someterse a un tratamiento de la tiroides.

El camino en la Serie A, terminó con un decepcionante cuarto puesto y en la Copa Italia llegaron hasta la semifinal. La Roma los despachó, tras empatar a dos en San Siro y ganarles tres por uno en el Olímpico.

Sin embargo, todas las fuerzas estaban centradas en Europa. En semifinales lograron una remontada histórica ante el Manchester United. Luego de perder tres por dos en Old Trafford, ganaron con un contundente tres por cero en San Siro, para meterse en la final. Kaká (11′), Seedorf (30′) y Gilardino (78′), sentenciaron a los ingleses en un encuentro que se jugó con una lluvia torrencial y en la que el Milan fue superior. El resultado fue corto.

El equipo de Ancelotti clasificó a la final, para medirse al Liverpool en Atenas. El Milan se sacó la espina de Estambul y venció a los ingleses dos por uno, con un doblete del “Pippo” Inzaghi (45’ y 82’). Fue la séptima y última Champions para el equipo.

“He marcado varios goles en Europa, pero hacerlo en la final de la Champions League es algo especial”, dijo Inzaghi a la UEFA luego de partido. Su compañero Gattuso, agregó: “La derrota de hace dos años estará de por vida, pero esto es otra historia diferente. Ahora nos toca a nosotros celebrarlo”.

Kaká finalizó como máximo goleador del torneo con 10 y allanó el camino para ganar el Balón de Oro y el premio FIFA World Player. Para Maldini fue su segunda “orejona” con el club.

Galliani estuvo en el Milan durante 30 años, ocho de los cuales los pasó con Ancelotti en el banquillo y se mostró feliz por la revancha. “En julio de ese año, el Milan fue el primer club del ranking de la UEFA, superando a Real Madrid y Barcelona. Sus ocho años fueron un periodo de oro. La victorias fueron muchas más que las derrotas”, dijo en el libro.

El ejecutivo agregó que la derrota en Estambul no puso en duda la continuidad del estratega. “Muchos me preguntan si le recriminamos algo y la respuesta es no. Lo apoyamos. Fue duro y tuvimos que haber ganado. Pero en cinco años, jugamos tres finales de Champions, una semifinal y unos cuartos de final. Nadie nos alcanzaba. Ni siquiera Bayern, Real Madrid o Barcelona”.

La mano derecha de Berlusconi, definió a Carlo como un gran motivador en momentos claves. “Tiene un modo particular de llevar las relaciones con los jugadores. Nunca traicionó sus orígenes, ni cambió su carácter. Tiene una gran capacidad de iluminar el ambiente en el que trabaja. Es un líder internacional y multicultural”.

Una de sus anécdotas preferidas, fue la noche antes de la final de la Champions de 2007. “Veía en el entrenamiento con él y me fijé que Inzaghi estaba presionado. No paraba ni un balón. No era él. Le sugerí a Carlo que lo dejara de suplente y salir con Gilardino como titular. Me respondió que Inzaghi era un atacante rato y que, quizás, la noche de la final sería su noche. Quizás otro entrenador me hubiera hecho caso, pero él tenía un presentimiento y era algo que le sucedía a menudo”.

 

En el techo del mundo

La temporada 2007-2008 inició con el triunfo en la Supercopa de Europa contra el Sevilla. La victoria fue de tres por uno, con tantos de Inzaghi (55’), Jankulovski (62’) y Kaká (87’), para sumar el quinto trofeo de la competición. El título tuvo en parte un sabor amargo, porque el defensa del Sevilla, Antonio Puerta, había muerto tres días antes por un paro cardio respiratorio en el juego ante el Getafe.

La zafra también inició con otro fichaje de estelar. Alexandre Pato llegó con apenas 17 años, procedente del Internacional de Porto Alegre por 22 millones de euros, una cifra récord para entonces.

En diciembre, sumaron al palmares el Mundial de Clubes al derrotar por goleada al Boca Juniors cuatro por dos. Inzaghi lideró el triunfo con par de dianas (21’ y 71’), mientras que Nesta (61’) y Kaká (61’) se sumaron a la fiesta milanista.

“No diría que la victoria es irrepetible, pero nunca la podremos olvidar. Ahora queremos festejar al máximo este evento. Nos alegramos mucho por esto, porque todo el mundo sabe que hemos recorrido un camino muy difícil”, sostuvo Ancelotti luego del juego. Su Milan sumaba el título 18 a nivel internacional, siendo el club más titulado.

Sin embargo, el ciclo comenzaba a presentar desgaste. El Catania los superó en octavos de final de la Copa Italia, con global de 3-2. En la liga, finalizaron en el quinto lugar con 64 puntos, quedando fuera de la zona Champions.

En la Liga de Campeones, quedaron fuera en octavos de final contra el Arsenal. Empataron sin goles en casa y perdieron dos por cero como visitantes. Para entonces, el Real Madrid había asomado la posibilidad de fichar a Ancelotti, pero no se dio.

“En ese momento, me contactó el Real Madrid, pero no hubo acuerdo porque dije que si el Milan no me dejaba ir, no me iría”, dijo en su libro el estratega.

Fin del ciclo

La última campaña de Ancelotti fue la 2008-2009. También fue la de Maldini. Al mismo tiempo, regresaba al equipo Shevchenko y se sumaban los fichajes estelares de Ronaldinho, David Beckahm, Gianluca Zambrotta, Thiago Silva y Mathieu Flamini.

El Milan no disputó la Champions League, pero sí la Europa League, torneo en el que quedó eliminado en los dieciseisavos de final ante el Werder Bremen con dos empates. Uno a uno en Alemania y dos a dos en Italia, pasando los teutones por marcador global.

En la Serie A, finalizaron en el tercer lugar con 74 puntos y en la Copa Italia, quedaron fuera al perder con la Lazio dos por uno en octavos de final.

“Fue un gran tiempo al Milan. Ganamos dos Champions y una liga. Me sentía como en casa, pero luego de ocho años la relación se enfrió. Berlusconi quería cambiar y yo quería ir al exterior”, dijo Ancelotti en su libro.

Galliani explicó que la decisión dejarlo ir a Inglaterra con el Chelsea, fue consensuada y la discutió con Berlusconi. “Era lo mejor para las dos partes. Él lo deseaba y la separación fue sin traumas. Carlo fue muy correcto. Dejó que el equipo decidiera, porque tenía un contrato”.

Beckham también dio buenas referencias, a pesar de jugar bajo sus órdenes solo una temporada. En el libro de Carlo, explicó que no dudó cuando se presentó la posibilidad de ir al Milan. Recordó el último día de Ancelotti en el banquillo como una jornada llena de emociones.

“Vi con mis propios ojos cuánto le querían en el vestuario. Dio un discurso muy sentido en italiano y yo le entendí la mitad, pero me conmovió. Vi llorar a como Maldini, Gattuso, Inzaghi y Nesta. Sabían que el club cambiaría, porque el hombre que hizo grande al Milan estaba por irse”.

Maldini lo definió como una persona que se molesta muy poco y que puede hacerte reír antes de una final de Champions. “No es rencoroso y tiene un corazón de oro. No necesita ser un Special One para ganar. Cuando creía equivocarse, me lo preguntaba. Cuando llegó a Milanello, era muy rígido tácticamente. Pero luego se abrió y maduró”.

Nesta tampoco dudó en decir que Ancelotti fue el mejor entrenador que tuvo en su carrera, porque le cambió la mentalidad. Contó que le dijo que no había mejor lugar para crecer que el Milan y, aunque le costó adaptase, siempre tuvo su apoyo.

“La primera vez que lo vi, fue en un entrenamiento con Italia en Milanello. Estaba al límite del campo y me dijo que al año siguiente quería verme en el Milan. Le dije que no, porque el club no me gustaba. Era de la Lazio y prefería quedarme en Roma. Tres meses más tarde, firmé con el Milan. Carlo me enseñó que aquí cada juego era una final. En la Lazio, bastaba con ganar el derby a la Roma. Me dijo que que si quería ser el mejor, tenía que seguir a los mejores, como a Maldini o Costacurta”.

Ancelotti terminó dirigiendo al club en Serie A en 423 partidos oficiales, con 238 victorias, 101 empates y 84 derrotas. Su huella en el banquillo fue más allá de los títulos y resultados. Fue un caballero y el último dirigente que dirigió al Milan con el escudo tatuado en el corazón, para llevarlo a la gloria en un ciclo exitoso.

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El Napoli despidió a Ancelotti a pesar de clasificar a octavos

AS.- El Nápoles ha vivido este martes la última noche de la era Ancelotti, que se ha cerrado con un triunfo (el primero desde el 23 de octubre) y el pase a los octavos de final de Champions League, conseguido con un contundente 4-0 al Genk firmado por Milik (hat-trick) y Mertens de penalti. La gran actuación no fue suficiente para salvar el destino del exmadridista, que tras el enfrentamiento afirmó sonriente: «No sé si estaré en el próximo partido, pero espero que sí. Nunca pensé en dimitir y no lo haré ahora».

El entrenador había anunciado también una reunión, prevista para este miércoles, con Aurelio De Laurentiis, que sin embargo decidió anticipar su decisión y a las 23:40 de este martes anunció el despido, añadiendo: «Quedan intactas la relaciones de amistad, aprecio y respeto mutuo entre club, el presidente De Laurentiis y Ancelotti». ‘Carletto’ paga la peor crisis azzurra en la Serie A en los últimos 12 años, con apenas 21 puntos cosechados en 15 jornadas, a pesar de un mercado de fichajes con una inversión que superó los 100 millones. El club, para el que clasificarse a la Champions es vital, consideró necesario un cambio y el candidato para ocupar su banquillo es Gennaro Gattuso, que ya aceptó un contrato de 18 meses para sustituir justo a uno de sus maestros. Ancelotti saluda Nápoles sin haber ganado títulos, pero pronto podría comenzar una nueva aventura: suena para el Arsenal.

El entrenador, en ‘Sky Sport’, no había querido comentar los rumores sobre la llegada de Gattuso y había excluído la posibilidad de dimitir: «No supe ni pensé en contactos con otros entrenadores, solo pensamos en el partido».

Sobre el triunfo ante el Genk, Ancelotti declaró: «Ha sido una de las pocas satisfacciones de estos meses, también por nuestra culpa. Demostramos ser competitivos en Europa, unas cualidades que, en cambio, no mostramos en la Serie A»..