Prensa RFEF.- Bajo el lema Una misma piel, fue el pasado 5 de junio cuando a Real Federación Española de Fútbol y la Confederación Brasileña (CBF) anunciaron el acuerdo para la celebración de un encuentro entre las dos selecciones campeonas del mundo que ahora concreta su fecha y hora.
El estadio Santiago Bernabéu albergará este partido amistoso de preparación el martes 26 de marzo de 2024 a partir de las 21:00 (hora peninsular española) y durante la que será la primera concentración del equipo de Luis de la Fuente en el presente año.
La cita servirá para reforzar el compromiso contra la violencia y el racismo en el fútbol e intensificará las buenas relaciones entre ambas entidades rectoras nacionales, constituyendo una gran fiesta del fútbol entre dos de las selecciones más potentes del panorama internacional.
Será el del próximo mes de marzo el décimo encuentro entre las selecciones de España y Brasil, cuyo último enfrentamiento data de la final de la Copa Confederaciones en 2013. De los nueve duelos anteriores, España consiguió dos victorias y dos empates, con ocho goles a favor y catorce en contra.
ESPN.- Edson Arantes Do Nascimento, mundialmente conocido como Pelé, murió a los 82 años.
Nació el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, Mina Gerais, Brasil, y comenzó su carrera en el Santos. Debutó en el Peixe con apenas 15 años, marcando un gol en el estreno oficial.
Desde chico se notaba su talento, pero pocos pensaban que llegaría a ser el jugador que fue, sobre todo por su condición física: los entrenadores lo veían muy endeble, muy liviano para poder jugar en el fútbol profesional.
1940-♾️
👑 Pelé, uno de los más grandes de todos los tiempos, ganador de 3 Copas del Mundo y un futbolista que cambió nuestras vidas y el fútbol para siempre.
De a poco se fue fortaleciendo en el aspecto físico y a medida que crecía su contextura, también lo hacía su juego. Debutó en el Santos en 1956 y en 1957 fue goleador del torneo Paulista, con 41 goles en 38 partidos.
A nivel país, su explosión llegó en el Mundial de 1958, cuando Brasil logró su primera Copa del Mundo. Pelé, como todos los brasileños, tenían la espina clavada por el Maracanazo de 1950, cuando la verdeamarela perdió de local la final con Uruguay.
Viendo a su padre y a sus familiares cercanos devastados por esa derrota, el joven Pelé, de 10 años en ese momento, le prometió a su papá: “Voy a ser jugador de fútbol y voy a ganar un Mundial”.
En Suecia, se perdió los primeros partidos por una lesión en la rodilla. Pero se mostró en toda su dimensión cuando le tocó jugar a partir del tercer partido frente a Rusia, el último encuentro de la fase de grupos. A los 17 años se consagró campeón del mundo mostrando su habilidad y capacidad goleadora: en ese entonces ya todos hablaban de él.
Luego, también se consagraría en la Copa del Mundo de Chile 1962, donde una lesión le impidió estar presente en la mayoría de los partidos, y en México 1970, el último Mundial que jugaría, donde se lo vio en todo su esplendor. En el Santos de Brasil estuvo hasta 1974, y a partir de 1975 seguiría su carrera en el Cosmos de Estados Unidos, hasta su retiro.
Con la Selección de Brasil jugó 112 partidos, entre oficiales y no oficiales, y marcó 95 goles.
Entre sus logros a nivel clubes se destacan, además de los torneos locales con Santos, dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.
Un jugador emblemático
Pelé fue sin dudas el mejor jugador del mundo de su época. Para muchos, el mejor de la historia, aunque la subjetividad en este punto termine en una eterna discusión futbolera para determinar si fue mejor que Maradona, Messi, Di Stéfano o Cruyff.
Lo cierto es que O Rei fue un jugador incomparable, habilidoso, de exquisita pegada, goleador, gran cabeceador, y muy fuerte para enfrentar a rivales que buscaban, directamente, sacarlo de la cancha, en tiempos donde no había cambios, tampoco amarillas y muy pocas cámaras de TV que registraran los maltratos que los futbolistas distintos sufrían dentro del campo de juego.
Luego de su retiro siguió vinculado al deporte y al fútbol, pero no como entrenador. Lo nombraron Ministro de Deportes de su país, embajador de Unicef, colaborador de la FIFA y asesor ejecutivo del Santos, entre otros cargos. En el año 1980 lo nombraron el “Futbolista del Siglo” y en el año 2000 ocupó el segundo lugar como deportista del siglo por detrás del boxeador Muhammad Alí.
La cantidad de goles que marcó sigue siendo tema de debate: algunos hablan, entre partidos oficiales y no oficiales, de 1.282. Una cifra abrumadora. Otros, sólo suman los oficiales, y cuentan 767.
A la edad de 82 años, la leyenda del fútbol mundial perdió la vida tras sufrir de cáncer.
De algo no hay dudas: Pelé fue O Rei, uno de los mejores exponentes del fútbol que desde Sudamérica cautivó a todo el mundo.
Tony Cittadino (Mallorca).- La final de la Copa del Mundo de la FIFA es un momento inolvidable, pero el partido entre Uruguay y Brasil en 1950 pasó a ser una de los más emblemáticos y consentidos. El 16 de julio de 1950, los charrúas vencieron dos por uno a la canariña y le propinaron la derrota más dolorosa de su historia que pasó a denominarse el “Maracanazo”.
El estadio Maracaná en Río de Janeiro recibió a 173 mil 850 personas de acuerdo a las estadísticas de la FIFA, aunque la cifra extraoficial por lo lleno del recinto llegó a las 200 mil personas, un récord de asistencia que se mantiene hasta nuestros días.
Para entonces, Brasil vestía de blanco y no con la tradicional y ganadora casaca “verdeamarela”. El golpe fue tan duro, que decidieron cambiar los colores de su indumentaria. Sin embargo, el uniforme se implementó de nuevo, pero en condición de visitante, durante la Copa América 2019.
Brasil era además el país anfitrión de un Mundial que se reanudaba tras la dolorosa pausa de la Segunda Guerra Mundial. También llegó con el peso de ser campeón de la Copa América, jugada un año antes en su país. Todo hacía pensar que esa tarde alzarían su primer trofeo, pero Uruguay no se amilanó y se convirtió en el segundo bicampeón mundial y primer suramericano. El otro había sido Italia (1934-1938). Así sumaron su cuarto título, aunado a los dos Juegos Olímpicos (1924 y 1928).
Los brasileños dirigidos por el director técnico Flavio Costa, venían de disputar una segunda etapa del torneo aplastante. Golearon a Suecia (7-1) y a España (6-1), para sumar cuatro puntos. En tanto, Uruguay había empatado con España (2-2) y superado a Suecia (3-2), para acumular tres unidades. Así las cosas, el ganador del duelo directo de este formato de playoff o liguilla (no se jugaba final) se quedaría con la Copa Jules Rimet y a Brasil le servían dos resultados de tres: victoria y empate.
El ambiente en el país y en el estadio era triunfalista, pero nadie podía imaginar que se transformaría en una tragedia carioca. Incluso diarios como O Mundo, ya tenían la portada lista celebrando el título. Así nació la histórica frase del capitán uruguayo Obdulio Varela, al decir: “Los de afuera son de palo”. El mediocampista no sólo buscaba animar a sus compañeros, sino también a no dejarse intimidar y salir a buscar el resultado. Sabían que si salían a defenderse, podían llevarse una goleada como sus colegas españoles y suecos.
“El ambiente era de euforia y los brasileños estaban seguros de que nos iban a ganar. Nosotros estábamos tranquilos. Además, ya les conocíamos, un par de meses antes jugamos la Copa Río Branco con Brasil, y nos vimos en tres partidos. El primero les ganamos 4-3, el segundo perdimos 2-1 y el tercero caímos 1-0. Así que no estábamos tan lejos de ellos”, dijo Alcides Ghiggia en una entrevista al diario El País en 2006.
Friaca adelantó a Brasil al minuto 47, para encender la fiesta en un Maracaná que se sentía campeón. La celebración en las tribunas era ensordecedora y hasta lanzaron fuegos artificiales. Sin embargo, llegó la jugada clave del partido. Varela reclamó una posición adelantada al árbitro inglés George Reader, que sirvió para enfriar el encuentro y evitar que el rival se agrandara.
Así llegó el empate que silenció el Maracaná en la fracción 66, con tanto de Juan Schiaffino. La celeste no bajó los brazos y remataron con el icónico tanto de Ghiggia al 79, que clavó una estaca que nunca ha podido salir del corazón de Brasil. El carnaval pasó a ser un velorio y mientras la selección de Brasil de Ademir y Zizinho lloraba la derrota, la oncena de Uruguay del director técnico Juan López, celebraba por todo lo alto.
“Es algo inolvidable, lo máximo. No se puede pedir más. El gol fue un calco del primero. Me fui de Bigode, que era mi marcador, entré en diagonal y el arquero, Barbosa, se pensó que iba a pasarla atrás. Entonces abrió un poco el arco en busca del centro, y como ví que dejaba un espacio, tiré. Fue en cuestión de segundos. Por suerte, la pelota entró junto al poste”, agregó Ghiggia en declaraciones al diario español.
El resultado fue tan imprevisto, que el propio presidente de la FIFA, Jules Rimet, no tenía un discurso preparado para el triunfo celeste. Hasta ellos pensaban que Brasil se coronaría. El dirigente había ido a los vestuarios cuando el juego estaba 1-1 y, al salir, se encontró un estadio en silencio. No hubo una ceremonia oficial de premiación, sino algo improvisado y apresurado.
“A la salida del túnel, un silencio desolador había ocupado el lugar de todo aquel júbilo. No había guardia de honor, ni himno nacional, ni ceremonia solemne. Me vi solo, en medio de la multitud, empujado hacia todos lados, con la copa bajo el brazo. Acabé por encontrar al capitán uruguayo y, casi a escondidas, se la entregué”, dijo Rimet en su libro «La maravillosa historia de la Copa del Mundo» citado por la FIFA.
Ghiggia, que falleció justo 65 años después del histórico partido en 2015, no dudó en bromear en varias ocasiones al asegurar que fue uno de los que pudo enmudecer al imponente estadio. “Sólo tres personas silenciamos Maracaná: el Papa (Juan Pablo II), Frank Sinatra y yo”. Y así sucedió. Fue el día en que Uruguay se inmortalizó ante la mirada del fútbol mundial.
Testigo de la historia
La ferviente fanática de Brasil, María de Lourdes Silva, tenía 8 años cuando presenció el “Maracanazo”. En una entrevista a EFE, recordó el mítico partido como el más triste de la historia.
“Conocí el Maracaná en 1950 cuando asistí al partido entre Brasil y Uruguay. Un juego muy bonito, con la afición muy animada y, al final… Brasil perdió. El Maracaná quedó triste, quedó fúnebre, muy triste. Aquel día fue una tristeza total. Yo sólo vi a las personas llorando. Ay Dios mío. Fue una gran tristeza. Parecía que el Maracaná se hubiese desplomado. Fue una gran tristeza. Fue realmente muy triste. Todo el mundo con esperanza, gritando ‘Brasil, Brasil’, y acabó en silencio total. Silencio total. Es la mayor tristeza que he tenido”, explicó.
AFP.- Cuatro años de cárcel: esa es la sentencia que una jueza de Nueva York aplicó este miércoles al exjefe del fútbol brasileño José Maria Marín, de 86 años, por aceptar millonarios sobornos, al compararlo con «un cáncer» que carcomió el deporte más popular del planeta.
Marín es el primer gran jefe del fútbol mundial en ser condenado y encarcelado en Estados Unidos en el marco del FIFAgate, el escándalo de corrupción de la FIFA.
El 22 de diciembre pasado un jurado popular lo halló culpable de aceptar 6,6 millones de dólares en sobornos junto a su número dos, Marco Polo del Nero, a cambio de contratos de televisación de la Copa América, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
«Marín dice que ama el deporte, pero él y sus co-conspiradores fueron el mismo cáncer en el deporte que dice amar», dijo la jueza federal de Brooklyn Pamela Chen al anunciar su sentencia.
Codicioso
Cuando asumió la jefatura de la CBF y comenzó a aceptar coimas, a partir de 2012, Marín tenía 79 años y ya era multimillonario, recordó el fiscal Sam Nitze.
«Era un abogado, fue un servidor público, alguien que tendría que haber actuado mejor. Podría y debería haber dicho que no y exponer la cultura de la corrupción, pero en vez de eso tendió su mano y se unió al juego» de aceptar sobornos, sostuvo la jueza Chen.
«Su crimen fue de pura codicia injustificada», añadió.
Marín deberá pagar una multa de 1,2 millones de dólares y devolver los casi 3,4 millones en sobornos que recibió de manera personal. También buscó recibir más de 10 millones en sobornos que nunca cobró.
La fiscalía reclamaba 10 años de cárcel, y la defensa decía que debía ser liberado porque cumplió ya 13 meses de prisión (cinco en Suiza y ocho en Estados Unidos), su edad es muy avanzada y su salud muy frágil.
Sus abogados dijeron que Marin padece ansiedad y depresión, tiene problemas digestivos y un zarpullido en todo el cuerpo.
Una audiencia para estimar el monto que deberá restituir a sus víctimas -la FIFA, la Concacaf y la Conmebol- tendrá lugar en octubre. La CBF no se presentó como víctima ante la corte.
«Puedo morir en la cárcel»
Muy delgado y encorvado, el expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) compareció en la audiencia vistiendo un traje de presidiario beige, en vez del elegante traje que llevó en sus siete semanas de juicio. Llevaba el cabello más largo.
No quiso pedir perdón ni mostró remordimientos pero en una carta que leyó ante el tribunal dijo que lamentaba si sus acciones habían perjudicado a alguien. Su abogado, Charles Stillman, dijo que el exjerarca no sabía que lo que hacía era incorrecto.
Al hablar de su esposa Neusa, que estaba presente en la audiencia, rompió en llanto y se agitó terriblemente.
Sus abogados y la jueza trataron de impedir que continuase, pero él siguió: «Puedo morir en la cárcel (…) ¡La herencia de mi mujer y de mi familia, no les quiten sus medios para sobrevivir!», urgió mirando al fiscal Sam Nitze, en referencia a las multas y restituciones que deberá pagar.
«Estoy muy enfermo (…) Ya soy un hombre sin futuro», dijo.
Marín dijo que el fútbol era su gran amor y que como futbolista profesional pudo financiar su carrera de abogado, pero que desde que fue arrestado el 27 de mayo de 2015 en un hotel de Suiza a pedido de Estados Unidos el deporte rey se ha convertido para él en «una gran pesadilla».
También contó que su familia vive en Brasil «un verdadero infierno».
Relató que su esposa, debido a problemas emocionales, no consigue visitarlo en la cárcel de Brooklyn en la que se encuentra hace ocho meses.
Pidió a la jueza que lo libere para pasar con ella en Brasil su 60º aniversario de bodas el próximo 6 de septiembre, pero Chen dijo que el argumento de su fuerte amor «es menos convincente» cuando «su esposa ni siquiera lo visita en la cárcel», en los momentos en que «él más lo necesita».
En el marco del escándalo FIFA, el gobierno estadounidense acusó a 42 personas y a empresas deportivas de 92 delitos y de aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.
De los 42 acusados, tres han fallecido. Del resto, uno fue absuelto, 22 se declararon culpables y dos ya fueron sentenciados por la jueza, incluido el exsecretario general del fútbol de Guatemala.
Catorce aún están en sus países, donde fueron juzgados por la justicia local, combaten la extradición o están en libertad, como los exjefes del fútbol brasileño Ricardo Teixeira y Marco Polo del Nero.
Solo fueron juzgados los tres jerarcas que se declararon inocentes: Marín, el exjefe de la Conmebol Juan Ángel Napout y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga, absuelto en diciembre.
Napout, de 60 años, será sentenciado el 29 de agosto.
Caracol.com.- El seleccionador de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi ‘Tite’, aceptó este miércoles la invitación de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para seguir en el cargo al menos hasta el Mundial de Qatar 2022.
«Con eso la selección brasileña tiene garantizada la continuidad del actual proyecto por el próximo ciclo», explicó el órgano rector del fútbol brasileño en un comunicado.
«La CBF está invirtiendo en un proyecto de largo plazo al garantizar la continuidad del técnico frente a la selección por seis años y medio. Creemos que la planificación cuidadosa y su ejecución con criterios conducirá al fútbol brasileño a los resultados que esperamos», afirmó el director ejecutivo de la entidad, Rogerio Caboclo, citado en la nota.
La Confederación decidió mantener a Tite como seleccionador pese a que la Canarinha solamente llegó hasta cuartos de final en el Mundial de Rusia 2018, en los que fue eliminada por Bélgica (2-1), tras haber llegado como uno de los favoritos a la competición.
Tite, citado en el comunicado, afirmo que la experiencia alcanzada en sus dos primeros años de trabajo como seleccionador se reflejará en los próximos pasos y servirá de base para la nueva etapa, en la que dijo tener «grandes objetivos».
«Es un gran desafío y estamos felices de enfrentarlo, ya concentrados en los próximos partidos y competiciones», aseguró el entrenador.
Tite, quien durante sus dos años frente a la selección ha acumulado 20 victorias, 4 empates y 2 derrotas, reiniciará sus labores como técnico en agosto con los preparativos para los amistosos con Estados Unidos y El Salvador, ambos a disputarse en canchas del país norteamericano el 7 y el 11 de septiembre.
No obstante el reto más importante para el entrenador a corto plazo será la Copa América, que se disputará a mediados de 2019 en cinco ciudades de Brasil.
La CBF también le renovó el contrato al coordinador de selecciones, Edu Gaspar, igualmente hasta el Mundial de 2022.
Gaspar considera que la renovación de los contratos de los miembros de la comisión técnica es un reconocimiento de que el trabajo hecho hasta ahora está correcto.
«El equipo tuvo las condiciones necesarias para una preparación de primera línea en todos los momentos. La CBF no ahorró esfuerzos para atendernos y eso creó un ambiente de apoyo y respeto que nos da tranquilidad para la continuidad del trabajo», dijo Gaspar.