El Barcelona ante Napoli se jugará a puerta cerrada

Prensa Barcelona.- El Barcelona ante Napoli, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones y que se iba a disputar el próximo miércoles 18 de marzo se disputará sin público. Esta decisión se ha tomado después de la reunión de este martes por la mañana de los responsables del FC Barcelona y los del Gobierno de la Generalitat de Catalunya. El Club ha seguido las recomendaciones de la Generalitat en esta reunión que ha tenido lugar en la sede del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya.

«Esta es una decisión que el Club ha asumido entendiendo que la situación sanitaria, no sólo del país sino del conjunto continente, es lo que prima y el Club aplicará esta decisión con solidaridad con el conjunto de la ciudadanía de Catalunya. Por lo tanto, es una decisión que se ha tomado por motivos estrictamente sanitarios», ha afirmado Joan Guix, secretario de Salud de la Generalidad de Catalunya, tras conocerse que en las últimas horas los casos de coronavirus han aumentado exponencialmente».

«El objetivo es reducir al máximo el número de infecciones y uno de los primeros elementos a tener en cuenta es evitar las aglomeraciones, mantener las distancias de seguridad y en este caso estaba el caso añadido de la procedencia, no sólo del equipo sino de todos los aficionados que podían venir con ellos y procedían de Italia, donde este lunes se cerraron las fronteras por un tema sanitario», ha añadido Joan Guix.

Además, hay que recordar que el lunes, Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, anunció que la Serie A y todas las competiciones domésticas italianas quedan suspendidas hasta, como mínimo, el 3 de abril..

El Leipzig quiere sellar en casa su boleto a cuartos ante el Tottenham

Europa Press.- El Leipzig parte con ventaja para lograr este martes el primer pase de su historia a los cuartos de final de la Liga de Campeones, ya que juega con el apoyo del Red Bull Arena frente a un Tottenham al que ya batió en el duelo de ida (0-1) y que llega a Alemania frustrado por las bajas y los malos resultados.

Un gol de penalti de Timo Werner en el duelo de ida de octavos de final decantó la balanza a favor del equipo el germano en Londres y puso muy cuesta arriba el futuro continental para el vigente subcampeón de Europa.

Precisamente aquel tropiezo abrió una serie de cinco partidos sin ganas de los ‘Spurs’, su peor racha desde 2016, y plagó de dudas el proyecto de José Mourinho, que se ha diluido tras un esperanzador arranque. La eliminación europea supondría un golpe muy duro y le dejaría con la Premier, donde ha caído hasta la octava posición, como una competición.

Por su parte, el Leipzig sueña con escribir la página más brillante de su historia a nivel internacional y para ello contará con el apoyo de su público, después de que las autoridades sanitarias hayan autorizado la presencia de espectadores pese a la amenaza del coronavirus.

El club alemán, que lleva cinco meses sin perder un partido en su estadio, es tercero en la Bundesliga, tras encadenar dos empates, y en el último partido frente al Wolfsburgo reservó por precaución tras unas molestias musculares a Werner, demostración de que Julian Nagelsmann tiene el foco puesto en la Champions.

Se espera que los locales recuperen a su principal peligro ofensivo ante un rival que sufrirá las bajas en ataque de Harry Kane, Son Heung-min y Steven Bergwijn. Lucas Moura, autor del triplete en Ámsterdam que clasificó al Tottenham para la última final de Champions, intentará liderar otra remontada histórica..

El Valencia sueña con la remontada y la Atalanta con hacer historia en la Champions

Fernando Álvarez (Marca).- Cuando un equipo recibe un 4-1 en el partido de ida de una eliminatoria, solo le queda apelar a la épica para remontar en el partido de vuelta. No es un resultado imposible, pero sí requiere una combinación exacta de factores: un partido perfecto en ataque, con mucho acierto; un partido perfecto en defensa, sin errores; un rival al que le entren dudas a perder la renta lograda en la ida y… un ambiente en la grada que facilite todo lo anterior. El problema para el Valencia es que no va a tener el elemento que tiene que acelerar el resto de procesos por la decisión de jugar a puerta cerrada como medida de prevención por el coronavirus.

El ambiente en Mestalla será extraño. No hay una movilización generalizada para recibir al equipo a su llegada al estadio. Precisamente, las medidas de prevención para evitar aglomeraciones de personas han desactivado que sea el club blanquinegro -tan proclive a difundir vídeos de sus grandes llegadas al estadio a través de sus redes sociales- el que promueva tal iniciativa.

De hecho, el Valencia ha optado por mantener silencio tras la decisión de cerrar el partido al público, una postura menos comprensible aún que la de haberse pronunciado a favor, por estrictas medidas de prevención de la salud pública. Fue este silencio el que aprovechó el capitán Dani Parejo para, a título particular, criticar la incoherencia de la medida comparada con otros actos que reúnen a miles de personas como las Fallas.

Tampoco el club se encuentra en la mejor situación para reclamar muchos esfuerzos a los aficionados, después del autoaislamiento que ha ido promoviendo en los últimos meses, favorecido por una irregular trayectoria del equipo fuera de casa. A pesar de todo esto, si el partido hubiera sido con público, Mestalla habría creído en la remontada y habría rugido. En su fuero interno, con más o menos optimismo cada uno de los aficionados sentirá la necesidad de creer conforme se acerquen las 21 horas.

Primero, no conceder gol

Desde el punto de vista futbolístico, el Valencia tiene una obligación por encima de todas: no encajar ningún gol. Y ya sabe cómo se las gasta el rival. En San Siro, cinco disparos a puerta, cuatro tantos. La necesidad de recomponer la defensa -sin Garay ni Paulista- contrasta con algunas buenas noticias en la parte ofensiva. Rodrigo ya ha vuelto a jugar tras su lesión de rodilla y también Guedes, que ya ha empezado a dejar algún destello de que lo que demostró en sus mejores momentos. La duda está en saber si el delantero internacional español está en condiciones de ser titular y aguantar, como mínimo una hora de partido, sin poner en riesgo lo que queda de temporada.

A cambio, se lesionó Maxi Gómez que siempre es una buena referencia en ataque, ante una defensa más vulnerable de lo normal en Champions. Por todo esto, no parece que Celades vaya a plantear el partido como la ida -al intercambio de golpes, que salió mal por la falta de acierto propio- pero tampoco tiene muchas opciones de ser conservador.

La Atalanta llega con 10 días de descanso después de que la Serie A decidió recuperar los seis encuentros aplazados al comienzo de marzo a causa de la emergencia por el coronavirus. Su último encuentro fue un 2-7 al Lecce con confirma la pegada lombarda.

El técnico Gasperini solo cuenta con la baja de Rafael Toloi, con molestias musculares, con lo que los centrales serán Djimsiti, Palomino y Mattia Caldara. Junto al meta Gollini son los hombres clave a los que los atacantes del Valencia deben tratar de hacer daño para soñar con la remontada..

El Betis castiga a un Madrid terrible: el Barcelona recupera el liderato

Marca-.

El Madrid entregó el liderato en una noche terrible, confirmando la tendencia previa al Clásico, que aparece ahora como un paréntesis en su trayectoria. El Betis fue superior en casi todos los planos, desde el físico, administrando sus esfuerzos, al táctico, con Fekir en plan pesadilla. Al equipo de Rubi se le dan muy bien los equipos de alto nivel como el Barça, pero los azulgranas reaccionaron entonces con fútbol. Justo lo que faltó a un líder que no supo defender su renta. O mejora o dejará ir la Liga ante un Barça que sufre, pero gana. El Madrid ni eso.

El naufragio se intuyó desde bien pronto. Desde el fiasco en Palma no se recordaba una primera parte tan floja del Madrid. Desperdició el arreón anímico del Clásico y sesteó en el Villamarín ante un equipo de pie fino, que crece si no le exigen. Tuvo suerte de irse al descanso con el empate, vamos. De nuevo experimentó Zidane con la alineación metiendo a Lucas Vázquez en banda diestra para apoyar a Militao, lateral en lugar de Carvajal. Los madridistas echaron de menos su vigor en la presión.

La disfunción estaba, de todos modos, en la medular. Es indemostrable si con Fede Valverde el Madrid habría sido más intenso y certero, porque frente al Barça tampoco se afinó como interior diestro. Zidane dosifica al uruguayo a menudo, como si quisiera conservar su energía. En cambio, es seguro que Modric y Kroos no dominaron el juego, y al Betis le costó muy poco superar líneas y llegar a posiciones de ataque. Fekir empezó sobre la banda izquierda, y suya fue la ocasión más clara del primer acto, tras error de Ramos en la salida. Dejó atrás Canales y el francés enganchó una volea espectacular que salvó Courtois con una mano imponente. Paradón.

No fue como frente al Barça, con aquel recital de Fekir, pero el Betis tomó conciencia de su superioridad en el duelo y la inercia le llevó a tomar ventaja. Después de una diablura de Joaquín en el área, taponada en última instancia por Casemiro, el córner desembocó en un rechace que intentó sacar jugado Ramos, perdió la bola, cayó Fekir y el balón suelto cayó a Sidnei que reventó en la escuadra. El central definió como un ariete, y actuó como tal poco después en área propia. Ya en tiempo añadido, el ataque madridista llevó el balón al área y apareció Marcelo en el lugar del 9, para sorpresa de Sidnei, que chutó sobre la pierna del madridista. Penalti claro que transformó Benzema por delegación de Ramos.

Si el primer tiempo recordó al de Son Moix salvo por el resultado, el segundo empeoró las sensaciones del líder. Incapaz de hilar una jugada con más de tres pases, con un desorden evidente, estuvo a merced de un Betis encomiable, a las órdenes de Fekir. La salida del francés en una contra, con los centrales blancos en área contraria, dejó a Loren en superioridad, sirvió a Joaquín y el portuense, tras rebasar a Courtois, se lió con la zurda. A puerta vacía, dio la ocasión a Modric de sacar el tanto.

En medio del naufragio general, Modric se ganó la continuidad cuando Zidane, con mucho retraso, intervino con los cambios. Después del cambio obligado por la lesión de Marcelo, Mendy al campo, entró Mariano por Kroos, y el equipo notó que subían las revoluciones. Mientras, Rubi, tan discutido, trató de sostener a los suyos, faltos de oxígeno. Como Edgar, generosísimo en el esfuerzo. Modric puso a prueba a Joel y en el rechace del portero Mendy remató al larguero. Con la derecha. De todos modos, el Betis tenía claro cuál era el flanco débil del Madrid, el de Militao, y Fekir le buscó para hacer daño. Se fue, habilitó a Canales y el centro atrás permitió la volea de Guardado, que se fue junto a la escuadra.

Parecía vacío el Betis, pero el Madrid le dio la vida. Un error tremendo , un pase horizontal de Benzema en la salida cogió mal parado a Ramos, robó Guardado y sirvió a Tello para que anotase fácil junto al palo. Justa recompensa para la entrega verdiblanca, superior en juego a su rival. Ya con Valverde en el campo, el Madrid buscó el empate como los malos estudiantes. A última hora, sin orden ni concierto. Pudo empatar, es cierto, pero no lo mereció. Y lo reconoció Ramos tras el duelo. El Madrid está empeñado en complicarse la Liga.

Foto: El Pais

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El United le ganó el derby al City y sueña con los puestos de Champions

EFE.- Manchester United le enseñó el camino de la remontada al Real Madrid al explotar las debilidades defensivas de un insulso y frágil Manchester City que cedió en el derbi de la ciudad (2-0).

Los de Ole Gunnar Solskjaer se aprovecharon de los problemas en defensa de Nicolás Otamendi, Fernandinho, Joao Cancelo y Zinchenko y con un tanto de Martial, aprovechando una pillería de Bruno Fernandes, y otro de Scott McTominay, en el 96, ambos al aprovechar sendos errores del meta brasileño Ederson, decantaron el derbi.

Lo empezó intentando el City con más posesión que otra cosa, acorralando al United en su área, pero perdiéndose con centros laterales que poco tenían que hacer ante la bien plantada defensa de cinco de los ‘Diablos Rojos’.

Los de Solskjaer habían salido con la clara intención de pillar a la lenta defensa del City, con Nicolás Otamendi y Fernandinho como centrales, y de ahí sacaron petróleo.

En un balón largo, Martial le ganó la partida a un tímido Fernandinho y encaró la meta de Ederson, pero, teniendo a Fernandes solo, prefirió jugársela en solitario y disparó raso y flojo a las manos del arquero brasileño.

El francés ya no falló a la próxima que tuvo. En una discutida falta pitada por Mike Dean, Fernandes fue el más listo, sacó rápido, picando la pelota por encima de la defensa, y Martial conectó una volea que se coló por debajo de un Ederson que pudo hacer mucho más.

El meta brasileño estuvo a punto de liar otra que hubiera significado el 2-0 para el United. En una jugada sin peligro aparente, Ederson se complicó con una cesión de Joao Cancelo y consiguió despejarla antes de que Martial la empujase a puerta vacía.

Un par de buenas paradas de David de Gea y la falta de acierto del City provocaron una segunda parte insulsa, en la que lo más destacado fue la sustitución de Sergio Agüero tras un golpe en la pierna derecha, aunque pareció quedarse en solo eso, un golpe, y el enésimo error de Ederson que, con el partido prácticamente acabado, le regaló el segundo a McTominay al equivocarse en el saque de puerta.

Aunque la derrota no signifique mucho, al seguir segundo con siete puntos sobre el Leicester City y a 25 de distancia del líder, el Liverpool, llega antes de una semana clave para los de Guardiola, con encuentros ante el Arsenal, el Burnley y el Real Madrid en siete días.

Más importante era para el United, que aprovecha los pinchazos de Wolverhampton Wanderers y Tottenham Hotspur para ascender hasta la quinta plaza, a tres unidades del Chelsea.

Foto: EFE.

El Mallorca venció al Eibar y ganó su primer juego como visitante

Prensa Mallorca.- Los primeros tres puntos como visitantes llegaron en Ipurua. El Mallorca ha vencido a la SD Eibar por 1 a 2 gracias a los goles de Dani Rodríguez y Take Kubo. Pedro Bigas descontó para los locales en el tiempo añadido.

Empezó con ritmo alto el partido, con el conjunto bermellón bien plantado y con ganas de demostrar desde el inicio que iba a buscar los tres puntos. A los 4 minutos llegaría la primera ocasión clara para el Real Mallorca. El Cucho lo intentó con un buen disparo cruzado ante el que respondió bien el portero Dmitrovic. Siete minutos después, el equipo local avisaba con un balón al poste después de un saque de falta de Cote.

En el minuto 42 de la primera parte, Dani Rodríguez marcaría de falta su quinto gol de la temporada. Con el 0 a 1 se llegaría al descanso del partido.

En la segunda parte, la SD Eibar ha intentado arrinconar a su rival en el área, pero el equipo de Vicente Moreno ha sabido mantenerse ordenado atrás y buscando contras con el Cucho y Take. En el minuto 65, el delantero colombiano ha podido sentenciar el partido después de una buena jugada, pero el balón se marchó fuera.

A doce minutos del final llegaría el segundo gol para el RCD Mallorca. Take Kubo ha marcado su tercer gol de la temporada con un buen disparo cruzado con la pierna derecha desde fuera del área. Con el 0-2, la SD Eibar se ha volcado al ataque y en el minuto 92, Pedro Bigas anotó de cabeza el 1-2 con el que se llegaría al final del partido.

RCD Mallorca: Reina, Raillo, Valjent, Sedlar, Lumor, Pozo, Baba, Dani Rodríguez, Take Kubo (82’ Ki), Cucho Hernández (85’, Chavarría), Budimir (72’ Lago Junior).

SD Eibar: Dmitrovic, Bigas, Oliveira, Cote, Arbilla, Diop (56’ Expósito), Cristóforo (75’ Escalante), Orellana, Pedro León (56’ De Blasis), Charles, Sergi Enrich.

Goles: 0-1, Dani Rodríguez, 42’. 0-2, Take Kubo, 78’. 1-2, Pedro Bigas, 93’.

Foto: Prensa Mallorca.

La Vinotinto Femenina Sub-20 aplastó a Bolivia en el debut

Prensa Líder en Deportes-.

Venezuela debutó con una goleada 5-0 sobre Bolivia en el Campeonato Suramericano Sub-20 que se disputa en Argentina, mediante un doblete de la mediocampista Yerliane Moreno.

La chicas ejercieron un absoluto dominio desde el comienzo del partido. La selección controló el balón a través de Moreno y se fue arrimando al arco de las bolivianas a través de tiros de esquina y tiros libres, pero sin concretar sus opciones.

Wilmary Argüelles buscó el desequilibrio a través de una gran acción individual en la que dribló a tres bolivianas y sacó una falta al borde del área, pero el cobro de Moreno se estrelló en la muralla verde.

Cuando el primer tiempo estaba por fenecer, Argüelles superó las líneas con un precioso pase al corazón del área para Enyer Higuera cuyo remate fue anticipado por la arquera altiplánica.

Kereylen Capdevilla cobró en corto el saque de esquina, recibió en pase, buscó el espacio y se hamacó de pierna zurda para meter un remate bombeado al ángulo lejano para anotar (m. 42) el primer tanto de las Tigras. Un minuto después, Higuera estrelló su remate en palo derecho.

Nada cambió en la segunda parte. Venezuela siguió ejerciendo el control del juego y amplió la ventaja (m. 62) con un disparo de Marianyel Jiménez que la guardameta despejó a medias y el rebote lo cabeceó Osmaylin Borges sin oposición.

Luego fue Moreno la que sacó un cañonazo que golpeó el horizontal y picó detrás de la línea de meta. Gol fantasma que a falta de VAR la árbitra no otorgó. El tercero sí llegó con un centro de Moreno cabeceado al fondo por Argüelles (m. 71).

Jiménez hizo el cuarto con un remate de zurda (m. 73). El quinto lo anotó Moreno de penal (m. 78) para cerrar la aplastante victoria.

Foto: Líder En Deportes.

El Athletic es finalista y se medirá a la Real Sociedad

AS-.

Yuri despertó a Los Cármenes. El Granada había hecho lo más difícil llevado en volandas por una afición que sabía que vivía un momento histórico. Y los nazaríes no se arrugaron. Al revés. Tras una primera parte igualada que acabó con empate sin goles, Carlos Fernández igualó la eliminatoria y Germán puso al Granada en la gran final durante unos minutos. Los que tardó Yuri en pisar área y batir a Rui Silva. El Athletic no hizo su mejor partido, incómodo y sin esa mordiente que aturde a sus rivales, pero logró su billete a La Cartuja donde ya esperaba la Real Sociedad. El Granada quizá mereció más. Habrá un derbi vasco en la gran final.

Ambos equipos salieron con sus onces de gala y defensa de cinco. Un gol en cualquier portería podría cambiarlo todo. Con Los Cármenes entregado, el Granada salió a morder. Dos segundos tardó en hacer la primera falta. Quería intimidar al Athletic. Pero no lo hizo con ocasiones. Machís, con un tiro blando, y Yangel en un disparo fuera, pusieron los primeros acercamientos. Sin embargo, aunque el Granada tenía más mordiente, sus centros desde las bandas poco daño hacía a las tres torres vascas y el Athletic fue creciendo a medida que los nazaríes bajaban la asfixiante presión. Tuvo que aparecer Rui Silva, aunque para sacar un remate de Víctor Díaz que iba a gol. Y Williams metió el miedo en el cuerpo a los granadinos. Primero con un tiro que el meta luso mandó al córner, después con un disparo fuera y más tarde asistiendo a Raúl García que, sólo, mandó el balón alto. Perdonaba el Athletic. El Granada volvió a asfixiar y a punto estuvo de liarla Unai que, con la presión de Carlos, perdió el balón, pero el sevillano no supo resolver la jugada ya muy encerrado. Y, cuando la primera parte agonizaba, Yangel remató un córner y Williams, bajo palos, salvó a su equipo. El partido se fue al descanso con la sensación de ambos equipos pensaban más en no encajar que en marcar.

La segunda parte empezó con un Athletic que quería tener el balón. Pero, a los tres minutos, Machís se internó por la izquierda y puso un centro medido a Carlos Fernández que de un certero testarazo hizo la tablas en la eliminatoria para despertar del letargo del descanso a la grada. El Granada ya había igualado lo de San Mamés y ahora era el Athletic el que se veía más presionado. Garitano cambió a defensa de cuatro para tener más presencia arriba, pero lo que hizo fue que el Granada encontrase las bandas con más facilidad. El plan del técnico vasco no funcionaba. Poca profundida y sin encontrar a Williams, era el balón parado lo más peligroso de los bilbaínos. El Granada, en cambio, estaba más tranquilo. La ansiedad inicial por empatar la eliminatoria había desaparecido y cada internada por banda era peligro. Tuvo una buena Williams, también Carlos Neva. Hasta que, cuando quedaba un cuarto de hora para el final, Machís colgó el segundo córner seguido a favor de los nazaríes y emergió Germán para de otro testarazo poner el 2-0 que daba el pase momentáneo al Granada. Quedaba mucho tiempo, pero el Athletic estaba tocado. No se encontraba ante un conjunto granadino al que no le pesaban las piernas y volaban por el césped llevados en volandas por la afición. Garitano tiró de Aduriz para intimidar más a la defensa nazarí y el plan, esta vez, funcionó. En una buena jugada por la izquierda, Yuri se adentró en el área y, en vez de buscar el centro, tiró para batir a Rui Silva y apagar a Los Cármenes. El Athletic ahora era el finalista. Quedaban sólo ocho minutos y, si algo tiene el conjunto nazarí, es ambición. Se fue a por el gol, ese gol que le metiera de nuevo en la gran final. Diego Martínez también movió el banquillo con dos hombres de ataque, Vico y el debutante Antoñín. Pero el Athletic, curtido en mil batallas, fue bajando revoluciones al partido, parando el ritmo de un Granada que sabía que se le estaba escapando la final. A la desesperada, con balonazos que no iban a ningún lado, el Granada fue agotando sus opciones de hacer más grande su historia. La Cartuja vivirá un derbi vasco en la gran final. El Athletic sigue soñando con este año sí sacar la gabarra. El Granada pone punto y final a su sueño copero con la cabeza muy alta.

Foto: AS..

La Real Sociedad vence al Mirandés y es finalista de la Copa del Rey

Marca-.

La Real, la de Arconada, Zamora, López Ufarte o Satrústegui, vuelve a una final de Copa, un territorio que no explora desde 1988. En un espacio mágico, en Anduva, un primo pequeño de Anfield, el equipo de Imanol Alguacil ofició de equipo serio sin concesiones ante un rival ejemplar, un Mirandés que se ha ganado un hueco en el recuerdo de la afición al fútbol.

El Mirandés, que ha desparramado una tonelada de entusiasmo en la Copa, no pudo arañar a una Real que mezcló el sudor con el arte. El equipo de matrícula de Andoni Iraola no permite el rondo, el toque con el que los de Imanol, un grupo que vive de la inspiración, exhiben su fútbol de jet-set en LaLiga.

Los de Iraola no perdieron tiempo. Desde el primer minuto enchufaron la batidora, la receta con la que destartalaron a Celta, Sevilla y Villarreal. En cada balón se jugaban la historia, ser el primer equipo de Segunda que llegaba a la final desde 1980. Con esa carga no es sencillo operar en el césped. La fórmula incluía balones largos a Matheus y a esperar que la pierna izquierda de Merquelanz diera a balón parado algún susto. Fue poco para desbaratar el ejercicio donostiarra.

En ese panorama no había huecos para que Merino y Odegaard, capaces de hacer juego en un microchip, se enchufaran al partido. A la Real le sobran tipos con ingenio. Por las bandas, Oyarzabal y Januzaj, encontraban un roto en la guarida local. El belga no parece el que empezó la temporada. De estar en el mercado por su indolencia ha pasado a creerse lo que es, un futbolista de categoría.

Un gol y un golpe

Delante de ellos, Imanol eligió a Willian José, de hombre boya, que se ha reenganchado al equipo después de su amago de adiós. Se jugaba más a lo que quería el Mirandés, un torbellino de piernas, que a lo que deseaba una Real entera sin despistes.

Así iba el partido, con balones por los rascacielos, hasta que en una internada de Zaldua el francés Malsa metió una mano innecesaria para cortar el centro. Oyarzabal, que no conoce la palabra nerviosismo, transformó el penalti, una prueba montañosa para los marines del Mirandés.

Con el marcador vivo, la respuesta local no llega y fue otra vez Januzaj, un jugador con unos tobillos que piensan, el que rozó el gol en un remate de pelotero al larguero. El belga, con una fantasía inagotable, empezaba a hartar a los rivales. Con el partido medio roto se abrían huecos en el césped para los futbolistas de más calidad. El Mirandés buscaba el penúltimo milagro, mientras que la Real, con la fiesta en la espinillera, nunca se descompuso a pesar de que se inició un rato de golpes innecesarios.

Anduva sólo podía despedir a los suyos como lo que son, unos héroes de carne y barro. Los de Imanol, después de un torneo brutal, tras haber eliminado al Madrid a partido único, se instalan en una final de Copa tras tomar Anduva. Les toca esperar rival. 32 años han merecido la pena.

Foto: Marca.

Puntazo avileño en el estreno por Copa Libertadores

Guillermo Liñares (estadio Olímpico – Caracas)-.

El eslogan del departamento de prensa del Caracas FC antes del partido era «Sabrán qué es Caracas», y parece que a Boca Juniors al menos le quedó esa sensación de impotencia que invade al poderoso cuando juega ante un rival que tiene la condición de «inferior». El primer enfrentamiento entre bosteros y capitalinos se saldó con un empate a un gol que fue acorde a lo visto sobre el terreno de juego del estadio Olímpico de la UVC, en la inauguración del grupo H en la Copa Libertadores 2020. Una paridad que luego de lo vivido con los clubes venezolanos las semanas anteriores en Sudamericana y previa de la propia Libertadores, sirve de bálsamo para un balompié golpeado en instancias internacionales.

Algunas voces sugerían antes del compromiso que era probable que la asistencia fuese menor a lo esperado, debido a la hora del pitazo inicial – 08:30 pm -, tratarse de día de semana, y contar con una serie de factores que atentan contra el traslado de los hinchas al recinto, – la inseguridad, el hecho de que el metro cierra a las 11:00 pm o que no todos tengan vehículo para llegar -, sin embargo, el marco fue de alto impacto (el Olímpico no se llenó por completo pero si mostró una asistencia muy satisfactoria) y los controles de seguridad anticipaban noche importante. Caracas cumplió dentro de la cancha y fuera, quizás por eso también pueden presumir de eslogan.

Hablando del partido, fue atractivo a ojos del espectador. Boca apareció sin Carlos Tévez , Eduardo Salvio y Mauro Zárate, lógico por decidir este fin de semana la Superliga de su país ante el eterno rival River Plate, pero su once dispuso de otras armas que hicieron que el ritmo del partido no desentonara con lo esperado. Caracas mostró una alineación ofensiva, sacrificando el técnico Sanvicente a Ricado Andreutti por Leonardo Flores, compañero de Anderson Contreras, dando así más salida y control a un mediocampo que desplegó un fútbol de sacrificio y tenencia.

La primera celebración de la noche corrió a cargo del cuadro bostero, luego que Sebastián Villa le ganase la carrera a Bernardo Añor y lograse conectar con Ramón Ábila, certero y letal con su toque de primeras dentro del área que perforó la red de Cristhian Flores. Un 0-1 que en cualquier otro escenario hubiese supuesto un bajón considerable de un club venezolano con tan solo 24 minutos transcurridos, más no fue así. Caracas siguió intentándolo de la mano de Richard Celis, ese extremo que a base de filigranas y regates causó dolor a la banda derecha xeneize. Una ocasión de Bernardo Añor que fue repelida por Andrada terminó por ser la más clara de los locales, estando al tanto que debían apretar un poco más en el último tercio del campo, para hallar más claridad y finalización.

Tras la reanudación Boca quiso amasar más el cuero, jugar con la desesperación que podía causar su ventaja. Luego de esos diez minutos de control, Caracas se encontró con un premio mayúsculo: una falta en la frontal del área fue ejecutada magistralmente por Robert Hernández para empatar al minuto 55, un disparo colocado al ángulo imposible para Andrada, 1-1 y casi media hora de acción.

El gol espoleó al Rojo y dejó algo grogui a Boca, momento en donde Miguel Ángel Russo decidió darle ingreso a Guillermo Fernández y Junior Alonso, queriendo quitarse ese envión y tratar de encontrar el camino del segundo tanto. Ahí fue cuando Chita respondió con la entrada de Ricardo Andreutti, buscando sellar las líneas y sostener la paridad, esa que no tuvo peligro de variar a pesar de una ocasión clara de Ábila al final, solidez que fue mérito de un Rosmel Villanueva que se mostró inconmensurable en la zaga de los demonios rojos.

Al final fueron tablas en el marcador que dejan al Caracas FC con un punto en su estreno en la Libertadores y con la satisfacción de que, aunque no haya sido como quería su eslogan de saber que los argentinos supieran en su totalidad lo que es la capital venezolana, si que lo fue para que se devuelvan a su país sin una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

En la zona mixta

Ricardo Andreutti mencionó que no estaban satisfechos con el resultado: «Nosotros venimos a ganar, a competir y no pasear. Eso es algo que queremos dejar claro. Hoy pude ayudar en el segundo tiempo juntando las líneas, ya que el cuerpo técnico se dio cuenta que algo separadas estaban. No queríamos que nos pasara factura»dijo a los periodistas que aguardaban en la parte baja del Olímpico.

A su vez, Anderson Contreras resaltó la alegría que representa para él su debut en este torneo siendo tan joven: «Es un orgullo, y lo que más me alegra es ayudar al equipo. Se sintió bien que fuese ante Boca y con el apoyo de nuestra gente» dijo el mediocampista.

Richard Celis desgranó lo que le pidió el profesor Sanvicente: «Quería que hiciera mi juego del futve. Que aprovechara mi talento para abrir espacios por la banda, ya que ellos son buenos en el medio. Gracias a Dios salió como planeábamos y obtuvimos un empate que nos da confianza para el partido en La Asunción ante Libertad. Agradecidos con la gente que vino hoy a apoyarnos», finalizó el delantero del Caracas.

Foto: Diario El Comercio

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