Juan Arango, la zurda de oro que hechizó al Mallorca (+Video)

Tony Cittadino (Mallorca).- Cuando algún fanático del fútbol en Mallorca escucha el nombre de Venezuela o el acento al hablar, lo relaciona con Juan Arango. La zurda de oro del fútbol criollo dejó una huella en la isla, gracias a las cinco temporadas que disputó con el equipo en la Primera División del fútbol español.

Para el maracayero, fue la primera experiencia en el balompié europeo. Allí comenzó a perfeccionar su marca: los tiros libres. Además se fue convirtiendo líder del mediocampo, tanto por su visión de juego, como por la creación y el aporte ofensivo que le llevó a ser uno de los mejores futbolistas venezolanos de la historia.

Arango llegó a la gran vitrina del balompié, luego de su paso por Puebla en México. En su primera campaña, la 2004-2005, usó el dorsal 11 y fue dirigido por Benito Floro, quien tomaba el lugar en el banquillo de Luis Aragonés y, que a su vez, lo había dirigido en México con el Monterrey. Disputó 34 juegos con seis goles y tres asistencias. En la Copa del Rey sólo estuvo en un juego.

Esa fue la campaña en la que recibió el infortunado codazo del capitán del Sevilla, Javi Navarro, que lo dejó tirado en el campo, con convulsiones, una fractura de pómulo y una cortadura en el labio, que le llevaron a estar unos días en terapia intensiva y dos semanas fuera de las canchas. Por fortuna, las secuelas no fueron mayores.

En la temporada 2005-2006 de La Liga, comenzó a usar el 18 en la espalda. El mismo que lo inmortalizó con la Vinotinto. Jugó 37 partidos, anotando 11 goles y con cuatro asistencias, sin participación en copas nacionales. Fue el máximo anotador de los bermellones y logró su primer hat-trick ante la Real Sociedad. El tercer tanto fue el mejor de la tercera jornada y el 800 del Mallorca en la Primera División. A un costado derecho del área, recibió un saque de banda con el pecho y sin dejarla caer, se giró y soltó un zurdazo al segundo palo.

También le marcó un golazo al Real Madrid de “Los Galácticos”, en un encuentro con una lluvia torrencial en el estadio Son Moix, para darle la victoria a su equipo dos goles por uno. Al minuto 80, recibió un balón al límite del área, para quedar mano a mano con Iker Casillas. Lo regateó hacia la izquierda, para dejarlo tendido y rematar a puerta vacía.

Su rendimiento le llevó a ganar el Trofeo EFE de esa temporada, como el mejor futbolista extranjero. El venezolano sumó 205 puntos, uno más que el lateral izquierdo argentino Mariano Pernía, quien jugaba para el Getafe.

Su crecimiento no paró y en la 2006-2007 estuvo en el campo en 37 duelos, con nueve goles y cinco asistencias. En la primera jornada anotó el mejor gol de La Liga en esa fecha. En el último encuentro se lució otra vez ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Aunque el Mallorca terminó perdiendo dos por uno y los merengues ganaron la liga, dio la asistencia del gol y fue la brújula de su equipo. En Copa del Rey estuvo en tres choques.

En la zafra 2007-2008 jugó los 38 encuentros de la oncena rojinegra logrando su mejor actuación, con 12 dianas y ocho asistencias. Además coleccionó ante el Recreativo Huelva su segundo triplete, en la mayor goleada del Mallorca en su historia que terminó con resultado favorable de siete por uno. En las jornadas 26 y 27 se quedó con el galardón del mejor gol anotado.

En la Copa del Rey, jugó cinco encuentros, con tres goles y una asistencia. Uno de esos tantos fue nuevamente ante el Real Madrid, en el partido de ida de los octavos de final. Esta vez fue con un remate a ras de suelo, desde fuera del área.

Su última temporada fue la 2008-2009, en la que se uniformó en 37 desafíos, perforando la red en ocho oportunidades y dejando nueve asistencias. En esta zafra le anotó al Real Madrid, en otro mano a mano en el Santiago Bernabéu en el que aportó para la victoria de tres goles por uno. En la Copa del Rey marcó un gol en cuatro partidos.

En total, jugó 183 partidos en la liga española, con 46 goles y 29 asistencias, dejando una media de 0.26 goles por partido. Es el segundo mejor goleador de la entidad, superado por Samuel Eto’o, con 54 dianas.

Su próximo destino fue Alemania, con el Borussia Mönchengladbach, donde se consolidó como un jugador experimentado y con una de las mejores zurdas del mundo.

 

 

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El «Centenariazo»: la noche en la que Venezuela se creció y avergonzó a Uruguay

Tony Cittadino (Mallorca).- El 31 de marzo de 2004 quedará grabado por siempre como la noche histórica en la que Venezuela dio el golpe en la mesa. Por primera vez, venció a un gigante sudamericano como Uruguay, dos veces campeón del mundo y, que en las horas previas al encuentro, lucía como el gran favorito. El mítico estadio Centenario fue profanado, quedó enmudecido y las 40 mil personas fueron testigos en vivo y directo del «Centenariazo».

Gabriel Urdaneta (19′), Héctor González (67′) y Juan Arango (77′), fueron los encargados de rubricar una noche perfecta para la Vinotinto, dirigida por Richard Páez, el motor del cambio de la selección nacional y que en la eliminatoria al Mundial Corea y Japón 2002, ya había dado la campanada con triunfos categóricos y consecutivos ante el propio Uruguay (2-0 en Maracaibo), Chile (2-0 en Santiago), Perú (3-0 en San Cristóbal) y Paraguay (3-1 en San Cristóbal).

Ganar en Montevideo no era una tarea fácil. De hecho,  la Celeste como local en Montevideo siempre había ganado a Venezuela por dos o más goles, pero los tres puntos se los llevó Venezuela: una selección que nunca ha estado en un Mundial y que venía dando destellos de buen fútbol e identidad.

Fue un trabajo de hormiga y de trabajar el factor psicológico. Dejar atrás el papel de «Cenicienta», que por tantos años acompañó a Venezuela, para comenzar a creer en ellos y a escribir una nueva historia. Una selección que estaba acostumbrada a recibir goleadas y a que la miraran por encima del hombro. Pero, esa noche, los papeles se invirtieron. El carácter y la personalidad que demostró la Vinotinto hizo que los «charrúas» escucharan el «Ole» de sus propios paisanos bajar de las vetustas tribunas, ante la buena rotación del balón de una oncena en la que, además de los goleadores, también se lucieron José Manuel Rey, Leopoldo Jiménez y Luis «Pájaro» Vera.

La frustración e impotencia fue creciendo con el pasar de los minutos, ante una Venezuela que cada vez se lo creía más. Fue la tercera victoria consecutiva en la eliminatoria, luego de los triunfos ante Colombia (1-0 en Barranquilla) y Bolivia (2-1 en Maracaibo).

Los medios uruguayos, como era de esperarse, se confiaron de su historia. «Venezuela no existís», «Salud, celeste», «La hinchada espera una goleada»  y «A muerte», eran algunos titulares de los periódicos. El pronóstico no podía ser otro para el país que en 1950 dio el Maracanazo ante Brasil.

«Sin quitarle mérito al rival, es una noche negra. No hay que quitarle mérito a Venezuela, que pegó y pegó justo. Lo de Venezuela ya no es casualidad ni a nivel de selecciones, ni a nivel del equipo. Así que hay que seguir trabajando, porque cuando ganas no eres un fenómeno y cuando pierdes eres lo peor», dijo el director técnico de Uruguay, Juan Ramón Carrasco, en la rueda de prensa posterior al partido.

Contrariado y tragando grueso, agregó: «Es una noche muy amarga, porque venía por supuesto con una ilusión impresionante, porque no se apuesta a la casualidad. Aprovecho para disculparme con toda esa gente que vino con ese espíritu de ver un Uruguay ganador y lamentablemente no se dio».

En la otra acera, el panorama era totalmente diferente. Richard Páez sacaba el pecho por una victoria contundente. «Lo que sucedió hoy no es una ilusión.  No es una utopía. Venezuela existe y le está demostrando al mundo que busca un protagonismo en su historial, porque nunca antes habíamos logrado convencernos a nosotros mismos de que podíamos. Hemos pagado una deuda de 36 años de humillaciones y en estas últimas eliminatorias, Venezuela las está pagando con todo el país».

El estratega criollo agregó: «Hemos pasado tantos años de penurias y ganarle a un bicampeón del mundo, en un estadio tan histórico como el Centenario, creo que no tiene paragón en nuestra historia. Hemos logrado una misión, una tarea que paga con creces todos a aquellos hombres que se pusieron la camisa Vinotinto y no pudimos cambiar nuestra historia, pero le estamos dando una generación que será el modelo para un futuro mejor para nuestro país en el aspecto del fútbol».

Venezuela terminó la eliminatoria en el octavo lugar con 18 puntos, producto de cinco juegos ganados, tres empates y diez derrotas. Aunque no se clasificó al Mundial, se logró la mejor participación en la historia rumbo a la Copa del Mundo.

Así jugaron

0- Uruguay: Gustavo Munúa; Diego López, Gonzalo Sorondo, Darío Rodríguez; Martín Ligüera, Marcelo Sosa, Richard Núñez, Germán Hornos (Wálter Pandiani); Álvaro Recoba, Javier Chevantón (Fernando Correa), Diego Forlán (Carlos Bueno).
DT: Juan Ramón Carrasco

3- Venezuela: Gilberto Angelucci; Luis Vallenilla, José Manuel Rey, Alejandro Cichero, Joney Hernández, Leopoldo Jiménez, Luis Vera, Ricardo Páez (Jorge Rojas); Juan Arango (Andreé González); Gabriel Urdaneta (Héctor González) y Alexander Rondón.
DT: Richard Páez

Goles: Gabriel Urdaneta (19′), Héctor González (67′) y Juan Arango (77′) -VEN-.

Arbitro: René Ortubé (Bolivia).

Voces de la victoria

«Lo más importante son las felicitaciones a todo el grupo. Veníamos a buscar los tres puntos y tenemos selección para rato. Seguimos trabajando y falta mucho camino por recorrer». Gabriel Urdaneta

«Estoy muy emocionado. Desde el primer minuto tuvimos muchas oportunidad de gol. Tuvimos personalidad y jerarquía en este estadio. Tuvimos mucha contundencia y sacamos tres puntos importantísimos aquí». Juan Arango

Fotos: Grada Digital.