Copa del Rey: Atlético de Madrid y Real Madrid es el plato fuerte de los octavos de final

Prensa RFEF.- Este lunes se han decidido los emparejamientos de los octavos de final de la Copa del Rey en los que participan 14 equipos de Primera, uno de Segunda División y uno de Primera Federación

Los 16 equipos que siguen con vida en el torneo del KO ya conocen a su rival en los octavos de final de la Copa del Rey tras el sorteo celebrado esta tarde en el salón de actos Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de las Rozas. Estos son los ocho apasionantes enfrentamientos de esta eliminatoria que se celebrará los días 16, 17 y 18 de enero.

El último equipo en conseguir la clasificación, Unionistas de Salamanca CF, fue el primero en aparecer en el sorteo. El único equipo de Primera Federación en liza recibirá en el Estadio Reina Sofía al FC Barcelona. Por su parte, el CD Tenerife, equipo de Segunda División, se enfrentará al RCD Mallorca en el Estadio Heliodoro Rodríguez López.

Los seis emparejamientos restantes enfrentarán a equipos de Primera División entre los que destacan dos derbis: Atlético de Madrid- Real Madrid y Athletic Club- Deportivo Alavés.

A partir de octavos de final todos los encuentros contarán con el soporte del VAR. Ocho grandes enfrentamientos a partido único con los que continúa el espectáculo de la Copa del Rey.

Foto: Prensa RFEF

Real Madrid arrancó el año perdiendo en Getafe

Real Madrid arrancó el año perdiendo en Getafe

Prensa Real Madrid.- El Real Madrid perdió en Getafe, el líder de la Liga no pudo sumar en el primer partido del año ante un equipo que aprovechó su primera ocasión y supo mantener la renta. Tampoco tuvieron suerte los de Ancelotti, que se encontraron con el larguero en un disparo de Modrić. Todo se puso en contra antes de llegar a los diez minutos. Enes Ünal robó el esférico a Militão en el borde del área y superó a Courtois en el mano a mano.

Los merengues estuvieron muy cerca de empatar cuando se cumplía el cuarto de hora. El lejano y potente disparo de Modrić se encontró con una gran estirada de Soria. Dos minutos más tarde, y en una precisa jugada colectiva, el zurdazo del croata dentro del área se estrelló en el larguero. El Real Madrid llegaba con más asiduidad al área rival y pudo marcar de nuevo a los 20 minutos. Centró Lucas Vázquez y el remate a bote pronto de Kroos desde el punto de penalti no encontró portería por muy poco. A partir de ahí cerraron filas los locales, que defendían con orden su ventaja.

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Ancelotti dio entrada, tras el paso por los vestuarios, a Hazard y Marcelo en lugar de Asensio y Mendy. El Getafe se encontraba cómodo defendiendo su ventaja y apenas dejaba resquicios a los blancos. Lo intentó Modrić en el 57’ desde la frontal del área, pero Soria atrapó el esférico sin problemas. Seguían atacando los visitantes, que en el 69’ pudieron empatar. Gran combinación entre MarceloHazard y Benzema. El remate del francés fue desviado a córner por la cabeza de Cuenca cuando llevaba camino de la portería rival.

El asedio madridista era cada vez más evidente. En el 70′, Marcelo reclamó penalti por agarrón de Damián y seis minutos después centró, despejó Cuenca y el remate a bote pronto de Casemiro desde la frontal se encontró una meritoria estirada de Soria como respuesta. Ya en el añadido, Modrić sacó una falta y el testarazo de Isco terminó en las manos de Soria, que estuvo muy seguro durante todo el encuentro. El Real Madrid lo intentó hasta el final, pero no encontró el merecido premio del gol y dejó puntos en su primer partido del año.

Foto: Real Madrid

El Barcelona superó al Getafe con gol de Memphis Depay

Barcelona

EFE.- Otra vez, como ya sucedió en San Mamés, Barcelona a pesar de mostrar inseguridad y de no lograr tener el partido bajo control prácticamente en ningún momento.

El neerlandés sentenció los tres puntos con una jugada asombrosa, pero antes Sergi Roberto había puesto por delante al Barça por primera vez nada más iniciarse el encuentro. Entre los dos goles locales, el exazulgrana Sandro Ramírez igualó el marcador.

La puesta en escena inicial del Barça fue demoledora. Aún no se habían disputado dos minutos de partido cuando una estética y efectiva jugada de combinación finalizó con un remate en carrera de Sergi Roberto desde el interior del área ante el que nada pudo hacer David Soria.

Antes de que la pelota llegara franca para el centrocampista de Reus, Ronald Araujo había iniciado la jugada buscando entre líneas a Memphis, que cedió el balón a Jordi Alba en la banda izquierda para que a falta de que apareciera Leo Messi en el borde del área, lo hiciera alguien en el interior. Martin Braithwaite hizo un intento de rematar de tacón, pero la gloria se la llevó el centrocampista.

La afición azulgrana, llena de adrenalina en el segundo partido con público en el Camp Nou desde el inicio de la pandemia del coronavirus, se mimetizó con el arranque de su equipo y, a pesar de que el aforo permitido fue del 30%, durante algunos instantes del primer tiempo pareció el de un estadio lleno.

Al Barça le habían sentado bien los cinco cambios en el once inicial respecto al presentado en San Mamés a causa de las bajas en la posición de central (Lenglet y Araujo sustituyeron a Piqué y Eric Garcia), de la rotación en el lateral derecho (Emerson Royal por Sergiño Dest), de las merecidas vacaciones de Pedri (ocupó su posición Sergi Roberto) y del regreso de Ter Stegen a la portería tras recuperarse de su lesión.

Pero en el minuto 19 el Barça regresó a la realidad mediante un gol de los visitantes que, para más inri, construyeron dos exazulgranas. Sandro Ramírez y Carles Aleñà combinaron en la frontal del área y el delantero canario definió por raso ante Ter Stegen, logrando el primer gol en Liga del Getafe este curso.

Sandro no tuvo ningún reparo en celebrar el tanto y el público del Camp Nou se lo reprochó con abucheos.

Sube y baja de emociones

A partir de entonces el partido entró en una espiral de acciones conflictivas que trabaron el ritmo del juego y el conjunto de Ronald Koeman no encontró otra vez la luz hasta que en el minuto 30 Memphis, que ya se ha metido en el bolsillo a la afición azulgrana, encaró el área ante Djené e Iglesias, hizo una bicicleta y después de amagar dos veces disparó entre los dos defensas para hacer el 2-1.

Tras el gol las ideas azulgranas volvieron a languidecer y, pese al resultado, el Barcelona no se fue contento con su rendimiento en el primer tiempo, que fue de más o menos. Al contrario que el Getafe, cómodo en los escenarios que no fluyen. Como si siguiera el pensamiento del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, el conjunto madrileño encuentra el orden a partir del caos.

Por su parte, Koeman siguió sin demostrar que conoce las teclas para conseguir que este Barça pos-Messi sin posibilidad de hacer los fichajes que serían necesarios pueda ser fiable de forma regular. Tiene estallidos de gloria, momentos convincentes, un seguro de vida que responde al nombre de Marc-André y un mago llamado Memphis, pero en cualquier instante puede volverse frágil y poner en peligro el resultado.

¿Qué más pasó en el partido del Barcelona?

Quizá una manera de hallar la seguridad sea mediante las posesiones de balón largas, un recurso que probó el Barça en el inicio del segundo tiempo, pero el Getafe logró cortocircuitar las intenciones del conjunto local y devolvió el partido al caos y a las inmediaciones de Ter Stegen, aunque sin grandes acciones de peligro.

La historia avanzó de la mano de la incertidumbre, avivada por la pérdida de balones constante en la creación del juego azulgrana, y el único cambio que hizo Koeman en el ecuador del segundo tiempo fue el de Sergiño Dest por Emerson Royal. Hombre por hombre. Pero poco después las lesiones prácticamente simultáneas de Sergi Roberto y Martin Braithwaite le obligaron a ser más atrevido.

Quienes entraron para resguardar los tres puntos a falta de 15 minutos para el final fueron los jovencísimos Nico González (19 años) y Gavi (17), que debutó en partido oficial con el primer equipo. Mientras tanto, Riqui Puig ni calentó en la banda.

El último cambio fue un regreso al conservadurismo. Koeman quitó a un delantero, un intrascendente Antoine Griezmann, para poner un tercer central, Óscar Mingueza. Acto seguido, en el minuto 84, Memphis pudo sentenciar el encuentro antes de hora con otro gran gol si su volea a pase de Dest hubiese encontrado portería. De todas formas, después ya no ocurrió nada más.

Con esta derrota, el Getafe sigue sin vencer en el Camp Nou en las 19 ocasiones que lo ha visitado entre Liga y Copa del Rey. Y con su triunfo, el Barça evita que las dudas se desborden en el entorno antes del parón de selecciones. Seguramente el próximo partido para los azulgranas será ante el Bayern Múnich (si se confirma el aplazamiento del encuentro ante el Sevilla) en el Camp Nou. Palabras mayores.

Ficha técnica del Barcelona-Getafe

2- Barcelona: Ter Stegen; Emerson Royal (Dest, min. 62), Araujo, Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets, Sergi Roberto (Gavi, min. 74), Frenkie de Jong; Memphis, Griezmann (Mingueza, min. 83) y Braithwaite (Nico González, min. 74).

1- Getafe: David Soria; Iglesias (Damián, min. 46), Djené (Koffi, min. 83), Mitrovic, Olivera; Aleñà (Timor, min. 60), Arambarri, Maksimovic, Jankto; Enes Ünal (Macias, min. 74) y Sandro (Mata, min. 60).

Goles: 1-0, m.2: Sergi Roberto. 1-1, m.19: Sandro. 2-1. m.30: Memphis.

Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Araujo (min. 27) y a Memphis (min. 62), del Barcelona, y a Aleñà (min. 21) por el Getafe.

Incidencias: Partido de la tercera jornada de Liga disputado en el Camp Nou ante 26.543 espectadores con un aforo reducido a causa de las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.

Foto: Reuters

El Barcelona goleó con la guía de Messi

Barcelona

AS.- Leo Messi tomó la palabra en el debate sobre el futuro del fútbol. Hay unos que dicen que el fútbol es negocio y otros que es de los fans. Opiniones respetables hasta que empieza el partido y todo depende de los jugadores. Entonces, las dudas se disipan y el fútbol es de ellos, y si entre los elegidos está Messi en modo tiburón, entonces ya no queda duda: el fútbol pertenece a Messi. El argentino fue el factor determinante para que el Barcelona se impusiera por 5-2 al Getafe y siga dependiendo de si mismo para ganar LaLiga en un partido que el equipo blaugrana se complicó de mala manera cuando lo tenía archivado.

La primera parte del argentino ante el Getafe fue una aparición aparte respecto al que jugaban el resto de los contendientes. Para el que viera el partido no hace falta explicar que cada vez que la pelota le llegaba al 10 blaugrana pasaban otras cosas, pero para el que no lo viera y se fíe de los números se puede aportar la fría estadística. En 45 minutos el Barça chutó seis veces, todos los disparos de Messi; dos de esos disparos fueron al palo, de Messi, claro y el tanto que se metió el Getafe en propia puerta llegó tras una presión del argentino. En la segunda, cuando el Barcelona sufría, Leo le puso un regalo a Araújo para que cerrara un partido que iba camino de la taquicardia.

Resumen del partido

Koeman, que no es amigo de cambiar lo que funciona, únicamente introdujo un cambio en su equipo respecto al que ganó la Copa. Sergi Roberto salió por Dest y la opción de hacer jugar a Dembélé quedó descartada en el entrenamiento matinal con la lesión del francés.

Bordalás, por su parte movió el equipo pensando en el duelo ante el Huesca (que hizo lo propio ante el Atlético) y soportó de entrada como pudo el chaparrón de Messi, que a los cuatro minutos ya había disparado al larguero.

El partido se puso a gusto del equipo de Messi a los 8 minutos cuando Leo marcó el 1-0, pero Lenglet, que ya había visto una amarilla a los seis minutos se empeñó en complicar la cosa. El central francés marcó en propia puerta con la mano un centro de Ángel (o era gol o penalti), que leyó a la perfección que el Barça jugaba con uno menos por un golpe de Mingueza.

El duelo se complicaba para los blaugrana, pero Chakla desmontó el intento de los de Bordalás correspondiendo al error de Lenglet con otro gol en propia puerta al hacerse un lío con Soria en la cesión.

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El Barcelona no desaprovechó la invitación a entrar de nuevo en el partido y Messi siguió con su cabalgata. Hasta el punto de inventarse un gol con auto asistencia. Leo chutó al palo con furia, le rebotó el balón tras estrellarse en el poste y recogiendo el rebote, acomodó la pelota con suavidad para marcar el 3-1.

En la reanudación, Koeman retiró a sus centrales y Bordalás empezó a pensar más en el Huesca. Parecía que se firmaba la treguaque Messi había impuesto en la primera parte. Pero la desidia es traidora y cuando parecía que nada iba a pasar, Araújo cometió un penalti al pisar a Unal que el árbitro no vio y que el VAR detectó para que el turco pusiera emoción al partido. 3-2 a falta de 20 minutos y lo que parecía sentenciado entraba en la fase de nervios. Y Koeman, para añadir picante al guiso introdujo a Umtiti por Mingueza, que llevaba seis partidos sin jugar.

Con el Barcelona siendo víctima de sus fantasmas y el Getafe crecido, volvió a aparecer messi para colocar un córner que Araújo remató a gol antes de que Griezmann, ya en el descuento, redondeara el marcador con un gol de penalti que Messi, dueño de todo, le cedió para que maquillara un partido penoso.

Foto: Reuters

El Madrid empató sin goles con el Getafe

Real Madrid

AS.- Lo que queda del Madrid no alcanza. Tres palizas y nueve bajas acaban con cualquiera. Más si en tiempos de coronavirus se permite desplumar la plantilla (Odegaard, Modric, Mayoral…) sobre la marcha. Así que un equipo extenuado, sometido a una cirugía mayor en la alineación y con un adversario necesitado enfrente se dejó parte de la ventaja que le dio el Clásico y se separó del cogote del Atlético. Pudo ser peor sin algún milagro de Courtois. El Getafe tuvo momentos de su edad de oro, pero en puntería estuvo como el resto del curso, a bajo cero.

Resumen del partido

Llegar vivo a mañana. Ese es el largo plazo del Madrid. El partido a partido sin conservantes ni colorantes. La plantilla resulta ahora variadísima: lesionados a tiempo completo (Ramos, Mendy y Lucas), lesionados a tiempo parcial (Carvajal y Hazard), confinados (Varane y Valverde), sancionados (Nacho y Casemiro), exprimidos (Modric, Kroos, Benzema…) y oxidados (Odriozola, Marcelo, Isco, Mariano…). El resumen rápido es que llegó a Getafe con nueve ausentes y Zidane, que tiene a mano los datos de los tres últimos superesfuerzos, añadió dos más de salida: Kroos y Benzema. De ese once con el que soñaría para la final de una Champions sólo quedaron Courtois y Modric. Una rotación extrema de los tiempos del banquillo de oro sin oro en el banquillo. Ahí sólo quedan ahora canteranos enviados a Stalingrado, muchos con 90 minutos con el Castilla el día anterior. Con tales privaciones le quedó a Zidane un once sin más mediocentro que Modric, cuatro mediapuntas y Mariano. Un ensayo clínico que no salió bien.

En el Getafe la crisis es de fe. Y eso resulta aún peor. Sin razón aparente, el presidente deja de creer en el entrenador y el mensaje de este al vestuario, que fue ley, se lo ha llevado el viento. Así que como Bordalás está convencido de que el problema no es de nombres compuso un once poco revolucionario, con Ünal como segundo punta y sin Kubo, que aquí tampoco ha roto en primer espada.

El cabezazo de Mata

En cualquier caso, el grupo parece tener conciencia del peligro y se echó sobre ese Madrid de retales de fuera hacia dentro. Lo mejor del Getafe está en sus bandas, con Aleñá y Cucurella. Y resultan más vistosos si enfrente encuentran laterales sin retorno como Odriozola o Marcelo. En diez minutos llamó tres veces a las puertas de Courtois, aunque el belga sólo fue relevante en un remate forzado de Olivera. Con todo, no fue ese Getafe triunfal que mortificaba con su presión, con su juego interrumpido, con su propensión al balón largo. Un equipo que se hacía pelmazo. Al Madrid también le permitió llegar. De hecho, en esa fase, Mariano marcó un gol en una contra invalidado por un fuera de juego de una uña. Así se lo pareció al asistente y al VAR. El tren pasaría otra vez para él poco después. Y su cabezazo mordido lo salvó sobre la línea Timor tras una salida al viento de David Soria.

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El partido amaneció, pues, con ida y vuelta, una agitación que nunca le fue al Getafe pero lógica vista la abrumadora mayoría de jugadores de toque frente a los de quite en el Madrid. En cualquier caso, tuvo más sustancia el ataque azulón. Un cabezazo picado de Mata topó en palo en esos minutos de paciente ataque de los Bordalás, que apretó de verdad al Madrid con sus dos puntas corpulentos.

El Madrid, como en Liverpool, tuvo poco de insistencia y mucho de resistencia. Quedó la percepción de que pretende que no se le lleve la riada hasta que amaine. Y Modric evidenció por qué era el único titular de verdad e Isco, que aún es futbolista de provecho. Del gol, antes del descanso, sólo estuvo cerca en las dos ocasiones frustradas de Mariano y en un cabezazo franco y sin colocación de Vinicius.

Madrid en blanco

La segunda mitad sacó a flote que Modric, por falta de hábito, arriesga como un mediapunta donde no es aconsejable para un pivote. En dos malas salidas suyas y otra imprudente de Marcelo se vio en el abismo el Madrid. Las dos primeras pasaron de largo. En la tercera, Courtois se vio obligado a la parada del partido en zapatazo de Ünal.

Ante la falta de progresos y una presión más fiera del Getafe, Zidane ya no pudo contenerse. Metió a Benzema y, aunque recluta, a un mediocentro de verdad, Blanco. Un movimiento de doble intención: la de aminorar pérdidas de riesgo en el inicio de las posesiones y la de dar más cancha ofensiva a Modric e Isco. El Madrid no había existido en ataque en la segunda mitad. Su apariencia era la de un equipo exhausto, al límite, por encima de sus posibilidades físicas. Lo vio también Bordalás, que tiró de Ángel, el goleador de segunda instancia. Pronto cogió el hilo del partido. Su primer remate se le fue por un palmo. Luego reclamó un penalti de Militao y Courtois tuvo que sacar su mano para detener a un Getafe entonces claramente superior en ambición y empuje.

Benzema, el fichaje de la última media hora, resultó aún más irrelevante que Mariano. Y así el Madrid se alejó de la cabeza y quedó a distancia de tiro del Barça. Ahora sólo está en manos de sus dolientes rescatadores.

Foto: AS

Andrea Tovar quiere alargar su buen momento con el Getafe

Prensa Getafe Femenino.- En el grupo madrileño de la Primera Nacional, el Getafe Femenino tiene una batalla particular contra el Atlético de Madrid, que lidera la tabla con dos puntos de ventaja sobre su vecino. En el arco del cuadro getafense está una venezolana, la caraqueña Andrea Tovar, quien sostiene la segunda mejor valla del campeonato, con 14 goles recibidos en 16 partidos.

Después de un comienzo impecable con ocho triunfos seguidos, el cuadro del sur de la capital española trastabilló y sumó tres derrotas en sus siguiente seis encuentros. El ritmo imparable parece estar de vuelta tras los últimos dos triunfos, por 3-0 contra la UD Tres Cantos y 2-4 en casa del Madrid CFF, en ambos, Tovar tuvo un papel destacado.

“Creo que la temporada hasta ahora has ido muy positiva, a pesar de las derrotas que hemos sufrido. Esto nos ha ayudado a corregir cositas y a trabajar con mucha más fuerza”, reconoció la caraqueña sobre el rendimiento del equipo, que ha ganado 13 de sus 16 partidos. Los mismos que el Atlético, que ha jugado un partido menos y que, a diferencia de las getafenses, solo ha cedido un par de empates y ninguna derrota.

A nivel personal, Tovar suma dos arcos inmaculados en sus últimas cuatro salidas. El domingo pasado, el Madrid CFF pudo vencerla con dos anotaciones pero su equipo logró reaccionar dándole la vuelta al resultado. “Ha sido un año bastante positivo, he trabajado mucho y estoy viendo los resultados ya que he podido tener atajadas importantes para mi equipo”, explicó la venezolana, quien ejerce de líder por ser una de las jugadoras con más experiencia de su vestuario. “Procuro estar al máximo en cada partido para poder darle al equipo lo mejor de mi”.

Con 10 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, el Getafe afrontará los últimos tres meses del campeonato en una posición privilegiada para pelear por un puesto en el Playoff que les permita ascender a la Reto Iberdrola, la segunda categoría del fútbol femenino español. “Van a ser tres meses importantes en los que no podemos descuidarnos”, avisó la caraqueña. “Estamos preparándonos y fortaleciéndonos como equipo día a día, con el objetivo de alcanzar nuestro objetivo. Estoy muy orgullosa de lo que hemos logrado hasta ahora pero tenemos que seguir así, intentando hacer siempre las cosas mejor”.

Foto: Prensa Getafe Femenino.

El Madrid superó al Getafe con lo justo

AS.- Primer apunte: la mitad del Madrid es mucho mejor que todo el Getafe. Segundo: Marcelo, con tres centrales, aún está en buen uso. Tercero: no hay peligro de cantericidio por darle cancha a los jóvenes. Esas conclusiones quedaron en un partido en el que el equipo de Zidane se dio por aludido con el empate del Celta en el Wanda y tejió con paciencia e inteligencia su victoria. Este largometraje tuvo menos suspense de lo habitual por su trabajo y por el derrumbe del Getafe, hace tiempo dentista y hoy sin dientes.

Hubo un tiempo no tan lejano en que Isco fue alguien en la Selección. Y en el Madrid llegó sentar a Bale, esa cepa británica que mutó a inofensiva demasiado pronto, cuando Zidane aún se atrevía a hablar de innegociables. Ahora es farolillo rojo. Con nueve ausentes y Odegaard en Londres, Zidane le puso por delante a Marvin, como le había puesto por delante a Arribas ante el Mönchengladbach o el Levante. Su suplencia de este martes le cuelga el cartel de caso perdido. Y es que para evitarle tuvo que dar un paso más en su reciente papel de arreglista: Mendy de central izquierdo en una línea de tres con Nacho y Varane; Marcelo, de carrilero; Modric, de pivote, Asensio, de mediapunta… Una sacudida en toda regla.

El Getafe, en cambio, regresó a su vieja fórmula, ese 4-4-2 que tanto molestaba al de enfrente. Su partido es que el rival no tenga partido. Y ahí sobraban Kubo y Aleñá. Así que el Getafe se volvió clásico sin conseguirlo. No le va hacerse el simpático; presiona, incordia, aburre y en sus buenos días mata con dos buenos puntas. Esta vez ni eso. Ese plan ha pinchado ante los grandes porque para escapar de él se necesitan futbolistas de un pie muy fino y entre los equipos alfa abundan. Y tampoco ha colado esta temporada ante otros de menor tamaño porque falla el segundo acto: meter goles.

La conclusión es que ni Madrid ni Getafe están a la altura de sus mejores días. El equipo de Zidane huye de los espacios, se repite en el juego al pie, no le da marcha a los partidos. Queda la sensación de que está demasiado visto, de que a este ritmo su recorrido será corto. Así que pone casi todo el foco en el balón parado. Ahí encontró sus dos primeras oportunidades: una pelota perdida en el área de esas que siempre buscan a Casemiro y un cabezazo de Benzema en un córner. El brasileño desaprovechó su magnetismo en la zona con un disparo a la décima fila de asientos y el francés topó con el larguero, del que se ha hecho íntimo enemigo.

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Y mientras, el Getafe, de salida, incumplió sus dos grandes mandamientos: robar muy arriba y hacer de la segunda jugada su primera jugada. Pero sumando las imperfecciones de uno y otro estuvo muy por encima el Madrid. Marcelo, con gente a su espalda, vive más tranquilo y se suelta. Y Modric no está investigado en el proceso: sigue jugando como cuando levantó el Balón de Oro. También él tuvo el gol, en un remate sin oposición desde el borde del área que rechazó, en postura estrafalaria, David Soria con una rodilla.

A otros no les fue tan bien en la primera parte. Vinicius es tigre enjaulado, Benzema resulta demasiado esporádico y Asensio baja a menudo el volumen en muchas fases del partido.

El Getafe no pasó de bachear el encuentro en campo propio sin la agresividad de otros tiempos, se sintió extraño ante el cambio de dibujo del Madrid y no tuvo ninguna presencia ante Courtois en los primeros 45 minutos. Fue un equipo resistente en el peor sentido del término: ultradefensivo y sin respuesta.

El descanso cambió el clima (llovió con ganas) pero no el paisaje. El Madrid siguió encogiendo al Getafe y perdiendo ocasiones. La primera de Benzema, cuyo remate sin oposición sacó con mano rápida David Soria. Así, al equipo de Zidane no le convenía al resultado ni al de Bordalás la dinámica. El Getafe cargó munición con Kubo, Aleña y Mata, sus dos fichajes de invierno y su nueve de gala. El Madrid cambió canterano por canterano, Arribas por Marvin, que no son lo mismo. Isco lo contempló con el cuerpo y la moral congelados en la grada. Más fantasía, menos velocidad y un papel nuevo para Vinicius: carrilero derecho. Una decisión de riesgo máximo con un buen principio. El primer centro del brasileño desde su nueva finca lo mandó a la red Benzema con la cabeza, la mejor arma ahora mismo de un compositor concienciado como rematador. El chollo que se prometía Cucurella acababa siendo la llave maestra del Madrid.

Aún quedaban por ver más fenómenos paranormales. Arribas, que lo primero que hizo en su debut europeo fue tirarle un caño a un defensa del Gladbach, abrió a Marcelo en la izquierda y su centro al primer palo lo remató como un ariete… ¡Mendy! Extrañan ya pocas cosas en un equipo tan golpeado por las lesiones que ha tenido cinco laterales en poco más de cuatro meses. Sólo entonces, con el partido archivado, entró Isco. Sus días parecen contados. Tiene sólo 28 años y su magia blanca se ha vuelto negra.

Foto: Reuters

El Barcelona cayó por la mínima ante el Getafe

AS.- La fe del Getafe se impuso por 1-0 a un Barça impotente que dejó pasar la oportunidad de aprovechar el batacazo del Madrid en un partido en el que los blaugrana se fueron deshinchando a medida que avanzaba el partido. Un error infantil de De Jong al cometer un penalti fue el inicio del fin de un Barça incapaz de reaccionar.

Koeman se movió en el Coliseum e introdujo un par de variantes, además de la obligada entrada de Sergiño Dest como titular, en el equipo que había resultado inamovible desde el inicio de la competición. Le dio el holandés la enésima oportunidad a Dembélé para dar descanso a Ansu Fati y colocó a Pedri en la media punta en lugar de Coutinho mientras que Griezmann salía como nueve y Messi partía de la banda derecha. La primera decisión salió mal, la segunda bien con matices.

Dembélé volvió a ser en la primera parte una máquina de perder balones (hasta 14 en los primeros 45 minutos) fiel a su particular interpretación del juego que se basa en la idea de que él juega un partido diferente al resto de las 21 personas que están sobre el terreno de juego. En cambio, la aparición del futbolista canario vino a confirmar las sensaciones que había dejado en los minutos disputados hasta ahora. Con 17 años tiene presencia, idea de juego, clarividencia y una rapidez mental fuera de lo común. Messi desde la derecha participaba hasta que se apagó en el segundo tiempo, pero donde el Barça volvió a pinchar en hueso de forma preocupante fue con Griezmann.

Koeman dio entrada a Ansu y Coutinho por Dembélé y Pedri regresando así a su dibujo más habitual, pero nada cambió. El Barça había perdido pie y el Getafe se encontraba en su salsa tratando de dormir un partido ante un rival aún más dormido.

En un último intento de despertar a los suyos entraron Braithwaite y Trincao por Griezmann y De Jong para jugar a la desesperada y ya en el tramo final Riqui Puig por Sergi Roberto para cerrar con tres.

El Barça ya iba a por el todo o nada cerrando con tres y el Getafe tuvo la opción de matar el partido en dos contras de Cucho, una fue al larguero y la otra alta que impidieron que el Barça se llevara un castigo más duro.

Foto: AS

El Inter despachó al Getafe y avanzó a los cuartos de final

EFE. – El Getafe finalizó su aventura en la Liga Europa tras perder 2-0 ante el Inter, que aprovechó mejor sus ocasiones y dejó fuera de la competición a un equipo que falló un penal en los pies de Jorge Molina que podría haber dado la vuelta a la eliminatoria.

Parece que el Getafe tiene una especie de bajón histórico en los momentos clave de sus grandes citas. En la retina de muchos aficionados quedó aquella eliminación frente al Bayern de hace 12 años, con un gol del italiano Luca Toni en el minuto 119 de la prórroga que hizo llorar a toda una ciudad.

El tiempo pasa muy rápido y más de una década después de ese duelo, el Getafe se vio inmerso en otro duelo de nivel máximo con el que aspiraba a igualar aquellos cuartos de final de la Liga Europa de 2008. La oportunidad no le llegaba en su mejor momento del curso. Tal vez, los hombres de Bordalás habrían preferido disputarlo en marzo.

En esos momentos previos al estado de alarma, estaba en plena ebullición. Acababa de eliminar al Ajax, peleaba por la Champions en LaLiga y vivía días de vino y rosas. Sin embargo, la pandemia generó dudas en la vuelta y, de repente, descendió hasta los infiernos con una victoria en once encuentros.

Perdida su plaza europea, quedaba el choque ante el Inter como revulsivo a un mal final de temporada y cuya nota general bailaba entre el sobresaliente y el notable. Su rival, de relumbrón, era el mejor posible para destacar y regresar a los tiempos felices de marzo.

Antonio Conte predijo en la víspera un duelo «sucio» y se encontró con un rival impecable. Bordalás reforzó el centro del campo con David Timor, colocó un trivote y un delantero, Jaime Mata, y con ese sistema ahogó literalmente al Inter durante 25 minutos.

En ese tiempo, funcionó una presión muy intensa casi en el área del esloveno Samir Handanovic. Duró lo que aguantó el físico, pero estuvo a un pelo de funcionar. Pero, como siempre en los últimos tiempos, al Getafe le falló la falta de acierto en los últimos metros.

Primero pudo marcar el serbio Nemanja Maksimovic, pero se encontró con una tapada del arquero del Inter tras cabecear un centro del uruguayo Damián Suárez a los dos minutos. Después, fue Jaime Mata quien no acertó ante Handanovic y se fueron al limbo dos ocasiones de oro.

Hasta ese momento, el Inter aguantó el chaparrón como pudo. Conte apostó por sentar al danés Christian Eriksen para sentar a Roberto Gagliardini y faltó algo de pausa en la salida. Además, en una señal de respeto, utilizó a D’Ambrosio, más conservador en la derecha que Condreva, en el banquillo junto a los suplentes.

Fue Lautaro Martínez quien despertó a su equipo. El argentino mostró sus credenciales al Barcelona y en un minuto y medio se encargó de acabar con el dominio del Getafe. Sólo David Soria, con dos intervenciones de mérito, evitó el primer tanto del conjunto italiano, que poco después sí acertaría.

El belga Romelu Lukaku fue quien apareció de repente, salido de la nada, para ganarle la espalda a Xabier Etxeita y aprovechar un pase largo de Alessandro Bastoni. Un remate, un gol y su conquista número treinta en esta temporada.

Con muy poco, apenas tres zarpazos, el Inter se marchó al vestuario por delante con la sensación de haber acabado con el empuje del Getafe, que tardó recuperar el ritmo de los primeros 25 minutos. Con más corazón que fuerza, intentó otra vez la presión inagotable, pero el Inter, esta vez, salió indemne en el inicio.

Incluso pudo finiquitar la eliminatoria con un remate acrobático de D’Ambrosio que obligó a intervenir de nuevo a Soria, que dio aire a un equipo que se reactivó con la entrada de Ángel Rodríguez. Con dos delanteros, el Getafe volvió al ataque, pero, de nuevo, como en casi todo el final de curso, la suerte le fue esquiva.

Como ante el Levante en la última jornada de Liga, dispuso de un penal decisivo. Entonces, lo falló Jaime Mata, que había transformado los últimos 25 de su carrera y el Getafe se quedó sin Europa. Entonces, apareció Godín para tocar con la mano un centro de Jason Remesero. Tras revisar el VAR, Anthony Taylor decretó la pena máxima y de nuevo la desgracia se ciñó sobre los hombres de Bordalás.

Justo antes, el técnico alicantino había sacado del campo a su especialista. Sin Jaime Mata, Jorge Molina tomó la responsabilidad de lanzar un penalti histórico. No acertó. Lo mandó fuera y ahí se esfumaron todas las oportunidades de un equipo que parece gafado en momentos cumbre de su historia.

Si en 2008 besó la lona frente al Bayern en el minuto 119 de la prórroga con un gol de Luca Toni que nadie olvida por Getafe, más de una década después el club presidido por Ángel Torres escribió otro capítulo desgraciado de su historia.

Del tanto de Toni, se pasará al penal de Jorge Molina. El tanto postrero de Eriksen fue una anécdota. El Getafe ya estaba KO. El fallo de Molina fue una losa muy pesada para un equipo que murió con dignidad para cerrar una temporada notable que pudo ser sobresaliente. Los detalles, lo evitaron y al final en este fútbol sin alma en época de coronavirus prima la calidad. Y, el Inter, tiene más.

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El Madrid venció al Getafe y toma ventaja en el liderato

Prensa Real Madrid.- El Real Madrid venció al Getafe y aprovechó la oportunidad de aumentar su renta con el Barcelona, segundo clasificado. El líder de la Liga, que ya aventaja en cuatro puntos más el goalaverage a su rival, sumó en el Alfredo Di Stéfano su sexto triunfo consecutivo, que se forjó en una gran última media hora, rubricada con el gol de Sergio Ramos al transformar un penalti sobre Carvajal.

La primera mitad terminó sin goles, pese a que ambos equipos tuvieron oportunidades de marcar en un partido muy físico. Fueron los visitantes los primeros en intentarlo. Centró Damián en el 9’, peinó Maksimovic y el balón golpeó en el muslo de Etxeita. La excepcional estirada de Courtois evitó el tanto. La respuesta local llegó un cuarto de hora después. Centró Mendy y Vinicius Jr. estiró la pierna lo justo para obligar con la puntera a que David Soria se luciese.
En la primera pausa para hidratarse, Militão sustituyó a Varane, que abandonó el campo con molestias. La última jugada de peligro de la primera parte la finalizó Isco tras un pase de Ramos a la espalda de la defensa visitante. Soria mandó el balón a córner después del acrobático remate del centrocampista.

El guion del encuentro no varió tras el paso por los vestuarios. El Getafe presionaba muy arriba y el Real Madrid buscaba el camino hacia la portería rival. Estuvo cerca de encontrarlo en el 58’ con un disparo lejano de Modric que se envenenó al golpear en Mata y casi sorprende a Soria.

Zidane dio entrada a Asensio, Rodrygo y Valverde por Isco, Modric y Vinicius Jr. El Real Madrid empezó a llegar con más peligro al área rival y, en una de esas acciones, Carvajal fue derribado dentro del área por Olivera en el 78’. Ramos, que ha marcado los últimos 19 penaltis que ha tirado, certificó desde los 11 metros la sexta victoria consecutiva del Madrid. Trabajado triunfo y tercer partido seguido sin que Courtois reciba gol.

Foto: Real Madrid Prensa

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