España regresará a Mallorca para medirse a Irlanda del Norte

Tony Cittadino (Madrid).- El estadio Son Moix de Mallorca, se vestirá de gala para recibir a la selección española de fútbol. El recinto ubicado en Palma, volverá a albergar un partido de la oncena ibérica por primera vez desde 2013, cuando los dirigidos por Luis de la Fuente se mida a Irlanda del Norte en un amistoso.

El encuentro será el segundo que se jugará previo a la Eurocopa, pues tres días antes chocarán con Andorra en Badajoz. La Roja quedó en el grupo B de la Euro y enfrentará a Croacia, Italia y Albania. Los actuales campeones de la tercera edición de la Nations League, debutarán en el torneo el sábado 15 ante los croatas en el Olympiastadion de Berlín.

Este será el sexto encuentro que se disputará en Mallorca y el décimo noveno de la historia ante Irlanda del Norte.

De acuerdo a la nota de prensa divulgada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), los dos primeros choques se celebraron en el antiguo estadio Lluís Sitjar y también fueron amistoos.

El primero, fue el 27 de marzo de 1985 y fue un empate sin goles, casualmente, ante Irlanda del Norte. El segundo duelo fue el 19 de noviembre de 1997 y empataron a un gol ante Rumanía.

Sin embargo, el primer partido en Son Moix, estadio que se inauguro en 1999 y que fue reformado recientemente ampliando su capacidad a 23 mil 142 asientos y tecnología de punta, data del 12 de febrero de 2003 y España se impuso a Alemania tres goles por uno en otro amistoso.

La selección volvió el 28 de marzo de 2007, para vencer a Islandia por la mínima diferencia, en partido de las eliminatorias a la Euro 2008, mientras que el último duelo en territorio balear fue el 11 de octubre de 2023 y también lograron un triunfo. Para entonces, derrotaron a Bielorrusia dos goles por uno, en partido de las eliminatorias al Mundial Brasil 2014.

Foto: Prensa RCD Mallorca

España no pasó del empate ante Grecia

España

AS.- No es un partido para subir a la nube —lo de la hemeroteca me da que se ha quedado viejo—, todo lo contrario, es un partido para borrar de inmediato porque la Eurocopa está a la vuelta de la esquina y las penas hay que sacudírselas lo antes posible. España tropezó con Grecia y se complica a las primeras de cambio las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022. En cuatro meses hemos pasado del festival ante Alemania al chasco de Granada. Demasiado vaivén, llega ahora el tiempo para el análisis y el debate. Pero debate exprés. El domingo aguarda Georgia y en Tiflis no hay margen de error.

Resumen del partido

El resultado no acompañó, pero el cuadro va tomando forma. Hace nada, apenas unos meses, el casting de Luis Enrique en su segunda etapa como seleccionador nos dejaba algo descolocados. Veíamos las pinceladas, pero debíamos dar un par de pasos atrás para tratar de entender la pintura en su totalidad. Tres porteros con similar pedigrí (Kepa, De Gea y Unai Simón), examen de centrales para acompañar a Ramos (Pau Torres va por nota…), rotación de batutas (Busquets o Rodri) y baile de jugadores y posiciones de medio campo hacia arriba con el falso nueve (Rodrigo, Aspas o Moreno) como canción de moda.

Pero ahora sí que se ve el cuadro, lo abstracto ya es real. Luis Enrique calcó ayer el equipo que el pasado noviembre sacaba los colores a Alemania en La Cartuja (6-0). No pudo hacerlo al cien por cien por las lesiones de Sergi Roberto y Pau Torres, que fueron sustituidos por Marcos Llorente y Eric García. El resto, los mismos jugadores de aquel recital frente a la Mannschaft que nos permite sacar los codos en las casas de apuestas con vistas a la próxima Eurocopa.

Choques

No se abrió de inicio la puerta a los debutantes, pues los cuatro (Robert Sánchez, Pedro Porro, Pedri y Bryan Gil) asistieron al pitido inicial desde el banquillo. Pero no por eso dejó de haber sorpresa en el once inicial. La vista se nos iba irremediablemente al lateral derecho, con Marcos Llorente y sus siete pulmones junto a la cal. Le falta ser árbitro y portero, todo se andará. Ejercía de lateral, pero su tendencia a subir, justo por el mismo carril que unos metros más arriba ocupaba Ferran Torres, hizo que los ataques de España se vencieran hacia ese lado derecho más que al izquierdo, donde Gayà y Olmo formaban pareja de baile.

Grecia defendía en bloque. Oscilaba de izquierda a derecha con Bakasetas como eje central. En principio, el jugador del Trabzonspor debía ser el faro ofensivo escoltado por Masouras y Limnios. John van’t Schip confesaba en la previa que era consciente de que el rival llevaría la iniciativa, aunque que de por sí no iba a renunciar al balón. Pero la cara de póquer le delataba. Frente a España uno sabe, sí o sí, que la pelota no es negociable. Es cierto que esta Grecia no es la del puño cerrado de Rehhagel, aquella que sorprendió a Europa con el título continental en 2004, pero por mucho aperturismo que se proclame le cuesta llevar la iniciativa.

Así que a la selección helena no le quedaba otra que aguantar el asedio de España. Koke protagonizó la primera ocasión de peligro con un doble remate en el minuto 13. La Roja se armaba de paciencia, con Ramos y Eric García iniciando cada uno de los ataques, en ocasiones un plan de vuelo demasiado previsible. España tocaba y tocaba, Grecia aguardaba y al partido era imposible hincarle el diente. Tenía más nervio que un filete de cinco pesetas, que diría nuestro compañero José Antonio Espina. El juego se embarulló a medida que avanzaban los minutos.

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Un par de choques aéreos, como el de Papadopoulos con Morata, balones perdidos, encontronazos como el de Rodri con Bakasetas… en definitiva, una serie de imprecisiones que ralentizaron el ritmo del partido, algo que jugaba descaradamente en nuestra contra. Y estábamos tan narcotizados que de repente, un derechazo de Dani Olmo al larguero casi nos hizo caer de la silla. Fue tal el despertar que sólo un minuto después llegó el segundo dardo, este sí con el gol como premio. Koke recibió en tres cuartos, levantó la cabeza y sirvió un pase gourmet a Morata, que controló el balón con el pecho y remató con la zurda ante un impotente Vlachodimos. A lo Cristiano, vamos, es lo que tiene entrenar y jugar junto al rey del remate.

Control inerte

El gol, eso sí, no alteró ni un ápice la estrategia helena. El equipo siguió anclado atrás, lo que dibujaba un escandaloso reparto en la posesión de balón: 80% para España y 20% para Grecia. Así se llegó al descanso y así se volvió de él. No había novedad en el juego aunque sí en las alineaciones con Siopis y Tzolis al campo en sustitución de Limnios y Mantalos, mientras que en La Roja Ramos cedía su lugar a Íñigo Martínez. Descanso para el de Camas (su cuerpo lo necesita), que suma un partido más al zurrón de internacionalidades: 179, a sólo cinco del récord mundial del egipcio Ahmed Hassan.

Y el central del Athletic no pudo tener peor estreno en el partido pues en el minuto 55 cometió penalti. En las eliminatorias no hay VAR, así que el veredicto del italiano Marco Guida no tuvo vuelta atrás. Debate, lógicamente, sí hubo, porque el central de Ondárroa despeja el balón y en su inercia golpea con los tacos sobre la pierna de Masouras. En mi opinión, Íñigo quizá mantiene en exceso su pierna arriba. No sé. Una falta que podríamos bautizar ya como a lo Modric (similar a la que le señalaron al croata el pasado fin de semana en Balaídos), pero penalti al fin y al cabo, transformado sin contemplaciones por Bakasetas.

Había que cambiar de aire, encontrar una marcha más en un juego demasiado monótono de la Selección. Luis Enrique apostó fuerte, con los versos sueltos de Pedri y Bryan Gil en sustitución de Olmo y Canales. Y poco después con Thiago y Oyarzabal en lugar de Koke y Ferran Torres. Pero el muro griego no cedió. Sólo alguna incursión por la izquierda de Gil amagó con crear una ocasión clara de gol. Pero esa no llegó. Lo único que llegó fue el pitido final de un partido que nos deja en fuera de juego. ¿Cómo se puede jugar tan bien ante Alemania y tan mal ante Grecia?

Foto: EFE

Italia derrotó a España en el debut del Europeo Sub21 con un doblete de Chiesa

Tony Cittadino (Mallorca).- Italia debutó con éxito en el Europeo Sub21, al derrotar a España tres goles por uno en el estadio Renato Dall’Ara de Bologna por el grupo A. Dos tantos de Federico Chiesa y otro de Lorenzo Pellegrini encaminaron la primera victoria de la Azzurra, en un juego bastante físico.

Luigi Di Biagio salió con una selección ofensiva y con talento en el mediocampo con el capitán Rolando Mandragora,  Pellegrini y Nicolò Barella, quien ya ha mostrado su talento con la selección mayor. Situación similar en la de los delanteros Chiesa, Moise Kean y Nicolò Zaniolo.

En tanto, Daniel Ceballos salió como la máxima referencia de los españoles dirigidos por Luis De La Fuente y no defraudó, porque a los 9 minutos soltó un derechazo desde fuera del área para marcar un golazo y adelantara los españoles.

El mediocamposta del Real Madrid por poco anota el segundo tanto en la fracción 12, al ingresar en el área con una gran jugada personal, pero su centro al área pequeña no consiguió a un rematador. El primer cuarto de hora fue de un juego muy físico de parte de ambas escuadras, pero con la italiana pegando más y buscando nivelar el marcador ante una España bien parada y dominando el balón. Carlos Soler y Mikel Oyarzabal se combinaban con Ceballos, creando peligro constantemente.

La Azzurra comenzó a ganar confianza a partir del minuto 30 y terminaron empatando en la fracción 36, gracias a una genialidad de Chiesa. El delantero de la Fiorentina recibió un balón por la izquierda izquierda, encaró al defensa, entró al área y cerca de la línea de fondo remató para batir al portero.

Zaniolo debió salir del campo en camilla por lesión al 43 y entró Riccardo Orsolini, quien tuvo un Mundial Sub20 destacado en 2017, al terminar como Bota de Oro con 5 tantos. La primera parte terminó con los italianos presionando en campo español, pero sin mayores consecuencias. Los ibéricos finalizaron la primera parte con 53% de posesión.

Chiesa sentenció

La etapa complementaria comenzó con la misma intensidad con la que finalizó la primera. En especial con la dura marca de los italianos ante Ceballos. Chiesa mandó otro aviso al 50, pero su remate se marchó ligeramente desviado. La respuesta de La Roja llegó al 55, cuando Soler remató desde fuera del área, pero Alex Meret mandó al saque de esquina con un manotazo.

El segundo cambio de la Azzurra llegó al 60, cuando salió Kean por el Patrick Cutrone. El delantero del Milan entró buscando darle más fuerza al ataque de los anfitriones, en vista de llegar y no concretar. Cuatro minutos más tarde, Italia se fue adelante en el marcador con el segundo gol de la noche de Chiesa. El delantero aprovechó un balón sin dueño en el área y sin marca, fusiló de derecha.

El tanto le dio mayor confianza a los italianos, pero también le permitió a los españoles adelantar las líneas y buscar el empate ante un rival que comenzó a esperarlos y apostando al contragolpe. Ceballos rozó la igualdad al 78, pero su remate se marchó por encima del travesaño.

Al 80, Pellegrini fue derribado en el área por Soler y el penal tuvo que ser decretado por el VAR. El propio jugador transformó el penal al 83 con un disparó al centro, para sentenciar el encuentro. El último cambio de los locales fue al 88, cuando salió Kevin Bonifazi salió y entró Alessandoro Bastoni, buscando mayor solidez defensiva.

Ambas escuadras volverán a jugar el miércoles. A primera hora, España se medirá a Polonia, que en el primer juego del torneo venció a Bélgica tres goles por dos. A segunda hora, Italia retará a Bélgica.

Máximos ganadores

Italia y España son las selecciones que más títulos suman en la historia del torneo. Los italianos acumulan cinco (1992, 1994, 1996, 2000, 2004) y quieren acabar con una sequía de 15 años. En la edición de 1996, empataron a un gol y los transalpinos ganaron en penales 4-2.

Los españoles suman cuatro (1986, 1998, 2011, 2013) y su último gallardete fue precisamente contra la Azzurra, al vencerlos en la final cuatro goles por dos. Además le ganaron a Italia en 1986, tras igualar en el global a tres goles (1-2 y 2-1) y les ganaron en penales 3-0.

El último enfrentamiento entre ambas selecciones fue en el Europeo del 2017 y España ganó en semifinales tres goles por uno.

Foto: UEFA

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