Soto y Washington maniataron a Houston y ganaron el primer juego de la Serie Mundial

Ben Walker (AP).- Juan Soto y los Nacionales provocaron muy pronto que se descarrilara un tren llamado Gerrit Cole, que parecía imparable.

Soto, el prodigio dominicano de 20 años siguió respondiendo en los momentos más apremiantes. Disparó un jonrón que envió la pelota a las vías del ferrocarril ornamental, detrás del muro del jardín izquierdo, y añadió un doblete de dos carreras, para que los Nacionales superaran el martes 5-4 a Cole y a los Astros de Houston en el primer encuentro de la Serie Mundial.

“Después del primer turno dije simplemente: ‘Es sólo otro juego de pelota’”, contó Soto. “En el primer turno sí me temblaban un poco las piernas, no voy a mentir”.

Ni siquiera un jonrón histórico por parte del astro de postemporada George Springer pudo impedir el triunfo de Washington. Tampoco bastó otro largo batazo que estuvo a punto de empatar la pizarra en el octavo capítulo.

Ryan Zimmerman, quien derrocha energía a sus 35 años, conectó también un cuadrangular para respaldar la actuación eficaz de Max Scherzer. Los Nacionales, que se colaron en la postemporada con uno de los boletos de comodín, se llevaron la victoria en su primer encuentro del Clásico de Otoño, incluida la etapa en que la franquicia era conocida como los Expos de Montreal, fundados en 1969.

“Ha sido mucho tiempo de espera”, dijo el manager boricua de los Nacionales, Dave Martínez.

Sobresaliente en casi toda la campaña, Cole lució más bien ordinario en el juego. Trea Turner bateó un sencillo en el segundo pitcheo y los Nacionales siguieron causando daño, para cortarle al abridor su racha de 19 victorias consecutivas, que abracaba 25 aperturas desde mayo.

“Esta noche no he contado con lo mejor de mi juego”, reconoció el abridor.

No es lo que esperaba Cole, ni nadie en el Minute Maid Park, especialmente después de que el pitcher encabezó la Liga Americana en efectividad y finalizó segundo en las mayores en victorias, detrás de su compañero Justin Verlander.

Cole había lucido también intratable en los playoffs. Pero en la jornada, se ha confirmado una vieja y cruel sentencia en el béisbol: No importa lo que alguien haga en toda la campaña si no lo consigue en octubre.

“Pienso que él ha sido tan bueno durante tanto tiempo que ha generado esta idea de que era invencible”, dijo el manager de los Astros, AJ Hinch. “Así que cuando esto ocurrió, nos ha sorprendido a todos, porque durante meses hemos observado cómo este chico domina totalmente a los rivales”.

Soto totalizó tres imparables y un robo. A tres días de que cumpla 21 años, el maravilloso jardinero de Santo Domingo contribuyó también a la defensiva. Se apoderó de un batazo de Michael Brantley al bosque izquierdo, que pudo significar el empate.

Springer, quien fue el Jugador Más Valioso cuando Houston conquistó su primera Serie Mundial en 2017, impuso un récord al conectar jonrón por quinto duelo seguido en el Clásico de Otoño, para poner la pizarra 5-3 en la séptima entrada.

Pero el relevista Daniel Hudson lanzó una recta que sentenció al novato cubano Yordan Álvarez, con las bases llenas, para poner fin al inning.

En el octavo, Springer conectó un leñazo profundo entre el jardín derecho y el central. Parecía que la pelota se iría, para un cuadrangular de dos carreras que igualaría el encuentro.

Springer dio un par de saltos junto a la caja de bateo para contemplar el vuelo de la bola, pero debió conformarse con un doble remolcador, cuando ésta rebotó en el guante de Adam Eaton, quien realizó un salto descomunal ante la cerca.

Los Astros, que acumularon 107 triunfos en la campaña regular, eran favoritos de los apostadores antes del comienzo de la serie. Ahora están en desventaja y han perdido la ventaja de locales.

Buscarán igualar este miércoles, cuando Verlander enfrente a Stephen Strasburg, en otro duelo de ases.

Por los Nacionales, los dominicanos Soto de 4-3 con una anotada y tres impulsadas, Víctor Robles de 4-1 con una anotada. El venezolano Asdrúbal Cabrera de 4-1.

Por los Astros, el venezolano José Altuve de 5-1 con una anotada. Los cubanos Yuli Gurriel de 5-2 con dos impulsadas, Yordan Álvarez de 3-2, Aledmys Díaz de 2-0. Los puertorriqueños Carlos Correa de 5-1, Martín Maldonado de 3-0.

Foto: Las Mayores.

Aníbal Sánchez se lució en la lomita y Washington ganó el primero de la Serie de Campeonato

David Venn (Las Mayores).- Entre todos los abridores de cartel de los Nacionales—Stephen Strasburg, Max Scherzer y Patrick Corbin—fue Aníbal Sánchez quien entregó la salida más dominante de la rotación de Washington hasta ahora en esta postemporada el viernes en el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

En una victoria por 2-0 sobre los Cardenales, el derecho venezolano llegó hasta el octavo inning con dos outs tirando un juego sin hit ni carrera, ante una alineación de San Luis que había anotado 13 rayitas con 11 imparables el miércoles en su decisivo triunfo sobre los Bravos en la primera ronda de los playoffs. Para Sánchez, fue la segunda vez en su carrera en postemporada que llegó a por lo menos 6.0 episodios con un no-hitter, ya que hizo lo propio en el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2013 por los Tigres contra los Medias Rojas.

Al fin y al cabo, Sánchez terminó su presentación del viernes con 7.2 ceros, un solo hit permitido, dos bateadores golpeados, una base por bolas y cinco ponches. Hizo 103 pitcheos, de los cuales 67 fueron strikes.

“Al principio del juego estaba un poco ansioso, especialmente por el equipo que iba a enfrentar”, dijo Sánchez, quien venía de permitir una sola vuelta en 5.0 entradas en el Juego 3 de la Serie Divisional contra los Dodgers el domingo pasado. “Pero ya después, cuando todo estaba bajo control, quería mantener el score como estaba, ya que no era mucha la diferencia. Ejecutar los pitcheos para mí era lo más importante, tratar de seguir con el plan que había trazado con (el receptor Yan) Gomes”.

Sánchez, mezclando su recta cortada con el sinker, la recta de cuatro costuras y hasta su lenta “mariposa”, maniató a San Luis hasta el punto de que hubo un solo batazo de más de 95 millas por hora, un elevado a la zona de seguridad del jardín central de parte del dominicano Marcell Ozuna. Ésa fue la fórmula ganadora para Sánchez durante la temporada regular, cuando el veterano fue líder de la Liga Nacional en tasa de contacto duro permitido.

“Aníbal ha sido gran parte del porqué estamos aquí”, dijo el manager de los Nacionales, Dave Martínez. “Es una gran parte de nuestro éxito y nos da una oportunidad de ganar cada vez que sale a lanzar”.

Después de ganar tres de sus últimas cuatro aperturas de la campaña regular, con efectividad de 2.42, Sánchez ha permitido una sola anotación en 12.2 entradas de esta postemporada, con 14 ponches.

“Me preparo muy bien y trato de no inventar”, dijo Sánchez acerca de sus éxitos en los playoffs. “Trato de quedarme con el plan que realizo antes del juego. La comunicación con el cátcher es bastante importante. Ahí es que me mantengo y gracias a Dios, han sido buenos los resultados en estos momentos”.

Un compatriota le rompió el No-Hitter 

Con dos outs en la octava entrada el viernes, José “Cafecito” Martínez le conectó una línea suave que cayó en el jardín central para ponerle fin al sin hit ni carrera. Ahí terminó la labor de Sánchez.

“No importa que haya sido un venezolano o no, pero siempre mi respeto para Cafecito”, comentó Sánchez. “Es un buen bateador y bueno, nadie mejor que él para hacer eso”.

Datos históricos

Con su excelente trabajo monticular del viernes, Sánchez inscribió su nombre en los libros de historia:

–Es el primer lanzador en pasar de 7.0 entradas con un no-hitter en postemporada desde que Michael Wacha llegó a 7.1 en el Juego 4 de la Serie Divisional del 2013 por los Cardenales vs. los Piratas.

–Según el Elias Sports Bureau, los 7.2 innings sin permitir imparables son la mayor cantidad para un pitcher que no haya completado el no-hitter desde que Jim Lonborg también tiró 7.2 antes de conceder su primer indiscutible en el Juego 2 de la Serie Mundial de 1967, por los Medias Rojas contra los Cardenales.

–Sánchez es ahora el primer lanzador en la historia de Series de Campeonato en lanzar al menos 7.2 entradas sin permitir más de un hit y sin conceder más de una base por bolas.

–Según el Elias Sports Bureau, el maracayero es el único serpentinero en la historia de la postemporada con dos partidos en los que llegó a 6.0 capítulos sin permitir imparables.

–Sánchez tiene un no-hitter en su haber, que fue el 6 de septiembre del 2006 por los Marlins contra los Diamondbacks.

Foto: MLB.

Washington doblegó a Los Ángeles y avanzó a la Serie de Campeonato

A la mitad de la campaña parecían descartados. En el juego de comodines estaban casi eliminados. En la Serie Divisional debían ganar dos veces seguidas para sobrevivir. Y en el duelo decisivo ante los Dodgers estuvieron abajo.

Pero estos Nacionales del manager Dave Martínez nunca han dejado de luchar.

Howie Kendrick quebró el empate mediante un grand slam en el décimo inning y Washington remontó una desventaja de tres carreras para doblegar el miércoles 7-3 a Los Ángeles, con lo cual chocará ante San Luis en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

“Estoy realmente emocionado por los chicos en este clubhouse, que han peleado todo el año”, destacó el boricua Martínez, en medio del baño de champaña.

Kendrick logró su bambinazo con las bases llenas ante Joe Kelly, dos innings después de que Clayton Kershaw, tres veces galardonado con el Cy Young, dilapidó una delantera de 3-1, al permitir jonrones de Anthony Rendón y del dominicano Juan Soto en lanzamientos consecutivos.

El propio Soto puso a Washington en la pizarra, mediante un sencillo productor en el sexto episodio, frente al abridor Walker Buehler.

Los Nacionales, que se colaron en la fiesta de octubre con uno de los pasajes de comodín, abrirán la Serie de Campeonato el viernes, en casa de los Cardenales. Los Dodgers, siete veces campeones defensores de la División Oeste y quienes ostentaron la mejor foja de la Nacional con 106 victorias, seguirán suspirando por un título de la Serie Mundial que se les niega desde 1988.

Adam Eaton gestionó un boleto de Kelly en el comienzo del décimo capítulo, Rendón conectó un doblete que dejó atorada la pelota en la cerca del bosque izquierdo y Soto recibió un pasaporte intencional.

Tras pegar un batazo de foul, Kendrick encontró una recta de 97 mph y envió la esférica justo encima del muro del jardín central, para el segundo grand slam en su carrera. Con el otro, puso fin a un juego de 11 entradas ante San Francisco, en agosto de 2017.

El jardinero central Cody Bellinger persiguió la pelota hasta la barda, contra la que terminó recargando los brazos, cuando se quedó sin espacio.

“Fue un momento electrizante, probablemente el mejor de mi carrera”, dijo Kendrick, de 36 años y con 14 temporadas de recorrido en las mayores, incluidas estadías en los Dodgers y en los Angelinos de Los Ángeles. “Nunca nos rendimos. La ciudad tenía fe en nosotros. Los fanáticos creían y nosotros creímos en nosotros mismos. Todo ha salido a nuestro favor”.

En cuanto llegó el garrotazo de Kendrick, el público comenzó a abandonar el Dodger Stadium.

“Decir que estamos decepcionados probablemente se queda corto”, aceptó el manager Dave Roberts.

Washington, que comenzó la temporada con una foja de 19-31, la terminó con 93-69. En el juego de comodines, se sobrepuso a un déficit de 3-0 en el octavo inning para superar 4-3 a Milwaukee. Y en la serie ante Los Ángeles, revirtió una desventaja de dos juegos a uno.

“¡Hombre, hay que seguir peleando!”, dijo Rendón. “Pienso que ésa es quizá la historia de esta organización”.

Daniel Hudson se embolsó el triunfo. Retiró a Will Smith con un batazo a la franja de advertencia del prado derecho cuando había un out y un hombre en los senderos en el noveno episodio. Luego, hizo que Chris Taylor bateara una línea inofensiva al central.

Sean Doolittle resolvió el décimo inning por Washington.

La franquicia de Nacionales de Washington/Expos de Montréal ganó una serie de playoffs apenas por segunda vez. La primera fue una inédita divisional de 1981, provocada por la huelga de peloteros, cuando el club canadiense derrotó a Filadelfia.

Kershaw, quien probablemente tendrá argumentos para llegar algún día al Salón de la Fama con base en sus éxitos en la campaña regular, arrastra sin embargo un currículum nefasto en playoffs, que añadió un nuevo capítulo el miércoles, con su actuación como relevo de un Walker Buehler que había lucido eficaz.

“Me siento terrible”, reconoció Kershaw, sustituido tras el segundo bambinazo. Durante el resto del encuentro, el lanzador permaneció sentado en solitario dentro de la cueva, con el rostro hundido entre las manos.

Por los Nacionales, el dominicano Soto de 4-2 con dos anotadas y dos impulsadas. El venezolano Asdrúbal Cabrera de 1-0.

Por los Dodgers, el puertorriqueño Kiké Hernández de 4-2 con una anotada y una remolcada.

Foto: Getty Images

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