Prensa FIFA.- Qatar y la FIFA han anunciado que La’eeb será la mascota oficial de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022.
La palabra «La’eeb» significa en árabe «jugador habilidoso». Procedente del metaverso de las mascotas, un universo paralelo que no se puede describir con palabras y cada uno puedo imaginar como quiera. La’eeb anima a todos a creer en sí mismos. Ha llegado el momento de repartir la alegría del fútbol por el mundo entero.
En el sorteo final del Mundial de Qatar, celebrado este viernes en Doha, se ha anunciado que este curioso y divertido personaje será la mascota del torneo.
Khalid Ali Al Mawlawi, director general adjunto de Marketing, Comunicación y Experiencias del Comité Supremo de Organización y Legado, ha declarado: “Estamos encantado de presentar a La’eeb como mascota oficial de la primera Copa Mundial de la FIFA que se disputará en Oriente Medio y el mundo árabe. Procede del metaverso de las mascotas, un lugar indescriptible que cada persona puede imaginar como quiera”.
“Seguro que a los hinchas de todo el mundo les encantará este personaje alegre y divertido. La’eeb será esencial para ayudarnos a atraer a los seguidores de todas las edades a la fantástica experiencia de esta Copa Mundial de la FIFA”, añadió Al Mawlawi.
El intrépido y desenvuelto La’eeb ha estado en todos los Mundiales de la FIFA y ha participado en algunos de los mejores momentos de la historia del fútbol, incluidos muchos goles memorables.
La’eeb posee un carácter juvenil y divertido, que contagia seguridad por donde pasa. Proviene de un universo paralelo de donde vienen todas las mascotas de los torneos, y donde residen las ideas que dan vida a los personajes que habitan en la imaginación de todo el mundo.
La’eeb estará en todas partes, dando la bienvenida al mundo, alegrando a los aficionados más jóvenes y animando a todos los participantes durante el torneo que tendrá lugar del 21 de noviembre al 18 de diciembre. Además, pronto se pondrán a disposición de los hinchas GIFs, stickers, fondos de pantalla y filtros de La’eeb en redes sociales y otras plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, WhatsApp y Snapchat.
Prensa FIFA.- El sorteo final de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 ya casi está aquí. Y mientras todas las miradas del mundo del fútbol apuntan a Qatar y la emoción va en aumento en los países que han sellado su billete a la fase final mundialista, FIFA.com tiene todos los detalles sobre cómo, dónde y cuándo se decidirá la composición de los grupos y los partidos.
¿Dónde?
En el Centro de Exposiciones y Congresos de Doha (Qatar).
Las 32 selecciones participantes en el Mundial de 2022, de las que actualmente se conocen 29, quedarán encuadradas en ocho grupos de cuatro. Dos de los tres puestos restantes los ocuparán las ganadoras de las repescas intercontinentales el 13 o el 14 de junio, mientras que la última plaza saldrá del Cuadro A de la repesca europea, cuya final enfrentará a Gales contra Escocia o Ucrania.
Al sorteo asistirán 2.000 invitados y estará dirigido por Carli Lloyd, Jermaine Jenas y Samantha Johnson, que contarán con la ayuda de leyendas como Cafú (Brasil), Lothar Matthaeus (Alemania), Adel Ahmed Malallah (Catar), Ali Daei (RI de Irán), Bora Milutinovic (Serbia/México), Jay-Jay Okocha (Nigeria), Rabah Madjer (Argelia) y Tim Cahill (Australia).
El procedimiento
La Comisión Organizadora de Competiciones de la FIFA dispuso que las selecciones ya clasificadas se repartirán en bombos del 1 al 4 siguiendo criterios deportivos y basándose en la Clasificación Mundial Masculina FIFA/Coca-Cola publicada el 31 de marzo. En este enlace puede consultarse una descripción detallada del procedimiento del sorteo.
Qatar, en calidad de país anfitrión, ocupará el primer lugar de las cabezas de serie (A1) en el bombo 1, al que se sumarán las 7 selecciones mejor ubicadas en la Clasificación Mundial. Los países de la 8ª a la 15ª posición estarán en el bombo 2, mientras que los clasificados en las posiciones 16ª a 23ª ocuparán el bombo 3. Por último, el bombo 4 contendrá a las selecciones clasificadas del puesto 24º al 28º, más dos plazas para las ganadoras de las repescas intercontinentales y una plaza para la ganadora restante de la repesca de la UEFA.
Cómo seguir el sorteo
El sorteo será retransmitido por todo el mundo y, además, puedes mantenerte al corriente de todo a través de las cuentas de redes sociales de la FIFA en Twitter, Facebook e Instagram.
¿Y después qué?
El calendario definitivo sólo se conocerá una vez que se haya asignado un estadio y un horario a los encuentros de cada una de las jornadas. El Mundial en sí se disputará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022. La fase de grupos durará 12 días, en los que se jugarán 4 encuentros por jornada.
Prensa FIFA.- Adidas desveló este miércoles el Al Rihla como el balón oficial de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022. El décimo cuarto balón consecutivo que ha fabricado Adidas para la Copa Mundial de la FIFA, está concebido para soportar la máxima velocidad de los partidos, puesto que se desplaza por el aire más rápido que ningún otro esférico en la historia del torneo.
«Estamos ante un balón oficial de Adidas magnífico, sostenible y de gran calidad. Las estrellas disfrutarán jugando con él al más alto nivel en Catar, donde va a disputarse el torneo más importante del planeta, como también lo harán los jugadores de fútbol base de todo el mundo —declaró Jean-François Pathy, director de Servicios de Marketing de la FIFA—. El viaje del Al Rihla por todos los rincones del planeta será un fiel reflejo del formidable alcance de la Copa Mundial de la FIFA, y brindará a los aficionados la extraordinaria oportunidad de conectar con el torneo, ahora que el esperado pitido inicial está cada vez más cerca y la expectación sigue en aumento».
Diseñado minuciosamente a partir de la recopilación de datos y los ensayos rigurosos llevados a cabo en los laboratorios de Adidas, en túneles de viento y en el terreno de juego —donde también ha sido puesto a prueba por los propios futbolistas—, el Al Rihla ofrece grados óptimos de precisión y fiabilidad en el campo, debido en parte a la novedosa forma de sus paneles y a las nuevas texturas de la superficie.
El balón presenta las siguientes características destacadas:
CRT-CORE: el corazón del esférico. Proporciona velocidad, precisión y consistencia en los partidos de mayor intensidad, y conserva al máximo la forma, el aire y la precisión en el rebote.
SPEEDSHELL: un cuero de poliuretano texturizado con una novedosa forma con 20 paneles que mejora la precisión, la estabilidad y la rotación en el aire del balón gracias a macro y microtexturas, así como al contrarrelieve de la superficie.
«El fútbol es cada vez más veloz y, conforme aumenta la velocidad, adquieren suma importancia la precisión y la estabilidad en el aire —señaló Franziska Löffelmann, directora de diseño, gráficos y equipamiento de fútbol de Adidas—. El nuevo diseño permite al balón conservar una velocidad mucho mayor cuando se desplaza por el aire. De cara al mayor evento deportivo del planeta, nos propusimos hacer posible lo imposible con una innovación radical y crear el balón más rápido y preciso de la Copa Mundial de la FIFA hasta la fecha».
El esférico se ha diseñado con la sustentabilidad por bandera; de hecho, el Al Rihla es el primer balón de los Mundiales fabricado exclusivamente con tintas y pegamentos de base acuosa.
Al Rihla significa «el viaje» en árabe, y se inspira en la cultura, la arquitectura, las emblemáticas embarcaciones y la bandera de Qatar. Los colores vivos y llamativos sobre un fondo perlado representan al país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA y la velocidad creciente del juego.
La primera aparición pública del Al Rihla llegará de la mano de leyendas como Iker Casillas, Kaká, Farah Jefry y Nouf Al Anzi, quienes estarán acompañados de un diverso grupo de jóvenes talentos, incluidas algunas futbolistas prometedoras de Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto, así como nuevas generaciones de jugadores procedentes de la Academia Aspire de Doha.
La presentación marcará el inicio del viaje del Al Rihla por diez ciudades de todo el mundo —entre ellas, Dubái, Tokio, Ciudad de México y Nueva York—, donde Adidas está llevando a cabo una serie de iniciativas destinadas a mejorar el acceso y la igualdad en el deporte entre las comunidades locales.
Tony Cittadino (Mallorca).- La final de la Copa del Mundo de la FIFA es un momento inolvidable, pero el partido entre Uruguay y Brasil en 1950 pasó a ser una de los más emblemáticos y consentidos. El 16 de julio de 1950, los charrúas vencieron dos por uno a la canariña y le propinaron la derrota más dolorosa de su historia que pasó a denominarse el “Maracanazo”.
El estadio Maracaná en Río de Janeiro recibió a 173 mil 850 personas de acuerdo a las estadísticas de la FIFA, aunque la cifra extraoficial por lo lleno del recinto llegó a las 200 mil personas, un récord de asistencia que se mantiene hasta nuestros días.
Para entonces, Brasil vestía de blanco y no con la tradicional y ganadora casaca “verdeamarela”. El golpe fue tan duro, que decidieron cambiar los colores de su indumentaria. Sin embargo, el uniforme se implementó de nuevo, pero en condición de visitante, durante la Copa América 2019.
Brasil era además el país anfitrión de un Mundial que se reanudaba tras la dolorosa pausa de la Segunda Guerra Mundial. También llegó con el peso de ser campeón de la Copa América, jugada un año antes en su país. Todo hacía pensar que esa tarde alzarían su primer trofeo, pero Uruguay no se amilanó y se convirtió en el segundo bicampeón mundial y primer suramericano. El otro había sido Italia (1934-1938). Así sumaron su cuarto título, aunado a los dos Juegos Olímpicos (1924 y 1928).
Los brasileños dirigidos por el director técnico Flavio Costa, venían de disputar una segunda etapa del torneo aplastante. Golearon a Suecia (7-1) y a España (6-1), para sumar cuatro puntos. En tanto, Uruguay había empatado con España (2-2) y superado a Suecia (3-2), para acumular tres unidades. Así las cosas, el ganador del duelo directo de este formato de playoff o liguilla (no se jugaba final) se quedaría con la Copa Jules Rimet y a Brasil le servían dos resultados de tres: victoria y empate.
El ambiente en el país y en el estadio era triunfalista, pero nadie podía imaginar que se transformaría en una tragedia carioca. Incluso diarios como O Mundo, ya tenían la portada lista celebrando el título. Así nació la histórica frase del capitán uruguayo Obdulio Varela, al decir: “Los de afuera son de palo”. El mediocampista no sólo buscaba animar a sus compañeros, sino también a no dejarse intimidar y salir a buscar el resultado. Sabían que si salían a defenderse, podían llevarse una goleada como sus colegas españoles y suecos.
“El ambiente era de euforia y los brasileños estaban seguros de que nos iban a ganar. Nosotros estábamos tranquilos. Además, ya les conocíamos, un par de meses antes jugamos la Copa Río Branco con Brasil, y nos vimos en tres partidos. El primero les ganamos 4-3, el segundo perdimos 2-1 y el tercero caímos 1-0. Así que no estábamos tan lejos de ellos”, dijo Alcides Ghiggia en una entrevista al diario El País en 2006.
Friaca adelantó a Brasil al minuto 47, para encender la fiesta en un Maracaná que se sentía campeón. La celebración en las tribunas era ensordecedora y hasta lanzaron fuegos artificiales. Sin embargo, llegó la jugada clave del partido. Varela reclamó una posición adelantada al árbitro inglés George Reader, que sirvió para enfriar el encuentro y evitar que el rival se agrandara.
Así llegó el empate que silenció el Maracaná en la fracción 66, con tanto de Juan Schiaffino. La celeste no bajó los brazos y remataron con el icónico tanto de Ghiggia al 79, que clavó una estaca que nunca ha podido salir del corazón de Brasil. El carnaval pasó a ser un velorio y mientras la selección de Brasil de Ademir y Zizinho lloraba la derrota, la oncena de Uruguay del director técnico Juan López, celebraba por todo lo alto.
“Es algo inolvidable, lo máximo. No se puede pedir más. El gol fue un calco del primero. Me fui de Bigode, que era mi marcador, entré en diagonal y el arquero, Barbosa, se pensó que iba a pasarla atrás. Entonces abrió un poco el arco en busca del centro, y como ví que dejaba un espacio, tiré. Fue en cuestión de segundos. Por suerte, la pelota entró junto al poste”, agregó Ghiggia en declaraciones al diario español.
El resultado fue tan imprevisto, que el propio presidente de la FIFA, Jules Rimet, no tenía un discurso preparado para el triunfo celeste. Hasta ellos pensaban que Brasil se coronaría. El dirigente había ido a los vestuarios cuando el juego estaba 1-1 y, al salir, se encontró un estadio en silencio. No hubo una ceremonia oficial de premiación, sino algo improvisado y apresurado.
“A la salida del túnel, un silencio desolador había ocupado el lugar de todo aquel júbilo. No había guardia de honor, ni himno nacional, ni ceremonia solemne. Me vi solo, en medio de la multitud, empujado hacia todos lados, con la copa bajo el brazo. Acabé por encontrar al capitán uruguayo y, casi a escondidas, se la entregué”, dijo Rimet en su libro «La maravillosa historia de la Copa del Mundo» citado por la FIFA.
Ghiggia, que falleció justo 65 años después del histórico partido en 2015, no dudó en bromear en varias ocasiones al asegurar que fue uno de los que pudo enmudecer al imponente estadio. “Sólo tres personas silenciamos Maracaná: el Papa (Juan Pablo II), Frank Sinatra y yo”. Y así sucedió. Fue el día en que Uruguay se inmortalizó ante la mirada del fútbol mundial.
Testigo de la historia
La ferviente fanática de Brasil, María de Lourdes Silva, tenía 8 años cuando presenció el “Maracanazo”. En una entrevista a EFE, recordó el mítico partido como el más triste de la historia.
“Conocí el Maracaná en 1950 cuando asistí al partido entre Brasil y Uruguay. Un juego muy bonito, con la afición muy animada y, al final… Brasil perdió. El Maracaná quedó triste, quedó fúnebre, muy triste. Aquel día fue una tristeza total. Yo sólo vi a las personas llorando. Ay Dios mío. Fue una gran tristeza. Parecía que el Maracaná se hubiese desplomado. Fue una gran tristeza. Fue realmente muy triste. Todo el mundo con esperanza, gritando ‘Brasil, Brasil’, y acabó en silencio total. Silencio total. Es la mayor tristeza que he tenido”, explicó.
FIFA.com.- La imagen de Francia alzando el título de campeones del mundo en el Estadio Luzhnikí sigue fresca en la memoria de los amantes del fútbol. Justamente dos años después de aquel 15 de julio de 2018, se presenta el calendario de la próxima edición de la Copa Mundial de la FIFA; al conocerse las fechas y los estadios, el mundo del fútbol volverá de nuevo a soñar.
A las 13:00h (11:00h CET) del 21 de noviembre de 2022, el Estadio Al Bayt, un coliseo con capacidad para 60.000 espectadores y que, por su construcción y nombre, recuerda a las típicas tiendas nómadas del Golfo Pérsico, será el escenario del partido inaugural, que tendrá a la selección anfitriona como una de sus protagonistas. Los horarios locales de los partidos de la fase de grupos se han fijado a las 13:00, las 16:00, las 19:00 y las 22:00h, mientras que los de la última jornada de esta fase (disputados de forma simultánea) y las posteriores eliminatorias a partido único se jugarán a las 18:00 y a las 22:00h.
El Estadio Internacional Khalifa albergará el partido por el tercer lugar el 17 de diciembre, mientras que la final se disputará a las 18:00 h del día siguiente en el Estadio Lusail ante 80.000 espectadores.
Con el fin de que todas las selecciones dispongan del tiempo suficiente para recuperarse, la fase de grupos tendrá una duración de doce días; se jugarán cuatro partidos al día, por lo que el calendario promete ser de lo más emocionante. La naturaleza compacta del torneo catarí —en el que no serán necesarios los desplazamientos aéreos— permitirá por primera vez a los organizadores optimizar los partidos en beneficio de la afición, las selecciones y los medios de comunicación.
Para ello, el estadio y el horario de los partidos de la fase de grupos de cada una de las jornadas se decidirán tras la celebración del sorteo final, previsto para después de los clasificatorios de marzo de 2022. Una vez conocidos los emparejamientos, se valorará la posibilidad de asignar los mejores horarios dependiendo de las audiencias televisivas y también para los aficionados desplazados hasta Catar, en función del estadio idóneo.
Esta flexibilidad no afectará a los aspectos técnicos, puesto que todos los estadios se encuentran muy próximos los unos de los otros, y las condiciones climatológicas de Catar en esa época del año son perfectas, tanto si el partido comienza pronto como si lo hace más tarde. Además, de este modo los aficionados que visiten Catar tendrán la posibilidad de ver en directo un mismo día más de un partido de la fase de grupos.
Las primeras entradas con servicios preferentes asociados se pondrán a la venta a finales de 2020, mientras que las entradas para el gran público únicamente podrán adquirirse a través de FIFA.com/tickets, donde próximamente se publicarán todos los detalles relativos a las fechas, las fases, las categorías y los precios de venta.
Tony Cittadino (Mallorca).- El 8 de julio del 2014 quedó marcado como uno de los días más negros en la historia deportiva de Brasil. Esa tarde, la selección canariña fue goleada y humillada por Alemania con marcador de siete por uno, en partido de la semifinal del Mundial 2014 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Una catástrofe similar a la del Maracanazo, que destapó las carencias defensivas y psicológicas de una selección dirigida por Luis Felipe Scolari, que fue vapuleada por una maquinaria teutona comandada por Joachim Low y que, a la postre, finalizó como campeón del mundo también despachando a otro rival de peso suramericano: la Argentina de Lionel Messi.
Ambas selecciones llegaron a la semifinal como candidatas lógicas para ganar el Mundial, tanto por el peso de su historia, como por el desempeño que habían mostrado en el torneo. Sin embargo, Brasil tenía a favor el extra de ser el país anfitrión. Era su Mundial y la oportunidad de oro para borrar al amargo recuerdo del Mundial del 1950.
La verdeamarela fue líder del grupo A con siete puntos, producto de una victoria ante Croacia (3-1), un empate ante México (0-0) y una goleada frente a Camerún (4-1). En octavos, sufrieron ante Chile y tras el empate a un gol en 120 minutos, definieron el triunfo en la tanda de penales 3-2. En cuartos de final, también hubo duelos entre suramericanos y derrotaron a Colombia (2-1), en un encuentro en el que el defensa David Luiz marcó un golazo de tiro libre y el estelar delantero Neymar salió lesionado y se perdió el resto del Mundial.
Por su parte, los europeos fueron los líderes del grupo G, al debutar con goleada frente a Portugal (4-0), empatar con Ghana (2-2) y vencer a Estados Unidos (1-0). En octavos, tuvieron que ir al alargue para derrotar a Argelia (2-1) y en cuartos de final, doblegaron a Francia (1-0).
Así se dio el tan esperado encuentro, que reeditaba la final del Mundial Corea-Japón 2002 y que fue ganada por Brasil con un doblete de Ronaldo. El estado estaba a reventar, con 58 mil 141 espectadores listos para, en su gran mayoría, alentar a Brasil en la ruta al hexacampeonato. Sin embargo, la ilusión se comenzó a desvanecer a los 10 minutos, cuando Thomas Müller abrió el marcador.
Brasil lucía desconcertada y nerviosa, ante una Alemania que olía el miedo del rival y sacaba el rodillo para aplastar al rival. Su eficacia frente al arco, fue letal. Miroslav Klose se encargó de aumentar la cuenta con un gol en la fracción 22 que enmudeció el estadio por partida doble: su selección aumentaba la ventaja a 2-0 y, además, pasaba a ser el máximo anotador en la historia de los Mundiales con 16 tantos, uno más que Ronaldo, que lo miraba desde el palco de prensa.
La canariña no terminaba de asimilar el golpe, cuando en seis minutos Mannschaft atacó sin piedad y con par de tantos de Toni Kroos (minuto 24 y 25) y otro de Sami Khedira (minuto 28), ganaba cómodamente cinco por cero antes de la media hora de partido. Los fanáticos brasileños lloraban en un estadio enmudecido, mientras que el mundo veía con asombro el poderoso despliegue alemán.
El primer tiempo terminó con una goleada de escándalo, pero no todo estaba escrito. André Schürrle se encargó de sellar el resultado, con tantos en las fracciones 68 y 78. Oscar descontó por Brasil para el gol del orgullo al 89, pero poco o nada podía maquillar un resultado de escándalo que le permitió a Alemania ser la primera selección en anotar siete dianas en una semifinal. Por si fuera poco, para la canariña fue la peor goleada de por vida y la mayor recibida por un país anfitrión de la Copa del Mundo.
Las voces de los protagonistas
Luego del encuentro, las reacciones no se hicieron esperar. El portero Julio César, dijo a la televisión de la FIFA entre lágrimas que fue un golpe muy fuerte. “Hasta aquí estaba todo muy bien. Esto es muy fuerte. No puede ser. Es inesperado. Somos fuertes y vamos a levantar la cabeza».
El defensa David Luiz también se vio muy afectado por el resultado. «Quería ver a mi pueblo sonreír. Ellos fueron los mejores, se prepararon mejor. Es un día con mucha tristeza, pero de mucho aprendizaje».
Por su parte, el director técnico, Scolari, asumió la responsabilidad de la derrota. «Es el peor momento de mi carrera y el peor día en mi vida futbolística. Pero la vida sigue. ¿Quién es el responsable de este resultado? Yo, soy yo. Podemos repartir la culpa de este resultado catastrófico entre todos nosotros, pero la persona que decidió la alineación y el sistema fui yo. Fue mi decisión. Hicimos lo que pudimos, lo dimos todo, pero jugamos contra una grandiosa Alemania. No supimos reaccionar al vernos por detrás en el marcador. El equipo perdió el orden y nos entró el pánico después de conceder el primer gol”, explicó en declaraciones a la FIFA.
Agregó que ni siquiera los alemanes sabían lo que había pasado. “Ha sido mérito suyo y debemos respetarlo. Tendremos que aprender a sobrellevarlo. Mi mensaje para el pueblo brasileño es el siguiente: Por favor, discúlpennos por esta actuación. Siento que no hayamos sido capaces de llegar a la final, pero ahora intentaremos acabar en tercera posición. Todavía tenemos un objetivo por el que luchar». Sin embargo, Brasil no levantó cabeza y también fue goleado por Holanda en el partido por el tercer lugar.
Del otro lado de la acera, los alemanes festejaron pero con cautela. El técnico Low pidió respeto y moderación por el resultado, pues sabía cómo se sentía el rival. “Después de caer en semifinales ante Italia en 2006, sabemos cómo se siente Brasil, sus jugadores, el seleccionador Scolari y sus aficionados, así que tenemos que ser modestos y humildes y pensar en el siguiente partido. Son emociones muy intensas. Hemos ganado, nos hemos metido en la final. Hemos superado la pasión de los brasileños. Sabíamos que si jugábamos al máximo de nuestro potencial, teníamos posibilidades de ganar”.
Sin embargo, no se esperaban una goleada como la que lograron. “Jamás habríamos esperado un resultado como éste. Aprovechamos nuestras ocasiones y ellos se sintieron más presionados a raíz del primer gol. Significa mucho para nosotros que Miroslav Klose haya batido el récord de máximo goleador en la historia de los Mundiales. Es una gran noticia para él y para todo el equipo. Es un logro que sólo puede obtenerse a base de mucho trabajo. Klose sigue jugando al mejor nivel y marcando goles».
El mediocampista alemán Kroos fue electo como el Mejor Jugador del Partido y dijo que fue un juego impresionante. “Empezamos a creer en la victoria desde el primer minuto, porque vimos que Brasil dudaba un poco en su toma de decisiones, y nos aprovechamos de esa circunstancia. Los goles fueron cayendo uno tras otro cuando abrimos el marcador. Si alguien me hubiese dicho que íbamos a ganar 7-1, no le habría creído”.
Las reacciones en Brasil y el mundo
Las horas siguientes al juego se vivieron con mucha tristeza en Brasil. En algunas ciudades hubo disturbios y debió intervenir la policía. El periodista deportivo Jesús Marín estuvo en el encuentro como corresponsal de Venevisión y comentó en un reporte para la sección de deportes del Noticiero, que fue una experiencia devastadora para los brasileños.
“Cuando salí del estadio Mineirao eran cerca de las 11 de la noche y el camino al aeropuerto fue con mucha tranquilidad. Hay una tristeza tremenda y una frustración, con caras muy largas. En Sao Paulo también e incluso el taxista que me llevaba, decía con mucha frustración que Brasil no supo descifrar el juego de Alemania y no supo reaccionar”, explicó el experimentado comentarista deportivo.
En tanto, Twitter fue el rey de la interacción en las redes sociales. En un trabajo reseñado por la periodista Waleska Manzi, explicó que se registraron 35.6 millones de tuits, con un pico de 580 mil cuando Khedira anotó el 5-0. El jugador más mencionado de Brasil fue Julio César y el de Alemania fue Klose.
La prensa brasileña no dudó en calificar el resultado del juego como una vergüenza y humillación. “Indignación, revuelta, dolor, frustración, irritación, vergüenza, pena, desilusión”, fue el titular del diario deportivo Lance en una tapa que aparece totalmente en blanco, reseñó EFE.
“Vergüenza, vejación, humillación”, “Humillación en casa” y “Brasil sufre la peor derrota de su historia” fueron otros de los titulares.
El diario O Globo indició que fue la peor derrota en casa en su historia. “La selección brasileña sufrió ayer la peor vejación en sus cien años de historia. La derrota por 7-1 frente a Alemania fue la más humillante desde el 21 de julio de 1914, cuando actuó por primera vez”, agregó EFE.
Otro periódico crítico fue Folha de Sao Paulo, al reseñar que Alemania aplastó a Brasil. “Por segunda vez en la historia, la selección brasileña perdió la oportunidad de consagrarse campeón mundial jugando en casa. En el Mundial de 1950 el resultado de 2-1 a favor de Uruguay tuvo contornos trágicos, mientras que en 2014 la goleada por 7-1 fue marcada por la humillación”.
En tanto, O Estado de Sao Paulo, informó que la goleada histórica dejó al país totalmente perplejo y mostró a 2.000 millones de telespectadores en el mundo una selección brasileña descontrolada emocionalmente.
Fue la noche más larga para Brasil en mucho tiempo.
Ficha técnica
Brasil: Julio Cesar, Maicon, David Luiz, Dante, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho (Paulinho, min.46); Oscar, Bernard, Hulk (Ramires, min.46); Fred (Willian, min.69).
EFE.- A ciegas, sin saber quién puede ser el rival en octavos, Rusia y Uruguay compiten este lunes en Samara por cerrar el grupo A como líderes, por elegir entre Sochi y Moscú como inicio de un incierto camino en un Mundial repleto de sorpresas, en el que cada vez es más complicado predecir cuál será la ruta hacia la final.
Cuatro horas antes de que España se juegue su futuro ante Marruecos, en Kaliningrado, y de que Portugal e Irán completen la clasificación del grupo B, uruguayos y rusos, los rivales en octavos, cerrarán una de las pocas llaves del Mundial que ha respondido a lo esperado.
Quizá no tanto la explosión goleadora del equipo de Chechesov, sobre el que había muchas dudas, pero que como anfitrión estaba obligado a traspasar la etapa inicial. Igual que Uruguay, que si bien respondió a lo esperado -dos victorias-, no ha encontrado el juego ofensivo que se le presupone a un conjunto con Luis Suárez y Edinson Cavani.
En cualquier caso, los hombres del «Maestro» Óscar Washington Tabárez no quieren saber nada de su posible rival en octavos. Puede ser España, Portugal o incluso Irán, que aún tiene opciones de conseguir una de las dos plazas del grupo C, pero el conjunto charrúa sólo piensa en el encuentro ante Rusia.
Ninguno de los jugadores que han atendido a los medios de comunicación esta semana se ha pronunciado sobre sus preferencias.
Todos, han dicho lo mismo. Desde Maxi Pereira, hasta Cristian Stuani pasando por Diego Laxalt o Lucas Torreira, el mensaje ha sido el mismo: mejorar la imagen de Uruguay.
Ese llamamiento no es gratuito porque el equipo de Tabárez, aunque ha ganado sus dos partidos ante Egipto (0-1) y Arabia Saudí (1-0), no ha jugado nada bien. Se ha mostrado sólido en defensa pero poco fino a la hora de crear juego.
Dos zarpazos, de José María Giménez y de Luis Suárez resolvieron sus dos primeros partidos y, aunque sin juego, el equipo de Tabárez acumula récords en Rusia: Por primera vez desde México 1970 ganó dos encuentros seguidos y se ha clasificado por tercera vez consecutiva para octavos. Su siguiente meta es clara; lograr por primera vez en su historia tres triunfos en la fase de grupos.
Para conseguir esa marca, Tabárez medita algunos cambios en el once inicial. El «Maestro» tendrá que hacer una sustitución obligada, la del central José María Giménez, que no podrá jugar por unas molestias musculares en su cuádriceps derecho. Su sustituto será Sebastián Coates.
Además, podría dar minutos a Maxi Pereira en el lateral derecho en el lugar de Guillermo Varela. Si juega, ampliaría a 126 partidos su marca como el jugador con más internacionalidades de la historia de Uruguay. También parece que tendrá un hueco en el centro del campo Lucas Torreira, que dará descanso a Matías Vecino.
En los dos extremos, Carlos Sánchez, Cristian «Cebolla» Rodríguez, Giorgian De Arrascaeta, Nahitan Nández y Diego Laxalt se disputan dos puestos. Todos, menos Laxalt, han disfrutado de minutos.
Son sin duda, las demarcaciones más dudosas que tendrá que resolver Tabárez, que mantiene la columna vertebral formada por Fernando Muslera, Diego Godín, Edinson Cavani y Luis Suárez
En la selección rusa, mientras, el técnico Stanislav Cherchesov no ha querido desvelar si preservará a Aleksandr Golovin, su pieza vital en el centro del campo, que se perdería los octavos si es amonestado. «No habrá muchos cambios», dijo este domingo Cherchesov, cuando fue preguntado en rueda de prensa si daría descanso a algunos jugadores.
El lateral izquierdo Zhirkov acabó tocado el partido ante Egipto, por lo que Cherchésov podría reservarle. Si opta por un jugador defensivo, su sustituto será Kudriashov, si prefiere una variante más ofensiva, saldrá de inicio Smólnikov.
Como Uruguay, la selección rusa piensa que, puesto que no se conocerá el rival hasta horas después, el mejor camino es volver a ilusionar a la afición con otra victoria de prestigio. «No estamos en disposición de elegir oponente, así que queremos ser primeros», indicó Cherchesov.
A Rusia, no obstante, le vale con el empate para ser primera de grupo, ya que tiene ocho goles en su haber y sólo uno en contra, así que no tiene la obligación de atacar desde el primer minuto como contra los saudíes y egipcios.
– Alineaciones probables:
Uruguay: Muslera; Maxi Pereira, Godín, Coates, Vecino; De Arrascaeta, Bentancur, Torreira, Nández; Cavani y Luis Suárez.
(EFE) — Arabia Saudita y Egipto se enfrentan en el último partido del Grupo A sin opciones de clasificación y con la continuidad futura de sus técnicos en el aire después de un Mundial decepcionante.
«Los faraones» desembarcaron en Rusia con la ilusión infinita de volver al escaparate del fútbol tras 28 años de ausencia y con la esperanza puesta en una selección sólida, con jóvenes valores que comienzan a despuntar en Europa, y una de las estrellas mundiales en sus filas.
El delantero del Liverpool Mohamed Salah comanda un equipo en el que se mezclan jugadores emergentes como Ramadan Sobhi (Stoke City) o Mohamad El Neny (Arsenal) con otros de amplia experiencia como el cancerbero Essam el Hadary, el abuelo del Mundial.
Sin embargo, ninguno ha brillado como se esperaba. Disminuido en el plano físico a causa de la lesión de hombro sufrida en la final de la Liga de Campeones, Salah vio el choque frente a Uruguay en el banquillo y poco aportó en el encuentro ante Rusia.
Aunque tuvo algunas ocasiones a lo largo de la contienda, se le percibió carente de continuidad, en parte por su estado físico y en parte por el naufragio de «los faraones» en el centro del campo, donde nunca han tenido faro en este mundial.
Un defecto que ya se detectó en el primer partido, donde solo el buen tono defensivo y las dificultades de Uruguay en ataque casi les regalan un punto. El gol anotado en el último minuto del partido por el defensa del Atlético Madrid José María Giménez fue un mazazo, pero también un castigo a un planteamiento rácano.
Los números de Egipto -dos derrotas, cuatro goles en contra, uno a favor- y su despliegue en el campo han puesto en el disparadero a Héctor Cúper, el «hombre milagro» que devolvió a Egipto la miel mundialista perdida en 1990.
En declaraciones previas al partido en Volgogrado, el argentino aseguró que no dará «ningún paso adelante para renovar mi contrato si el 90 por ciento de los seguidores y directivos egipcios están en desacuerdo con mis métodos».
«No quiero ahora hablar de renovaciones de contrato, punto. Incluso si hubiéramos logrado todos los objetivos que quería, ahora es diferente para mí», subrayó Cuper, antes de subrayar que no se puede hablar de «frustración» en un Mundial.
«Los resultados fueron los que ambicionábamos, pero debo darles las gracias a los jugadores. Muchos de ellos no habían llegado a este nivel, era la primera vez en sus vidas que estaban en un torneo de estas dimensiones y también para mí como entrenador», se excusó Cuper.
En este ambiente, y con el objetivo de apuntarse el honor de lograr la primera victoria árabe en este mundial, la principal novedad podría ser el debut mundialista de El Hedary, quien batiría el récord de longevidad.
De saltar a la cancha, el cancerbero egipcio superaría con 45 años, cuatro meses y nueve días a su colega de posición, el colombiano Farid Mondragón, hasta la fecha todavía el hombre con más edad que ha disputado un partido del Mundial.
En el otro lado del campo, Pizzi también afronta el encuentro envuelto en duras críticas y con la necesidad de una victoria que aúnque la lograra no le garantizará continuar al frente de los «halcones verdes».
La selección saudí se ha mostrado excesivamente inocente, falta de la experiencia y el colmillo necesario para afrontar un torneo en el que supuestamente se dan cita las estrellas y los 32 mejores equipos el planeta.
Los árabes ganaron con facilidad su grupo de clasificación asiático bajo la dirección del holandés Bert van Marwijk, al que la federación decidió despedir, sin embargo, a nueve meses del inicio de este Mundial.
Su sustituto fue el argentino Edgardo Bauza, técnico entonces de Emiratos Árabes Unidos, que apenas duró dos meses y cinco partidos amistosos en el banquillo, en los que cosechó dos victorias y tres derrotas.
Pizzi llegó de urgencia en noviembre del pasado año, y apenas ha dejado su impronta en un grupo que ha visto desfilar tres entrenadores en el último año y que ha perdido por el camino parte de su identidad.
Al igual que Egipto, Túnez y Marruecos, los otros tres equipos árabes en el Mundial -todos ellos igualmente eliminados en la segunda jornada- Arabia Saudita y sus jugadores cambiaron su rutina diario y entrenamientos para adaptarlos al mes del ayuno sagrado o Ramadán, que coincidió con mayo.
Aunque la mayoría de los técnicos musulmanes opina que variar durante 28 días los hábitos de alimentación, hidratación y sueño -y trasladar los entrenamientos a las horas nocturnas- no afecta al rendimiento, entrenadores, médicos y dietistas de otras religiones creen que el ayuno diurno sí tiene impacto en la élite.
Lo cierto es que en la primera jornada, que coincidió con la fiesta del fin del Ramadán, Arabia Saudí encajó dos de los cinco goles en el tiempo de descuento, cuando las fuerzas de los futbolistas comienzan a fallar.
Y tanto Egipto como Marruecos y Túnez perdieron igualmente en la primera jornada con los 90 minutos ya cumplidos tras partidos de gran exigencia física frente a Uruguay, Irán e Inglaterra, respectivamente.
En estas condiciones, la alineación que presente mañana Pizzi es un misterio. Podría volver a cambiar al portero, después de que Mohamad Alowais, titular ante Uruguay, fallara de forma estrepitosa en la jugada que concluyó con el único gol de la contienda, anotado por Luis Suárez.
– Alineaciones probables:
Arabia Saudita: Yasser al Mosailem; Yasser Alshahrani, Osama Hawsawi, Ali Albulayhi, Mohammed Alburayk; Taiseer Aljassam, Abdullah Otayf, Salman Alfaraj; Hatan Bahbri, Salem Aldawsari y Fahad Almuwallad.
Egipto: El Hedary; Fathy, Gabr, Hegazy, Abdelshafy; Elneny, Hamed; Salah, Elsaid, Trezeguet; y Marwan.
José Félix Díaz (Marca.com).- «No estamos para regalos», dijo Fernando Hierro nada más terminar el partido ante Irán. El seleccionador lo tiene claro y así se ha encargado de transmitirlo. Las eliminatorias de España se inician mañana ante Marruecos y como tal quiere que sus jugadores, afición y también medios de comunicación tomen el partido ante una selección que ya está eliminada, pero que buscará salvar su honor consiguiendo algún punto, después de haber ofrecido una imagen más que notable en sus partidos ante Irán y Portugal. La falta de gol penalizó a los jugadores norteafricanos.
Cierto es que España podría clasificarse incluso perdiendo, pero la idea de Hierro no es la de especular, ni la de esperar a ver qué sucede en el otro partido del grupo para tirar de calculadora. Quiere asegurar el pase a octavos de final por la vía directa y más rápida posible. No vale pensar qué harán los demás, quiere que la selección demuestre orgullo, carácter y, sobre todo, que recupere el nivel competitivo enseñado al mundo entero en el encuentro ante Portugal.
Las circunstancias que rodean el partido pueden llevar a vivir el choque con cierta relajación, pero el técnico está insistiendo una y otra vez en que no debe ser así bajo ningún concepto. Cree que los cruces del Mundial se inician mañana para España en Kaliningrado. No hay que esperar más. Este es el primer partido en el que de verdad la continuidad está en juego y como tal pretende que se afronte.
Todo el mundo ha repasado el grupo y ha comprobado que tan solo una hecatombe en forma de dolorosa derrota ante Marruecos por más de un gol y un empate entre Portugal e Irán, podría dejar fuera de los octavos de final a la campeona de 2010. El supuesto es complicado, pero existe. Por ese motivo Hierro quiere afrontar el partido como si fuera la primera final del Mundial.
Además, hay otro factor que cuando llega aparece la tercera jornada de la fase de grupos de un Mundial es el del posible cruce y la opción de elegir rival. Los internacionales españoles no miran ni posibles enfrentamientos ni nada por el estilo. Buscan ser primeros de grupo y para ello saldrán a ganar y a olvidarse del resto. Es la primera de las cinco finales que todavía quieren tener por delante en suelo ruso.
«La experiencia nos dice que estos son partidos trampa, muy peligrosos porque te encuentras selecciones que no se juegan nada y todos se quieren reivindicar. Si queremos hacer un buen partido y ganar, tendrá que ser por méritos propios», afirmó Hierro en Radio Marca cuando fue preguntado por el partido ante Marruecos.
Lo cierto es que España cuando depende de sí misma en el último partido de la fase de grupos no suele fallar o al menos no lo ha hecho en las últimas cuatro ocasiones en las que se ha planteado una situación así. En 1986, 1990, 1994 y 2010, acierta en el tercer partido y sella su pase a la siguiente fase. En 1962 y 1966 falló.
En Sudáfrica en 2010 la victoria por 2-1 ante Chile sirvió para que las dos selecciones se clasificaran. En 1994, en el Mundial de Estados Unidos, España se la jugaba con Bolivia y ganó después de haber empatado con Corea del Sur y Alemania. Cuatro años antes, el combinado español también tuvo que jugársela en el último partido ante Bélgica, a la que derrotó por 2-1, tras haber empatado ante Uruguay y ganado a Corea del Sur.
En 1986, el enemigo para sellar el pase a octavos de final fue Argelia, selección a la que se ganó, despejando todas las dudas originadas tras la polémica derrota ante Brasil por el gol no concedido de Míchel y la posterior victoria ante Irlanda del Norte.
En la cita inglesa de 1966 se perdió ante Argentina, para ganar a Suiza, pero Alemania derrota a España para eliminarla en el tercer partido. En Chile 1962 fue Brasil la que echó a España en el último partido de la fase de grupos tras perder ante Checoslovaquia y ganar a México.
EFE.- «Todos siempre esperan mucho de Bélgica. Que siempre juguemos perfecto, que tengamos el 80 por ciento de posesión, que disparemos 50 veces a puerta y marquemos 40 goles».
¿Puede Bélgica responder a las expectativas? Eden Hazard, la estrella de los Diablos Rojos se queja del nivel de exigencia al que se somete a su selección, un compendio de grandes jugadores, estrellas en sus clubes, que no acaban de cuajar cuando se reúnen.
Porque, por nombres, la selección belga debería estar entre las favoritas. Pero su pasado le persigue, acostumbrada a fallar cuando mayores son los halagos.
Ahora llega a Moscú, obligada a corroborar contra Túnez la buena imagen dada en la jornada inicial, cuando goleó a Panamá dando la impresión de que éste puede ser su torneo.
No es una situación nueva. Hace cuatro años se plantó en los cuartos de final como la gran amenaza para la Argentina de Leo Messi, pero no respondió como se esperaba (1-0). Hace dos, parecía una semifinalista segura de la Eurocopa y claudicó en cuartos ante la modesta selección galesa (3-1).
¿Qué ha cambiado entonces? En primer lugar, la madurez de sus estrellas. Con dos años más y asentados como referentes en sus clubes, Hazard y Kevin de Bruyne saben qué deben hacer en cada momento dentro del campo. No tienen las lagunas de juego mostradas en los torneos anteriores.
Y está Roberto Martínez. El técnico español comenzó dotando de solidez a su equipo (los Diablos Rojos suman 20 encuentros invictos) y ha acabado dándole un estilo ganador, donde mezcla bien la calidad de sus centrocampistas con la exuberancia física de Romelu Lukaku en el ataque.
El ex técnico del Everton ha solventado, además, los problemas en el centro de la defensa, donde se le cayeron Thomas Vermaelen y Vincent Kompany, con la entrada del joven Dedryck Boyata. El barcelonista, además, ya se ha reintegrado al grupo y el central del City está a punto de hacerlo.
Túnez, mientras, afronta el partido con la necesidad imperiosa de puntuar si no quiere correr la suerte de las otras tres selecciones árabes del mundial, eliminadas en la segunda jornada del mundial sin ni siquiera marcar un gol.
Los norteafricanos mostraron mejor cara frente a Inglaterra que sus compañeros de cultura: durante más de veinte minutos de la primera parte lograron frenar las acometidas británicas e incluso llegaron a empatar el choque con un penalti transformado por Saiss.
La segunda parte retomaron el fútbol táctico solidario, de ayudas permanente, que ha introducido Nabil Maaloul, firmes tanto en el centro del campo como en la defensa hasta desactivar a unos ingleses demasiado planos.
Pero apenas inquietaron en ataque. Nada se supo del joven Pickford en toda la segunda mitad. Disminuido por las lesiones, que han dejado en casa a sus dos jugadores más efectivos, los tunecinos tienen un grave problema arriba.
También por la baja forma de su estrella, el delantero del Rennes Wahbi Khazri, intrascendente en la primera contienda.
Maaloul ha decido darle la punta del ataque, liberarlo de las labores de defensa y presión en el centro del campo para aprovechar su velocidad y habilidad en el uno a uno, y esa volverá a ser su gran baza frente a los belgas.
Ambas selecciones se han enfrentado en tres ocasiones con los tres resultados posibles: empataron a uno en Oita, Japón, durante el mundial de 2002; Bélgica ganó en Bruselas (1-0) en una partido amistoso previo a la copa del mundo de Brasil.
Y «las Águilas de Cartago» vencieron 2-1 en un amistoso en 1992, en el primer partido entre ambas selecciones. Un resultado con el que sueña Maaloul y toda Túnez mañana en el estadio del Spartak de Moscú.
«Debemos tener todo el respeto debido a Bélgica, pero tenemos nuestras propias ambiciones, que son superar la primera fase, algo que Túnez no ha conseguido hasta ahora», insistió Maaloul en declaraciones esta semana a la presa local.
Retirado del mundial el portero titular Hassen por la lesión que sufrió en el hombro en el choque contra Inglaterra, Maaloul alineará en el arco a Ben Mustapha.
Alineaciones probables:
Bélgica: Courtois; Vertonghen, Boyata, Alderweireld; Meunier, De Bruyne, Witsel, Carrasco; Dries Mertens, Eden Hazard; Romelu Lukaku.